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Revista de Psicología

ISSN: 0716-8039
revista.psicologia@facso.cl
Universidad de Chile
Chile

Kaulino, Adriana
“Más vale prevenir que curar y reeducar que reprimir”: características psicosociales de los
niños chilenos abandonados y delincuentes, según Abelardo Iturriaga
Revista de Psicología, vol. 25, núm. 2, 2016, pp. 1-7
Universidad de Chile
Santiago, Chile

Disponible en: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=26449350017

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2016, 25(2), 1-7
Revista de Psicología ISSN impreso: 0716-8039
UNIVERSIDAD DE CHILE ISSN en línea: 0719-0581
www.revistapsicologia.uchile.cl

Máquina del Tiempo / Time Machine


“Más vale prevenir que curar y reeducar que reprimir”:
características psicosociales de los niños chilenos
abandonados y delincuentes, según Abelardo Iturriaga
“It's better to be safe than sorry and to re-educate than to repress”:
Psychosocial characteristics of abandoned and delinquent
Chilean children, according to Abelardo Iturriaga
Adriana Kaulino
Universidad Diego Portales, Santiago, Chile

Contacto: A. Kaulino. Facultad de Psicología, Universidad Diego Portales, Grajales, 1898, oficina 22, Santiago,
Chile. Correo electrónico: adriana.kaulino@udp.cl
Cómo citar: Kaulino, A. (2016). “Más vale prevenir que curar y reeducar que reprimir”: Características
psicosociales de los niños chilenos abandonados y delincuentes, según Abelardo Iturriaga. Revista de
Psicología, 25(2), 1-7.
http://dx.doi.org/10.5354/0719-0581.2016.44583
La Máquina del Tiempo es editada por Vanetza E. Quezada. Departamento de Psicología, Universidad de Chile.
Fotografía: Portada del libro Características psico-sociales del niño chileno abandonado y delincuente
(Iturriaga, 1944).
Kaulino

En 1944 Abelardo Iturriaga publicó un libro de Iturriaga, situándolas en el con-


estudio acerca de los niños chilenos aban- texto social externo de la psicología. Pa-
donados y delincuentes. Algunos años rafraseando a Gonzalo Salas (2013), esta
antes, este autor había fundado el Instituto será una presentación rizomática del libro
de Psicología de la Universidad de Chile, de Abelardo Iturriaga, que busca conciliar
siendo su primer director. Tanto el estudio aspectos internos de la obra del autor, con
como su dedicación a la formación en psi- elementos característicos del contexto
cología expresan su compromiso con los social en el cual esta es elaborada. De este
objetivos perseguidos por el instituto: “es- modo, se evita la dicotomía que suele
tudiar todo problema de índole psicológica oponer la historia internista que enfatiza
o psicopatológica de niños y adultos que las transformaciones intelectuales, con-
requirieran sus servicios, [y] desarrollar ceptuales y/o metodológicas internas a la
aplicaciones de la Psicología a problemas disciplina, a la historia externista, cuyo
sociales, pedagógicos, jurídicos y médicos énfasis recae en los contextos históricos,
desde una perspectiva nacional” (Ligüeño y que considera los conceptos, métodos,
Espinoza & Parra Moreno, 2007, p. 226). temas y técnicas de la psicología como
Abelardo Iturriaga fue uno de los primeros constructos humanos históricamente si-
especialistas chilenos en psicología educa- tuados (Kaulino, 2015).
cional, y un importante personaje en la
historia de la psicología en Chile, razón La infancia en Chile: algunos aspectos
suficiente para ser presentado a los lecto- sociohistóricos de la modernización chi-
res en esta máquina del tiempo, a través lena de la primera mitad del siglo XX
del análisis de su obra Características
psico-sociales del niño chileno abandona- Durante las décadas de 1930 y 1940, la
do y delincuente. sociedad chilena experimentó cambios
socioculturales y económicos significati-
El análisis de este estudio de Iturriaga vos, los que estaban asociados a la emer-
permite ir más allá de un registro conme- gencia de nuevos conflictos sociales. En
morativo. En este es posible reconocer el un escenario diferente de desarrollo y
cruce de discursos que constituyeron una crisis económica, y de una lenta democra-
trama simbólica y pragmática del modelo tización de las instituciones, se destaca la
de desarrollo vigente en Chile entre las presencia cada vez más amplia del Estado
décadas de 1920 y 1940. Esta obra es un en la administración de la vida de la po-
ejemplo de la psicología al servicio del blación. En este período, se establecieron
control social (Rose, 1991), y de la medi- y masificaron las políticas de prevención
ción de diferencias que fija a personas y sanitaria y las reformas educacionales,
grupos en posiciones de desventaja social enmarcadas por un discurso nacionalista y
(Teo, 2008). No obstante, la hipótesis que cientificista.
se desarrolla en esta presentación del tex-
to de Iturriaga sostiene que este autor Se trataba de un contexto sociocultural
también fue un progresista moderado res- caracterizado por una trama simbólica y
pecto de ciertas visiones políticas y cien- pragmática que legitimaba el nuevo Esta-
tíficas de su época (Kaulino, 2015). do nación chileno. De este entramado
discursivo, se destacaban las apelaciones
Para examinar esta hipótesis se presenta- y acciones dirigidas a la preservación y
rán a continuación algunas premisas, re- mejora de la raza chilena, y a la forma-
sultados y conclusiones contenidas en el ción del ciudadano chileno ideal. Con

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relación a la infancia, estos ideales se acciones de educación orientadas a los


concretaron en diversas prácticas en las padres y/o cuidadores.
áreas de educación, salud y justicia. En
estos tres ámbitos, las intervenciones re- En consecuencia, las acciones y políticas
quirieron de los conocimientos y juicios públicas en educación e higiene social, en
de expertos, entre ellos, de los psicólogos. tanto medios de control social de un esta-
do laico, deberían estar informadas por
Por otra parte, las políticas y acciones del datos científicamente producidos que
Estado se orientaron a un fenómeno que orientasen sus intervenciones. En suma,
pareciera agravarse en este período: el era un contexto en que primaba
problema del abandono, vagabundaje y
delincuencia infantil en las grandes ciu- el interés por desarrollar políticas gu-
dades de Chile. Durante las décadas de bernamentales basadas en el uso de la
1930 y 1940, se calculaba que existían en ciencia estadística y la implementación
Chile entre 45.000 y 65.000 niños y niñas de nuevas técnicas (encuestas, tests de
abandonados (Poblete Naumann, 2000). medición), reflejándose en el financia-
Esta era una infancia que demandaba me- miento de investigaciones y construc-
didas específicas del Estado, como por ciones de instrumentos que permitiesen
ejemplo, espacios habilitados para acoger obtener mayor información de la pobla-
a los niños abandonados, establecimientos ción y de los individuos para el control
destinados a la reclusión de los que ha- social (Parra Moreno, 2015, p. 101).
bían cometido delitos, estrategias especí-
ficas de higiene (médica, mental y social) ¿Qué hacer con nuestros niños aban-
para los sectores sociales de bajos recur- donados y delincuentes? La educación
sos económicos, entre otros. como terapia según Abelardo Iturriaga

Con relación a los niños abandonados y ¿Cómo se inscribe el estudio de Abelardo


delincuentes, cabe recordar que la Ley Iturriaga en este contexto histórico? En
4.447 (Ley de Menores) de 1928 había primer lugar, se trataba de una investiga-
asumido que era inadecuado aplicar la ción sobre los niños abandonados y delin-
legislación penal a los niños del mismo cuentes dirigida a los profesionales de
modo que se hacía a los adultos. Se con- salud, del servicio social, a los padres y
sideraba que, para actuar en los proble- los maestros de los niños, todos ellos
mas de la criminalidad, se requería de una agentes significativos en la implementa-
“nueva concepción científica (o escuela ción de las nuevas formas de educación e
positiva) del delito [que era] crítica de la higiene social promovidas por el Estado.
política meramente represiva y considera- En segundo lugar, sus principales objeti-
ba la necesidad de actuar sobre las causas vos eran “buscar las causas de [las] ano-
objetivas (sociales y psico-fisiológicas) malías de carácter y conducta [de estos
de la delincuencia” (Rojas, 2010, p. 385). niños], organizar el conocimiento que de
Esta misma ley fue la que permitió la ellas se tiene, [y] tratar de remediarlas con
creación de la Dirección General de Pro- métodos adecuados” (Iturriaga, 1944, p.
tección de Menores que debía proteger a 5). En tercer lugar, su estudio utilizó al-
los niños, niñas y adolescentes por medio gunos de los métodos científicos predo-
de la asistencia o reeducación, a través de minantes de la época. En este sentido, se
medidas de previsión o implementando trataba de un estudio psicométrico cuyos

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resultados eran organizados e interpretados años. Asimismo, la mayoría de los esta-


estadísticamente, y luego comparados con blecimientos de acogida de niños abando-
los hallazgos de investigaciones interna- nados y/o delincuentes, implementaban
cionales1. Estos antecedentes no dejan estrategias de vigilancia y disciplinamien-
ninguna duda de que el estudio de Iturria- to, postergando las prácticas efectivas de
ga respondía a las demandas de la época, reeducación. Sin embargo, aun en un con-
en particular del Estado chileno, por nue- texto de valoración de la educación, el
vos instrumentos de control social. abogar por una forma de terapia basada
en la reeducación representaba una postu-
Es interesante notar que ya en la intro- ra moderadamente progresista, ya que
ducción del libro Iturriaga hace una dis- enfatizaba más la protección de los niños
tinción entre las conductas que no son que la defensa de la sociedad respecto de
normales y las conductas anormales. Esta su peligrosidad.
diferenciación conceptual es relevante,
pues permitirá al autor defender la educa- Y, ¿cuáles fueron los resultados del estu-
ción como el tratamiento adecuado para la dio de Iturriaga? La mayoría de ellos co-
readaptación social de los niños abando- rroboraba los datos y teorías psicológicas
nados y delincuentes. Estos niños, según que caracterizaban a los niños abandona-
Iturriaga (1944), dos y delincuentes como retrasados y/o
débiles mentales, con graves fallas mora-
no son necesariamente anormales… les y anomalías de carácter. Por otra par-
pero como carecen de educación fami- te, Iturriaga compartía la visión estructu-
liar… y presentan un enorme retraso ral y moralizante de la familia,
en su escolaridad, quedan a menudo, atribuyendo a la familia incompleta el
bajo el nivel normal de los niños de su origen de algunos de los factores causan-
edad. Entre ellos se reclutan casi en su tes de la conducta anormal de los niños.
totalidad los que llamamos delincuen-
tes” (1944, p. 5). Según los resultados del estudio, “los ni-
ños abandonados y delincuentes presentan
De estas líneas parece desprenderse que el una proporción de débiles mentales muy
principal objetivo de Iturriaga era el de superior a la de la población en general”, y
contribuir, científicamente, a las interven- “el coeficiente intelectual promedio de los
ciones orientadas a la reeducación de es- niños abandonados es 76”, es decir, co-
tos niños. Sin embargo, en un contexto rrespondiente a distintos niveles de retraso
externo, en que existía consenso acerca de intelectual (Iturriaga, 1944, p. 101 y 102).
la educación como instrumento de pro- Por otra parte, sobre las reacciones de ca-
greso y unificación de la nación, esta no rácter, dice Iturriaga que “existe, también,
parece ser una posición particularmente [una] relación estrecha entre la debilidad
progresista. No obstante, a pesar de este de la inteligencia y la del carácter” (p.
consenso, existieron sectores que se opu- 103). En consecuencia, los resultados psi-
sieron a la eliminación de la responsabili- cométricos y estadísticos del estudio de
dad penal para los niños menores de 16 Iturriaga, dejaban en una situación de infe-
rioridad intelectual y moral a los niños
1 Un inventario de los conceptos psicológicos con los abandonados y delincuentes.
que trabajó Iturriaga debiera incluir las nociones de:
inteligencia, carácter, conducta/comportamiento, in- En síntesis, para Iturriaga la conducta
fluencia, hábito, afectividad, imitación, voluntad, desa-
rrollo psicosexual, subconsciente, psicopatía y psicosis. irregular de los niños puede explicarse: 1º

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por un factor personal que comprende la Con respecto a los determinantes del am-
debilidad mental, las constituciones psi- biente, afirma Iturriaga (1944):
copáticas y, en general, las perturbaciones
profundas de la afectividad y del carácter, La influencia del medio ambiente sobre
y 2º por las condiciones sociales y eco- la conducta irregular de los niños es
nómicas inferiores a que están sometidas notable. El abandono, el orfelinato y la
las familias de obreros, condiciones que miseria influyen como causas principa-
determinan un tipo también inferior de les de la inadaptación social de los ni-
reacción intelectual y moral (Iturriaga, ños en 63%; las influencias nocivas en
1944, p. 7). el hogar mismo la motivan en 19%; y
las influencias perniciosas del exterior
Con relación al debate sobre si era el me- en 11%… Esto significa que el pro-
dio ambiente o los factores personales las blema de protección de la infancia por
causas de la conducta irregular, Iturriaga parte del Estado es de urgencia inme-
se mantiene cauteloso y trata de conciliar diata. Podrían salvarse de la inadapta-
ambas posiciones, o bien las atribuye a la ción social dos tercios de los niños que
elección de los investigadores: llegan a los Servicios de Menores, sólo
con proporcionarles los medios conve-
… en un niño actúan, al mismo tiem- nientes para su educación. (p. 105).
po, varias causas que determinan la
conducta irregular. Estas causas se Además, los resultados del estudio permi-
combinan a veces en forma muy tieron al autor “fijar en 70% la influencia
compleja, y depende en gran parte de de los factores del medio en la determina-
la orientación personal del investiga- ción de la conducta de nuestros niños”,
dor la importancia que se atribuya a aunque a continuación Iturriaga (1944)
uno u otro factor. En realidad, en los advierta que “esta proporción es demasia-
factores llamados heterogéneos, es do alta con respecto a la realidad, porque
muy difícil separar la influencia rela- se han desestimado seguramente muchos
tiva de la herencia y la del medio (Itu- factores personales o endógenos en los
rriaga, 1944, p. 99). diagnósticos que nos han servido para
apreciarla” (p. 105).
Considerando estos resultados y estas
posiciones teóricas de Iturriaga, ¿es posi- En todo caso, de las ocho conclusiones
ble sostener la hipótesis de que este autor expuestas al final del estudio, Iturriaga
compartía posturas moderadamente pro- (1944) se refiere a la herencia solo en una
gresistas respecto del contexto científico de ellas: “Del análisis de las posibles ta-
de su época? Algunas de sus conclusiones ras hereditarias… Parece que la herencia
permiten responder afirmativamente a alcohólica influye negativamente en el
esta interrogante. En ellas se identifican desarrollo intelectual de los niños o bien
dos elementos que se asocian a un relati- en la capacidad de adaptación social, o en
vo progresismo, respecto a ciertas teorías ambos procesos” (p. 104).
científicas sobre las conductas irregulares
de los niños, a saber: a) una inclinación a Es cierto que a partir de la década de
enfatizar los factores sociales como de- 1940, la teoría de la degeneración empezó
terminantes de estas conductas; y, en con- a competir con otros enfoques teóricos,
secuencia, b) un relativo alejamiento de la como por ejemplo, el psicoanálisis. Sin
teoría de la degeneración. embargo, en el ámbito de la criminología,

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las teorías de la degeneración de Cesare Los planteamientos de Iturriaga, que desde


Lombroso y Enrico Ferri todavía conta- una historiografía crítica deben ser anali-
ban con un reconocimiento significativo zados en su propio contexto histórico de
(Ruperthuz, 2015). Según estas teorías, producción y difusión, fueron concordan-
las conductas anormales de los delincuen- tes con las acciones del Estado chileno de
tes se explicaban por la implacable acción su tiempo. Sin embargo, transcurridos casi
de la herencia. En Chile, la aceptación de cien años desde la implementación de las
la degeneración como explicación de los primeras políticas públicas orientadas a la
comportamientos anormales y disfuncio- infancia y adolescencia, se verifica un cla-
nales llevó incluso a “generar propuestas ro tránsito desde un enfoque centrado en la
que destinaban a los candidatos del cri- noción de menores en situación irregular,
men a la más rotunda reclusión, la esteri- hacia uno en que los niños, niñas y adoles-
lización o la tutela permanente del Estado centes son considerados sujetos de dere-
para evitar su propagación” (Ruperthuz, chos. Este cambio de enfoque corresponde
2015, p. 174). a un abandono paulatino de la Doctrina de
la Situación Irregular hacia la adopción de
Consecuentemente, en este contexto cien- la Doctrina de la Protección Integral.
tífico, el énfasis de Iturriaga en los deter-
minantes sociales y su confianza en la Tal sustitución doctrinaria implica que los
reeducación como remedio al problema niños, niñas y adolescentes en situación
de los niños abandonados y delincuentes de pobreza y/o abandono, dejan de ser
pueden ser interpretados como un progre- considerados sujetos peligrosos para sí
sismo moderado, por cuanto le restaría mismos y para la sociedad, y a los que el
crédito a las teorías que privilegiaban el Estado debe tutelar, para transformarse en
aporte de la herencia. sujetos de derecho a los que el Estado
debe velar por su protección integral.
Finalmente, cuando la pregunta es ¿qué Mientras en el primer enfoque, el Estado
hacer con nuestros niños abandonados y tutelar interviene para disciplinar y nor-
delincuentes?, las palabras de Abelardo malizar, en la doctrina de la Protección
Iturriaga expresan con claridad este mo- Integral, que se fundamenta en los princi-
derado progresismo: pios de dignidad, equidad y justicia so-
cial, las intervenciones deben estar al ser-
Con las nuevas ideologías sociológicas vicio del interés superior de los niños,
y penales ha cambiado fundamental- niñas y adolescentes.
mente el concepto que se tenía del deli-
to, considerándose que vale más preve- Desde finales de los años 1990, surgen
nir que curar y reeducar que reprimir… nuevas leyes y políticas públicas con el
Los Estados de hoy han tomado a su objetivo de asegurar derechos, como por
cargo la tarea de cuidar, proteger y edu- ejemplo: la ley de filiación, la ley de Con-
car a los niños y jóvenes en peligro mo- sejos Escolares, la ley 19.927 contra la
ral o material y a los que han caído en pornografía infantil y la pedofilia, los
actos delictuosos. Con ello establecen programas Chile Solidario y Chile Crece
una nueva manera de mirar la naturale- Contigo, los Tribunales de Familia y las
za moral del niño, tratando de desarro- Oficinas de Protección de Derechos
llarla, y procurar la justicia, el orden, el (OPD). En consecuencia, desde una pers-
bienestar y la elevación moral de sus pectiva contemporánea, la obra de Itu-
ciudadanos” (Iturriaga, 1944, p. 106). rriaga, Características psico-sociales del

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niño chileno abandonado y delincuente, niños, niñas y adolescentes vulnerados en


es, sin duda, un testimonio de cuánto se sus derechos continúan operando con la
ha avanzado en las últimas décadas en el lógica del disciplinamiento y la normaliza-
reconocimiento de los derechos de los ción. En estos programas, la intervención
niños, niñas y adolescentes. psicológica asume la tarea de clasificar
(diagnóstico) y ordenar (indicación de los
Sin embargo, el cambio doctrinario en tratamientos), los sujetos considerados un
Chile ha sido lento, y siguen conviviendo potencial peligro para la sociedad. En estos
prácticas sociales derivadas del enfoque de casos, entonces, la obra de Iturriaga permi-
la Situación Irregular, con acciones funda- te ver, más bien, la continuidad histórica
das en el enfoque de Protección Integral. de las intervenciones psicológicas como
Muchos programas sociales orientados a dispositivos de control social.

Referencias
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