tomadores emocionales
Este artículo ha sido verificado y aprobado por Gema Sánchez Cuevas el 21 mayo, 2018
Valeria Sabater · 21 mayo, 2018
0 Compartidos
Los tomadores emocionales son agujeros negros que todo lo atrapan. Nos drenan con
sus demandas, nos desgastan con sus comportamientos, con su no conciencia del agravio,
de la manipulación o el daño personal. Hay padres tomadores, parejas tomadoras, amigos y
hasta hijos tomadores a los que concedemos el poder del abuso y el expolio de nuestra
autoridad y dignidad.
Decía Mark Twain con un toque de ironía que el principio de dar y tomar exige ser lo
bastante hábil como para dar una cosa y llevarse diez a cambio. Ahora bien, algo que nos
explican expertos como Adam Grant, profesor de la Universidad de Pensilvania y
autor del libro “Give and Take” es que los tomadores no existirían sin los dadores. Es
decir, en ocasiones somos nosotros mismos quienes caemos en esa espiral de ese
intercambio no recíproco, nosotros quienes permitimos que la balanza se incline siempre
hacia un mismo lado.
Los tomadores tienen una firma distintiva: les gusta obtener más de lo que dan. Inclinan la
reciprocidad a su favor, anteponiendo sus propios intereses a las necesidades de los demás.
Sin embargo, al lado de un dador siempre existirá un tomador. Alguien que se irá
empoderando cada vez más al verse servido, alguien que (y no olvidemos esto) suele tener
siempre un “radar” para identificar a más dadores y alimentarse de ellos sin prejuicio
alguno.
Los tomadores emocionales representan una cara más del narcisismo. Hay un
sentimiento de superioridad en ellos que los valida para ser el centro de atención. Para
tomar el control de toda conversación. Para tener la exclusividad en cualquier iniciativa, la
autoridad en cualquier proyecto, la atención en cualquier circunstancia y el perdón en
cualquier agravio. Ellos son ese agujero negro que todo se lo lleva y que despoja a los
demás de toda energía, derecho y autoestima.
Veamos por tanto qué debemos hacer para defendernos de este perfil de personalidad.
Escucha a tu cuerpo
Cuando alguien realiza algo que nos incomoda, que nos provoca malestar o que nos
genera contradicción, lo que hacemos a continuación es justificarlo. Nos decimos que
tal vez sea el estrés, que lo haya hecho sin pensar y que al poco, se dará cuenta y nos pedirá
perdón. Idealizamos a esa persona porque es nuestra pareja, nuestro amigo o hermano.
Idealizamos porque amamos sin darnos cuenta que estamos alimentando a un tomador.
Debemos ser capaces de desactivar los filtros que colocamos a la realidad para ver a
los demás tal y como son.
Para concluir señalar solo que en esta materia, lo mejor es estar prevenidos y saber
reconocer a tiempo a quienes llegan dispuestos a desgastarnos, a quitarnos felicidad. Como
decía Shakespeare, una onza de prevención nos libera de una libra de dolor.
https://lamenteesmaravillosa.com/como-defenderse-tomadores-
emocionales/?fbclid=IwAR1R21HI_e1NBtTYsqhSaGdrZS7D9dfGwezdIfaV7zgnvZPRRxZJa4nYcOs