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Introducción

Los abonos artificiales, su producción y su uso masivo en la minería, son la base de la


expansión industrial de la agricultura. La rarefacción de los depósitos mineros de nitratos, fue
el detonante de toda una serie de experiencias científicas tendientes a obtener la fijación del
nitrógeno del aire y a la producción masiva de nitrato de amonio a bajo costo y de rápida
expansión. Este objetivo se logra con la síntesis Haber-Bosch que, en 1913, entrega al mercado
mundial el amoníaco que permite la fabricación de toda una serie de abonos químicos (Finck,
1988: 24). La síntesis Haber-Bosch supone la utilización de altas temperaturas y alta presión
para combinar el hidrógeno y el nitrógeno (del aire) con miras a la producción de amoniaco
(NH3). Aunque la extracción de nitrógeno del aire no causa ningún problema de rarefacción, el
proceso anual de síntesis de 500 millones de toneladas de fertilizantes artificiales consume el
1% de los suministros mundiales de energía (Smith, 2002: 1654) y, adicionalmente, las
consecuencias sanitarias y medioambientales de la liberación de amoniaco y otros nitratos, se
han hecho evidentes desde finales del siglo XX. En el siglo XXI, el uso del amoniaco en los
procesos agroindustriales se encuentra generalizado y los expertos calculan que el 40% de la
población mundial depende de productos agroindustriales El proceso Haber-Bosch en la
sociedad agroindustrial: peligros y alternativas 77 fertilizados con abonos químicos y que este
porcentaje continúa en aumento

El proceso de Haber, también llamado proceso de Haber Bosch,


Consiste en hacer reaccionar nitrógeno e hidrógeno gaseosos, para formar amoníaco.
Este proceso tiene gran importancia a nivel industrial, ya que es el más usado para
obtener amoníaco en grandes cantidades. El proceso de Haber fue ideado por el químico
alemán Fritz Haber y comercializado en el año 1910 por Carlo Bosch. Ambos obtuvieron
premios Nobel de química por sus importantes aportes a la ciencia y a la industria.
El nitrógeno es un elemento muy abundante en la atmósfera, el aire que nos rodea está
compuesto por un 78% de nitrógeno. La dificultad para combinarlo con hidrógeno para
formar amoníaco radica en que la molécula de N2 es muy estable, gracias a sus enlaces
triples, y es químicamente bastante inerte.

La reacción se logra realizar con un rendimiento aceptable, bajo condiciones de alta


presión y temperatura, y mediando un catalizador de hierro, potasio y óxidos de alumino.

La reacción que ocurre en el proceso de Haber es la siguiente:

N2(g) + 3H2(g) < -> 2 NH3(g)


Esta reacción es exotérmica, es decir, se libera calor en el proceso.

El hidrógeno utilizado en este proceso se obtiene a partir de gas natural o metano, que
hacemos reaccionar con el vapor del agua, en la presencia de catalizadores, como por
ejemplo el óxido de níquel. El hidrógeno obtenido se hace pasar por las camas de óxido de
hierro, al mismo tiempo que el nitrógeno proveniente de la atmósfera. Para acelerar la
reacción, se aumenta la presión (unas 500 atmósferas) y se eleva la temperatura a unos
500°C.
Al ser una reacción exotérmica, se puede pensar que elevar la temperatura disminuye el
rendimiento de la reacción, y efectivamente así es, pero como contrapartida, la velocidad
de producción aumenta muchísimo, y es por esta razón que el proceso se lleva a cabo en
estas condiciones.

Para acelerar aún más el proceso, se va condensando el amoníaco formado, y se retira de


la cámara. De esta manera, el equilibrio se desplaza hacia la derecha, acelerando la
formación de producto.

El rendimiento de la reacción en estas condiciones es del 15 o 20%, pero los gases que no
han reaccionado para formar amoníaco, se vuelven a procesar, repetidas veces,
obteniéndose de esta manera una recuperación del 98%.
El nitrato de amonio se obtiene por neutralización de ácido nítrico con hidróxido de
amonio tras la evaporación del agua:

En el laboratorio se puede obtener por doble descomposición entre sulfato de


amonio (NH4)2SO4 y nitrato de estroncio [Sr(NO3)2], en disolución. Tras precipitar el
sulfato de estroncio y filtrar la disolución que luego se evapora, se obtiene el nitrato de
amonio en cristales o polvo blanco.

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