Análisis del comportamiento humano

Doctorado en Ciencias de la Educación

Luz Angela Suárez Rodríguez

Adco18449/24042040

Factores sociales
Unidad 2/Tarea 2.1. Familia, sociedad y cultura como determinantes
del individuo

Profesor: Alpuche Ibarra José Ricardo

07 de Diciembre de 2018

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 Epígrafe

“La construcción de los significados del lenguaje científico surgen en el seno de las

interacciones sociales que se dan entre los miembros de las comunidades”

(Pérez,1994, pp. 92).

La práctica docente está permeada por factores exógenos

1. Introducción

Hace unos días me surgió la inquietud por mirar con lupa los rasgos identitarios de las

prácticas docentes, reconociendo los factores que inciden en ellas. Los profesores formadores

de maestros y el mismo estudiante, esperaría que en sus prácticas se vean reflejados los

conocimientos didácticos disciplinares, fortalecidos con teorías o estudios significativos, los

cuales nutren esa construcción del ser maestro. No obstante, me asalta la inquietud atender el

siguiente interrogante: ¿Qué factores exógenos inciden en las prácticas docentes?

En este documento, se pretende mostrar la incidencia de la familia, sociedad y cultura

en el comportamiento del individuo, específicamente en el maestro en construcción o

estudiantes del ciclo complementario de las Escuelas Normales.

2. Desarrollo

Navegar por el camino de la enseñanza, implica reconocerla como un oficio de tradición

artesanal, que responde a la demanda de la construcción del saber ,a partir de la reflexión

crítica colectiva del hacer docente expresado en la escritura, así lo expresa De Tezanos.

Al usar la metáfora de”oficio artesanal” se hace necesario atender algunos agentes

determinantes como la familia, sociedad y cultura. Nuestras prácticas dejan ver un estilo

particular del actor que las realiza, este actor que ha sido producto de un proceso de vida social

iniciado desde los contextos familiares.

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 De acuerdo con Molina, citado por Candamil (1998), la familia es ese gran grupo que le

permite a un individuo crecer socialmente a través de las relaciones entre quienes conviven,

atendiendo a sus cánones culturales y geográficos para satisfacer las necesidades básicas,

físicas y psicológicas de sus miembros.

Muchos docentes, seleccionamos esta carrera profesional porque nuestros padres y

demás integrantes del hogar nos motivaron por este camino, y a su vez nos generaron

seguridad dentro de nuestro proceso de formación. Es por ello, que a pesar de los años de

experiencia docente, nos encontramos con rasgos identitarios de las familias, reflejados en

nuestras acciones, ya sea en las actividades de rutina como rezar, saludar, organizar; en

nuestro discurso con expresiones muy particulares del hogar que no han sido modificadas por

los claustros académicos; en nuestras fórmulas de tratamiento al indicar, responder, excusar,

entre otros. Estas marcas son evidentes en las aulas y permean a los estudiantes, compañeros,

padres, con la posibilidad de transmitirse de comunidad en comunidad.

Otro agente exógeno que incide en la práctica docente es la sociedad, reconocida por

Candamil (1998) como: la reunión de personas con acuerdos comunes. Los amigos, los

vecinos, los compañeros y las diferentes personas que tienen contacto con nosotros, también

inciden en nuestro desempeño, los cuales determinan ciertos comportamientos que hacen parte

del diario vivir. Al retomar a Escandell M. V. (1996), se hace visible la identidad a través del

lenguaje, por ello ese corpus de expresiones jergales o registros reelaborados, a través de la

interacción con el otro, ya sea en contextos informales o en comunidades de aprendizaje que

nutre su forma de exhortar, explicar, consensuar, guiar, evaluar, entre otras acciones que

realizamos, permiten consolidar la imagen del docente

Es necesario afirmar que el hombre por su característica social, está dotado de un

cúmulo de patrones que le imprimen la pertenencia a un grupo e identificarse con él. Todo ese

colectivo de ideas tradicionales y de valores que influyen en la forma en que los individuos se

comportan respecto a otros, es lo que Candamil (1998) denomina como cultura. En ese

sentido, los docentes somos portadores de cultura, responsables de afianzar múltiples culturas

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en los educandos, pacientes al reconocer las costumbres de los padres y tolerantes al compartir

con los diferentes compañeros, venideros de contextos culturales diversos.

3. Conclusión

Por último, se confirma que al mirar los rasgos identitarios que tienen las prácticas de los

estudiantes en formación docente, se debe reconocer la incidencia de la familia, sociedad y

cultura, tanto en los registros de habla, los modismos, las fórmulas de tratamiento, como las

acciones que realiza durante el desarrollo de sesiones docente, la socialización de sus

proyectos de aula y en la interacción informal.

Se reconoce que el docente además de formarse disciplinariamente para formar a otros,

tiene factores exógenos que inciden en quehcer pedagógico, los cuales son reflejados por el

verbo, siendo un juego de palabras que permiten originar determinadas representaciones en la

mente de su interlocutor, es decir que traspasa el código y el repertorio de información a un

proceso de intercambio conversacional.

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 Referencias bibliográficas

Candamil P., E. M., & Grajales S., G. M. (1998). Comportamiento humano. Sistema

Institucional de Educación Desescolarizada de la Universidad del Valle, Santiago de Cali,

58 - 499.

De Tezanos, A. Formacion de maestros: los conceptos articuladores del diseño

curricular. Sciences Humaines Université de Paris X – Nanterre. Recuperado de

https://s3.amazonaws.com/academia.edu.documents/49580067/LOS_CONCEPTOS_ARTI

CULADORES_DEL_DISENO_CURRICULAR.pdf?AWSAccessKeyId=AKIAIWOWYY

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3D&response-content-

disposition=inline%3B%20filename%3DFORMACION_DE_MAESTROS_los_conceptos

_arti.pdf

Escandell, M. V. (1996). Introducción a la pragmática. Barcelona: Ariel.

Pérez, M. R. (1994). Corrientes constructivistas. Santa Fe de Bogotá: Mesa Redonda.

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