MEDICION DE LA EVAPOTRANSPIRACION
Entre las técnicas e instrumentos más utilizados para medir la evapotranspiración, tanto a campo
como en laboratorio, pueden mencionarse:
5.1.3. LISÍMETRO: El contenido en humedad de un suelo medido de forma correcta debería ser
una vez se haya drenado el sobrante de forma natural. Con esto conseguimos saber el contenido en
agua que queda retenida, que, al fin y al cabo, parte de esa agua es la que las plantas van a utilizar
en sus procesos. Este contenido en humedad se puede medir fácilmente por un tensiómetro, o sonda
de humedad que nos puede dar mediciones puntuales en el tiempo con la frecuencia que se estime.
Sin embargo, el ´´lisímetro es mucho más complejo en los datos que ofrece. El agua en un suelo
sufre cambios y procesos físicos de todo tipo como ya vimos en los anteriores artículos. El lisímetro,
gracias a su principio de funcionamiento puede registrar las salidas de agua en el suelo. Como
entradas principalmente en una parcela agrícola podemos tener 2 que son las precipitaciones y el
riego que nosotros le podamos dar´´[CITATION cor \p 2 \l 10250 ]. Esto lo medimos fácilmente con
pluviómetros, caudalímetros etc.
Y como salidas podemos tener el drenaje, la evapotranspiración (si hay cubierta vegetal) y el agua
que se queda en el suelo. Con un tensiómetro conseguimos conocer la humedad del suelo en un
momento dado que en teoría debe ser cuando el agua de drenaje ya ha pasado. Lo que no es fácil es
determinar en qué momento ocurre eso en el suelo. El lisímetro consigue medir la cantidad que se
pierde por evapotranspiración y drenaje, por tanto, también podemos conocer el volumen de agua
que queda en el suelo.
Esquema básico de un lisímetro A: Volumen de suelo de estudio B: Balanza C: Medida de agua de
drenaje D: Medida de agua de escorrentía. Foto: Wikipedia.org
La evapotranspiración es una medida muy utilizada ya que permite conocer el consumo hídrico de los
cultivos y por tanto nos da exactamente las necesidades hídricas a aportar en forma de riego. Se
puede calcular mediante fórmulas ya muy establecidas como Penman-Montheith que lo estiman de
forma indirecta. Sin embargo el lisímetro puede calcularlo de forma directa previa calibración y
validación.
No vamos a entrar en los tipos de lisímetro hoy porque nos estaríamos horas y cada uno es un
mundo pero básicamente os podemos decir que depende para qué se quiera, podemos tener
lisímetros que nos calculen el agua de drenaje del suelo y el balance hídrico y otros en los que
podemos recuperar la solución del suelo para determinar la composición de la solución del suelo y
ver posibles contaminantes, exceso o falta de nutrientes para el cultivo etc. Son los llamados
lisímetros de succión.
LA ALTERACIÓN DEL SUELO DE MUESTREO POR EL LISÍMETRO
Una de las batallas más acuciadas en la medida de los lisímetros es la separación del volumen de
suelo que se evalúa. Al estar separado del suelo real, puede haber variaciones en las medidas,
aunque a día de hoy, ya existen materiales y diseños que compensan y eliminan el error o “efecto de
borde” que puede provocar ese volumen de suelo necesario para el instrumento.
Consiste en un gran recipiente enterrado que encierra una determinada porción de suelo con
superficie desnuda o cubierta de vegetal, ubicado en campo para representar las condiciones
naturales. Se utiliza para determinar la evapotranspiración de un cultivo en crecimiento, de una
cobertura vegetal de referencia o la evaporación de un suelo desnudo. La zona del suelo en la que se
asientan las raíces se aíslan del entorno, de forma tal que, tanto los flujos laterales como los de
percolación o ascenso capilar son nulos. En los lisímetros de pesada el incremento o pérdida de
agua se mide por el cambio en la masa obtenido pesando el recipiente en el que se encuentra el
suelo. De esta forma, los restantes términos del balance hídrico pueden ser determinados con
precisión, y a partir de allí calcularse la evapotranspiración real. Dado que los lisímetros constituyen
los instrumentos que proporcionan los valores más precisos de evapotranspiración, se los utiliza
frecuentemente para validar diferentes modelos de estimación de la evapotranspiración La principal
desventaja que presentan las mediciones lisimétricas es que son laboriosas y muy costosas.
Además, dado que la medición de evapotranspiración es puntual, debe ser evaluada para áreas
pequeñas y no en grandes superficies.
Las diferencias entre el lisímetro y el evapotranspirómetro radican en la forma en que estos
instrumentos son abastecidos y en la existencia de drenaje en el primero de ellos. Así, en el lisímetro,
el agua se aplica por la superficie y se elimina por debajo, mientras que en el evapotranspirómetro
asciende por capilaridad a la capa radical asegurando, de esta manera, una humedad del suelo igual
a su capacidad de campo. En estas condiciones, el evapotranspirómetro permite medir la
evapotranspiración potencial de un lugar determinado
Los más ampliamente utilizados, nuevamente, se conocen como “Balance Hídrico” y “Balance
Energético”:
Balance Hídrico:
Consiste en evaluar los flujos de agua que entran y salen de la zona radicular del cultivo dentro de un
determinado período de tiempo.
El método propone determinar la evapotranspiración (ET) mediante la siguiente ecuación (ver,
por ejemplo Xu y Singh, 2005):
ET R Pr ES D Ca FS SW
donde: R = riego,
ES = escurrimiento
superficial, D= percolación
profunda, Ca= capilaridad,
FS = flujo sub-superficial,
SW = variación en el contenido de agua en el suelo.
La ventaja que presenta este método es que su formulación es simple. Sin embargo, el método ha
mostrado baja precisión en las medidas diarias y limitaciones importantes para obtener la
evapotranspiración durante períodos lluviosos .[CITATION Muñ05 \p 4 \l 10250 ]
Balance Energético:
Está basado en la regulación del proceso de evapotranspiración en función de la cantidad de energía
disponible. Parte de la energía que recibe el sistema de interés se emplea en producir evapotranspiración, y
es posible calcularla aplicando el principio de conservación de la energía, para estimar la evaporación. La
principal diferencia entre el método de balance energético aplicado en la estimación de la
evapotranspiración es que aquí el sistema no sólo involucra suelo y aire, sino también vegetación. Por lo
tanto, el flujo de radiación neta (Qn) se emplea no sólo para evaporar el agua, sino también para calentar
las superficies (suelo y vegetación), lo que se denomina calor latente y calor sensible, respectivamente.
ET Qn Qsp LE (1 B)
donde:
Métodos Indirectos:
El método consiste en encontrar una relación entre la tasa de evapotranspiración producida en un lisímetro
y la tasa de evaporación medida en un tanque de evaporación clase A. En base a esta relación se
determina un coeficiente empírico, para las condiciones ambientales del sitio de estudio. Mediciones
posteriores de evaporación en un tanque de evaporación clase A, podrán utilizarse para estimar la
evapotranspiración potencial empleando el coeficiente empírico previamente establecido y para condiciones
ambientales similares. Así, la evapotranspiración potencial (ETP) puede calcularse mediante la siguiente
ecuación (Allen et al., 1998):
donde:
FET = la distancia (entre 1m y 1000 m) del tanque a la superficie
especificada.
La aplicabilidad del método de tanque es confiable para períodos mayores de 10 días. La
determinación de este plazo obedece a una convención internacional puesta en práctica
por el hecho de que 10 días es un período de tiempo razonable para desarrollar alguna
actividad agrícola y solucionar los problemas que pudiesen surgir durante el transcurso de
la misma .Sin embargo, a los fines de comparar los valores de evapotranspiración
potencial obtenidos con el método de tanque frente a las estimaciones alcanzadas con
otras metodologías, numerosos trabajos aplican el método de tanque para estimaciones
día a día. [CITATION Rah11 \p 34 \l 10250 ]
Los métodos descriptos para la evaporación en superficies de agua abierta se emplean para
calcular la evapotranspiración, efectuando ajustes que tienen en cuenta las condiciones de la
vegetación y del suelo (Van Bavel et al., 1996).
El índice de temperatura eficiente, J te, se define como la suma de los valores de los índices de
calor de cada uno de los 12 meses del año:
12
Jte ∑
Ici
dond Ic = índice de calor
e: mensual. i1
n 23
4,7
7,45 T
T
RHd = humedad relativa media porcentual de las horas diurnas y se define como:
o: RHd
RH8:00 RH14:00
2
siend
RH8:00 = humedad relativa media porcentual a las 8:00 h,
RH14:00 = humedad relativa media porcentual a las 14:00
h.
Según los propios autores, este procedimiento se adapta a los sitios comprendidos entre los 15º
de latitud norte y los 15º de latitud sur.
Linacre (1977):
700T s m n
15(T T )
donde:
Ld = latitud,
T r = temperatura en el punto de rocío,
T snm = temperatura media diaria reducida al nivel del mar.
MODELOS DE RADIACIÓN:
dond
e: Tmmax = temperatura mensual máxima media,
Tmmin = temperatura mensual mínima media.
Los parámetros restantes ya fueron definidos (Ecuaciones (2.2) y
(2.12)).
1,26 Qn
1
ETP
Las unidades, tanto de radiación como de evapotranspiración potencial, son mm/día. Esta
ecuación ha sido aplicada a zonas de humedad baja. Stagnitti et al. (1989)
validaron el procedimiento de Priestley y Taylor a través de treinta (30) estudios del balance
hídrico en los que se verificó que, en zonas con vegetación y con déficit nulo o escaso de agua,
la radiación es la responsable de aproximadamente el 95% de la evaporación anual.
Turc (1963):
Propone una relación empírica en términos de la temperatura y la radiación. Para una humedad
relativa menor al 50%, la evapotranspiración potencial queda expresada, en la siguiente
ecuación:
T
ETP 0, 31 50
H
R 0, 29) 1
(Q
T 15
n
100
15 (Qn 0, 29)
T
ETP 0, 31
T
Psnm
1
P
dond Psnm = presión promedio del vapor del aire sobre el nivel del
e: mar, Cae = componente aerodinámico,
Los parámetros restantes ya han sido definidos (Ecuaciones (2.3) y
Las unidades de las variables se corresponden con las de los métodos anteriores.
h Cp (es ea )
(Qn G)
r
ETP a
( ) (ra rf )
LE
ra
dond
e:
G = flujo térmico del suelo,
h = densidad del aire
húmedo, ra = resistencia
del aire,
rf = resistencia del follaje,
Cp = energía específica del aire a presión constante, siendo:
0,622 LE
Cp
P
La ecuación de Priestley y Taylor constituye una modificación de la ecuación de Penman-
Monteith, eliminando la necesidad de los datos de entrada que no sea la radiación y
reemplazando el coeficiente aerodinámico de Penman-Monteith por el coeficiente . Es útil, por
lo tanto, en aquellas condiciones en las que las variables del componente aerodinámico
(humedad relativa y velocidad del viento) no están disponibles.
El método de Penman-Monteith ha mostrado muy buena precisión en la determinación de la
evapotranspiración de referencia. Sin embargo, en la mayoría de las situaciones, su aplicación
está limitada a trabajos de investigación ya que los datos de ra y G no están siempre disponibles.
En mayo de 1990 la FAO, en colaboración con la Comisión Internacional de Riego y Drenaje y
con la Organización Meteorológica Mundial, organizó una consulta de expertos e investigadores
para revisar las metodologías de estimación de la evapotranspiración a los fines de actualizar
sus procedimientos. El panel de expertos recomendó la adopción del método de Penman-
Monteith como un nuevo estándar para la evapotranspiración de referencia (Allen et al, 1998),
definiendo el cultivo de referencia como un cultivo hipotético con una altura asumida de 0,12 m,
con una resistencia de superficie de 70 m/s y un albedo de 0.23, muy parecidas a la evaporación
de una superficie de extensión de hierba verde de altura uniforme, creciendo activamente y con
el riego adecuado. Con las restricciones propuestas, se dio origen a un nuevo método que
actualmente se denomina FAO Penman- Monteith. El método supera las deficiencias del anterior
método de la FAO Penman y proporciona valores más consistentes con los datos reales de
cultivo y el uso del agua en todo el mundo.
14