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Asedio

Un asedio o sitio es un bloqueo militar prolongado a una fortaleza, que suele ir


acompañado del asalto a esta, con el objetivo de su conquista mediante la fuerza o el
desgaste. Tiene lugar cuando un atacante se encuentra con una ciudad o fortaleza
que rechaza la rendición y no puede ser tomada fácilmente mediante un asalto
frontal. Suele conllevar el rodeo del objetivo y el bloqueo de las líneas de
abastecimiento, normalmente apoyado por maquinaria de asedio, bombardeo de
artillería y la construcción de túneles subterráneos para reducir las fortificaciones.

Los asedios probablemente surgen en la historia junto con el desarrollo de las


ciudades a grandes centros de población. Las ciudades antiguas de Oriente Medio,
por ejemplo, ya muestran restos arqueológicos de murallas fortificadas. Durante el
Renacimiento y la Edad Moderna, los asedios dominaron la forma de guerra en
Europa hasta tal punto que Leonardo da Vinci, por ejemplo, ganó gran parte de su
renombre mediante el diseño de fortificaciones en su estudio. Las campañas
medievales generalmente se diseñaban mediante una sucesión de asedios.

Sin embargo, en la era Napoleónica, el uso cada vez mayor de cañones muy Juana de Arco en el asedio de
poderosos fue reduciendo el valor de las fortificaciones, de forma que ya en los Orleans, pintada por Jules Eugène
Lenepveu.
tiempos modernos, las trincheras sustituyeron a las murallas, y los búnkeres
reemplazaron a los castillos. Ya en el siglo XX la importancia del asedio clásico fue
declinando debido a la llegada de la guerra móvil. Una fortificación concreta dejó de
ser tan decisiva como lo era antes y, por ello, aunque todavía se producen asedios concretos, ya no son tan importantes ni tan
comunes como lo fueron antes, dados los cambios en los medios de guerra y, sobre todo, por la facilidad con que hoy en día se
pueden dirigir grandes volúmenes de poder destructivo contra un solo objetivo estático.

Un asedio militar puede tener cuatro posibles desenlaces:

Los defensores pueden romperlo sin ayuda externa, en cuyo caso se dice que han mantenido la posición.
Si los defensores logran vencer gracias a ayuda del exterior
, se dice que se ha levantado el asedio.
Si el asedio finaliza con los atacantes tomando el control de la ciudad o fortaleza asediada, pero los defensores
logran escapar, se dice que la ciudad ha sidoevacuada.
Si los atacantes salen victoriosos y logran destruir o capturar a los defensores, se dice que la ciudad o fortaleza
asediada ha caído.

Índice
El asedio en la Historia Antigua
Defensa
Los asedios en el arte
Tácticas
Relatos
El asedio en la Historia grecorromana y la Edad Media
Los mongoles
Los asedios en la era de la pólvora
Teorías emergentes de mejora de las fortificaciones
Un nuevo estilo de fortaleza
El mariscal Vauban
La aparición de la guerra móvil
La guerra moderna
Acciones policiales
Véase también
Referencias
Bibliografía
Enlaces externos

El asedio en la Historia Antigua

Defensa
Las murallas de la ciudad y las fortificaciones fueron esenciales para la defensa de las primeras ciudades o enclaves poblacionales, ya
desde los tiempos protohistoricos (anterior a la historia escrita) como los castros iberos fortificados, algunos construidos con piedras
megaliticas (de enorme tamaño). Las murallas se construían con ladrillos de barro, piedra, madera o alguna combinación de estos
materiales dependiendo de los recursos de la zona. Las murallas de la ciudad también habrían servido para el doble propósito de
defensa y de muestra a los posibles enemigos de la grandeza del reino: Las murallas que rodeaban la ciudad sumeria de Uruk
ganaron, por ejemplo, una gran reputación, con una longitud de 9,5 km y una altura de unos 12 metros. Después, las murallas de
Babilonia, reforzadas con torres y fosos, ganaron una reputación similar.

En Anatolia, los Hititas construyeron impresionantes murallas de piedra alrededor de sus ciudades, aprovechando las colinas. Otras
ciudades, como las de la civilización del Valle del Indo o la Minoica de Creta, se tomaron menos molestias, si bien eso se debe a que
basaban su defensa más en la protección de sus fronteras y sus costas, en lugar de las ciudad

Los asedios en el arte


Las representaciones más antiguas de los asedios en expresiones artísticas datan de la
época protodinástica en Egipto, de alrededor del 3000 a. C. Muestran destrucciones
simbólicas de murallas de una ciudad por animales utilizando azadas. Las primeras
maquinarias para asedio se encontraron en restos de una tumba egipcia del siglo
XXIV a. C., que muestra a soldados egipcios asaltando las murallas de Canaán con
escaleras con ruedas.

De una época posterior, del siglo XIII a. C., es el retrato del violento asedio de Dapur,
una ciudad asiria, con soldados subiendo por escaleras protegidas por arqueros. En
restos de un palacio asirio que data de entre el siglo IX y el siglo VII a. C. aparecen
asedios de diversas ciudades de Oriente Próximo. Si bien ya se había inventado un ariete
simple alrededor de un milenio antes, los asirios mejoraron la tecnología construyendo
arietes con forma de torre y posicionando arqueros en la parte superior
.

Tácticas
El asedio egipcio de Dapur, en el
La práctica más común en los asedios era simplemente desplegar el asedio y esperar a la siglo XIII a. C., en el templo de
rendición de los enemigos encerrados. El asedio egipcio de Megido en el siglo XV a. C. Ramsés II en Tebas.
duró siete meses antes de que los habitantes se rindiesen. Los hititas, en el siglo
XIV a. C., terminaron un asedio a una ciudad rebelde de Anatolia cuando la reina madre
salió de la ciudad y suplicó clemencia para su pueblo.
Si la finalidad principal de una campaña militar no era la conquista de una ciudad en particular, se podía simplemente dejarla de lado.
Los hititas, contra el reino de Mitani en el siglo XIV a. C. ignoraron la ciudad fortificada de Karkemish y, cuando cumplieron su
objetivo, volvieron a la ciudad y la tomaron tras un asedio de ocho días. El conocido asedio asirio de Jerusalén, en el siglo VIII a. C.,
terminó cuando los israelitas les ofrecieron regalos y tributos, según cuentan los relatos asirios, o cuando el campamento asirio fue
golpeado con una plaga, según laBiblia.

Debido a problemas logísticos, los asedios de larga duración que supusieran algo más que una pequeña fuerza militar, muy pocas
veces podían mantenerse.

Relatos
Si bien hay muchos relatos antiguos de ciudades que fueron saqueadas, muy pocos
contienen datos acerca de cómo se logró esto. Algunos cuentos populares hablan de
cómo los héroes actuaban en las batallas, como por ejemplo en la historia del Caballo de
Troya, y un relato muy similar cuenta cómo la ciudad cananita de Joppa fue conquistada
por los egipcios en el siglo XVa. C.

El Libro de Josué del Antiguo Testamento contiene una historia sobre la milagrosa
Batalla de Jericó. Un relato histórico más detallado que data delsiglo VIII a. C., llamado
la estela de Pianjy, describe cómo los nubios asediaron varias ciudades egipcias usando
arietes, arqueros, hondas y construyendo rudimentarios puentes de tierra sobre los fosos.

El asedio en la Historia grecorromana y la


Edad Media
Réplica de un ariete en el Castillo
El ejército macedonio de Alejandro Magno se vio envuelto en múltiples asedios. Hay, de Baux, Francia.
sin embargo, dos de ellos que fueron particularmente difíciles: Tiro y la Roca Sogdiana.
Tiro era una ciudad fenicia que ocupaba una isla localizada a aproximadamente un
kilómetro del continente. Los macedonios construyeron un impresionante puente para acceder a la isla y que tenía alrededor de 60 m
de ancho. Cuando ya se encontraban lo suficientemente cerca para que alcanzase la artillería, Alejandro trajo máquinas lanzadoras de
piedras y catapultas ligeras para bombardear las murallas de la ciudad. La ciudad finalmente cayó en manos macedonias tras un
asedio de 7 meses.

Completamente al contrario del caso de Tiro, la Roca Sogdiana cayó por rendición. Si bien la ciudad se hallaba en un promontorio de
una zona montañosa y era prácticamente inexpugnable, Alejandro utilizó tácticas guerrilleras y logró escalar con algunas tropas los
acantilados para ocupar unos terrenos que se situaban por encima de la ciudad misma. Los defensores se desmoralizaron al ver las
tropas enemigas por encima de ellos y accedieron a la rendición.

La importancia de los asedios en el periodo antiguo no podía subestimarse. Una de las causas de la incapacidad de Aníbal de derrotar
a Roma era su desconocimiento de las tácticas de asedio. Por ello, si bien era capaz de derrotar a los ejércitos de Roma en campo
abierto, fue incapaz de tomar la propia Roma.

Sin embargo, los ejércitos de legionarios de la República e Imperio romanos son particularmente conocidos por su habilidad en la
ejecución de asedios. Los asedios, en gran número y de gran variedad, fueron por ejemplo una pieza clave de la conquista de la Galia
por Julio César en el siglo I a. C. En su Guerra de las Galias Julio César describe cómo en la batalla de Alesia las legiones romanas
levantaron dos inmensas paredes fortificadas alrededor de la ciudad. En la muralla interna, de unas 10 millas, mantenían a
Vercingétorix y a sus fuerzas dentro de la ciudad, mientras que la muralla externa les protegía de los refuerzos, que les superaban en
número y trataban de romper el asedio. Los romanos lograron mantener la posición entre las dos paredes y los galos. Enfrentándose a
la muerte por hambre, finalmente se rindieron una vez que sus refuerzos fueron derrotados por César
.
Los Sicarios Zelotes que Torre con puente levadizo
defendían Masada en el año 74
fueron vencidos por las legiones
romanas tras construir una
rampa de 100 m que llegaba
Tortuga
hasta la cima de la muralla oeste Rampa
de la fortaleza.
Pluteo
El método universal de defensa
contra los asedios es la
utilización de las fortificaciones,
principalmente murallas y Onagro
canales, para suplementar las Balista Muscolo

protecciones orográficas del Catapulta


asentamiento. También es muy
importante contar con un Ilustración de las distintas armas de asedio utilizadas en laAntigua Roma.
abastecimiento suficiente de
agua y comida para evitar la rendición por hambre. Durante el asedio, el
ejército atacante utilizaría obras de ingeniería civil, como una línea de
circunvalación del objetivo, para tratar de impedir que lleguen suministros
desde el exterior. Cuando un asedio por hambre llegaba a límites desesperados
para los defensores, es posible que la situación llegase a extremos de utilizar
como comida cosas prácticamente incomestibles: caballos, animales
domésticos, el cuero de los zapatos e incluso a sí mismos. En alguna ocasión
los defensores podrían echar a ciudadanos de la ciudad, condenándoles a una
muerte casi segura, para poder reducir la demanda de agua y comida
almacenada.
Balista, arma de asedio de la época
grecorromana.
La enfermedad era otra arma de asedio muy efectiva, aunque los atacantes eran
a menudo tan vulnerables como los defensores. En algunos casos, las
catapultas o armas similares lanzaban animales enfermos o muertos dentro de la ciudad, en un ejemplo de guerra biológica
rudimentaria.

Para terminar rápidamente con un asedio, se desarrollaron varios


métodos en las épocas antigua y medieval para romper las
fortificaciones, y se fue desarrollando una gran variedad de
maquinaria de asedio: Las escaleras podían emplearse para escalar
por encima de las defensas; los arietes y los garfios podían servir
para romper las puertas o las murallas, y las catapultas, balistas,
trabucos, mangoneles y onagros servían para lanzar proyectiles con
la finalidad de destruir las fortificaciones y matar a los defensores.
También podía construirse una torre de asedio: una estructura tanto o
más alta que las murallas, que permitía a los atacantes disparar desde
lo alto a los defensores y enviar a las tropas hasta la muralla con
menos peligro que usando escaleras.
Fundíbulo o trabuquete, arma de asedio de la
época medieval, que podía lanzar unos dos
Además del lanzamiento de proyectiles, era también muy común el
proyectiles por hora al objetivo.
intento de minar las fortificaciones, excavando hasta conseguir que
se colapsasen. Esto se conseguía excavando un túnel debajo de los
cimientos de las murallas y luego haciendo explotar el túnel deliberadamente. Los defensores podían construir galerías para
contrarrestar los trabajos de los atacantes, haciendo colapsar los túneles prematuramente.
El fuego se utilizaba asimismo como forma de acabar con fortificaciones de madera. El Imperio bizantino inventó el fuego griego,
que contenía aditivos que lo hacían muy difícil de extinguir. Combinado con un lanzallamas primitivo, era un arma muy efectiva,
tanto ofensiva como defensiva.

Los avances tecnológicos en la maquinaria de asedio obligaron a desarrollar una variedad de contramedidas defensivas. En particular,
las fortalezas medievales se fueron fortaleciendo cada vez más (por ejemplo, la aparición del castillo concéntrico, del periodo de las
Cruzadas). Igualmente se desarrollaron armas defensivas como matacanes, agujeros que permitían dejar caer sobre los atacantes
substancias como aceite hirviendo, plomo derretido o arena ardiendo. También se crearon las aspilleras, aberturas para el lanzamiento
seguro de flechas, puertas de seguridad o profundos fosos de agua. Se ponía gran atención a la defensa de las entradas, con puertas
protegidas por puentes levadizos, verjas o fuertes avanzados.

En la Edad Media europea, casi todas las ciudades grandes tenían murallas de protección, y las ciudades más importantes contaban
con ciudadelas, fuertes o castillos. Se hizo un gran esfuerzo en asegurar el suministro de agua en caso de asedio, con un complejo
sistema de túneles que se usaban para almacenamiento y comunicaciones (similares a los empleados mucho más adelante en Vietnam
durante la Guerra de Vietnam).

Hasta la invención de la pólvora (y la invención de armas que lanzaban proyectiles mucho más rápidos), el balance de poder y
logística definitivamente favorecían al defensor. Con la invención de la pólvora, el cañón, los morteros, los obuses y la artillería
(estos últimos en tiempos modernos), los métodos tradicionales de defensa se hicieron cada vez menos efectivos contra un asedio.

Los mongoles
En la Edad Media, se produjo en Asia la gran campaña del Imperio mongol contra China, liderada por Genghis Khan. Fue una
campaña extremadamente efectiva, que permitió a los mongoles conquistar extensas áreas. Incluso si no podían entrar en algunas de
las ciudades mejor fortificadas, utilizaban tácticas de batalla innovadoras para hacerse con las tierras y los ciudadanos:

"Concentrándose en los ejércitos a campo abierto, las fortalezas debían esperar. Por supuesto, fortalezas
pequeñas, o aquellas que eran fácilmente sorprendidas, eran tomadas a medida que se iban encontrando.
Esto tenía dos efectos: Primero, cortaba a la ciudad principal la comunicación con otras ciudades de donde
pudieran esperar ayuda. Segundo, los refugiados de las ciudades más pequeñas huían a la gran fortaleza,
que era la última que quedaba todavía a salvo. Las hordas de refugiados no solo reducían la moral de los
habitantes y de la guarnición de la ciudad principal, sino que también reducía sus recursos. Las reservas de
agua y comida se veían amenazadas por el súbito influjo de refugiados, y pronto, lo que antes era una
conquista realmente difícil, se volvía fácil. Los mongoles entonces estaban libres para asediar la fortaleza
sin interferencia del ejército principal, que había sido destruido... En el asedio de Alepo, Hulagu utilizó
veinte catapultas sólo contra Bab al-Iraq (La puerta de Iraq). En Jûzjânî hay diversos episodios en los
cuales los mongoles construyeron cientos de máquinas de asedio con la finalidad de sobrepasar el número
que poseía la ciudad para su defensa. Si bien Jûzjânî seguramente exageraba, las grandes cifras que
utilizaba tanto para los mongoles como para los defensores dan una idea de la gran cantidad de maquinaria
empleada en cada asedio"1

Otra táctica mongol consistía en usar las catapultas para lanzar cadáveres de apestados dentro de las ciudades asediadas. La peste
infestaría la ciudad y permitiría que fuese capturada con mayor facilidad, si bien este mecanismo de transmisión de enfermedades no
se conocía en aquel tiempo.

En la primera noche del asedio, el caudillo mongol se acomodaba en una tienda de color blanco. Eso significaba que si la ciudad se
rendía, todos los ciudadanos serían respetados. El segundo día, utilizaba una tienda de color rojo: si la ciudad se rendía matarían a
todos los hombres, pero el resto se salvaría. El tercer día usaba una tienda de color negro: no se dejarían supervivientes.
Este tipo de actitud era común en muchos ejércitos. Una ciudad que se rendía podía negociar para evitar el saqueo. La que era tomada
por el asedio o por el asalto podría sufrir tremendas consecuencias, incluso hasta el siglo XIX. Mientras que el brutal saqueo de
Jerusalén al final de la Primera Cruzada suele utilizarse como muestra del fanatismo religioso cristiano de la época y la barbarie que
provocaba contra los musulmanes, realmente no era distinto de la finalización de un asedio en el que había sido necesario tomar la
ciudad al asalto. Jerusalén había sido conquistada al asalto y la costumbre era que podía ser saqueada durante tres días y tres noches,
y los habitantes podían ser violados o asesinados sin ningún tipo de trabas. La ciudad había sido saqueada de forma similar sólo
cuatro años antes, en 1095 por los turcomanos. Era habitual que si la ciudad había sido tomada al asalto se diese muerte a todos los
varones; si se había rendido tras un largo asedio (como Jerusalén en 1187 o Visby en 1361) se impusiesen unos grandes tributos y que
la ciudad quedase indemne si se rendía sin asedio.

Los mongoles eran menos eficientes contra castillos bien protegidos. Se dice que uno de los motivos por los cuales los mongoles no
llegaron nunca a intentar un verdadero asalto a Europa fueron los castillos europeos. Tomarlos habría requerido demasiados recursos,
y un ejército basado en la movilidad podría haber sido atacado fácilmente durante un asedio. Después de la catástrofe del año
1242, el
rey Bela IV llenó Hungría de castillos. Si bien deterioraban el poder central, al dar a los nobles locales una base de poder, probaron
ser extremadamente efectivos contra los mongoles, y los húngaros rechazaron con facilidad una invasión mongol a gran escala en
1281.

Los asedios en la era de la pólvora


La invención de la pólvora y el uso del cañón iniciaron una nueva era en las tácticas
militares referentes alasedio. Los cañones empezaron a usarse a comienzos del siglo
XIII, pero no empezaron a tener verdadera importancia hasta pasados unos 150 años.
Ya en el siglo XVI los cañones eran una pieza esencial y regular de cualquier
ejército en campaña, así como de las defensas de cualquier castillo.

La mayor ventaja del cañón sobre otras armas de asedio era su capacidad de disparar
un proyectil más pesado, más lejos, más rápido, y más a menudo que anteriores
armas. Con ello, murallas de épocas pasadas (más altas y relativamente más
delgadas) eran objetivos excelentes y, con el paso del tiempo, fácilmente «Planta del sitio que el revelde puso
a la ciudad de Badajoz» por Kungl
destructibles. En 1453, las grandes murallas de Constantinopla fueron destruidas en
Krigsarkivet en 1658.
solo seis semanas por los 62 cañones del ejército deMehmet II.

Sin embargo, pronto fueron apareciendo nuevas fortificaciones por toda Europa, esta
vez diseñadas para aguantar las armas de fuego. Durante el Renacimiento y la Edad Moderna los asedios siguieron formando una
parte muy importante de la forma de hacer la guerra en Europa.

Una vez que se fueron desarrollando los cañones de asedio, las técnicas para tomar una ciudad o fortaleza se empezaron a conocer en
profundidad, hasta el punto de ritualizarse. El ejército atacante rodeaba una ciudad, y luego emplazaba a la ciudad a rendirse. Si
respondían negativamente el ejército rodearía la ciudad con fortificaciones temporales para impedir contraataques del ejército
defensor y la llegada de refuerzos. Los atacantes entonces construirían una serie de trincheras, paralelas a las defensas, y justo a la
distancia de la artillería defensiva. Entonces construirían una trinchera en dirección a la ciudad haciendo un recorrido en zigzag, para
evitar que quedase expuesta al fuego enemigo. Una vez estuviese dentro del alcance de la artillería se cavaría otra trinchera paralela
con emplazamientos para cañones. Si fuese necesario se utilizaría la primera artillería como cobertura, y el proceso se repetiría hasta
que los cañones estuviesen lo suficientemente cerca como para acertar de pleno y abrir una brecha en las fortificaciones. De esta
forma, las tropas de avanzadilla y las de apoyo podrían aproximarse lo suficiente como para explotar la brecha, a la vez que el
proceso proseguía desde varios puntos y buscando una mayor aproximación. Después de cada paso del proceso los asaltantes
emplazarían a los defensores a la rendición, pero una vez que las tropas hubiesen alcanzado con éxito la ciudad a través de la brecha,
los defensores no podrían esperar ninguna piedad.

Teorías emergentes de mejora de las fortificaciones


Los castillos que en años anteriores habían sido formidables obstáculos para
los asedios, ahora eran fácilmente derruidos con las nuevas armas. Por
ejemplo, en España, el ejército recién equipado de los Reyes Católicos fue
capaz de conquistar las fortalezas moras de Granada en los años 1482 a 1492
que habían aguantado siglos antes de la invención de los cañones.

A comienzos del siglo XV, el arquitecto italiano León Battista Alberti escribió
un tratado titulado De Re aedificatoria, en donde teorizaba métodos de
construcción de fortificaciones capaces de aguantar los nuevos cañones.
Propuso que las paredes se construyesen de forma desigual, como los dientes
de una sierra. Propuso fortalezas en forma de estrella como murallas más bajas El Imperio Turco asedió Constantinopla,
y gruesas. capital del Imperio bizantino, durante casi
dos meses en 1453. Otros asedios
Sin embargo, pocos dirigentes siguieron sus consejos. Unas pocas ciudades de duraron mucho más.
Italia comenzaron a construir en el nuevo estilo a finales de la década de 1480,
pero fue sólo a partir de la invasión francesa de la península italiana en 1494-
1495 cuando las nuevas fortificaciones comenzaron a construirse en gran escala. Carlos VIII invadió Italia con un ejército de 18.000
hombres entrenados con la artillería móvil a caballo de la época. Como resultado, podía vencer virtualmente a cualquier ciudad o
estado, sin importar lo bien defendido que estuviese. Ante esta situación, se dio la vuelta a la estrategia militar de la época, poniendo
un particular énfasis en la creación de nuevas fortificaciones que pudiesen aguantar un asedio moderno.

Un nuevo estilo de fortaleza


Se demostró que la forma más efectiva de proteger las murallas del fuego que
recibían de los cañones enemigos resultaba ser la profundidad (incrementando
el grosor de las defensas) y los ángulos (asegurando que los atacantes no
pudiesen disparar a las murallas de forma perpendicular, sino en ángulo
oblicuo). Inicialmente las murallas fueron reducidas y apuntaladas delante y
detrás con materiales como piedra y arena que absorbía mejor el impacto de
los proyectiles. Las antiguas torres se reformaron y tomaron la forma de
bastiones triangulares.

Este diseño tomó forma en la traza italiana. Fortalezas en forma de estrella


rodeando pueblos e incluso ciudades; con defensas exteriores que demostraron
ser muy difíciles de capturar incluso para un ejército bien equipado. Las
fortalezas construidas de esta forma a lo largo del siglo XVI no llegaron a estar
obsoletas hasta el siglo XIX, e incluso se siguieron usando durante la Primera
Guerra Mundial (aunque modificadas para el estilo de guerra delsiglo XX).

Sin embargo, el coste de construcción de semejantes fortalezas era


extremadamente alto, y a menudo era demasiado para que las pequeñas
ciudades pudiesen asumirlo. Algunas llegaron a la bancarrota en el proceso de
construcción, mientras que otras, como Siena, gastaron tanto dinero en las
Plano de una fortaleza del siglo XVII.
fortificaciones que eran incapaces de mantener al ejército adecuadamente, por
lo que perdieron sus guerras en cualquier caso. Aun así, se construyeron un
gran número de grandes e impresionantes fortalezas por el norte de Italia en las primeras décadas del siglo XVI para resistir las
repetidas invasiones francesas que llegaron a conocerse como lasGuerras de Italia. Muchas de esas fortalezas todavía siguen en pie.

Entre 1530 y 1550, el nuevo estilo de fortificación se fue extendiendo por Italia y hacia el resto de Europa: particularmente Francia,
los Países Bajos y España. Los ingenieros italianos eran demandados por toda Europa, sobre todo en áreas azotadas por la guerra.
Durante muchos años, las tácticas ofensivas y defensivas estuvieron equilibradas, llevando a una serie de guerras cada vez más
preparadas y costosas que requerían una mayor planificación y la implicación de los distintos gobiernos.

Las nuevas fortalezas aseguraban que las guerras no se extendiesen más allá de
una serie de asedios. Dado que las fortalezas podían albergar fácilmente a unos
10.000 hombres, un ejército invasor no podía ignorar una posición
poderosamente fortificada, puesto que suponía un riesgo muy alto de
contraataque. Como resultado, casi todas las ciudades debían ser tomadas, lo
cual suponía un largo proceso que podía tomar meses e incluso años, hasta que
los ciudadanos de la ciudad se rendían por hambre. La mayoría de la batallas
de esta época fueron entre ejércitos que mantenían el sitio a una posición, y los
ejércitos de rescate que trataban de liberar a los asediados.

Fortaleza de Bourtange enGroninga,


El mariscal Vauban Holanda. Fortaleza de forma pentagonal,
muestra 5 bastiones, uno en cada uno de
Al final del siglo XVII, el mariscal Vauban, un ingeniero militar francés, sus ángulos.
desarrolló la fortificación moderna hasta su punto álgido, refinando la
estrategia del asedio sin alterarla de forma drástica: se cavarían canales, las
murallas se protegerían con glacis y los bastiones enfilarían a los atacantes. A
la vez demostró ser un maestro planeando él los asedios. Refinó el asedio para
convertirlo en un proceso metódico que, si no fuese interrumpido, acabaría con
las mayores fortificaciones.

Hay ejemplos de fortalezas hechas siguiendo su estilo en Norte América,


incluyendo el Fuerte McHenry, en Baltimore, el Fuerte Ticonderoga en el
estado de Nueva York y La Citadelle en Quebec.

Planear y mantener un asedio es tan difícil como defenderlo. El ejército que


asedia debe estar preparado para repeler tanto las salidas del área asediada Ciudadela de Pamplona. Construida en
como cualquier ataque que intente librar la posición desde el exterior. Por eso 1571 por orden de Felipe II por el
prestigioso ingeniero italianoGiacomo
era habitual construir líneas de trincheras y defensas en ambas direcciones. Las
Palearo, es un pentágono estrellado de
líneas externas rodearían completamente al ejército atacante y le daría cinco puntas con baluartes en los
protección en caso de ataques externos, y serían el primer esfuerzo de extremos.
construcción en la preparación del asedio, que se construiría poco después de
que la ciudad hubiese sido rodeada. También se construiría una línea de
circunvalación, mirando hacia la zona asediada, como protección ante las salidas de los defensores y previniendo una huida.

La siguiente línea, que Vauban solía colocar a unos 600 metros del objetivo, contendría las principales baterías de cañones pesados,
de forma que pudiesen alcanzar al objetivo sin ser a su vez vulnerables. Una vez que se establecía esta línea, los equipos de trabajo
avanzarían para crear otra línea a 250 metros, que contendría cañones más pequeños. La última línea se construía a sólo 30 o 60
metros de la fortaleza. Esta línea tendría los morteros, y serviría como lugar del cual lanzar los ataques una vez se hubiesen abierto
brechas. También es desde aquí desde donde loszapadores trabajarían abriendo túneles para atacar los cimientos de la fortaleza.

La trincheras que conectan varias líneas de los asediantes no se podían construir de forma perpendicular a las paredes de la fortaleza,
puesto que entonces los defensores tendrían una clara línea de fuego por toda la trinchera. De ahí que se construyesen en zigzag, o
con ángulos muy agudos.

Otro elemento de la fortaleza era la ciudadela. Normalmente se trataba de una pequeña fortaleza dentro de otra más grande, que a
veces se diseñaba como último bastión de defensa, pero normalmente tenía la función principal de proteger a la guarnición de una
posible revuelta en la ciudad. La ciudadela se utilizaba tanto en tiempos de paz como en tiempos de guerra para mantener el orden de
los residentes de la ciudad.
Como en eras pasadas, la mayoría de los asedios se decidían con poca lucha
entre los ejércitos. El atacante tenía muy en cuenta la gran cantidad de bajas
que supondría un ataque directo a la fortaleza, por lo que normalmente se
prefería esperar a que los suministros dentro de la fortificación se agotasen, o
las enfermedades debilitasen a los defensores hasta el punto de que estuviesen
deseando rendirse. Al mismo tiempo, las enfermedades, y especialmente el
tifus, eran un peligro constante para las tropas acantonadas fuera de la
fortaleza, y a menudo obligaban a la retirada. Los asedios a menudo los ganaba
el ejército que aguantase más tiempo.
Sitio de Gravelinas, donde se produjo la
Un elemento muy importante de la estrategia del asedio era si se permitiría o
Batalla de Gravelinas, con una victoria
no la rendición a la ciudad asediada. Normalmente era preferible permitir la española sobre las tropas francesas que
rendición, tanto para evitar bajas como para dar ejemplo a futuras ciudades obligó al rey francés a firmar la paz, y
asediadas. Una ciudad a la que se le permitía rendirse con un muy pequeño desistir de su invasión de Italia. Esta
coste en vidas era mucho mejor que una ciudad que aguantase mucho tiempo y batalla se produjo después de la batalla
de San Quintín, y en honor a esta victoria,
fuese brutalmente masacrada al final. Es más, si un ejército tenía fama de
el rey Felipe II mandó construir el
matar y saquear sin importar la rendición, entonces los esfuerzos defensivos de
Monasterio del Escorial.
otras ciudades se verían redoblados.

La aparición de la guerra móvil


La táctica del asedio dominó el oeste de Europa durante la mayor parte de los siglos XVII y XVIII. Se podía invertir una campaña
entera, e incluso más, en un solo asedio (por ejemplo, Ostende en 1601-04 o La Rochelle en 1627-28). Esto tenía como resultado
conflictos extremadamente largos y el balance que ofrecía era que, mientras que los asedios suponían un gran coste y lentitud, era
muy exitoso o, al menos, lo era más que los encuentros en campo abierto. Las batallas surgían entre sitiadores y ejércitos que trataban
de liberar el sitio, pero el principio era una victoria lenta por parte del mayor poder económico. Los relativamente raros intentos de
forzar batallas en campo abierto (el rey sueco Gustavo II Adolfo en 1630 o los franceses contra los holandeses en 1672 o 1688) eran
casi siempre derrotas muy caras.

Si bien durante la Revolución Inglesa (1642-1651) hubo muchos asedios, la máxima general de los ejércitos de campo abierto era
«¿Dónde está el enemigo? Vayamos y luchemos. O... si el enemigo venía... ¡Qué debemos hacer! Salir a campo abierto y
enfrentarnos».2 Esto era muy distinto del sitio de Nuremberg durante las guerra de los 30 años y así se demostró a las fuerzas
continentales por los regimientos de laNew Model Army en la batalla de las Dunas (1658) durante la guerra anglo-española de 1654.

Sin embargo, este esquema desapareció a raíz de la Revolución francesa y de las Guerras Napoleónicas. Las nuevas técnicas trajeron
ejércitos de gran movilidad que se enfrentaban en batallas de campo abierto, y una fortificación ya no era tan decisiva como solía ser.
Los avances en artillería hicieron que las defensas que antes eran casi infranqueables fuesen inútiles. Por ejemplo, las murallas de
Viena que habían detenido a los turcos a mediados del siglo XVII no fueron ningún obstáculo para Napoleón a finales del siglo
XVIII. Cuando ocurrían los asedios, los atacantes solían ser capaces de vencer las defensas en un plazo de días o semanas, en lugar
de semanas o meses, como ocurría antes. Sin embargo, las líneas de fuertes de Torres Vedras (1810-1811), que fueron construidas por
los portugueses bajo la dirección del cuerpo de Ingenieros de la Armada Británica durante la guerra en la península, fueron capaces
de detener a los franceses y fueron el primer ejemplo de guerra de trincheras. El asedio de Sebastopol de 1854-1855 durante laguerra
de Crimea y los de Petersburg, Virginia, durante la Guerra Civil Estadounidense demostraron que las fortificaciones modernas
todavía podían resistir al enemigo durante muchos meses.

Esta era de ejércitos móviles continuó a través del siglo XIX. Por ejemplo, la gran fortaleza sueca de Karlsborg construida siguiendo
la idea de las fortalezas de Vauban, fue planeada además como ciudad capital de reserva para Suecia, después de la pérdida de
Finlandia en 1809, pero antes de terminarse su construcción en 1909 ya estaba obsoleta.
Los avances en la tecnología de armas de fuego sin los necesarios avances en las comunicaciones en el campo de batalla
gradualmente llevaron a que las tácticas defensivas volvieran a tener más fuerza. Un ejemplo de asedio durante esta época,
prolongado durante 337 días debido a la incomunicación de los sitiados, fue el Sitio de Baler, en el que un reducido grupo de
soldados españoles, fue sitiado en una pequeña iglesia por los insurrectos filipinos, en el transcurso de la Revolución Filipina y la
Guerra Hispano-Estadounidense, hasta meses después de firmarse elTratado de París que daba por finalizado el conflicto.

Durante la guerra franco-prusiana, las líneas en los campos de batalla se movían rápidamente por Francia. Sin embargo, el asedio de
Metz y el asedio de París detuvieron a los ejércitos alemanes durante meses, debido a la superioridad del fusil Chassepot, y al
principio de fuertes adosados y semi-adosados con artillería de calibre pesado. Esto determinó la construcción de fortalezas a través
de Europa, como las fortificaciones deVerdún.

La guerra moderna
Principalmente como resultado del incremento del poder de fuego
(como las ametralladoras) a disposición de las fuerzas defensivas, la
Primera Guerra Mundial revivió una forma de guerra de asedio en la
forma de guerra de trincheras. Aunque el asedio había salido de las
zonas urbanas, porque las murallas de la ciudad no eran efectivas
contra las armas modernas, la guerra de trincheras era, sin embargo,
capaz de utilizar muchas de las técnicas de la guerra de asedio
(túneles, minas, artillería y, por supuesto, la guerra de desgaste) pero
en una escala mucho mayor y en un frente muy extendido. El
desarrollo del tanque mejoró las tácticas de infantería, al final de la
guerra volvió a girar la balanza en favor de las maniobras.

El Blitzkrieg de la Segunda Guerra Mundial demostró que las Imagen de una trinchera cerca de La Boisselle
fortificaciones fijas eran vencidas fácilmente por las maniobras, en durante la Batalla del Somme en julio de 1916.
lugar de mediante el ataque frontal y largos asedios. La gran Línea
Maginot fue sobrepasada y las batallas que habrían llevado semanas
de asedio se podían ahora evitar con la utilización de la fuerza aérea (como por ejemplo la captura alemana con paracaidistas del
Fuerte Eben Emael, Bélgica, a comienzos de la guerra). Los asedios más importantes de la Segunda Guerra Mundial fueron en el
Frente del Este, en donde la sangrienta guerra callejera marcó las batallas de Leningrado, Stalingrado y Berlín. En estas batallas, las
ruinas de un entorno urbano demostraron ser obstáculos tan efectivos para un ejército invasor como cualquier fortificación.

En el Oeste, aparte de la Batalla del Atlántico, los asedios no fueron de la misma escala que en el frente del Este. Sin embargo, hubo
una serie de asedios notables o críticos: la isla de Malta, Tobruk y Monte Cassino. En el sudeste asiático tuvo lugar el asedio de
Singapur, el de Myitkyina y otros.

Los métodos de suministro aéreo se desarrollaron y se usaron ampliamente en la Campaña de Birmania para suministrar provisiones
a los Chindit (infantería británica estacionada en la India) y otras unidades, incluyendo a las que se encontraban en asedios como el
de Imphal. Todos estos casos permitieron a los aliados lograr una experiencia vital para el
bloqueo de Berlín en la Guerra Fría.

Durante la Guerra de Vietnam las batallas de Dien Bien Phu (1954) y Khe Sanh (1968) tuvieron características parecidas a un asedio.
En ambos casos, el Vietminh y el Vietcong fueron capaces de aislar al ejército enemigo capturando los terrenos de alrededor. En Dien
Bien Phu los franceses fueron incapaces de utilizar la fuerza aérea para tomar el asedio y fueron derrotados. Sin embargo, en Khe
Sanh, sólo 14 años más tarde, los avances técnicos permitieron a los Estados Unidos aguantar el asedio. La resistencia de las fuerzas
de los Estados Unidos fue asistida por la decisión de las fuerzas vietnamitas de usar el asedio como una distracción estratégica para
permitir su ofensiva móvil, la primera en desarrollarse de forma segura. El asedio de Khe Sanh muestra las características típicas de
los asedios modernos: mientras que los defensores tenían una gran capacidad de mantener el asedio, el objetivo principal de los
atacantes era embotellar sus fuerzas y crear una distracción estratégica, más que llevar el asedio a su conclusión.
Acciones policiales
A pesar del impresionante poder del estado moderno, las tácticas de asedio siguen utilizándose en conflictos policiales. Esto se ha
debido a un gran número de factores, principalmente el riesgo a la vida humana, ya sea la de la policía, los asediados, terceras
personas o los rehenes. La policía utiliza negociadores entrenados, psicólogos y, si es necesario, la fuerza, normalmente con la
posibilidad de apoyarse en las fuerzas armadas si es necesario.

Una de las complicaciones a las que hace frente la policía en un asedio con rehenes es el Síndrome de Estocolmo, mediante el cual en
ocasiones los rehenes desarrollan vínculos de afinidad con sus captores. Hay casos en los que los rehenes han intentado servir de
escudo a sus captores o han rehusado cooperar con las autoridades en las acusaciones.

Véase también
Anexo:Lista de caídas o tomas

Referencias
1. May, Timothy (2004). «Mongol Arms». Explorations in Empire, Pre-Modern Imperialism Tutorial: the Mongols.
University of Wisconsin-Madison.[1] (http://web.archive.org/web/http://www.accd.edu/sac/history/keller/Mongols/empsub2.html).
2. Defoe, Daniel. Memoirs of a Cavalier. [2] (http://www.gutenberg.org/etext/12259) (Proyecto Gutenberg).

Bibliografía
Duffy, Christopher (1975). Fire & Stone: The Science of Fortress Warfare (1660–1860). New York: Stackpole Books.
2nd ed., 1996..
Duffy, Christopher (1996). Siege Warfare: Fortress in the Early Modern World, 1494–1660. Routledge and Kegan
Paul.
Duffy, Christopher (1985). Siege Warfare, Volume II: The Fortress in the Age of Vauban and Frederick the Great.
London: Routledge and Kegan Paul.
Lynn, John A. The Wars of Louis XIV.
May, Timothy (2004). «Mongol Arms». Explorations in Empire, Pre-Modern Imperialism Tutorial: the Mongols (en
inglés). University of Wisconsin-Madison. Archivado desdeel original el 5 de julio de 2008.

Enlaces externos
Wikcionario tiene definiciones y otra información sobreasedio.
Wikimedia Commons alberga una categoría multimedia sobreAsedio.
Scenes of Siege Warfare
Secrets of Lost Empires: Medieval Siege (PBS) Páginas web informativas e interactivas sobre técnicas de asedio
medievales.
Three ancient Egyptian Sieges: Megiddo, Dapur, Hermopolis
The Siege Of The City Perspectivas bíblicas.

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