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Cambio Climático, Calentamiento Global y Efecto

Invernadero
Desde que se creó este sitio en 1997 a la fecha ha habido muchos cambios y avances paulatinos
en la opinión científica, política y pública sobre el cambio climático y el calentamiento global.
Del titubeo inicial, de los primeros pasos para enfrentar el problema, el retroceso con el
irresponsable gobierno de George W. Bush y el boicot irracional de los anti-cambio-climático,
hoy estamos en un momento donde los datos y los hechos ya no permiten ni negar, ni mentir, ni
barrer el problema bajo la alfombra.

Este sitio busca informar y aclarar dudas que puedan tener sobre este tema crucial en la historia
de la humanidad.

Mapa muestra la diferencia entre el promedio de temperatura de 10 años (2000 y el 2009) comparado con el promedio de
1951 a 1980. Nótese que el aumento de temperaturas es mayor en los polos y que hay un aumento generalizado.

El Cambio Climático es un cambio significativo y duradero de los patrones locales o globales


del clima, las causas pueden ser naturales, como por ejemplo, variaciones en la energía que se
recibe del Sol, erupciones volcánicas, circulación oceánica, procesos biológicos y otros, o
puede ser causada por influencia antrópica (por las actividades humanas), como por ejemplo, a
través de la emisión de CO2 y otros gases que atrapan calor, o alteración del uso de grandes
extensiones de suelos que causan, finalmente, un calentamiento global. Más detalles en ¿Qué es
el Cambio Climático? y Causas del Cambio Climático.
Aumento de las temperaturas Globales

El Calentamiento Global es un aumento de la temperatura de la atmósfera terrestre que se ha


estado observando desde finales del siglo XIX. Se ha observado un aumento de
aproximadamente 0.8 ºC desde que se realizan mediciones confiables, dos tercios de este
aumento desde 1980. Hay una certeza del 90% (actualizada a 95% en el 2013) de que la causa
del calentamiento es el aumento de gases de efecto invernadero que resultan de las actividades
humanas como la quema de combustibles fósiles (carbón, gasolina, gas natural y petróleo) y la
deforestación. Lea más en ¿Qué es en Calentamiento Global?

El Efecto Invernadero
El Efecto Invernadero es un fenómeno natural en el cuál la radiación de calor de la superficie
de un planeta, en este caso la Tierra, es absorbida por los gases de la atmósfera y es reemitida
en todas direcciones, lo que resulta en un aumento de la temperatura superficial. Los gases más
eficientes en absorber el calor se llaman gases de efecto invernadero o gases de invernadero,
entre ellos está el CO2 que es el que la humanidad en su consumo de recursos ha aumentado a
niveles nunca vistos previamente y está causando el calentamiento global.
El fraude del cambio climático
La mayoría de expertos en climatología y adoradores del medio ambiente afirman
que la temperatura del planeta ha aumentado al menos un grado en el último siglo.

Hace algún tiempo, un conocido canal de televisión británico, emitió el


documental “El gran engaño del calentamiento global”, en el que se desentrañan
las bases del movimiento ambientalista. Allí se llevan a cabo entrevistas a
importantes científicos del MIT y de otras universidades de prestigio que exponen
diversas evidencias científicas que chocan con la propaganda verde.

Un elemento importante, que se recoge en el mencionado documental, es que las


emisiones de Co2 causadas por los humanos representan el 5% frente al resto,
entendiendo el resto como los volcanes, la descomposición de cadáveres de
animales y por las plantas. Esto quiere decir que los volcanes producen más Co2
que todas las actividades humanas juntas.

Otro dato importante es que la mayoría de gases invernadero tienen su origen en


los océanos.

El fundamento radica, por tanto, en la gran mentira asumida por los ecologistas.

Es una realidad que a lo largo de miles de millones de años se han producido


cientos de períodos de calentamiento y enfriamiento del planeta. En el siglo X, por
ejemplo, el clima era considerablemente más templado que en la actualidad, y
claro está que no existían ni aviones, ni automóviles que pudieran alterar este
dato.

El pico de calentamiento del siglo pasado ocurrió antes de 1940, mientras que, a
lo largo de las décadas posteriores a la II Guerra Mundial (periodo en el que se
produce la masiva industrialización del mundo), el clima de la Tierra sufrió un
enfriamiento.

Dentro de esta gran mentira, como es la amenaza del cambio climático, hay
intereses muy variados y, si de una gran película de tramas conspiratorias se
tratara, muy diversas entidades involucradas.

Especial importancia quiero darle al invento del IPCC, que es el el Grupo


Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático, que fue creado en el
año 1988 por la Organización Meteorológica Mundial (OMM) y el Programa de la
ONU para el Medio Ambiente (PNUMA).

El 3 de Febrero de 2010, el periódico la Vanguardia publicaba el siguiente titular:


“Un grupo de científicos ocultó fallos en otro estudio sobre el cambio climático”
Una investigación destapa datos poco rigurosos en las estaciones de China.
A continuación extraigo la esencia de los estudios cuestionados que sirvieron de
base al IPCC.

Respecto a los Glaciares del Himalaya, el IPCC se equivocó en sus proyecciones


sobre su deshielo. Pronosticó que desaparecerían el año 2035; pero tuvo que
rectificar el pasado 20 de Enero. El error se promulgó en 1999, a partir de una
entrevista al experto en glaciares indio, Syed Hasnain, publicada en NEW
SCIENTIST. La información fue asumida en un informe de WWF, citado luego por
el IPCC. El científico Georg Kaser lo advirtió a tiempo, pero los revisores del
capítulo no filtraron dicho error.

Más respecto a los DESHIELOS. El IPCC facilitó estudios muy pobres para
explicar los deshielos en las montañas. Se basó, como fuente ridícula y de muy
poca credibilidad, en un artículo publicado en una revista especializada de
escalada, donde eran los escaladores los que daban esta opinión. También tomó
como base el trabajo universitario de un estudiante de geografía de la Universidad
de Berna, que entrevistó a 80 guías de montaña de los Alpes.

En cuanto a La Amazonía: El IPCC apuntó que más del 40% del bosque
amazónico podría desaparecer y convertirse en sabana tropical con solo un
pequeño cambio en las precipitaciones. Esta conclusión es ridícula ya que,
investigando en los fundamentos, descubrimos que tal afirmación fue un mal
resumen de un informe de la WWF, en el que se decía que el 40% del bosque
brasileño era sensible a una pequeña reducción de precipitaciones, pero dejando
claro que unos bosques más secos eran más proclives a incendiarse.

A la vista de estos datos, contrastados, investigados y considerados como ciertos,


podemos afirmar que el IPCC es un absoluto ridículo, objetivamente. No está
tratando los datos ciertos y está cayendo en contínuos errores. El daño lo hacen
los investigadores que lo toman como apoyo en sus estudios o carreras y los
gobiernos que adoptan medidas ambientales y climáticas basándose en un error
oficial. Una consecuencia que, evidentemente, pagamos todos los ciudadanos, en
forma de impuestos, en muchos países incluso con un impuesto especial para ello:
el impuesto verde, ecotasa, etc.

Quiero destacar una entrevista que se realizó a Andrés Serrano Paradinas, un


ingeniero de caminos, con máster en gestión medioambiental y técnico
especialista en gestión energética.

En la comentada entrevista, el ingeniero se cuestionaba que el cambio climático


fuera un asunto tan importante como para gastarse 150.000 millones al año.

Andrés Serrano nos indica que el cambio climático, a lo largo de la historia, es


constante.

El ingeniero destaca que desde hace un millón de años ha habido cuatro


glaciaciones, acabando la última hace 22.000 años, momento en el que empieza a
subir la temperatura. Entonces había diez grados menos de media en la tierra y
había glaciares de tres mil metros de grosor en puntos donde ahora están Londres
o Nueva York, como muestran las rocas de Central Park. El nivel del mar podía
variar doce milímetros al año (hoy lo está haciendo entre 2 y 3 milímetros).
Evidentemente en esos cambios no influyó el hombre, que estaba en la Edad de
Piedra, pintando las cuevas de Altamira.

Es curioso el dato histórico del año 750. En ese año los vikingos llegan a
Groenlandia, y deciden llamarla “tierra verde”. ¿Por qué ese nombre? ¡Porque no
estaba helada! En Islandia los propios vikingos plantaban cereales, cosa que hoy
es imposible.

Entre el año 750 al 1150 se produce un buen clima, lo que provoca un gran
desarrollo económico en toda Europa. A partir de entonces comienzan a bajar las
temperaturas y vuelve lo que llamamos la pequeña edad del hielo (entre 1350 y
1700). El último obispo de Islandia fallece en 1376. Es la última fecha en la que se
datan obispos; no vuelve a haber más porque era imposible vivir allí, en ya la
“tierra de hielo”.

Buceando en la hemeroteca, y ahora más recientemente, en la década de los ’70,


nos damos cuenta de que hay publicaciones en todos los periódicos del mundo
que dicen que vamos hacia la glaciación. Desde 1980 cambia la tendencia y la
temperatura empieza a subir. Misterioso cambio, ¿verdad?

La idea es clara; no controlamos la climatología ni la meteorología porque


desconocemos el fenómeno caótico de las nubes y su vapor de agua. Este es el
que produce el calentamiento global y el 95% del efecto invernadero.
Precisamente, de no se por eso, estaríamos a 15 grados negativos de temperatura
global, cuando estamos a más 15.

El aumento de la temperatura global a largo plazo se produce por fenómenos


astronómicos, por movimientos orbitales y otros factores, los ciclos de
Milanchovitch.

El asunto es mucho más complejo que una simple incongruencia y en este


documento intentaré destacar.

No puedo explicarme el motivo de por qué, los medios de comunicación, se


empeñan en anunciar que el hombre es el causante del cambio climático. Es obvio
que el ser humano produce CO2 y la concentración del gas está aumentando
mucho, de 280 a 380 partes por millón en cien años, tomando como partida la
época preindustrial. Pero quiero afirmar de forma rotunda que la concentración de
CO2 no tiene nada que ver con el cambio climático, porque lo importante en el
efecto invernadero es el vapor de agua y especialmente las nubes. El hombre
poco puede hacer sobre el calentamiento o enfriamiento global, y de hecho éste
último sería más preocupante.
En estos medios de comunicación raro es el mes en el que no nos aparece una
noticia referida a fenómenos climáticos extremos (grandes sequías, inundaciones
y tornados). Con esto parece que en la actualidad ocurren con más frecuencia que
años atrás. Nada más lejos de la realidad. Lo que debemos tener presente es que
hoy en día lo que ocurre en Japón se conoce en Nueva York en cuestión de
segundos, gracias al avance de las nuevas tecnologías y la comunicación, con lo
que es más difícil que estos fenómenos (que han ocurrido siempre) pasen
desapercibidos. Si además de ello, en el informativo se indica que esto es debido
a la influencia del hombre y al cambio climático, el pánico está sembrado.

Hay algo que no entiendo del todo bien, sin pretender ser frívolo. Cómo es posible
que no sepamos el tiempo que va a hacer el fin de semana y sí sepamos que
ocurrirá en 2038?

Yo tengo una teoría acerca del por qué han triunfado los pensamientos
catastróficos sobre el cambio climático.

El principal motivo es que éste pánico viene por el poder; el poder es quien se
encarga de mantener en la sociedad esta relación.

Todo empezó en los años en los que la ministra británica Margaret Tatcher quiso
eliminar las minas de carbón, porque tenía intereses económicos y de país en
desarrollar la energía nuclear, además tanto su mantenimiento como los mineros
le estaban causando muchos problemas políticos, sobre el año 1980. Es entonces
cuando crea el IPCC, que ya he comentado anteriormente, para que desarrollara
informes sobre el supuesto calentamiento global. Está claro, las centrales
nucleares no producían CO2, ni calentamiento global.

Vamos al dinero, que es lo que mueve al mundo, descubriremos así muchas más
causas. A partir de los primeros informes del IPCC, la señora Tatcher invierte
millones en la energía nuclear y sus potencialidades, ganándose el favor tanto de
la derecha como de la izquierda del país.

En un reportaje publicado el 11 de marzo por el periódico Sunday Telegraph de


Londres se informa que Timothy Ball, ex profesor de climatología de la
Universidad de Winnipeg (Canadá), ha recibido hasta cinco amenazas de muerte
desde que cuestiona que sean los humanos quienes produzcan los cambios
climáticos.

Richard Lindzen, profesor de Ciencias de la Atmósfera de MIT, mantiene que “los


científicos que no están de acuerdo con el alarmismo pierden el apoyo económico,
su trabajo es despreciado y son acusados permanentemente de ser secuaces de
las grandes industrias”.

Nigel Calder, ex director de New Scientist, manifiesta: “los gobiernos tratan de


lograr la unanimidad de opinión, reprimiendo a los científicos que discrepan.
Einstein no hubiera logrado ningún apoyo financiero bajo el actual sistema”.
La represión de opiniones diferentes no resulta ser algo nuevo. Por mantener que
la Tierra no era el centro del universo, Galileo fue llevado ante un tribunal en 1633.
Amenazado con torturas, se retractó y se le prohibió salir de su casa durante el
resto de su vida.

Como complemento te dejamos con la contraparte, “Una verdad incómoda” de Al


Gore, tal vez el más difundido documental acerca de los peligros que trae el
cambio climático para el planeta y la humanidad.

Si hablamos que la contaminación ejercida por las empresas provoca cambios


climáticos en la sociedad, estamos hablando bajo información errónea ya que los
cambios climáticos se producen de forma natural en el planeta desde el inicio de
los tiempos que ocurre un claro ejemplo es la atmosfera primitiva que era muy
toxica ya que estaba compuesta por metano, dióxido de carbono, nitrógeno y
vapor de agua además de hidrogeno y monóxido de carbono. Si ponemos como
ejemplo que las empresas tienen la culpa de los cambios por la contaminación
también las personas como ciudadanos deben de hacerse un mea culpa y darse
cuenta que ellos mismos contaminan no reciclando, tirando desechos tóxicos por
cualquier lado sin tener conciencia de lo que pueda ocurrir y así día a día hacen
un cambio en el planeta.

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