Existen numerosas definiciones de inadaptación pero en este caso hemos
pensado que una de las que mejor se adapta al tema a tratar es la que relaciona la interacción del sujeto con el medio, en nuestro caso, el medio sería la escuela.
Según M. Lobrot (1972), existe inadaptación cuando las exigencias
individuales de los individuos que varían mucho según las épocas y que dependen en gran parte del nivel general de la colectividad, no son satisfechas.
De su análisis se pueden retener dos cosas:
- La inadaptación interviene cuando el nivel de exigencias del individuo
es demasiado elevado; el individuo está inadaptado por el hecho de que sus aspiraciones y aspiraciones sobrepasan las posibilidades “normales” o sus propias capacidades.
- Se manifiesta cuando la sociedad no se adapta a las exigencias del
individuo, bien porque su propio nivel de exigencias es demasiado elevado, bien porque adopta una actitud hostil o agresiva respecto del individuo, o bien porque no dispone de los medios de satisfacer las exigencias del individuo.
DISCIPLINA EN LAS AULAS
Las causas de los problemas en las aulas no siempre residen en el alumno,
en algunos casos, son el colegio y el profesorado, debido a una mala organización, quienes propician la aparición de conflictos en el aula.
Entre las posibles causas de conflictos provocados por el alumno,
encontramos las siguientes:
- Problemas de conductas producidos por las estrategias llevadas a
cabo por el niño para captar la atención de su entorno.
- La ausencia de éxitos. Muchos problemas de conducta son
consecuencia directa de las emociones negativas con relación a todo el mundo de la enseñanza (fracaso repetido en clase); como no entienden se aburren en clase, automáticamente pasan a otras actividades que puedan ser fuentes de interés, como molestar a su profesor o a sus compañeros de clase.
- Autoconcepto. El fracaso continuado influye inevitablemente en la
opinión del niño sobre sí mismo. Un autoconcepto negativo nos deja como una sensación de inadaptabilidad e incompetencia y una propensión al derrotismo al enfrentarnos a las mismas tareas. - Insuficiencias de adaptación personal y problemas de conducta.
- Influencias sociales sobre la conducta. Es el caso de la mala conducta
de toda la clase desencadenada por actos de alumnos aislados que pronto arrastran a toda el aula o a grandes sectores de ella.
- Prueba de límites y desarrollo de la independencia. Es el caso de los
alumnos que, con carácter experimental y exploratorio, retan al adulto, primero para comprobar si el alumno cumple sus advertencias, y segundo para averiguar en qué medida sus amenazas, cumplidas, les causarán un verdadero daño.
- Factores afectivos y problemas de conducta.
- Extraversión-introversión. Los niños extravertidos preferirán un
entorno que ofrezca múltiples relaciones y actividades sociales, mientras que los introvertidos se sentirán incomodos en una atmosfera de trabajo rica y activa.
- Labilidad emocional. Los alumnos neuroticistas o poco estables
plantean problemas típicos de inadaptación personal, son inquietos, temerosos, suspicaces y reservados.
- Niños que plantean problemas especiales:
- El niño superdotado. Se aburre en clase, se hace solitario
- El niño con alteraciones profundas.
Como hemos comentado anteriormente, no siempre son los alumnos los
responsables de los posibles conflictos en el aula. En ocasiones, el colegio o los profesores son los principales causantes de dichos problemas. Entre las posibles causas de conflicto provocados por el centro escolar se encuentras las siguientes:
- Mala organización del centro. Por ejemplo, la aplicación de reglas
confusas, desconocidas, no razonables, que no evolucionan en función de las necesidades de los alumnos, etc. También la falta de comunicación entre alumnos y profesores o incluso, entre el propio personal de la escuela. Todo ello contribuye a que el alumno no reciba una orientación clara en temas que afectan a decisiones académicas o vocacionales.
- El sistema de exámenes. Los exámenes producen fracasos tanto
como éxitos. El profesor, a veces, “enseña para aprobar” el examen sin analizar si el alumno ha comprendido realmente lo explicado.
- Conductas específicas del profesor. Es el caso del profesor que tiene
un componente de su personalidad que influye negativamente en los alumnos. - Organización de la clase. La disposición física, la forma de impartir clase y la disposición de los horarios puede dar lugar a problemas de control.
LA RESOLUCIÓN DE CONFLICTOS
Un conflicto se produce cuando hay un enfrentamiento de los intereses o las
necesidades de una persona con las de otra, o con los del grupo, o con los de quien dependa la autoridad legítima.
Los conflictos más frecuentes en la escuela se pueden catalogar de la
siguiente forma:
- Conflictos de relación entre el alumnado, y entre éstos y el
profesorado.
- Conflictos de rendimiento (pasividad, apatía, parasitismo…).
- Conflictos de poder (liderazgos negativos, arbitrariedad…).
- Conflictos de identidad (actitudes cerradas y agresivas que se
vuelven contra los demás o contra los objetos, el mobiliario o el edificio).
Ahora bien, el conflicto no es, necesariamente, sinónimo de indisciplina. Un
conflicto entre personas civilizadas puede dar lugar a un enriquecimiento mutuo. Cada una de las personas enfrentadas cede un poco de terreno: reconoce no tener toda la razón, acepta la legitimidad de los intereses del otro, busca primar los puntos de acuerdo que permitan un consenso y seguir trabajando juntos, etc.
Por indisciplina se entiende los comportamientos disruptivos o antisociales
que suponen una disfuncionalidad del centro. Los comportamientos indisciplinados obedecen simplemente a un intento de imponer la voluntad sobre el resto dela comunidad. Sería también aquellas conductas que van en contra de las normas pactadas o del código de conducta que el Centro ha adoptado para cumplir su misión principal: educar.
Aunque es muy difícil precisar con exactitud dónde acaba una conducta disruptiva y dónde empieza la antisocial, vamos a tratar de diferenciarlas.
Las conductas disruptivas se tratan básicamente de conductas enojosas, de
alumnos que quieren llamar la atención de sus compañeros o del profesor. Suelen ser alumnos que tienen problemas de afecto y/o de rendimiento académico, que presentan carencias significativas por lo que se refiere a la integración de hábitos, etc.
Estas conductas suelen ser: causar molestias a los compañeros, hablar en
voz alta cuando el profesor está explicando alguna cosa, hacerse el gracioso, mostrar una actitud patosa, provocar ruidos, moverse de un lado para otro, etc.
Afrontar estas conductas es relativamente sencillo, a menudo basta con
prestar ese plus de atención que nos está demandando. En función del motivo específico que empuje al alumnos a este tipo de comportamiento (afecto, rendimiento, hábitos…) debemos dar un tipo de respuesta u otra: un refuerzo regular y positivo de los aspectos que lo requieran, un seguimiento más detallado de su evolución, una ayuda extra en algunos aprendizajes instrumentales, etc.
La conducta antisocial es un tipo de comportamiento que se salta, rompe o
viola las normas de la sociedad. A grandes rasgos, consideramos “antisociales” una serie de actos de distinta naturaleza, por ejemplo las agresiones físicas, los insultos, el acoso, la mentira, el absentismo, etc. Existen dos características que también hay que tener en cuenta que son la frecuencia con la que se dan estas conductas y la gravedad o intensidad de las mismas.
Como podemos observar de lo expuesto anteriormente, una gran parte de
los conflictos pueden tener su origen en el propio alumno o en su familia, pero otros surgen a causa de un funcionamiento deficiente de los centros, de la carencia de estrategias de prevención y de atención a la diversidad.