La manera en la que se perciben las formas y los espacios construidos tanto al interior como el

exterior de la Facultad de Ciencias tiene una estrecha relación con ciertos elementos que
influyen y dirigen la circulación como lo son: Las escaleras, que enlazan los 3 desniveles que
dicha construcción presenta, compuesta por peldaños que mantienen el ritmo para evitar caídas
que proporcionan a la persona seguridad de circular por este ambiente. Una rampa en el pórtico
central para facilitar el movimiento de personas discapacitadas o con movilidad reducida.
Veredas que conectan el Pabellón de Ciencias con otras facultades ofreciendo un sentido de
orientación y orden. El umbral principal en la entrada es una línea divisoria entre lo público y lo
privado ya que desde afuera restringe la visión de los departamentos y oficinas que se
encuentran a la izquierda y derecha. Inicialmente había un tragaluz, ahora es un techo cubierto
por calaminas por el que también entra luz adecuado así, para que en épocas de bajas
temperaturas como las de ahora, no entre mucho aire proporcionando un ambiente cálido para
los estudiantes y el resto del personal. El edificio presenta balcones sostenidos por largas
columnas en la parte central. En el segundo piso hay un pequeño balcón que sirve como mirador,
desde ahí, se puede observar quién entra y quién sale de la edificación.