Los jurisconsulto romanos, no construyeron una teoría general de los hechos o actos
jurídicos, sino que fueron considerando, en los actos concretos que se le presentaban, qué
situaciones merecían ser protegidos por medio de acciones y en qué circunstancias debía
reconocerse a una determinada persona una facultad para actuar respecto de una cosa o
de una persona también determinada. La dogmática moderna, recogiendo los principios
básicos suministrados por la jurisprudencia romana, elaboró la teoría del negocio jurídico,
cuya paternidad se atribuye al jurista alemán Gustavo Hugo.
Ya entrando en el análisis de los actos jurídicos, se debe partir de la base que hecho es
toda acción u obra del hombre o de la naturaleza que cae bajo la percepción de nuestros
sentidos. Estos hechos pueden o no producir un efecto en el mundo del derecho, es por
ello que estos pueden ser clasificados de la siguiente manera:
1.- Hechos Simples: Son las acciones u obras del hombre o de la naturaleza que no
producen consecuencias jurídicas. Ej. La salida del sol o de la luna, la lluvia, el amanecer
(de la naturaleza), reír, caminar, respirar (del hombre).
Sin embargo si bien en principio los hechos simples por sí mismo no producen efectos
jurídicos, si podrían llegar a producirlos si las partes así lo quisieran de modo que nada
impide que una persona se comprometa con otra a entregarle una cosa "cuando caiga la
próxima lluvia" Sin embargo la lluvia, por sí, es un hecho de la naturaleza que no tiene
efecto jurídico.
2.- Hecho Jurídico: Son cualquier suceso, circunstancia, acto o situación al cual el
ordenamiento jurídico le reconoce la creación de efectos jurídicos, esto es, hacer nacer,
modificar o extinguir derechos subjetivos. Estos hechos pueden provenir de la naturaleza o
del hombre:
2.1.- Hechos jurídicos de la naturaleza: son aquellos que tiene su origen en la naturaleza y
que producen ciertas consecuencias jurídicas, no requieren voluntad ni capacidad. Ej. El
nacimiento, el transcurso del tiempo (para la prescripción) y la muerte, la caída de un rato
(caso fortuito).
2.2.- Hechos jurídicos del hombre: Son aquellos que tiene su origen en actos del hombre y
que producen efectos jurídicos, estos a la vez pueden ser voluntarios o involuntarios.
a) Hechos involuntarios: Son los generados sin que exista voluntad alguna de
producir el hecho y aún menos de asumir las consecuencias jurídicas. Ej. Actos realizados
por los dementes o los infantes.
- Hechos jurídicos lícitos: Son aquellos actos que están permitidos por el
ordenamiento jurídico. Ej. Actos jurídicos, contratos, cuasi contratos, agente
oficioso.
- Hechos jurídicos ilícitos: Son aquellos hechos que están prohibidos por la
norma para poder realizarlo y por ende tienen una sanción. Ej. Delito civil o
cuasi delito civil.
CONCEPTO: Acto jurídico es una manifestación de la voluntad de una o más partes con la
intención de crear, transferir, modificar o extinguir derechos y obligaciones.
Las partes deben manifestar su voluntad con la intención de que el acto que efectúan
tenga el objeto de crear, transferir, modificar o extinguir derechos y obligaciones.
1.- En atención al número de voluntades que los genera o del número de voluntades
concurrentes necesarias para que el acto jurídico nazca a la vida del derecho:
1.1.- Acto jurídico unilateral: Para nacer a la vida del derecho requieren la concurrencia de
la voluntad de una sola parte. Ej. Testamento, aceptación de herencia, reconocimiento de
un hijo, renuncia de derechos, la revocación, la oferta, la aceptación, manumisión (la
antigua Roma, es el nombre que recibía el proceso de liberar a un esclavo, tras lo cual se
convertía en un liberto); la oferta y la aceptación.
a) Simple: En aquellos casos en que la parte está conformada por una solo
persona.
1.2.- Acto jurídico bilateral: Para nacer a la vida del derecho requieren del acuerdo de
voluntades de dos o más partes. Ej. El contrato, la novación, la tradición mancipatio,
stipulatio.
CONTRATO UNILATERAL: Una sola de las partes que concurren a la celebración del
contrato resulta obligada, la otra no contrae obligación. Ej. El mutuo o préstamo de
consumo.
CONTRATO BILATERAL IMPERFECTO: En principio sólo resulta obligada una de las partes
pero eventualmente pueden resultar obligadas ambas partes. Ej. Comodato o préstamo de
uso.
2.1.- Acto jurídico gratuito: Es aquel que tiene por objeto el beneficio o utilidad de una de
las partes, como el testamento o la donación.
2.2.- Acto jurídico oneroso: Es aquel que tiene por objeto el beneficio de ambas partes,
como la compraventa o el arrendamiento. Estos a su vez se pueden clasificar de la
siguiente manera:
En ciertos actos jurídicos la gratuidad u onerosidad del acto es fundamental para que este
mantenga su naturaleza y no degenere en otro distinto ES DECIR SE TRATA DE UNA UN
ELEMENTO ESENCIAL ESPECIAL DEL ACTO JURIDICO DE QUE SE TRATE. Así, la onerosidad
es esencial en la compraventa, si falta el precio degenera en donación.
3.1.- Acto jurídico entre vivos: Es aquel cuyos efectos se producen en vida de sus autores.
Ej. Arrendamiento, compraventa, sociedad.
3.2.- Acto jurídico mortis causa: Es aquel cuyos efectos se realizan normalmente después
de la muerte de su autor, como el testamento.
En el Ius Civile, la regla general era que los actos jurídicos fuesen solemnes. Sólo comenzó
a haber libertad de forma con el desarrollo del ius gentium entre el III y II a.C. El
formalismo se explica por el nexo entre los intereses jurídicos y religiosos. Una de las
formalidades requeridas era la oralidad, pronunciamiento de determinadas palabras
rituales. En algunos casos se exigía además la presencia de determinados magistrados,
sacerdotes o instrumentos. La escritura no constituyó formalidad en el Derecho romano
antiguo o clásico, pero sí en el Derecho post-clásico, penetrado por la cultura griega y la
escritura, comenzó a ser aceptada como solemnidad en ciertos actos jurídicos (contratos
literis). En los actos jurídicos de buena fe, en los actos del derecho pretorio y del derecho
de gentes, la regla general era que no fueran solemnes.
5.1.- Actos jurídicos causados: Son aquellos en que la causa aparece como ineludiblemente
unida a la existencia del acto jurídico, si esta no existe o es ilícita, el acto no se perfecciona
o bien no produce efectos. Ej. La compraventa, la causa de la obligación del vendedor de
entregar la cosa es el objeto de la obligación del comprador de pagar el precio.
5.2.- Actos jurídicos abstractos: Es aquel que carece de causa o se celebra sin tener una
relación directa con una causa determinada, como la letra de cambio, la mancipatio o la
stipulatio. Su validez depende del cumplimiento de ciertas formalidades. La forma
sustituye a la causa o se identifica con ella.
La mayor parte de los actos del Ius civile eran abstractos, en cambio, en los actos de buena
fe, del ius gentium, normalmente se exigía la concurrencia de causa lícita como requisito
de validez del acto.
6.1.- Acto jurídico puro y simple: Es aquel que produce sus efectos normales desde su
constitución y para siempre, sin alteraciones o modificaciones de ninguna especie, como la
compraventa al contado.
6.2.- Acto jurídico sujeto a modalidad: Es aquel cuyos efectos normales son alterados por
cláusulas especiales, agregadas por la voluntad de las partes o por disposición de la ley.
Estas cláusulas especiales son denominadas modalidades. Ejemplo: el modo, la condición,
el plazo y la representación.
7.2.- Acto jurídico accesorio: Son aquellos que tiene por objeto asegurar el cumplimiento
de una obligación principal, de manera que no pueden subsistir sin ellos. Ej. La prenda,
hipoteca y la fianza.
Existe el aforismo que señala “que lo accesorio sigue la suerte de los principal” Así, si el
acto principal es nulo, también o será el accesorio. Es decir, extinguida la obligación
principal se extingue la obligación accesoria.
9.1.- Actos jurídicos de derecho estricto: Propios del Ius civile. Eran formales, solemnes y
valían exclusivamente al tenor de lo pactado. Aplicables sólo a ciudadanos romanos. Este
tipo de contratos se interpretan de forma restrictiva. Ej. Stipulatio, in iure cessio,
adiudicatio.
9.2.- Actos jurídicos de buena fe: Se crearon para suplir las deficiencias de los de estricto
derecho. Exentos de formalidades, su celebración era más simple. No estaban reservados
únicamente a los ciudadanos, sino que podían ser utilizados por peregrinos o extranjeros.
No obligaban únicamente a cumplir con lo prometido, sino que imponen como obligatorio
todo lo exigible entre personas justas y leales, o sea, que obran de buena fe. Así, por
ejemplo, una compraventa (acto jurídico de buena fe) y en el que el objeto era un caballo,
el vendedor estaba obligada a entregar un caballo sano y de regular calidad, en cambio, si
la obligación surge como consecuencia de una stipulatio, el promitente cumpliría
entregando cualquier caballo, en el estado en que se encuentre.
Tal como hemos señalado anteriormente los Romanos no realizaron una sistematización o
una teoría de los actos jurídicos, de manera que no establecieron reglas comunes para
todos los actos sino que por el contrario, estos elementos se regulaban en todos los actos
en forma particular. No obstante que en el siglo II D.C. Gayo y posteriormente Justiniano
intentaron sistematizar tanto la teoría de los actos jurídicos como la de los contratos, sin
embargo estas teorías fueron más bien escuetas. De manera que los juristas Romanos se
desinteresaron por formular definiciones generales y sistemas comunes de requisitos y
elementos o efectos. Es por ello que al estudiar los elementos y requisitos de los actos
jurídicos, seguiremos la estructura dada por la doctrina moderna.
1.- Elementos de la esencia de los actos jurídicos: Son aquellos sin los cuales el acto
jurídico no nace a la vida del derecho o degenera en otro distinto. Estos a su vez también
se pueden clasificar de la siguiente manera:
1.1.- Comunes: Son aquellos sin los cuales el acto no produce efectos algunos,
estos en general se identifican con los requisitos de existencia de los actos jurídicos. Estos
elementos comunes son la voluntad, el objeto, la causa y las solemnidades.
1.2.- Especiales o Particulares: Son aquellos sin los cuales el acto degenera en otro
diferente, como sucede si en la compraventa falta cosa o el precio, este contrato
degenerara en una donación, o bien si en el contrato de arrendamiento si no existe la
voluntad de las partes de exigir el cobro de una renta o canon este contrato degenerara en
un comodato.
2.- Elementos de la naturaleza de los actos jurídicos: Son aquellos que no siendo esenciales
al contrato se entienden pertenecerle, sin necesidad de una cláusula especial. Sin
embargo, estos elementos pueden modificarse libremente por la voluntad de las partes.
Ejemplo: La obligación de saneamiento de la evicción o la condición resolutoria tacita en
los contratos bilaterales.
En ejemplo del elemento de la naturaleza en el derecho romano: Así, el pago del duplum
del valor de la cosa si se daba el caso de la evicción y la indemnización pertinente en caso
de los vicios redhibitorios; pero luego, dada la jides en que se basan los negocios del tus
gentium, se entendió que estos elementos estaban implícitos, salvo que expresamente se
los excluyera.
3.- Elementos accidentales de los actos jurídicos: Son aquellos que ni esencial ni
naturalmente pertenecen al acto o contrato, y que se le agregan por medio de cláusulas
especiales. Los elementos accidentales se llaman también modalidades de los actos
jurídicos y son la condición, el plazo y el modo. Los elementos accidentales, tienen por
objeto alterar los efectos normales del acto jurídico en lo que dice relación con la creación,
modificación o extinción del derecho u obligación de que se trate.
En torno a los requisitos del acto o contrato se suele distinguir entre los requisitos
de la esencia y de validez.
1.- Requisitos de existencia: Son aquellos indispensables para que el acto o contrato nazca
a la vida del derecho. Estos requisitos son la voluntad, el objeto, la causa y las
solemnidades propiamente tal.
Actualmente se ha discutido cual es la sanción por no cumplir con uno de estos requisitos,
la doctrina minoritaria ha estimado que es la inexistencia, mientras que la teoría
mayoritaria ha estimado que la sanción es la nulidad absoluta.
1.1.- LA VOLUNTAD: es la potencia del alma por la cual ésta se mueve a hacer lo que
desea. Es la aptitud para hacer algo.
En los actos jurídicos unilaterales se habla de voluntad y así se dice, por ejemplo, la
voluntad del testador fue... En los bilaterales toma el nombre de consentimiento, que
algunos definen como "el acuerdo de voluntades de dos o más personas destinadas a
lograr un resultado jurídico". Así, se habla, por ejemplo, del consentimiento para el
matrimonio
I.- Oferta: La oferta es una proposición que dirige una persona a otra para los efectos de
celebrar una convención en ciertas condiciones. La oferta es un acto jurídico unilateral,
por cuanto solo en la medida que le siga la aceptación generara los efectos jurídicos que le
son propios.
En principio mientras la oferta no sea aceptada, no obliga y puede ser retirada, sin
embargo puede llegar a obligar cuando si se hacía a una ciudad, por motivo suficiente (ob
justam causam), o cuando consistía en consagrar una cosa a los dioses (votum).
Para que la oferta sea válida debe cumplir con los siguientes requisitos:
- La oferta debe ser completa, es decir, debe contener al menos los elementos de la
esencia del contrato que se propone suscribir.
← - Dada en tiempo oportuno (manifestarse dentro del plazo legal o dentro del
plazo señalado por el oferente)
De manera que existirá una manifestación expresa en aquellos casos en que la voluntad se
la formula verbalmente mediante palabras indubitables. Así en la stipulatio, cuando uno
de los contratantes dice: "Prometes. ..?" y el otro contesta: "Prometo". O también por
escrito, como en el caso de los contratos literales. También se considera que es expresa la
voluntad que se manifiesta por signos inequívocos: en una compraventa, si alguien la
propone y el otro la acepta por medio de una inclinación de la cabeza, o se señala el
objeto del contrato designándolo con la mano.
Así, si el que fue instituido heredero en una sucesión, sin haber dicho nada expreso, toma
parte en el arreglo de los negocios de la sucesión (pro herede gestio), cabe entender que
ha aceptado tácitamente la herencia.
II.- Debe ser seria: La voluntad es seria cuando se manifiesta por una persona capaz y con
el propósito de crear un vínculo jurídico.
En este punto se ha generado una discusión en torno de cual voluntad predomina en casos
de colisión, la voluntad real o la declarada.
En los actos del Ius Civile prima la voluntad declarada, la forma o manifestación de querer
externa, tanto así que en esta fase es imposible distinguirlas o hablar de voluntad revestida
de forma, pues los efectos jurídicos dependen solo de la forma, independiente de la
voluntad.
III.- Debe estar exenta de vicios (es un requisito de validez de los actos jurídicos): En el
Derecho Romano clásico no se consideraron los vicios de la voluntad por cuanto las
obligaciones nacían del formalismo como la estipulatio o los estatutos contractuales, pero
no de la voluntad o consentimiento, de este modo si una persona, por equivocación o
porque era apremiada con un arma o una amenaza cualquiera o era engañada, se
comprometía a dar o hacer algo en favor de otra, debía cumplir. La circunstancia de que el
acto jurídico fuera formal la obligaba. . El derecho se limitaba a verificar que se hubieran
cumplido las formalidades. En cambio más adelante, a medida que los actos jurídicos
fueron menos solemnes, se comenzó a atender más a la voluntad real que a la voluntad
declarada. Comenzó a importar si esa voluntad expresada correspondía fielmente a la
verdadera intención del declarante o no. Fueron los pretores quienes se preocuparon de la
voluntad de las partes se encontrara exenta de vicos.
Los vicios de, la voluntad son hechos que hacen que la voluntad o consentimiento que se
dio para dar nacimiento a un acto jurídico sea ineficaz y que el acto pueda ser invalidado.
Ellos son el error, el dolo y la fuerza, que vamos a estudiar a continuación.
A.- EL ERROR: En forma general el error puede ser definido como "la ignorancia o el falso
concepto de la realidad o de una norma de derecho". Del concepto podemos apreciar dos
tipos de error, de hecho de Derecho.
a) Error de Derecho (error iuris): Es la ignorancia o falso concepto que se tiene de una
norma de derecho.
Por regla general, el error de Derecho no vicia el consentimiento (voluntad), por una razón
de seguridad jurídica. En la legislación Chilena, particularmente en el artículo 8 del Código
Civil se establece una presunción de Derecho, es decir, no admite prueba en contrario,
dicha disposición señala “Nadie podrá alegar ignorancia de la ley después que esta haya
entrado en vigencia”, manera que en chile nadie puede algar error de Derecho. Caso
contrario a lo que sucedía en el Derecho Romano Privado, en donde la regla general era
que el error de Derecho no viciaba el consentimiento, sin embargo si admitían
excepciones, en los siguientes casos:
- Menores de 25 años.
- Mujeres.
- Soldados en campaña
El hecho que en el caso de estas personas el error del Derecho viciara el concebimiento se
debía básicamente a la menor aptitud para comprender el derecho (Menores de 25 años y
mujeres) o bien la menor oportunidad para aprenderlo (Soldados y rústicos). No obstante
a ello el error de derecho beneficia a estas personas en juicio sólo para evitarles un daño, y
nunca para que puedan obtener un beneficio de su ignorantia iuris.-
b) Error de hecho: Se define como la ignorancia o concepto equivocado que se tiene de
una persona, cosa o de un hecho, en suma, de la realidad. Cuando reúne las condiciones
establecidas por la ley, constituye vicio del consentimiento y permite anular al acto
jurídico. Podía ser de distintas clases:
I.- Error in negotia (en el negocio): Es el que recae sobre la naturaleza del acto contrato
que se celebra. Ej. Una de las partes cree haber dado una cosa a la otra en virtud de aun
compraventa y la otra cree haberla recibido en donación. El acto es nulo. Es decir, en este
caso más que un vicio de la voluntad se entiende que la voluntad no se ha manifestado,
por ende falta un requisito de existencia.
En la actualidad existe diucón sobre cuál es la sanción aplicable, la parte de la doctrina que
apoya la teoría de la inexistencia, plantea que esta debe ser la sanción para este tipo de
error, ya que no existió jamás un consentimiento, la parte que no apoya la teoría de la
inexistencia, igualmente se encuentran divididas, una parte plantea que debería ser
nulidad absoluta, sin embargo otra parte de la doctrina plantea que debería ser nulidad
relativa, estos últimos se fundan en la interpretación de los dispuesto en el artículo 1454
del Código civil.
II.- Error in corpore (en el objeto): Es el que recae sobre la identidad especifica de la cosa
de que se trata, es decir, recae en el objeto dela acto o contrato, como si una de las partes
entendiera que se le debe entregar un piano y la otra una motocicleta.
En este caso la legislación chilena existe la misma disuasión en cuanto a la sanción que en
caso del error en el negocio.
III.- Error in substancia: Tiene lugar cuando recae sobre las características esenciales del
objeto del negocio. Así, por ejemplo, creo comprar una botella de vino y en realidad
contiene vinagre. Creo comprar una fuente de oro, y es de bronce.
Para los romanos, la solución no fue fácil ni única. Así, en el caso del vino, Juliano
considera el acto jurídico nulo, Marcelo se inclina por la validez del acto y Ulpiano, en
cambio, también dice que el acto jurídico vale pero hace una distinción: si se compró vino
y el vino luego se avinagró, la compraventa es válida; en cambio, si se entregó
directamente vinagre, el acto es nulo.
Por su parte el profesor Maximiano Errazuriz plantea que este error vicia el
consentimiento únicamente en los actos jurídicos de buena fe. Si el acto es de estricto
derecho, vale de todos modos. A este respecto algunos pretores, como Juliano y Ulpiano,
estimaban que el error in substantia viciaba el consentimiento en los actos jurídicos.
En la legislación chilena este tipo de error será sancionado de con la nulidad relativa.
IV.- Error accidental: Es aquel que recae sobre cualidades accidentales de la cosa u objeto
del contrato. Por ejemplo, una persona compra un caballo. El color del caballo no interesa
en principio, de modo que no podría el comprador pretender la nulidad del acto jurídico
porque le vendieron un caballo de un color distinto del que quería.
De este modo en los actos de Derecho estricto jamás podrá viciar el consentimiento, sin
embargo, en los actos de buena fe podrá viciar el consentimiento si se cumplen dos
requisitos: primero, que el accidente de la cosa sea esencial para la persona; y segundo,
que esa calidad de esencial sea conocida por la otra parte.
V.- Error in persona (intuito persona): Es aquel que recae sobre la identidad del otro
contratante. Tiene lugar cuando el acto jurídico se realiza con una persona distinta de
aquella con la cual se quería celebrar el mismo.
Por regla general, no vicia el consentimiento, sólo lo vicia en los actos INTUITO PERSONA
esto es, los casos en que la persona (otra parte) es determinante, dado que el acto se
celebró en consideración a ella. Ej. Matrimonio, mandato, contrato de sociedad, etc.
Hay que distinguir entre el error sobre el nombre y los errores sobre la identidad y sobre
las cualidades especiales de los contratantes. En el primero, el negocio será válido, por
cuanto la sola equivocación sobre el nombre no resulta esencial para el negocio. En
cambio, en los otros dos, el error puede acarrear la nulidad.
VI.- Error in motivo: Es aquel que recae en las motivaciones psicológicas personales que
inducen a celebrar el acto jurídico. Este tipo de error no vicia el consentimiento.
Muerto el padre apareció el hijo y solicitó al emperador la revocación del testamento por
haber incurrido su padre, al otorgarlo, en un error en los motivos, creyó muerto a su hijo.
B.- FUERZA O METUS: Puede definirse como el "conjunto de apremios físicos o morales
que se ejercen sobre la voluntad de una persona para que ésta dé su consentimiento a un
determinado acto o contrato". Del mismo concepto se puede desprender que la fuerza
puede ser de dos tipos física y moral. Los romanos, al emplear el término metus aluden
primordialmente a la fuerza moral o sicológica.
Para que la fuerza moral viciara el consentimiento era necesario que cumpliera con los
siguientes requisitos:
I.- Debe ser grave: esto es, capaz de producir un justo temor en una persona sana, fuerte,
normal. De este modo la anciana que amenaza a golpear a un boxeador no vicia el
consentimiento.
Labeón no dice que para que el metus constituyera vicio del consentimiento debía
provocar un temor a un mal mayor como la esclavitud o la muerte y Gayo nos dice que lo
es aquella capaz de impresionar a un hombre muy valiente
II.- Debe ser actual e inminente: La fuerza deber ser ejercida al momento de celebrarse el
acto o contrato o debe existir un justo temor que ella sobrevendrá inmediatamente.
III.- Debe ser injusta e ilegítima: Este requisito se refiere a que la fuerza debe ser contraria
a Derecho, es decir, la fuerza no será injusta si se amenaza con llevar a la persona ante un
tribunal un tribunal de justicia.
Para Ulpiano esta clase de fuerza se denomina atroz y se estima contraria a las buenas
costumbres. Ej., se amenaza a alguien con golpear a su hija si no le paga una suma de
dinero. La fuerza ajustada al derecho no constituye vicio de la voluntad
En cuanto a los efectos que producirá la fuerza moral, en la formación del consentimiento
de una de las partes, hay que distinguir ente los actos de Derecho estricto y los de buena
fe.
En los actos de buena fe la fuerza moral viciara los consentimientos en aquellos casos en
que se cumplan con los tres requisitos ante señalados. Por su parte se debe señalar que en
principio la fuerza no viciaba el consentimiento en los actos de estricto derecho, pero el
pretor va a crear distintos remedios procesales destinados a privar de efectos los actos
jurídicos viciados por fuerza.
Los remedios procesales utilizados por el pretor para solucionar la fuerza moral en los
actos de estricto derecho eran:
- Actio Quod Metus Causa: Acción penal que permite obtener del autor de las
amenazas, la indemnización de los daños sufridos.
- In Integrum Restitutio Propter Metus: Acción que persigue que las partes vuelvan
al estado que tenían antes de la celebración del acto o contrato.
C.- DOLO: "aquella maquinación fraudulenta que se ejerce sobre la voluntad de una
persona para que preste su consentimiento en la celebración de un determinado acto o
contrato".
Por su parte LABEON ha definido el dolo de la siguiente manera: Toda astucia, falacia o
maquinación empleada para sorprender, engañar o defraudar a otro.
Por su parte el Código Civil en el art.44 inciso final ha señalado respecto del dolo:
Intención positiva de inferir injuria a la persona o propiedad de otro.
b) Clasificación:
- Dolo Bueno: Artificios utilizados para motivar a la otra parte a que celebre un acto o
contrato.
- Dolo Malo: Es toda astucia, falacia o maquinación empleada para sorprender, engañar o
defraudar a otro.
- Dolo Incidental: es aquel que sólo influye en las circunstancias del acto o contrato
c) Efectos: Para ver los efectos del dolo hay que distinguir entre actos de buena fe y actos
de Derecho estricto.
- Actos de Derecho Estricto: En el antiguo derecho, y parte del clásico, el dolo no viciaba la
voluntad, excepto cuando este producía un error esencial (in negotia o in corpore), caso en
el cual el negocio, como no hay voluntad, no podía nacer. Si el error no era esencial, no
había medio de declar la nulidad del negocio viciado.
En aquellos casos en que el dolo no llegaba a producir un error esencial el pretor concede
a la víctima de dolo remedios procesales tales como la exceptio doli, la in integrum
restitutio propter dolum y la actio doli.
I.- Exceptio doli: Cuando quien había obrado dolosamente demanda a la otra parte para
exigir el cumplimiento de la obligación que emana del acto o contrato viciado, la víctima se
defiende oponiendo la exceptio doli a objeto de paralizar la acción deducida por el
demandante, aduciendo que este había fraguado y llevado a cabo una acción dolosa y así
privar de eficacia o validez al derecho formal del actor cuando su ejercicio se estimaba
contrario a la buena fe y a la lealtad.
II.- La actio doli: La víctima del dolo inicia un juicio y acreditando que celebró el acto
jurídico a consecuencias del dolo malo y principal, podrá obtener una reparación
pecuniaria, indemnización, del daño sufrido.
- Es una acción penal: se podía imponer una condena al autor de dolo a una
suma más elevada que la ventaja que había obtenido. El monto de la sanción
pecuniaria era fijado por el demandante y no por el juez, bajo juramento.
III.- La in integrum restitutio propter dolum: Es una acción de carácter procesal utilizada
en muchos ámbitos y su finalidad era dejar sin efecto un acto o contrato cuando existían
razones para ellos. Era uno de los más importantes remedios legales de origen pretorio.
Mediante ella el pretor, fundado en razones de equidad, ponía a las partes en la misma
situación en que estarían de no haberse celebrado el acto o contrato, y este se tenía por
no celebrado.
1.2.- EL OBJETO: El objeto del acto jurídico o de los contratos es la obligación y a su vez el
objeto de la obligación es la prestación, la que puede consistir en un dar, hacer o no hacer.
El Código civil chileno ha definido el objeto en el articulo1460, el cual señala “Toda
declaración de voluntad debe tener por objeto una o más cosas que se trata de dar, hacer
o no hacer. El mero uso de la cosa o su tenencia puede ser objeto de la declaración.”
Para que el objeto sea válido es necesario que cumpla con los siguientes requisitos:
a) Debe ser real: Esto se refiere a que el objeto debe existir al momento de la declaración de
voluntad o al menos esperar que exista.
Pero también es posible que no se compre la cosa misma sino la suerte. Por ejemplo, una
persona le dice a un pescador "le pago cien sestercios por lo que pesque". Aunque regrese
sin nada, estará obligada a pagar porque no compró la cosa misma sino la suerte. El caso
más frecuente es la compra de un número en una rifa. Los que no obtienen el premio no
pueden alegar que les devuelvan lo pagado a pretexto de que en la compraventa que
efectuaron no hubo objeto. Sí lo hubo. Fue la suerte.
b) Debe ser posible: A lo imposible nadie está obligado. La imposibilidad puede ser física o
jurídica. Físicamente imposible es el objeto que es contrario a las leyes de la naturaleza
física. Jurídica o moralmente imposible es aquel objeto que es contrario a la ley, el orden
público y las buenas costumbres.
En esta clase de determinación el género no puede ser ilimitado (un animal), y en el caos
de ser una cosa fungible debe estar determinada en la cantidad.
El objeto igualmente puede ser determinable, en tal caso el acto debe contener las reglas
necesarias para estables el objeto de este. Por ejemplo, "te compro en mil sestercios los
novillos que indique Marcelo".
d) Debe ser lícito: Esto se refiere a que no debe ser contrario al orden público, la moral o a
las buenas costumbres. (Es además un requisito de validez de los actos jurídicos).
Es ilícita aquella prestación que no estando prohibida por la ley, es reprochada por el
derecho, por ser contraria a la moral, a las buenas costumbres y al orden público. Arts.
1445 N° 3 y 1461 inc. 3° C.C.
- Moral: conjunto de normas que prescribe los deberes que el hombre ha de cumplir con
respecto a sí mismo, a sus semejantes y a los animales, para que sus intenciones y actos se
conformen al bien y no al mal, a lo correcto y no a lo incorrecto, a la honradez y no a la
deshonestidad, a la virtud y no al vicio.
Así, por ejemplo, no podría ser objeto de un negocio la sucesión de una persona viva. Este
principio, que rigió durante la época clásica, se atemperó hacia el final, pues Justiniano lo
permitió para el supuesto de alguien que realizara este tipo de negocio y hubiese
perseverado hasta su muerte en el consentimiento dado. También sería ilícito el negocio
que versare sobre la libertad de una persona; por ejemplo, si alguien pretendiese vender a
un hombre libre como si fuera esclavo. Esto en la época imperial daría lugar a una sanción,
y el que compró por error podía actuar para obtener una indemnización.
1.3.- LA CAUSA: La Palabra causa fue empleada por los romanos en muchos ámbitos.
Dentro del ámbito jurídico, en particular, del derecho Privado se distinguen las siguientes
significaciones:
a) Causa como fuente de las obligaciones: Gayo señaló que los contratos, y delitos eran la
causa de las obligaciones. La causa en este sentido corresponde a la denominada causa
eficiente.
Así, por ejemplo, en relación con la traditio. Este acto supone la entrega material de una
cosa por parte de una persona a otra. Pero para que funcione como operando la traslación
de la propiedad, se torna necesario analizar el negocio-fuente en cumplimiento del cual se
efectúa la traditio. Asi si era por una causa emptionis (por causa de una compra), o una
causa donandi (por causa de una donación), o una causa dotis (por causa de una dote), o
una causa solvendi (por causa de un pago), se entendía que la traditio operaba la
transmisión de la propiedad. En cambio, ello no ocurría si la causa-fuente era un comodato
o un depósito, causas que no son hábiles para la transmisión de la propiedad.
b) Formalidad de los contratos abstractos. Designan también con la expresión causa las
formalidades que deben agregarse a la convención para la perfección de ciertos con tratos.
Así, el deudor quedaba obligado en la estipulación por haber contestado afirmativamente
al acreedor usando el verbo spondere (prometer) y el contrato litteris por la sola circuns
tancia de haber hecho el correspondiente asiento en el codex (Especie de libro de
contabilidad).
c) Causa como motivo o finalidad que induce a celebrar un acto o contrato. Entendiendo
por tal el fin objetivo por el cual se realiza el negocio o acto. Si decimos fin objetivo, es
para diferenciarlo nítidamente del fin o fines subjetivos, que serían más bien los
"motivos". Pongamos un ejemplo: si yo celebro una compraventa, el fin objetivo, o causa-
fin, será el convertirme (luego de la mancipado o de la iradilio) en dueño de la cosa; en
cambio, los motivos pueden ser múltiples y en principio irrelevantes para el derecho: he
comprado una casa porque me gusta, o porque queda cerca de mis amigos, o de mi lugar
de trabajo.
Para que la causa tenga valor en el mundo del Derecho es necesario que cumpla con os
siguientes requisitos:
a) DEBE SER REAL. Debe existir realmente. A establecerse esta exigencia, se vela por la
voluntad, de modo que el negocio celebrado sin causa que motive la falta de
voluntad, no tiene existencia.
b) DEBE SER LICITA (Requisito de validez del acto jurídico). Es causa ilícita la prohibida
por la ley, contra las buenas costumbres y el orden público. Por ejemplo, en alguna
época se consideró que adolecían de causa ilícita los contratos en que un individuo
se encargaba, mediante un pago u honorario, a buscar a otra una persona con
quien pudiera casarse.
a) La condictio indebiti: Se daba esta sanción cuando se pagaba por error lo no debido, en
contra del que recibió el pago y hasta el monto de su enriquecimiento;
b) La condictio data causa non secuta: Se daba esta sanción cuando una persona hacía una
prestación teniendo en vista otra que no realizaba. Ej.: Una donación por causa de
matrimonio, cuando éste después no se realiza. Una permuta en que uno de los
contratantes cumple su obligación con la mira de que el otro cumpla la suya y éste no
cumple. A través de esta condictio, el que cumplió puede recuperar lo pagado del que no
cumplió;
c) Condictio ob turpem causa: Tenía lugar cuando una persona se había enriquecido con
motivo de la prestación que otra le había hecho para que ejecutara o se abstuviera de
realizar un hecho inmoral;
d) Condictio sine causa: Se concedía cuando la prestación carecía de causa, como en los
actos de los incapaces; y
e) Condictio ex injusta causa: Tenía lugar cuando se exigía algo contrariando una regla de
derecho, como cuando el que pacta intereses usurarios pretende cobrarlos. Mediante esta
condictio el deudor puede negarse a pagar, siempre que pruebe que la causa de su
obligación es injusta.
En cuanto a los efectos aparejados a la causa, hay que distinguir entre los actos de buena
fe y los de Derecho Estricto:
a) Actos de Buena fe: En estos casos si no hay causa el acto es inexistente y si la causa es
ilícita el acto es anulable.
En los contratos bilaterales la obligación de una de las partes sirve de causa a la obligación
de la otra parte y viceversa, mientras que en los contratos reales la entrega de la cosa
sirve de causa para la obligación de devolverla.
Sin embargo, a medida que transcurrían los años, la tendencia fue ir eliminando las
solemnidades y los actos jurídicos fueron cada vez menos formales. Así, por ejemplo, la
manci-patio —modo solemne de transferir el dominio— fue reemplazada por la simple
traditio, que consistía en la entrega de la cosa. Los contratos verbales, aquellos que se
perfeccionaban por el pronunciamiento de palabras solemnes como la sponsio o la
stipulatio, fueron sustituidos por los contratos consensúales como la compraventa, o por
los reales, como el mutuo.
Mientras los actos jurídicos fueron solemnes, hubo cuatro clases de formalidades de que
pudieron estar revestidos.
2.- Requisitos de validez: Para que un acto jurídico tenga plena eficacia, además de existir
debe ser válido. Estos requisitos son:
- Objeto licito:
- Causa licita:
I.- Status libertatis: En Roma, la sociedad estaba dividida entre individuos libres y esclavos,
distinción que se encontraba en las Institutas de Justiniano. Los primeros, eran los únicos
que podían adquirir la condición de ser sujeto del Derecho o persona física, disfrutando
del ejercicio de todos sus derechos, como: el ius conubii (derecho a contraer matrimonio
legítimo), el ius commercium (derecho de celebrar válidamente negocios jurídicos en
territorio romano), el ius testamenti (derecho de transferir sus bienes mediante
testamento), el ius actionis (derecho de ejercer acciones en el procedimiento romano), el
ius suffragii (derecho a votar en las asambleas populares), el ius honorum (derecho de
desempeñar cargos públicos).
Mientras que los esclavos no gozaban de ningún derecho, al ser considerados objeto del
Derecho o cosas susceptibles de realizar negocios jurídicos sobre ellos. Recién con la lex
Aquilia de damno dato, del 287 a.C., se reconoció a los esclavos su personalidad natural y
las lesiones al esclavo fueron consideradas como daños corporales, no como daño causado
en las cosas.
II.- Status civitatis: De acuerdo al “status civitatis”, los hombres se dividen en ciudadanos y
no ciudadanos. Esta distinción fue muy importante en la época en que sólo los ciudadanos
romanos gozaban de las instituciones del derecho civil.
Ser ciudadano romano conlleva el ejercicio de todos los derechos: ius conubii, ius
commercium, ius actionis, testamentifactio, ius suffragii, ius honorum. La ciudadanía
romana se adquiere por nacimiento de padres romanos casados en legítimo matrimonio, o
bien de padres de matrimonios mixtos siempre y cuando tengan el ius conubii, por
manumisión solemne y por disposición legal. Igualmente, la ciudadanía romana se pierde
por: condena judicial, renuncia voluntaria de la misma para adquirir otra y por caída en
esclavitud.
- En el caso del esclavo que había sido manumitido por su propietario quiritario
conforme al procedimiento pautado por el derecho civil romano.
- El peregrino o extranjero a quien le era conferida la ciudadanía, bien por
resolución de los comicios, por disposición de un delegado del pueblo o por un
rescripto del emperador.
III.- Status familiae: Se trata de la situación del hombre libre y ciudadano romano con
respecto a la familia, los hombres se dividen en: sui iuris y alieni iuris.
El primero significa que, sobre él, no ejerce nadie un poder dentro del grupo familiar. De
ahí que, sólo el paterfamilias goce de dicha situación de supremacía ya que la mujer, sólo a
partir de Octavio, pudo ser sui iuris en virtud del ius liberorum (mujer que hubiera parido
tres hijos, si era ingenua, o bien cuatro si era liberta) aunque nunca en las mismas
condiciones que el varón ya que ella siempre estuvo sometida a algún tipo de tutela.
A los esclavos se le admitió capacidad de obrar: Bien para realizar negocios jurídicos, cuyos
efectos repercutían en su dominus; o bien ante la posibilidad de que cometiese delitos, en
tales casos su dueño se liberaba de la responsabilidad delictual entregando el esclavo a la
víctima del daño del delito.
Por regla general todas las personas en roma tenían la capacidad de obrar, sin embargo
existieron criterios que alterara la capacidad de obrar, estos criterios era:
III.- Prodigalidad: Individuos a quienes, por sus hábitos de dilapidación patrimonial, se les
priva de la administración de sus bienes.
IV.- Sexo: Esta causa se debe a que la posición jurídica de la mujer es inferior a la del varón.
Siempre estuvo sometida a cualquier tipo de potestas familiar. A partir de Octavio (s. I.
d.C.) la mujer cconsiguió la condición de ser sui iuris, siempre que tuviera tres o cuatro
hijos, dependiendo de que fuera ingenua (mujer que nunca conoció la esclavitud) o liberta
(mujer libre que anteriormente fue esclava).
V.- Religión: A partir del Edicto de Milán del año 313 d.C., en el cual se adopta el
cristianismo como religión oficial del pueblo romano, se creó esta incapacidad en que se
afectaba a los que no sean cristianos al ejercicio de cargos públicos, o bien a intervenir
como testigos en determinados negocios jurídicos, o bien disponer de sus bienes por actos
inter vivos o mortis causa e, incluso, a poder contraer matrimonio, como es el caso de la
prohibición entre judíos y cristianos.
Son aquellos que ni esencial ni naturalmente le pertenecen al acto jurídico, pero que las
partes pueden introducir mediante clausula especial. Los elementos accidentales son
también llamados modalidades.
a) La Condición.
b) El Plazo.
c) El Modo.
Elementos:
Positiva: La condición consiste en que acontezca un hecho. Ej. Que Chile salga campeón de
América
Negativa: La condición consiste en que no acontezca un Hecho. Ej. Que Chile no salga
campeón de América.
En este caso las condiciones meramente potestativas que dependen solo de la voluntad
del deudor carecen de valor, por falta de seriedad. (Ej. Te doy un millón de pesos si yo
quiero)
- Legalmente imposible: Aquella que consiste en un hecho prohibido por las leyes o
contrario a las buenas costumbres, a la moral o al orden público. En este caso el acto será
siempre nulo, salvo la condición moralmente imposible que se imponga en un testamente,
sin embargo en estos casos se tendrá como un acto puro y simple, como si no se hubiese
impuesto la condición.
Para determinar el efecto de la condición hay que estarse al estado en que se encuentra la
condición:
- Cumplida: En este supuesto el acto tiene pleno valor, como si fuera puro y simple,
de modo que se puede exigir el cumplimiento de la obligación y comienzan a correr los
plazos de prescripción.
- Fallida: El acto no nace a la vida del Derecho y se estima como si jamás se hubiese
celebrado.
El acto sujeto a condición resolutoria se considera puro y simple. Esta condición no afecta
el nacimiento del derecho sino su extinción. No hay obligación condicional, lo condicional
es la resolución.
Clasificación:
4) Opera de pleno derecho, es decir no necesita resolución judicial para producir sus
efectos.
Para que pueda pedirse la resolución es necesario que el contratante incumplidor esté en
mora y que el que pide la resolución haya cumplido o se allane a ello.
El contratante diligente o cumplidor tiene un derecho optativo, pues puede elegir entre
demandar el cumplimiento o la resolución del contrato
Pacto Comisorio
Es la estipulación que hacen las partes estableciendo que el contrato se resolverá si una de
ellas no cumple sus obligaciones. Es decir, consiste en estipular expresamente la condición
resolutoria tácita. Procede tanto en los contratos bilaterales como unilaterales.
- Simple: sus efectos son los mismos que el que produce el pacto comisorio simple en el
contrato de compraventa por incumplimiento de la obligación de pagar el precio.
- Calificado: En este caso de igual forma se agrega la cláusula de resolución de ipso facto,
en este punto la mayor parte de la doctrina ha estimado que esta cláusula es vaída,
estimando que produce los siguientes efectos:
1) El contrato se resuelve ipso facto, por el sólo hecho de incurrir el deudor en mora;
2) El arrendador no necesita iniciar un juicio para la termina¬ción del contrato de
arrendamiento, porque ésta se produjo de pleno derecho, luego sólo debe pedir la
restitución de la cosa arrendada.
1- PENDIENTE: El acto o contrato produce sus efectos como si fuera puro y simple, puede
exigirse el cumplimiento forzado de la obligación y celebrar todo tipo de actos o contratos
sobre la cosa.
2- FALLIDA: El acreedor pasa a ser puro y simple, quedando firmes todos los actos que
efectuó el deudor cuando la condición estaba pendiente.
3- CUMPLIDA. El derecho se extingue para su actual titular. Por lo cual debe restiturse lo
que se hubiere recibido bajo la condición.
En el Derecho romano no se reconocía este tipo de condiciones, sino que para ellos se
trataba de un acto puro y simple, el cual se resolvió por un pacto resolutorio anexo.
Tal como lo señalamos, los romanos nunca pensaron que el negocio jurídico pudiera ser
sometido a condición resolutoria, pero debido a las necesidades del comercio se
estableció una solución. Concebir la existencia de dos negocios, uno puro y simple, al que
podíamos llamar negocio central, al que se adhiere un pacto resolutorio, esto es,
encaminado a hacer que cesaran los efectos del primero y este segundo negocio estaba
sometido a una condición suspensiva, en el sentido de que sus efectos de cesación de los
efectos del negocio central, se realizarían si se verificaba el acontecimiento futuro e
incierto.
Por regla general, los pactos no dan acción para exigir su cumplimiento, pero el pretor, en
caso de que se pretendiera obtener el cumplimiento del negocio jurídico central, concedía
al demandado una excepción, la exceptio pactii.
2.- PLAZO: Es un hecho futuro y cierto del cual depende el ejercicio o extinción de un
Derecho.
- Sea Fututo: No puede tratarse de un hecho presente o pasado, ya que ese caso se
estaría ante un acto puro y simple. Es decir, el hecho del cual depende se verificara luego
de celebrado el acto o contrato.
- Certidumbre: Debe existir certeza que el hecho ocurría aun cuando no se sepa
cuando.
a) Dies certus an certus quando (se sabe con certeza que sucederá y se sabe cuándo
sucederá): "Te daré 100 para las calendas del mes de marzo". Es un Plazo.
b) Dies certus an incertus quando (se sabe con certeza que -ocurrirá, pero no se sabe
cuándo): "Te daré 100 el día de la muerte de Ticio". Es un plazo.
c) Dies incertus an certus quando (no se tiene certeza si ocurrirá; pero de ocurrir, se sabe
cuándo ocurrirá): "Te daré 100 cuando cumplas 20 años". Es una condición
d) Dies incertus an incertus quando (no se tiene certeza si ocurrirá y tampoco la hay sobre
cuándo ocurrirá): "Te daré 100 el día que se case Ticio". Es una condición.
- Expreso: Es aquel formulado en forma explícita por las partes, la ley o el juez.
Suspensivo: Es aquel hecho futuro y cierto del cual depende el ejercicio de un Derecho.
Extintivo: Es aquel Hecho futuro y cierto del cual depende la extinción de un derecho.
El plazo jamás puede estar fallido, ya que el hecho siempre ocurrirá, ya que es un hecho
cierto.
Efectos del plazo: Para esto hay que distinguir entre el plazo suspensivo y extintivo.
1.- Plazo suspensivo: Para determinar el efecto es necesario ver en que estado se
encuentra el plazo.
a) Pendiente:
b) Cumplido:
2.- Plazo extintivo: En este caso hay que distinguir si el acto es de buena fe o de Derecho
estricto.
b) Acto de Derecho estricto: En un principio no se aceptó este tipo de plazo, sino que al
igual que la condición resolutoria, se entendía que existía un pacto de resolución, sujeto a
un plazo suspensivo.
3.- MODO:
Características:
Para los juristas clásicos no existía un remedio judicial directo para obligar al beneficiado al
cumplimiento del modo, y ello solo se logra por medios indirectos como lo era
estableciéndose relaciones jurídicas entre el beneficiario y la persona a quien beneficia el
modo. Así, el otorgante exigía una cautio al beneficiario asegurando con ello el
cumplimiento del modo, o bien, otra posibilidad era fijando una stipulatio poenae para el
caso del beneficiario incumplido. En el plano judicial, el pretor opto en algunos casos por
utilizar su facultad de denegar acciones, vale decir, mediante el expediente de la denegatio
actionis al legatario que reivindica la cosa sin haber cumplido el modo.
En el derecho justinianeo, se crea una condictio y una actio (civilis incerti praescriptis
verbis) que tiene por objeto o la restitución de la cosa, en caso de una donación, o la
ejecución del modus. De esta forma el modo se convirtió en una carga que el gravado
tenía que cumplir sujeto a diversas mediadas de responsabilidad en caso de
incumplimiento.
1.- Legado sub-modo: En este caso si el legatario quisiera hacer valer la liberalidad por
sobre el heredero, el pretor podía negarse en la medida que el legatario no diera garantía
suficiente del cumplimiento de el gravamen impuesto.
3.- Donación: se le admitieron al donante dos acciones: la condictio causa data causa non
secuta, para recuperar la cosa donada, y la actio prescriptis verbis, si pretendía el
cumplimiento del cargo o modo.
Diferencias entre el modo y a condición:
1.- La condición suspensiva suspende el nacimiento del Derecho, por el contrario el modo
no lo suspende.
Los efectos de los actos jurídicos son el conjunto de derechos y obligaciones que de
él emanan. La regla general es que los actos jurídicos solo produzcan efectos entre las
partes y no respecto de tercero, excepcionalmente producirá efecto en terceros. Lo
normal es que los actos jurídicos produzcan efectos sólo entre las partes o respecto de su
autor y no respecto de terceros, pe en ciertos casos, puede producir efectos respecto a
tercero. Por ejemplo, los actos ERGA OMNES son los actos que por naturaleza producen
efectos respecto de todos. En general, los actos de familia y de estado civil son actos erga
omnes.
Partes: Son aquellas personas que concurren con su voluntad a la formación del acto.
Respecto de ellas los actos jurídicos producen todos sus efectos.
Terceros: Son aquellas personas que no han concurrido con su voluntad a la formación del
acto. Los terceros pueden ser clasificados de la siguiente manera:
a) Terceros Absolutos: que son aquellos que nunca están en relación jurídica con las
partes.
Excepcionalmente hay actos que si los afectan pues producen efectos “erga
omnes”. Tales actos producen efectos absolutos. Ej.: actos jurídicos de familia.
b) Terceros relativos: Son aquellas personas extrañas al acto jurídico que están o
estarán en relaciones jurídicas con las partes, sea por su propia voluntad o por
disposición de la ley.
Los terceros interesados (también denominados causa habiente) son aquellos que
derivan todo o parte de sus derechos de otra persona denominada autor.
REPRESENTACIÓN
Clases de representación:
1.- Legal y Voluntaria:
Sujetos En La Representación:
Representado: Aquel en quien se radican los efectos del acto celebrado por el
representante.