Meditando yo pensaba.
en silencio de madrugada,
una llovizna tenue,
se escuchaba desde mi cama,
y así como de repente,
un gallo cantaba,
unos pajaritos chiflaban,
dejo de llover,
el sol hermoso brillaba,
era el inicio de una bella mañana,
al pie de mi cabecera yo rezaba,
agradeciendo a DIOS,
por tanto que me daba,
familia, trabajo, el campo y la flor,
cada paso que por la vida doy,
todo vivido con alegría es mejor,
y, así otro día más para para mi comenzó,
salí a la calle vi un maravilloso paisaje,
todo era para mi por amor,
en la bella naturaleza me hablaba el Señor:
aprende a amarla y sabrás que aquí estoy,
solo te pido que la respetes y le des su valor.
Jorge Díaz Duarte.
Puebla, México
Al caer la tarde".
Gracias Señor te doy,
por todo este día, hoy,
al caer la tarde me entrego en tus brazos, l
llenos de amor.
Recibe, ¡oh!, Padre,
todo lo que viví, en este día, en tú hermoso corazón,
te dejo, mis actos, dolores y mi alegría.
Si, ¡oh!, padre, mis actos, para que los bendigas,
mis dolores, para ponerlos, en la Cruz de Jesús,
y, mi alegría, por haber vivido, contigo todo el día.
Padre, ¡oh!, padre, lleno de bondad y misericordia,
perdona mis errores, que por mi necedad recibiste, en este día.
Toma en tus brazos, a mi familia y amigos,
llénalos de bendiciones, al caer la tarde, yo te lo ruego.
Contigo me entrego al descanso,
Vela mis sueños, te suplico, Señor, manifiéstate en ellos.
Jorge Díaz Duarte
Puebla, México.
PAZ
Yo pido paz en el mundo, tal vez es mucho pedir y no se llegue a
cumplir este deseo tan profundo. El mundo, tan iracundo: entre los
hombres se matan, tantas guerras se desatan. Sin alas una paloma.
Ojalá fueran de goma las balas que nos maltratan.
PACO RUBÍN
Publicista y Poeta de tiempo completo
Puebla, México
Juegos violentos
Unos mueren. Quizá no deberían todavía. No por esa epidemia que se
llama violencia y que hasta hoy no encuentra cura. O tal vez ya se
encontró, pero la esconden bien escondida, como el que juega a las
escondidillas.
PACO RUBÍN
Publicista y Poeta de tiempo completo
Puebla, México
Haikú
Tu piel dormida
Mecida por mi ardor
Amanecía
Alberto Peralta de Legarreta
Comunicólogo, Ectnohistoriador y escritor
Cd. De México
Llovió
Morir de pie
Morir de pie
como árbol de Casona.
Serenos. Latido y mirada
a un compás
de luna y de sal,
sombra / camino / galope /
con lo que ya no es
y lo que seremos.
De pie.
Oxígeno y cobijo.
Disimulando soledades
-una taza de café tibio
a medio tomar-.
Y si ni siquiera podemos,
si estamos talados,
si nos derriban…
Morir de pie.
Haikú
Sin tu caminar
¿Qué altura presume
Esta montaña?
Alberto Peralta de Legarreta
Comunicólogo, Etnohistoriador y escritor
Cd. De México
La tormenta”.
Era de noche, de bajo de una fuerte tormenta,
un niño rezaba, al pie de una hermosa higuera,
Señor y DIOS mío, en tus manos pongo mi familia y hogar,
te imploro déjame a casa llegar, y aquel niño sollozando de miedo,
en ese momento escuchó un trueno,
pues DIOS, escuchó sus ruegos, aquella tormenta se empezó a calmar,
y corriendo se fue a su hogar,
alegre, feliz y contento, llegó a su casa y se puso a orar,
dando las gracias, por haber llegado, sano y salvo de aquel lugar.
Jorge Díaz Duarte.
Puebla, México
La mujer. Fresca coqueta frágil e irresistible que capta miradas de
propios y extraños con su vestido blanco que refleja pureza es la flor
que crece en el jardín.
Es tarde
El viento mece el aire
Y los cielos oceánicos
Se revuelven en calma
Para anegar esta miseria
Esta marea de insomnios
De palabras no dichas
De extravío inminente
De pasos apagados que se alejan
Bajo lágrimas aprisionadas
Por pura obstinación
Tardía
Alberto Peralta de Legarreta
Comunicólogo, Etnohistoriador y escritor
Cd. De México
Haikú
Estás ausente
Bella como una flor
Tras la ventana
Haikú
Entre las flores
Desnudas de mis sueños
No te distingo
Hubo un tiempo
en que mi fe en una sonrisa
estaba perdida sin remedio
dejé de creer en la alegría de unos ojos
no quise volver a adivinar
el lenguaje de una piel prohibida
había caído en una red
de interminables noches de vacío y ceguera
de haberlo querido, aquel silencio
me habría hablado del prodigio cercano
Pero llegó sin aviso
y en un segundo que sólo tú podrías
haber soñado
Apareciste.
Alberto Peralta de Legarreta
Comunicólogo, Etnohistoriador y escritor
Cd. De México
Tu amor es mágico
Eres como un vaso lleno de agua
Con cada trago calmo mi sed
Pero conlleva un misterio
Al despegar mis labios del vaso
Vuelvo a tener sed
La magia reside en que el vaso nunca se vacía
Y mi sed nunca se llena
Alberto Beltrán Narváez
Coaching, escritor
Veracruz, México
Sobre rieles. El tren en cada vagón una poesía, el sonido el humo, sus
historias de enamorados, sus colores sus paisajes, son por si mismos
poesía sobre rieles.
Soledad
Siempre se estaba yendo.
Él la esperaba cada día. Preparaba la mesa
y tendía mantel blanco.
Ella se sentaba, ausente. Con su voz delgada y esa
mirada color pastel.
Él la siguió aguardando.
Pensaba que alguna vez dejaría de irse.
Ella simplemente dejó de llegar.
Verónica Toller
Periodista y Escritora
Argentina
DESPEDIDA
Él la ayudó a sentarse. “Vine para vos”, le dijo.
Ella lo acurrucó en su mirada.
Él le ahuecó la almohada y recostó levemente su cabeza.
Ella no habló más. Él la siguió escuchando.
La tarde empezó a alejarse, añilsedosa.
Verónica Toller
Periodista y Escritora
Argentina
Un agujero en la noche
Súbitamente invadido por un ángel.
A Pizarnik
Existe una memoria de cada amor
No sucedido
Una presencia fabricada en silencio
Con fragilidad de lluvia y caladura de cárcel,
Caminos sólo andados
por dentro.
Existe una memoria que es tuya y mía
Y sólo yo conozco.
Sensaciones de alma orillándote,
Alma sabiéndote.
Memorias de pasos no trazados
Y palabras no dichas.
Memoria de la espera.
Verónica Toller
Periodista y Escritora
– Argentina
Gota de rocio.
Trocito de lluvia
brillo del jardín
tranquilidad en el trazo
Detiene el paso,
y en un rincón
el dintel te cobija.
Un instante
Reflejo del silencio
desbordante final,
hojarasca que cae
Flor Romero
Maestra en Educación
Puebla, México
A vuelo de colibrí
De tu vuelo
Frágil aleteo
Instante de emoción
Esmeralda, salpicado añil
Ojos pequeños
Volar el vaivén
Rasgando el cielo
Hacia otro lugar
Tu instante,
Mi sonrisa
Y la paz.
Mi pensamiento
Vuela contigo,
A otro lugar
Donde está su mirada
Que te encuentra,
Desprendes su sonrisa.
Dos corazones
Enlazados por tu vuelo
Bello colibrí
Flor Romero
Maestra en Educación
Puebla, México
***
Marea anhelante de ti
Aire, viento indomable
Caricia del mar ante la roca
Incesante golpe, te vuele arena.
Nada resiste
es instinto saberte mío y saberme tuya.
Juego interminable de caricias entre noche y día.
Plena luz incandescente,
Miradas, de pálida luna
Quédate a mis manos como enredaderas
Y al roce de mi cuerpo.
Flor Romero
Maestra en Educación
Puebla, México
***
Crujiente hojarasca bajo mi paso
Amarillas desesperanzas,
Lágrimas de un rey deshojado
Amor vencido?
Mis pasos me llevan a abrazarte
Y siento tu frío y la tristeza,
Tras un instante, mi calor se vuelve tuyo
Tu sobra me abraza y permanezco contigo al caer la noche.
Flor Romero
Maestra en Educación
Puebla, México
***
Que hoy te regalo un trocito de mi alma compartida,
que te regalo la vista de un amanecer nublado,
con niebla adormecida,
encanto,
que puedo regalarte más lo que queda en este cuerpo adormecido,
el corazón, el milagro que le anima,
las caminata segura hacia donde nos lleven los pasos.
Flor Romero
Maestra en Educación
Puebla, México
Incandescente amor.
Esta tarde, Jaime regresa con pasos cansados,
arrastrando olvidos.
Cruje la puerta ante el frío de la noche,
afuera las estrellas tintinean.
Es la leña el refugio de la llama que alimenta,
esa llama tiene un nombre, quizá Quimera.
Las palabras dichas con amor pueden
ser quemadas en la hoguera, un amor quemado.
Es tabaco y vino quien a Jaime acompaña;
acompañando, soledad eterna sin quimera.
Luego de un rato la llama que alimenta,
el fuego no puede dejar de arder, irradiando chispeantes senderos,
caminos iluminados, sudores de luz.
Jaime tras el sorbo de vino, se da cuenta que no hay obscuridad
cuando la leña enamorada arde en el corazón.
Sus ojos cierran lentamente,
pronunciando ante el vino: “en mis labios te sé, te reconozco”.
“No hay soledad cuando se ama, y te amo tanto”.
Lengua de la noche, camino de palabras,
un poema escrito, que al piso cae,
chispas que caen, fuego, in-candescente amor.
Flor Romero
Maestra en Educación
Puebla, México
Reacciones racionales
Reacciones torpes que de amargos tragos atiborran al incauto y
timorato.
Tontos e insensatos vagamos por la vida, esclavos de lo efímero que
yace en emociones, ajenas en diversas ocasiones.
Caminamos, tropezamos, caemos, levantamos, perdemos, buscamos,
encontramos o extrañamos...
La Cienega
Mónica Centeno
Escritora
Puebla, México
Soy ese punto de ayuda, esa brillante y distante luz, aquella que
esperas encontrar cuando todo lo demás no da esperanza alguna.
He visto navíos ser tragados por las imponentes olas que azotan sus
costados, tormentas que cubren hasta el último haz de luz que el cielo
pueda regalar, sin poder auxiliarlos, solo me quedó observar cómo
eran devorados por el insaciable mar.
Quiero ser la letra que hace verso en tu mirada... Quiero ser la tinta
que hace rimas en tu vida... Quiero ser el tambor en tu despertar...
Quiero ser la sonrisa en tu rostro... Quiero ser las manos entrelazadas
abrigando tu cuerpo...
Reflexión
René Martínez F.
Poblano
Diciembre de 2005
Destierro
Hoy amanecí sobre mi lápida
Sin alas
Sin aureola,
Con los dedos enterrados
En la orilla de la tumba.
No sé si lo que está aquí
Es un fantasma callejero
Que tomó la forma de mi cuerpo,
O me echaron del mundo de los muertos
Porque allá,
Abajo
Veo mis alas silenciosas.
NINFA FARRACH
Escritora
Nicaragua
Mis huellas
A solas con la lluvia
A la intemperie
Tristes,
Petrificadas
Lamidas por el tiempo
Por ahora no iré a otra parte,
Ni quiero caminar sobre mis hhuellas:
Que el humo continúe tiritando,
Yo me entretengo con la lluvia.
NINFA FARRACH
Escritora
Nicaragua
Poema suspendido
La tristeza me arrincona
Me cuelga de incoloras telarañas:
Ultima campanada
En ese baile perdí mis zapatillas:
Todo lo que tenía puesto se ha esfumado;
Quedé con mis andrajos nuevamente;
He vuelto a las cenizas, a los rincones.
Ya no hay príncipe que busque mi presencia,
Ni hadas, ni bailes, ni palacios;
Sólo castillos dibujados en el polvo,
Sin palabras, sin risas, sin ventanas.
NINFA FARRACH
Escritora
Nicaragua
Agua tu boca
cuerpo a tierra
preticor tu sexo
Arraigo.