Según Vygotsky, el desarrollo individual no puede ser entendido sin el contexto social y
cultural en el que uno está inmerso. Los procesos mentales superiores del individuo
(pensamiento crítico, toma de decisiones, razonamiento) tienen su origen en los procesos
sociales.
Por ejemplo, la memoria en los niños pequeños está limitada por factores biológicos.
Sin embargo, la cultura determina el tipo de estrategia de memoria que desarrollemos.
En nuestra cultura solemos aprender a tomar notas para ayudar a nuestra memoria,
pero en sociedades pre-literarias se debieron utilizar otras estrategias, como atar
nudos en una cuerda para recordar un número en concreto, o repetir en voz alta lo
que se quería recordar.
Este psicólogo creía firmemente que las funciones cognitivas se ven afectadas por las
creencias, valores y herramientas de adaptación intelectual de la cultura en la que cada
persona se desarrolla. Por tanto, estas herramientas de adaptación varían de una cultura a
otra.
Vygotsky, igual que Piaget, creía que los niños pequeños son curiosos y están implicados
activamente en su propio aprendizaje y en el descubrimiento y desarrollo de nuevos esquemas
de comprensión.
Sin embargo, Vygotsky puso más énfasis en las contribuciones sociales al proceso de
desarrollo, mientras Piaget enfatizaba el descubrimiento iniciado por el propio niño.
Según Vygotsky, gran parte del aprendizaje de los niños ocurre a través de la interacción social
con un tutor. Este tutor es el que modela los comportamientos de los niños y les da
instrucciones verbales. Esto es conocido como “diálogo cooperativo” o “diálogo colaborativo”.
El niño busca entender las acciones o instrucciones proporcionadas por el tutor (normalmente,
los padres o el profesor) y entonces internaliza la información, utilizándola para guiar o regular
sus propias actuaciones.
Pongamos el ejemplo de una niña a la que se le pone por delante su primer puzzle. Si se la deja
sola, la niña tendrá un rendimiento pobre en la tarea de completar el puzzle. Su padre se
sienta con ella y le describe o demuestra algunas estrategias básicas, como encontrar todas las
piezas de los bordes y las esquinas, y proporciona a la niña un par de piezas para que las ponga
juntas, animándola cuando lo haga bien. A medida que la niña se vuelve más competente en la
tarea de completar un puzzle, el padre le permite trabajar de forma más independiente. Según
Vygotsky, este tipo de interacción social que implica diálogo colaborativo o cooperativo
promueve el desarrollo cognitivo.
La zona de desarrollo próximo:
Que podríamos entender como la brecha entre lo que ya son capaces de hacer y lo que todavía
no pueden conseguir por sí solos.
Lev Vygotsky ve la interacción con los compañeros como un modo efectivo de desarrollar
habilidades y estrategias. Sugiere que los profesores deberían utilizar ejercicios de aprendizaje
en los que los niños menos competentes se desarrollen con ayuda de los alumnos más
habilidosos en la Zona de Desarrollo Próximo.
Para Sternberg la inteligencia es toda actividad mental que orienta a la adaptación consciente
al entorno y a la selección o transformación de éste con el propósito de predecir resultados y
ser capaz de provocar activamente la adecuación de uno al medio o del medio a uno. Se trata
del conjunto de capacidades de pensamiento que se utilizan en la resolución de problemas
más o menos cotidianos o abstractos.