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A L... G... D... G... A... D... U...

S... T... U...

RESP... LOG... SIMB... “CIENCIA Y VIRTUD” No.95, del Or... de Saltillo, Coah.
BAJO LA JURISDICCIÓN DE LA GRAN LOGIA “BENITO JUÁREZ”
DE AA...LL...Y AA...MM... DEL ESTADO DE COAHUILA

Ven...M... Cruz Noé Carbajal Narváez


Past...M... Juan José Díaz Loreto
Past...M... y Miembro Honorario Mauricio González Puente
Miembro Honorario Aldo Remo Pedrini Escobar
Queridos Hermanos Todos

LA CARIDAD EN MASONERÍA

Reseña de la conferencia dictada el día 02 de abril del 2018, dentro del marco anual de
conferencias “Lunes Científicos” de la R...L...S... “Ciencia y Virtud” No.-95, del Or... de Saltillo,
Coah., impartida en el Templo Masónico “I.·.P.·.H.·. Conrado Reyna Martínez”.

Una etimología muy interesante


La palabra caridad etimológicamente proviene del latín “caritas, o charitas” y “caritatis”,
que significa benevolencia, gracia, favor, cariño, amor; tanto el DRAE en su séptima
acepción como la Iglesia católica consideran que la caridad es aquella virtud teologal por la
cual se ama a Dios sobre todas las cosas por Él mismo y al prójimo como a nosotros mismos.
El diccionario nos remite de todos modos a cáritas, indicándonos que procede de careo,
carere, carui, cariturus, que significa carecer, estar privado de algo. Cáritas es, por tanto,
carestía, directamente relacionado con carus, cara, que es aquello de lo que se carece. Es
la falta de las cosas, la que nos las hace queridas. De donde viene a resultar que carestía y
aprecio, amor, caridad, son valores conectados entre sí. Sus componentes léxicos son: carus
(querido, amado), más el sufijo -dad (cualidad).
La caridad en griego (αγάπη (agapë), ‘amor fraternal’), de la cual varios autores la derivan
del vocablo griego jaris, que suele significar “gracia” o “benevolencia”. Los antiguos
griegos, sin embargo, tenían distintas palabras para referirse a estas formas de afecto que
nosotros, hoy en día, resumimos en la palabra castellana amor. Estaba el eros, que era el
amor erótico o pasional; el ágape, que era el amor puro e incondicional, y la filia, que hacía
referencia a aquel amor que profesamos hacia determinadas cosas.

La Caridad en Masonería

El desconocimiento o indiferencia de la interpretación litúrgica, Constitución y Estatutos y


antiguos usos y costumbres son la base de que no actuemos en consecuencia de nuestros
deberes y obligaciones dentro de la Orden. Todo aquel que se presuma masón vivió una
experiencia única como graduante: “Estáis medio vestido y os recibimos como a nuestro
igual, para que cuando halléis a un infeliz, lo miréis como a vuestro Hermano”. Juramos
cumplir con las obligaciones que nos fueron claramente explicadas, de la cual, para este
trabajo cito textualmente: “El segundo de vuestros deberes, que se funda como uno de los
principios constituyentes en la escuela de nuestra Asociación, es combatir las pasiones que
deshonran al hombre haciéndolo tan desgraciado; practicad la caridad evangélica
socorriendo a los Hermanos física y moralmente, previniendo en lo posible sus necesidades
y evitando sus infortunios…”. La frase “No dejes que tu mano izquierda sepa lo que hace la
derecha”, aunque considerada un refrán, en realidad está extraída del evangelio de San
Mateo, capítulo 6, versículo 3. Los invito a recordar el último viaje iniciático y su elemento
el fuego: “Las llamas que habéis atravesado significan vuestra purificación y el amor a
vuestros semejantes que debe arder eternamente en vuestro corazón”.

El concepto Caridad también tiene dentro de la Institución trascendental importancia, de lo


cual, destaco las tres virtudes teologales: Fe, Esperanza y Caridad: Tengo Fe en mis ideales,
Esperanza en realizarlos, Amor a la humanidad. Es precisamente en esta tercer premisa
donde recae en el iniciado esta genuina virtud, la Caridad, que ahora preferimos traducir
por amor.

Dentro de la estructura operativa de nuestra Institución, es el Hermano Hospitalario quien


cumple una vital función dentro del cuadro, como depositario de los fondos es el
distribuidor de éstos destinados al socorro. Cómo parte de nuestro ritual, se contemplan en
nuestros Estatutos: Art. 82°, inciso a), del Título IV –Capítulo XI- Funcionarios de las Logias,
“Circular el Saco de Beneficencia antes de cerrarse los Trabajos”, y artículo: Art. 114°, inciso
j), del Título VIII –Capítulo III- Del Orden de los Trabajos, “En Tenidas Ordinarias se hará
circular el Saco de Beneficencia”. El artículo 284° dice: “Antes de cerrarse los trabajos de las
Cámaras, el Venerable Maestro ordenará que se circule el Saco de Beneficencia, para que
todos los Hermanos presentes depositen su óbolo. Las excusas deberán acompañarse de la
medalla correspondiente, o de lo contrario no se tomará en cuenta”. Y el artículo 285°
expresa que “El Hermano que se retire del Templo antes de la clausura de los trabajos,
deberá dejar su óbolo en poder del Vigilante de su Columna, y este Dignatario dirá en voz
alta, cuando circule el Saco, el nombre del Hermano que haya dejado la medalla. Los
Hermanos que no asistan y residan en el lugar donde tenga su asiento la Logia, están
obligados a enviar su óbolo para el Saco de Pobres”.

Seamos íntegros y honestos en este acto voluntario; invito a considerar aquellos Hermanos
que tienen el mal hábito de depositar al Hospitalario las monedas profanas de hermanos
que no asistieron a la Tenida. Más incongruente aún, considerar este hecho como si de
verdad se justificará su inasistencia administrativamente, salvo motivos de salud. Integridad
es decirse la verdad a uno mismo, y Honestidad es decir la verdad a los demás. Nuestros
Estatutos lo mencionan en el artículo 253° del Capítulo I, Título XIII: “Cuando un Hermano
esté imposibilitado para asistir a las Tenidas de su Logia, tiene la obligación de excusarse
por escrito o por medio de otro Hermano, expresando claramente los motivos en que se
funda y enviando el óbolo para el Saco de Beneficencia”. Volvamos a las bases, a aquellos
viejos masones que por alguna razón no podían asistir a su Logia, siempre buscaban la
manera de hacer llegar sus monedas. Actuar en consecuencia de una verdadera
Fraternidad, es lo que nos distingue. A ni no hay nadie a quien engañar, ya que cuando me
engaño a mí y lo logro, ya no hay nadie más a quien engañar.

La Caridad nos define más de los que pensamos: “Como eres afuera, eres adentro, y
viceversa”. No podemos ser candil en la calle y obscuridad…con el Saco de Pobres. La
energía del Saco de Pobres a través de los siglos se ve en ejemplos cristalizados de esta
acción en escuelas, universidades y hospitales masónicos. Habló por esos pocos que van
echando sus míseras moneditas quizás más porque les estorban o no les significan nada de
valor. Quizás sea el único momento de la semana que tengan que cooperar para una noble
causa, y en su gesto denota más obligación que vocación. Se rompe la energía cuando se
depositan así las monedas, o aún peor, como lo mencionaba anteriormente, se inventan.
Todo ese dinero ya junto cumplirá con una noble causa, como lo cita el Art. 28°, inciso 9°
del Título V -Capítulo III- Obligaciones de las Logias: “A fomentar en la medida de sus
posibilidades la Acción Externa”. No es limosna lo que damos, el concepto va más allá. Es
aquí donde encontramos una diferencia entre limosna y caridad, que si bien parecen ser
sinónimos, en realidad no lo son. El concepto de caridad es más elevado, implica no
solamente el aspecto económico, sino también la prestación de servicio y asistencia al
Hermano y al necesitado.

A manera de conclusión, espero se aclararan ciertas dudas al respecto del para qué de la
Caridad, y la importancia y profundidad en nuestro crecimiento espiritual. Dar es vivir, y en
el dar, con la mejor voluntad e intención y total desinterés al que lo necesita, nos multiplica
en sus frutos de paz, gozo y misericordia; la bendición no está en la cantidad de dinero o el
tamaño del apoyo…van en las manos del que otorga. Por último, este trabajo grupal que
hacemos muchos masones en hospitales, escuelas, posadas, becas, ayuda fraternal, etc., se
refleja precisamente en la etimología griega de la palabra Caridad, como “Amor Fraternal”.
Por respeto a la Masonería, regresemos a las bases, cumplamos con este compromiso más
de manera voluntaria que obligatoria, más de conciencia que de exigencia, más espiritual
que material, porque absolutamente todos necesitamos de todos. Nadie nos va a recordar
por la fortuna que hagamos en esta vida, solo las buenas acciones son las que
verdaderamente trascienden a nuestro existir.

Me encantó esta frase: “Los ríos no beben su propia agua; los árboles no comen sus propios
frutos. El sol no brilla para sí mismo; y las flores no esparcen su fragancia para sí mismas.
Vivir para los otros es una regla de la naturaleza. La vida es buena cuando tú estás feliz; pero
la vida es mucho mejor cuando los otros son felices por causa tuya”!!!. Nuestra naturaleza
es el servicio: “Quien no vive para servir, NO sirve para vivir”.

“La Caridad no se piensa, se ejecuta como la consumación del acto más humano hacia otro,
y en proporción al nivel que se ha desarrollado en su conciencia”.
MUCHAS GRACIAS Ven...M...

FRATERNALMENTE

M...M... JUAN JOSÉ DÍAZ LORETO

OR... DE SALTILLO, COAH., ABRIL 23, 2018 E...V...

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