LA POLITICA FISCAL
Introducción
Con el análisis del mercado a corto plazo, los dos conceptos básicos que vamos a
tener en cuenta son el equilibrio del ingreso, y del multiplicador. Partiendo de una
situación de equilibrio del ingreso, que no tiene por qué coincidir con un incremento
autónomo, por ejemplo, de la inversión o del gasto publico. De esta forma se introduce
el concepto de multiplicador.
El crecimiento del PIB de un país depende, en buena medida, de la proporción del
ingreso que este ahorra en invierte. La inversión, y por lo tanto el ahorro tienen un
papel clave en la determinación de la capacidad de crecimiento a largo plazo de una
economía. Por eso puede afirmarse que un elevado consumo en relación con el
ingreso significa un bajo ahorro, una inversión reducida y un lento crecimiento del PIB
a largo plazo, mientras que un bajo consumo en relación con el ingreso implica una
elevada inversión y un rápido crecimiento.
A corto plazo, sin embargo, si una economía está sumida en una depresión, una
estrategia adecuada para reactivar la economía puede consistir en estimular el
consumo a costa de reducir el ahorro.
La función de consumo
La función de ahorro
El análisis del ahorro es paralelo al realizado sobre el consumo. La función de ahorro
muestra la relación entre el nivel de ahorro y el ingreso y es la otra cara de la moneda
de la función de consumo.
En el eje de abscisas aparece el ingreso disponible, y en el eje de ordenadas, el
ahorro neto, que toma valores positivos o negativos. La función de consumo, al indicar
el nivel de consumo para cada posible nivel de ingreso, muestra también y en forma
simultánea el nivel de ahorro.
Los valores de ahorro correspondientes a los distintos niveles de ingreso se calculan
teniendo en cuenta que la suma del consumo y el ahorro es igual al ingreso.
Para un nivel de ingresos igual a 600, y dado un consumo de 880, el nivel de ahorro
negativo o desahorro será de 280. Si el nivel de ingresos es 2000 y el de consumo
también es 2000, el ahorro será cero. Para niveles de ingreso superiores a 2000 el
ahorro alcanza valores positivos que vienen expresados por la diferencia entre el
ingreso y el consumo.
Para los puntos a la izquierda de B, esto es, para niveles de ingreso inferiores a 2000,
las familias están gastando más de lo que reciben de ingreso y, por lo tanto, incurrirán
en un desahorro neto, que puede medirse mediante la distancia vertical entre la
función de ahorro y el eje de abscisas.
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Ahora se estudia el comportamiento del consumo agregado, esto es, para todo el país.
La evolución del consumo agregado o nacional es importante para comprender tanto
las fluctuaciones de la actividad económica a corto plazo como el crecimiento a largo
plazo.
El consumo es el componente más importante del gasto agregado, por ello, cualquier
alteración brusca de los niveles de consumo influirá en la producción y en el empleo a
través de su incidencia en la demanda agregada. También la importancia del consumo
radica en lo que no se consume, es decir, en lo que se ahorra, que estará disponible
para invertir en nuevos factores de capital claves para el crecimiento económico a
largo plazo.
El ingreso permanente
Según esta teoría los consumidores no responden de la misma manera todas las
perturbaciones del ingreso.
Si la variación del ingreso es de carácter permanente, los consumidores tenderán a
consumir una gran parte del aumento del ingreso. El concepto de ingreso que se
considera es el de ingreso a largo plazo.
Para explicar que el consumo depende de las tendencias del ingreso a largo plazo,
también se ha desarrollado la hipótesis del ciclo vital. Según esta teoría, los
individuos suelen ahorrar durante los años en los que son laboralmente activos para
uniformar su consumo a lo largo de toda la vida, y así, poder contar con un ingreso
suficiente durante su jubilación.
Por eso es que los consumidores determinan sus niveles de consumo teniendo en
cuenta el ingreso disponible
La riqueza
La demanda de inversión viene dada por los aumentos deseados o planeados por
las empresas de capital físico (fabricas y maquinas) de existencias
Hay que tener en cuenta que en macroeconomía el término “inversión” se refiere a los
aumentos del stock de activos o bienes de capital productivos, como las computadoras
y los camiones. Solo hay inversión cuando se produce capital real.
De la definición dada se deduce que la inversión es una variable flujo que hace variar
el stock de capitales. Al contrario de lo que ocurre en el consumo, la inversión es
extraordinariamente variable, lo que la hace figurar como el elemento desencadenante
de los ciclos económicos.
Si nos centramos en la inversión llevada a cabo por las empresas, puede decirse que
los factores más relevantes que inciden en la demanda de inversión son: las tasas de
interés, los ingresos (o producción) y las expectativas.
En lo que respecta las tasas de interés, en el sentido que la demanda del capital físico
depende del costo del dinero. Cuando las tasas de interés se reducen resulta más
fácil financiar los proyectos de inversión y por ende se incrementa la demanda de
inversión.
Entre los elementos que inciden en los costos de inversión debemos considerar
también los impuestos o la política fiscal. Esta influye en el comportamiento de las
empresas a la hora de invertir.
La demanda de inversión también depende de los ingresos que es otra forma de
referirnos al PIB. Las fluctuaciones del output inciden en la evolución de la inversión
Una variante de esta hipótesis sobre la relación entre el nivel global de producción y la
inversión es el principio de acelerador. Esta teoría establece que la tasa de inversión
depende, principalmente de la tasa de variación de la producción. Así la inversión será
elevada cuando la producción crezca, y reducida cuando la producción disminuya.
Entre los factores que inciden sobre la inversión, probablemente las tasas de interés
sean el más relevante. La demanda de inversión está relacionada inversamente con
las tasas de interés, ya que cuando estas se reducen se incrementa la demanda de
inversión.
Como la rentabilidad de la inversión varia inversamente con las tasas de interés puede
obtenerse una curva de demanda de inversión de pendiente negativa. Esta curva
muestra la cantidad de inversión que se realizaría a cada tasa de interés, y se obtiene
sumando todas las inversiones que serian rentables a cada nivel de estas.
Un fuerte aumento del PIB hará que la curva de demanda de inversión se desplace
hacia la derecha. Un efecto similar tendría una mejora en las expectativas
empresariales o una reducción de los impuestos. Por el contrario una crisis de la
actividad economía y un aumento de los impuestos o empeoramiento de las
expectativas empresariales provocaría un desplazamiento hacia la izquierda de la
curva de demanda de inversión.
Por un lado, supondremos que no existe depreciación, que se distribuyen todos los
beneficios entre las economías domesticas y que no se pagan intereses sobre la
deuda pública ni transferencias. Las empresas se limitan a producir bienes y servicios
y a entregar los ingresos a las economías domesticas en forma de salario o beneficios,
así el ingreso personal disponible equivale al producto nacional.
Por otro lado suponemos que los precios de la economía están dados y son
constantes, de modo que las empresas ofrecen cualquier cantidad que se les
demanda de bienes y servicios a los precios vigentes. Se supone que las empresas
pueden contratar a tantos trabajadores como deseen al salario vigente y que tienen
suficiente capacidad instalada para incrementar la producción sin que se incrementen
los costos. Así la demanda agregada determina el nivel de producción.
Por último, supondremos que la inversión actúa como una variable autónoma, esto
es, que su nivel esta determinado fuera del modelo.
En el caso de una economía cerrada sin sector público, la única entrada posible es la
inversión y la única salida es el ahorro. La condición de equilibrio del flujo circular
requiere que la inversión sea igual al ahorro y se expresa así:
I=S
(C + S = Y)
Tampoco será una situación de equilibrio del ingreso aquella en la que el gasto total
planeado sea inferior a la producción total, ya que las empresas no permitirán que sus
existencias se incrementen de forma indefinida. Una discrepancia entre la
producción y el gasto planeado provoca una variación de la producción.
El ajuste hacia el nivel de producción de equilibrio se lleva a cabo mediante las
respuestas de las empresas a las variaciones no deseadas o no planeadas de las
existencias. Así cuando el gasto total es mayor que el producto total, es decir, para los
puntos situados a la izquierda de E, y por lo tanto, niveles de ingreso inferiores a
3.000, las existencias se reducen. Por el contrario para os puntos situados a la
derecha de E, por ejemplo cuando la producción es 3.800 el gasto total es inferior a la
producción, en concreto 3.640 por lo que las existencias experimentan un incremento
no deseado de 160. Las empresas decidirán reducir la producción.
El equilibrio sol tendrá lugar cuando el gasto agregado planeado sea exactamente el
suficiente para absorber la cantidad ofrecida, es decir, la producción total. En esta
situación, las empresas comprobaran que sus existencias se mantienen en los niveles
deseados y, por lo tanto, no tendrán incentivos para alterar su producción.
El multiplicador
Los efectos sobre la producción de equilibrio de una variación del gasto exógeno de la
inversión.
Supongamos que las empresas ante las expectativas de venta favorable, deciden
incrementar la inversión. El aumento de la demanda de inversión hará que se
incremente la producción. Es problema es determinar en cuanto aumentara. Cuando
se incrementa la demanda de bienes las empresas aumentan la producción y el
empleo, lo que lleva a que las economías domesticas dispongan de un ingreso mayor
que les permite, a su vez, incrementar la demanda de consumo. Para analizar la
cuantía de este incremento, así como el final de este proceso, y que se conoce como
el multiplicador de la inversión.
Supongamos que una empresa decide incrementar su planta productiva y para ello
efectúa una inversión de 1 millón de pesos. El millón se dedicara a pagar a los
trabajadores de la construcción y a los propietarios de las compañías en forma de
salarios y beneficios que aumentaran en total sus ingresos en un millón de pesos.
Pero ni los trabajadores de la construcción ni los propietarios mantendrán en el banco
todo el dinero que se les abone, sino que gastaran parte de él. Si se comportan como
consumidores típicos, su gasto será el resultado de multiplicarse el millón de pesos por
la PMC. Si suponemos que la PMC = 0.8 se gastaran 800.000 pesos en nuevos
bienes y servicios de consumo.
El proceso no se detiene ahí, ya que aquellos que ofrecen estos bienes y servicios
recibirán unos nuevos ingresos por valor de esos 800.000 pesos, de los cuales ellos
también gastaran un 80% (PMC = 0.8). Esto supone 640.00 pesos (el 80% de
800.000) de gasto adicional en bienes y servicios de consumo, lo que hace que el
millón original ya haya generado un gasto de 2.440.000 pesos. Y así sucesivamente.
El proceso acabara cuando el ingreso se haya incrementado en la cantidad de 5
millones, es decir, la cantidad resultante de multiplicar el millón de pesos gastado
inicialmente por el multiplicador. Así, un millón de pesos de gasto original de inversión
pone en marcha toda una cadena de gasto de consumo secundario que, si bien es
interminable, es decreciente y acaba generando una cantidad finita de gasto.
La política fiscal está integrada por los impuestos y los gastos del Estado, el enfoque
keynesiano de la política macroeconómica se suele asociar con la utilización activa de
la intervención del Estado para tratar de moderar las fluctuaciones cíclicas.
Para analizar la política fiscal hay que introducir 2 nuevas variables: el gasto público
(G) y los impuestos (T).
Los dos programas de la política fiscal son los programas de gasto público y los
impuestos.
Continuamos suponiendo que no hay sector externo ni transferencia ni depreciación,
pero ahora el PIB (Y) es igual al ingreso disponible (Yd) más los impuestos, o lo que
es lo mismo, el ingreso disponible es igual al ingreso menos los impuestos (Yd = Y –
T). Para simplificar el análisis supongamos que se trata de impuestos de cuantía fija.
El impacto del establecimiento de un impuesto de cuantía fija en términos del modelo
del multiplicador puede representarse gráficamente mediante un desplazamiento hacia
la derecha y hacia debajo de la función de consumo. El grado de desplazamiento es
igual a la cuantía del impuesto, por ejemplo, 100 millones de pesos.
Un desplazamiento hacia la derecha de la función de consumo también significa un
movimiento descendente, pero este es menor que el desplazamiento hacia la derecha.
La razón de esta discrepancia es que el desplazamiento descendente, esto es, la
disminución del consumo, es igual al desplazamiento hacia la derecha (el aumento de
los impuestos) multiplicando por la PMC, y esta es inferior a la unidad (en el ejemplo
que venimos considerando es 0.8). De esta forma, si el aumento de los impuestos es
100 millones de pesos y la PMC es 0.8, el desplazamiento descendente será de 80
millones de pesos (100 x 0.8 = 80)10
El presupuesto público refleja los bienes y servicios que el Estado comprara durante
un ejercicio determinado, las transferencias que realizara y los ingresos fiscales que
obtendrá para hacer frente a los distintos gastos.
El manejo de los ingresos y gastos totales (y de la relación entre ellos) se ha
convertido en uno de los principales instrumentos mediante los cuales los gobiernos
tratan de lograr un elevado nivel de actividad económica y nivel general de precios.
Aunque cabe hablar de una política fiscal activa o discrecional, que se concreta en
la toma de medidas explicitas sobre los gastos y los ingresos públicos con el objeto de
tratar de estabilizar la economía, el sistema impositivo tiene efectos automáticos que
hay que analizar.
La política fiscal se ocupa de decisiones sobre los ingresos y los fastos públicos y
sobre el déficit o superávit presupuestario, en términos de sus efectos sobre el ingreso
nacional, el empleo total y el nivel general de precios
Si los impuestos aumentan con el producto nacional, mientras que parte de los fastos
públicos, especialmente los de transferencias, se mueven en sentido contrario,
tendremos que el presupuesto del sector publico tendera hacia el déficit durante las
recesiones y al superávit durante las expansiones.
Cuando el sector público aumenta el gasto público e incrementa los impuestos, puede
crear un exceso de carga fiscal y desalentar el trabajo.
Por otro lado, un aumento de la deuda público, esto es, de los títulos de deuda que
el Estado pone en manos del público, puede “desplazar” la inversión privada
cuando dicho aumento implique un endurecimiento en las condiciones financieras, ya
sea porque se eleva la tasa de interés al canalizar los fondos disponibles hacia la
compra de títulos del Estado, o porque se reducen los recursos financieros
disponibles. Este hecho se conoce como efecto “desplazamiento”.
Existen dos condiciones generales para que pueda producirse el efecto
desplazamiento”. El primer lugar, el gasto público puede expulsar la inversión privada
debido a las limitaciones de los recursos. Si la economía se encuentra en una
situación de pleno empleo, es decir, cuando se ha alcanzado la producción potencial,
un aumento del gasto público desplaza la inversión privada.
En segundo lugar el efecto “desplazamiento” puede producirse cuando las tasas de
interés suben de forma notable debido al crecimiento de la deuda pública y reducen la
inversión privada sensible a las tasas de interés.
El efecto expulsión o desplazamiento tiene lugar cuando el gasto público, los déficits
presupuestarios o la deuda pública reducen la cantidad de inversión de las empresas
Cuando los ingresos públicos son inferiores a los gastos, el presupuesto incurrirá en
déficit.
El presupuesto del sector público incurre en déficit cuando los gastos públicos
superan a los ingresos públicos.
Para Keynes la economía no sigue una senda estable hacia el pleno empleo, ya que
los ajustes no se producen de la manera prevista por los economistas clásicos,
teniendo en cuenta estas circunstancias, y ante una recesión motivad por una
demanda agregada insuficiente, el sector publico debe intervenir, manipulando los
gastos y los impuestos.
Los keynesianos coinciden con los monetaristas en que el presupuesto debe
equilibrarse, perno no anualmente, sino a lo largo de todo el ciclo. Así aceptan cuan
durante las recesiones se incurra en déficits temporales que después serán
compensados por superávits en las fases alcistas del ciclo.
El concepto de pleno empleo de los recursos productivos, compatible con cierto nivel
de desempleo (el denominado desempleo friccional), derivado del normal
funcionamiento del mercado de trabajo, aparece como un objetivo en el esquema
keynesiano.
Difícil cíclico: se puede atribuir al estado actual, esto es, al momento del cíclico en
que se encuentra la economía. Habrá un déficit cíclico cuando la producción se
encuentre por debajo del PIB potencial, y un superávit cíclico cuando la producción
efectiva supere la producción potencial. Cuando la economía se sitúe en el nivel del
pleno empleo, el déficit cíclico será 0.
El déficit cíclico es la parte del déficit presupuestario que varia con el ciclo
económico; durante las recesiones habrá déficit y, en las expansiones, superávit.
El déficit estructural: es la parte del déficit que no tiene su origen en las fluctuaciones
cíclicas, sino en un desajuste entre la estructura de ingresos y de gastos públicos. Por
ello cuando una economía sale de una recesión, el componente cíclico del déficit
desaparece, pero el déficit estructural permanecerá.
El déficit estructural es la parte del déficit presupuestario que no depende del ciclo
económico; se debe a desajustes estructurales entre los ingresos y los gastos
públicos.
La cuestión de los Estados con déficit está ligado al creciente desarrollo del estado de
bienestar, y por otro lado, a la impopularidad de los aumentos en los impuestos.
Es posible financiar el gasto por 3 vías: estableciendo impuestos, creando dinero y
emitiendo deuda pública.
2) Cuando se recurre a la emisión del dinero para financiar los gastos del sector
público, es preciso poner en práctica una política monetaria expansiva. Aunque los
efectos dependen del estado de la economía, en general esta solución aumenta la
inflación.
La deuda pública es una variable stock, a diferencia del déficit y el superávit, que mide
la cantidad total que adeuda el Estado en un determinado momento del tiempo. La
deuda pública se puede definir como el valor total de los bonos emitidos por el
Gobierno que se encuentra en manos del público. Pueden emitir bonos tanto las
empresas privadas como el Estado
La deuda pública es el valor total de los bonos o títulos de deuda emitidos por el
Estado que se encuentran en manos del público.
La deuda pública aumenta cuando se producen déficit públicos que incrementan las
tenencias de bonos emitidos por el Estado en manos del público. Por el contrario, los
superávits públicos que reducen las tenencias de bonos en manos del público reducen
la deuda pública.
Ahora bien, si el PIB nominal del país crece al menos al mismo ritmo que el servicio
total de su deuda, esta puede seguir creciendo indefinidamente sin poner en peligro
las finanzas públicas.
Entre los dos sectores básicos de la economía, los hogares y las empresas, se
establece un doble flujo de ingreso: uno en términos monetarios y otro en términos
reales. Si el modelo se amplia para incluir el sector público y el sector externo, desde
el punto de vista del gasto el flujo de ingreso estará en equilibrio siempre que se
cumpla que: la suma de la inversión (I), el gasto público (G) y las exportaciones (X)
sea igual a la suma del ahorro (S), los impuestos (T) y las importaciones (M).
I+G+X=S+T+M
I+G+X=S+T+M
Esta ecuación solo se cumple para el nivel de equilibrio y las variables aparecen en
términos reales, y en términos esperados y planeados durante un periodo