Además del aprendizaje sobre la enfermedad y el manejo adecuado de los síntomas, tener un
contacto semanal con los profesionales ayuda a que el paciente mejore su autoimagen y su
confianza en sí mismo y aprenda habilidades para manejar el estrés y como resolver sus
problemas. Asimismo, la psicoeducación permite fortalecer la relación entre el paciente y su
terapeuta, mejorando la comunicación, promoviendo una mayor confianza y por ende
mejorando la alianza terapéutica.
En las sesiones de psicoeducación los temas que se tratan son los siguientes: ¿Qué es el
trastorno bipolar?, ¿Cuáles son sus síntomas?, ¿Cómo se trata?, ¿Cuán importante es
la regularidad de hábitos?, ¿Tiene la actividad física un rol en el tratamiento del
trastorno bipolar? También se abordan temas como el respeto del ciclo sueño vigilia, la
evitación abuso de alcohol y drogas, el manejo de las emociones, las estrategias para
resolver problemas, las creencias y formas en que el paciente aborda situaciones de la
vida, los cuidados durante el embarazo y post parto y el adecuado manejo de las crisis.
Los objetivos específicos para cada uno de los pacientes son:
Algunos pacientes que son diagnosticados con "trastorno bipolar" sienten una sensación de
alivio, ahora hay una explicación. Su propio comportamiento y sentimientos en el pasado ya
no parecen tan desconcertantes. Para otros, el mensaje de sufrir una enfermedad mental que
probablemente estará presente por el resto de la vida es inicialmente un shock. Muchos
pacientes tienen que lidiar con esto primero y familiarizarse con la idea, un proceso que puede
durar años, a veces durante décadas.
Una cosa es especialmente útil: ¡Infórmese! En la actualidad hay muchos libros buenos y
bien escritos sobre el trastorno bipolar, desde el libro de texto hasta la guía práctica sobre
cómo abordar mejor la enfermedad.
Involucre a sus familiares y asociados cercanos, si están abiertos a ello. El trastorno bipolar
afecta a los parientes en gran medida. Le recomendamos revisar dentro de www.sochitab.cl
la sección comunidad. Comprender el trastorno puede fortalecer sus relaciones
interpersonales, ya que muchas se rompen por ignorancia de los síntomas. Un buen
conocimiento de la enfermedad puede ayudar a prevenir las recaídas.
Esto puede hacerse tanto en el sistema público (Fonasa) como privado de salud (Isapres) bajo
la modalidad de G.E.S. (Garantías Explícitas en Salud) ex AUGE. Esto le garantiza calidad,
oportunidad y protección financiera del tratamiento el que incluye tratamiento psicológico.
Para obtener este beneficio, si usted pertenece al sistema público de salud, debe primero
consultar en el Policlínico en que se encuentre inscrito o el más cercano a su domicilio. Ahí
el médico que lo atienda le entregará el formulario de confirmación de caso G.E.S y lo
derivará al COSAM (Centro de Salud Mental) de su área o al servicio de Psiquiatría del
hospital de su área donde usted recibirá las atenciones de salud necesarias.
Si usted pertenece al sistema privado de salud puede consultar con un psiquiatra con o sin
convenio con su Isapre. Este le entregará el formulario de notificación de caso G.E.S. el que
usted deberá llevar a su Isapre. La atención por G.E.S. no es de libre elección sino cerrada, o
sea su Isapre le asignará un lugar o médico con el cual atenderse. Si usted no desea ser
atendido bajo esta modalidad puede atenderse con el profesional de su elección, pero sin los
beneficios del G.E.S.
Si usted o alguien cercano a usted sospecha tener un Trastorno Bipolar es muy importante
que consulte a la brevedad ya que, si se confirma el diagnóstico, el tratamiento oportuno y
precoz mejora el pronóstico.
Muchas personas todavía tienen reservas cuando se trata de visitar a un "médico del alma";
después de todo, uno no quiere que se lo considere "loco". Pero eso es completamente
infundado. Estos profesionales son simplemente la dirección correcta cuando se trata de
problemas de salud mental. Habla con él abiertamente sobre los cambios de ánimo y de tu
comportamiento y no pases por alto nada. Solo entonces puede el médico obtener una imagen
completa y, o bien refutar sus temores o, si es necesario, hacer sugerencias para el tratamiento
más adecuado para tu caso. Muy importante aquí es si hay una carga de sufrimiento
emocional. ¡No todas las desviaciones anímicas de lo "normal" necesitan tratamiento
inmediato! Sin embargo, si realmente usted está sufriendo y su estilo de vida es limitado,
considere medidas correctivas.
En Chile, el MDQ, es una escala que ha sido validada, mediante un estudio realizado a 202
pacientes referidos en interconsulta a la Clínica de Trastornos del Ánimo (CTA) desde
sectores de hospitalización agudos y desde otras unidades del Consultorio Adosado Externo
de Especialidades (CAE) del Instituto Psiquiátrico de Santiago, así como también de
pacientes derivados desde Consultorios de Atención Primaria y desde Consultorios de Salud
Mental (COSAM). La sensibilidad de 0,66 y la especificidad de 0,82 encontrada en esta
muestra de pacientes chilenos, lo cual es similar a los valores encontrados en trabajos
realizados con pacientes norteamericanos y europeos. Vöhringer y Cabrera, sugieren que el
MDQ validado en Chile es de utilidad para el tamizaje del trastorno bipolar, con un punto de
corte de 7,5 u 8.
Detección precoz recaída hipomaníaca o maníaca
Detectar una recaída a tiempo resulta crucial para evitarla. Cuanto antes detecte el paciente
los primeros síntomas de recaída lo más probable es que ésta sea menos intensa, menos
disruptiva y que la cantidad de medicación necesaria para tratarla sea menor.
Detectar de manera temprana los síntomas iniciales de una recaída (que llamaremos
“pródromos”) es un proceso que requiere que tanto la persona que sufre trastorno bipolar
como las personas que le rodean (familia, pareja, amigos) aprendan a reconocer pequeños
cambios en la conducta. Estos cambios son con frecuencia cruciales para identificar una
recaída y poder iniciar una intervención rápida y eficaz.
Todos estamos acostumbrados a sospechar que estamos por comenzar a sufrir una gripe si
una noche al acostarnos, detectamos determinados, pródromos, por ejemplo, estornudos,
malestar físico, cansancio, mucosidad y fiebre. Ante estos síntomas implementaremos un
“plan de emergencia” apropiado: empezaremos a tomar alguna medicación y aplazaremos
los compromisos del día siguiente.
El paciente bipolar debe ser capaz de llevar a cabo este mismo proceso con su enfermedad,
es decir, debe ser capaz de detectar las señales de manera precoz y poner en marcha un plan
de emergencia.
Hay algunos cambios de conducta y de pensamiento que suelen indicar el inicio de una
descompensación hipomaníaca en la mayoría de los casos. Los más comunes son:
De todas maneras, dado que cada persona es diferente y que cada paciente es un mundo, no
todos estos pródromos servirán en todos los casos y, sin lugar a duda, algunos de ellos serán
más útiles que otros.
Conviene, por lo tanto, que cada cual redacte su propia lista y que la adapte a su caso en
función de su personalidad y, si es necesario, con la ayuda de alguna persona de su entorno.
Tratar de escribir la propia lista de señales de alarma con la ayuda de alguien de confianza,
nos permitirá conocernos mejor, por una parte, y por otra, definir claramente qué señales
deben empezar a preocuparnos en el sentido de indicar una recaída en hipomanía o manía.
Tarea 1
Elabora tu propia Lista de pródromos operativos de hipomanía/manía (debe contener al
menos siete puntos)
Para algunas personas, hablar menos, permanecer en silencio, aislarse o no saber qué decir
puede constituir un buen pródromo.
La alteración del sueño puede presentarse como insomnio de conciliación, medio o del
despertar precoz, aunque algunos pacientes pueden tener hipersomnia. Los comentarios de
las personas de confianza del paciente pueden resultar de utilidad para detectar un nuevo
episodio depresivo, siempre que estas personas estén informadas sobre la enfermedad
bipolar.
4- Dedicar un máximo de seis horas a estar activo. El resto del día debe dedicarse al
descanso o a actividades relajantes o no estimulantes, es decir, debes comportarte como si
tuvieras gripe: mucha cama, algo de tele, pocas salidas y mucha tranquilidad y silencio.
7- Evitar el consumo de bebidas excitantes, como café, refrescos de cola y las llamadas
bebidas energéticas (que contienen cafeína, taurina, ginseng). Evitar los complejos
vitamínicos, porque a menudo contienen alguna de estas sustancias. Obviamente, el consumo
de alcohol, mariguana, cocaína y otras drogas está contraindicado.
8- Limitar el gasto económico. No tener acceso a tarjetas de crédito (puede guardarla una
persona de confianza hasta que la amenaza del episodio de hipomanía desaparezca), y aplazar
cualquier compra un mínimo de una semana.
10- Recuerda que nunca debes darte permiso para subir un poco más. Mientras más subas,
más dura será la caída hacia la fase depresiva.
3. Intentar aumentar el nivel de actividad, aunque esto sea precisamente lo que menos
apetece. No dejes de hacer ninguna de tus actividades cotidianas
6. No consumas alcohol, mariguana o cocaína para estar más activos o mejorar el ánimo,
ya que estas sustancias empeoraran el ánimo al cabo de algunas horas. Si no tienes problemas
de ansiedad, puedes tomar un par de tazas de café para estimularte.
7. Trata de relativizar las ideas de inferioridad y pesimismo, ya que éstas no son más que
la consecuencia de cambios bioquímicos en el cerebro.
9. Adelanta la hora con el psiquiatra; él dará consejos para hacer frente a este inicio de
descompensación.
Tarea 2 ¿Qué importancia crees que tiene el sueño en el curso de tu enfermedad? Anota a
diario cuántas horas duermes, y cómo impacta en tu ánimo.
Regularidad de hábitos en el Trastorno bipolar
Idealmente, los horarios deberían ser regulares durante la semana y habría que evitar
levantarse muy tarde los fines de semana, porque esto puede tener consecuencias directas
sobre la calidad del sueño de los días siguientes. De todas maneras, si salimos de noche y
vamos a dormir tarde, es recomendable dormir 8 horas, aunque esto signifique levantarnos a
mediodía. Conviene que una alteración tan grave del horario sea la excepción y no la norma.
Observar como dormimos nos puede dar pistas sobre el estado de nuestro trastorno bipolar:
si dormimos poco, probablemente estaremos empezando a sufrir un episodio hipomaníaco,
mientras que si tendemos a dormir demasiado los más probable es que estemos empezando
a deprimirnos.
Así las cosas, nosotros podemos sacar provecho de esta información: si percibimos que
estamos empezando a deprimirnos puede ser útil reducir el número de horas de sueño para
mejorar nuestro ánimo. Por otra parte, una buena forma de frenar el inicio de una
descompensación hipomaníaca es asegurarnos una buena cantidad de horas de sueño durante
varios días.
Pasar una noche en vela porque estamos trabajando, estudiando, o bailando está
absolutamente desaconsejado para una persona que sufre un trastorno bipolar. Distintos
estudios muestran que dormir poco durante dos noches seguidas es suficiente para
desencadenar un episodio maníaco. Algunos pacientes han sufrido una recaída luego de
pasarse una noche entera estudiando, por lo que es recomendable organizar el estudio de tal
modo que no sean necesarios los atracones de estudio al final del semestre, que además
tampoco son demasiados provechosos desde el punto de vista de resultados.
Hay algunos consejos que los profesionales llamamos “higiene el sueño” y que pueden
ayudar al paciente a tener un sueño de calidad.
- Usar la cama sólo para dormir. No es recomendable usar la cama para estudiar, comer o ver
televisión, aunque es aceptable leer al acostarse
-Si se fuma, el último cigarrillo debe fumarse 2 horas antes de acostarse, ya que el tabaco es
un potente estimulante
-Si se trabaja hasta tarde, hay que dejar pasar una hora realizando una actividad relajante (leer
o escuchar música) antes de acostarse
-Procura no discutir antes de acostarse (¡el consejo ideal sería: procura no discutir!)
-No usar relojes de mesilla que sean luminosos, porque con ellos se puede controlar el paso
del tiempo o cuanto se tarde en dormir, y lo único que se consigue es aumentar la ansiedad
La realización de ejercicio físico es muy recomendable para una persona que sufre un
trastorno bipolar, puesto que debemos tener en cuenta que el deporte es muy estimulante, por
lo que éste será parte importante del tratamiento durante la fase depresiva y de eutimia. En
cambio, está desaconsejado practicar deporte en una fase hipomaníaca o maníaca, o si
sospechamos que estamos iniciando una descompensación de este tipo, ya que debemos
recordar que en estos casos el ejercicio físico actúa como un antidepresivo natural y puede
agravar nuestra sintomatología hipomaníaca o maníaca
Estabilizadores del ánimo o eutimizantes
Los efectos secundarios más frecuentes del litio son el temblor, la diarrea y aumento del
deseo de orinar, sed y retención de líquidos. Sin embargo, estos efectos se pueden tratar
con una leve disminución de la dosis y tienden a ceder con el paso del tiempo.
El resto de los fármacos usados como estabilizadores del ánimo son anticonvulsivantes, es
decir, fármacos usados para el tratamiento de la epilepsia, lo que no significa que el trastorno
bipolar sea una forma de epilepsia. Entre los estabilizadores del ánimo anticonvulsivantes
usados destacan el valproato, la carbamazepina, la oxcarbazepina y la lamotrigina.
Tarea
¿Has tomado o estás tomando algún antimaníaco (haloperidol, risperidona, olanzapina,
quetiapina, aripiprazol, ziprasidona, asenapina )? ¿Te causan algún efecto secundario?
¿Qué es la litemia?
La litemia es un examen de laboratorio que
mide la concentración que el litio ha
alcanzado en la sangre 12 horas después de
la última toma del preparado de litio.
Habitualmente el cuerpo humano tiene sólo trazas de litio. Por esta razón, solo se mide
cuando la persona está tomando litio como medicación con el fin de ajustar la dosis y alcanzar
una concentración dentro del rango terapéutico.
Puesto que el litio es una sal natural como el potasio, el calcio, o el sodio, muy parecida a la
sal de mesa, su concentración en la sangre varía de persona en persona dependiendo de la
cantidad de agua que se ingiere, la cantidad que se transpira y otras características de nuestro
cuerpo.
Los estudios han evaluado las dosis con la que la mayor parte de los pacientes bipolares
responden y se mantienen libres de recaídas de la enfermedad, sugieren que la dosis ideal
oscila entre 0,6 y 0,8 mili/equivalentes por litros.
Algunos laboratorios colocan como rango terapéutico valores normales que son más
elevados. Eso se debe a que esos laboratorios no están debidamente actualizados.
Su psiquiatra decidirá qué valor usar de acuerdo a factores como su edad, el tipo de trastorno
bipolar, los efectos adversos entre otros.
Una vez que se ha alcanzado el nivel plasmático buscado se repite la litemia cada tres o seis
meses el primer año de tratamiento y cada seis los años subsiguientes.
Se debe pedir una litemia extra ante la sospecha de toxicidad y de efectos adversos como
temblor excesivo.