Este es el cuadro, fechado en 1873, que hace tres semanas adquirió en subasta un
caudetano pintado por otro caudetano que llegó a ser Director del Museo Nacional de la
Trinidad entre 1868 y 1872: Cosme Algarra y Hurtado. Se trata de un óleo sobre lienzo de 73,5
x 73,5 cms. ABALARTE, Galería que se dedica a la subasta internacional de obras de arte, lo
sacó a subasta el 4 de diciembre.
Cosme pintó a una bella dama de nombre Encarnación Balparda Sanginés, cuadro que nos
permite apreciar y ahondar un poco más en lo bien que pintaba nuestro paisano al que
deberemos dedicarle un poco más de atención. Somos un poco dejados con este paisano que
llegó tan lejos en el mundo del arte.
El otro protagonista de esta historia es Francisco Gaspar Marco que, junto a Joaquin Mollá
Francés, resultó premiado en la Primera Beca de Investigación Francisco Domenech Mira
(promovida por su viuda Concha Vinader) por la casi rocambolesca historia de un Retablo de
finales del siglo XV y principios del XVI realizado por artistas valencianos para la Ermita del
Rosario, que fue localizado fortuitamente en Colonia (Alemania) después de que la Iglesia lo
vendiera en 1909.
Francisco vive desde hace un par de años en Melbourne (Australia). Descubrió que era
el mejor lugar del mundo para tratar de aliviar la enfermedad que sufre su hijo... y allí se fue. Y
como este hombre no descansa, cuando se enteró que salía a subasta un óleo de Cosme
Algarra le faltó tiempo para llamar a Antonio Conejero, Presidente de la "Asociación Amigos
de la Historia Caudetana", para ponerlo al corriente.
Antonio contactó con la persona que ha adquirido el cuadro a través de internet a la que
ayudó a participar en la subasta y a la que le adjudicaron la obra de arte. Esta es la historia de
cómo ha llegado a nuestro querido pueblo un cuadro pintado en Madrid por un caudetano
hace 145 años a través de un observador de todo lo que se cuece en Caudete desde
Melbourne. Internet …..¡ha revolucionado el mundo!
Cosme Algarra y Hurtado nace en Caudete en 1816. En la red se puede leer que fue Director
del Museo Nacional de la Trinidad de Madrid de 1868 a 1872, que se formó con el pintor
neoclásico José Aparicio y que en 1840 pinta dos retratos para la Exposición de la Real
Academia de Bellas Artes de San Fernando y ese mismo año se traslada a París, donde
permanece hasta 1851, año en el que viaja a Londres....
Para ello envía una carta al Ministro de Fomento, fechada el 18 de agosto de 1869, en la que
propone construir un pabellón destinado a ese uso en el patio del ministerio, pero sus ruegos
no fueron escuchados y nunca se mejoraron las instalaciones del Museo. Durante el periodo
en el que Algarra dirige el Museo de la Trinidad se producen importantes cambios.
En 1868 queda extinguido el Real Patrimonio y la propiedad de los bienes que lo constituían,
incluidas las colecciones reales, pasa a las manos del Estado. Esto propicia, entre otras cosas,
que al año siguiente el Real Museo pase a denominarse Museo Nacional de Pintura. Ese
mismo año el director general de Instrucción Pública dispone el traslado de los organismos
directores y los talleres de restauración del Museo de la Trinidad al edificio del Museo
Nacional de Pintura (que posteriormente se denominará Museo del Prado).
Esta medida desata las protestas tanto de Antonio Gisbert, director de este Museo, como de -
Cosme Algarra, coincidiendo los dos en alegar la falta de espacio en el edificio. Algarra, en una
carta del 26 de septiembre de 1870, dirigida al director general de Instrucción Pública, indica
que se ha reunido con el director del Museo Nacional de Pintura y que han recorrido el
edificio buscando sin éxito dónde situar «los organismos» y los talleres del Museo de la
Trinidad, ya que prácticamente ni siquiera hay sitio suficiente para las obras del propio Museo
Nacional.
Pese a las reticencias de los directores, ese mismo año se dispone la unión de los dos museos,
otorgándose el decreto definitivo en 1872. En este decreto se nombran los cargos del nuevo
Museo, cesándose a cinco miembros de la plantilla del Museo de la Trinidad y tres de la del
Prado y perdiendo su puesto Cosme Algarra. En 1872 el retratista y pintor de cámara de Isabel
II, Federico de Madrazo, le hizo un magnífico retrato que guarda el Museo del Prado.
Algunas de las acuarelas más importantes que realizó son la Vista, propiedad de la Biblioteca -
Nacional, y las que antiguamente estuvieron en la colección gerundense Martí-Casadevall,
muy próximas formalmente a los trabajos del acuarelista Pedro Pérez de Castro, con quien -
Algarra tuvo numerosos puntos en común, así como algunos lienzos de paisaje, uno de los
cuales conserva el Museo, junto con un par de acuarelas de lo más depurado de su
producción.