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GRACE SCHOOL OF THEOLOGY

MUESTREO DE
JESUCRISTO EN EL PENTATEUCO

TRABAJO DE INVESTIGACIÓN
PRESENTADO EN CUMPLIMIENTO PARCIAL
DE LOS REQUISITOS DE LA
MATERIA EL PENTATEUCO BI-303 S

PROFESOR:
PEDRO ALANIZ - MRS, MATS, MDiv.

POR:
THOMAS W. HARRISON R.

CIUDAD DE DAVID, PANAMÁ


19 DE DICIEMBRE 2018
TABLA DE CONTENIDO

INTRODUCCIÓN ……………………………………………………………………… 3

I. JESUCRISTO PREVISTO EN EL GÉNESIS ……………………………… 5

II. JESUCRISTO PREVISTO EN EL ÉXODO ………………………………. 8

III. JESUCRISTO PREVISTO EN LEVÍTICO ………………………………. 11

IV. JESUCRISTO PREVISTO EN NÚMEROS …………………………........ 12

CONCLUSIÓN ……………………………………………………………………… 14
BIBLIOGRAFÍA …………………………………………………………………… 15
3

INTRODUCCIÓN

¿Quién asevera que el Pentateuco habla de Jesús? ¿Quién puede dar seguridad de que en

realidad los cinco primeros libros del Antiguo Testamento describen de alguna forma al

Señor? Pues, fue ¡Cristo mismo quien declaró esta preciosa verdad! Sus palabras se registran

en el Evangelio según Lucas:


Y les dijo: Estas son las palabras que os hablé, estando aún con vosotros: que era necesario que se
cumpliese todo lo que está escrito de mí en la ley de Moisés, en los profetas y en los salmos.”

Lc 24:44

Por tanto, dedicarse a la investigación de Cristo en las páginas del Pentateuco es una tarea

que el propio Señor desea que sus hijos se propongan. Es por ello que el presente trabajo se

dedica a buscar esas joyas preciosísimas y así llegar a ser un documento académico digno de

ser consultado por otros que deseen observar a JESUCRISTO EN EL PENTATEUCO.

El autor considera que es válido señalar y aclarar un asunto exegético-teológico antes de

continuar: Ciertamente el Pentateuco habla de Jesucristo, pero… ¿de qué manera lo hace?

Es una pregunta que todo estudiante de la Escritura debe hacerse.

La opinión personal del autor es que si el Pentateuco habla de Jesús lo hace en el sentido no

histórico, es decir, no como si se tratara de algún personaje de la época como Abraham,

Moisés, Josué etc., más bien lo hace por medio de tipos, figuras, profecías predictivas. Si
4

alguna vez el Pentateuco señala a Cristo de forma personal lo hace considerando que Él es el

Logos Divino, como el Dios Eterno como se lo verá en las siguientes páginas.

El autor de este trabajo de investigación desea que las vidas y ministerios de los lectores sean

edificados al ir considerando cada capítulo y vean donde el Espíritu Santo quiso plasmar las

“huellas de Cristo” para que Israel y la Iglesia las siguieran y así creer en Él como el único

y suficiente Salvador de todos los hombres y mayormente de los que creen.


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I. JESUCRISTO PREVISTO EN EL GÉNESIS

A. En la historia primitiva: Gn. 1-11

La “historia primitiva” es un distintivo que utiliza el autor para señalar al periodo que cubre
lo concerniente desde el relato de la creación hasta el evento de la confusión de lenguas.

1. Jesucristo el Creador

Para alumbrar este escenario se deberá acudir al Nuevo Testamento específicamente al

Evangelio de Juan. Es allí en donde se nos revela que Jesús es Aquella Palabra Eterna de

Dios, la cual creó todo el universo.

“En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios. Este era en el principio

con Dios. Todas las cosas por él fueron hechas, y sin él nada de lo que ha sido hecho, fue hecho.

…En el mundo estaba, y el mundo por él fue hecho; pero el mundo no le conoció.”

Jn 1:1-3,10.

La idea de Juan es hacerle ver a los lectores cristianos que Jesús es prexistente y la forma en

que se concibe esto es porque Él es la Palabra Eterna de Dios. Claramente el apóstol Juan

con decir: “En el principio” se estaba refiriendo a Génesis 1:1 eso no tiene discusión alguna,

por tanto, el pasaje paralelo de Juan 1:1 es precisamente Génesis 1:1, mostrándose así misma

la Biblia como una unidad perfecta.

Queda pues claro que el primer pasaje del Libro del Génesis que habla de Jesucristo es

Génesis 1:1 y el Espíritu Santo entonces lo presenta como el Creador, el Elohim.

“En el principio creó Dios los cielos y la tierra.”


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Esto debe llamar la atención de los lectores cristianos, el primer verso de la Biblia presenta

a Cristo en toda Su divinidad, como el que creó los cielos y la tierra. Esta verdad estaba en

la mente del apóstol Pablo y por ello él dijo a los creyentes de Colosas:

“Porque en él fueron creadas todas las cosas, las que hay en los cielos y las que hay en la tierra,
visibles e invisibles; sean tronos, sean dominios, sean principados, sean potestades; todo fue creado
por medio de él y para él. Y él es antes de todas las cosas, y todas las cosas en él subsisten.”

Col 1:16-17

2. Jesucristo la Simiente de la mujer

El libro del Génesis ahora describe a Jesucristo como la “simiente de la mujer” en Gn 3:15.

Es considerado este verso como una profecía mesiánica ya que el único que logró pisarle o

herir la cabeza de la serpiente (Satanás) fue el Señor Jesús en la cruz del calvario y fue “el

primer destello de salvación” 1

B. En la historia patriarcal: Gn. 12-50

Es esta sección del libro del Génesis es donde se relata la historia de los patriarcas o padres

de la nación de Israel, es decir: Abraham, Isaac y Jacob.

3. Jesucristo la Simiente de Abraham

1
Pablo Hoff, El Pentateuco (USA: Vida, 1978), 72.
7

Dios le dice a Abram: “y serán benditas en ti todas las familias de la tierra.” En la simiente

de Abram todas las familias serían bendecidas. No fue hasta muchos siglos después que el

Apóstol Pablo inspirado por el Espíritu Santo explicó el significado de las palabras dadas a

Abram en Gn 12:3.

“Ahora bien, a Abraham fueron hechas las promesas, y a su simiente. No dice: Y a las simientes, como

si hablase de muchos, sino como de uno: Y a tu simiente, la cual es Cristo.”

Gá 3:16

De modo que Cristo aparece en medio de la promesa a Abram, como el salvador de todas las

gentes, o sea, los gentiles. El plan de Dios en salvar a los gentiles siempre estuvo a la par con

Su plan para con Israel, en palabras directas: Los gentiles siempre estuvieron en los planes

salvíficos de Dios.
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II. JESUCRISTO PREVISTO EN EL ÉXODO

A. Antes del Sinaí

1. Jesucristo en el Cordero Pascual

Cada familia israelita debía sacrificar un cordero en la noche de la matanza de los

primogénitos egipcios. Dios enviaría su ángel para ejecutar el juicio, solamente no habría

muerte en las casas de los hijos de Israel ya que los dinteles de las mismas estarían

pintadas con la sangre del cordero pascual, el ángel al ver la sangre pasaría por encima

de aquella casa. Vea: Éxodo 12:1-28

El apóstol Pablo es quien autoriza este evento como un tipo de Cristo. Escribiendo a los

Corintios él dice: “…porque nuestra pascua, que es Cristo, ya fue sacrificada por

nosotros.” 1 Co 5:7.

B. En el desierto

1. El Maná

El relato del Éxodo dice así:

“Partió luego de Elim toda la congregación de los hijos de Israel, y vino al desierto de Sin, que está
entre Elim y Sinaí, a los quince días del segundo mes después que salieron de la tierra de Egipto. Y
toda la congregación de los hijos de Israel murmuró contra Moisés y Aarón en el desierto; y les decían
los hijos de Israel: Ojalá hubiéramos muerto por mano de Jehová en la tierra de Egipto, cuando nos
sentábamos a las ollas de carne, cuando comíamos pan hasta saciarnos; pues nos habéis sacado a
este desierto para matar de hambre a toda esta multitud.
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Y Jehová dijo a Moisés: He aquí yo os haré llover pan del cielo; y el pueblo saldrá, y recogerá
diariamente la porción de un día, para que yo lo pruebe si anda en mi ley, o no.”
Éx 16:1-4

Este era el alimento que los hijos de Israel debían comer para poder llegar a la Tierra

Prometida (Éx 16:35). Claramente pues, este maná es una representación de Jesucristo.

Ningún creyente llegará a la meta final si no participa de la vida de Cristo, Él es la fuerza y

salud de todo hijo de Dios que está peregrinando en este mundo.

Jesús mismo se atribuyó la verdad del maná:

“Nuestros padres comieron el maná en el desierto, como está escrito: Pan del cielo les dio a comer. Y
Jesús les dijo: De cierto, de cierto os digo: No os dio Moisés el pan del cielo, mas mi Padre os da el
verdadero pan del cielo. Porque el pan de Dios es aquel que descendió del cielo y da vida al mundo.
Le dijeron: Señor, danos siempre este pan. Jesús les dijo: Yo soy el pan de vida; el que a mí viene,
nunca tendrá hambre; y el que en mí cree, no tendrá sed jamás.”
Jn 6:31-35

C. En el Sinaí

2. Jesucristo en el Tabernáculo

El primer capítulo de Juan afirma que Jesús es el Tabernáculo de Dios, dando a entender

que la humanidad de Cristo era la Tienda en donde la Presencia inmediata de Dios residía.

“Y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros (y vimos su gloria, gloria como del
unigénito del Padre), lleno de gracia y de verdad.”
Jn 1:14
10

La palabra “habitó” es el griego “skene” que significa: tienda, tabernáculo. El Dr.


2
Swanson traduce esta palabra y dice: literalmente, vivir en una tienda. Por tanto, es

valido creer que el Tabernáculo de Moisés es una representación clara de Cristo. Pablo

también dijo:

“Porque en él habita corporalmente toda la plenitud de la Deidad.”

Col 2:9

Como lo explica Pablo Hoff:

“La idea central del tabernáculo era que Dios habitaba entre su pueblo; su plena realización se
encuentra en la encarnación de Cristo: “Y el verbo fue hecho carne y habitó entre nosotros”
(literalmente: hizo tabernáculo entre nosotros, Juan 1:14). De ahí que se llama Emanuel, “Dios
con nosotros” (Mat. 1:23).” 3

2 Swanson, J. (1997). Diccionario de idiomas bı́blicos: Griego (Nuevo testamento) (Edición electrónica.).
Bellingham, WA: Logos Bible Software.
3 Pablo Hoff, El Pentateuco (USA: Vida, 1978), 161.
11

III. JESUCRISTO PREVISTO EN LEVÍTICO

A. Los Sacrificios

En el libro de Levítico Dios le entrega las instrucciones a Moisés tocante a la manera correcta

en que el pueblo se podría acercar a Él, y esto era por medio de sacrificios. La relación con

Dios era restaurada por medio de estas víctimas.

El Dr. Tremper dice:

“El sacrificio es una forma de purificar lo profano y de restaurar la intimidad en la presencia de


Dios. Permite que el impuro que ha quedado excluido de la presencia de Dios regrese de nuevo
al campamento que es la esfera de lo santo.” 4

Por motivo de lo dicho hasta ahora, es saludable creer que los sacrificios presentados en este

libro de Levítico son representaciones del sacrificio perfecto de Cristo. El libro de Levítico

explica que el impuro debía colocar sus manos sobre la cabeza de la victima traspasando así

simbólicamente su culpa al animal que iba a ser sacrificado: “Y pondrá su mano sobre la

cabeza del holocausto, y será aceptado para expiación suya.” Lv 1:4

Juan el Bautista (Jn. 1:29) cuando vio a Jesús dijo de él: ¡he aquí el cordero de Dios que

quita el pecado del mundo! Claramente en la mente de Juan el libro de Levítico prevalecía

cuando pronunció estas palabras.

4 Tremper Longman III, Raymond B. Dillard, Introducción al Antiguo Testamento (Gran Rapids: Libros Desafío,
2007), 105.
12

IV. JESUCRISTO PREVISTO EN NÚMEROS

A. En el Desierto de Zin

1. Jesucristo en la Peña del desierto

La historia se relata en Número 20:1-13. Dios ordena a Moisés y le dice: habla a la peña y

ella brotará agua para que el pueblo beba. Pero Moisés se lleno de ira por causa del pueblo

rebelde y en vez de hablarle a la peña la golpeó dos veces. Así también Cristo fue golpeado

en la Cruz del Calvario, pero a raíz de su sacrificio las aguas de Su Gracia empezaron a correr

para que todo aquel que venga a Él puede ser saciado.

Pablo inspirado por el Espíritu Santo dijo: “y todos bebieron la misma bebida espiritual;

porque bebían de la roca espiritual que los seguía, y la roca era Cristo.” 1 Co 10:4

2. Jesucristo en la Serpiente de Bronce

Muchos israelitas estaban muriendo por causa del veneno de las serpiente en el desierto, por

lo cual clamaron a Moisés para que pidiera a Dios por ellos. Es allí donde Él le da

instrucciones a Moisés para que construyera una serpiente de bronce para que todo

moribundo mirara a ella y fuese salvado de la muerte. Esta historia se registra en Números

21:4-9

El comentario Beacon lo dice así:


13

“la serpiente de bronce es un símbolo de Cristo, quien al ser levantado en la cruz, trajo salvación
y vida espiritual a todos los que ponen sus ojos con fe en El.” 5

El propio Jesús se atribuyó el antitipo de este evento salvífico en Juan 3:14-15. Por tanto, La

serpiente de bronce habla de la Cruz de Cristo, todo aquel que mire a Jesús en la Cruz por la

fe, será salvo de la muerte eterna.

5
Lauriston J. Du Bois, Comentario Bíblico Beacon: Génesis hasta Deuteronomio Tomo 1 (Lenexa, KS:
Casa Nazarena de Publicaciones, 1969), 464.
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CONCLUSIÓN

Solamente es un muestreo de que en realidad los libros del pentateuco presentan de alguna

forma a Jesucristo en sus páginas. El estudiante de la Escritura hará bien en seguir buscando

aquellos tipos o eventos que apuntan hacia la obra de Cristo.

Definitivamente el centro de la Escritura en Cristo y su Obra salvífica en la Cruz del Calvario.


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BIBLIOGRAFÍA

1. Du Bois, Lauriston J. Comentario Bíblico Beacon: Génesis hasta Deuteronomio

Tomo 1. Lenexa, KS: Casa Nazarena de Publicaciones, 1969.

2. Hoff, Pablo. El Pentateuco. USA: Vida, 1978.

3. Longman III, Tremper. Dillard, Raymond B., Introducción al Antiguo Testamento

Gran Rapids: Libros Desafío, 2007.

4. Santa Biblia versión Reina Valera 1960.

5. Swanson, James. Diccionario de idiomas bıb́ licos: Griego (Nuevo testamento)

Bellingham, WA: Logos Bible Software, 1997.

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