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La acción de inconstitucionalidad o recurso de inconstitucionalidad es una herramienta


jurídica a través de la cual, se pretende la declaración de inconstitucionalidad de una norma,
alegando que atenta contra la ley fundamental de un Estado.

MSICG acciona contra normativa que genera estructuras que debilitan el Ministerio
de Educación y contra reformas a la Ley Orgánica del MP
Movimiento sindical, indígena y campesino guatemalteco –MSICG- y su sindicato
miembro SITRADICMP, presentaron ante la Corte de Constitucionalidad cuatro
acciones de inconstitucionalidad en su labor de defensa del orden constitucional y
de los derechos de las trabajadoras y trabajadores.

La primera acción fue presentada en contra de la totalidad del Decreto número 18-
2016 del Congreso de la República que introdujo reformas a la Ley Orgánica del
Ministerio Público a través de las cuales se genera un órgano carente de
contrapesos reales, se elimina el control jurisdiccional de la investigación penal y se
desprotegen los derechos humanos de la población, a lo que se suma que la nueva
normativa vulnera los derechos de las trabajadoras y trabajadores del Ministerio
Público y de manera especial lo establecido en los Convenios 87, 95, 98, 111 y 154
de la Organización Internacional del Trabajo. En la inconstitucionalidad el MSICG
reivindica además, el carácter soberano del Estado de Guatemala y la legitimación
en dicha soberanía del ejercicio del poder de legislar, peyorado públicamente por el
Presidente del Congreso de la República, ciudadano MARIO TARACENA DÍAZ-
SOL.

EL MSICG recuerda que no es la primera vez que la Central Sindical tiene que
acudir a la Corte de Constitucionalidad ante la emisión de normativa nefasta en
materia de derechos humanos aprobada por el Congreso de la República y que
representa graves retrocesos para el país, ya en su oportunidad el MSICG acudió a
dicha instancia para que se declarara la Inconstitucionalidad General Total del
Decreto 15-2012 que dio vida a la Dirección general de investigación criminal –
DIGICRI- concentrando de nuevo la investigación penal en el Poder Ejecutivo y que
permitía el uso de armas no registradas, las detenciones ilegales, el uso de fuerzas
armadas sin portar identificación, uniformes y con los rostros cubiertos, etcétera. Es
de recordar que dicha normativa fue apoyada en su momento por el Ministerio
Público, la CICIG y algunas ONGs Civiles y que posteriormente fue cuestionada por
las primeras dos.

Las restantes tres acciones se plantearon contra el Acuerdo suscrito entre el


Ministro de Educación Oscar Hugo López Rivas y Joviel Acevedo del STEG relativo
a la aplicación, implementación y ejecución de los programas de apoyo a nivel
nacional, que representan aproximadamente 960 millones de quetzales, que a su
vez son menos del, 0.12 % del presupuesto que el Mineduc destina a la niñez. De
la misma manera, se planteó la Inconstitucionalidad del Acuerdo Gubernativo 188-
2013, suscrito por el entonces Presidente Otto Fernando Pérez Molina y a través
del cual se crea una estructura no prevista por la ley para asegurar al STEG el
control de los procesos de contratación de maestras y maestros, a través de los
cuales se somete a constantes presiones y abusos a los maestros y maestras
precarizados mediante la contratación temporal en todo el territorio nacional.

Igualmente, se planteó la Inconstitucionalidad General Total de una serie de


artículos del Decreto 1485 en los cuales se sustenta, la creación de una dignificación
que discrimina a los maestros y maestras del sector privado, que restringe la
dignificación del magisterio a que se refiere la Constitución a la creación de un
sistema de servicio civil no previsto por la misma y se generan estructuras mediante
las cuales, lejos de dignificarse la labor del magisterio y garantizarse la educación
gratuita y de calidad, se generar intereses ajenos a la educación y estructuras
encargadas de defenderlos, limitar la inversión en la niñez, y someter a la niñez, a
la población y al sistema educativo a constantes interrupciones y violaciones de sus
derechos fundamentales.

Estas tres últimas normas, sumadas a la negociación de dos pactos colectivos de


trabajo en el mismo día, configuran el esquema de cooptación a que hizo referencia
en su declaración uno de los colaboradores eficaces del Ministerio público en el
caso “Cooptación del Estado” y que se puede resumir en el otorgamiento al STEG
del control de las relaciones laborales de quienes están laborando en el Ministerio
de Educación (a través de las juntas mixtas), el control de a quienes ha de
contratarse (Mediante el Acuerdo Gubernativo 188-2013), el control de los recursos
de gratuidad (a través del Convenio de fecha 12 de mayo de 2016) y el control de
los incrementos escalafonarios así como una herramienta para impedir la
dignificación de las maestras y maestros como ha sucedido con buena parte del
articulado del Decreto 1485 del Congreso de la República.

De conformidad con la ley de la materia, la Corte de constitucionalidad cuenta con


un plazo de ocho días para decidir si suspende o no provisionalmente las normas
impugnadas sin que dicha decisión prejuzgue sobre la constitucionalidad o
inconstitucionalidad de las normas por lo que se espera que en los próximos días,
la Corte pueda decretar la suspensión provisional de las normas impugnadas.

INCONSTITUCIONALIDAD GENERAL TOTAL

EXPEDIENTE 2314-2012

CORTE DE CONSTITUCIONALIDAD INTEGRADA POR LOS MAGISTRADOS MAURO


RODERICO CHACÓN CORADO QUIEN LA PRESIDE, HÉCTOR HUGO PÉREZ
AGUILERA, ROBERTO MOLINA BARRETO, GLORIA PATRICIA PORRAS ESCOBAR
Y ALEJANDRO MALDONADO AGUIRRE, Guatemala, dos de abril de dos mil trece.
Se tiene a la vista para dictar sentencia la acción de Inconstitucionalidad del
Convenio de Cooperación entre el Ministerio de Educación y el Ministerio de Economía, de
veintiocho de diciembre de dos mil cuatro, promovida por los abogados Ana Lucrecia Palomo
Marroquín de Ortíz, José Luis Vallecillos Morales y Humberto Grazioso Bonetto, quienes
actuaron bajo su propio auxilio. Es ponente en este caso el Magistrado Vocal II, Roberto
Molina Barreto, quien expresa el parecer de este Tribunal.

ANTECEDENTES
I. FUNDAMENTOS JURÍDICOS DE LA IMPUGNACIÓN

Lo expuesto por los accionantes, respecto del convenio impugnado de inconstitucionalidad,


se puede resumir de la siguiente manera: a) afirman que su contenido excede los asuntos
propios del ramo del Ministerio de Economía y los del Ministerio de Educación porque
contraviene el artículo 193 de la Constitución Política de la República de Guatemala, pues
en el mismo se otorgan amplias facultades contenidas en los numerales del uno al seis en
cuanto a la Dirección de Atención y Asistencia al Consumidor del Ministerio de Economía se
refiere, y del uno al tres en cuanto a la Coordinación de Educación Privada del Vice Despacho
Técnico del Ministerio de Educación respecta, los cuales no figuran en ley ordinaria ni
reglamento alguno, por lo que manifiesta que mediante dicho convenio se pretende
conseguir efectos de ley o reglamento sin que se haya cumplido con los procedimientos
formales y jurídicos propios de la función legislativa, excediéndose entonces, de las
atribuciones y competencias existentes en la ley. El convenio impugnado, sin ser un acuerdo
gubernativo dispone la integración de funciones de Ministros, Viceministros y Directores, y
fuera del gabinete correspondiente otorga amplias facultades de coordinación y gestión, a
quien conforme la Ley le podría corresponder la coordinación y gestión de las acciones y
políticas previstas en dicho convenio. Aunado a lo anterior, el artículo 24 de la Ley del
Organismo Ejecutivo regula la estructura administrativa de los Ministerios con funciones
sustantivas, administrativas y de apoyo técnico, prohibiendo dicha norma no exceder del
número de niveles administrativos contemplados en la misma ley y que en caso de
reglamentar su estructura y organización deberá hacerse mediante Acuerdo Gubernativo, lo
que contraviene lo dispuesto en la Ley del Organismo Ejecutivo en el artículo 18. b) Es
inconstitucional el convenio impugnado porque los Ministros responsables de su elaboración
no estaban facultados para ello ni por la Constitución Política de la República de Guatemala,
que señala en su artículo 194 cuales son sus funciones, dentro de las que no se encuentra
celebrar convenios, aunado a que sin constituir un Acuerdo Gubernativo, crea un nuevo
nivel con nuevas funciones y atribuciones que rebasan las contempladas en el artículo
precitado. Aunado a lo anterior, el artículo 25 de la Ley del Organismo Ejecutivo establece
unidades especiales de ejecución bajo los siguientes parámetros: por medio de acuerdo
ministerial, los ministros podrán crear y suprimir unidades especiales de ejecución, las cuales
les estarán adscritas y responderán ante su autoridad. En el acuerdo de creación se
establecerán los recursos materiales, humanos y financieros de los cuales dispondrán para
el descargo de sus funciones. Las unidades especiales de ejecución podrán llevar a cabo
planes, programas o proyectos específicos, adecuándose a las necesidades de
funcionamiento de la organización ministerial. Serán dependencias de carácter temporal,
cuya duración se establecerá en el acuerdo de creación y se circunscribirá al período de
tiempo que tome la ejecución de los planes, programas o proyectos para los que fueron
creados. En el presente caso, el convenio impugnado, sin ser un Acuerdo Gubernativo,
establece una coordinación de acciones en forma conjunta por un plazo indefinido, indicando
además que solamente por mutuo acuerdo podrá rescindirse el mismo. c) El artículo 195 de
la Constitución Política de la República de Guatemala refiriéndose a la reunión de los
Ministros, contempla la misma en el caso de que se constituyan en Consejo de Ministros
convocado por el Presidente de la República, pero para conocer de los asuntos sometidos a
su consideración y bajo su responsabilidad solidaria. Además, el artículo 201 constitucional
dispone que los ministros y viceministros de Estado son responsables de sus actos de
acuerdo con lo que prescribe el artículo 195 precitado y lo que determine la ley de
responsabilidades. En ese sentido, el convenio impugnado contraviene las normas
constitucionales anteriormente relacionadas, en virtud que el mismo fue suscrito fuera del
Consejo de Ministros y por lo tanto, elude la responsabilidad legal prevista para los
Ministros. d) El artículo 154 de la ley fundamental establece que la función pública no es
delegable, excepto en los casos señalados por la ley y que los funcionarios son depositarios
de la autoridad, responsables legalmente por su conducta oficial, sujetos a la ley y jamás
superiores a ella. Sin embargo, el convenio impugnado delega funciones públicas no
delegables y fuera de las atribuciones y competencias establecidas en la ley, aunado a que
dispone que dicho convenio solo podrá rescindirse por mutuo acuerdo de los suscriptores
del mismo, colocando a los Ministros como superiores a la ley, pues serían los únicos que
podrían rescindir el Convenio como si se tratara de un contrato civil; no obstante que el
mismo contiene disposiciones de carácter general aplicables en toda la República, pero que
por no tener el carácter de Acuerdo Gubernativo no fue publicado en el Diario Oficial ni
sometido a conocimiento de la autoridad superior.

II. TRÁMITE DE LA INCONSTITUCIONALIDAD

No se decretó la suspensión provisional. Se dio audiencia por quince días a: a) Ministerio


de Educación; b) Ministerio de Economía; y c) Ministerio Público, por medio de la Fiscalía
de Asuntos Constitucionales, Amparos y Exhibición Personal. Oportunamente se señaló día
y hora para la vista.

III. RESUMEN DE LAS ALEGACIONES DE LAS PARTES

A) El Ministerio de Educación, por medio de la Ministra Cinthya Carolina del Águila


Mendizábal expuso que la acción constitucional promovida adolece de las siguientes
falencias superlativas: a) el planteamiento examinado no atendió el elemento esencial
consistente en la falta de parificación exigida en el artículo 29 del Acuerdo 4-89 de la Corte
de Constitucionalidad, en donde se establece con claridad que, en un capítulo específico
debe incluirse un examen analítico de contrastación entre la norma indicada de ser
anticonstitucional y el precepto del magno texto que supone vulnerado, lo cual en el
presente caso no se produjo, pues los interponentes concretan un examen de parificación
entre normas ordinarias, lo cual veda al Tribunal la posibilidad de establecer si fue vulnerado
el principio de primacía constitucional, que es objeto esencial de una acción de
inconstitucionalidad general o abstracta; b) el catálogo de garantías constitucionales incluye
tres manifestaciones procesales que son: i) el proceso constitucional de amparo, que tiene
por objeto expreso evitar las amenazas que se ciernan sobre los derechos fundamentales a
fin de evitar su vulneración o restaurarlos cuando la violación ha sido concretada; ii) la
exhibición personal que propende a tutelar la vida y la integridad de las personas; y iii) las
acciones de inconstitucionalidad general o abstracta y en caso concreto, que posibilitan la
tutela del principio de supremacía constitucional al enjuiciar las normas de naturaleza
ordinaria señaladas de antagonizar preceptos del texto supremo; el examen de este
planteamiento de inconstitucionalidad evidencia que el conducto procesal utilizado por los
interponentes es deficiente; pues se arguye que los ministerios aludidos rebasan su nivel de
competencia, incumpliendo lo dispuesto en la Ley del Organismo Ejecutivo, lo cual se
traduce en una arbitrariedad que violenta la ley ordinaria señalada, lo cual implicaría que de
existir esa arbitrariedad, la misma sea restaurada mediante el correctivo adecuado, que en
el presente caso es el proceso constitucional de amparo. B) El Ministerio de
Economía, por medio del Ministro Sergio de la Torre Gimeno, indicó: a) el Convenio de
Cooperación entre el Ministerio de Educación y el Ministerio de Economía no hace más que
llevar a la práctica y concretar las disposiciones constitucionales respecto a la competencia
y funciones de los Ministerios de Estado, como lo regulan los artículos 193 y 194 de la
Constitución Política de la República de Guatemala, así como lo que para el efecto establece
la Ley del Organismo Ejecutivo, particularmente cumplir con la rectoría sectorial a que se
refiere el artículo 23, al establecer por medio del mismo la coordinación y facilitación de las
acciones de los sectores bajo su responsabilidad a la Dirección de Atención y Asistencia al
Consumidor bajo la disposiciones de la Ley de Protección al Consumidor y Usuario, cuyo
objeto es la de promover, divulgar y defender los derechos de los consumidores y
usuarios; b) como puede revisarse en el convenio de cooperación impugnado, y como su
propio nombre lo indica, es cooperación entre dos instituciones del Estado que no es de
carácter general como sí lo es una ley o un acuerdo gubernativo, el mismo es aplicable solo
entre las dos instituciones suscribientes, no para la aplicación entre particulares; c) puede
también apreciarse que las facultades de cada Ministerio están relacionadas íntimamente
con las funciones y competencias de cada uno de los ministerios involucrados en el convenio,
no regulándose nada más allá de las funciones asignadas por las leyes específicas, ya sea
en la Ley del Organismo Ejecutivo, en la Ley de Protección al Consumidor y Usuario o en la
Ley de Educación; en todo caso el proveedor y el consumidor o usuario deben atender lo
dispuesto en la ley de la materia y no en el convenio, que es aplicable únicamente entre las
partes suscribientes, no es una disposición de aplicación general, por lo que no afecta
directamente a los accionantes; d) el accionante en su memorial de interposición de la
presente inconstitucionalidad indica que la palabra clave es consumidor y describe su
significado de conformidad con el Diccionario Manual e Ilustrado de la Lengua Española,
manifestando que los educandos y padres de familia no son consumidores, porque queda
claro que la educación no se consume. Dicho argumento es totalmente falaz, pues la ley
aplicable se denomina Ley de Protección al Consumidor y Usuario, y en su artículo 3 contiene
las definiciones de los diferentes términos utilizados en la misma, entre ellos los de
proveedor, el cual se define como: persona individual o jurídica de carácter público o
privado, nacional o extranjera que en nombre propio o por cuenta ajena, con o sin ánimo
de lucro, realice actividades de producción, fabricación, transformación, importación,
construcción, distribución o comercialización de bienes o prestación de servicios a
consumidores o usuarios en el territorio nacional por las que cobre precio o tarifa. Asimismo,
contiene el término servicio que lo define como: prestación destinada a satisfacer
necesidades e intereses del consumidor o usuario y que se pone a disposición por el
proveedor. Por otro lado, también está el de usuario que lo define como: persona individual
o jurídica que adquiere a título oneroso o por derecho establecido legalmente, servicios
prestados o suministrados por proveedores de carácter público o privado. Es claro que los
argumentos del accionante únicamente tienen como propósito eludir las obligaciones
impuestas por una Ley, por un lado la Ley del Organismo Ejecutivo y por otro la Ley de
Protección al Consumidor y Usuario, ya que el Convenio no le es aplicable a él como persona
individual, éste está dirigido únicamente a la coordinación entre dos instituciones
estatales. C) El Ministerio Público a través de la Fiscalía de Asuntos
Constitucionales, Amparos y Exhibición Personal manifestó: a) de la lectura de las
argumentaciones que realizaron los accionantes se demuestra que no se hicieron las
confrontaciones necesarias para analizar los artículos impugnados, puesto que únicamente
mencionan el porqué ellos consideran que se violentan las normas constitucionales, empero,
el estimar que el convenio impugnado violenta artículos constitucionales, no significa que
se haya confrontado el mismo; b) el convenio impugnado no cumple los requisitos legales
para ser conocido mediante una inconstitucionalidad de carácter general, ya que el mismo
no es una ley emanada del Congreso de la República, ni es un Reglamento, ni una
disposición de carácter general pues no contiene el carácter de obligatorio, para los
ministerios que lo suscribieron puesto que se puede rescindir con el simple acuerdo de los
suscriptores.
IV. ALEGATOS EN EL DÍA DE LA VISTA

A) Los interponentes, alegaron: a) en la página doce del memorial de interposición


de la acción de inconstitucionalidad se expuso en forma razonada y clara en que
consiste la confrontación del convenio impugnado de inconstitucionalidad
respecto de los artículos 154, 196, 195 y 201 de la Constitución P olítica de la
República de Guatemala y de los artículos 18, 24 y 25 de la Ley del Organismo
Ejecutivo en función de los artículos de la Constitución precitados; b) la
inconstitucionalidad del convenio impugnado, radica en que los Ministros
responsables de su elaboración no estaban facultados para ello, ni por la ley
fundamental que señala en su artículo 194 cuáles son sus funciones, dentro de
las que no se encuentra celebrar convenios; c) indican que los puntos
primordiales en los que descansa la impugnación son: i) la inexistencia de un
acuerdo gubernativo o ministerial que dotaría de legalidad a las disposiciones
contenidas en el convenio; ii) la pretensión de conceder efectos de ley o
reglamento a un convenio que contiene disposiciones emitidas fuera de los
procedimientos formales y jurídicos propios de la función legislativa; iii) el
otorgamiento de facultades de coordinación y gestión de acciones políticas
emanadas fuera del Gabinete Presidencial o Gabinete Específico; iv) exceder el
número de niveles administrativos contemplados en la ley y el establecimiento
de Unidades Especiales de Ejecución sin la existencia de un Acuerdo Gubernativo
o Ministerial; v) eludir la responsabilidad contenida en el artículo 195 de la ley
fundamental, en virtud de haber sido emitido el convenio fuera del Consejo de
Ministros; vi) delegar funciones públicas no delegables y fuera de las
atribuciones y competencias ministeriales establecidas en la Constitución y en la
ley; vii) la omisión de someter al conocimiento de la autoridad superior el
contenido de dicho convenio, así como su oportuna publicación en el Diario
Oficial. Solicitó que se declare con lugar la acción de inconstitucionalidad de ley
de carácter general total interpuesta en contra del Convenio de Cooperación
entre el Ministerio de Educación y el Ministerio de Economía, de veintiocho de
diciembre de dos mil cuatro. B) El Ministerio de Educación, por medio de la Ministra
Cinthya Carolina del Águila Mendizábal reiteró los argumentos esgrimidos en el
memorial de evacuación de la primera audiencia. Solicitó que la
inconstitucionalidad planteada sea desestimada. C) El Ministerio de Economía, por
medio del Ministro Sergio de la Torre Gimeno, reiteró lo expuesto en el memorial
por medio del cual evacuó la audiencia conferida, y solicitó que sea desestimada
la acción de inconstitucionalidad interpuesta. D) El Ministerio Público a través de la
Fiscalía de Asuntos Constitucionales, Amparos y Exhibición Personal, reiteró los
argumentos expresados en el memorial de evacuación de audiencia, y solicitó
que se declare sin lugar la acción de inconstitucionalidad general total planteada
en contra del Convenio de Cooperación entre el Ministerio de Educación y el
Ministerio de Economía.

CONSIDERANDO
-I-
Compete a esta Corte el conocimiento y resolución de los planteamientos de
inconstitucionalidad de leyes, reglamentos o disposiciones de carácter general que
contengan vicio parcial o total de inconstitucionalidad. Las leyes son normas jurídicas
generales emitidas por el organismo específico y que han sufrido las etapas constitucionales
en su formación. Los reglamentos son reglas dotadas de generalidad, emitidas por el
Organismo Ejecutivo o entidades con potestad reglamentaria y las disposiciones generales
son normas que sin corresponder a las categorías anteriores, contienen mandatos dirigidos
a número indeterminado de personas.
-II-
En el presente caso se denuncia la inconstitucionalidad total del Convenio de
Cooperación entre el Ministerio de Educación y el Ministerio de Economía de veintiocho de
diciembre de dos mil cuatro. Los postulantes contraen sus argumentos a indicar que la
inconstitucionalidad del convenio en mención radica en el hecho de que excede los asuntos
propios del ramo del Ministro de Economía y los del Ministro de Educación por lo que viola
los artículos 154, 193, 195 y 201 de la Constitución Política de la República de Guatemala.
Dada la naturaleza de la disposición cuestionada, este Tribunal reitera lo expresado
en la sentencia de diecinueve de mayo de mil novecientos noventa y dos (expediente 329-
91), en el sentido de que, conforme la garantía a que se refiere el artículo 267 de la Ley
fundamental "el control constitucional no se limita a la ley strictu sensu, como producto de
la potestad legislativa del Congreso de la República, sino que también comprende los
reglamentos y disposiciones de carácter general que dicte el Organismo Ejecutivo, así como
las demás reglas que emitan las instituciones públicas, lo que trae aparejada, como
consecuencia, la invalidez de las normas y disposiciones que contraríen lo dispuesto en la
ley fundamental". Además, es preciso recalcar que la pretensión normativa a que se hace
referencia debe contener como características: a) la generalidad, es decir, que su ámbito
de aplicación debe abarcar a toda la población y no solamente a sujetos determinados; y,
b) debe ser abstracta en cuanto a su contenido, es decir que no se agota con una sola
aplicación, ya que las aplicaciones posibles y concretas de una norma son indeterminables;
por ello, cuando una disposición no cumple con las características antes expresadas, no
puede ser impugnada por la vía de la inconstitucionalidad.
-III-
Al realizar el análisis del instrumento normativo cuya inconstitucionalidad se
pretende, esta Corte advierte que en él, los Ministerios en mención convinieron la
cooperación entre ambas instituciones en aras de coordinar esfuerzos mutuos para ejercer
un efectivo control de los centros educativos privados en cuanto a verificar los cobros no
autorizados por el Ministerio de Educación respecto de las colegiaturas y servicios educativos
que hacen éstos.
Habiendo precisado que las normas cuestionadas forman parte de un instrumento
normativo que únicamente es aplicable entre los Ministerios que lo suscribieron corresponde
determinar si es posible realizar el examen de constitucionalidad pretendido en atención a
su naturaleza y a la argumentación aportada para el efecto.
Del contenido del Convenio de Cooperación impugnado, esta Corte aprecia que ese
precepto únicamente pretende dotar de aplicabilidad a las acciones específicas a realizar
por parte de dos ministerios de estado, en el presente caso, los de Educación y Economía.
En ese instrumento se establece el compromiso de ambos (entre ministros, viceministros y
entre la Dirección de Atención y Asistencia al Consumidor y las Direcciones Departamentales
de Educación) de coordinar esfuerzos mutuos para atender las denuncias de cobros
excesivos por parte de centros educativos privados, referente a cobros no autorizados,
respecto de las colegiaturas y servicios educativos, evitando interferencias, duplicidad de
esfuerzos y delimitando sus campos de acción, por tal razón, ese precepto normativo no es
susceptible de examen mediante la acción de constitucionalidad promovida, al no ser una
disposición de carácter general cuya aplicación abarque a toda la población y no solamente
a sujetos determinados; y además, su contenido no es abstracto, pues su aplicación es
determinada al agotar sus efectos con solo su aplicación, lo que conlleva a considerar que
en el presente caso, el procedimiento de la inconstitucionalidad no es la vía para impugnar
el Convenio reprochado.

Aunado a lo anterior, en el presente caso, los interponentes argumentan que los


Ministros responsables de su elaboración, no estaban facultados para celebrar convenios,
contraviniendo la Constitución Política de la República, con lo cual la suscripción del
Convenio aludido también incumple lo establecido en la Ley el Organismo Ejecutivo, porque
en él se delegan funciones públicas no delegables y fuera de las atribuciones y competencias
establecidas en la Ley, al permitir a la Dirección de Asistencia de Atención y Asistencia al
Consumidor (dependencia del Ministerio de Economía), a realizar otras atribuciones que no
le han sido otorgadas excediéndose de las facultades que esa ley asigna a los Ministerios de
Estado. A juicio de este Tribunal, la supuesta violación al principio de legalidad que se
denuncia no se ha producido, porque el instrumento que se impugna no está comprendido
entre los establecidos en el artículo 171 de la norma constitucional, por lo que conforme al
artículo 194 inciso f) y 154 de ese cuerpo legal, el actuar de los titulares de los Ministerios
referidos en ejercicio de la función pública se mantuvo dentro del conjunto de atribuciones
que los son asignadas por la Constitución y las leyes. En ese sentido, en el caso de acaecer
alguna arbitrariedad en la aplicación del convenio impugnado, será por medio de otra vía
constitucional, distinta a la establecida para examinar la constitucionalidad de la norma, a
la que se pueda acudir a denunciar la violación de la actuación y garantizar los derechos
constitucionales que se estimen violados.

En el caso puntual del Convenio de Cooperación suscrito entre el Ministerio de


Educación y el Ministerio de Economía, debe tenerse presente que las partes que
participaron en él, dejaron plasmadas medidas para coordinar esfuerzos mutuos y ejercer
un efectivo control de los centros educativos privados, medidas a realizar únicamente por
parte de los funcionarios de esos ministerios, y en casos concreto. Por tal razón, se concluye
que el mecanismo procesal instado no resulta idóneo para el fin pretendido, por lo que no
es procedente realizar examen de fondo de los preceptos impugnados.

Como consecuencia de los antes expuesto, se concluye que el planteamiento


formulado debe ser declarado sin lugar.

-IV-

Conforme lo establecido en el artículo 148 de la Ley de Amparo, Exhibición Personal


y de Constitucionalidad, cuando la inconstitucionalidad se declare sin lugar deberá hacerse
pronunciamiento sobre la imposición de multa a los abogados auxiliantes y sobre la condena
en costas a quien instó la acción.
En el presente caso, no se condena en costas a los accionantes por no haber sujeto
legitimado para su cobro, pero sí se impone multa a los abogados auxiliantes por ser de
imperativo legal.

LEYES APLICABLES

Artículos citados y 267, 268, 272, inciso a), de la Constitución Política de la República
de Guatemala; 115, 133, 134, 135, 139, 140, 142, 143, 146, 148, 150, 163 literal a), 185,
186 de la Ley de Amparo, Exhibición Personal y de Constitucionalidad; 31 y 34 Bis del
Acuerdo 4–89 de la Corte de Constitucionalidad.

POR TANTO

La Corte de Constitucionalidad, con base en lo considerado y leyes citadas,


resuelve. I. Sin lugar la Inconstitucionalidad de Ley General de Carácter General
del Convenio de Cooperación entre el Ministerio de Educación y el Ministerio de
Economía, de veintiocho de diciembre de dos mil cuatro. II. No se condena en
costas a los accionantes por la razón considerada en este fallo. III. Se impone a
cada uno de los abogados interponentes Ana Lucrecia Palomo Marroquín de
Ortíz, José Luis Vallecillos Morales y Humberto Grazioso Bonetto, por haber
actuado en su propio auxilio, la multa de un mil quetzales, que deberán pagar en
la Tesorería de esta Corte dentro de los cinco días siguientes de la fecha en que
este fallo quede firme; y que en caso de incumplimiento de pago, su cobro se
hará por el procedimiento establecido en la ley. IV. Notifíquese.

MAURO RODERICO CHACÓN CORADO

PRESIDENTE

HÉCTOR HUGO PÉREZ AGUILERA ROBERTO MOLINA BARRETO

MAGISTRADO MAGISTRADO

GLORIA PATRICIA PORRAS ESCOBAR ALEJANDRO MALDONADO AGUIRRE

MAGISTRADA MAGISTRADO

ANA MARGARITA MONZÓN DE VÁSQUEZ


SECRETARIA GENERAL a.i.

ACLARACIÓN

EXPEDIENTE 2314-2012

CORTE DE CONSTITUCIONALIDAD: Guatemala, doce de abril de dos mil trece.

Se tiene a la vista para resolver la solicitud de aclaración planteada por los abogados
Ana Lucrecia Palomo Marroquín de Ortíz, José Luis Vallecillos Morales y Humberto Grazioso
Bonetto, de la resolución dictada por esta Corte el dos de abril de dos mil trece dentro del
expediente arriba identificado, formado por la acción de inconstitucionalidad de ley de
carácter general, total, impugnando el Convenio de Cooperación entre el Ministerio de
Educación y el Ministerio de Economía, de veintiocho de diciembre de dos mil cuatro.

ANTECEDENTES

I) DEL PLANTEAMIENTO DE LA INCONSTITUCIONALIDAD DE LEY DE CARÁCTER


GENERAL TOTAL: Los accionantes impugnaron en su totalidad el Convenio de
Cooperación entre el Ministerio de Educación y el Ministerio de Economía, de veintiocho de
diciembre de dos mil cuatro, señalando como normas contravenidas los artículos 154, 193,
194, 195, y 201 de la Constitución Política de la República de Guatemala.

II) DE LA SENTENCIA EMITIDA POR ESTA CORTE: El dos de abril de dos mil trece
esta Corte emitió sentencia declarando sin lugar la Inconstitucionalidad de ley interpuesta,
por considerar que la misma no es de aplicación general, aunado a que la
Inconstitucionalidad General no era el mecanismo idóneo para impugnar.

III) DE LOS ARGUMENTOS DE LA ACLARACIÓN: Los postulantes solicitan que se


aclare la sentencia emitida por este Tribunal, por advertir que: a) En el presente caso, si
bien es cierto que en el título de la disposición señalada de inconstitucional aparece
“Convenio de Cooperación…”, también lo es que lo expuesto en sus apartados de
comparecencia, objetivos, compromisos y facultades, va más allá de un convenio de
cooperación, pues conlleva la constitución de la conformación de una comisión en asuntos
que plantean problemas de interés nacional como es la educación brindada a nivel nacional
por parte de los colegios privados. b) En el considerando III de la sentencia emitida por
esta Corte se afirma que: “la función pública se mantuvo dentro del conjunto de atribuciones
que los (sic) son asignados por la Constitución y las leyes.”. Sin embargo, no se hace relación
de tales funciones y actividades con leyes constitucionales y ordinarias que así lo contemplen
y que hayan sido citadas en la sentencia. De igual manera que se requiere el cumplimiento
de la confrontación de leyes al plantear una inconstitucionalidad, también es necesario que
las consideraciones y lo dispuesto en la sentencia se haga con relación a las leyes citadas
con precisión y no la simple afirmación de que las atribuciones les son asignadas por la
Constitución y las leyes. c) En el mismo considerando se indica: “Habiendo precisado que
las normas cuestionadas forman parte de un instrumento normativo que únicamente es
aplicable entre los Ministerios que lo suscribieron corresponde determinar si es posible
realizar el examen de constitucionalidad pretendido en atención a su naturaleza y a la
argumentación aportada para el efecto (…) En el presente caso puntual del Convenio de
Cooperación suscrito entre el Ministerio de Educación y el Ministerio de Economía, debe
tenerse presente que las partes que participaron en él, dejaron plasmadas medidas para
coordinar esfuerzos mutuos y ejercer un efectivo control de los centros educativos privados,
medidas a realizar únicamente por parte de esos ministerios, y en casos concretos…”;
estableciéndose de la lectura de los compromisos derivados del convenio, que las medidas
plasmadas van más allá de una actividad interna de los Ministerios aludidos, pues se trata
de medidas que permiten no solo investigar a los centros educativos privados en general
por denuncias, sino también que tal investigación pueda hacerse a solicitud del Ministerio
de Educación, para lo cual otorgan amplias facultades.

CONSIDERANDO

-I-

De conformidad con lo establecido en el artículo 70 de la Ley de Amparo, Exhibición


Personal y de Constitucionalidad, cuando los conceptos de un auto o de una sentencia sean
obscuros, ambiguos o contradictorios, podrá pedirse que se aclaren.

-II-

La aclaración, según la norma invocada en el considerando anterior, tiene por


finalidad corregir las ambigüedades, contradicciones y obscuridades que los términos de un
mismo fallo tengan entre sí.

En el presente caso, de la lectura del escrito contentivo del remedio procesal instado
y del estudio de la sentencia aludida, esta Corte advierte que el pronunciamiento
cuestionado no es ambiguo, porque está resuelto en una misma línea interpretativa, no es
obscuro, porque sus términos son claramente comprensibles; ni es contradictorio, en tanto
que los puntos de lo decidido son perfectamente coherentes entre sí, motivo por el cual la
presente solicitud debe declararse sin lugar.

Aunado a lo anterior y respecto de los argumentos expuestos por los solicitantes de


aclaración, en todo caso, esta Corte, en el considerando III del fallo de mérito, estimó
que: “en el caso de acaecer alguna arbitrariedad en la aplicación del convenio impugnado,
será por medio de otra vía constitucional distinta a la establecida para examinar la
constitucionalidad de la norma, a la que se pueda acudir a denunciar la violación de la
actuación y garantizar los derechos constitucionales que se estimen violados”.

LEYES APLICABLES
Artículo citado, 267, 268 y 272, inciso i), de la Constitución Política de la República
de Guatemala; y 1º., 8º., 71, 149, 163, inciso i) y 185 de la Ley de Amparo, Exhibición
Personal y de Constitucionalidad.

POR TANTO

La Corte de Constitucionalidad, con fundamento en lo considerado y leyes citadas,


resuelve: I) Sin lugar la solicitud de aclaración formulada por los abogados Ana Lucrecia
Palomo Marroquín de Ortíz, José Luis Vallecillos Morales y Humberto Grazioso Bonetto, -
accionantes- de la sentencia dictada por esta Corte el dos de abril de dos mil
trece. II) Notifíquese.

MAURO RODERICO CHACÓN CORADO

PRESIDENTE

HÉCTOR HUGO PÉREZ AGUILERA ROBERTO MOLINA BARRETO


MAGISTRADO MAGISTRADO

GLORIA PATRICIA PORRAS ESCOBAR ALEJANDRO MALDONADO AGUIRRE


MAGISTRADA MAGISTRADO

JUAN IGNACIO GÁLVEZ QUIÑONEZ


SECRETARIO GENERAL ADJUNTO A.I.

INCONSTITUCIONALIDAD GENERAL PARCIAL

EXPEDIENTE 911-2010

CORTE DE CONSTITUCIONALIDAD, INTEGRADA POR LOS MAGISTRADOS


ROBERTO MOLINA BARRETO, QUIEN LA PRESIDE; ALEJANDRO MALDONADO
AGUIRRE, MARIO PÉREZ GUERRA, GLADYS CHACÓN CORADO, JUAN FRANCISCO
FLORES JUÁREZ, JOSÉ ROLANDO QUESADA FERNÁNDEZ E HILARIO RODERICO
PINEDA SÁNCHEZ: Guatemala, veintinueve de marzo de dos mil once.

Se tiene a la vista para dictar sentencia la acción de inconstitucionalidad


general parcial de los Acuerdos Gubernativos 103-2009 Y 281-2009 emitidos por el
Presidente de la República de Guatemala en Consejo de Ministros los días de seis de abril y
treinta de octubre, respectivamente, ambos de dos mil nueve, promovida por la abogada
Karen Marie Fischer Pivaral, quien actuó con su propio auxilio y con el de los abogados
Danilo Olaverri Melgar y Eduardo Candelario Soto. Es ponente en este caso el Magistrado
Vocal II, Mario Pérez Guerra, quien expresa el parecer del Tribunal.

ANTECEDENTES
I. FUNDAMENTOS JURÍDICOS DE LA IMPUGNACIÓN
Lo expuesto por la solicitante se resume: A) Antecedentes: El sistema de
transporte público urbano en la ciudad de Guatemala tiene tres características
principales: a) genera una restricción legal a la competencia, pues no cualquier persona
puede dedicarse, ejerciendo su propia iniciativa y en igualdad de condiciones, a prestar el
referido servicio; en este caso, al haber establecido la negociación de la actividad de
transporte urbano de la ciudad de Guatemala con una sola empresa particular como lo es
la Asociación de Empresas de Autobuses Urbanos de la ciudad de Guatemala, se produjo un
vicio total, ya que se constituyó, con ello, un monopolio en las actividades del Transporte
Urbano para la ciudad de Guatemala; b) mantiene una tarifa o precio regulado que lo define
una autoridad central y que obedece a una serie de criterios muy particulares; y c) requiere
un constante subsidio del Estado (dispuesto por el gobierno centra) con el cual se
transfieren recursos de los contribuyentes de todo un país hacia ciertos beneficios
específicos. Tales características generan consecuencias tales como mala calidad en la
prestación del servicio, disociación entre costos y beneficios, distorsiones económicas
acompañadas de injusticias, búsqueda de rentas, incumplimiento, inseguridad, delincuencia
y violación al principio de la igualdad ante la ley. B) Inconstitucionalidad de los
Acuerdos Gubernativos 103-2009 y 281-2009, de seis de abril y treinta de
octubre de dos mil nueve: dichos Acuerdos atentan contra los artículos 4º., 44, 130 y
118 de la Constitución Política de la República de Guatemala, ya que vulneran los derechos
inherentes a la persona humana, la garantía de igualdad social, y los principios de justicia
social, de prevalencia del interés social sobre el interés particular y de prohibición de
monopolios y privilegios. B.1) Violación al principio constitucional de justicia social
y resguardo del interés social frente al interés particular contenidos en los
artículos 118 y 44 respectivamente, de la Constitución Política de la República
de Guatemala: el artículo 118 constitucional preceptúa que el Régimen Económico y Social
de la República de Guatemala se funda en principios de justicia social y, para obtener el
desarrollo de dicho principio se pregona concatenadamente que el Estado tiene como
obligación la orientación de la economía nacional para lograr la utilización de los recursos
naturales y el potencial humano, ello con el objeto de incrementar la riqueza y buscar el
pleno empleo y la equitativa distribución del ingreso nacional. Este principio se encuentra
refrendado por el artículo 1º. de la Constitución, que establece que es obligación del Estado
la realización del bien común y sobre esta plataforma social, se encuentra regulado por el
artículo 44 constitucional el hecho que dentro de la República de Guatemala se debe velar
porque el interés social prevalezca sobre el interés particular. Esta normativa constitucional
no es respetada por el Presidente de la República de Guatemala, que actuó en Consejo de
Ministros, al momento de emitir el Acuerdo Gubernativo 103-2009 de seis de abril de dos
mil nueve, por el cual acordó, en su artículo 1º.: “Facultar al Ministerio de Finanzas Públicas
para que otorgue aporte económico de inversión hasta por la cantidad en quetzales
equivalente a treinta y cinco millones de dólares de los Estados Unidos de América a favor
de la Asociación de Empresas de Autobuses Urbanos de la ciudad de Guatemala, cuyo
destino específico sería financiar el proceso de implementación del sistema prepago en las
unidades de transporte urbano de la ciudad de Guatemala, conforme las condiciones que se
establezcan en el Convenio que para el efecto se suscriba entre el Ministerio de Finanzas
Públicas y la Asociación de Empresas de Autobuses de la ciudad de Guatemala.” En su
artículo 2 dicho Acuerdo Gubernativo expresa que los desembolsos del aporte de inversión
que se autoriza mediante esa disposición legal, se realizarán en el transcurso de los
ejercicios fiscales dos mil nueve, dos mil diez y dos mil once, conforme a la calendarización
que se establezca en el convenio al que se refiere el artículo precedente; por lo que se
faculta al Ministerio de Finanzas Públicas a realizar las operaciones presupuestarias,
contables y financieras necesarias para el cumplimiento de los desembolsos
correspondientes. Esta reiteración violatoria de la Constitución ocurre al momento en que
el referido funcionario emite también el Acuerdo Gubernativo 281-2009 de treinta de octubre
de dos mil nueve, por el cual faculta al Ministro de Finanzas Públicas para que otorgue
aporte económico temporal hasta por la cantidad de setenta y nueve millones ochocientos
mil quetzales a favor de la Asociación de Empresas de Autobuses Urbanos de la ciudad de
Guatemala, para los meses de octubre, noviembre y diciembre del año dos mil nueve, a
razón de veintiséis millones seiscientos mil quetzales mensuales y señala, en su artículo 2º.,
que: “El otorgamiento del aporte económico será financiado con recursos programados en
la partida presupuestaria 2009-11130018-000-00-99-19-000-002-000-435-0100-11
contenida en el Presupuesto General de Egresos del Estado...”, otorgándole a la citada
Asociación la facultad de utilizar dinero propiedad del Estado, obtenido del pago de los
impuestos de los habitantes de la República de Guatemala, tal como se puede apreciar en
el artículo contenido en las páginas cuatro y cinco del diario Prensa Libre de fecha cuatro
de marzo de dos mil, el que se titula: “Transporte financiado. El fideicomiso firmado es
privado, pero funciona con fondos públicos: las empresas ya recibieron Q50 millones para
el sistema prepago”. Si el citado artículo 118 constitucional obliga al Estado, por medio del
Organismo Ejecutivo, a cumplir con la existencia de una justicia social y con la orientación
de la economía nacional para obtener el bien común, entonces los Acuerdos Gubernativos
impugnados afectan tales preceptos de la Constitución Política de Guatemala, pues sus
normas que consagran principios universales para lograr la paz y el bienestar social, son
contradichas ipso facto por aquéllas. La aprobación de los Acuerdos impugnados revelan
que la asignación de recursos estatales para el funcionamiento y lucro de la Asociación de
Empresas de Autobuses de la ciudad de Guatemala, causan consecuencias de carácter
económico que resultan negativas para la nación, toda vez que hay una disociación entre
costos y beneficios; es decir, la aprobación de los Acuerdos Gubernativos objetados no
procura que sea la persona quien sufraga los costos de la operación la que obtenga los
beneficios respectivos, pues los costos los sufragan los contribuyentes que con los impuestos
subsidian esta actividad y los beneficios los obtienen otros grupos particulares, como la
Asociación de Empresas de Autobuses Urbanos de la ciudad de Guatemala –que pertenece
a personas particulares específicas–. Esta disociación entre costos y beneficios impide que
la actividad de transporte se desenvuelva de una manera eficiente. El subsidio y/o aporte
económico, como también se le suele llamar, es inoperante porque conlleva a la creencia
de un precio ilusorio. La fijación obligatoria es contraria al principio de que el interés general
prevalece sobre el interés particular de los habitantes de la República de Guatemala, si se
toma en cuenta que en la ciudad de Guatemala existen dos millones quinientos mil
habitantes, en tanto que en los departamentos y municipios restantes de la República de
Guatemala existen aproximadamente diez millones de habitantes, por lo que la diferencia
demuestra que el subsidio no está cumpliendo con el fin primordial de beneficiar a la mayoría
de la población, sino que únicamente a los que habitan la ciudad de Guatemala, lo que lo
hace contradictorio con los fines de bienestar común que la Constitución ha establecido
como prioritarios en sus artículos 44 y 118 respectivamente que declaran que el interés
social prevalece sobre el interés particular y que el régimen económico y social de la
República de Guatemala se funda en el principio de justicia social. El subsidio que se le
otorga a la Asociación de Empresas de Autobuses Urbanos de la ciudad de Guatemala
genera distorsiones, una de ellas es el aspecto de las externalidades negativas, definidas
estas como un costo externo que se impone sobre una persona como consecuencia de las
acciones o decisiones de otra sobre las cuales no tiene o no ejerce ningún control. En este
caso, la causa principal es la emisión de los acuerdos gubernativos impugnados, en los que
se dispuso transferir recursos de todos los ciudadanos de la República de Guatemala y
entregárselos a los prestatarios del servicio de transporte urbano. B.2) Violación a los
principios de igualdad social y justicia social, basado sobre la equitativa
distribución del ingreso nacional y el incremento de la riqueza del Estado
regulados por los artículos 4º. y 118 de la Constitución Política de la República
de Guatemala: diversas acciones referentes al otorgamiento del subsidio y/o aporte
económico de inversión han ocurrido y se han consentido a pesar que frente a la luz de las
normas y garantías constitucionales resultan violatorias de las mismas. El subsidio a la
Asociación de Empresas de Autobuses Urbanos de la ciudad de Guatemala provoca que se
genere una exacción ilegal de los recursos dinerarios del Estado, para el provecho y
enriquecimiento indebido de “supuestos empresarios” que han visto la facilidad de obtener
ganancias a costa del pueblo de la República de Guatemala. Al tener el control del servicio
urbano y de la capacidad de movilización de las personas usuarias, los empresarios se sitúan
en un plano de desigualdad creada por el propio Gobierno central para obtener o
incrementar el monto de los subsidios. Los empresarios del servicio burlan la regulación y
el manejo del subsidio ya que al final del mes llega un cheque pagando supuestamente el
servicio sin que esto sea real, puesto que el riesgo de la operación no lo asumen aquéllos
sino que llegan a acuerdos con los propios pilotos para recibir cuotas sin que el empresario
trabaje, siendo que el costo de gasolina lo asumen los pilotos contratados para el manejo
de los buses y todos aquellos gastos necesarios para su funcionamiento, pero los
empresarios solo esperan el pago mensual del subsidio y el Estado no obtiene ganancias,
por lo que este tipo de regulación del subsidio es injusto y se viola uno de los principios
fundamentales de justicia social que es la igualdad ante la ley. El hecho de que el subsidio
o “aporte económico de inversión” no genere ningún beneficio al pueblo de Guatemala que
permita la sustentación y aplicación de la normativa regulada por el artículo 118
constitucional, es ilegal, como lo es el incremento de la riqueza; por el contrario, constituye
una inversión ilimitada e irregular imposible de fiscalizar, que genera pérdidas millonarias al
Estado que deben ser subvencionadas por los habitantes de la República de Guatemala en
su totalidad, que son obligados a pagar sus impuestos para que los mismos sean entregados
para la Asociación de Empresas de Autobuses Urbanos de la ciudad de Guatemala, la cual,
por encontrarse constituida como una sociedad civil, es una entidad no lucrativa. B.3)
Violación al principio de prohibición de privilegios regulado por el artículo 130
de la Constitución Política de la República de Guatemala: el artículo 130
constitucional enuncia en forma taxativa que “El Estado limitará el funcionamiento de las
empresas que absorban o tiendan a absorber, en perjuicio de la economía nacional, la
producción en uno o más ramos industriales o de una misma actividad comercial o
agropecuaria. Las leyes determinarán lo relativo a esta materia. El Estado protegerá la
economía de mercado e impedirá las asociaciones que tiendan a restringir la libertad del
mercado o a perjudicar a los consumidores”. Los acuerdos impugnados vulneran e infringen
la norma constitucional al crear privilegios prohibidos para la Asociación de Empresas de
Autobuses Urbanos de la ciudad de Guatemala. El Gobierno central, por medio del
Presidente de la República de Guatemala, ha limitado la prestación del servicio al disponer
que la entrega del subsidio sea únicamente para la Asociación antes mencionada y que ésta
sea la encargada de administrar los recursos económicos otorgados por el Estado,
expresando la falacia que la Contraloría General de Cuentas pueda fiscalizar. Por ello se da
una sustitución de prestación de servicio público por parte del Estado, pues el mismo será
suministrado por un particular con recursos estatales, lo que se encuentra totalmente
prohibido por el artículo 130 constitucional. El artículo 1º. del Acuerdo Gubernativo 103-
2009 establece que se faculta al Ministerio de Finanzas Públicas para que otorgue aporte
económico de inversión a la Asociación de Empresas de Autobuses Urbanos de la ciudad de
Guatemala; y en su artículo 5 expresa que es responsabilidad de dicha Asociación la correcta
utilización de los recursos. De forma similar el Acuerdo Gubernativo 281-2009 expresa en
su artículo 1º. que se faculta al Ministro de Finanzas Públicas para que otorgue aporte
económico temporal a favor de la Asociación de Empresas de Autobuses Urbanos de la
ciudad de Guatemala para los meses de octubre, noviembre y diciembre del año dos mil
nueve y que nuevamente es responsabilidad de dicha Asociación la correcta utilización de
los recursos. Esto revela que es la mencionada agrupación, como entidad privilegiada, a la
que se le están concediendo beneficios indebidos por parte del Estado, riñendo contra los
preceptos regulados por el artículo 130 constitucional, puesto que la consideración fáctica
que se utiliza para otorgar privilegios es el hecho de que es deber del Estado garantizarle a
sus habitantes la seguridad y ante los altos índices de violencia suscitados en la ciudad de
Guatemala que, entre otros sectores han afectado sustancialmente a la población que utiliza
el servicio de transporte urbano público de la ciudad de Guatemala, es necesario garantizar
la seguridad de los usuarios y conductores, en consecuencia, el Gobierno de la República
ha dispuesto otorgar a la Asociación de Empresas de Autobuses Urbanos de la ciudad de
Guatemala, un aporte económico de inversión, para implementar el sistema prepago en las
unidades de transporte urbano de la ciudad de Guatemala. El Gobierno de la República,
mediante el Acuerdo Gubernativo 103-2009, está otorgando en forma exclusiva a la
Asociación de Empresas de Autobuses Urbanos de la ciudad de Guatemala, la exclusividad
para que esta entidad sea la encargada de implementar en la República de Guatemala, el
sistema prepago para la ciudad de Guatemala, lo que conlleva a un monopolio directo y al
otorgamiento exclusivo de privilegios prohibidos por el artículo 130 constitucional. Por estas
circunstancias, queda evidenciado que los Acuerdos Gubernativos números 103-2009 y 281-
2009 son inconstitucionales por lo que se debe declarar su invalidez.
II. TRÁMITE DE LA INCONSTITUCIONALIDAD

No se decretó la suspensión provisional de los Acuerdos Gubernativos impugnados.


Se confirió audiencia por quince días comunes al Presidente de la República de Guatemala,
al Ministro de Finanzas Públicas y al Ministerio Público. Oportunamente se señaló día y hora
para la vista.
III. RESUMEN DE LAS ALEGACIONES
A) Karen Marie Fischer Pivaral, interponente de la acción expuso: el Estado de
Guatemala, por medio del Presidente de la República en Consejo de Ministros, emitió los
Acuerdos Gubernativos que se impugnan en virtud de que conllevan la concesión ilegal e
ilegítima de privilegios monopolísticos a la Asociación de Empresas de Autobuses Urbanos,
que atentan contra el régimen económico y social de la República de Guatemala, en
detrimento de los principios de igualdad social, justicia social y del bienestar común frente
a intereses particulares. Esta actividad o negociación realizada, evidencia que se está
actuando por parte de la administración pública en forma ilegal, puesto que el otorgamiento
del subsidio se encuentra compuesto de actos arbitrarios y antojadizos de los funcionarios
públicos, quienes transgreden el artículo 118 constitucional, que preceptúa que el régimen
económico y social de la República de Guatemala se funda en principios de justicia social y,
para obtener el desarrollo de dicho principio se pregona concatenadamente que el Estado
tiene como obligación la orientación de la economía nacional para lograr la utilización de los
recursos naturales y el potencial humano para incrementar la riqueza y lograr el pleno goce
y la equitativa distribución del ingreso nacional. Este se encuentra refrendado por el artículo
1º. de la Constitución Política de la República, que señala que es obligación del Estado la
realización del bien común y sobre esta plataforma social, se encuentra regulado por el
artículo 44 constitucional el hecho que dentro de la República se debe velar porque el interés
social prevalezca sobre el particular. El subsidio no está cumpliendo con el fin primordial de
beneficiar a la mayoría de la población, sino que únicamente a los propietarios de la
Asociación de Empresas de Autobuses Urbanos, lo que provoca que se genere una exacción
ilegal de los recursos dinerarios del Estado para el provecho y enriquecimiento indebido de
“supuestos empresarios” que han visto la facilidad de obtener ganancias a costa del Pueblo.
El “Aporte Económico de Inversión” no genera ningún beneficio al pueblo de Guatemala que
permita la sustentación y aplicación de la normativa regulada por el artículo 118
Constitucional, como lo es incrementar la riqueza, sino por el contrario, constituye una
inversión ilimitada e irregular que genera pérdidas millonarias al Estado que deben ser
subvencionadas por los habitantes de la República de Guatemala en su totalidad. La
aprobación de los Acuerdos Gubernativos revelan que la asignación de recursos estatales
para el funcionamiento y lucro de la Asociación de Empresas de Autobuses Urbanos son
evidentes y notorias y causan consecuencias de carácter económico que resultan negativas
para la nación. Solicitó que se declare con lugar la acción de inconstitucionalidad
promovida. B) El Presidente de la República de Guatemala indicó que los Acuerdos
Gubernativos 281-2009 y 103-2009 fueron gestionados y aprobados por el Gobierno Central
para garantizar que el servicio del transporte urbano de la ciudad de Guatemala y áreas de
influencia durante los meses de octubre, noviembre y diciembre de dos mil nueve, se
prestará en forma ininterrumpida y sin aumentar el valor del pasaje, lo cual propició que las
actividades económicas que se desarrollaron en la ciudad capital no se vieran afectadas por
la falta de este servicio. Los llamados subsidios e inversiones en servicios públicos esenciales
como el transporte urbano, tiene precisamente su fundamento en otras normas de mayor
jerarquía, que a la presente fecha no han sido señaladas de inconstitucionales y el
planteamiento de inconstitucionalidad de los acuerdos gubernativos referidos contiene
deficiencias técnicas que lo hacen inviable, toda vez que existe una imprecisión en el
señalamiento de los acuerdos impugnados, ya que no existe una confrontación técnica de
lo cuestionado con la Constitución Política de la República de Guatemala. Los Acuerdos
Gubernativos 103-2009 y 281-2009 ambos de la Presidencia de la República en Consejo de
Ministros, lejos de ocasionar daño alguno o vulneración de derechos reconocidos por la
Constitución, lo fortalece porque con lo preceptuado en éstos, el Estado garantiza que no
se interrumpa por ningún motivo el transporte urbano de la ciudad capital. Cabe considerar
que el artículo 1º. de la Constitución Política de la República de Guatemala establece que el
Estado de Guatemala se organiza para proteger a la persona y a la familia y que su fin
supremo es la realización del bien común, por lo que las leyes pueden evaluarse tomando
en cuenta que los legisladores están legitimados para dictar las medidas que, dentro de su
concepción ideológica y sin infringir preceptos constitucionales, tiendan a la consecución
del bien común. De esa cuenta, el Presidente de la República, como superior jerárquico de
la administración centralizada (organismo ejecutivo) se encarga de la administración pública
y de la prestación de los servicios y ser el conducto por el cual se realiza la finalidad del
Estado, el bien común o bienestar general (artículo 2 constitucional). De conformidad con
la atribución administrativa que le confieren al Presidente de la República los artículos 5, 16
y 17 del Decreto 114-97 del Congreso de la República, que lo facultan para discutir sobre
las políticas, planes y programas de gobierno, es su deber garantizar la seguridad a la
población guatemalteca, lo que hace al proponer que el servicio de transporte urbano de la
ciudad capital y áreas de influencia urbana se preste en condiciones que propicien la
seguridad de los usuarios y conductores, mediante acuerdos gubernativos actuando en
Consejo de Ministros y la de establecer su aplicabilidad, con las cuales no está
contraviniendo ninguna norma constitucional, siendo una función política que corresponde
con exclusividad al Organismo Ejecutivo. Además, de conformidad con el artículo 182
constitucional, el Presidente de la República es el Jefe del Estado de Guatemala y ejerce las
funciones del Organismo Ejecutivo y actuará siempre con los Ministros en consejo o
separadamente con uno o más de ellos. De ahí que puede dictar los acuerdos para los que
estuviere facultado (facultad reglamentaria) por la Constitución (artículo 183 constitucional)
para el estricto cumplimiento de las leyes (Decreto 114-97 del Congreso de la República),
por lo tanto el Presidente administra de acuerdo y en ejecución de las leyes, y las reglamenta
por disposición constitucional, en función de su preeminencia sobre la ley, tal como lo
estipula el artículo 175 constitucional. De esa cuenta, el Presidente de la República puede,
desde el punto de vista de sus atribuciones, aprobar subsidios e inversiones para el
transporte urbano por las circunstancias actuales y en nada vulnera ni menoscaba tal
competencia contenida en el artículo 183, inciso e), de la Constitución Política de la
República. En conclusión, la acción de inconstitucionalidad que se plantea es de tipo
expositiva y no hay argumentación concreta que concluya con una violación a la Carta
Magna. Solicitó se declare sin lugar la inconstitucionalidad general total planteada contra
los Acuerdos Gubernativos 103-2009 de seis de abril de dos mil nueve y 281-2009 de treinta
de octubre de dos mil nueve. C) El Ministerio de Finanzas
Públicas manifestó: C.1) De la improcedencia de la acción de inconstitucionalidad por la
no violación al régimen económico y social, específicamente en los artículos 118 y 130 que
contienen los principios del régimen indicado y la prohibición de monopolios: los Acuerdos
Gubernativos impugnados son coherentes con el artículo 118 constitucional, el cual en la
parte final establece que: “cuando fuere necesario, el Estado actuará complementando la
iniciativa y la actividad privada, para el logro de los fines expresados”. En consonancia con
lo anterior debe entenderse la justicia o bienestar social como la concesión mínima que
halague a las masas sin comprometer gravemente el estatu quo económico y de clases,
organizando la economía para el bienestar social y normando taxativamente todo lo
relacionado con la distribución de la riqueza. Dentro de la impugnación de
inconstitucionalidad la recurrente hace una confrontación entre los Acuerdos y el artículo
118 de la Constitución Política, citando solamente en parte esta norma que se considera
violada, pero no hace exposición o análisis de la última parte o parte final, por lo que no
hace la debida confrontación de la parte omitida, lo cual conlleva que no se enfoque en
forma efectiva la supuesta inconstitucionalidad denunciada. C.2) De la no violación al
artículo 130 de la Constitución Política de la República de Guatemala que regula la
prohibición de monopolios: argumenta la recurrente que los acuerdos impugnados
establecen privilegios prohibidos para la Asociación de Empresas de Autobuses Urbanos de
la ciudad de Guatemala; sin embargo, en la denuncia de inconstitucionalidad de los acuerdos
impugnados en contraposición del artículo 130 constitucional, no se aprecia ninguna
violación a dicha norma, en virtud que los Acuerdos fueron emitidos de conformidad con las
atribuciones conferidas al Presidente de la República, para la administración de la hacienda
pública y en cumplimiento del deber constitucional del Estado de garantizar a sus habitantes
la seguridad; además, no se violenta el principio de la justicia social y el bien común de los
habitantes. La Constitución Política de la República de Guatemala establece la prohibición
para los monopolios y privilegios, por lo que el Estado debe limitar las empresas que
absorban o tiendan a absorber, en perjuicio de la economía nacional dentro de una misma
actividad comercial, como lo establece el artículo 30 de la Carta Magna. La recurrente
basa su denuncia constitucional de los acuerdos impugnados en esta parte del artículo 130,
empero la última parte de éste establece “El Estado protegerá la economía de mercado e
impedirá las asociaciones que tiendan a restringir la libertad de mercado o a perjudicar a
los consumidores”. En esta parte del artículo que se denuncia su vulneración, es que el
Estado debe fomentar el bienestar social de la población, cuando se indica que no se debe
perjudicar a los consumidores. En el presente caso al hablar de consumidores se habla de
usuarios del servicio de transporte urbano dentro del perímetro de la ciudad de Guatemala;
el Estado otorgó en inversión al proyecto denominado sistema prepago en las unidades del
sistema de transporte urbano de esta ciudad, los subsidios o aportes económicos por la
cantidad establecida en los Acuerdos Gubernativos, con el fin primordial de cumplir con el
mandato de protección a la persona y el de brindar seguridad y paz a todos los usuarios de
este servicio, cumpliendo la parte final del artículo 130, de evitar que se perjudique a los
consumidores, al contrario se está dando un beneficio social al modernizar este sistema por
demás obsoleto e inseguro por uno de mejor calidad. Si bien la recurrente aduce que se ha
monopolizado este servicio, dando privilegios a ciertos empresarios que forman la Asociación
no lucrativa de buses urbanos de la ciudad de Guatemala, esto no está basado en derecho,
ya que a dicha asociación se le ha dado la aportación establecida en los Acuerdos
Gubernativos 103-2009 y 281-2009, producto del desarrollo de un procedimiento de
licitación llevado a cabo bajo las normas ordinarias pertinentes, mismo que fue programado
por la Municipalidad de Guatemala, como entidad requirente y administradora de dicho
servicio urbano, participando con otras entidades del sector privado, siendo esta la que llenó
los requerimientos solicitados por la administradora del servicio en calidad, precio y
seguridad en concurso de precios, con otras ofertas presentadas para el efecto y además
dicho proceso fue llevado a cabo e impulso al principio de la economía de mercado. Por lo
que producto de este procedimiento de licitación, resultó como beneficiaria de los aportes
de inversión al proyecto de modernización del servicio urbano por parte del Estado, la
Asociación de Empresas de Autobuses Urbanos de la ciudad de Guatemala (entidad civil-no
lucrativa) y cuyos instrumentos para que tomara vigencia legal dicho aporte se dio por parte
del Estado por medio de los Acuerdos ahora impugnados. C.3) Improcedencia de la
acción de inconstitucionalidad por la no violación a los artículos 4 (derecho de
igualdad) y 44 (derechos inherentes a la persona humana): el principio de igualdad
no pretende que todos los seres humanos sean iguales entre sí, lo cual es imposible e
inconcebible, al contrario, pretende la desigualdad de trato para resolver con justicia
situaciones desiguales, por lo que los Acuerdos Gubernativos impugnados no están
vulnerando el principio de igualdad, ya que la Corte de constitucionalidad en su
jurisprudencia ha establecido que no es contrario al principio de igualdad el hecho de que
se de un tratamiento diferente a las personas o situaciones que se encuentran en diferente
condición. En ese orden de ideas ese Ministerio sostiene el criterio que al emitirse los
Acuerdos Gubernativos no se ha beneficiado a ningún grupo en particular y de esta cuenta
no se ha violado el principio constitucional que reza que el interés social prevalece sobre el
interés particular regulado en el artículo 44 de la Constitución Política de la República de
Guatemala. Solicitó se declare sin lugar la acción de inconstitucionalidad general total
planteada. D) El Ministerio Público, por medio de la Fiscalía de Asuntos
Constitucionales, Amparos y Exhibición Personal, indicó que el amparo deviene
improcedente porque de conformidad con el artículo 135 de la Ley de Amparo, Exhibición
Personal y de Constitucionalidad, así como el Acuerdo 4-89 de la Corte de
Constitucionalidad, la inconstitucionalidad es una acción de carácter técnico jurídico que
obliga como requisito sine qua non de su conocimiento de fondo, que el promovente de la
misma expresa en forma razonada y clara los motivos jurídicos en que descansa la
impugnación. En ese orden de ideas, considera que es motivo de desestimación de la
inconstitucionalidad que no se haga la motivación respectiva, puesto que no se entra a
realizar un análisis comparativo de los Acuerdos impugnados con la Constitución Política de
la República de Guatemala, ya que para que proceda una acción de esta naturaleza es
obligatorio que se efectúe el análisis comparativo de los Acuerdos impugnados frente a las
normas de la Constitución que se estimen violentadas, sin embargo en el presente caso no
se cumplió con dicho requisito. La inconstitucionalidad planteada adolece de una adecuada
fundamentación jurídica que debe concurrir en todo planteamiento, pues la ley y la doctrina
impone a la pretensora la carga procesal de realizar una argumentación particularizada en
la cual expresa en forma razonada y clara los motivos en los que descansa la impugnación,
realizando mediante el razonamiento pertinente la confrontación entre cada norma acusada
de inconstitucionalidad y el precepto constitucional expreso, en cumplimiento del principio
de congruencia, por lo que la misma debe declararse sin lugar. No obstante lo antes
considerado, no se admite violación al artículo 4 de la Constitución Política de la República,
que establece que en Guatemala todos los seres humanos son libres e iguales en dignidad
y derechos, ya que los acuerdos impugnados fueron emitidos para garantizar a los usuarios
del transporte público urbano, hombres y mujeres, la seguridad, dado los altos índices de
violencia suscitados en Guatemala, otorgando un aporte económico de inversión, para
implementar el sistema prepago en las unidades del transporte urbano de la ciudad de
Guatemala. Tampoco viola el artículo 44 constitucional, por cuanto el interés social o bien
común prevalece sobre el interés particular, porque se está garantizando la seguridad para
todos los usuarios del transporte público urbano, dado los altos índices de violencia
suscitados en al ciudad de Guatemala. Se concluye también que los Acuerdos impugnados
no violan el artículo 118 constitucional, por cuanto el régimen económico y social se basa
en los principios de justicia social, lo que implica que el Estado de Guatemala debe asumir
los roles de orientador de la economía nacional y de participar a la par de la iniciativa
privada, tomando en cuenta las obligaciones fundamentales establecidas en el artículo 119
de la Constitución. Solicitó que se declare sin lugar la inconstitucionalidad general total
planteada.

IV. ALEGATOS DEL DÍA DE LA VISTA

A) La accionante reiteró lo manifestado en su planteamiento de inconstitucionalidad e


indicó que contrario a lo que expresa el Ministerio Público en cuanto a que su planteamiento
no puede ser analizado en cuanto a la inconstitucionalidad de cada acuerdo gubernativo
impugnado con las normas constitucionales alegadas, su planteamiento es claro, preciso y
circunstanciado en cuanto a los aspectos medulares de cada Acuerdo Gubernativo
impugnado y la forma en que su contenido contradice las disposiciones de orden
constitucional en perjuicio de todos los habitantes de la República. Resulta contradictorio el
hecho que se pretenda que efectúe en forma razonada la confrontación de “cada norma
acusada de inconstitucionalidad y el precepto constitucional expreso”, cuando su
planteamiento no se refiere a inconstitucionalidad de leyes, sino de actos contenidos en
acuerdos gubernativos emitidos por el Presidente de la República en Consejo de Ministros
por resultar contradictorios con las normas constitucionales al contener vicio de
inconstitucionalidad por violación de los principios del régimen económico y social, los
derechos inherentes a la persona humana de garantizar la igualdad social, el interés social
con prevalencia al interés particular y la prohibición de monopolios y privilegios consagrados
por los artículos 4, 44, 130 y 118 de la Constitución Política de la República de Guatemala.
Solicitó se declare con lugar la inconstitucionalidad promovida y se ordene la suspensión
definitiva de los Acuerdos Gubernativos 103-2009 y 281-2009 emitidos por el Presidente de
la República de Guatemala en Consejo de Ministros. B) El Presidente de la República de
Guatemala reiteró lo expuesto en su escrito de fecha cinco de abril de dos mil diez, por el
cual evacuó la audiencia que por quince días se le confirió y solicitó se declare sin lugar la
inconstitucionalidad general total planteada. C) El Ministerio Público reiteró lo expuesto en
su escrito mediante el cual evacuó la audiencia que por quince días se le confirió y solicitó
que se declare sin lugar la inconstitucionalidad general total planteada contra los Acuerdos
Gubernativos 103-2009 y 281-2009 emitidos por el Presidente de la República. D) El
Ministerio de Finanzas Públicas reiteró lo escrito en la audiencia que por quince días se
le confirió y solicitó que se declare sin lugar la acción de inconstitucionalidad general total
planteada.
CONSIDERANDO
-I-
La acción directa de inconstitucionalidad procede contra leyes, reglamentos o
disposiciones de carácter general que contengan vicio total o parcial de inconstitucionalidad,
con el objeto de que la legislación del país se mantenga dentro de los límites que fija la
Constitución Política de la República de Guatemala; así, de declararse procedente la
pretensión de inconstitucionalidad abstracta, deben excluirse del ordenamiento jurídico las
disposiciones normativas que evidencien disconformidad con el texto supremo. Lo anterior
impone al Tribunal, como una cuestión de necesario pronunciamiento, establecer
previamente si la disposición tachada de vicio constitucional encuadra dentro de alguno de
los tres supuestos: ser una ley, un reglamento o una disposición de carácter general.
-II-
En el presente caso, la accionante promueve la inconstitucionalidad general parcial
de los Acuerdos Gubernativos 103-2009 Y 281-2009 emitidos por el Presidente de la
República de Guatemala en Consejo de Ministros, los días de seis de abril y treinta de octubre
de dos mil nueve, en los que el referido mandatario dispuso, respectivamente: “Facultar al
Ministerio de Finanzas Públicas, para que otorgue aporte económico de inversión hasta por
la cantidad en quetzales equivalente a treinta y cinco millones de dólares de los Estados
Unidos de América (US$.35,000,000.00) a favor de la Asociación de Empresas de Autobuses
Urbanos de la ciudad de Guatemala, cuyo destino específico será financiar el proceso de
implementación del sistema prepago en las unidades de transporte urbano de la ciudad de
Guatemala, conforme a las condiciones que se establezcan en el convenio que para el efecto
se suscriba entre el Ministerio de Finanzas Públicas y la Asociación de Empresas de
Autobuses Urbanos de la dudad de Guatemala”, y “Facultar al Ministerio de Finanzas
Públicas, para que otorgue aporte económico temporal hasta por la cantidad de setenta y
nueve millones ochocientos mil quetzales (Q.79,800,000.00) a favor de la Asociación de
Empresas de Autobuses Urbanos de la ciudad de Guatemala, para los meses de octubre,
noviembre y diciembre del año 2009, a razón de veintiséis millones seiscientos mil quetzales
(Q.26,600,000.00) mensuales, conforme a las condiciones que se establezcan en el convenio
que para el efecto se suscriba entre el Ministerio de Finanzas Públicas y la referida
Asociación”. A efecto de sustentar su pretensión, la postulante expuso los argumentos y
motivos jurídicos que quedaron reseñados en el apartado antecedente del presente fallo.
- III -
Esta Corte ha sostenido que la dicción contenida en el artículo 267 de la Constitución
Política de la República precisa que las acciones que conlleven como objetivo la denuncia
de inconstitucionalidad de normas de inferior jerarquía a la de la Constitución Política de la
República de Guatemala, deben promoverse únicamente contra leyes, reglamentos y
disposiciones que posean la característica de ser generales. Excluye de esta manera la
posibilidad de que por la vía mencionada, prospere el reproche que se intente contra
disposiciones que el poder público haya emitido con alcances individualizados o
particularizados. Se ha puntualizado que “(…) En ese sentido, el concepto ‘general’, al cual
alude la norma superior mencionada, significa ‘Común a todos los individuos que constituyen
un todo, o a muchos objetos, aunque sean de naturaleza diferente’, es decir, que toda
norma jurídica que posee la característica de general debe ser común a un conjunto de
individuos que constituyen un todo, abstracta e impersonal, por ello no son disposiciones
de carácter general las que se emiten con la finalidad de regular situaciones particularmente
consideradas (…)” [fallo de diez de octubre de dos mil ocho, dictado dentro del expediente
un mil novecientos ochenta y nueve – dos mil ocho (1989-2008)].
De los anteriores razonamientos es posible determinar el hecho de que no revisten
el carácter de generalidad, las que se emiten con la finalidad de regular las relaciones
jurídicas que atañen a personas o situaciones particularmente consideradas, como esta
Corte aprecia que ocurre en el presente caso, ya que los Acuerdos Gubernativos impugnados
se circunscriben a facultar al Ministerio de Finanzas Públicas para que realice una actividad
(prestación) determinada, en un momento también determinado, con el único objeto de dar
continuidad a un proyecto de servicio público; es decir, por su medio se formula una
disposición para regular una situación específica.
En abono a lo anterior, se estime pertinente por su valor citar lo que al respecto ha
expresado Manuel de Jesús Mejicanos Jiménez: “(…) se puede concluir que lo que se
pretende en el control de constitucionalidad de normas por vía de inconstitucionalidad
abstracta es el enjuiciamiento de la norma con abstracción de hechos concretos en los que
podría ser aplicada. Es por ello que el examen es eminentemente jurídico y, desde luego,
debe hacerse sin sustituir la voluntad del órgano emisor de la normativa enjuiciada respecto
de la conveniencia de emitirla (…)” (La inconstitucionalidad de leyes, reglamentos y
disposiciones de carácter general en el ordenamiento jurídico guatemalteco, Biblioteca
Jurídica Virtual del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la Universidad Nacional
Autónoma de México –UNAM-).
Sobre la base de lo anteriormente expuesto, esta Corte estima que no puede acceder
a conocer del fondo de las argumentaciones invocadas por la accionante, lo que hace
imperativo desestimar el planteamiento respectivo debido a que, a juicio del Tribunal, la
disposición objetada carece de características que la tornen general como para posibilitar
su impugnación por esta vía y, por ende, su intervención no ha sido reclamada en forma
legal.
-IV-
Conforme lo establecido en el artículo 148 de la Ley de Amparo, Exhibición Personal
y de Constitucionalidad, cuando la acción de inconstitucionalidad se declare sin lugar se
impondrá multa a los abogados auxiliantes, sin perjuicio de la condena en costas al
interponente. En el presente caso, no se condena en costas a la accionante, habida cuenta
que no existe sujeto legitimado para su cobro, pero sí es procedente imponer multa a los
abogados auxiliantes del planteamiento –incluida la postulante, quien actuó bajo su propio
auxilio–, por ser de rigor legal.
LEYES APLICABLES
Artículos 267 y 272, inciso a), de la Constitución Política de la República de
Guatemala; 115, 133, 143, 146, 148, 163, inciso a), 185 y 186 de la Ley de Amparo,
Exhibición Personal y de Constitucionalidad; y 31 del Acuerdo 4-89 de la Corte de
Constitucionalidad.
POR TANTO
La Corte de Constitucionalidad, con base en lo considerado y leyes citadas,
resuelve. I) Sin lugar la acción de inconstitucionalidad general parcial de los Acuerdos
Gubernativos 103-2009 Y 281-2009 emitidos por el Presidente de la República de Guatemala
en Consejo de Ministros, los días de seis de abril y treinta de octubre, de dos mil nueve,
promovida por la abogada Karen Marie Fischer Pivaral. II) No se condena en costas a la
accionante, por la razón considerada en este fallo. III) Se impone a cada uno de los
abogados auxiliantes Karen Marie Fischer Pivaral, Danilo Olaverri Melgar y Eduardo
Candelario Soto, la multa de un mil quetzales, misma que dichos profesionales deben pagar
en la Tesorería de esta Corte en un plazo no mayor de cinco días, contados a partir de la
fecha en que a ellos se les notifique el contenido de esta sentencia; en caso de
incumplimiento en el pago, su cobro se hará por la vía legal
correspondiente. IV) Notifíquese.

ROBERTO MOLINA BARRETO

PRESIDENTE

ALEJANDRO MALDONADO AGUIRRE MARIO PÉREZ GUERRA

MAGISTRADO MAGISTRADO

GLADYS CHACÓN CORADO JUAN FRANCISCO FLORES


JUÁREZ

MAGISTRADA MAGISTRADO

JOSÉ ROLANDO QUESADA FERNÁNDEZ HILARIO RODERICO PINEDA


SÁNCHEZ

MAGISTRADO MAGISTRADO

(Voto disidente)

MARTÍN RAMÓN GUZMÁN HERNÁNDEZ

SECRETARIO GENERAL
INCONSTITUCIONALIDAD GENERAL PARCIAL

EXPEDIENTE 2664-2013

CORTE DE CONSTITUCIONALIDAD, INTEGRADA POR LOS MAGISTRADOS


HECTOR HUGO PEREZ AGUILERA, QUIEN LA PRESIDE, ROBERTO MOLINA
BARRETO, GLORIA PATRICIA PORRAS ESCOBAR, ALEJANDRO MALDONADO
AGUIRRE, MAURO RODERICO CHACÓN CORADO, CARMEN MARÍA GUTIÉRREZ
DE COLMENARES y JUAN CARLOS MEDINA SALAS: Guatemala, veintisiete de marzo
de dos mil catorce.

Se tiene a la vista, para dictar sentencia, la acción de inconstitucionalidad de ley de


carácter general parcial por omisión legislativa del artículo 107 de la Ley de Protección al
Consumidor y Usuario, Decreto 6-2003 del Congreso de la República de Guatemala,
promovida por Soazig Amanda Santizo Calderón. La accionante actuó con el auxilio de las
abogadas María del Rosario Menéndez González, Evelin Licely Cano Lemus e Ingrid Romaneli
Rivera Recinos. Es ponente en este caso la Magistrada Vocal II, Gloria Patricia Porras
Escobar, quien expresa el parecer de este Tribunal.

ANTECEDENTES
I. FUNDAMENTOS JURÍDICOS DE LA IMPUGNACIÓN

Lo expuesto por la accionante, respecto de la norma que señala inconstitucional, se


resume: A. el artículo 107 de la Ley de Protección al Consumidor y Usuario establece: “En
el plazo de cinco años contados a partir de la vigencia de la presente Ley, el Congreso de la
República deberá emitir la disposición legal pertinente para que la Dirección de Atención y
Asistencia al Consumidor se convierta en Procuraduría de la Defensa del Consumidor y del
Usuario”; sin embargo, a pesar de haber transcurrido casi diez años de la promulgación del
cuerpo legal mencionado, el Congreso de la República de Guatemala ha obviado dicha
obligación; B. por lo que existe violación a los artículos 1º., 119 inciso “i” , 153, 157 y 171
inciso “a” de la Constitución Política de la República de Guatemala; C. indica que la omisión
en el cumplimiento de las atribuciones del Congreso de la República de Guatemala, es
evidente, pues como lo señala Guillermo Cabanellas, en cuanto a la omisión es: “ Abstención
de hacer una actividad…” de tal manera que es lo opuesto de acción, y ésta es definida por
el jurista mencionado como: ”En sus significados generales, acción equivale a ejercicio de
una potencia o facultad”. En ese orden de ideas, estima la solicitante, que su planteamiento
es procedente, pues la inconstitucionalidad de un acto, no puede ser considerado
únicamente por algún tipo de acción que se realice que conlleve a contrariar cierto principio
o garantía constitucional, pues también se vulneran los principios constitucionales cuando
se omite aplicarlos, igualmente cuando se irrespeta una norma constitucional impositiva por
parte de los órganos del Estado y dicha conducta conlleva a la transgresión del poder
público, consecuentemente el bien común; D. por lo que estima, que con el incumplimiento
de las obligaciones impuestas por la Constitución de los Organismos de Estado, se irrespeta
el poder público, que regula el artículo 152 de la Constitución Política de la República al
establecer que: “El poder proviene del pueblo. Su ejercicio está sujeto a las limitaciones
señaladas en la Constitución y la ley...” En ese mismo sentido la Corte de Constitucionalidad
se ha manifestado al respecto al indicar que: “…El principio de legalidad de las funciones
públicas contenido en el artículo 152 de la Constitución, establece que el ejercicio del poder
está sujeto a las limitaciones señaladas por la Constitución y la Ley, lo que significa que la
función pública debe estar debidamente establecida; con la finalidad de hacer dinámica la
toma de decisiones, contempló la representación del ejercicio de la autoridad o de la
competencia, permitiendo que fuera la ley ordinaria la que lo desarrolla…” (gaceta número
cuarenta y dos, expediente número novecientos catorce guión noventa y seis, página
número cuarenta y seis, sentencia de fecha doce de diciembre de mil novecientos noventa
y seis), como puede inferirse, las facultades que son otorgadas a los Organismos del Estado
a través de la Constitución son emanadas del poder decisivo de la población, con el objeto
que a través de la función pública sean aseguradas las garantías constitucionales, así como
todos aquellos derechos o prerrogativas inherentes al ser humano, tal y como lo preceptúa
el artículo 154 de la Constitución Política de la República, de lo que se extrae que, nadie
puede contrariar u obviar las normas constitucionales, pues el irrespeto de las normas
constitucionales ya sea por acción u omisión por parte de cualquier representante del
Estado, sin importar su categoría es inaceptable; E. al contravenir las funciones
constitucionales delegadas a los organismos del Estado, se erosiona el bien común, garantía
constitucional establecida en el artículo 1º, de la Constitución Política de la República, como
consecuencia, de lo anterior desde el momento en que uno de los organismos del Estado
incumple con sus funciones o irrespeta las normas constitucionales se vulnera no sólo la
estructura estatal, sino además, quebranta el fin supremo de éste; F. señala que es de suma
importancia la efectiva funcionalidad de los organismos del Estado, y que estos cumplan
con sus funciones, con el objeto de que exista una verdadera protección de la integridad de
las personas así como las obligaciones a las que se ha comprometido el Estado de
Guatemala, al suscribir Tratados Internacionales en materia de Derechos
Humanos; G. estima que el Congreso de la República de Guatemala violentó las garantías
mencionadas al no haber cumplido con sus funciones, ya que no ha creado el ordenamiento
jurídico ordenado en el artículo 107 de la Ley de Protección al Consumidor y Usuario, omisión
que vulnera los derechos de la población guatemalteca contenidos en la
Constitución; H. asimismo, la mencionada entidad estatal, incumple con la obligación
legislativa que le fue designada en el artículo 157 de la Constitución, al omitir realizar su
función de legislar al respecto del caso concreto, en ese mismo sentido el artículo 171 de la
Constitución preceptúa su función de decretar, reformar y derogar leyes, lo cual no ha
realizado al no actuar de conformidad como lo indicado en la norma objetada; además con
dicha omisión el Congreso de la República incumple con sus funciones, limitando la defensa
de los consumidores y usurarios protegidos en el artículo 119 inciso “i”, de la Constitución
Política de la República; I. se incurre en incumplimiento de las directrices aprobadas por la
Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas, mediante resolución número
treinta y nueve diagonal doscientos cuarenta y ocho de fecha nueve de abril de mil
novecientos ochenta y cinco, en la que se define, el que hacer de los gobiernos participantes,
con el objeto de que se creen todas las herramientas necesarias a efecto de que los derechos
de los consumidores y usurarios sean salvaguardados en una forma efectiva, los cuales no
pueden ser defendidos por la Dirección de Atención al Consumidor y al Usuario, pues su
competencia es notoriamente limitada, con pocos recursos que le son asignados, sin poder
actuar como corresponde. Solicitó que se declare con lugar la inconstitucionalidad planteada
y se ordene al Congreso de la República de Guatemala cumplir con lo ordenado en el artículo
107 de la Ley de Protección al Consumidor y Usuario, creando la Procuraduría de Derechos
del Consumidor y Usuario, fijándole un plazo de seis meses para que promulgue el Decreto
correspondiente.

II. TRÁMITE DE LA INCONSTITUCIONALIDAD

No se decretó la suspensión provisional del artículo impugnado. Se dio audiencia por


quince días comunes: a) al Congreso de la República de Guatemala; b) a la Dirección de
Atención y Asistencia al Consumidor -DIACO- y, c) al Ministerio Público, por medio de la
Fiscalía de Asuntos Constitucionales, Amparos y Exhibición Personal. Oportunamente se
señaló día y hora para la vista.

III. RESUMEN DE LAS ALEGACIONES DE LAS PARTES

A. El Congreso de la República de Guatemala, expuso que a) la Honorable Corte de


Constitucionalidad investida de la potestad de resolver este tipo de planteamientos, en su
oportunidad hará el examen valorativo correspondiente y emitirá la resolución que proceda
conforme a Derecho; y b) por no ser la norma impugnada producto de la directa actividad
legislativa, se atiene a las constancias que en el proceso constitucional se aporten por las
partes interesadas, y a la estimación jurídica del alto Tribunal que, en ejercicio de sus
facultades, no sólo tendrá en cuenta las proposiciones jurídicas invocadas, sino que, por el
principio iura notiv curia, interpretará y aplicará las normas constitucionales pertinentes
para resolver la cuestión jurídica respectiva. Solicitó que se dicte la sentencia que en derecho
corresponda. B. La Dirección de Atención y Asistencia al Consumidor -
DIACO, expresó que: a) la acción de inconstitucionalidad que se interpone en contra de
una norma jurídica es porque la misma contiene vicio parcial o total de inconstitucionalidad,
es decir, el contenido de la norma jurídica es violatorio de los derechos y garantías
fundamentales que la Constitución Política de la República garantiza y por lo tanto, debe ser
expulsada del ordenamiento jurídico, tal como lo establece la Carta Magna y como quedó
asentado en la Gaceta número cuarenta, expediente seiscientos sesenta y nueve - noventa
y cuatro, página trescientos treinta, sentencia de tres de agosto de mil novecientos noventa
y cinco de la Corte de Constitucionalidad, que indica: ”La acción directa de
inconstitucionalidad procede contra leyes, reglamentos o disposiciones de carácter general
que contengan vicio parcial o total de inconstitucionalidad, y persigue que la legislación se
mantenga dentro de los límites que la propia Constitución ha fijado, excluyendo del
ordenamiento jurídico las normas que no se conforman con la misma, anulándose con
efectos “ergo omnes” (…) Cuando no haya bases suficientes se debe respetar la decisión
del Congreso, porque de acuerdo con el principio democrático, es el único autorizado para
decidir las políticas legislativas que el constituyente dejó abiertas. La Corte debe declarar la
inconstitucionalidad de la ley cuando su contradicción con el texto constitucional es clara;
caso contrario, es conveniente aplicar el principio de conservación de los actos políticos y la
regla básica en la jurisdicción constitucional “indubio pro legislatoris”, es decir, la acción de
inconstitucionalidad procede cuando se está contraviniendo el orden jurídico constitucional,
no cuando existe por parte del órgano del estado el incumplimiento a sus deberes, en el
presente caso, la interponente pretende que a través de la inconstitucionalidad de una
norma jurídica se impulse la falta de labor legislativa, la cual está totalmente desligada de
lo contenido en la norma que se pretende sea declarada inconstitucional. La exigencia a que
se realice la actividad legislativa corresponde a otro foro y no al de la Acción de
inconstitucionalidad de una norma jurídica, en virtud de que la norma jurídica impugnada
de inconstitucionalidad no está de ninguna forma violentando el orden jurídico
constitucional, es decir no adolece de inconstitucionalidad”; b) la declaración de
inconstitucionalidad del artículo 107 de la Ley de Protección al Consumidor y Usuario,
generaría un efecto imposible, pues la norma que se pretende sea declarada inconstitucional
no genera el efecto de que se proceda al cumplimiento de la labor legislativa, porque la
norma citada no es violatoria ni parcial ni totalmente de la Constitución Política de la
República de Guatemala, es decir, no es a través de la acción de inconstitucionalidad que
se debe de juzgar el qué hacer legislativo; además, con la expulsión del ordenamiento
jurídico del artículo 107 de la Ley de Protección al Consumidor y Usuario, no se lograría, si
ese fuera el fin que se pretende, que se realice la labor legislativa de la creación de la
Procuraduría de Defensa del Consumidor; y c) la acción de inconstitucionalidad no puede
utilizarse para exigir la actividad legislativa, porque con ello se desnaturalizaría la misma,
no pudiéndose utilizar como un recurso para forzar al cumplimiento de una responsabilidad.
Solicitó que se declare sin lugar la acción de inconstitucionalidad planteada. C. El
Ministerio Público por medio de la Fiscalía de Asuntos Constitucionales Amparo,
Exhibición Personal, manifestó; a) la inconstitucionalidad por omisión que es la que se
pretende en el caso concreto, se configura desde un horizonte teórico de los elementos
siguientes; i) La inobservancia total: Consiste en el cumplimiento o desacato de una norma
constitucional en forma total, al no haberse desarrollado en lo absoluto una ley respecto al
mandato constitucional; ii) la existencia de un mandato concreto contenido en la
Constitución, y que sea de cumplimiento obligatorio: este elemento es muy importante,
pues la sola inexistencia de la norma no implica inconstitucionalidad por omisión, debe antes
desentrañarse la naturaleza jurídica de la norma constitucional; iii) las normas
programáticas a sus vez son permisivas o imperativas, -de cumplimiento obligatorio- siendo
éste ultimo subtipo el que establece una obligación a cargo de la autoridad cuya omisión
implica una violación a la Constitución. Producto de la inacción de un poder público, se
estima necesario que concurran dos elementos; I) que la infracción constitucional sea
producto de la inacción y, II) que la inacción sea atribuible a cualquiera de los poderes
constituidos a cualquier funcionario; b) respecto al tema de la inconstitucionalidad por
omisión legislativa, el licenciado Manuel de Jesús Mejicanos Jiménez, en su ensayo, “La
Inconstitucionalidad de Leyes, Reglamentos y disposiciones de carácter general en el
ordenamiento jurídico Guatemalteco”, estimó “4.5 Evento de inconstitucionalidad por
omisión. La temática de inconstitucionalidad por omisión es algo novedoso en la jurisdicción
constitucional guatemalteca, no así en la jurisdicción comparada (Vid, a manera de ejemplo,
la emanada por los tribunales constitucionales alemán, austriaco, español, italiano por citar
algunos casos) Este tipo de inconstitucionalidad se suscita, a decir del profesor Víctor
Bazán:¨cuando no actúa a pesar de la expresa previsión constitucional dirigida a que se lo
haga o cuando se regula de modo deficiente plasmado una regulación insuficiente o
discriminatoria al preterir dotar a algunos de lo que, en igualdad de condiciones o
circunstancias, acuerdo a otros¨; c) en el presente caso se denuncia inconstitucionalidad de
ley de carácter general parcial por omisión legislativa del artículo 107 de la Ley de Protección
al Consumidor y al Usuario, Decreto 6-2003 del Congreso de la República, según la
postulante por incumplimiento por parte del Congreso de la República de emitir disposición
legislativa que establece el citado artículo, en el sentido que, transcurridos cinco años a
partir de la vigencia de esa Ley, la Dirección de Atención y Asistencia al Consumidor se
convierta en Procuraduría de la Defensa al Consumidor y Usuario, es decir, que su
impugnación no se adecua a los presupuestos que tanto doctrinaria como
jurisprudencialmente, - cita parte de la sentencia de la Corte de Constitucionalidad de
catorce de febrero de dos mil trece, expediente doscientos sesenta y seis guión dos mil
doce-, deben de darse para que proceda una inconstitucionalidad por omisión; es decir, que
la omisión debe devenir del incumplimiento de un mandato contenido en una norma
constitucional. Ello es así porque, la declaratoria de inconstitucionalidad de leyes y
disposiciones generales es una garantía de la supremacía constitucional, de tal manera que
si la solicitante optó por instar inconstitucionalidad por omisión legislativa debió haber
señalando qué mandato constitucional es el omitido; d) de esa cuenta la denuncia por
omisión legislativa del artículo 107 de la ley de Protección al Consumidor y al Usuario no se
encuadra dentro de los supuestos que podrían hacer viable una inconstitucionalidad por
omisión, por lo que, en todo caso lo denunciado posibilitaría que se promueve ante el órgano
legislativo la respectiva iniciativa de ley por medio de la cual se dé cumplimiento a lo
prescrito por la disposición transitoria contenida en el artículo 107 citado, dado que de
conformidad con el artículo 171 de la Constitución Política de la República de Guatemala, le
corresponde al Congreso de la República de Guatemala entre otras funciones, decretar,
reformar y derogar las leyes; de ahí que no es por la vía de la inconstitucionalidad general
el mecanismo idóneo para obligar a que el Congreso de la República de Guatemala, cumpla
con mandatos legislativos contemplados en disposiciones emanadas en leyes emitidas por
el mismo organismo legislativo. Solicitó que se declare sin lugar la inconstitucionalidad
planteada.

IV. ALEGATOS EN EL DÍA DE LA VISTA


A) La accionante no alegó. B) El Congreso de la República de Guatemala, alegó por
escrito que: a) la Constitución Política de la República constituye un pacto social por el que
nos regimos los guatemaltecos; también que la Corte conoce sobre las acciones de
inconstitucionalidad cuando las normas impugnadas contravengan, tergiversen o se
contrapongan a la Constitución; b) en el presente caso al no realizar la labor legislativa de
la creación de la Procuraduría de Defensa del Consumidor, no se puede formular ninguna
contradicción, tergiversación o contraposición a la Constitución; c) el artículo 157 de la
Constitución Política de la República, establece que la potestad legislativa corresponde al
Congreso de la República, no obliga al mismo a legislar dentro determinado tiempo, lo que
tampoco establece la Ley Orgánica del Organismo Legislativo; d) de conformidad con la ley
tanto el Congreso de la República de Guatemala y la Corte de Constitucionalidad, tienen sus
propias funciones y las mismas son diferentes, sin que puedan mezclarse unas con otras; la
postulante de la acción de inconstitucionalidad, no puede pretender que se produzca una
interferencia de un Tribunal permanente de jurisdicción privativa, con las funciones del
Organismo Legislativo, pues ello violaría los artículos 41 y 140 de la Constitución Política de
la República de Guatemala; y e) la accionante ha incumplido con uno de los requisitos
esenciales de viabilidad de la inconstitucionalidad directa, cual es, la cita puntual de la norma
jurídica de la que se acusa contravención constitucional, norma que debe ser general y
vigente, dicha omisión no posibilita la confrontación de la norma constitucional y la
infraconstitucional. Solicitó que se declare sin lugar la inconstitucionalidad pretendida. C. El
Ministerio Público manifestó que reiteraba lo manifestado en el escrito presentado en la
audiencia que por quince días se le otorgó. Solicito que se declare sin lugar la
inconstitucionalidad promovida, haciéndose las demás consideraciones que correspondan.

CONSIDERANDO

-I-

Es improcedente el conocimiento de la presente acción, pues la omisión objetada


por vía de la inconstitucionalidad, proviene del contenido en una norma de carácter
ordinaria, y no de un mandato establecido en la Constitución Política de la República de
Guatemala.

-II-

Soazig Amanda Santizo Calderón, promueve acción de inconstitucionalidad general


parcial por omisión legislativa del artículo 107 de la Ley de Protección al Consumidor y
Usuario, Decreto 6-2003 del Congreso de la República de Guatemala, que dispone: “En el
plazo de cinco años contados a partir de la vigencia de la presente Ley, el Congreso de la
República deberá emitir la disposición legal pertinente para que la Dirección de Atención y
Asistencia al Consumidor se convierta en Procuraduría de la Defensa del Consumidor y del
Usuario”. Para sustentar su pretensión, la accionante estima que el Congreso de la
República de Guatemala, violentó las garantías constitucionales contenidas en los artículos
1º., 119 inciso “i”, 153, 157 y 171 inciso a) de la Constitución Política de la República de
Guatemala, al no haber cumplido con sus funciones, ya que no ha creado el ordenamiento
jurídico que impone el artículo 107 de la Ley ibídem, pues no ha emitido la disposición legal
que permita que la Dirección de Atención y Asistencia al Consumidor se convierta en la
Procuraduría de la Defensa del Consumidor y del Usuario, omisión que vulnera los derechos
de la población guatemalteca contenidos en la Ley Superior.

-III-

Previamente al efectuar el análisis del caso concreto, es importante señalar que,


respecto a la inconstitucionalidad por omisión esta Corte, en su sentencia de diecisiete de
julio de dos mil doce, dentro del expediente un mil ochocientos veintidós guión dos mil once
(1822-2011), indicó que: “…El instituto jurídico de la inconstitucionalidad por omisión, tal
como lo afirma el autor Víctor Bazán, se presenta cuando: ‘…no se actúa a pesar de la
expresa previsión constitucional dirigida a que se lo haga o cuando se regula de modo
deficiente plasmando una regulación insuficiente o discriminatoria al preferir dotar a algunos
de los que, en igualdad de condiciones o circunstancias, acuerda a otros.’ (Bazán, Víctor,
‘Jurisdicción constitucional local y corrección de las omisiones inconstitucionales relativas’
en Revista Iberoamericana de Derecho Procesal Constitucional. Proceso y Constitución. No.
2, Ed. Porrúa, México, 2004. Pág.199). El pasaje transcrito evidencia el reconocimiento de
eventos en que puede concurrir en una norma, vicio de inconstitucionalidad por omisión,
pero debe entenderse que, según el autor citado, ésta se concreta cuando concurre omisión
de emitir determinada normativa que mande la Constitución y, también cuando exista una
regulación insuficiente o discriminatoria… el control de constitucionalidad […] sale al rescate
de la supremacía constitucional que ha sido momentáneamente neutralizada. Naturalmente,
no cualquier omisión viabilizará el control; sólo aquella cuya textura y efectos sean
constitucionalmente relevantes o no concreten en forma completa una determinada
imposición constitucional (o de un tratado internacional que recepte la valencia expuesta
supra)’ (Bazán, Víctor. “Algunos problemas y desafíos actuales de la jurisdicción
constitucional en Iberoamérica”, en Anuario de Derecho Constitucional Latinoamericano,
año 13, Tomo I, Konrad Adenauer Stiftung, Montevideo, 2007, página 55)…”. (El resaltado
es propio de este Tribunal).

En ese mismo sentido, Martín Risso Ferrand, citado por el autor Manuel de Jesús
Mejicanos Jiménez, en el ensayo denominado “La inconstitucionalidad de Leyes,
reglamentos y disposiciones de carácter general en el ordenamiento jurídico guatemalteco.
Análisis sobre la acción, el proceso y la decisión de inconstitucionalidad abstracta” (Opus
Magna Constitucional Guatemalteco, Instituto de Justicia Constitucional, tomo I, dos mil
diez, Guatemala, pág. 256), expone que “…para que exista una omisión constitucional, se
requiere: a) la existencia expresa de una obligación constitucional de hacer; y b) que se
trate de un caso de incumplimiento de mandatos constitucionales concretos que vinculen
al legislador…” (lo escrito en negrillas no está en el texto original).

- IV -

En el caso objeto de análisis, se aprecia que el artículo 107 de la Ley de Protección


al Consumidor y Usuario, Decreto 6-2003 del Congreso de la República de Guatemala
objetado mediante inconstitucionalidad general parcial por omisión por parte de la
accionante, preceptúa: “En el plazo de cinco años contados a partir de la vigencia de la
presente Ley, el Congreso de la República deberá emitir la disposición legal pertinente para
que la Dirección de Atención y Asistencia al Consumidor se convierta en Procuraduría de la
Defensa del Consumidor y del Usuario”, de lo anteriormente transcrito, se puede
determinar que la supuesta omisión refutada al Congreso de la República, no proviene de
una norma constitucional, lo que a prima facie hace que la acción intentada sea
improcedente, pues, la solicitante pretende que por medio de la presente acción se conmine
al Organismo Legislativo para que cumpla con dictar la disposición para que la Dirección de
Atención y Asistencia al Consumidor se convierta en Procuraduría de la Defensa del
Consumidor y del Usuario, sin embargo, tal situación no puede ser objeto de análisis por
medio de la presente acción, pues tal como se indicó en el párrafo precedente, la obligación
de hacer proviene de una ley ordinaria, y no de una constitucional, requisito sine qua
non necesario para la procedencia de este tipo de acción.

Por tal motivo, al determinarse que la disposición objetada no tiene rango


constitucional sino se encuentra contenida en una ley ordinaria, es inviable el examen de la
citada denuncia; en todo caso, correspondería únicamente mediante una iniciativa de ley
instada constitucionalmente por los entes facultados para ello, promover ante el Congreso
de la República de Guatemala la emisión de la disposición legal omitida [para que la
Dirección de Atención y Asistencia al Consumidor se convierta en Procuraduría de la Defensa
del Consumidor y del Usuario], pues es a dicho Organismo el que conforme a la literal a)
del artículo 171 constitucional, le corresponde decretar las leyes y, no formular esa
pretensión por vía de la inconstitucionalidad por omisión antes relacionada.

Por las razones antes expuestas, la inconstitucionalidad promovida es notoriamente


improcedente y, así debe declararse en la parte resolutiva del presente fallo, sin emitir
condena en costas al no haber sujeto legitimado para su cobro, pero sí debe imponerse la
multa respectiva a los abogados patrocinantes al ser los responsables de la juridicidad de
su planteamiento.

LEYES APLICABLES

Artículos citados y, 267, 272 inciso a) de la Constitución Política de la


República de Guatemala; 114, 115, 133, 143, 146, 148, 163 inciso a), 183, 185
de la Ley de Amparo, Exhibición Personal y de Constitucionalidad; 39, 72, 73 del
Acuerdo 1-2013 de la Corte de Constitucionalidad.
POR TANTO

La Corte de Constitucionalidad, con base en lo considerado y leyes citadas,


resuelve: I. Sin lugar la acción de inconstitucionalidad de ley de carácter general parcial,
por omisión legislativa, promovida por Soazig Amanda Santizo Calderón del artículo 107 de
la Ley de Protección al Consumidor y Usuario, Decreto 6-2003 del Congreso de la República
de Guatemala. II. No se condena en costas a la accionante y se impone la multa de un mil
quetzales (Q1,000.00) a cada uno de los abogados auxiliantes María del Rosario Menéndez
González, Evelin Licely Cano Lemus e Ingrid Romaneli Rivera Recinos, la cual deberán hacer
efectiva en la Tesorería de esta Corte dentro de los cinco días siguientes a que el presente
fallo cause firmeza y, en caso de incumplimiento, su cobro se efectuará por la vía legal
respectiva. III. Notifíquese.

HÉCTOR HUGO PÉREZ AGUILERA

PRESIDENTE
ROBERTO MOLINA BARRETO GLORIA PATRICIA PORRAS ESCOBAR

MAGISTRADO MAGISTRADA

ALEJANDRO MALDONADO AGUIRRE MAURO RODERICO CHACÓN CORADO

MAGISTRADO MAGISTRADO

CARMEN MARÍA GUTIÉRREZ DE COLMENARES JUAN CARLOS MEDINA SALAS

MAGISTRADA MAGISTRADO

MARTÍN RAMÓN GUZMÁN HERNÁNDEZ

SECRETARIO GENERAL

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