Escuela de Derecho
Facultad de Derecho
7mo Semestre
Cátedra: Electiva – Derecho Ambiental
Sección: 401
Profesor: Autores:
Cordero, Florencia Carreño, Vivian
Planchart, Coraima
Propuestas
La CIDH a su vez, enfatiza que los EIA y los análisis de impactos de los proyectos
extractivos deben ser evaluados desde la perspectiva de los derechos humanos
que pueden ser afectados, lesionados o de algún modo restringidos.
e) Con base en los estudios recogidos en el Informe del grupo de científicos del
Instituto de Zoología y Ecología Tropical de la Facultad de Ciencias de la UCV30,
establecen que “el daño en los ecosistemas acuáticos de la región, debido a la
tala de bosques, erosión de los suelos, sedimentación en los cursos de agua y
alteración del régimen fluvial por embalses y distritos de riegos afectará
irremediablemente la biodiversidad acuática y los recursos pesqueros
continentales del país. Todos los sedimentos y químicos producidos por la
minería, desembocarían en el Océano Atlántico y el Mar Caribe a través del Delta
del Orinoco, lo que ocasionará importantes implicaciones en otros ecosistemas
marino costero y oceánico, dentro y fuera de nuestras fronteras, alcanzando la
región del Caribe Sur (no sólo nuestra costa e islas oceánicas, sino que podría
alcanzar a las Antillas holandesas) y el Caribe oriental (desde las Antillas
menores hasta Puerto Rico).
En base a lo anterior, en muchos proyectos mineros la preocupación
principal una vez finalizados, suelen ser definir cuáles son las medidas
adecuadas para realizar recuperaciones del suelo y revertir los efectos de
agua acida. La opción más lógica, seria la creación de una planta de
tratamiento especializada en la limpieza de estas aguas, a la cual tendrá
acceso no solo la nación, si no todos aquellos Estados que, de una forma u otra,
se hayan visto afectados por la sobreexplotación minera venezolana. Para su
creación, al ser este tipo de inversiones para tratamientos y recuperación tan
costosos, es necesaria la colaboración de los estados involucrados.
El tratamiento más común para el agua ácida es la adición de un material
neutralizante, como la cal, para reducir la acidez. Este proceso de tratamiento a
menudo requiere construir una planta de tratamiento especial. El mantenimiento
continuo que esta planta requiere hace que esta técnica de tratamiento sea muy
costosa. Aparte del gasto, algunas plantas de tratamiento activo generan gran
cantidad de fango. Debido al costo y los retos físicos de lidiar con fango, se hace
necesario buscar alternativas a las plantas de tratamiento activo. Algunas
posibles alternativas incluyen:
Utilizar zonas de tratamiento in situ donde se coloquen materiales reactivos o
corrientes eléctricas debajo de la superficie para que el agua que pasa por ellas
sea tratada
g) Apoyar los pronunciamientos que hasta ahora han sido formulados para
la defensa de los derechos Indígenas y ambientales contemplados en la
CRBV.
Solo si estos elementos están presentes, sería posible realizar una minería
menos agresiva con el ambiente, lo cual requiere conocimientos por parte de
los actores involucrados, utilización de tecnologías limpias, voluntad política para
ejecutarla, transparencia ante la opinión pública y una institucionalidad eficiente,
capaz hacer cumplir nuestra legislación ambiental y minera. Una vez se agote el
tiempo de explotación en los sitios designados, reglamentar dichas zonas como
áreas de recuperación ambiental sustentable, pudiéndose utilizar en el futuro en
actividades que impliquen entre otras, turístico recreativas y agrícolas.