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TEMA 5.

MEDICION DE LA EVAPOTRANSPIRACION

5.1 INSTRUMENTOS DE MEDICION

Entre las técnicas e instrumentos más utilizados para medir la evapotranspiración, tanto a campo
como en laboratorio, pueden mencionarse:

5.1.1. MÉTODO GRAVIMÉTRICO : Se basa en el registro de diferentes valores de humedad


mediante una serie de pesadas y efectuadas, durante el ciclo vegetativo, en muestras de suelo.
Dichas muestras se extraen desde una profundidad igual a la que tienen las raíces de las plantas del
cultivo considerado. En función de las diferencias en los valores de humedad y de las características
del suelo se obtienen las láminas de agua consumidas por evapotranspiración, en un período de
tiempo determinado.

5.1.2. EVAPOTRANSPIRÓMETRO: Consiste en uno o más depósitos excavados en el


terreno, rellenos con el perfil de suelo que se desea estudiar, sobre el cual se planta el cultivo de
interés. El fondo tiene un tubo colector que recoge las salidas y las conduce a un depósito colector
también enterrado y situado en un nivel inferior, donde se realizan las mediciones. Está diseñado
para obtener medidas directas de evapotranspiración potencial a partir de la ecuación del balance
hídrico.

5.1.3. LISÍMETRO: El contenido en humedad de un suelo medido de forma correcta debería ser
una vez se haya drenado el sobrante de forma natural. Con esto conseguimos saber el contenido en
agua que queda retenida, que, al fin y al cabo, parte de esa agua es la que las plantas van a utilizar
en sus procesos. Este contenido en humedad se puede medir fácilmente por un tensiómetro, o sonda
de humedad que nos puede dar mediciones puntuales en el tiempo con la frecuencia que se estime.
Sin embargo, el ´´lisímetro es mucho más complejo en los datos que ofrece. El agua en un suelo
sufre cambios y procesos físicos de todo tipo como ya vimos en los anteriores artículos. El lisímetro,
gracias a su principio de funcionamiento puede registrar las salidas de agua en el suelo. Como
entradas principalmente en una parcela agrícola podemos tener 2 que son las precipitaciones y el
riego que nosotros le podamos dar´´[CITATION cor \p 2 \l 10250 ]. Esto lo medimos fácilmente con
pluviómetros, caudalímetros etc.
Y como salidas podemos tener el drenaje, la evapotranspiración (si hay cubierta vegetal) y el agua
que se queda en el suelo. Con un tensiómetro conseguimos conocer la humedad del suelo en un
momento dado que en teoría debe ser cuando el agua de drenaje ya ha pasado. Lo que no es fácil es
determinar en qué momento ocurre eso en el suelo. El lisímetro consigue medir la cantidad que se
pierde por evapotranspiración y drenaje, por tanto, también podemos conocer el volumen de agua
que queda en el suelo.
Esquema básico de un lisímetro A: Volumen de suelo de estudio B: Balanza C: Medida de agua de
drenaje D: Medida de agua de escorrentía. Foto: Wikipedia.org
La evapotranspiración es una medida muy utilizada ya que permite conocer el consumo hídrico de los
cultivos y por tanto nos da exactamente las necesidades hídricas a aportar en forma de riego. Se
puede calcular mediante fórmulas ya muy establecidas como Penman-Montheith que lo estiman de
forma indirecta. Sin embargo el lisímetro puede calcularlo de forma directa previa calibración y
validación.
No vamos a entrar en los tipos de lisímetro hoy porque nos estaríamos horas y cada uno es un
mundo pero básicamente os podemos decir que depende para qué se quiera, podemos tener
lisímetros que nos calculen el agua de drenaje del suelo y el balance hídrico y otros en los que
podemos recuperar la solución del suelo para determinar la composición de la solución del suelo y
ver posibles contaminantes, exceso o falta de nutrientes para el cultivo etc. Son los llamados
lisímetros de succión.
LA ALTERACIÓN DEL SUELO DE MUESTREO POR EL LISÍMETRO
Una de las batallas más acuciadas en la medida de los lisímetros es la separación del volumen de
suelo que se evalúa. Al estar separado del suelo real, puede haber variaciones en las medidas,
aunque a día de hoy, ya existen materiales y diseños que compensan y eliminan el error o “efecto de
borde” que puede provocar ese volumen de suelo necesario para el instrumento.
Consiste en un gran recipiente enterrado que encierra una determinada porción de suelo con
superficie desnuda o cubierta de vegetal, ubicado en campo para representar las condiciones
naturales. Se utiliza para determinar la evapotranspiración de un cultivo en crecimiento, de una
cobertura vegetal de referencia o la evaporación de un suelo desnudo. La zona del suelo en la que se
asientan las raíces se aíslan del entorno, de forma tal que, tanto los flujos laterales como los de
percolación o ascenso capilar son nulos. En los lisímetros de pesada el incremento o pérdida de
agua se mide por el cambio en la masa obtenido pesando el recipiente en el que se encuentra el
suelo. De esta forma, los restantes términos del balance hídrico pueden ser determinados con
precisión, y a partir de allí calcularse la evapotranspiración real. Dado que los lisímetros constituyen
los instrumentos que proporcionan los valores más precisos de evapotranspiración, se los utiliza
frecuentemente para validar diferentes modelos de estimación de la evapotranspiración La principal
desventaja que presentan las mediciones lisimétricas es que son laboriosas y muy costosas.
Además, dado que la medición de evapotranspiración es puntual, debe ser evaluada para áreas
pequeñas y no en grandes superficies.
Las diferencias entre el lisímetro y el evapotranspirómetro radican en la forma en que estos
instrumentos son abastecidos y en la existencia de drenaje en el primero de ellos. Así, en el lisímetro,
el agua se aplica por la superficie y se elimina por debajo, mientras que en el evapotranspirómetro
asciende por capilaridad a la capa radical asegurando, de esta manera, una humedad del suelo igual
a su capacidad de campo. En estas condiciones, el evapotranspirómetro permite medir la
evapotranspiración potencial de un lugar determinado

5.1.4. Métodos Directos:

Los más ampliamente utilizados, nuevamente, se conocen como “Balance Hídrico” y “Balance
Energético”:

Balance Hídrico:
Consiste en evaluar los flujos de agua que entran y salen de la zona radicular del cultivo dentro de un
determinado período de tiempo.
El método propone determinar la evapotranspiración (ET) mediante la siguiente ecuación (ver,
por ejemplo Xu y Singh, 2005):

ET  R  Pr ES  D  Ca  FS  SW
donde: R = riego,

ES = escurrimiento
superficial, D= percolación
profunda, Ca= capilaridad,
FS = flujo sub-superficial,
SW = variación en el contenido de agua en el suelo.

La ventaja que presenta este método es que su formulación es simple. Sin embargo, el método ha
mostrado baja precisión en las medidas diarias y limitaciones importantes para obtener la
evapotranspiración durante períodos lluviosos .[CITATION Muñ05 \p 4 \l 10250 ]

Balance Energético:
Está basado en la regulación del proceso de evapotranspiración en función de la cantidad de energía
disponible. Parte de la energía que recibe el sistema de interés se emplea en producir evapotranspiración, y
es posible calcularla aplicando el principio de conservación de la energía, para estimar la evaporación. La
principal diferencia entre el método de balance energético aplicado en la estimación de la
evapotranspiración es que aquí el sistema no sólo involucra suelo y aire, sino también vegetación. Por lo
tanto, el flujo de radiación neta (Qn) se emplea no sólo para evaporar el agua, sino también para calentar
las superficies (suelo y vegetación), lo que se denomina calor latente y calor sensible, respectivamente.

ET  Qn  Qsp   LE  (1 B)

donde:

Qs-p = flujo de calor almacenado en el sistema suelo-planta.

Qn se mide directamente con un radiómetro


Qs-p se determina empleando pequeños termopares enterrados en el suelo.

Una simplificación de la Ecuación se reduce a la expresión siguiente, de donde el valor de


evapotranspiración se obtiene a partir de LE [CITATION Sal66 \p 9 \l 10250 ]
G = flujo térmico
Qn  G  LE  H
del suelo, y H =
flujo de calor
sensible.
donde:
sólo considera flujos verticales, y desprecia la tasa neta de energía que se transfiere horizontalmente por
advección. Por este motivo, este método sólo es aplicable a superficies extensas de vegetación
homogénea. La ecuación ignora también la energía utilizada en actividades metabólicas y el calor
almacenado y liberado por la planta. Estos procesos utilizan una pequeña fracción de la radiación total
diaria, motivo por el cual pueden considerarse nulos. Así, el flujo de calor latente representa la fracción de
evapotranspiración que puede ser derivada de la ecuación del balance de energía, si los otros
componentes son conocidos.

Métodos Indirectos:

Estos métodos de estimación deducen la evapotranspiración potencial corrigiendo medidas muy


relacionadas (por ejemplo, mediciones en tanques de evaporación) o bien, aplicando modelos físicos o
estadísticos a partir de parámetros climáticos generales.

Corrección de Tanque Evaporímetro:

El método consiste en encontrar una relación entre la tasa de evapotranspiración producida en un lisímetro
y la tasa de evaporación medida en un tanque de evaporación clase A. En base a esta relación se
determina un coeficiente empírico, para las condiciones ambientales del sitio de estudio. Mediciones
posteriores de evaporación en un tanque de evaporación clase A, podrán utilizarse para estimar la
evapotranspiración potencial empleando el coeficiente empírico previamente establecido y para condiciones
ambientales similares. Así, la evapotranspiración potencial (ETP) puede calcularse mediante la siguiente
ecuación (Allen et al., 1998):

ETP  K tan  EVt


Ktan = coeficiente
empírico del tanque de
donde: evaporación, y EVt =
medida de evaporación
del tanque.

La aproximación de los tanques de evaporación es ampliamente utilizada en la determinación de la


evapotranspiración potencial. Muchos trabajos son concluyentes al establecer este método como uno de los
más exactos para estimar la evapotranspiración potencial. La ventaja que presenta este tipo de
procedimientos es que integran los factores de clima y proveen una buena estimación de la
evapotranspiración potencial, siempre que el servicio de mantenimiento del tanque sea adecuado.
[CITATION Sta61 \p 13 \l 10250 ]
A partir de estos y otros valores tabulados han sido deducidas ecuaciones de regresión con las
cuales los coeficientes de tanque (Ktan) pueden calcularse con mayor exactitud, dependiendo de
las condiciones del entorno del tanque de evaporación. Así, por ejemplo, para un entorno de
tanque con cultivo verde, la ecuación correspondiente es (Allen et al., 1998):

K tan  0,108  0, 0286V2  0, 0422 ln(FET)  0,1434 ln RH  0, 000631

donde:
FET = la distancia (entre 1m y 1000 m) del tanque a la superficie
especificada.
La aplicabilidad del método de tanque es confiable para períodos mayores de 10 días. La
determinación de este plazo obedece a una convención internacional puesta en práctica
por el hecho de que 10 días es un período de tiempo razonable para desarrollar alguna
actividad agrícola y solucionar los problemas que pudiesen surgir durante el transcurso de
la misma .Sin embargo, a los fines de comparar los valores de evapotranspiración
potencial obtenidos con el método de tanque frente a las estimaciones alcanzadas con
otras metodologías, numerosos trabajos aplican el método de tanque para estimaciones
día a día. [CITATION Rah11 \p 34 \l 10250 ]

Modelos Físicos o Estadísticos:

Los métodos descriptos para la evaporación en superficies de agua abierta se emplean para
calcular la evapotranspiración, efectuando ajustes que tienen en cuenta las condiciones de la
vegetación y del suelo (Van Bavel et al., 1996).

La mayoría de las fórmulas de evapotranspiración potencial son empíricas, y dependen de las


correlaciones conocidas entre la evapotranspiración potencial y una o más variables
meteorológicas o climáticas tales como la radiación, la temperatura, la velocidad del viento y las
diferencias de presión de vapor.

En estos casos, en general, los procedimientos que estiman la evapotranspiración potencial


pueden agruparse en:
 Modelos de Temperatura.
 Modelos de Radiación.
 Modelos Combinados.
Modelos de Temperatura:

 Thornthwaite (1948): ETP  K T  ETP(0)

El índice de temperatura eficiente, J te, se define como la suma de los valores de los índices de
calor de cada uno de los 12 meses del año:

12

Jte ∑

Ici
dond Ic = índice de calor
e: mensual. i1

Cada índice de calor es función de la temperatura media mensual y se determina


por:
Ic   
 5 
La temperatura se incorpora en unidades de ºC y los datos de evapotranspiración potencial se
obtienen en unidades de mm/mes.
Este método ha mostrado ser confiable para períodos largos de tiempo, pero no es preciso en
períodos cortos. Además, muestra resultados aceptables en zonas húmedas con vegetación
abundante, pero los errores se incrementan en zonas áridas o semiáridas [CITATION Muñ05 \p
19 \l 10250 ]

 García Benavidez y López Díaz (1970) :

ETP  1,21 10n (1  0,01 RHd )  0,21 T n = factor


 2,3 dependiente de la
dond temperatura media
e: diaria y se
determina por:

n 23
4,7
7,45 T
T

RHd = humedad relativa media porcentual de las horas diurnas y se define como:

o: RHd
RH8:00  RH14:00

2
siend
RH8:00 = humedad relativa media porcentual a las 8:00 h,
RH14:00 = humedad relativa media porcentual a las 14:00
h.

Los datos de temperatura se incorporan en unidades de ºC y los resultados de


evapotranspiración potencial se obtienen en unidades de mm/día.

Según los propios autores, este procedimiento se adapta a los sitios comprendidos entre los 15º
de latitud norte y los 15º de latitud sur.

 Linacre (1977):
700T s m n
 15(T  T )

ETP  100  Ldr 80  T

donde:
Ld = latitud,
T r = temperatura en el punto de rocío,
T snm = temperatura media diaria reducida al nivel del mar.

Los datos de temperatura se incorporan en unidades de ºC y la evapotranspiración potencial resulta


expresada en mm/día. Siguiendo [ CITATION Muñ05 \l 10250 ]este método ha mostrado precisión en
períodos largos de tiempo, pero la misma disminuye en la escala diaria.

MODELOS DE RADIACIÓN:

Hargreaves y Samani modificado (1985 y 1986)


ETP  0,0023(T  17,78)  Qn (Tmmax  Tmmin )2

dond
e: Tmmax = temperatura mensual máxima media,
Tmmin = temperatura mensual mínima media.
Los parámetros restantes ya fueron definidos (Ecuaciones (2.2) y
(2.12)).

Los datos de temperatura se incorporan en unidades de ºC y la radiación en unidades de


mm/día. La evapotranspiración potencial resultante se expresa como mm/día.
Se supone que esta propuesta de Hargreaves y Samani mejora aquella de Thornthwaite ya que
incorpora un término de radiación solar. Ha mostrado buena precisión tanto en zonas semiáridas
como húmedas, sin embargo, su calibración a escala regional requiere ser evaluada en muchas
localidades para su aceptación posterior.

 Priestley y Taylor (1972): 1,26 


Qn 
ETP



Otra expresión para esta ecuación es:

1,26  Qn
 1
ETP

Las unidades, tanto de radiación como de evapotranspiración potencial, son mm/día. Esta
ecuación ha sido aplicada a zonas de humedad baja. Stagnitti et al. (1989)
validaron el procedimiento de Priestley y Taylor a través de treinta (30) estudios del balance
hídrico en los que se verificó que, en zonas con vegetación y con déficit nulo o escaso de agua,
la radiación es la responsable de aproximadamente el 95% de la evaporación anual.
 Turc (1963):

Propone una relación empírica en términos de la temperatura y la radiación. Para una humedad
relativa menor al 50%, la evapotranspiración potencial queda expresada, en la siguiente
ecuación:

T
ETP  0, 31  50 
H
R 0, 29) 1 
(Q
T  15
n
 
100
 

Mientras que cuando la humedad relativa es mayor el 50% la evapotranspiración potencial se


expresa como:

15 (Qn  0, 29)
T
ETP  0, 31
T

En ambas ecuaciones la temperatura se expresa en ºC y la radiación y la evapotranspiración


potencial en mm/día.

 Jensen y Haise (1963):


ETP  Qn (0,025T 
0,08)

El empleo de la temperatura media diaria del aire subestima seriamente la evapotranspiración


bajo condiciones de alto movimiento de masas de aire atmosférico, pero ha demostrado dar
buenos resultados en atmósferas estables,
La estimación propuesta por Jensen y Haise fue el resultado del ajuste realizado con,
aproximadamente, 3000 mediciones de evapotranspiración en el oeste de los Estados Unidos,
durante un período de 35 años.
Modelos Combinados:

 PENMAN (1948 Y 1963):


Es un ejemplo típico de la combinación de los modelos de balance de energía y transferencia de
masa para calcular la evapotranspiración potencial. Está basada en cuatro factores climáticos:
radiación, temperatura del aire, velocidad del viento y déficit de presión de vapor. Expresa a la
evapotranspiración potencial de la siguiente manera:

Q  [0,263(ea  ed )(0,5  


ETP  2 )]n
0,0062V

 Penman modificado por la FAO (Allen y Pruitt, 1991):


  Psnm 
    Qn  Cae
 P 
ETP  (2.37)

  Psnm 

  1

 P

dond Psnm = presión promedio del vapor del aire sobre el nivel del
e: mar, Cae = componente aerodinámico,
Los parámetros restantes ya han sido definidos (Ecuaciones (2.3) y

(2.11)). El componente aerodinámico se expresa como:

Cae  0,26  (es  ea )  (1  0,54V ) (2.38)

Las unidades de las variables se corresponden con las de los métodos anteriores.

Esta modificación (de ahora en adelante referenciada “Penman-FAO”) ha mostrado buenos


resultados en zonas tanto frías y húmedas, como áridas (por ejemplo, Muñoz Cárpena y Ritter
Rodríguez, 2005). Sin embargo, subestima la evapotranspiración bajo condiciones de alto
movimiento de masas de aire atmosférico. La desventaja que presenta este procedimiento es
que requiere de muchos componentes que no siempre están disponibles.

 Penman modificado por Monteith (1963):

h  Cp (es  ea )
(Qn  G) 
r
ETP  a
 (  )  (ra  rf ) 
  LE   
 ra 

dond
e:
G = flujo térmico del suelo,
h = densidad del aire
húmedo, ra = resistencia
del aire,
rf = resistencia del follaje,
Cp = energía específica del aire a presión constante, siendo:

0,622    LE
Cp 
P
La ecuación de Priestley y Taylor constituye una modificación de la ecuación de Penman-
Monteith, eliminando la necesidad de los datos de entrada que no sea la radiación y
reemplazando el coeficiente aerodinámico de Penman-Monteith por el coeficiente . Es útil, por
lo tanto, en aquellas condiciones en las que las variables del componente aerodinámico
(humedad relativa y velocidad del viento) no están disponibles.
El método de Penman-Monteith ha mostrado muy buena precisión en la determinación de la
evapotranspiración de referencia. Sin embargo, en la mayoría de las situaciones, su aplicación
está limitada a trabajos de investigación ya que los datos de ra y G no están siempre disponibles.
En mayo de 1990 la FAO, en colaboración con la Comisión Internacional de Riego y Drenaje y
con la Organización Meteorológica Mundial, organizó una consulta de expertos e investigadores
para revisar las metodologías de estimación de la evapotranspiración a los fines de actualizar
sus procedimientos. El panel de expertos recomendó la adopción del método de Penman-
Monteith como un nuevo estándar para la evapotranspiración de referencia (Allen et al, 1998),
definiendo el cultivo de referencia como un cultivo hipotético con una altura asumida de 0,12 m,
con una resistencia de superficie de 70 m/s y un albedo de 0.23, muy parecidas a la evaporación
de una superficie de extensión de hierba verde de altura uniforme, creciendo activamente y con
el riego adecuado. Con las restricciones propuestas, se dio origen a un nuevo método que
actualmente se denomina FAO Penman- Monteith. El método supera las deficiencias del anterior
método de la FAO Penman y proporciona valores más consistentes con los datos reales de
cultivo y el uso del agua en todo el mundo.
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