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ACTOS JURIDICOS

Los jurisconsulto romanos, no construyeron una teoría general de los hechos o actos
jurídicos, sino que fueron considerando, en los actos concretos que se le presentaban, qué
situaciones merecían ser protegidos por medio de acciones y en qué circunstancias debía
reconocerse a una determinada persona una facultad para actuar respecto de una cosa o
de una persona también determinada. La dogmática moderna, recogiendo los principios
básicos suministrados por la jurisprudencia romana, elaboró la teoría del negocio jurídico,
cuya paternidad se atribuye al jurista alemán Gustavo Hugo.

Ya entrando en el análisis de los actos jurídicos, se debe partir de la base que hecho es
toda acción u obra del hombre o de la naturaleza que cae bajo la percepción de nuestros
sentidos. Estos hechos pueden o no producir un efecto en el mundo del derecho, es por
ello que estos pueden ser clasificados de la siguiente manera:

1.- Hechos Simples: Son las acciones u obras del hombre o de la naturaleza que no
producen consecuencias jurídicas. Ej. La salida del sol o de la luna, la lluvia, el amanecer
(de la naturaleza), reír, caminar, respirar (del hombre).

Sin embargo si bien en principio los hechos simples por sí mismo no producen efectos
jurídicos, si podrían llegar a producirlos si las partes así lo quisieran de modo que nada
impide que una persona se comprometa con otra a entregarle una cosa "cuando caiga la
próxima lluvia" Sin embargo la lluvia, por sí, es un hecho de la naturaleza que no tiene
efecto jurídico.

2.- Hecho Jurídico: Son cualquier suceso, circunstancia, acto o situación al cual el
ordenamiento jurídico le reconoce la creación de efectos jurídicos, esto es, hacer nacer,
modificar o extinguir derechos subjetivos. Estos hechos pueden provenir de la naturaleza o
del hombre:

2.1.- Hechos jurídicos de la naturaleza: son aquellos que tiene su origen en la naturaleza y
que producen ciertas consecuencias jurídicas, no requieren voluntad ni capacidad. Ej. El
nacimiento, el transcurso del tiempo (para la prescripción) y la muerte, la caída de un rato
(caso fortuito).

2.2.- Hechos jurídicos del hombre: Son aquellos que tiene su origen en actos del hombre y
que producen efectos jurídicos, estos a la vez pueden ser voluntarios o involuntarios.

a) Hechos involuntarios: Son los generados sin que exista voluntad alguna de
producir el hecho y aún menos de asumir las consecuencias jurídicas. Ej. Actos realizados
por los dementes o los infantes.

b) Hechos voluntarios: Son aquellos ejecutados voluntariamente, pudiendo


efectuarse sin la intención de producir efectos jurídicos como el caso de los cuasi contratos
o bien con la intención de producir consecuencias en el mundo del derecho como es el
caso de los actos jurídicos.

Los hechos voluntarios a su vez pueden sub clasificarse de la siguiente manera:

- Hechos jurídicos lícitos: Son aquellos actos que están permitidos por el
ordenamiento jurídico. Ej. Actos jurídicos, contratos, cuasi contratos, agente
oficioso.

- Hechos jurídicos ilícitos: Son aquellos hechos que están prohibidos por la
norma para poder realizarlo y por ende tienen una sanción. Ej. Delito civil o
cuasi delito civil.
CONCEPTO: Acto jurídico es una manifestación de la voluntad de una o más partes con la
intención de crear, transferir, modificar o extinguir derechos y obligaciones.

Las partes deben manifestar su voluntad con la intención de que el acto que efectúan
tenga el objeto de crear, transferir, modificar o extinguir derechos y obligaciones.

- Actos jurídicos que adquieren derechos: Los contratos.

- Actos jurídicos que modifican derechos: acreedor y deudor convienen en


ampliar el plazo que este último tiene para cumplir una obligación existente
entre ambos.

- Actos jurídicos que extinguen derechos u obligaciones: El pago.

CLASIFICACION DE LOS ACTOS JURIDICOS

En las doctrinas y legislaciones modernas se han efectuado una serie de clasificaciones,


sin embargo tal como se ha señalado anteriormente, durante la vigencia del Derecho
Romano no se configuraron doctrinalmente una clasificación de los distintos actos
jurídicos que se realizaban. No obstante a ello la gran variedad de figuras que puedan
presentarse en libre juego de la voluntad de los particulares, impone la necesidad de
ensayar algunas clasificaciones, atendiendo a las características comunes de los distintos
tipos de actos jurídicos.

1.- En atención al número de voluntades que los genera o del número de voluntades
concurrentes necesarias para que el acto jurídico nazca a la vida del derecho:

1.1.- Acto jurídico unilateral: Para nacer a la vida del derecho requieren la concurrencia de
la voluntad de una sola parte. Ej. Testamento, aceptación de herencia, reconocimiento de
un hijo, renuncia de derechos, la revocación, la oferta, la aceptación, manumisión (la
antigua Roma, es el nombre que recibía el proceso de liberar a un esclavo, tras lo cual se
convertía en un liberto); la oferta y la aceptación.

A su vez los actos jurídicos unilaterales pueden ser:

a) Simple: En aquellos casos en que la parte está conformada por una solo
persona.

b) Colectivo o complejo: En aquellos casos en que la parte está conformada por


varias personas.

1.2.- Acto jurídico bilateral: Para nacer a la vida del derecho requieren del acuerdo de
voluntades de dos o más partes. Ej. El contrato, la novación, la tradición mancipatio,
stipulatio.

Los actos jurídicos bilaterales se denominan convenciones, cuando este acuerdo de


voluntades tiene por objeto crear derechos y obligaciones estamos ante un contrato. En
consecuencia todo contrato es una convención, pero no toda convención es un contrato,
por lo cual la convención es el género y el contrato la especie. Por ejemplo: la
compraventa es un contrato (crea derechos y obligaciones) en cambio el pago es
simplemente una convención, pues extingue obligaciones. La convención nace de un
acuerdo de voluntades, el cual a su vez se genera a partir de la conjunción de dos actos
jurídicos unilaterales, como lo son, la oferta y la aceptación.
Los contratos también se clasifican en unilaterales y bilaterales:

CONTRATO UNILATERAL: Una sola de las partes que concurren a la celebración del
contrato resulta obligada, la otra no contrae obligación. Ej. El mutuo o préstamo de
consumo.

CONTRATO BILATERAL: Ambas partes resultan obligadas recíprocamente. Ej. Compraventa.

CONTRATO BILATERAL IMPERFECTO: En principio sólo resulta obligada una de las partes
pero eventualmente pueden resultar obligadas ambas partes. Ej. Comodato o préstamo de
uso.

2.- En atención a la utilidad que el acto jurídico reporta a las partes:

2.1.- Acto jurídico gratuito: Es aquel que tiene por objeto el beneficio o utilidad de una de
las partes, como el testamento o la donación.

2.2.- Acto jurídico oneroso: Es aquel que tiene por objeto el beneficio de ambas partes,
como la compraventa o el arrendamiento. Estos a su vez se pueden clasificar de la
siguiente manera:

a) Acto jurídico conmutativo: Es aquel en que las prestaciones se miran como


equivalentes.

b) Acto jurídico aleatorio: Es aquel que tiene como prestación un evento o


contingencia incierta de ganancia o pérdida, como un sorteo o compra de una mina.

Cuando hablamos de beneficio o utilidad, nos estamos refiriendo a los beneficios


patrimoniales, pecuniarios, económicos, en contraposición a los meramente espirituales o
morales.

En ciertos actos jurídicos la gratuidad u onerosidad del acto es fundamental para que este
mantenga su naturaleza y no degenere en otro distinto ES DECIR SE TRATA DE UNA UN
ELEMENTO ESENCIAL ESPECIAL DEL ACTO JURIDICO DE QUE SE TRATE. Así, la onerosidad
es esencial en la compraventa, si falta el precio degenera en donación.

3.- En atención a la época en que el acto jurídico produce sus efectos:

3.1.- Acto jurídico entre vivos: Es aquel cuyos efectos se producen en vida de sus autores.
Ej. Arrendamiento, compraventa, sociedad.

3.2.- Acto jurídico mortis causa: Es aquel cuyos efectos se realizan normalmente después
de la muerte de su autor, como el testamento.

4.- En atención a la necesidad de solemnidades:


4.1.- Actos jurídicos solemnes: La ley en consideración a la naturaleza del acto exige ciertas
formalidades indispensables para la existencia de este, para que nazca a la vida del
derecho. Ej. Stipulatio (contrato verbis), mancipatio y in iure cessio (modos de adquirir).

4.2.- Actos jurídicos no solemnes: La voluntad puede manifestarse en cualquier forma,


dando nacimiento al acto. No se prescribe la forma de manifestación de voluntad, basta
cualquier esquema reconocible, pudiendo ser la manifestación tanto expresa como tácita.

En el Ius Civile, la regla general era que los actos jurídicos fuesen solemnes. Sólo comenzó
a haber libertad de forma con el desarrollo del ius gentium entre el III y II a.C. El
formalismo se explica por el nexo entre los intereses jurídicos y religiosos. Una de las
formalidades requeridas era la oralidad, pronunciamiento de determinadas palabras
rituales. En algunos casos se exigía además la presencia de determinados magistrados,
sacerdotes o instrumentos. La escritura no constituyó formalidad en el Derecho romano
antiguo o clásico, pero sí en el Derecho post-clásico, penetrado por la cultura griega y la
escritura, comenzó a ser aceptada como solemnidad en ciertos actos jurídicos (contratos
literis). En los actos jurídicos de buena fe, en los actos del derecho pretorio y del derecho
de gentes, la regla general era que no fueran solemnes.

5.- En atención a si existe o no una causa:

5.1.- Actos jurídicos causados: Son aquellos en que la causa aparece como ineludiblemente
unida a la existencia del acto jurídico, si esta no existe o es ilícita, el acto no se perfecciona
o bien no produce efectos. Ej. La compraventa, la causa de la obligación del vendedor de
entregar la cosa es el objeto de la obligación del comprador de pagar el precio.

5.2.- Actos jurídicos abstractos: Es aquel que carece de causa o se celebra sin tener una
relación directa con una causa determinada, como la letra de cambio, la mancipatio o la
stipulatio. Su validez depende del cumplimiento de ciertas formalidades. La forma
sustituye a la causa o se identifica con ella.

La mayor parte de los actos del Ius civile eran abstractos, en cambio, en los actos de buena
fe, del ius gentium, normalmente se exigía la concurrencia de causa lícita como requisito
de validez del acto.

6.- En atención a si el acto jurídico produce o no sus efectos normales.

6.1.- Acto jurídico puro y simple: Es aquel que produce sus efectos normales desde su
constitución y para siempre, sin alteraciones o modificaciones de ninguna especie, como la
compraventa al contado.

6.2.- Acto jurídico sujeto a modalidad: Es aquel cuyos efectos normales son alterados por
cláusulas especiales, agregadas por la voluntad de las partes o por disposición de la ley.
Estas cláusulas especiales son denominadas modalidades. Ejemplo: el modo, la condición,
el plazo y la representación.

7.- En atención a si el acto jurídico puede o no subsistir por sí mismo:


7.1.- Acto jurídico principal: Es aquel que puede subsistir por si mismo, sin la necesidad de
otro acto jurídico.

7.2.- Acto jurídico accesorio: Son aquellos que tiene por objeto asegurar el cumplimiento
de una obligación principal, de manera que no pueden subsistir sin ellos. Ej. La prenda,
hipoteca y la fianza.

Existe el aforismo que señala “que lo accesorio sigue la suerte de los principal” Así, si el
acto principal es nulo, también o será el accesorio. Es decir, extinguida la obligación
principal se extingue la obligación accesoria.

8.- En atención a los tipos de derechos que se afectan:

8.1.- Actos jurídicos patrimoniales: Se refieren a derechos y obligaciones de carácter


pecuniario. Ej. Compraventa, mutuo, arrendamiento.

8.2.- Actos jurídicos extra patrimoniales o de familia: Se refieren a la adquisición,


modificación o pérdida de los derechos relativos a la persona o a la familia. No tienen
contenido económico. Ej. Matrimonio, adopción. Los efectos de estos actos jurídicos los
establece la Ley

9.- En atención a la forma en que se obliguen: Esta es la única clasificación típicamente


romana:

9.1.- Actos jurídicos de derecho estricto: Propios del Ius civile. Eran formales, solemnes y
valían exclusivamente al tenor de lo pactado. Aplicables sólo a ciudadanos romanos. Este
tipo de contratos se interpretan de forma restrictiva. Ej. Stipulatio, in iure cessio,
adiudicatio.

9.2.- Actos jurídicos de buena fe: Se crearon para suplir las deficiencias de los de estricto
derecho. Exentos de formalidades, su celebración era más simple. No estaban reservados
únicamente a los ciudadanos, sino que podían ser utilizados por peregrinos o extranjeros.
No obligaban únicamente a cumplir con lo prometido, sino que imponen como obligatorio
todo lo exigible entre personas justas y leales, o sea, que obran de buena fe. Así, por
ejemplo, una compraventa (acto jurídico de buena fe) y en el que el objeto era un caballo,
el vendedor estaba obligada a entregar un caballo sano y de regular calidad, en cambio, si
la obligación surge como consecuencia de una stipulatio, el promitente cumpliría
entregando cualquier caballo, en el estado en que se encuentre.

En la interpretación de los actos de estricto derecho, el juez no podía interpretar el acto


recurriendo a elementos extraños al mismo. En cambio, en los actos de buena fe, el juez
tenía mayor amplitud de interpretación, pudiendo recurrir a elementos como la equidad,
justicia e intención de las partes.

ELEMENTOS DE LOS ACTOS JURIDICOS

Tal como hemos señalado anteriormente los Romanos no realizaron una sistematización o
una teoría de los actos jurídicos, de manera que no establecieron reglas comunes para
todos los actos sino que por el contrario, estos elementos se regulaban en todos los actos
en forma particular. No obstante que en el siglo II D.C. Gayo y posteriormente Justiniano
intentaron sistematizar tanto la teoría de los actos jurídicos como la de los contratos, sin
embargo estas teorías fueron más bien escuetas. De manera que los juristas Romanos se
desinteresaron por formular definiciones generales y sistemas comunes de requisitos y
elementos o efectos. Es por ello que al estudiar los elementos y requisitos de los actos
jurídicos, seguiremos la estructura dada por la doctrina moderna.

De esta manera los elementos de los actos jurídicos se encuentran regulados en el


ordenamiento jurídico chileno en el artículo 1444 del Código Civil, de esta disposición se
puede distinguir los elementos de la esencia, de la naturaleza y los elementos
accidentales.

1.- Elementos de la esencia de los actos jurídicos: Son aquellos sin los cuales el acto
jurídico no nace a la vida del derecho o degenera en otro distinto. Estos a su vez también
se pueden clasificar de la siguiente manera:

1.1.- Comunes: Son aquellos sin los cuales el acto no produce efectos algunos,
estos en general se identifican con los requisitos de existencia de los actos jurídicos. Estos
elementos comunes son la voluntad, el objeto, la causa y las solemnidades.

1.2.- Especiales o Particulares: Son aquellos sin los cuales el acto degenera en otro
diferente, como sucede si en la compraventa falta cosa o el precio, este contrato
degenerara en una donación, o bien si en el contrato de arrendamiento si no existe la
voluntad de las partes de exigir el cobro de una renta o canon este contrato degenerara en
un comodato.

2.- Elementos de la naturaleza de los actos jurídicos: Son aquellos que no siendo esenciales
al contrato se entienden pertenecerle, sin necesidad de una cláusula especial. Sin
embargo, estos elementos pueden modificarse libremente por la voluntad de las partes.
Ejemplo: La obligación de saneamiento de la evicción o la condición resolutoria tacita en
los contratos bilaterales.

En ejemplo del elemento de la naturaleza en el derecho romano: Así, el pago del duplum
del valor de la cosa si se daba el caso de la evicción y la indemnización pertinente en caso
de los vicios redhibitorios; pero luego, dada la jides en que se basan los negocios del tus
gentium, se entendió que estos elementos estaban implícitos, salvo que expresamente se
los excluyera.

3.- Elementos accidentales de los actos jurídicos: Son aquellos que ni esencial ni
naturalmente pertenecen al acto o contrato, y que se le agregan por medio de cláusulas
especiales. Los elementos accidentales se llaman también modalidades de los actos
jurídicos y son la condición, el plazo y el modo. Los elementos accidentales, tienen por
objeto alterar los efectos normales del acto jurídico en lo que dice relación con la creación,
modificación o extinción del derecho u obligación de que se trate.

Según lo señalado anteriormente las modalidades son por regla general


elementos accidentales del acto jurídico, sin embargo excepcionalmente algunas
modalidades pueden ser elementos de la esencia o naturaleza del mismo. Así las cosas,
la condición resolutoria tacita, si bien como tal se trata de condición y en consecuencia de
una modalidad, esta es, a la vez un elemento de la naturaleza del acto o contrato. Por su
parte, la muerte del usufructuario en el usufructo, es un elemento de la esencia del acto
jurídico, ya que el usufructo no se puede extender más allá de la vida del usufructuario. Lo
mismo sucede en el contrato de promesa en donde es un elemento de la esencia de dicho
acto el plazo o condición que fije la época de la celebración del contrato prometido.

REQUISITOS DE LOS ACTOS JURIDICOS

En torno a los requisitos del acto o contrato se suele distinguir entre los requisitos
de la esencia y de validez.

1.- Requisitos de existencia: Son aquellos indispensables para que el acto o contrato nazca
a la vida del derecho. Estos requisitos son la voluntad, el objeto, la causa y las
solemnidades propiamente tal.

Actualmente se ha discutido cual es la sanción por no cumplir con uno de estos requisitos,
la doctrina minoritaria ha estimado que es la inexistencia, mientras que la teoría
mayoritaria ha estimado que la sanción es la nulidad absoluta.

1.1.- LA VOLUNTAD: es la potencia del alma por la cual ésta se mueve a hacer lo que
desea. Es la aptitud para hacer algo.

En los actos jurídicos unilaterales se habla de voluntad y así se dice, por ejemplo, la
voluntad del testador fue... En los bilaterales toma el nombre de consentimiento, que
algunos definen como "el acuerdo de voluntades de dos o más personas destinadas a
lograr un resultado jurídico". Así, se habla, por ejemplo, del consentimiento para el
matrimonio

a) Formación del consentimiento: El consentimiento se forma con dos principales etapas la


oferta y la aceptación.

I.- Oferta: La oferta es una proposición que dirige una persona a otra para los efectos de
celebrar una convención en ciertas condiciones. La oferta es un acto jurídico unilateral,
por cuanto solo en la medida que le siga la aceptación generara los efectos jurídicos que le
son propios.

En principio mientras la oferta no sea aceptada, no obliga y puede ser retirada, sin
embargo puede llegar a obligar cuando si se hacía a una ciudad, por motivo suficiente (ob
justam causam), o cuando consistía en consagrar una cosa a los dioses (votum).

Para que la oferta sea válida debe cumplir con los siguientes requisitos:
- La oferta debe ser completa, es decir, debe contener al menos los elementos de la
esencia del contrato que se propone suscribir.

- Debe ser voluntaria.

- Debe ser exteriorizada.

- Debe ser con la intención de obligarse.


II.- Aceptación: Es un acto jurídico unilateral por el cual el destinatario responde
afirmativamente la oferta.

La aceptación debe cumplir con los siguientes requisitos:

← - Debe ser Pura y simple. La aceptación condicionada constituye una nueva


oferta.

← - Darse mientras la oferta esté vigente (antes de la retractación, muerte o


incapacidad sobreviniente del proponente).

← - Dada en tiempo oportuno (manifestarse dentro del plazo legal o dentro del
plazo señalado por el oferente)

b) Requisitos de la voluntad: Para que la declaración de voluntad de lugar al acto jurídico


debe cumplir con los siguientes requisitos:

I.- Debe manifestarse: Mientras la voluntad está en el fuero interno le es indiferente al


derecho. Para que éste la tome en cuenta ella debe manifestarse, expresarse,
exteriorizarse. La manifestación puede ser expresa o tasita.

- Expresa: Se formula explícitamente, es decir, se hace perceptible mediante signos


externos que revelan inequívocamente la concertación de un negocio jurídico (declaración
verbal o escrita, gestos e indicaciones).

De manera que existirá una manifestación expresa en aquellos casos en que la voluntad se
la formula verbalmente mediante palabras indubitables. Así en la stipulatio, cuando uno
de los contratantes dice: "Prometes. ..?" y el otro contesta: "Prometo". O también por
escrito, como en el caso de los contratos literales. También se considera que es expresa la
voluntad que se manifiesta por signos inequívocos: en una compraventa, si alguien la
propone y el otro la acepta por medio de una inclinación de la cabeza, o se señala el
objeto del contrato designándolo con la mano.

- Tasita: Se formula implícitamente. Puede deducirse indirectamente, con seguridad, de un


comportamiento externo, incompatible con una voluntad distinta.

Así, si el que fue instituido heredero en una sucesión, sin haber dicho nada expreso, toma
parte en el arreglo de los negocios de la sucesión (pro herede gestio), cabe entender que
ha aceptado tácitamente la herencia.

- El silencio como manifestación de la voluntad: La regla general es que el silencio no


constituye manifestación de voluntad, es decir, al contrario del dicho popular el que calla
ni afirma ni niega. Sin embargo excepcionalmente el silencio puede constituir una
manifestación de voluntad, así en Roma si una filia manifiesta a su pater que contraerá
nupcias y éste guarda silencio, no oponiéndose, cabe entender que las acepta. También, si
una mujer casada que no vive con su marido anuncia a éste su embarazo, el silencio del
marido es una confesión de su paternidad. Igualmente en la in iure cessio, ante la
afirmación de una de las partes que vindica la cosa afirmando ante el magistrado ser suya,
el silencio de la otra debe tomarse como conformidad con el acto.

Actualmente, la legislación chilena le ha dado valor al silencio en ciertos casos (artículo


2125 N°1 y 1233 del código civil), así como también ha permitido que las partes acuerden
darle valor al silencio, así como también puede hacerlo el juez, en este caso se habla de
silencio circunstanciado.

II.- Debe ser seria: La voluntad es seria cuando se manifiesta por una persona capaz y con
el propósito de crear un vínculo jurídico.
En este punto se ha generado una discusión en torno de cual voluntad predomina en casos
de colisión, la voluntad real o la declarada.

En los actos del Ius Civile prima la voluntad declarada, la forma o manifestación de querer
externa, tanto así que en esta fase es imposible distinguirlas o hablar de voluntad revestida
de forma, pues los efectos jurídicos dependen solo de la forma, independiente de la
voluntad.

En cambio, en los actos de buena fe prima la voluntad real, interna. A finales de la


República, se inicia un movimiento tendiente a resaltar la voluntad interna, con la
jurisprudencia y los pretores, que por medio de la exceptio doli, exceptio pacti y otras
herramientas procesales niegan validez al negocio que no corresponda a la voluntad
interna o lo reputan válido solo en la parte que a ella corresponda. En todo caso no es sino
hasta el derecho Post-clásico que se logra establecer total autonomía de la voluntad frente
a la forma, y desde entonces la voluntad se ubica en el centro del ordenamiento y
constituye el alma de todo negocio jurídico. En todo caso, cuando se discute esta
disconformidad, el peso de la prueba recae en aquel que alega que la voluntad real es
distinta de la declarada.

III.- Debe estar exenta de vicios (es un requisito de validez de los actos jurídicos): En el
Derecho Romano clásico no se consideraron los vicios de la voluntad por cuanto las
obligaciones nacían del formalismo como la estipulatio o los estatutos contractuales, pero
no de la voluntad o consentimiento, de este modo si una persona, por equivocación o
porque era apremiada con un arma o una amenaza cualquiera o era engañada, se
comprometía a dar o hacer algo en favor de otra, debía cumplir. La circunstancia de que el
acto jurídico fuera formal la obligaba. . El derecho se limitaba a verificar que se hubieran
cumplido las formalidades. En cambio más adelante, a medida que los actos jurídicos
fueron menos solemnes, se comenzó a atender más a la voluntad real que a la voluntad
declarada. Comenzó a importar si esa voluntad expresada correspondía fielmente a la
verdadera intención del declarante o no. Fueron los pretores quienes se preocuparon de la
voluntad de las partes se encontrara exenta de vicos.

Los vicios de, la voluntad son hechos que hacen que la voluntad o consentimiento que se
dio para dar nacimiento a un acto jurídico sea ineficaz y que el acto pueda ser invalidado.
Ellos son el error, el dolo y la fuerza, que vamos a estudiar a continuación.

A.- EL ERROR: En forma general el error puede ser definido como "la ignorancia o el falso
concepto de la realidad o de una norma de derecho". Del concepto podemos apreciar dos
tipos de error, de hecho de Derecho.

a) Error de Derecho (error iuris): Es la ignorancia o falso concepto que se tiene de una
norma de derecho.

Por regla general, el error de Derecho no vicia el consentimiento (voluntad), por una razón
de seguridad jurídica. En la legislación Chilena, particularmente en el artículo 8 del Código
Civil se establece una presunción de Derecho, es decir, no admite prueba en contrario,
dicha disposición señala “Nadie podrá alegar ignorancia de la ley después que esta haya
entrado en vigencia”, manera que en chile nadie puede algar error de Derecho. Caso
contrario a lo que sucedía en el Derecho Romano Privado, en donde la regla general era
que el error de Derecho no viciaba el consentimiento, sin embargo si admitían
excepciones, en los siguientes casos:

- Menores de 25 años.

- Mujeres.

- Soldados en campaña

- Rústicos (gente de campo, cuya simpleza y falta de cultura eran notorias).

El hecho que en el caso de estas personas el error del Derecho viciara el concebimiento se
debía básicamente a la menor aptitud para comprender el derecho (Menores de 25 años y
mujeres) o bien la menor oportunidad para aprenderlo (Soldados y rústicos). No obstante
a ello el error de derecho beneficia a estas personas en juicio sólo para evitarles un daño, y
nunca para que puedan obtener un beneficio de su ignorantia iuris.-
b) Error de hecho: Se define como la ignorancia o concepto equivocado que se tiene de
una persona, cosa o de un hecho, en suma, de la realidad. Cuando reúne las condiciones
establecidas por la ley, constituye vicio del consentimiento y permite anular al acto
jurídico. Podía ser de distintas clases:

I.- Error in negotia (en el negocio): Es el que recae sobre la naturaleza del acto contrato
que se celebra. Ej. Una de las partes cree haber dado una cosa a la otra en virtud de aun
compraventa y la otra cree haberla recibido en donación. El acto es nulo. Es decir, en este
caso más que un vicio de la voluntad se entiende que la voluntad no se ha manifestado,
por ende falta un requisito de existencia.

En la actualidad existe diucón sobre cuál es la sanción aplicable, la parte de la doctrina que
apoya la teoría de la inexistencia, plantea que esta debe ser la sanción para este tipo de
error, ya que no existió jamás un consentimiento, la parte que no apoya la teoría de la
inexistencia, igualmente se encuentran divididas, una parte plantea que debería ser
nulidad absoluta, sin embargo otra parte de la doctrina plantea que debería ser nulidad
relativa, estos últimos se fundan en la interpretación de los dispuesto en el artículo 1454
del Código civil.

II.- Error in corpore (en el objeto): Es el que recae sobre la identidad especifica de la cosa
de que se trata, es decir, recae en el objeto dela acto o contrato, como si una de las partes
entendiera que se le debe entregar un piano y la otra una motocicleta.

En este caso la legislación chilena existe la misma disuasión en cuanto a la sanción que en
caso del error en el negocio.

III.- Error in substancia: Tiene lugar cuando recae sobre las características esenciales del
objeto del negocio. Así, por ejemplo, creo comprar una botella de vino y en realidad
contiene vinagre. Creo comprar una fuente de oro, y es de bronce.

Para los romanos, la solución no fue fácil ni única. Así, en el caso del vino, Juliano
considera el acto jurídico nulo, Marcelo se inclina por la validez del acto y Ulpiano, en
cambio, también dice que el acto jurídico vale pero hace una distinción: si se compró vino
y el vino luego se avinagró, la compraventa es válida; en cambio, si se entregó
directamente vinagre, el acto es nulo.

Por su parte el profesor Maximiano Errazuriz plantea que este error vicia el
consentimiento únicamente en los actos jurídicos de buena fe. Si el acto es de estricto
derecho, vale de todos modos. A este respecto algunos pretores, como Juliano y Ulpiano,
estimaban que el error in substantia viciaba el consentimiento en los actos jurídicos.

En la legislación chilena este tipo de error será sancionado de con la nulidad relativa.
IV.- Error accidental: Es aquel que recae sobre cualidades accidentales de la cosa u objeto
del contrato. Por ejemplo, una persona compra un caballo. El color del caballo no interesa
en principio, de modo que no podría el comprador pretender la nulidad del acto jurídico
porque le vendieron un caballo de un color distinto del que quería.

De este modo en los actos de Derecho estricto jamás podrá viciar el consentimiento, sin
embargo, en los actos de buena fe podrá viciar el consentimiento si se cumplen dos
requisitos: primero, que el accidente de la cosa sea esencial para la persona; y segundo,
que esa calidad de esencial sea conocida por la otra parte.

V.- Error in persona (intuito persona): Es aquel que recae sobre la identidad del otro
contratante. Tiene lugar cuando el acto jurídico se realiza con una persona distinta de
aquella con la cual se quería celebrar el mismo.

Por regla general, no vicia el consentimiento, sólo lo vicia en los actos INTUITO PERSONA
esto es, los casos en que la persona (otra parte) es determinante, dado que el acto se
celebró en consideración a ella. Ej. Matrimonio, mandato, contrato de sociedad, etc.

Hay que distinguir entre el error sobre el nombre y los errores sobre la identidad y sobre
las cualidades especiales de los contratantes. En el primero, el negocio será válido, por
cuanto la sola equivocación sobre el nombre no resulta esencial para el negocio. En
cambio, en los otros dos, el error puede acarrear la nulidad.

VI.- Error in motivo: Es aquel que recae en las motivaciones psicológicas personales que
inducen a celebrar el acto jurídico. Este tipo de error no vicia el consentimiento.

En principio en el Derecho Romano el error in motivo no viciaba el consentimiento, sin


embargo en el gobierno de Adriano se estableció que este tipo de error si viciaba el
consentimiento. Ejemplo: Un padre al creer muerto a su hijo en la guerra otorgó
testamento instituyendo heredero a un tercero.

Muerto el padre apareció el hijo y solicitó al emperador la revocación del testamento por
haber incurrido su padre, al otorgarlo, en un error en los motivos, creyó muerto a su hijo.

B.- FUERZA O METUS: Puede definirse como el "conjunto de apremios físicos o morales
que se ejercen sobre la voluntad de una persona para que ésta dé su consentimiento a un
determinado acto o contrato". Del mismo concepto se puede desprender que la fuerza
puede ser de dos tipos física y moral. Los romanos, al emplear el término metus aluden
primordialmente a la fuerza moral o sicológica.

a) Fuerza física (vis absoluta): consiste en forzar materialmente al individuo a manifestar


una voluntad que no es la suya. Esta suprime de tal manera la libertad que no hay
manifestación de voluntad, en otras palabras, existe una apariencia de voluntad. Se trata
de una presión corporal que coarta la voluntad de la víctima, anulándola por completo.
Así, más que un vicio de la voluntad, la fuerza física es una causa de ausencia de la misma.
El acto que una persona celebra forzada físicamente se considera inexistente, ya que, en
rigor, no ha existido voluntad.

b) Fuerza moral (vis coactiva): consiste en aquellas amenazas o apremios dirigidos a


infundir un temor en la víctima, con el objeto de obtener su manifestación de voluntad en
un sentido determinado. Se trata de una coacción ejercida sobre la voluntad. La amenaza
es una conducta ilícita que inspira temor, el temor o miedo es un efecto del acto
intimidatorio.

Para que la fuerza moral viciara el consentimiento era necesario que cumpliera con los
siguientes requisitos:
I.- Debe ser grave: esto es, capaz de producir un justo temor en una persona sana, fuerte,
normal. De este modo la anciana que amenaza a golpear a un boxeador no vicia el
consentimiento.

Labeón no dice que para que el metus constituyera vicio del consentimiento debía
provocar un temor a un mal mayor como la esclavitud o la muerte y Gayo nos dice que lo
es aquella capaz de impresionar a un hombre muy valiente

II.- Debe ser actual e inminente: La fuerza deber ser ejercida al momento de celebrarse el
acto o contrato o debe existir un justo temor que ella sobrevendrá inmediatamente.

III.- Debe ser injusta e ilegítima: Este requisito se refiere a que la fuerza debe ser contraria
a Derecho, es decir, la fuerza no será injusta si se amenaza con llevar a la persona ante un
tribunal un tribunal de justicia.

Para Ulpiano esta clase de fuerza se denomina atroz y se estima contraria a las buenas
costumbres. Ej., se amenaza a alguien con golpear a su hija si no le paga una suma de
dinero. La fuerza ajustada al derecho no constituye vicio de la voluntad

En cuanto a los efectos que producirá la fuerza moral, en la formación del consentimiento
de una de las partes, hay que distinguir ente los actos de Derecho estricto y los de buena
fe.

En los actos de buena fe la fuerza moral viciara los consentimientos en aquellos casos en
que se cumplan con los tres requisitos ante señalados. Por su parte se debe señalar que en
principio la fuerza no viciaba el consentimiento en los actos de estricto derecho, pero el
pretor va a crear distintos remedios procesales destinados a privar de efectos los actos
jurídicos viciados por fuerza.

Los remedios procesales utilizados por el pretor para solucionar la fuerza moral en los
actos de estricto derecho eran:

Remedios procesales del pretor:

- Actio Quod Metus Causa: Acción penal que permite obtener del autor de las
amenazas, la indemnización de los daños sufridos.

- Exceptio Metus: Opera en aquellos casos en que la víctima de la fuerza es


demandada por el autor de la fuerza, para que se rechace y paralice la demanda.

- In Integrum Restitutio Propter Metus: Acción que persigue que las partes vuelvan
al estado que tenían antes de la celebración del acto o contrato.

C.- DOLO: "aquella maquinación fraudulenta que se ejerce sobre la voluntad de una
persona para que preste su consentimiento en la celebración de un determinado acto o
contrato".

Por su parte LABEON ha definido el dolo de la siguiente manera: Toda astucia, falacia o
maquinación empleada para sorprender, engañar o defraudar a otro.

Por su parte el Código Civil en el art.44 inciso final ha señalado respecto del dolo:
Intención positiva de inferir injuria a la persona o propiedad de otro.

a) Ámbitos en que puede operar el dolo:

- Celebración de actos y contratos: opera como vicio del consentimiento.


- Incumplimiento de una obligación contractual: Opera como agravante de la
responsabilidad.

- En los delitos civiles: Opera como un elemento en los delitos civiles.

b) Clasificación:

- Dolo Bueno: Artificios utilizados para motivar a la otra parte a que celebre un acto o
contrato.

- Dolo Malo: Es toda astucia, falacia o maquinación empleada para sorprender, engañar o
defraudar a otro.

- Dolo Positivo: Es aquel que consiste en un hecho.

- Dolo Negativo: Es aquel que consiste en una abstención.

- Dolo determinante: es aquel que induce a la parte a celebrar el acto o contrato

- Dolo Incidental: es aquel que sólo influye en las circunstancias del acto o contrato

c) Efectos: Para ver los efectos del dolo hay que distinguir entre actos de buena fe y actos
de Derecho estricto.

- Actos de buena fe: Puede llegar a viciar el consentimiento si el dolo es determinante y en


el caso de los actos bilaterales provenga de una de las partes y en el caso de los actos
unilaterales provenga de un tercero.

- Actos de Derecho Estricto: En el antiguo derecho, y parte del clásico, el dolo no viciaba la
voluntad, excepto cuando este producía un error esencial (in negotia o in corpore), caso en
el cual el negocio, como no hay voluntad, no podía nacer. Si el error no era esencial, no
había medio de declar la nulidad del negocio viciado.

En aquellos casos en que el dolo no llegaba a producir un error esencial el pretor concede
a la víctima de dolo remedios procesales tales como la exceptio doli, la in integrum
restitutio propter dolum y la actio doli.

I.- Exceptio doli: Cuando quien había obrado dolosamente demanda a la otra parte para
exigir el cumplimiento de la obligación que emana del acto o contrato viciado, la víctima se
defiende oponiendo la exceptio doli a objeto de paralizar la acción deducida por el
demandante, aduciendo que este había fraguado y llevado a cabo una acción dolosa y así
privar de eficacia o validez al derecho formal del actor cuando su ejercicio se estimaba
contrario a la buena fe y a la lealtad.

II.- La actio doli: La víctima del dolo inicia un juicio y acreditando que celebró el acto
jurídico a consecuencias del dolo malo y principal, podrá obtener una reparación
pecuniaria, indemnización, del daño sufrido.

Esta acción se caracteriza por:

- Es una acción penal: se podía imponer una condena al autor de dolo a una
suma más elevada que la ventaja que había obtenido. El monto de la sanción
pecuniaria era fijado por el demandante y no por el juez, bajo juramento.

- Tiene carácter infamante: El condenado recibía nota de infamia y no podía


actuar como representante de otro en juicio, Cognitor, Procurator.

- Es subsidiaria: Sólo se puede ejercer a falta de otro recurso que permitiera


perseguir el dolo. Bastaba que existiera una acción civil u honoraria para que
quedase excluida la acción de dolo.
- Solo podía interponerse dentro de un año contado desde la celebración del
acto viciado.

- Es personal: Sólo procede contra el autor de dolo, pero en la época imperial se


extiende a los herederos, pero sólo hasta el monto del enriquecimiento.

III.- La in integrum restitutio propter dolum: Es una acción de carácter procesal utilizada
en muchos ámbitos y su finalidad era dejar sin efecto un acto o contrato cuando existían
razones para ellos. Era uno de los más importantes remedios legales de origen pretorio.
Mediante ella el pretor, fundado en razones de equidad, ponía a las partes en la misma
situación en que estarían de no haberse celebrado el acto o contrato, y este se tenía por
no celebrado.

Era un remedio extraordinario y sólo procedía cuando el ordenamiento no atribuía acción


o excepción a quien intentaba valerse de este. Se exigía (1) que quien la invocara hubiese
-sin culpa suya- sufrido daño por la aplicación del ius civile y (2) un justo motivo de
equidad, se pueden mencionar como ejemplo de justas causas de restitución la menor
edad, el error, la fuerza y el dolo.

1.2.- EL OBJETO: El objeto del acto jurídico o de los contratos es la obligación y a su vez el
objeto de la obligación es la prestación, la que puede consistir en un dar, hacer o no hacer.
El Código civil chileno ha definido el objeto en el articulo1460, el cual señala “Toda
declaración de voluntad debe tener por objeto una o más cosas que se trata de dar, hacer
o no hacer. El mero uso de la cosa o su tenencia puede ser objeto de la declaración.”

Para que el objeto sea válido es necesario que cumpla con los siguientes requisitos:

a) Debe ser real: Esto se refiere a que el objeto debe existir al momento de la declaración de
voluntad o al menos esperar que exista.

Si se compra una cosa que existe al momento de celebrarse un contrato de compraventa,


no hay problema. El requisito de que exista está cumplido. Pero también el acto jurídico
puede tener por objeto una cosa que no existe, pero se espera que exista. Es lo que
sucede cuando se compra "la próxima cosecha" de algún producto agrícola. En este caso,
el acto jurídico nacerá sólo si la cosa llega a existir. Si sobreviene una helada y quema los
árboles, no hay acto jurídico por falta de objeto. Si el dueño de la plantación ha percibido
una determinada suma de dinero a cuenta de la venta, deberá restituirla. La condición de
que la cosa exista es un elemento de la naturaleza de la compraventa de cosas futuras.

Pero también es posible que no se compre la cosa misma sino la suerte. Por ejemplo, una
persona le dice a un pescador "le pago cien sestercios por lo que pesque". Aunque regrese
sin nada, estará obligada a pagar porque no compró la cosa misma sino la suerte. El caso
más frecuente es la compra de un número en una rifa. Los que no obtienen el premio no
pueden alegar que les devuelvan lo pagado a pretexto de que en la compraventa que
efectuaron no hubo objeto. Sí lo hubo. Fue la suerte.

b) Debe ser posible: A lo imposible nadie está obligado. La imposibilidad puede ser física o
jurídica. Físicamente imposible es el objeto que es contrario a las leyes de la naturaleza
física. Jurídica o moralmente imposible es aquel objeto que es contrario a la ley, el orden
público y las buenas costumbres.

c) Debe ser determinado o determinable: La determinación puede ser de dos clases, de


especie y cuerpo cierto o de género:

- Determinación de especie y cuerpo cierto: Es un individuo determinado que pertenece a


un género también determinado. Ejemplo: si el objeto consiste en el fundo Tuscu-lano, en
el esclavo Stico, en un cuadro preciso.
- Determinación de género: Es un individuo indeterminado de un género determinado.
Ejemplo: la entrega de quinientas medidas de trigo o mil arrobas de vino.

En esta clase de determinación el género no puede ser ilimitado (un animal), y en el caos
de ser una cosa fungible debe estar determinada en la cantidad.

El objeto igualmente puede ser determinable, en tal caso el acto debe contener las reglas
necesarias para estables el objeto de este. Por ejemplo, "te compro en mil sestercios los
novillos que indique Marcelo".

d) Debe ser lícito: Esto se refiere a que no debe ser contrario al orden público, la moral o a
las buenas costumbres. (Es además un requisito de validez de los actos jurídicos).

Es ilícita aquella prestación que no estando prohibida por la ley, es reprochada por el
derecho, por ser contraria a la moral, a las buenas costumbres y al orden público. Arts.
1445 N° 3 y 1461 inc. 3° C.C.

- Moral: conjunto de normas que prescribe los deberes que el hombre ha de cumplir con
respecto a sí mismo, a sus semejantes y a los animales, para que sus intenciones y actos se
conformen al bien y no al mal, a lo correcto y no a lo incorrecto, a la honradez y no a la
deshonestidad, a la virtud y no al vicio.

- Buenas costumbres: aquellos usos y hábitos que la sociedad considera en un momento


dado como normas básicas de convivencia social.

- Orden Público: el orden general necesario para el mantenimiento de la paz y el equilibrio


social, la moral pública y la armonía económica.

Así, por ejemplo, no podría ser objeto de un negocio la sucesión de una persona viva. Este
principio, que rigió durante la época clásica, se atemperó hacia el final, pues Justiniano lo
permitió para el supuesto de alguien que realizara este tipo de negocio y hubiese
perseverado hasta su muerte en el consentimiento dado. También sería ilícito el negocio
que versare sobre la libertad de una persona; por ejemplo, si alguien pretendiese vender a
un hombre libre como si fuera esclavo. Esto en la época imperial daría lugar a una sanción,
y el que compró por error podía actuar para obtener una indemnización.

1.3.- LA CAUSA: La Palabra causa fue empleada por los romanos en muchos ámbitos.
Dentro del ámbito jurídico, en particular, del derecho Privado se distinguen las siguientes
significaciones:

a) Causa como fuente de las obligaciones: Gayo señaló que los contratos, y delitos eran la
causa de las obligaciones. La causa en este sentido corresponde a la denominada causa
eficiente.

Así, por ejemplo, en relación con la traditio. Este acto supone la entrega material de una
cosa por parte de una persona a otra. Pero para que funcione como operando la traslación
de la propiedad, se torna necesario analizar el negocio-fuente en cumplimiento del cual se
efectúa la traditio. Asi si era por una causa emptionis (por causa de una compra), o una
causa donandi (por causa de una donación), o una causa dotis (por causa de una dote), o
una causa solvendi (por causa de un pago), se entendía que la traditio operaba la
transmisión de la propiedad. En cambio, ello no ocurría si la causa-fuente era un comodato
o un depósito, causas que no son hábiles para la transmisión de la propiedad.

b) Formalidad de los contratos abstractos. Designan también con la expresión causa las
formalidades que deben agregarse a la convención para la perfección de ciertos con tratos.
Así, el deudor quedaba obligado en la estipulación por haber contestado afirmativamente
al acreedor usando el verbo spondere (prometer) y el contrato litteris por la sola circuns
tancia de haber hecho el correspondiente asiento en el codex (Especie de libro de
contabilidad).

c) Causa como motivo o finalidad que induce a celebrar un acto o contrato. Entendiendo
por tal el fin objetivo por el cual se realiza el negocio o acto. Si decimos fin objetivo, es
para diferenciarlo nítidamente del fin o fines subjetivos, que serían más bien los
"motivos". Pongamos un ejemplo: si yo celebro una compraventa, el fin objetivo, o causa-
fin, será el convertirme (luego de la mancipado o de la iradilio) en dueño de la cosa; en
cambio, los motivos pueden ser múltiples y en principio irrelevantes para el derecho: he
comprado una casa porque me gusta, o porque queda cerca de mis amigos, o de mi lugar
de trabajo.

Para que la causa tenga valor en el mundo del Derecho es necesario que cumpla con os
siguientes requisitos:

a) DEBE SER REAL. Debe existir realmente. A establecerse esta exigencia, se vela por la
voluntad, de modo que el negocio celebrado sin causa que motive la falta de
voluntad, no tiene existencia.

b) DEBE SER LICITA (Requisito de validez del acto jurídico). Es causa ilícita la prohibida
por la ley, contra las buenas costumbres y el orden público. Por ejemplo, en alguna
época se consideró que adolecían de causa ilícita los contratos en que un individuo
se encargaba, mediante un pago u honorario, a buscar a otra una persona con
quien pudiera casarse.

En el Derecho Romano existía un tratamiento especial al enriquecimiento sin causa, esto


dice relación con que, todo aumento del patrimonio de una persona (enriquecimiento)
debe tener una causa justa, y luego toda persona que se enriquece con motivo de la
prestación que otra le hace y que no está obligada respecto a ella, debe devolver todo
aquello en que se enriqueció. Para solucionar este enriquecimiento indebido los romanos
crearon condictios que obligan al que se ha enriquecido a devolver todo aquello en que se
enriqueció injustamente. Estos condictios eran:

a) La condictio indebiti: Se daba esta sanción cuando se pagaba por error lo no debido, en
contra del que recibió el pago y hasta el monto de su enriquecimiento;

b) La condictio data causa non secuta: Se daba esta sanción cuando una persona hacía una
prestación teniendo en vista otra que no realizaba. Ej.: Una donación por causa de
matrimonio, cuando éste después no se realiza. Una permuta en que uno de los
contratantes cumple su obligación con la mira de que el otro cumpla la suya y éste no
cumple. A través de esta condictio, el que cumplió puede recuperar lo pagado del que no
cumplió;

c) Condictio ob turpem causa: Tenía lugar cuando una persona se había enriquecido con
motivo de la prestación que otra le había hecho para que ejecutara o se abstuviera de
realizar un hecho inmoral;

d) Condictio sine causa: Se concedía cuando la prestación carecía de causa, como en los
actos de los incapaces; y

e) Condictio ex injusta causa: Tenía lugar cuando se exigía algo contrariando una regla de
derecho, como cuando el que pacta intereses usurarios pretende cobrarlos. Mediante esta
condictio el deudor puede negarse a pagar, siempre que pruebe que la causa de su
obligación es injusta.
En cuanto a los efectos aparejados a la causa, hay que distinguir entre los actos de buena
fe y los de Derecho Estricto:

a) Actos de Buena fe: En estos casos si no hay causa el acto es inexistente y si la causa es
ilícita el acto es anulable.

En los contratos bilaterales la obligación de una de las partes sirve de causa a la obligación
de la otra parte y viceversa, mientras que en los contratos reales la entrega de la cosa
sirve de causa para la obligación de devolverla.

b) Actos de estricto Derecho: En estos casos no interesaba la existencia de la causa como


motivo jurídico, sino que solo como observancia de las formalidades.

1.4.- SOLEMNIDADES PROPIAMENTE TALES: El cumplimiento de ciertas formalidades para


el nacimiento de determinados actos jurídicos sólo se exigió en aquellos actos jurídicos
llamados "solemnes". Sin embargo, como la mayor parte lo eran en el primitivo derecho
romano, casi todos requirieron de las más variadas formalidades: pronunciamiento de
palabras, la escritura, el cobre y la balanza, además de cinco testigos, etc. Esto se explica
porque, al comienzo, los intérpretes del primitivo derecho eran los pontífices y para ellos
el uso de formas rituales era muy familiar.

Sin embargo, a medida que transcurrían los años, la tendencia fue ir eliminando las
solemnidades y los actos jurídicos fueron cada vez menos formales. Así, por ejemplo, la
manci-patio —modo solemne de transferir el dominio— fue reemplazada por la simple
traditio, que consistía en la entrega de la cosa. Los contratos verbales, aquellos que se
perfeccionaban por el pronunciamiento de palabras solemnes como la sponsio o la
stipulatio, fueron sustituidos por los contratos consensúales como la compraventa, o por
los reales, como el mutuo.

Mientras los actos jurídicos fueron solemnes, hubo cuatro clases de formalidades de que
pudieron estar revestidos.

- Formalidades propiamente tal o solemnidades propiamente tales: Requisitos externos


prescritos por la ley como indispensables para la existencia de un acto jurídico. Si faltan el
acto es inexistente.

- Formalidades habilitantes: Requisitos necesarios para completar la capacidad de un


incapaz. Si faltan el acto es anulable.

- Formalidades de prueba: Formas que sirven para acreditar la celebración de un acto. Si


faltan el acto no se podrá probar judicialmente.

- Formalidades de publicidad: Su finalidad es proteger a los terceros que puedan verse


alcanzados por los efectos del acto jurídico, su inobservancia tare aparejada la
inoponibilidad.

2.- Requisitos de validez: Para que un acto jurídico tenga plena eficacia, además de existir
debe ser válido. Estos requisitos son:

- Voluntad exenta de vicios:

- Objeto licito:

- Causa licita:

- Capacidad de las partes.


En cuanto a los tres primeros requisitos fueron tratados en detalle, junto a los requisitos
de existencia de los actos jurídicos, por tanto solo nos remitiremos a lo allí señalado, por lo
cual solo nos avocaremos en esta parte al estudio de la capacidad de las partes.

CAPACIDAD DE LAS PARTES: En Roma se distinguían dos tipo de capacidades, la jurídica y


la capacidad para obrar.

a) Capacidad jurídica: Es la aptitud para ser titular de derechos y obligaciones. En Roma no


bastaba con existir para tener esta capacidad, sino que además debía cumplir con tres
estatus: libertatis, civitatis y familiae, las únicas personas que en Roma cumplían con estos
tres estatus eran los paterfamilias. Por consiguiente, la única persona que adquiría plena
capacidad jurídica o personalidad civil para ser sujeto del derecho era el paterfamilias.

En cuanto a los estatus:

I.- Status libertatis: En Roma, la sociedad estaba dividida entre individuos libres y esclavos,
distinción que se encontraba en las Institutas de Justiniano. Los primeros, eran los únicos
que podían adquirir la condición de ser sujeto del Derecho o persona física, disfrutando
del ejercicio de todos sus derechos, como: el ius conubii (derecho a contraer matrimonio
legítimo), el ius commercium (derecho de celebrar válidamente negocios jurídicos en
territorio romano), el ius testamenti (derecho de transferir sus bienes mediante
testamento), el ius actionis (derecho de ejercer acciones en el procedimiento romano), el
ius suffragii (derecho a votar en las asambleas populares), el ius honorum (derecho de
desempeñar cargos públicos).

Mientras que los esclavos no gozaban de ningún derecho, al ser considerados objeto del
Derecho o cosas susceptibles de realizar negocios jurídicos sobre ellos. Recién con la lex
Aquilia de damno dato, del 287 a.C., se reconoció a los esclavos su personalidad natural y
las lesiones al esclavo fueron consideradas como daños corporales, no como daño causado
en las cosas.

II.- Status civitatis: De acuerdo al “status civitatis”, los hombres se dividen en ciudadanos y
no ciudadanos. Esta distinción fue muy importante en la época en que sólo los ciudadanos
romanos gozaban de las instituciones del derecho civil.

Ser ciudadano romano conlleva el ejercicio de todos los derechos: ius conubii, ius
commercium, ius actionis, testamentifactio, ius suffragii, ius honorum. La ciudadanía
romana se adquiere por nacimiento de padres romanos casados en legítimo matrimonio, o
bien de padres de matrimonios mixtos siempre y cuando tengan el ius conubii, por
manumisión solemne y por disposición legal. Igualmente, la ciudadanía romana se pierde
por: condena judicial, renuncia voluntaria de la misma para adquirir otra y por caída en
esclavitud.

Formas de adquisición de la ciudadanía: La calidad de ciudadno se podía aquiri por los


siguientes medios:

- Nacimiento: Con esto no es refiere al lugar en que se produzca el nacimiento,


sino que la nacionalidad de los padres, es decir, si los padres eran ciudadanos
romanos el recién nacido también lo será. En el caso que los dos padres no
tuvieran la calidad de ciudadanos, el recién nacido seguirá la nacionalidad de la
madre.

- En el caso del esclavo que había sido manumitido por su propietario quiritario
conforme al procedimiento pautado por el derecho civil romano.
- El peregrino o extranjero a quien le era conferida la ciudadanía, bien por
resolución de los comicios, por disposición de un delegado del pueblo o por un
rescripto del emperador.

- En el año 212 el emperador Caracalla concedió el derecho de ciudadanía a


todos los habitantes del Imperio.

La ciudadanía se podía perder por los siguientes motivos:

- Cuando se perdía la libertad.

- Cuando se hacía admitir como miembro de una ciudad extranjera.

- Por efecto de ciertas condenas, tales como el exilio bajola Repúblicay la


deportación en la época del Imperio.

III.- Status familiae: Se trata de la situación del hombre libre y ciudadano romano con
respecto a la familia, los hombres se dividen en: sui iuris y alieni iuris.

El primero significa que, sobre él, no ejerce nadie un poder dentro del grupo familiar. De
ahí que, sólo el paterfamilias goce de dicha situación de supremacía ya que la mujer, sólo a
partir de Octavio, pudo ser sui iuris en virtud del ius liberorum (mujer que hubiera parido
tres hijos, si era ingenua, o bien cuatro si era liberta) aunque nunca en las mismas
condiciones que el varón ya que ella siempre estuvo sometida a algún tipo de tutela.

b) Capacidad de Obrar: Por capacidad de obrar se entiende la capacidad para actuar en


derecho válidamente. Puede suceder, que teniendo capacidad jurídica puede que no tenga
capacidad de obrar, es decir, la idoneidad necesaria para poder realizar actos y negocios
jurídicos con plena autonomía.

A los esclavos se le admitió capacidad de obrar: Bien para realizar negocios jurídicos, cuyos
efectos repercutían en su dominus; o bien ante la posibilidad de que cometiese delitos, en
tales casos su dueño se liberaba de la responsabilidad delictual entregando el esclavo a la
víctima del daño del delito.

Por regla general todas las personas en roma tenían la capacidad de obrar, sin embargo
existieron criterios que alterara la capacidad de obrar, estos criterios era:

I.- La edad: En relación a la edad los romanos realizaron diversas clasificaciones y


otorgaban distintas capacidad, dependiendo de los años del individuo:

- Infantes: Menores de 7 años de edad.

- impúberes: Mayores de 7 y mujeres menores de 12 y hombres menores de 14 años.


Podían realizar por sí mismos actos jurídicos que sólo supongan un beneficio patrimonial
para ellos. Ej. Aceptar sin condiciones un regalo.

- Puberes: Son los mayores de 12 o 14 años, tienen plena autonomía de voluntad,


solamente, en relación con el matrimonio y el testamento, pero necesitan de un tutor para
realizar negocios jurídicos patrimoniales. Solamente son plenamente capaces los mayores
de 25 años.

II.- Enfermedad: Determinados sujetos, como consecuencia de estados patológicos


(morbus) que afectan a oscurecer la inteligencia o la voluntad o intencionalidad (locura,
imbecilitas,…) o bien afecta a la suficiente capacidad de exteriorizar dicha voluntad
(sordomudos, ciegos,…), hacen que se consideren incapaces para el ejercicio de sus
derechos.

III.- Prodigalidad: Individuos a quienes, por sus hábitos de dilapidación patrimonial, se les
priva de la administración de sus bienes.
IV.- Sexo: Esta causa se debe a que la posición jurídica de la mujer es inferior a la del varón.
Siempre estuvo sometida a cualquier tipo de potestas familiar. A partir de Octavio (s. I.
d.C.) la mujer cconsiguió la condición de ser sui iuris, siempre que tuviera tres o cuatro
hijos, dependiendo de que fuera ingenua (mujer que nunca conoció la esclavitud) o liberta
(mujer libre que anteriormente fue esclava).

V.- Religión: A partir del Edicto de Milán del año 313 d.C., en el cual se adopta el
cristianismo como religión oficial del pueblo romano, se creó esta incapacidad en que se
afectaba a los que no sean cristianos al ejercicio de cargos públicos, o bien a intervenir
como testigos en determinados negocios jurídicos, o bien disponer de sus bienes por actos
inter vivos o mortis causa e, incluso, a poder contraer matrimonio, como es el caso de la
prohibición entre judíos y cristianos.

ELEMENTO ACCIDENTAL DEL ACTO JURIDICO

Son aquellos que ni esencial ni naturalmente le pertenecen al acto jurídico, pero que las
partes pueden introducir mediante clausula especial. Los elementos accidentales son
también llamados modalidades.

Los elementos accidentales son:

a) La Condición.

b) El Plazo.

c) El Modo.

1.- CONDICIÓN: Es un acontecimiento futuro e incierto de cuya realización depende el


nacimiento o extinción de un Derecho.

Elementos:

a) Un Hecho: Esto se refiere a la realización de un hecho o bien una omisión.

b) Futuro: El hecho debe ocurrir en el futuro y no en el presente o pasado de lo


contrario el acto no estará sujeto a ningún grado de incertidumbre. Si se estipulara como
condición un hecho presente o pasado no hay propiamente una condición, debido a que
en lo presente o pasado no existe incertidumebre. Es decir, Es decir, el hecho del cual
depende se verificara luego de celebrado el acto o contrato.

c) Incertidumbre: Este elemento hace alusión al desconocimiento si el hecho ocurrirá


o no. Si la ocurrencia del hecho fuera cierta, estaríamos ante un plazo.

Clasificación: La condición puede ser clasificada de la siguiente manera:

1.- Positiva o Negativa:

Positiva: La condición consiste en que acontezca un hecho. Ej. Que Chile salga campeón de
América

Negativa: La condición consiste en que no acontezca un Hecho. Ej. Que Chile no salga
campeón de América.

2.- Causales, Potestativas y Mixtas.


Causales: El cumplimiento de la condición depende del azar, de un hecho o de la voluntad
de un tercero. Ej. Si llueve; si el profesor cambia la prueba.

Potestativas: EL cumplimiento de la condición depende de la voluntad o la conducta de


una de las partes. Estas a sus ves pueden ser:

- Simplemente potestativa: Depende de un hecho voluntario que debe realizar


alguna de las partes. Ej. Te doy un auto si corres 10 cuadras.

- Meramente potestativas: Depende de la sola voluntad de una de las partes. Ej. Te


doy mil pesos si tú quieres.

En este caso las condiciones meramente potestativas que dependen solo de la voluntad
del deudor carecen de valor, por falta de seriedad. (Ej. Te doy un millón de pesos si yo
quiero)

Mixtas: Son aquellas en que el cumplimiento de la condición dependen en parte de la


voluntad de una de las partes y en parte de la voluntad de un tercero o el azar. Ej. Te doy
un auto si te casas con Claudia.

3.- Posibles e imposibles.

Posibles: La condición consiste en un hecho que es física y legalmente posible.

Imposible: La condición consiste en un hecho que es física y legalmente imposible.

- Físicamente imposible: Aquella contraria a las leyes de la naturaleza. En este caso si


la condición es positiva el acto será nulo, por el contrario si la condición es negativa, se
entenderá que el acto es puro y simple.

- Legalmente imposible: Aquella que consiste en un hecho prohibido por las leyes o
contrario a las buenas costumbres, a la moral o al orden público. En este caso el acto será
siempre nulo, salvo la condición moralmente imposible que se imponga en un testamente,
sin embargo en estos casos se tendrá como un acto puro y simple, como si no se hubiese
impuesto la condición.

4.- Suspensiva y resolutoria.

Suspensiva: Es el hecho futuro e incierto del cual depende el nacimiento de un Derecho.

Estados en que puede estar la condición suspensiva:

- Pendiente: Cuando el hecho aún no se ha verificado, pero aún puede verificarse.

- Cumplida: Cuando el hecho se ha verificado. En el caso de una condición positiva, si


el hecho ha ocurrido y en el caso de una condición negativa, si hay certeza que el hecho no
ocurrirá.

- Fallida: La condición no se cumple. Si se trata de una condición positiva, se


encuentra fallida desde que hay certeza que el hecho no ocurrirá y si es negativa desde el
momento en que hecho ocurre.

Efectos de la condición Suspensiva:

Para determinar el efecto de la condición hay que estarse al estado en que se encuentra la
condición:

- Pendiente: En este supuesto el derecho y la obligación correlativa no han nacido,


de modo que no se puede exigir el cumplimiento de la obligación, si el deudor cumple
tiene derecho a restitución y no corre la prescripción.
Por lo demás como existe un germen de derecho entre las partes el acreedor puede
impetrar medidas conservativas.

- Cumplida: En este supuesto el acto tiene pleno valor, como si fuera puro y simple,
de modo que se puede exigir el cumplimiento de la obligación y comienzan a correr los
plazos de prescripción.

Cuando se trata de un derecho real, la doctrina ha discutido si este derecho opera


retroactivamente, es decir, si produce efectos desde que se cumplió la obligación o desde
que se celebró el acto o contrato. Los juristas clásicos no aceptan el efecto retroactivo, sin
embargo en el Derecho justinianeo se aceptó este efecto retroactivo.

- Fallida: El acto no nace a la vida del Derecho y se estima como si jamás se hubiese
celebrado.

Resolutoria: Es el hecho futuro e incierto del cual depende la extinción de un Derecho.

El acto sujeto a condición resolutoria se considera puro y simple. Esta condición no afecta
el nacimiento del derecho sino su extinción. No hay obligación condicional, lo condicional
es la resolución.

Clasificación:

La condición resolutoria se clasifica en: condición resolutoria ordinaria, condición


resolutoria tácita y pacto comisorio.

Condición Resolutoria Ordinaria

Es el acontecimiento futuro e incierto del cual depende la extinción de un derecho,


siempre que no sea el incumplimiento de una obligación de las partes, pues en tal caso
sería pacto comisorio, ejemplo, te doy $1.000 pero si te aumentan el sueldo me los
devuelves.

La condición resolutoria ordinaria presenta las siguientes características:

1) Es un elemento accidental de los actos y contratos. Por ser accidental requiere de


mención expresa de las partes.

2) Se admite tanto en los actos unilaterales como en los bilaterales.

3) Nunca puede consistir en el incumplimiento de lo pactado, de una obligación convenida


en el acto o contrato, pues si así fuera sería pacto comisorio.

4) Opera de pleno derecho, es decir no necesita resolución judicial para producir sus
efectos.

Cumplida la condición resolutoria ordinaria el derecho del propietario se extingue o


resuelve, y como opera con efecto retroactivo viene a considerarse el acto o contrato
como no celebrado. No ocurre así en los contratos de tracto sucesivo, pues si bien la
resolución se aplica a ellos ésta no opera retroactivamente sino hacia el futuro.

Condición Resolutoria Tácita

Aquella que no se expresa formalmente, cuyo hecho en que consiste es precisamente el


incumplimiento por una de las partes de lo pactado, habiendo cumplido el otro o estando
llano a cumplir.
La condición resolutoria tácita va envuelta en todos los contratos bilaterales y de
verificarse el incumplimiento, la parte que cumplió o que esta llana a cumplir, puede
demandar a su arbitrio, el cumplimiento forzado o la resolución del contrato, cualquiera de
ellos, más indemnización de perjuicios.

La condición resolutoria tácita presenta las siguientes características:

1) Es un elemento de la naturaleza de los contratos;

2) Procede sólo en los contratos bilaterales;

3) Opera siempre por incumplimiento de lo pactado;

4) Necesita de resolución judicial, y

5) Se puede solicitar el cumplimiento o la resolución más indemnización de perjuicios,


pero no puede solicitarse solamente esta última.

Requisitos de la condición resolutoria tacita:

Para que pueda pedirse la resolución es necesario que el contratante incumplidor esté en
mora y que el que pide la resolución haya cumplido o se allane a ello.

Derechos que concede:

El contratante diligente o cumplidor tiene un derecho optativo, pues puede elegir entre
demandar el cumplimiento o la resolución del contrato

Pacto Comisorio

Es la estipulación que hacen las partes estableciendo que el contrato se resolverá si una de
ellas no cumple sus obligaciones. Es decir, consiste en estipular expresamente la condición
resolutoria tácita. Procede tanto en los contratos bilaterales como unilaterales.

El pacto comisorio se puede clasificar en:

a) pacto comisorio en el contrato de compraventa por incumplimiento de la obligación de


pagar el precio. A su vez este se puede clasificar en Simple y calificado:

- Simple: se estipula que si no se paga el precio se puede resolver el contrato de


compraventa. Luego, los efectos son los mismos que los de la condición resolutoria tácita:
el vendedor puede elegir entre solicitar el cumplimiento o la resolución del contrato, y en
ambos casos con indemnización de perjuicios. La resolución debe pedirse, no opera de
pleno derecho.

- Calificada: también se le conoce con el nombre de Pacto Comisorio con cláusula de


resolución ipso facto. Este pacto no opera de pleno derecho, sino por sentencia judicial,
pero el comprador para poder enervar la acción dispone sólo de un plazo de 24 horas
contadas desde la notificación de la demanda, y este es un plazo fatal.

b) pacto comisorio en otros contratos y en el de compraventa por una obligación distinta


de la de pagar el precio. A la vez este puede clasificarse en simple y calificado:

- Simple: sus efectos son los mismos que el que produce el pacto comisorio simple en el
contrato de compraventa por incumplimiento de la obligación de pagar el precio.

- Calificado: En este caso de igual forma se agrega la cláusula de resolución de ipso facto,
en este punto la mayor parte de la doctrina ha estimado que esta cláusula es vaída,
estimando que produce los siguientes efectos:

1) El contrato se resuelve ipso facto, por el sólo hecho de incurrir el deudor en mora;
2) El arrendador no necesita iniciar un juicio para la termina¬ción del contrato de
arrendamiento, porque ésta se produjo de pleno derecho, luego sólo debe pedir la
restitución de la cosa arrendada.

En cuanto a los efectos y formas en que se aplica la condición resolutoria existen


importantes diferencias entre el derecho moderno con el Derecho Romano.

Efectos en el Derecho Moderno:

1- PENDIENTE: El acto o contrato produce sus efectos como si fuera puro y simple, puede
exigirse el cumplimiento forzado de la obligación y celebrar todo tipo de actos o contratos
sobre la cosa.

2- FALLIDA: El acreedor pasa a ser puro y simple, quedando firmes todos los actos que
efectuó el deudor cuando la condición estaba pendiente.

3- CUMPLIDA. El derecho se extingue para su actual titular. Por lo cual debe restiturse lo
que se hubiere recibido bajo la condición.

Aplicación en el Derecho Romano.

En el Derecho romano no se reconocía este tipo de condiciones, sino que para ellos se
trataba de un acto puro y simple, el cual se resolvió por un pacto resolutorio anexo.

Tal como lo señalamos, los romanos nunca pensaron que el negocio jurídico pudiera ser
sometido a condición resolutoria, pero debido a las necesidades del comercio se
estableció una solución. Concebir la existencia de dos negocios, uno puro y simple, al que
podíamos llamar negocio central, al que se adhiere un pacto resolutorio, esto es,
encaminado a hacer que cesaran los efectos del primero y este segundo negocio estaba
sometido a una condición suspensiva, en el sentido de que sus efectos de cesación de los
efectos del negocio central, se realizarían si se verificaba el acontecimiento futuro e
incierto.

Por regla general, los pactos no dan acción para exigir su cumplimiento, pero el pretor, en
caso de que se pretendiera obtener el cumplimiento del negocio jurídico central, concedía
al demandado una excepción, la exceptio pactii.

2.- PLAZO: Es un hecho futuro y cierto del cual depende el ejercicio o extinción de un
Derecho.

Elementos del plazo:

- Es un Hecho: Debe tratarse de la realización de un hecho y no de una omisión.

- Sea Fututo: No puede tratarse de un hecho presente o pasado, ya que ese caso se
estaría ante un acto puro y simple. Es decir, el hecho del cual depende se verificara luego
de celebrado el acto o contrato.

- Certidumbre: Debe existir certeza que el hecho ocurría aun cuando no se sepa
cuando.

Distinción si un día es un plazo o una condición: En un principio la forma más sencilla de


establecer un plazo es a través del señalamiento de un día sin embargo en algunos casos el
día puede ser entendido como una condición, por ello es necesario distinguir lo siguiente:

a) Dies certus an certus quando (se sabe con certeza que sucederá y se sabe cuándo
sucederá): "Te daré 100 para las calendas del mes de marzo". Es un Plazo.

b) Dies certus an incertus quando (se sabe con certeza que -ocurrirá, pero no se sabe
cuándo): "Te daré 100 el día de la muerte de Ticio". Es un plazo.
c) Dies incertus an certus quando (no se tiene certeza si ocurrirá; pero de ocurrir, se sabe
cuándo ocurrirá): "Te daré 100 cuando cumplas 20 años". Es una condición

d) Dies incertus an incertus quando (no se tiene certeza si ocurrirá y tampoco la hay sobre
cuándo ocurrirá): "Te daré 100 el día que se case Ticio". Es una condición.

Clasificación del plazo:

1.- Convencional, Legal y judicial:

- Convencional: Es aquel determinado por las partes.

- Legal: Es aquel fijado por la ley.

- Judicial: es aquel determinado por el juez.

2.- Expreso y tácito:

- Expreso: Es aquel formulado en forma explícita por las partes, la ley o el juez.

- Tácito: Es aquel indispensable para el cumplimiento de la obligación.

3.- Determinado e indeterminado:

- Determinado: Es aquel en que se sabe el día en que se realizara el hecho futuro e


inevitable.

- Indeterminado: Es aquel en que se ignora el momento en que se realizará el hecho futuro


e inevitable.

4.- Suspensivos y extintivos:

Suspensivo: Es aquel hecho futuro y cierto del cual depende el ejercicio de un Derecho.

Extintivo: Es aquel Hecho futuro y cierto del cual depende la extinción de un derecho.

Estado en que puede estar el plazo:

1.- Pendiente: Aun no ha ocurrido el Hecho futuro y cierto.

2.- Cumplido: El hecho ya se verifico.

El plazo jamás puede estar fallido, ya que el hecho siempre ocurrirá, ya que es un hecho
cierto.

Efectos del plazo: Para esto hay que distinguir entre el plazo suspensivo y extintivo.

1.- Plazo suspensivo: Para determinar el efecto es necesario ver en que estado se
encuentra el plazo.

a) Pendiente:

- Si bien el derecho existe no es exigible, por lo cual no puede demandar su


cumplimiento.

- Si el deudor paga, paga bien, por lo cual no puede solicitar la restitución.

- No corre la prescripción extintiva.

- Se pueden solicitar medidas conservativas.

b) Cumplido:

- La obligación se hace exigible.


- Corre la prescripción extintiva.

2.- Plazo extintivo: En este caso hay que distinguir si el acto es de buena fe o de Derecho
estricto.

a) Acto de buena fe:

- Si se encuentra pendiente, el acto existe y es exigible.

- Si se encuentra cumplido, se extingue el Derecho y su respectiva obligación.

b) Acto de Derecho estricto: En un principio no se aceptó este tipo de plazo, sino que al
igual que la condición resolutoria, se entendía que existía un pacto de resolución, sujeto a
un plazo suspensivo.

3.- MODO:

Obligación impuesta al beneficiario de una liberalidad de dar un destino determinado a


todo o parte de los bienes que se le otorgan. Es decir, el beneficiario recibirá algo sin
ninguna efectuar una contraprestación a cambio, sin embargo el beneficiario deberá
observar un comportamiento determinado. Ej. "Que Ticio sea mi heredero. Pero que en el
fundo que recibe levante un monumento funerario en mi memoria".

Características:

1.- El acto debe ser gratuito.

2.- Se le impone al beneficiario un gravamen lícito.

Cumplimiento del modo:

Para los juristas clásicos no existía un remedio judicial directo para obligar al beneficiado al
cumplimiento del modo, y ello solo se logra por medios indirectos como lo era
estableciéndose relaciones jurídicas entre el beneficiario y la persona a quien beneficia el
modo. Así, el otorgante exigía una cautio al beneficiario asegurando con ello el
cumplimiento del modo, o bien, otra posibilidad era fijando una stipulatio poenae para el
caso del beneficiario incumplido. En el plano judicial, el pretor opto en algunos casos por
utilizar su facultad de denegar acciones, vale decir, mediante el expediente de la denegatio
actionis al legatario que reivindica la cosa sin haber cumplido el modo.

En el derecho justinianeo, se crea una condictio y una actio (civilis incerti praescriptis
verbis) que tiene por objeto o la restitución de la cosa, en caso de una donación, o la
ejecución del modus. De esta forma el modo se convirtió en una carga que el gravado
tenía que cumplir sujeto a diversas mediadas de responsabilidad en caso de
incumplimiento.

Alguno de los remedios procesales dependiendo del tipo de acto:

1.- Legado sub-modo: En este caso si el legatario quisiera hacer valer la liberalidad por
sobre el heredero, el pretor podía negarse en la medida que el legatario no diera garantía
suficiente del cumplimiento de el gravamen impuesto.

2.- Institución de heredero: En el caso en que se trate de un solo heredero, el testador


podía establecer una sanción de desheredación si no se cumplía con el modo.

3.- Donación: se le admitieron al donante dos acciones: la condictio causa data causa non
secuta, para recuperar la cosa donada, y la actio prescriptis verbis, si pretendía el
cumplimiento del cargo o modo.
Diferencias entre el modo y a condición:

1.- La condición suspensiva suspende el nacimiento del Derecho, por el contrario el modo
no lo suspende.

2.- Si la condición no se cumple se extingue el Derecho, en cabio en el modo la asignación


subsiste, salvo si se establece una clausula resolutoria.

3.- La condición no admite, a diferencia del modo, el cumplimiento por equivalencia.

EFECTOS DE LOS ACTOS JURIDICOS

Los efectos de los actos jurídicos son el conjunto de derechos y obligaciones que de
él emanan. La regla general es que los actos jurídicos solo produzcan efectos entre las
partes y no respecto de tercero, excepcionalmente producirá efecto en terceros. Lo
normal es que los actos jurídicos produzcan efectos sólo entre las partes o respecto de su
autor y no respecto de terceros, pe en ciertos casos, puede producir efectos respecto a
tercero. Por ejemplo, los actos ERGA OMNES son los actos que por naturaleza producen
efectos respecto de todos. En general, los actos de familia y de estado civil son actos erga
omnes.

Partes: Son aquellas personas que concurren con su voluntad a la formación del acto.
Respecto de ellas los actos jurídicos producen todos sus efectos.

Terceros: Son aquellas personas que no han concurrido con su voluntad a la formación del
acto. Los terceros pueden ser clasificados de la siguiente manera:

a) Terceros Absolutos: que son aquellos que nunca están en relación jurídica con las
partes.

Respecto de estos terceros absolutos el acto jurídico no produce efectos.

Excepcionalmente hay actos que si los afectan pues producen efectos “erga
omnes”. Tales actos producen efectos absolutos. Ej.: actos jurídicos de familia.

b) Terceros relativos: Son aquellas personas extrañas al acto jurídico que están o
estarán en relaciones jurídicas con las partes, sea por su propia voluntad o por
disposición de la ley.

Los terceros interesados (también denominados causa habiente) son aquellos que
derivan todo o parte de sus derechos de otra persona denominada autor.

Desde el punto de vista de esos derechos ocupan el lugar y situación de dicho


autor.

REPRESENTACIÓN

Se está ante representación cuando la manifestación de la voluntad en un acto


jurídico es efectuada por una persona distinta, en favor o a cargo, de la cual se quieren
producir los efectos del acto jurídico.

Clases de representación:
1.- Legal y Voluntaria:

a) Legal: La ley faculta al representante para actuar en nombre del representado

b) Voluntaria: El propio representado mediante un mandato, autoriza al representante


para actuar en nombre suyo.

2.- Directo e indirecto:

a) Directo: Aquella en que los actos o declaraciones de la voluntad realizados por el


representante producen sus efectos directamente con relación al representado.

b) Indirecto: Es aquella en que los efectos de la declaración de voluntad o de la actuación


del representante se producen en favor y en contra del mismo, por lo que se precisan
nuevos actos jurídicos para que los referidos efectos pasen al representado. Este es el
único método de representación que fue reconocido en el Derecho Romano.

Sujetos En La Representación:

Representante: Aquel que actúa en lugar y a nombre del otro.

Representado: Aquel en quien se radican los efectos del acto celebrado por el
representante.

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