Cátedra Arquitectura III - Unidad Pedagógica “C” - Facultad de Arquitectura y Urbanismo - UNNE.
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RESUMEN
El crecimiento acelerado de nuestras ciudades obliga al aumento de la densidad, lo que automáticamente eleva la
altura de la edificación, ya que se requiere construir mayor superficie en menos espacio. Es por eso que en la
ciudad comienzan a construirse edificios en altura.
El impacto físico de los edificios en altura genera un beneficio y también un problema, ya que las consecuencias
de dichas construcciones suelen ser negativas: impacto visual, impactos de viento, en el paisaje, disminución de
asoleamiento, etc., por ello deben ser tenidos en cuenta en las políticas de desarrollo urbano.
El presente trabajo refleja la tendencia de la construcción en altura, la transformación del tejido urbano en la
ciudad de Resistencia y Corrientes, y su crecimiento en los últimos años.
El trabajo tiene por objetivo plantear la necesidad de realizar un estudio de impacto ambiental en los edificios en
las primeras etapas de diseño, ya que en los orígenes se pueden evitar las perturbaciones y contaminaciones que
puedan surgir con la implantación de un nuevo edificio, y no añadir elementos a un proyecto ya establecido
donde nunca se podrá corregir un mal concepto en términos de ubicación o de su forma en general; además se
plantea la necesidad de establecer medidas preventivas y correctoras para minimizar el impacto sobre el
ambiente.
ANTECEDENTES - INTRODUCCION
Hasta el momento no se tienen resultados definitivos por encontrarse el trabajo en la mitad de su ejecución, pero
algunos comentarios resultarán de interés respecto a la problemática ambiental y los puntos a tener en cuenta con
la construcción de un edificio en la ciudad.
El carácter y relevancia del impacto de un edificio en altura sobre la población y la estructura socioeconómica, el
medio construido y el medio natural, dependerá, no sólo del tipo y magnitud del proyecto, sino también de la
compleja red de interacciones entre todos los componentes de ambos subsistemas. Con el estudio de impacto
ambiental se puede predecir, evaluar y comunicar los impactos que pueden ser generados sobre el sistema
ambiental.
El impacto físico de los grandes edificios en las ciudades genera un beneficio y también un problema, debiendo
ser tenidos en cuenta en los criterios de definición del desarrollo urbano.
Los edificios, a lo largo de su construcción, uso y demolición, ocasionan una gran cantidad de impactos
ambientales. A su vez generan un gran impacto en el ambiente global por la energía utilizada para proveer a los
edificios de los servicios necesarios y de la energía contenida en los materiales utilizados en la construcción. Son
responsables de aproximadamente el 50% de energía utilizada y de las emisiones de CO2 a la atmósfera. El
consumo de energía que supone mantener los ambientes interiores en unas condiciones adecuadas es el gasto
energético más importante de los edificios, y causa uno de los mayores impactos sobre el medio ambiente, ya
que se produce durante todo el período de funcionamiento de los edificios. Por ese motivo, el diseño de esas
instalaciones está muy relacionado con el diseño del edificio en cuanto a la ventilación, la circulación interior del
aire y los cerramientos exteriores.
Un buen diseño debe permitir un ahorro considerable de energía. Las protecciones pasivas contra el sol y el
estudio sobre el impacto del sol y la sombra son dos aspectos que un buen diseño debe tener en cuenta.
Cuando se proyecta un edificio se puede controlar en gran medida su consumo energético. Posteriormente, en la
utilización de los edificios tendrá una gran importancia la gestión de la energía, la intervención de los usuarios y
el mantenimiento.
Los impactos ocasionados no siempre son negativos, y debemos tener en cuenta que un estudio de impacto
ambiental nos permitirá identificar también aquellos positivos. De esta manera una correcta gestión permitirá
evitar o amortiguar los primeros y potenciar los segundos.
Para acercarnos a una construcción más “sostenible”, debemos conocer el impacto de los edificios en el medio
ambiente y poder así lograr cambios en las políticas de desarrollo urbano que se vienen implementando hasta el
momento, aunque todavía en nuestra ciudad no provocan impactos suficientemente evidentes y serios, es el
momento para identificar y cuantificar los impactos ambientales para evitarlos y así lograr cambios y mejorar la
calidad ambiental en nuestros espacios urbanos.
DESPUÉS DE LA
IMPACTOS EN OBRA DURANTE LA VIDA UTIL
VIDA UTIL
PRIMERAS CONCLUSIONES
A modo preliminar se concluye que las torres en la ciudad siempre tienen un impacto sobre lo construido y en el
ambiente natural, con la prevención de los efectos negativos que un edificio en altura pueda tener en la ciudad, y
la regulación de los efectos positivos de los mismos, podremos planificar el ambiente para contribuir a una mejor
calidad de vida.
Una apropiada planificación territorial y urbana garantizaría por sí sola la reducción de los impactos ambientales,
y sin duda es un mecanismo efectivo para la integración de los proyectos en el entorno.
Hay que trabajar para la preservación del ambiente del impacto nocivo de una obra; y tener como meta el
desarrollo del hombre y su calidad de vida.
Los edificios que se están construyendo en nuestra ciudad no están diseñados conjuntamente con el medio
ambiente, por eso debería ser un tema preocupante como son diseñados los edificios y si existen realmente
controles de implantación, diseño, materiales utilizados, consumos, altura, y analizar cuales son las
características beneficiosas para la ciudad.
No resulta fácil cambiar el sistema de construcción de los edificios y su funcionamiento, pero para lograr una
construcción sostenible debe romperse con la rutina y los malos hábitos adquiridos por décadas de derroche de
los recursos naturales.
En la Ciudad de Corrientes, con el relevamiento realizado, un 70% de estas construcciones se hallan fuera de los
límites establecidos por la Ordenanza del Código de Planeamiento Urbano de dicha ciudad, elaborado en el año
1988, lo cual denota una marcada tendencia que seguramente se confirmaría en toda la ciudad.
La mayoría de las irregularidades la presentan los edificios entre medianeras, los cuales sobrepasan las alturas
adecuadas en lo referente a su implantación, como así también con respecto a las alturas máximas admitidas por
el distrito dónde se hallan.
En los últimos diez años se han desarrollado sucesivas construcciones que han acentuado aún mas las
irregularidades con respecto a la normativa existente. Esto se da especialmente por las enfatizadas alturas en
emplazamientos que no son adecuados para este tipo de construcciones.
La ordenanza no delimita la altura de las torres, ni la densidad de población, o la cantidad de torres factibles de
ser absorbidas en buenas condiciones por cada manzana, pudiéndose en el futuro, saturar indebidamente los
equipamientos e infraestructuras en determinados sectores de la ciudad, dando como resultado un excesivo
tránsito vehicular, desabastecimiento de agua, saturación peatonal, mala ventilación, smog, como así también
degradación de las características naturales que sustentan a la misma.
No debemos olvidar que “los grandes edificios” en nuestras ciudades, generan un beneficio (para la gente que los
requiere) y también un gran problema (para su entorno), por ello debemos tenerlos en cuenta en los criterios de
definición del desarrollo urbano.
BIBLIOGRAFIA