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Lc. 1:30-31: Entonces el ángel le dijo: María, no temas, porque has hallado gracia delante de Dios.

V.31 Y ahora, concebirás en tu vientre, y darás a luz un hijo, y llamarás su nombre JESÚS.

34-35: Entonces María dijo al ángel: ¿Cómo será esto? pues no conozco varón. V.35 Respondiendo el
ángel, le dijo: El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra; por lo
cual también el Santo Ser que nacerá, será llamado Hijo de Dios.

(Mt. 1:18, 20): El nacimiento de Jesucristo fue así: Estando desposada María su madre con José, antes que
se juntasen, se halló que había concebido del Espíritu Santo. V.20 Y pensando él en esto, he aquí un
ángel del Señor le apareció en sueños y le dijo: José, hijo de David, no temas recibir a María tu mujer,
porque lo que en ella es engendrado, del Espíritu Santo es.

(He. 2:14a): Así que, por cuanto los hijos participaron de carne y sangre, él también participó de lo mismo,
para destruir por medio de la muerte al que tenía el imperio de la muerte, esto es, al diablo,

Hch. 10:38: cómo Dios ungió con el Espíritu Santo y con poder a Jesús de Nazaret, y cómo éste anduvo
haciendo bienes y sanando a todos los oprimidos por el diablo, porque Dios estaba con él.

1:21: Es necesario, pues, que de estos hombres que han estado juntos con nosotros todo el tiempo que
el Señor Jesús entraba y salía entre nosotros,

(2da. Co. 5:21): Al que no conoció pecado, por nosotros lo hizo pecado, para que nosotros fuésemos hechos
justicia de Dios en él.

1ra. P. 2:24: quien llevó él mismo nuestros pecados en su cuerpo sobre el madero, para que nosotros,
estando muertos a los pecados, vivamos a la justicia; y por cuya herida fuisteis sanados.

3:18: Porque también Cristo padeció una sola vez por los pecados, el justo por los injustos, para
llevarnos a Dios, siendo a la verdad muerto en la carne, pero vivificado en espíritu;

1ra. Co. 15:3: Porque primeramente os he enseñado lo que asimismo recibí: Que Cristo murió por nuestros
pecados, conforme a las Escrituras;

Ro. 6:6: sabiendo esto, que nuestro viejo hombre fue crucificado juntamente con él, para que el cuerpo
del pecado sea destruido, a fin de que no sirvamos más al pecado.

Gá. 5:24: Pero los que son de Cristo han crucificado la carne con sus pasiones y deseos.

Jn. 3:14: Y como Moisés levantó la serpiente en el desierto, así es necesario que el Hijo del Hombre sea
levantado,

Jn. 12:31-33: Ahora es el juicio de este mundo; ahora el príncipe de este mundo será echado fuera.
V.32 Y yo, si fuere levantado de la tierra, a todos atraeré a mí mismo. V.33 Y decía esto dando a
entender de qué muerte iba a morir.

24ª: De cierto, de cierto os digo, que si el grano de trigo no cae en la tierra y muere, queda solo; pero si
muere, lleva mucho fruto.

1ra Jn. 5:19: Sabemos que somos de Dios, y el mundo entero está bajo el maligno.

He. 9:12: y no por sangre de machos cabríos ni de becerros, sino por su propia sangre, entró una vez para
siempre en el Lugar Santísimo, habiendo obtenido eterna redención.

Jn. 19:34: Pero uno de los soldados le abrió el costado con una lanza, y al instante salió sangre y agua.
Mt. 16:21b: Desde entonces comenzó Jesús a declarar a sus discípulos que le era necesario ir a Jerusalén y
padecer mucho de los ancianos, de los principales sacerdotes y de los escribas; y ser muerto, y
resucitar al tercer día.

Hch. 2:24: al cual Dios levantó, sueltos los dolores de la muerte, por cuanto era imposible que fuese
retenido por ella.

3:15: y matasteis al Autor de la vida, a quien Dios ha resucitado de los muertos, de lo cual nosotros
somos testigos.

5:30: El Dios de nuestros padres levantó a Jesús, a quien vosotros matasteis colgándole en un madero.

Ro. 4:25b: el cual fue entregado por nuestras transgresiones, y resucitado para nuestra justificación.

Hch. 13:33: la cual Dios ha cumplido a los hijos de ellos, a nosotros, resucitando a Jesús; como está escrito
también en el salmo segundo: Mi hijo eres tú, yo te he engendrado hoy.

Ro. 1:4: que fue declarado Hijo de Dios con poder, según el Espíritu de santidad, por la resurrección de
entre los muertos,

1ra P. 1:3: Bendito el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que según su grande misericordia nos hizo
renacer para una esperanza viva, por la resurrección de Jesucristo de los muertos,

Ro. 8:29: Porque a los que antes conoció, también los predestinó para que fuesen hechos conformes a la
imagen de su Hijo, para que él sea el primogénito entre muchos hermanos.

1ra Co. 15:45: Así también está escrito: Fue hecho el primer hombre Adán alma viviente; el postrer Adán,
espíritu vivificante.

Mt. 28:19: Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y
del Hijo, y del Espíritu Santo;

Jn. 7:39: Esto dijo del Espíritu que habían de recibir los que creyesen en él; pues aún no había venido el
Espíritu Santo, porque Jesús no había sido aún glorificado.

Ap. 22:17: Y el Espíritu y la Esposa dicen: Ven. Y el que oye, diga: Ven. Y el que tiene sed, venga; y el que
quiera, tome del agua de la vida gratuitamente.

Mt. 28:16: Pero los once discípulos se fueron a Galilea, al monte donde Jesús les había ordenado.

Mt. 28:19: Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y
del Hijo, y del Espíritu Santo;

Jn. 20:17: Jesús le dijo: No me toques, porque aún no he subido a mi Padre; mas ve a mis hermanos, y
diles: Subo a mi Padre y a vuestro Padre, a mi Dios y a vuestro Dios.

Jn. 20:27: Luego dijo a Tomás: Pon aquí tu dedo, y mira mis manos; y acerca tu mano, y métela en mi
costado; y no seas incrédulo, sino creyente.

Lv. 23:10-11: Habla a los hijos de Israel y diles: Cuando hayáis entrado en la tierra que yo os doy, y
seguéis su mies, traeréis al sacerdote una gavilla por primicia de los primeros frutos de vuestra siega.
V.11 Y el sacerdote mecerá la gavilla delante de Jehová, para que seáis aceptos; el día siguiente del día
de reposo la mecerá.

Hch. 1:9-11: Y habiendo dicho estas cosas, viéndolo ellos, fue alzado, y le recibió una nube que le ocultó de
sus ojos. V.10 Y estando ellos con los ojos puestos en el cielo, entre tanto que él se iba, he aquí se
pusieron junto a ellos dos varones con vestiduras blancas, V.11 los cuales también les dijeron: Varones
galileos, ¿por qué estáis mirando al cielo? Este mismo Jesús, que ha sido tomado de vosotros al cielo,
así vendrá como le habéis visto ir al cielo.

He. 2:7: Le hiciste un poco menor que los ángeles, Le coronaste de gloria y de honra, Y le pusiste sobre
las obras de tus manos;

Hch. 2:36: Sepa, pues, ciertísimamente toda la casa de Israel, que a este Jesús a quien vosotros
crucificasteis, Dios le ha hecho Señor y Cristo.

5:31: A éste, Dios ha exaltado con su diestra por Príncipe y Salvador, para dar a Israel arrepentimiento y
perdón de pecados.

Ef. 1:22: y sometió todas las cosas bajo sus pies, y lo dio por cabeza sobre todas las cosas a la iglesia,

Hch. 2:1-4: Cuando llegó el día de Pentecostés, estaban todos unánimes juntos. V.2 Y de repente vino del
cielo un estruendo como de un viento recio que soplaba, el cual llenó toda la casa donde estaban
sentados; V.3 y se les aparecieron lenguas repartidas, como de fuego, asentándose sobre cada uno de
ellos. V.4 Y fueron todos llenos del Espíritu Santo, y comenzaron a hablar en otras lenguas, según el
Espíritu les daba que hablasen.

17a, 18ª: Y en los postreros días, dice Dios, Derramaré de mi Espíritu sobre toda carne, Y vuestros hijos y
vuestras hijas profetizarán; Vuestros jóvenes verán visiones, Y vuestros ancianos soñarán sueños;
V.18 Y de cierto sobre mis siervos y sobre mis siervas en aquellos días Derramaré de mi Espíritu, y
profetizarán.

33: Así que, exaltado por la diestra de Dios, y habiendo recibido del Padre la promesa del Espíritu Santo,
ha derramado esto que vosotros veis y oís.

1:5b: Porque Juan ciertamente bautizó con agua, mas vosotros seréis bautizados con el Espíritu Santo
dentro de no muchos días.

8ª: pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en
Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra.

10:44-46: Mientras aún hablaba Pedro estas palabras, el Espíritu Santo cayó sobre todos los que oían el
discurso. V.45 Y los fieles de la circuncisión que habían venido con Pedro se quedaron atónitos de que
también sobre los gentiles se derramase el don del Espíritu Santo. V.46 Porque los oían que hablaban
en lenguas, y que magnificaban a Dios.

11:15-16: Y cuando comencé a hablar, cayó el Espíritu Santo sobre ellos también, como sobre nosotros al
principio.
V. 16 Entonces me acordé de lo dicho por el Señor, cuando dijo: Juan ciertamente bautizó en agua, mas
vosotros seréis bautizados con el Espíritu Santo.

1ra Co. 12:13: Porque por un solo Espíritu fuimos todos bautizados en un cuerpo, sean judíos o griegos,
sean esclavos o libres; y a todos se nos dio a beber de un mismo Espíritu.

Ef. 1:22-23: y sometió todas las cosas bajo sus pies, y lo dio por cabeza sobre todas las cosas a la iglesia,
V.23 la cual es su cuerpo, la plenitud de Aquel que todo lo llena en todo.

5:23b: porque el marido es cabeza de la mujer, así como Cristo es cabeza de la iglesia, la cual es su
cuerpo, y él es su Salvador.
Ap. 19:7, 9: Gocémonos y alegrémonos y démosle gloria; porque han llegado las bodas del Cordero, y su
esposa se ha preparado. V.9 Y el ángel me dijo: Escribe: Bienaventurados los que son llamados a la
cena de las bodas del Cordero. Y me dijo: Estas son palabras verdaderas de Dios.

Col. 3:10: y revestido del nuevo, el cual conforme a la imagen del que lo creó se va renovando hasta el
conocimiento pleno,

Ef. 4:24: y vestíos del nuevo hombre, creado según Dios en la justicia y santidad de la verdad.

Mt. 1:18: El nacimiento de Jesucristo fue así: Estando desposada María su madre con José, antes que se
juntasen, se halló que había concebido del Espíritu Santo. V.20: Y pensando él en esto, he aquí un ángel
del Señor le apareció en sueños y le dijo: José, hijo de David, no temas recibir a María tu mujer, porque
lo que en ella es engendrado, del Espíritu Santo es.

He. 9:12: y no por sangre de machos cabríos ni de becerros, sino por su propia sangre, entró una vez para
siempre en el Lugar Santísimo, habiendo obtenido eterna redención.

Jn. 19:34: Pero uno de los soldados le abrió el costado con una lanza, y al instante salió sangre y agua.

Ro. 4:25b: el cual fue entregado por nuestras transgresiones, y resucitado para nuestra justificación.

Hch. 13:33: la cual Dios ha cumplido a los hijos de ellos, a nosotros, resucitando a Jesús; como está escrito
también en el salmo segundo: Mi hijo eres tú, yo te he engendrado hoy.

Ro. 1:4: que fue declarado Hijo de Dios con poder, según el Espíritu de santidad, por la resurrección de
entre los muertos,

1ra P. 1:3: Bendito el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que según su grande misericordia nos hizo
renacer para una esperanza viva, por la resurrección de Jesucristo de los muertos,

Ro. 8:29: Porque a los que antes conoció, también los predestinó para que fuesen hechos conformes a la
imagen de su Hijo, para que él sea el primogénito entre muchos hermanos.

Jn. 12:24b: De cierto, de cierto os digo, que si el grano de trigo no cae en la tierra y muere, queda solo;
pero si muere, lleva mucho fruto.

1ra Co. 15:45: Así también está escrito: Fue hecho el primer hombre Adán alma viviente; el postrer Adán,
espíritu vivificante.

Mt. 28:19: Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y
del Hijo, y del Espíritu Santo;

Jn. 7:39: Esto dijo del Espíritu que habían de recibir los que creyesen en él; pues aún no había venido el
Espíritu Santo, porque Jesús no había sido aún glorificado.

Ap. 22:17: Y el Espíritu y la Esposa dicen: Ven. Y el que oye, diga: Ven. Y el que tiene sed, venga; y el que
quiera, tome del agua de la vida gratuitamente.

Lv. 23:10-11: Habla a los hijos de Israel y diles: Cuando hayáis entrado en la tierra que yo os doy, y
seguéis su mies, traeréis al sacerdote una gavilla por primicia de los primeros frutos de vuestra siega.
V.11 Y el sacerdote mecerá la gavilla delante de Jehová, para que seáis aceptos; el día siguiente del día
de reposo la mecerá.

He. 2:7: Le hiciste un poco menor que los ángeles, Le coronaste de gloria y de honra, Y le pusiste sobre
las obras de tus manos;
Hch. 2:36: Sepa, pues, ciertísimamente toda la casa de Israel, que a este Jesús a quien vosotros
crucificasteis, Dios le ha hecho Señor y Cristo.

5:31: A éste, Dios ha exaltado con su diestra por Príncipe y Salvador, para dar a Israel arrepentimiento y
perdón de pecados.

Ef. 1:22: y sometió todas las cosas bajo sus pies, y lo dio por cabeza sobre todas las cosas a la iglesia,

Efesios 4:8: Por lo cual dice: Subiendo a lo alto, llevó cautiva la cautividad, Y dio dones a los hombres.

Hechos 2:1-4: Cuando llegó el día de Pentecostés, estaban todos unánimes juntos. V.2 Y de repente vino
del cielo un estruendo como de un viento recio que soplaba, el cual llenó toda la casa donde estaban
sentados; V.3 y se les aparecieron lenguas repartidas, como de fuego, asentándose sobre cada uno de
ellos. V.4 Y fueron todos llenos del Espíritu Santo, y comenzaron a hablar en otras lenguas, según el
Espíritu les daba que hablasen.

2:17ª: Y en los postreros días, dice Dios, Derramaré de mi Espíritu sobre toda carne, Y vuestros hijos y
vuestras hijas profetizarán; Vuestros jóvenes verán visiones, Y vuestros ancianos soñarán
sueños; V.18 Y de cierto sobre mis siervos y sobre mis siervas en aquellos días
Derramaré de mi Espíritu, y profetizarán.

Hechos 1:5: Porque Juan ciertamente bautizó con agua, mas vosotros seréis bautizados con el Espíritu
Santo dentro de no muchos días.

Hechos 10:44-46: Mientras aún hablaba Pedro estas palabras, el Espíritu Santo cayó sobre todos los que
oían el discurso. V.45 Y los fieles de la circuncisión que habían venido con Pedro se quedaron atónitos
de que también sobre los gentiles se derramase el don del Espíritu Santo. V.46 Porque los oían que
hablaban en lenguas, y que magnificaban a Dios.

11:15-17: Y cuando comencé a hablar, cayó el Espíritu Santo sobre ellos también, como sobre nosotros al
principio. V.16 Entonces me acordé de lo dicho por el Señor, cuando dijo: Juan ciertamente bautizó en
agua, mas vosotros seréis bautizados con el Espíritu Santo. V.17 Si Dios, pues, les concedió también el
mismo don que a nosotros que hemos creído en el Señor Jesucristo, ¿quién era yo que pudiese estorbar
a Dios?

1ra Corintios 12:13: Porque por un solo Espíritu fuimos todos bautizados en un cuerpo, sean judíos o griegos,
sean esclavos o libres; y a todos se nos dio a beber de un mismo Espíritu.

Hch. 10:47-48: Entonces respondió Pedro: ¿Puede acaso alguno impedir el agua, para que no sean
bautizados estos que han recibido el Espíritu Santo también como nosotros?
V.48 Y mandó bautizarles en el nombre del Señor Jesús. Entonces le rogaron que se quedase por
algunos días.

2:38, 41: Pedro les dijo: Arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para
perdón de los pecados; y recibiréis el don del Espíritu Santo. V. 41 Así que, los que recibieron su
palabra fueron bautizados; y se añadieron aquel día como tres mil personas.

16:33: Y él, tomándolos en aquella misma hora de la noche, les lavó las heridas; y en seguida se bautizó
él con todos los suyos.

19:5: Cuando oyeron esto, fueron bautizados en el nombre del Señor Jesús.

Mt. 28:19: Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y
del Hijo, y del Espíritu Santo;
Gá. 3:27-28: porque todos los que habéis sido bautizados en Cristo, de Cristo estáis revestidos.
V.28 Ya no hay judío ni griego; no hay esclavo ni libre; no hay varón ni mujer; porque todos vosotros
sois uno en Cristo Jesús.

Col. 2:9: Porque en él habita corporalmente toda la plenitud de la Deidad,

1ra Ti. 1:3: Como te rogué que te quedases en Efeso, cuando fui a Macedonia, para que mandases a
algunos que no enseñen diferente doctrina,

Ef. 4:14: para que ya no seamos niños fluctuantes, llevados por doquiera de todo viento de doctrina, por
estratagema de hombres que para engañar emplean con astucia las artimañas del error,

Ef. 1:23: la cual es su cuerpo, la plenitud de Aquel que todo lo llena en todo.

5:23b: porque el marido es cabeza de la mujer, así como Cristo es cabeza de la iglesia, la cual es su
cuerpo, y él es su Salvador.

Ap. 19:7, 9: Gocémonos y alegrémonos y démosle gloria; porque han llegado las bodas del Cordero, y su
esposa se ha preparado. V. 9 Y el ángel me dijo: Escribe: Bienaventurados los que son llamados a la
cena de las bodas del Cordero. Y me dijo: Estas son palabras verdaderas de Dios.

Jn. 3:29-30: El que tiene la esposa, es el esposo; mas el amigo del esposo, que está a su lado y le oye, se
goza grandemente de la voz del esposo; así pues, este mi gozo está cumplido. V. 30 Es necesario que
él crezca, pero que yo mengüe.

vs. 20b-23: Porque todo aquel que hace lo malo, aborrece la luz y no viene a la luz, para que sus obras no
sean reprendidas. V.21 Mas el que practica la verdad viene a la luz, para que sea manifiesto que sus
obras son hechas en Dios. V.22 Después de esto, vino Jesús con sus discípulos a la tierra de Judea, y
estuvo allí con ellos, y bautizaba. V.23 Juan bautizaba también en Enón, junto a Salim, porque había
allí muchas aguas; y venían, y eran bautizados.

Ef. 5:31-32: Por esto dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y los dos serán una
sola carne. V. 32 Grande es este misterio; mas yo digo esto respecto de Cristo y de la iglesia.

Ef. 5:24-25: Así que, como la iglesia está sujeta a Cristo, así también las casadas lo estén a sus maridos en
todo. V.25 Maridos, amad a vuestras mujeres, así como Cristo amó a la iglesia, y se entregó a sí mismo
por ella,

Ap. 21:2: Y yo Juan vi la santa ciudad, la nueva Jerusalén, descender del cielo, de Dios, dispuesta como
una esposa ataviada para su marido.

9-10:

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