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PRESUPUESTOS PROCESALES

DENOMINACION.
Dos voces forman esta figura, una: “Presupuestos”, cuya connotación es la de motivo,
causa o supuesto, lo que necesariamente advierte que los mismos han de estas referidos a
algún acto o situación; la otra: “Procesales”, alude al proceso.
Por consiguiente, los mencionados vocablos, en su sentido técnico-jurídico significan los
requisitos o circunstancias relativas al proceso, es decir, que constituyen los supuestos
previos que necesariamente han de darse para constituir una relación jurídica procesal
regular o válida.
CONCEPTO.
Alzamora Valdez manifiesta que para que pueda nacer la obligación del juez de proceder
sobre las demandas, se requieren algunas condiciones que se llaman Presupuestos
Procesales.
Chiovenda, citado por Carlos Matheus, define a los Presupuestos Procesales como las
condiciones necesarias para conseguir una sentencia cualquiera, sea favorable o
desfavorable a una parte, o como condiciones necesarias para que la relación jurídica
procesal o el proceso civil se desarrolle o constituya normalmente, es decir, con eficacia.
Para Monroy Gálvez, los Presupuestos Procesales son los requisitos esenciales para la
existencia de una relación jurídica procesal válida.
Tico Postigo manifiesta que fluye del Código Procesal Civil que el proceso es sinónimo de
relación jurídica procesal (Art. 465 del C.P.C.). Además, agrega el autor, atendiendo a la
naturaleza de dicho tipo de relación jurídica que es procesal y por ende diferente y
autónomo de la relación jurídica sustantiva.
Pacíficamente –dice Monroy Gálvez- se admite como Presupuestos Procesales la
Competencia, la Capacidad Procesal y los Requisitos de la Demanda.
A. LA COMPETENCIA.
Es necesario indicar que la jurisdicción es la facultad que concede el Estado a todos los
jueces. En tal sentido, todo juez ejerce jurisdicción, pero no todo juez es competente para
el conocimiento de cualquier caso; el juez ejerce jurisdicción dentro de los límites de la
competencia.
Ticona Postigo considera que la competencia es el deber y el derecho que tiene cada juez
(órgano jurisdiccional), según criterios legales, para administrar justicia en un caso
determinado, con exclusión de otros.
Para Monroy Gálvez la competencia es el ejercicio válido de la jurisdicción, es decir, es la
expresión regular, concreta y autorizada de un órgano jurisdiccional
2. Clasificación.
No nos corresponde ampliarnos en este tema, sin embargo es necesario indicar que la
distribución del trabajo entre los distintos órganos judiciales obedece a determinados
criterios, siendo tres los fundamentales: criterio territorial, criterio objetivo (materia, cuantía),
y criterio funcional.
3. Excepción de Incompetencia.
Siguiendo a Elvito Rodríguez, el Juez debe ser competente en atención a los distintos
elementos que determina la competencia. En caso de no serlo, y el Juez no lo declara de
oficio, se puede interponer la excepción de incompetencias, la misma que se encuentra
contemplada en el inciso 1 del artículo 446 del C.P.C.
3.1. Naturaleza Jurídica.
Siendo la competencia una figura estrictamente procesal, el medio para evidenciar la falta
de ella –la excepción que analizamos- constituye, a su vez, una institución de idéntico
carácter.
La excepción de incompatibilidad es de naturaleza dilatoria, pues nada impide al
demandante, cuando se haya declarado fundada y, por ende, dispuesto la conclusión del
proceso, interponer nuevamente su demanda ante el órgano jurisdiccional competente. En
consecuencia, dicha excepción no anula el ejercicio del derecho de acción.
3.2. Consecuencia Jurídica.
En principio, el juez calificará improcedente la demanda si carece de competencia,
atendiendo a lo preceptuado en el artículo 427, inciso 4 del CPC. si pese a ello la admite,
entonces cabe proponer la excepción correspondiente.
Cuando es declarada fundada esta excepción, una vez contenido y ejecutoriado el auto
respectivo, el cuaderno en que se tramitó es agregado al principal, produciéndose como
efecto la anulación de lo actuado y la conclusión del proceso,
B. CAPACIDAD PROCESAL DE LAS PARTES.
1. Capacidad.
Messineo –citado por Carlos Matheus- escribe que el principal atributo de la personalidad
del sujeto y de su existencia para el derecho, está constituido por su capacidad jurídica o
capacidad de derecho, que es la aptitud o idoneidad para ser sujeto de derechos subjetivos
en general.
La capacidad es la aptitud o posibilidad de ser partícipe de todas las situaciones jurídicas
contempladas en el derecho positivo, y se adquiere con el nacimiento e inclusive con la
concepción, pues el concebido es sujeto de derechos para todo cuanto le favorece, aunque
la atribución de derechos patrimoniales está condicionada a que nazca vivo (Art. 1 del
C.C.).

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1.1. Clases de Capacidad.
a. Capacidad de Goce. Esta clase de capacidad viene a ser la posibilidad o habilitación
para ser titular de relaciones jurídicas y es inherente a toda persona humana, sin distinción.
b. Capacidad de Ejercicio. Constituye la aptitud para ejercer derechos y ser sujeto de
obligaciones por uno mismo, es decir, sin ser asistido por otro individuo.
Fernández Sessarego la entiende como la posibilidad o aptitud del sujeto de derecho de
ejercer por sí mismo los derechos de que goza en cuanto persona.
2. Definición de Parte.
Carnelutti afirma que la palabra parte tiene un doble significado: para evitar confusión, al
sujeto de la litis se le denomina parte en sentido material, y al sujeto del proceso se le llama
parte en sentido procesal.
La noción de parte, dentro de la moderna ciencia procesal, posee básicamente dos
enfoques que buscan definirla a plenitud. Uno primer, para el cual la parte puede coincidir o
no con el sujeto de la relación jurídica sustantiva, objeto del proceso, siendo para esta
postura un concepto puramente procesal.
El concepto de parte – dice Marco Tulio Zanzucci- es un concepto exclusivamente
procesal: deriva del concepto de relación jurídica procesal. Parte es quien precisamente, en
nombre propio, actúa o contradice en el proceso, o en cuyo nombre se actúa o se
contradice.
2.1. Capacidad para ser parte.
La capacidad paras ser parte se refiere a la aptitud para ser titular de los derechos, cargas
y obligaciones que se derivan de la realidad jurídica que es el proceso. Estamos aquí ante
el correlativo de la capacidad jurídica, la cual corresponde a todo aquel a quien el
ordenamiento le reconoce o le otorga personalidad jurídica, capacidad para ser titular de
derechos y obligaciones.
Alberto Hinostroza Mínguez afirma que el hecho de que toda persona tenga capacidad
paras ser parte material en un proceso tiene su fuerte en el artículo 3 del Código Civil,
referido a la capacidad de goce de los derechos civiles.
2.2. Capacidad Procesal.
Podemos iniciar este punto afirmando que si la capacidad para ser parte es el correlativo
de la capacidad jurídica, la denominada capacidad procesal (o capacidad para comparecer
en juicio, capacidad para obrar procesal, capacidad de actuación procesal) es el correlativo
de la capacidad de ejercicioPara Monroy Gálvez la capacidad procesal es la aptitud para
ejecutar actos procesales válidos por parte de los elementos activos de la relación jurídica
procesal (el Juez, las partes, los terceros legitimados y los órganos de auxilio judicial).
La capacidad procesal implica el ejercicio de tres derechos: comparecer ante el Juez por su
propio derecho, comparecer ante el Juez en nombre de otro y hacerse representar
voluntariamente.

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C. REQUISITOS DE LA DEMANDA.
La demanda es el acto procesal que da inicio al proceso. Para Ticona Postigo, es la forma
o modo cómo se ejercita el derecho de acción, por lo tanto, entre acción y demanda existe
una relación de derecho a ejercicio de derecho. Agrega este autor que, con la sola
presentación de la demanda tiene lugar el inicio de la relación jurídica procesal, pues la
presentación importa el ejercicio de un derecho procesal por parte del demandante.
La demanda es de naturaleza compleja, pues es a la vez: acto iniciador del proceso,
ejercicio inicial del derecho de acción, apertura la instancia, es el acto principal del actor, es
un acto de petición y postulación; sin embargo, como todo acto procesal, la demanda no
puede ser una manifestación del “estilo personal” – indica Nelson Ramírez-, sino que debe
cumplir con los requisitos que señala la ley.
Monroy Gálvez explica que, quien ejercita su Derecho de acción y lo viabiliza a través de su
demanda, debe cumplir con un conjunto de requisitos al momento de su interposición.
Algunos de estos requisitos son de forma y regularmente consisten en la obligación de
acompañar anexos a la demanda o acompañar a ésta de algunas formalidades que la
hagan viable (la firma del abogado, las tasas correspondientes son un ejemplo de ello).
Ticona Postigo manifiesta que, normalmente –aunque esto no es absoluto- los requisitos de
forma se refieren a la demanda en general, y los requisitos de fondo a la pretensión en
particular. Agrega que los artículos 424 y 425 del CPC
1. Inadmisibilidad de la demanda.
Siguiendo a Nelson Ramírez Jiménez, una demanda será declarada inadmisible cuando no
tenga los requisitos legales (por ejemplo, no se enumeran los hechos o se indica el
domicilio personal del actor), o cuando no se acompañan los anexos exigidos por la ley, o
si el petitorio es incompleto o impreciso, o cuando la vía procedimental propuesta no
corresponde a la naturaleza del petitorio.
Devis Echandía indica que se inadmite la demanda cuando le falta algún requisito o un
anexo o tenga algún defecto subsanable y con el fin de que sea subsanado en el término
que la ley procesal señale
2. Improcedencia de la Demanda.
El juez, en este juicio, analiza y verifica si la pretensión tiene todos los requisitos intrínsicos
o de fondo, si constata que no los tiene, declarará improcedente la demanda, pero si
verifica que ésta contiene dichos requisitos, llegara a la convicción que la demanda es
procedente.
En el juicio de procedibilidad, lo que el Juez principalmente analiza y verifica es que la
pretensión propuesta por el actor, se hace valer en un proceso en donde concurren los tres
presupuestos procesales, además que la acción tenga las dos condiciones, indica Ticona
Postigo. Asimismo, agrega este autor que, el juicio negativo de procedibillidad impide
pasar, ulteriormente al juicio de fundabilidad.
Advierte Ticona Postigo que si se da trámite a una demanda que no reúne los requisitos
que la ley exige, el proceso estará condenado al fracaso –a menos que posteriormente se
produzca una oportuna corrección- porque se trata de un presupuesto procesal de estricto

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CONCLUSIONES
1. Los Presupuestos Procesales son los requisitos indispensables para que la relación
jurídica procesal nazca y se desarrolle válida o eficazmente; sin embargo, la falto o
defecto de alguno de ellos no obsta para que se desarrollo la actividad procesal;
pero ésta se hallará viciada, pues la falta o defecto de un presupuesto procesal se
detecta, incluso, durante el desarrollo del proceso.
2. Existen distintas denominaciones doctrinarias para referirse a los requisitos que dan
nacimiento al proceso, pero los aceptados por la gran mayoría son tres: la
competencia, la capacidad procesal de las partes y los requisitos de la demanda.
3. Los requisitos que ha de reunir la relación jurídica procesal para considerársela
válida han de referirse a todo el proceso en su totalidad y no sólo a los actos
procesales singulares que lo integran.
4. El juez no puede entrar al examen de mérito o fondo de la causa sin que
previamente se verifique la existencia y validez de los presupuestos procesales.
LAS PARTES EN EL PROCESO
La presencia de esas dos partes en el proceso es una consecuencia del principio de
contradicción, de donde se deduce que en los llamados procesos voluntarios no podemos
hablar de actor o demandado, dado que las pretensiones son coincidentes. En estos
procesos, el concepto de parte debe ser reemplazado por el de "peticionarios", es decir,
aquellas personas que en interés propio, reclaman, ante un órgano judicial, la emisión de
un pronunciamiento que constituya, integre o acuerde eficacia a determinado estado o
relación jurídica.
LAS PARTES EN EL PROCESO CIVIL
Normalmente en el proceso civil hay dos partes: La parte demandante y la parte
demandada, que pueden, ser personas naturales, personas jurídicas, patrimonios
autónomos, etc. Cada parte, por otro lado, puede estar constituida por una o más personas,
dando lugar a la figura procesal dellitis consorcio. La idea de parte excluye la de terceros.
Podemos conceptuar que es parte aquel que, en su propio nombre o en cuyo nombre se
pide, invoca la tutela jurisdiccional de algún derecho subjetivo, promoviendo la actuación de
la voluntad de la ley contenida en el derecho objetivo; también es parte aquel contra quien
se formula el pedido.
CAPACIDAD DE SER PARTE EN EL PROCESO
La capacidad de ser parte en el proceso implica en principio aptitud de ser titular de los
derechos materiales o sustantivos en controversia o, mejor, aptitud para afirmar en un
proceso que se tiene la calidad de titular de tales derechos..
A.-Concepto de patrimonio autónomo: El texto original del art. 65 del CPC definía al
patrimonio autónomo en los siguientes términos: " Existe patrimonio autónomo cuando dos
o más personas tienen un derecho o interés común, respecto de un bien, sin constituir una
persona jurídica".
B.-Estado y sus dependencias también pueden ser parte en el proceso civil, ya sea como
demandantes o como demandados. El ordenamiento procesal civil sel1ala que cuando el
Estado y sus dependencias, o las empresas públicas y privadas con participación

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económica determinante de aquél, intervienen en un proceso civil, cualquiera sea la
calificación o ubicación procesal que se le asigne, se someterán al Poder Judicial sin más
privilegios
C.-Las personas jurídicas de derecho público externo igualmente pueden ser parte en un
proceso civil, como, por el ejemplo, el caso de la Cruz Roja Internacional, que puede ser
demandante o demandada ante los organismos judiciales del país.
D,-También pueden ser parte material en el proceso civil los titulares abstracta mente
considerados de los intereses difusos, es decir, un conjunto indeterminado de personas
titulares de determinados derechos, tales como:
 El derecho a la protección de su medio ambiente donde domicilian,
 El derecho a que sus recursos naturales sean protegidos,
 El derecho a la tranquilidad y al desarrollo integral de sus componentes,
 El derecho a tener un adecuado servicio de transporte público,
 El derecho a que sean protegidos sus bienes culturales e históricos donde viven,
El derecho a que sus integrantes consuman bienes en condiciones adecuadas a su salud,
etc. Se señalan como características de los intereses difusos siguientes:
 Desde el punto de vista de sus titulares, son indeterminados o imprecisos;
 Desde el punto de vista del objeto del derecho subjetivo, abstracto o del interés
difuso es indivisible, inescindible, infraccionable;
 Desde el punto de vista de la naturaleza del conflicto que puede generar su violación
éste puede ser de naturaleza material o inmaterial, nacional o internacional
IV. CAPACIDAD PROCESAL
La capacidad procesal, es decir, la legitimatio ad processum, sólo la tienen aquellas
personas naturales que por sí mismas pueden intervenir en el proceso; más preciso,
aquellas personas que se hallan habilitadas por la ley para hacer valer sus derechos por sí
mismas planteando la demanda, contradiciéndola y realizando determinados actos
procesales.
La capacidad procesal normalmente se adquiere a los 18 años de edad, pues ésta
constituye una forma de ejercitar los derechos civiles (Art. 422 CC). Sólo las personas
naturales tienen capacidad procesal, en atención a que ésta importa intervención personal
y directa en el proceso.
El Código Procesal Civil, recogiendo el concepto anotado, señala que tienen capacidad
para comparecer por sí en un proceso las personas que pueden disponer de los derechos
que en él se hacen valer, así como aquellas a quienes la ley se lo faculte (Art. 58, primer
párrafo, CPC).
LA REPRESENTACIÓN EN EL PROCESO
En términos genéricos, la representación importa la celebración de negocios jurídicos en
nombre de otra persona y que sus efectos son vinculantes para el representado. La
representación se ha establecido para satisfacer necesidades humanas. Sino existiera este
instituto la actividad del hombre reduciría el patrimonio de los incapaces, por ejemplo, no
sería pasible de negocios jurídicos. Mediante la representación se suple la falta de
capacidad de ejercicio de 1os derechos civiles de las personas.

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En el orden procesal, toda persona, natural o jurídica, o entes singulares como los
patrimonios autónomos, tienen derecho para intervenir en el proceso para defender sus
intereses en controversia. Pero hay casos en los cuales el titular del derecho en litigio en el
proceso no tiene capacidad procesal (no ha cumplido, por ejemplo, los 18 años de edad la
persona natural en estos supuestos, terceras personas señaladas por la ley son las que
intervienen en nombre y representación de los inca- paces.
LA REPRESENTACIÓN LEGAL EN EL CÓDIGO PROCESAL CIVIL
EI Código trata de la representación legal en el título relativo a la representación procesal.
La representación legal en los procesos se ha establecido también para cubrir una
necesidad, pues, de lo contrario, por ejemplo, los incapaces no tendrían la posibilidad de
que sus derechos sean defendidos en los casos que fuesen violados o desconocidos por
terceras personas.
EL ESTADO
En los procuradores de la República tienen su plena representación en juicio y ejercitan su
defensa en todos los procesos y procedimientos en los que actúe como demandante y
demandado (Art. 22 del Decreto Ley N 17537, que crea el Consejo de Defensa judicial del
Estado). Excepcionalmente el Poder Ejecutivo podrá encomendar la defensa del Estado, en
calidad de Procurador General de la
Patrimonios Autónomos:
Es decir, cuando dos o más personas tienen un derecho o interés común respecto de un
bien, sin constituir una persona jurídica (una copropiedad, una sucesión), la representación
corresponde a cualquiera de sus partícipes si es demandante y si es demandado la
representación corresponde a la totalidad de los que lo conforman (Art. 652 CPC) .
VI. LAS PARTES EN EL PROCESO PENAL
 Sujetos del proceso penal son:
 Juez
 Inculpado
 Acusador
Al lado de estos se reúnen sus auxiliares y asistentes que se constituyen en sujetos
secundarios.
1. Con respecto al acusador
 Ministerio Público (Fiscal)
 Su secretario
 Personal
 Con respecto al querellante
 Su asistente letrado
 Con relación al inculpado
 Su abogado defensor
 Con respecto del juez
 Sus secretarios
 Dotación del personal
 Policía judicial
 Cuerpos periciales y auxiliares

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CON RESPECTO DE TERCEROS
En el proceso penal hay intervención de más personas, pero ellas son terceros con relación
al proceso. Concurren a el por exigencia del juez (de propia iniciativa o a petición de
partes), producen sus aportes de conocimiento y se retiran. A veces pueden estar
interesados en el derecho material que se discute, como ocurre con los denunciantes, o
con los parientes de las partes, o como el damnificado por el delito, que no se ha
constituido en parte civil
Tales son:
 Testigos
 Peritos
 Productores de informes
 Portadores oficiales o privados de documentos.
2. Concepto de parte en el Derecho Penal
El concepto de partes no coincide necesariamente con el de sujetos procésales: el juez, por
ejemplo, no es parte y tampoco tiene el mismo valor en el proceso civil que en el penal. El
Ministerio Público se considera parte publica en contraposición a las partes privadas. Se
considera parte a aquel que deduce en el proceso penal o contra el que es deducida una
relación de derecho sustantivo, en cuanto este investido de las facultades procésales
necesarias para hacerla valer o, respectivamente, para oponerse. El ministerio publico
puede considerarse parte publica en sentido sui generis.
3. MINISTERIO PÚBLICO (FISCAL)
Es un agente del Misterio Publico encargado de promover y ejercer la acción penal. Actúa
ante el juez de instrucción y ante el juez correccional. Es titular de la acción penal publica.
Funcionalmente, se estructura en Fiscal de Cámara y Fiscal de tribunal de juicio. El agente
fiscal interviene durante la instrucción, tanto en materia criminal como correccional.
IMPUTADO
Desde el punto de vista jurídico doctrinario, "imputado" es aquel sujeto a quien se endilga o
carga, en cualquier grado legal, la participación penal en un hecho delictuoso que se
investiga en un proceso. En el ámbito de la normativa procesal, el código procesal penal
actual se refiere a la "calidad de imputado" y surde de su 4. DEFENSOR TÉCNICO
En el estado actual del desarrollo de la doctrina y legislación procesal se entiende como
una de las fundamentales derivaciones del derecho material de defensa, de que es titular
exclusivo el imputado, la designación de un defensor técnico, que ejerce las funciones de
asistencia y representación. Tales funciones comprenden el asesoramiento del justiciable,
la adecuada información sobre las particularidades y desarrollo de la causa, la asistencia
del defensor a actos investigativo y audiencias, el control de la legalidad y regularidad de
los procedimientos, las indicaciones probatorias, las instancias pertinentes a la libertad del
imputado.

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LA DEFENSA TÉCNICA ES DESEMPEÑADA POR:
Defensor de confianza: Es el profesional del derecho designado por el imputado; también
se lo conoce defensor particular. El derecho de designar defensor particular opera desde el
momento en que existe calidad de imputado, conforme a lo dispuesto en el articulo 72.
Según el articulo 295, a la declaración indagatoria podrá asistir su defensor, debiéndosele
informar de este derecho. De tal manera y según el articulo 107 se entiende que si el
encausado no ha instituido previamente defensor, el Juez tiene la obligación de hacerle
conocer su facultad de asignar
DEFENSOR DE OFICIO
En el supuesto en que el imputado no quiera o no pueda instituir defensor particular, o
cuando este abandone o cese en la defensa, corresponde la interacción del defensor oficial
o de oficio. Esto está señalado en el Art. 70 del Código de Procedimientos Penales.
De tal manera el estado, titular del derecho de persecución penal, entiende que la misma
exige el cumplimiento de los requisitos del debido proceso y, por ende, provee de defensa
técnica a quien no cuenta con ella. Esta defensa de oficio puede recaer en un funcionario,
por lo común conocido como "defensor general", o en abogados de la matricula, de
acuerdo a la normativa de la Ley Orgánica.
6. PARTE CIVIL
Es aquel ofendido por un delito de acción pública se presenta y actúa dentro del proceso
penal en forma conjunta o promiscua con el fiscal, encontrándose legitimado como parte
acusadora. Si bien durante bastante tiempo la doctrina discutió la conveniencia de su
eliminación, hoy parece claro que no solo por cuestiones teóricas, sino por requerimientos
prácticos y por una necesidad de protagonismo de los directamente involucrados por el
conflicto penal, el instituto es imprescindible.
7. LA VÍCTIMA
Dado el sentido eminentemente público del sistema penal, el directamente afectado por el
delito, aquel que ha sufrido de manera concreta la agresión en su afectividad, persona o
patrimonio, no es parte. Se entiende que el interés preponderante y en ocasiones
excluyente, es el general, formalizado a través de lo que se conoce como bien
jurídicamente protegidos. Solo a través de los delitos de acción de ejercicio privado, el
particular ofendido tiene disponibilidad sobre la materia; la instancia privada, al introducir la
denuncia facultativa, otorga una cierta relevancia a la voluntad de agraviado, pero una vez
salvado tal requisito, la acción sigue su curso.
8. EL INCULPADO. CONCEPTO
El inculpado, demandado, explica Moreno Catena, es la parte pasiva necesaria del proceso
penal, que se ve sometido al proceso y se encuentra amenazado en su derecho a la
libertad, o en el ejercicio o disfrute de otros derechos. Habrá imputado, sostiene Gómez
Orbaneja, desde el momento en el que hay una persona individualizada a quien, se
atribuya participación criminal en el hecho.

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9. CAPACIDAD
En un primer nivel se le denomina capacidad para ser parte, Muerza Esparza señala que la
persona o personas que ocupan el lado pasivo de la relación jurídico procesal penal, son,
precisamente, los que aparecen como sujetos activos del delito imputado, esta capacidad
solo puede atribuirse a las personas físicas vivas. En un segundo nivel se le llama
capacidad procesal, esto es, la aptitud para realizar validamente actos procesales.
10. LEGITIMACIÓN
El sólo hecho de atribuirse a una persona, en cualquiera de sus formas, la presunta
comisión de un delito, en calidad de actor o partícipe, lo legitima pasivamente en el
proceso, lo convierte en parte reconociéndole su derecho constitucional de defensa.
Montero Aroca, dice que el imputado puede ser absuelto, por ello suponer que actuó sin
legitimación, sólo significa que el juicio sobre su responsabilidad fue resuelto
negativamente. Por ello, la legitimación se puede adquirir y perder a lo largo del proceso.
Cuando la doctrina se enfrenta con el conflicto tema de la legitimación, las posturas son
muy diversas :
CLASES DE LEGITIMACIÓN:
Ordinaria o directa.- es la que corresponde al propio titular del derecho discutido,
actuándose en nombre propio. Es la del poseedor que reclama la posesión perdida, la del
arrendador que reclama la renta de la cosa arrendada y la del cónyuge que solicita la
separación matrimonial. Hay otra extraordinaria, indirecta o por sustitución cuando se
permite actuar a una persona distinta de la titular del derecho, como:
 El acreedor que puede reclamar al deudor de su deudor.
 El arrendador puede reclamar al subarrendatario el importe de la renta convenida en
el subarriendo.
 Las acciones directas de los perjudicados frente a los aseguradores.
 La acción del comunero a favor y en interés de todos los que componen la
comunidad.
VII. EL JUEZ
El juez y sus auxiliares ejercen funciones que son de derecho público, mediante una labor
de conjunto destinada a hacer efectiva la finalidad del proceso ( Art. 48 del CPC). La
principal facultad del juez es de carácter jurisdiccional, que la ejerce durante la tramitación
del proceso y esencialmente en la sentencia. Además tiene facultades disciplinarias
respecto a las partes, sus auxiliares y terceros ( Art. 50 al 53 del CPC) El juez en el
desempeño de su función debe ser imparcial, por lo cual
VIII. CARGAS Y DEBERES PROCESALES
La carga el constreñimiento o amenaza a realizar una conducta (positiva o negativa) que un
sujeto procesal experimenta a consecuencia de los inconvenientes o perjuicios que la no
realización de tal conducta comporta legalmente o causa de las ventajas que puede perder
por no realizarla. La carga esta ligada a posibilidades y oportunidades de actuación
procesal y por tanto a los derechos procesales de las partes.

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INTERVENCIÓN DE TERCEROS EN EL PROCESO CIVIL
CAPITULO I: EL PROCESO
1.1.- NOCIONES PRELIMINARES.-
1.1.1.- SOCIEDAD, DERECHO Y CONFLICTO.-
Sabido es que el hombre no vive aislado, sino en sociedad, y que en esa vida de relación
está regulado por el derecho, conjunto de normas de conductaque hacen posible la vida en
común y resultan indispensables para su regulación.
Los hombres en sociedad tienen conflictos de intereses en virtud de que los bienes de la
vida no alcanzan para las necesidades ni los deseos de todos, o que los derechos
reconocidos por el derecho objetivo sean transgredidos o incumplidos por otros. Surgen así
pretensiones de algunos que no son aceptados por otros, sino resistidas, lo cual genera la
controversia.
El Estado, que es quien dicta el derecho y en cierto modo lo monopoliza, en la época
moderna no sólo establece las sanciones para quien no cumpla con las normas de
conducta estatuidas (derecho objetivo), sino que, también, debe establecer los mecanismos
para imponerlas, esto es, el Estado debe establecer su Tutela jurídica, es decir, la
prestación del apoyo y el establecimiento de formas para que se respeten las situaciones
jurídicas legítimas y se cumpla con el derecho.
1.1.2.- SOLUCIÓN DEL CONFLICTO.-
La solución del conflicto puede darse de manera muy diversa. Es lógico que
la más antigua y la que resulta natural, como tendencia primitiva del ser humano, es la de
la fuerza. A esta forma se le puede llamar autodefensa (defensa propia), en virtud de la
cual el titular de la situación (o del derecho) asume la defensa de ella. El primer intento de
progreso fue fijar la medida de la reacción en el sistema de composición (wergeld)
germano, pero se trataba de tarifarla.
a) AUTODEFENSA, AUTOCOMPOSICION Y HETEROCOMPOSICIÓN.-
La forma de defensa propia, desaparecida hoy en el capo jurídico en general, sin embargo
se mantiene para algunos casos de excepción: así sucede con la legítima defensa, el
derecho de retención, el de huelga, etc. Son los excepcionales casos de autodefensa o
autotutela que el Estado reconoce como solución cuando su propia actividad no llega, o
puede llegar tarde.
a.1) MEDIACIÓN, CONCILIACIÓN Y ARBITRAJE.-
El mediador es un tercero que intenta comunicar a las partes entre sí, por propia iniciativa
de éstas o de un tercero que se lo pide; propone medios de solución aceptables y puede,
en consecuencia, lograr el acuerdo de aquellas sobre el punto de discrepancia. Es un
simple particular que impone sus buenos oficios. Sería el caso del abogado que, muy
frecuentemente, busca el acuerdo antes que el pleito. En Estados Unidos, por ejemplo, los
abogados de las partes proponen siempre entre sí soluciones conciliatorias, inclusive
intercambiando documentación, pruebas, etc.

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La conciliación es, en último extremo, una mediación, pues resulta también la
intervención de un tercero que busca un acercamiento de las partes procurando el acuerdo
basado en la voluntad de ellas. Por lo general el conciliador es un órgano público, creado
especialmente a fin de solucionar, en forma amistosa, los conflictos jurídicos, para evitar
que deriven en un proceso judicial.
El arbitraje implica la composición del conflicto por un tercero, que lo resuelve por
su voluntad y conforme a un procedimiento predeterminado. Puede suponer un órgano
público o privado, nacional o internacional- Generalmente encierra la sumisión voluntaria de
las partes, quienes, a menudo, también lo eligen libremente.
A.2.- TERCERO NOMBRADO POR EL ESTADO: El Juez.-
La otra forma de hetera composición es el proceso, que es la manera de
solucionar los conflictos que brinda el Estado mediante su función jurisdiccional. Como
advierte COUTURE, [1] el Juez, si bien tiene la facultad de Juzgar, tiene también el deber
de hacerlo; tiene un deber - poder.
El Estado expropia la función sancionadora, y en sustitución de los particulares,
debe organizar un mecanismo necesario para resolver los conflictos y aplicar las
sanciones. Es decir, que el Estado, en el campo jurídico, no solo cumple con la producción
y el establecimiento de las normas jurídicas, sino que la tutela jurídica implica integrar la
función normativa con otra complementaria.
1.1.3.- ACCION, JURISDICCIÓN Y PROCESO.-
Se ha dicho que los conceptos de jurisdicción, acción y proceso constituyen
la trilogía estructural de la ciencia procesal, sus nociones básicas.
La Jurisdicción que deriva de la palabra latina jus dicere que quiere decir "declarar
el derecho", es la función estatal que tiene el cometido de dirimir los conflictos entre los
individuos para imponer el derecho. Es el deber que tiene el Estado, mediante los jueces,
para administrar justicia.
1.2.- CONCEPTO, FINALIDAD Y OBJETO DEL PROCESO.-
El proceso lo concebimos como una serie de actos que se desenvuelven
progresivamente, con el fin de resolver -como dice Eduardo J. COUTURE - "mediante un
juicio de autoridad" un conflicto de intereses sometido al conocimiento y decisión del titular
de la decisión. Por ello la idea de proceso no se queda en la simple secuencia de actos,
sino que persigue la solución del conflicto, mediante la resolución que adquiere la autoridad
de cosa juzgada.
1.3.- PRESUPUESTOS PROCESALES.-
Para que en un proceso se produzca una relación jurídico procesal [8] válida no
basta la interposición de la demanda, la presencia de las partes y la intervención del Juez.
Para que un proceso sea válido y eficaz deben estar presentes en él los
denominados presupuestos procesales, unos de orden formal y otros de orden material o
de fondo: Los presupuestos procesales de forma son: a) la demanda en forma, b) la
capacidad procesal de las partes; y, c) la competencia del Juez

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los presupuestos procesales de fondo o materiales o las llamadas condiciones de la
acción, son: a) la existencia del derecho que tutela la pretensión procesal, lo que otros
denominan la voluntad de la ley; b) la legitimidad para obrar; c) el interés para obrar; y d)
que la pretensión procesal no haya caducado, como sostienen algunos autores.
1.4.- LEGITIMACIÓN EN LA CAUSA RESPECTO A LA INTERVENCIÓN DE
TERCEROS.-
UGO ROCCO sostiene: "Tales normas (se está refiriendo alas de legitimación), no
sólo establecen qué sujetos está jurídicamente autorizados para accionar y para
contradecir frente a otros sujetos, para obtener declaración de certeza o para la realización
de una determinada relación jurídica, sino que determinan también, en la hipótesis de
proceder al ejercicio de la función
CAPITULO II: LAS PARTES Y LOS TERCEROS
2.1.- LAS PARTES.-
2.1.1.- CONCEPTO DE PARTE PROCESAL.-
El proceso es una relación jurídica entre dos partes: la parte demandante y la parte
demandada, que pueden ser personas naturales, jurídicas, patrimonios autónomos, etc.
Cada parte, por otro lado, puede estar constituida por una o más personas, dando lugar a
la figura procesal del litisconsorcio.
VESCOVI, en su obra citada nos dice: "En puridad se pueden distinguir, jurídicamente, tres
calidades: PARTE (procesal), SUJETOS DEL DERECHO (de la relación sustancial) y
LEGITIMADOS PARA PRETENDER (accionar) (legitimación en la causa).
O sea, que una cosa es ser titular del derecho, de la relación sustancial (el deudor, el
acreedor, el propietario, el vendedor), estar en una situación jurídica activa o pasiva, haber
celebrado un contrato, contraer obligaciones, etc., y otra cosa es tener la necesaria
legitimación para acciones (pretender), puesto que la pretensión (acción) es autónoma,
independiente del derecho.
2.1.2.- CAPACIDAD PROCESAL.-
La capacidad procesal, es decir, la legitimario ad procesan, sólo la tienen aquellas
personas naturales que por sí mismas pueden intervenir en el proceso; más preciso,
aquellas personas que se hallan habilitadas por la ley para hacer valer sus derechos por sí
mismas planteando la demanda, contradiciéndolas y realizando determinados actos
procesales. Esto nos explica aún más la distinción que hay entre ser parte en la relación
material (parte acreedora y parte deudor) y ser parte en la relación procesal (parte
demandante y parte demandada). Si el titular de un derecho pretendido en el proceso
coincide con la misma persona que interpone válidamente la demanda diremos que esa
persona ano sólo es parte en el proceso sino también tiene capacidad procesal. En otras
palabras, la capacidad procesal importa tener capacidad para obrar por sí mismo en el
proceso. La capacidad procesal normalmente se adquiere a los 18 años de edad, pues ésta
constituye una forma de ejercitar los derechos civiles (Art. 42 C.C.).

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2.1.3.- LEGITIMACIÓN PROCESAL.-
La capacidad es una calidad del sujeto jurídico mientras que la legitimación consiste
en una relación entre el sujeto y el objeto (jurídicos).
La capacidad nos dice quiénes pueden actuar en cualquier proceso (por sí mismos) por
tener la aptitud psicofísica requerida por la ley. Sin embargo esto no basta para poder
ejercer válidamente los derechos o deducir determinadas pretensiones, sino que es
necesaria una condición más precisa y específica referida al litigio de que se trata.
La legitimación procesal, entonces, es la consideración legal, respecto del proceso, a las
personas que se hallan en una determinada relación con el objeto del litigio y en virtud de la
cual se exige, para que la pretensión de fondo pueda ser examinada, que dichas personas
figuren como tales partes en el proceso. (Alfonso es un sujeto plenamente capaz
(capacidad procesal) pero, para demandar desalojo, debe demostrar o que es arrendador,
o subarrendador, o titular de un derecho real de goce, por ejemplo. Para reivindicar debe
ser propietario.
2.2.1.- INTERVENCIÓN DE TERCEROS EN EL PROCESO CIVIL.-
La intervención de terceros importa una acumulación subjetiva sucesiva,
pues con posterioridad a la notificación con la demanda al emplazado se incorporan al
proceso otros sujetos. De por medio está el interés y la legitimidad de los terceros para
pretender incorporarse voluntariamente al proceso o para ser incorporados a él, ya sea de
oficio, por el juzgador, o a petición de parte.
a) PRESUPUESTOS DE LA INTERVENCIÓN DE TERCEROS.-
El tercero puede entrar al proceso siempre que se den ciertos presupuestos, los cuales
deben ser verificados por el Juez, ya que se trata de un caso de excepción, pues, en
principio, el proceso es una relación entre dos partes.
El primer presupuesto es la conexidad, esencia de todo proceso acumulativo. Es
decir que la pretensión del tercero tiene que ser conexa con el objeto del proceso para
permitir (o determinar) que se trata y resuelva juntamente con ésta. En principio, no puede
admitirse que el tercero deduzca una nueva pretensión, sino que debe ser conexa con la
que las partes controvierten en el proceso en curso, sea coincidentemente o excluyente,
pero siempre relacionada con aquella.
En segundo término, debe alegar un interés propio y actual en el proceso. Esto
resulta de la necesaria conexión referida. En primer lugar, que se requiera un interés propio
y cierto para evitar la intervención de un tercero que alegue un derecho ajeno al que se
debate en el proceso.
b) CONCEPTO PROCESAL DE TERCERO Y TERCERO LEGITIMADO.-
Se llama tercero en el campo procesal a todo aquel que no es parte en el proceso, es decir,
a todo aquel ajeno absolutamente a la relación jurídico - procesal que se produce en él.
Una persona puede ser calificada como tercero con relación a un proceso dado; sin
embargo, puede tener vinculación con la relación material, con el derecho sustantivo, caso
en el cual se le califica como parte material. Claro está que, como en la relación procesal

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c) TIPOS DE INTERVENCIÓN DE TERCEROS.-
ANA MARIA ARRARTE ARISNABARRETA [15] nos dice: "Las diversas formas de
intervención de terceros estarán determinadas por la legitimidad del interés jurídico que sea
invocado, es decir, mientras más cercano esté de la relación material involucrada en el
proceso, las facultades de las que gozará el tercero legitimado serán mayores. A manera
de precisión resulta pertinente indicar que al analizar cada una de las modalidades de
terceros, podremos apreciar que, en estricto, dos de ellas (la intervención coadyuvante y la
litisconsorcial)
C.1.- INTERVENCIÓN VOLUNTARIA DE UN TERCERO.-
C.1.1.- Intervención Coadyuvante.-
Es coadyuvante cuando su participación tiene por objeto ayudar a una de las partes,
colaborar con él en el litigio, sin incorporar pretensión alguna al proceso.
Su intervención puede admitirse incluso durante el trámite en segunda instancia,
entendiéndose que como el trámite en la segunda instancia no termina normalmente con la
sentencia que se emita en ese nivel, el tercero adherente está en aptitud procesal de
interponer el recurso de casación correspondiente pues el Código hace referencia al trámite
y no a la sentencia de segunda instancia.
C.1.3.-Intervención Excluyente Principal.-
Se presenta cuando alguien pretenda su incorporación al proceso a fin de hacer valer
dentro de él su propia pretensión procesal, que se supone opuesto a las pretensiones de
las partes en el proceso.
Aceptada como tal y sólo si se presenta antes de la expedición de la sentencia de primera
instancia, actuará como una parte más en el proceso, dando lugar a un caso sui géneris en
el cual habrá tres partes intervinientes en el proceso con sendas pretensiones procesales.
Su intervención no suspende el proceso sino la expedición de la sentencia.
C.1.3.1.- Presupuestos de la intervención principal.-
1. El interviniente debe tener la calidad procesal de tercero.
2. Debe pretender total o parcialmente la cosa o el derecho que es objeto del proceso.
Es decir que concurra la incompatibilidad.
3. Que exista un proceso pendiente.
4. El procedimiento para el proceso que plantea el interviniente debe ser el mismo del
proceso en curso.
5. El Juez o magistrado que conoce el proceso debe ser competente para la demanda
del interviniente.
C.1.4.- Intervención excluyente de propiedad o de derecho preferente.-
Puede intervenir en un proceso quien pretende se le reconozca su derecho en oposición al
de los litigantes como consecuencia de alguna medida cautelar ejecutada sobre un bien de
su propiedad o sobre el cual tuviera un mejor derecho que el titular de la medida cautelar.
Para la viabilidad de la intervención del tercero, en este caso, se supone la existencia de
una medida cautelar dictada dentro de un proceso.

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C.2.- INTERVENCIÓN PROVOCADA DE UN TERCERO.-
La intervención de un tercero es provocada u obligatoria cuando alguna de las partes
solicita o el propio Juez dispone su incorporación al proceso. La intervención del tercero en
este caso no proviene de su voluntad, sino que se ve impelido para intervenir en el litigio
como consecuencia de un llamamiento formulado por el Juez, ya sea de oficio o a petición
de alguna de las partes
En rigor, no se trataría del llamamiento a un litisconsorte necesario, por cuanto el Código
faculta al acreedor reclamar el cumplimiento de la obligación a cualquiera de los deudores
solidarios y no necesariamente a todos.
C.2.1.- Llamamiento en garantía o aseguramiento de pretensión futura.-
La parte que considere tener derecho para exigir de un tercer una indemnización por el
daño o perjuicio que pudiera causarle el resultado de un proceso, o considere tener
derecho a repetir contra dicho tercero lo que debiera pagar en ejecución de sentencia,
puede solicitar el emplazamiento del tercero con el objeto que en el mismo proceso se
resuelva además la pretensión que tuviera contra él.
Este instituto procesal constituye una especie de denuncia civil previsto para aquellos
casos en los cuales las partes consideren estar facultados para exigir a un tercero el
cumplimiento de alguna prestación como consecuencia de la decisión que en su contra se
produzca en el proceso.
C.2.2.- Llamamiento posesorio. -
Supongamos que Alfonso dirige una demanda de desalojo contra Luis, que no es la
persona que verdaderamente está en posesión del bien cuya restitución reclama, siendo
simplemente un tenedor del inmueble en nombre de otro. Aquí se pueden presentar dos
situaciones:
1. Si el denunciado comparece y reconoce su condición de poseedor, será emplazado con
la demanda con las formalidades de ley y reemplazará al demandado originario, quien
será apartado del proceso.
2. Si por el contrario el denunciado no comparece al proceso, o haciéndolo niega ser
poseedor, el proceso seguirá en curso contra ambos.
C.2.3.- Llamamiento en caso de fraude o colusión.-
Cuando en cualquier etapa del proceso se presuma fraude o colusión entre las partes, el
Juez, de oficio, ordenará la citación de las personas que puedan resultar perjudicada con
ese proceso, a fin de que hagan valer sus derechos, suspendiendo, para tal efecto, el
proceso por un plazo no mayor de treinta días.

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