58 Desacatos 54 mayo-agosto 2017, pp. 58-73 Recepción: 19 de septiembre de 2016 Aceptación: 15 de noviembre de 2016
Introducción
Dinámicas ambientales y extractivas en el siglo XXI: ¿es la época del Antropoceno o del Capitaloceno en Latinoamérica? 59
naturaleza de la cultura, sino también de las lógicas ambientales y Capitaloceno”, discute los alcances
económicas, las cuales alimentan las relaciones des- de esta noción y se concentra en la articulación de lo
iguales y generan apropiaciones y despojos de natu- económico con nociones de naturaleza y territorios,
ralezas y territorios. y procesos de valorización y apropiación. La cuarta,
Considero que el debate en torno al Antro- “Latinoamérica y los debates del Antropoceno, el
poceno en Latinoamérica no ocurre de la misma $BQJUBMPDFOPZMPTFYUSBDUJWJTNPTw
QSFTFOUBDØNP
manera que el que atraviesa las actuales discusio- MPTBOÈMJTJTTPCSFMPTFYUSBDUJWJTNPTZTVBSUJDVMB-
nes de las ciencias sociales y humanas en Europa ción con procesos capitalistas globales cobran ma-
y Estados Unidos. En parte porque el concepto de yor importancia en el siglo XXI en la región. En las
Antropoceno presenta un problema global que re- SFôFYJPOFTòOBMFT
i3FQMBOUFBNJFOUPTDVMUVSBMFT
quiere respuestas globales, lo cual demanda acciones territoriales y ambientales dentro del giro antropo-
e intervenciones globales-locales, que desconocen cénico y capitalocénico desde Latinoamérica”, se
las relaciones históricas de poder y las desigualda- discuten los alcances del Antropoceno y Capitaloce-
des situadas que han producido transformaciones no desde Latinoamérica, y se analizan las propues-
ambientales en Latinoamérica. De igual manera, tas y dinámicas de la región como alternativas a las
porque en la narrativa del Antropoceno no se con- transformaciones ambientales y climáticas, así como
sideran otras perspectivas culturales y sistemas de a los procesos de apropiación y despojo de los terri-
conocimientos locales que han generado otro tipo torios y naturalezas.
de relaciones entre humanos y no humanos en pro-
cesos territoriales situados históricamente. Al mis-
mo tiempo, es importante nutrir un debate sobre las Cambio climático y posicionamiento
implicaciones del concepto de Capitaloceno, surgi- del Antropoceno
do como crítica al Antropoceno, al centrarse en la
acción humana cruzada por relaciones desiguales
de poder político y económico, características del ¿Quién nos está conduciendo hacia el desastre?
capitalismo global como causante del cambio climá- Una respuesta radical sería la dependencia de los
tico, y proponer análisis que destacan la valoración DBQJUBMJTUBTEFMBFYUSBDDJØOZFMVTPEFMBFOFSHÓB
y apropiación de naturalezas y territorios como ejes fósil. Algunos, sin embargo, preferirán identificar
de las transformaciones ambientales. otros culpables. La tierra está ahora, nos dicen, en-
1BSBEFTBSSPMMBSFMBSHVNFOUP
FMUFYUPTFFT- trando al “Antropoceno”: la época de la humani-
tructura en cuatro partes. La primera, “Cambio dad (Malm, 2015: 1).
climático y posicionamiento del Antropoceno”,
presenta de manera general el planteamiento y Los análisis sobre el cambio climático han sido diver-
las propuestas de la concepción de una época geo- TPT%FJHVBMNBOFSB
IBZNÞMUJQMFTFYQMJDBDJPOFTB
lógica a partir de las transformaciones humanas. La concepciones culturales que parten de la idea de que
segunda parte, “Efectos del giro antropocénico”, las causas y respuestas que culturalmente se propor-
resalta las implicaciones que se generan en torno DJPOBOFYQSFTBODPODFQDJPOFTTPCSFMPOPIVNBOP
a geopolíticas del conocimiento, diferenciación te- Cada cultura tiene sus propias formas de conocer,
SSJUPSJBM
EFTQMB[BNJFOUPEFMPTFYUSBDUJWJTNPT
ZMB interpretar, percibir, representar, actuar y reaccionar
falta de reconocimiento de otras ontologías y epis- ante el tiempo atmosférico y los fenómenos derivados
temologías. La tercera parte, “Transformaciones de la variabilidad climática, las cuales están ligadas
Mining, una historia de Ruohan Wang (www.ruohanwang.com). Parte de la antología de cómics Anthropocene Milestones: Illustrating the Path to the Age of Humans. © Deutsches Museum 2014.
TIENEN QUE MUDARSE.
ENCONTRAMOS CARBÓN
DEBAJO DE SU GRANJA. ¡SÍ! NOS MUDAMOS.
¡AL MAR!
DURANTE MILLONES DE AÑOS, DEBAJO DE LA SUPERFICIE DE LA CUANDO EL CARBÓN SE EXTRAE, LA GENTE QUE VIVE EN LA ZONA
TIERRA SE HAN ACUMULADO CAPAS DE CARBÓN. DEBE BUSCAR UN NUEVO HOGAR.
LA EXTRACCIÓN DE CARBÓN AFECTA LAS AGUAS SUBTERRÁNEAS, LAS INDUSTRIAS SE INSTALAN ALREDEDOR. ESO REQUIERE MUCHA
LA VEGETACIÓN Y TODO EL AMBIENTE. ENERGÍA.
LOS CAMIONES TRANSPORTAN CARBÓN A LAS FÁBRICAS SIN CESAR. EL DIÓXIDO DE CARBONO, ANTES CONTENIDO EN EL CARBÓN, ES
AHÍ ES QUEMADO PARA PRODUCIR ENERGÍA. LIBERADO. SE ELEVA HACIA LA ATMÓSFERA JUNTO CON EL HUMO.
Dinámicas ambientales y extractivas en el siglo XXI: ¿es la época del Antropoceno o del Capitaloceno en Latinoamérica? 61
a concepciones culturales particulares, situadas his- (2000) sobre el Antropoceno, en la que lo caracte-
tóricamente y en lugares específicos. Estas con- rizaron como una nueva época geológica, alrededor
cepciones se relacionan con las maneras en que las del concepto se han aglutinado muchos de los de-
culturas interactúan con la naturaleza, lo que implica bates en torno al cambio climático. De hecho, hoy
RVFIBZOVNFSPTBTOPDJPOFTRVFDPFYJTUFOFOSFMB- resalta el papel de este fenómeno como una trans-
ciones de confrontación, complementariedad o des- formación global, resultado de las acciones humanas
igualdad (Ulloa, 2011; 2014c). y que afecta diversos territorios, incluida Latinoa-
Estos procesos han puesto en evidencia nocio- mérica, lo cual requiere acciones e intervenciones
OFTZSFQSFTFOUBDJPOFTTPCSFMBOBUVSBMF[BFYUFSOB
tanto globales como locales. Se plantea una trans-
indómita o fuera de control —huracanes, terremotos formación profunda de la perspectiva dual entre
o inundaciones, entre otros—, que requiere conoci- naturaleza y cultura y las implicaciones que ha te-
NJFOUPFYQFSUPZPQFSBDJØOUÏDOJDB6OBOBUVSBMF[B nido en las maneras de producir conocimiento, así
biodiversa que necesita ser protegida y controlada como en los procesos disciplinares y los campos del
para darle el mejor uso, con la idea de servicios eco- saber. También en las maneras en que las ciencias
sistémicos, dada la crisis ambiental y climática. Hay naturales o sociales se han posicionado a partir de es-
otras nociones de naturaleza en las que los humanos UBEVBMJEBEGSFOUFBMBTFYQMJDBDJPOFTTPCSFMBTUSBOT-
y los no humanos son seres vivos e interactúan y no formaciones climáticas. Por lo tanto, académicos y
hay separaciones conceptuales, pues hay transforma- teóricos hacen un llamado a pensar en esta dualidad
ciones permanentes entre ellos (Ulloa, 2014b). de cara al concepto de Antropoceno (Chakrabarty,
Las concepciones de lo no humano varían de 2009; Latour; 2013; 2014; Davis, 2008).
cultura a cultura. En algunas, lo no humano remite Los planteamientos en torno al Antropoceno
sólo a ciertos objetos o seres; en otras, puede incluir son clave, pues destacan el papel de los humanos en
desde montañas hasta animales. De igual manera, las transformaciones históricas de lo biofísico y pre-
IBZDVMUVSBTRVFFYUJFOEFOMBOPDJØOEFIVNBOPB sentan la necesidad de incluir a la naturaleza en los
todos los seres, y en otras, la noción de lo no humano análisis históricos y en otras ciencias sociales y hu-
TFFYUJFOEFBMPIVNBOP5BNCJÏOIBZDVMUVSBTRVF manas como parte de la interrelación con los huma-
ven las interacciones en permanente transformación. nos. Este cambio de perspectiva ocurre a partir de
Por otro lado, las relaciones con las natura- un análisis crítico del eje conceptual de la dualidad
lezas entrañan una visión territorial y una dimen- naturaleza y cultura, para replantear estas catego-
sión política, dado que involucran el uso, acceso y rías como recíprocas. Esta consideración ha tenido
control, los derechos y la toma de decisiones de los lugar en la antropología y en las ciencias sociales y
seres —humanos y no humanos— en dichos terri- humanas desde la década de 1970. Sin embargo,
torios. Asimismo, implican formas de relacionar- en la actualidad ha alcanzado también a las ciencias
se —reciprocidad, protección, depredación, entre naturales y a maneras disciplinarias de producir co-
otras—, de clasificar y de representar dichas natu- nocimiento, al igual que a los debates públicos y las
ralezas. Estas formas de relacionarse responden a políticas públicas relacionadas con lo global-local.
prácticas económicas atravesadas por desigualdades Su trascendencia se debe en parte a que el concepto
de clase, género, etnicidad y locación, por mencio- emerge en las ciencias geológicas —ciencias de la
nar algunas. tierra— y tiene aceptación en diversos ámbitos aca-
Estas precisiones son importantes, pues desde démicos, aun entre los teóricos críticos de las cien-
que se publicó la propuesta de Crutzen y Stoermer cias humanas.
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OCTAVIO HOYOS Minería en Cananea, Sonora, México, 2006.
como un problema global que requiere respuestas sobre la producción de conocimientos globales en
globales, que borran relaciones históricas de poder torno al cambio climático. Se trata de un reposi-
y desigualdades que han conllevado a dichas trans- cionamiento de una episteme anglo-eurocéntrica
formaciones. Este proceso actual en torno al cambio agrupada en el replanteamiento de la dualidad, lo
climático rememora el ambientalismo de las décadas que genera una nueva configuración de las geopo-
de 1970 y 1980, que si bien dio lugar a varias posi- líticas de producción del conocimiento en la que el
ciones, tendencias y concepciones, al final generó pensamiento moderno aparece como centro de la
una respuesta unificada, una visión ideal y una pro- causa, pero también de la solución al proponer su
puesta global: el desarrollo sostenible. Ahora, frente propia reconfiguración. Sin embargo, ésta sucede a
al cambio climático, la solución global se convierte partir de los productores de pensamiento legítimos
en responsabilidad de todos los ciudadanos del pla- y legitimados en grupos de trabajo, conferencias,
neta, centrada en una visión única de naturaleza encuentros, revistas y publicaciones reconocidas co-
—reconfigurada— y en su uso y operación a partir mo los ejes de discusión sobre el Antropoceno.
EFMDPOPDJNJFOUPFYQFSUP4JOFNCBSHP
UPEPFTUF El efecto es la consolidación de una visión sur-
proceso que, al ser global, da lugar a una serie de ac- HJEBEFMDPOPDJNJFOUPFYQFSUPEFMBTVOJWFSTJEB-
ciones y soluciones centradas en actores específicos des de países que lideran los centros de producción
a escala internacional —COP, el Grupo Interguber- académica en Europa y Estados Unidos, en las que
OBNFOUBMEF&YQFSUPTTPCSF$BNCJP$MJNÈUJDP
se establece desde qué hacer y cómo resolver los
implica una centralización, y por ende, un control problemas del Antropoceno, hasta cuáles son las
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políticas y representaciones asociadas a lo no huma- FDPOØNJDPTFYUSBDUJWPTDPNPFKFTGVOEBNFOUBMFT
no, independiente y distante de lo humano. Así, los de las transformaciones ambientales actuales.
procesos de apropiación de la naturaleza han ocurri-
do bajo una idea moderna de la dualidad, aun en las
reconfiguraciones actuales hacia la sostenibilidad y FALTA DE RECONOCIMIENTO DE OTRAS
la valorización económica de la naturaleza. Sin em- ONTOLOGÍAS Y EPISTEMOLOGÍAS
bargo, asociar estos procesos sólo a la noción dual
de naturaleza-cultura, sin considerar todos los con- En general, en las políticas de cambio climático hay
UFYUPTQPMÓUJDPT
TPDJBMFT
DVMUVSBMFTZFDPOØNJDPT
ausencia de conocimientos locales y sentidos terri-
implica un desplazamiento de procesos clave cau- toriales, dado que conocimientos, subjetividades,
santes del cambio climático, y presenta los procesos identidades y prácticas en torno a la naturaleza y sus
FYUSBDUJWPTDPOUFNQPSÈOFPTDPNPNBSHJOBMFTFOMB transformaciones específicas y en lugares particula-
transformación ambiental. Como plantean Malm res no son situados en igualdad de condiciones. La
y Hornborg (2014), en relación con los orígenes perspectiva narrativa que se desprende del concepto
de los efectos antropogénicos, los procesos tecno- de Antropoceno tiene un implícito similar globali-
lógicos están embebidos de relaciones desiguales y zante, pues no incluye otras maneras de pensar, por
de otros procesos sociales y políticos. Respecto a consiguiente, otras maneras de vivir y de relacionar-
cómo, para el siglo XIX en Inglaterra, los procesos se con lo no humano. De igual manera, borra pers-
tecnológicos estaban relacionados con diversas di- pectivas culturales y conocimientos locales que han
námicas sociales: generado otro tipo de relaciones denominadas “on-
tologías relacionales”, en las cuales “humanos y no
La justificación de la inversión en tecnología de va- humanos (lo orgánico, lo no orgánico, y lo sobre-
por se organizó en este momento en torno a las natural o espiritual) forman parte integral de estos
oportunidades proporcionadas por la constelación mundos en sus múltiples interrelaciones” (Esco-
de una gran parte despoblada del Nuevo Mundo, bar, 2015: 98). Por consiguiente, pueblos indígenas,
MBFTDMBWJUVEBGSPBNFSJDBOB
MBFYQMPUBDJØOEFMUSB- afrodescendientes y campesinos no son incluidos ni
bajador británico en fábricas y minas, y la demanda son tenidas en cuenta sus concepciones territoriales
global de telas de algodón barato (2014: 63). y sobre lo no humano, como seres vivos, políticos y
con capacidad de acción. En otras palabras, no se
De manera similar, Altvater plantea: plantea que hay otras maneras de pensar las relacio-
nes entre los humanos y los no humanos, mediadas
Para la comprensión de nuestro tiempo es impres- por relaciones sociales, políticas y económicas di-
cindible la historia de la tierra, pero también la his- versas que, si bien han estado articuladas a procesos
toria de la economía moral a la que el historiador globales, responden a otras “ontologías relaciona-
E. P. Thompson se refiere. Junto a la lógica de la les” que permiten repensar las relaciones políticas
ganancia y la acumulación de capital siempre han y las acciones asociadas al cambio climático y po-
estado presentes las cooperativas, las comunas, los sicionar otros puntos de vista y estrategias para su
sindicatos, la moral y la solidaridad (2014: 14). confrontación. Para dar testimonio de estas concep-
ciones es necesario partir de las dimensiones cultura-
Los planteamientos anteriores resaltan la necesi- les y políticas de los conocimientos indígenas, dada la
dad de analizar de manera histórica los procesos necesidad de posicionar otras perspectivas.
Dinámicas ambientales y extractivas en el siglo XXI: ¿es la época del Antropoceno o del Capitaloceno en Latinoamérica? 67
(Boyer y Dietz, 2016). Boyer y Dietz plantean que QSPDFTPTEFFYUSBDDJØODPNFO[BEPTEFTEFMBTÏQP-
hay que considerar una perspectiva amplia, que per- cas de la Conquista y la Colonia. El cambio cli-
mita entender: mático ha dado lugar a una serie de discusiones y
propuestas que no se desligan de otros procesos am-
*EFOUJòDBDJØO
FYUSBDDJØO
USBOTGPSNBDJØO
QSP- bientales, dados los conflictos territoriales que las
ceso de creación de valorización, mercantilización políticas y los programas de adaptación y mitigación
[…] y el papel que juega la naturaleza en la crea- IBODBVTBEPFOMPTDPOUFYUPTMPDBMFT %JFU[
ción de valorización, y cómo es apropiada de forma Ulloa, 2014c). Las discusiones en torno al Antro-
“barata” desde el punto de vista de la acumulación poceno1 y el Capitaloceno no han sido centrales en
capitalista (2016: 7). los debates sobre las transformaciones y conflictos
socioambientales.
De manera similar, Altvater considera que: Estos procesos han complejizado las relaciones
HMPCBMFTMPDBMFTZIBOJODSFNFOUBEPZFYBDFSCBEP
El modo de producción capitalista genera historia desigualdades que se manifiestan en lo local como
geológica y lo ha hecho hasta integrar una nueva nuevas dinámicas identitarias —culturales y de gé-
fase que los geólogos denominarían Antropoceno. nero— y de producción de conocimientos, así como
Fase que sería más adecuado calificar como Capi- transformaciones de prácticas cotidianas, económi-
taloceno (Kapitalozän) que da razones más que vá- cas, locales y de relaciones con lo no humano. Estos
lidas para dedicarse al análisis del capitalismo, al procesos se reflejan en las dinámicas territoriales y en
FTUVEJPEFMPTFTDSJUPTEF.BSYZ&OHFMT
ZBMFT- el aumento de la presencia de actores transnacionales
UVEJPEFMBUSBEJDJØOEFMNBSYJTNPDSÓUJDP2VFEB y nacionales que inciden en lo local, que transfor-
SB[POFTNÈTRVFWÈMJEBTQBSBDPOTUSVJS
DPO.BSY
man los entornos, debido a las políticas nacionales
la crítica del Capitaloceno (2014: 7). y gubernamentales ambientales, económicas y de
desarrollo, que generan conflictos y violencia (Ulloa,
%FFTUBGPSNB
FM$BQJUBMPDFOPQSPQPOFMBFYJTUFO- 2014a).
cia de una relación territorial y cultural, no sólo con Asimismo, estas dinámicas han conformado
una noción específica de naturaleza, sino también, imbricaciones territoriales-ambientales-globales,
y principalmente, bajo una perspectiva económica que denomino escenarios ambientales de la apropiación
particular, que identifica actores determinados que y el despojo —escenarios asociados a cambio climá-
se encuentran en la base de las transformaciones tico, biodiversidad, agua, petróleo, agronegocios,
ambientales y de las relaciones desiguales económi- minería, entre otros—, los cuales operan en diversas
cas, políticas, sociales y culturales. escalas, bajo nociones específicas de tiempo y espa-
cio. Es decir, estos escenarios son complementarios,
superpuestos y escalonados secuencial y temporal-
Latinoamérica y los debates del Antropoceno, mente.
el Capitaloceno y los extractivismos
En Latinoamérica, los debates sobre transformacio- 1 Categoría que aparece y se menciona en algunos textos,
por ejemplo, en Chaparro y Meneses (2015), Boff (2012)
nes y crisis ambientales han sido parte importante
y Rojas (2013), y en el Coloquio Internacional Os Mil No-
de los análisis académicos durante las últimas déca- mes de Gaia, realizado en Brasil, en septiembre de 2014
das. Se relacionan con desigualdades ambientales y (<https://osmilnomesdegaia.eco.br>).
GWENNHAEL HUESCA REYES Mina de cobre a cielo abierto de Chuquicamata, la más grande del mundo. Calama, Chile, abril de 2015.
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territorial, cultural, identitario y ambiental, y pro- Replanteamientos culturales, territoriales y
ducen cambios asociados a las dinámicas econó- ambientales dentro del giro antropocénico
micas. Estas dinámicas tienen como correlato las y capitalocénico desde Latinoamérica
confrontaciones de resistencia y las articulaciones
de los pueblos indígenas, que demandan justicia Bajo las dos miradas, la del Antropoceno y la del Ca-
ambiental, climática y territorial en la lucha por el pitaloceno, es necesario pensar en la forma en la cual
reconocimiento de sus derechos y por revertir las los efectos de las relaciones desiguales de la produc-
desigualdades socioambientales (Ulloa, 2014a). ción y el consumo afectan y afectarán a millones de
Por lo tanto, cabe preguntarse por el senti- personas que, si bien no han generado dicha trans-
do y la pertinencia de las propuestas del Antro- formación, resienten sus efectos y seguirán viviendo
poceno y el Capitaloceno, y ver sus alcances para FOMBEFTJHVBMEBEBDSFDFOUBEBQPSMPTFYUSBDUJWJTNPT
Latinoamérica. Los pueblos indígenas, afrodescen- Asimismo, Latinoamérica seguirá manteniendo, por
dientes y campesinos, en su lucha permanente por medio de la apropiación de sus territorios, otras ma-
posicionar sus maneras de producir conocimien- neras de vida centradas en el consumo global. Sin
tos, sus perspectivas sobre lo no humano y sus te- embargo, los efectos y los riesgos, si bien son glo-
rritorios, estarían contra los procesos asociados a bales, serán diferenciales. Las desigualdades conti-
la visión global del Antropoceno, y cuestionarían nuarán, pues el acceso a políticas y programas, por
y confrontarían la manera en que los afectan los ejemplo de cambio climático y de desarrollo sosteni-
QSPDFTPTFDPOØNJDPTHMPCBMFTFYUSBDUJWPT1PSMP ble, así como sus implicaciones, son diferenciados de
tanto, el giro antropocénico no cambia ni cambiará acuerdo con clase, etnia, género y locación.
las relaciones desiguales, ni los procesos de acapara- Entonces, cabe preguntarse, dentro de la narra-
miento y despojo. tiva del Antropoceno: ¿dónde se tomarán las deci-
El giro capitalocénico permite poner en evi- siones sobre las políticas globales en torno al cambio
dencia las relaciones históricas de desigualdad y climático? ¿Se replantearán las relaciones y prácticas
abrir el debate sobre la articulación, no sólo del con lo no humano? ¿Se pensará en las relaciones his-
cambio climático como resultado de una visión de tóricas de desigualdad que causan las apropiaciones
apropiación de la naturaleza, sino de éste con otros y los despojos? Y en cuanto al Capitaloceno, ¿cómo
procesos de apropiación y despojo. A la vez, ha- podrán incidir los debates en las políticas económi-
ce posible que tomen posición otras perspectivas cas y ambientales globales? ¿Qué opciones se planean
culturales sobre lo no humano y los territorios, así ante la apropiación territorial y ambiental? ¿Cómo
como lanzar propuestas frente al cambio climático. posicionar otras economías?
Sin embargo, dada la importancia generalizada Preguntas como éstas dan paso a pensar en re-
del debate del Antropoceno, y en menor medida del definiciones posibles del giro antropocénico y capi-
$BQJUBMPDFOP
FOMPTDPOUFYUPTBDBEÏNJDPTHMPCBMFT talocénico desde la perspectiva latinoamericana, en
y en la nueva manera de producir conocimientos diferentes ámbitos: territoriales, ambientales, cul-
relacionados con las articulaciones entre naturale- turales y de género, y en la manera de producir co-
zas, culturas y territorios, es necesario abrir los de- nocimientos, que incidan en las políticas globales
bates y considerar otras perspectivas que alimenten y en los procesos de producción de conocimientos
las geopolíticas de producción de conocimientos académicos.
y que permitan una reconfiguración conceptual y Las discusiones en torno al cambio climático de-
política. berán reconocer otras alternativas y estrategias basadas
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la generación de alternativas al desarrollo, lo que Latinoamérica está inmersa en conflictos,
conlleva a [sic] una crítica a la relación destructiva violencias, apropiaciones, acaparamientos y des-
EFMBOBUVSBMF[BJOTUBVSBEBQPSMPTFYUSBDUJWJTNPT
pojos de sus territorios y naturalezas por los proce-
e implica desde buscar opciones en la responsabili- sos transnacionales económicos ligados a cadenas
dad individual y colectiva, repensar las dinámicas de valorización y consumo global. Sin embargo,
económicas globales-nacionales-locales del capi- hay que reconocer que hay propuestas alternativas
talismo y del Estado, hasta retomar los principios presentes en luchas y demandas de los pueblos in-
de relacionamiento con el entorno de los poblado- dígenas, afrodescendientes, campesinos y de algu-
res locales, todo ligado a una defensa para la per- nos pobladores urbanos, con un posicionamiento
manencia en un territorio (Ulloa, 2015b: 42). político y simbólico, que incluyen discusiones en
torno a conocimientos y problemas ambientales y
-PBOUFSJPSOPTMMFWBBFYBNJOBSDØNPMBTEJOÈNJDBT DVMUVSBMFTFODPOUFYUPTMPDBMFT
OBDJPOBMFTZUSBOT-
BNCJFOUBMFTZFYUSBDUJWBTFOFMTJHMP XXI interpelan nacionales.
a los procesos globales en torno a las discusiones del También hay que identificar cuáles son sus
Antropoceno y el Capitaloceno, para pensar si tiene propuestas y estrategias frente a las transformacio-
pertinencia proponer o discutir la pregunta: ¿esta- nes ambientales y climáticas, que se han centrado
mos en la época del Antropoceno o del Capitaloce- en evidenciar sus concepciones territoriales y de
no en Latinoamérica? lo no humano a partir de prácticas y conocimien-
1BSBSFQPOEFS
IBZRVFDPOUFYUVBMJ[BSIJTUØSJDB- tos situados históricamente y en lugares específicos,
NFOUFUBOUPMPTQSPDFTPTFYUSBDUJWJTUBTZMBTJNQMJ- las cuales replantean las relaciones de poder y las
caciones políticas, ambientales, sociales y culturales desigualdades, y ofrecen una propuesta a partir de
de las políticas globales del cambio climático, como “ontologías relacionales”, en las que los no huma-
el papel que tiene la producción académica de las nos son seres vivos con capacidad de acción política.
ciencias sociales y humanas anglo y eurocéntricas en Estas propuestas y alternativas abren espacios a otras
las propuestas y replanteamientos de estos temas, así maneras de producir conocimientos e inciden en los
como el diálogo o desconocimiento que tienen con debates nacionales y globales sobre el Antropoceno
ZTPCSFFMDPOUFYUPMBUJOPBNFSJDBOP y el Capitaloceno.
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