RENDIMIENTO-2017
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CAPACITACÓN EN INICIACIÓN AL ALTO RENDIMIENTO-2017
TABLAS DE CONTENIDOS
1.1.- INTRODUCCIÓN
En definitiva podemos concluir que la psicología del deporte, al igual que otras sub
áreas científicas, ha tenido un lento desarrollo en su quehacer teórico y
metodológico. Pero actualmente y de manera cada vez más decidida ha
comenzado a producir temáticas de estudio propios, vale decir, ha ido gestándose
con una metodología particular y específica. Y como tal estos métodos han ido
transformándose y perfeccionándose en el tiempo por lo que bien valdría decir
que aún se trata de una ciencia en vías de consolidación a nivel mundial. Tanto es
así que ya en muchas partes del mundo se habla concretamente de entrenamiento
mental más que psicología del deporte, para referirse al asesoramiento que
reciben los entrenadores y deportistas en este ámbito.
Por último plasmaremos una última definición en la que se señala que la psicología
del deporte “analiza las bases y efectos mentales de las acciones deportivas
considerando, por un lado, el análisis de los procesos mentales básicos: cognición,
motivación y emoción, y, por otro lado, la realización de tareas prácticas de
diagnóstico e intervención” (Mora, García, Toro, Zarco, 2000, p. 29).
Para poder entender a cabalidad los distintos roles que puede ejercer el
psicólogo especializado en deportes es necesario aclarar que entendemos por
movimiento humano, dadas las distintas visiones que se tiene. Hay una
sistematización bastante interesante y que plantea tres conceptos: la actividad
física, el ejercicio físico y el deporte. Por actividad física se entiende “todo
movimiento corporal producido por los músculos esqueléticos con gasto de energía”
(Castro, Guillén y Guillén, 1997, p. 94) Todo movimiento que hacemos
cotidianamente como el levantarnos, caminar, subir escaleras, cae dentro de esta
conceptualización. El ejercicio físico es en el fondo una “actividad física pero de
realizada de manera más planificada y ordenada” (Castro y cols., 1997, p. 94) como
Muchas veces ha pasado que se ha observado que, ante una dificultad psicológica
en el deportista como, por ejemplo, niveles elevados de ansiedad, incapacidad
para focalizarse en lo relevante de una tarea, descontrol de impulsos, etc.,
inmediatamente se sostiene que el origen de ese problema es psicológico. Vale
decir se establece una “relación causal directa” entre lo observado en un primer
momento (deportista con dificultades psicológicas) y el origen de esa
problemática.
En algunas ocasiones este análisis puede ser cierto, ya que, la mayoría de las veces
un manejo inadecuado de los aspectos mentales tiene un origen interno, es decir,
intrapsicológico. Pero en otras ocasiones no.