El realismo social toma una perspectiva diferente en la narrativa de diferente en la narrativa de

Camilo José Cela por referirse a un realismo más apegado al moderno ya que trata temas
críticos o importantes como la prostitución, la muerte, las crisis de la persona, ese cumulo de
defectos de la sociedad. Pero a su vez se ve opacada por la presencia del conflicto interno de
los personajes, pues estos reflejan la personalidad, lo que claramente puede interpretarse
como un tipo de realismo existencialista al exponer de manera explícita la mente del personaje
y abriéndola a ser considerada un factor para sus acciones. En cambio en Crónica de una
muerte anunciada el realismo se define directamente en la sociedad porque se dice ser la
encargada de moldear las acciones de los personajes, es decir, no explora la mente de los
personajes sino que enfoca los factores que causan ciertos comportamientos, y de manera
contextual encontrarse en un lugar relativamente estable no implica muchos problemas
sociales.

Se da un contraste directo entre los dos lugares lo que corresponde al contexto espacial interno
de la narración, el desarrollo de cada una son lugares diferentes muy ricos en característicos.
En cuanto a La Familia de Pascual Duarte se reconoce un lugar caótico lleno de todos los
defectos de la sociedad, por decir de lagunas manera, el lugar de reunión de malas personas.
También, el desarrollo ocurre en una zona bastante pobre y es la excusa para todos los sucesos
violentos en la narrativa de José Cela. Sin embargo Gabriel García Márquez utiliza en un menor
grado el ambiente para centrar las acciones, se basa en el desarrollo de los diálogos, pero sigue
preparando el contexto para explicar el desarrollo de la narración. Esto es gracias a la relativa
tranquilidad en las tierras donde toma lugar la historia de Nasar y su muerte.