LA LEY 12572/2018
El objetivo del presente artículo es realizar un análisis del proceso de elaboración del
presupuesto de las Entidades Locales, con especial referencia a las diferentes técnicas y a
los equilibrios que se deben cumplir, así como a la utilización del presupuesto de las
entidades como herramienta para la planificación de la actividad económico financiera de
las Entidades Locales.
I. Introducción
En el ciclo de vida del presupuesto de las Entidades Locales (y de las administraciones públicas en
general), se distinguen cuatro fases: elaboración, aprobación, ejecución y liquidación del
presupuesto.
Dentro de estas fases, la elaboración del presupuesto ha sido escasamente regulada en la
normativa presupuestaria local, por no decir que tradicionalmente su regulación ha sido
prácticamente nula en lo que al proceso de elaboración propiamente dicho se refiere.
Así, el RDL 2/2004 de 2 de marzo, por el que se aprueba el Texto Refundido de la Ley Reguladora
de las Haciendas Locales (en adelante, TRLRHL), se limita a regular en su artículo 168 TRLRHL
cuatro cuestiones del procedimiento de elaboración:
3. Los plazos para la formación de los presupuestos de las distintas entidades que forman el
Presupuesto General.
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• No realiza un análisis de los costes y beneficios de los distintos gastos, y por tanto no facilita
la toma de decisiones acerca de la conveniencia de ejecutar uno u otro gasto.
• No realiza un control y seguimiento del grado de cumplimiento de los objetivos previstos con
las distintas actuaciones.
• Incentiva a los gestores de los fondos públicos a aumentar los gastos incluso de manera
ineficiente, en tanto el presupuesto asignado en el nuevo ejercicio va a depender del gasto del
año anterior, y por tanto existirá un incentivo del gestor a aumentar el gasto ejecutado.
Esta situación cambió, al menos desde el punto de vista normativo, con la Orden EHA/3565/2008
por la que se aprueba la estructura de los presupuestos de las Entidades Locales, que introdujo
por primera vez el concepto de programa en el ámbito de los presupuestos de las Entidades
Locales.
Si bien la Orden EHA/3565/2008 se limita a recoger en su artículo 3º la obligación de que los
gastos de las Entidades Locales se clasifiquen por programas presupuestarios, sin realizar ninguna
regulación adicional respecto a la elaboración de dichos programas, supuso una novedad
importante en tanto por primera vez se recogía el concepto de programa presupuestario en el
ámbito de la Administración Local, lo que favorecía e inducia a la aplicación en el ámbito de las
Entidades Locales de la técnica presupuestaria del PPBS (presupuesto planificado por programas),
que había comenzado a utilizarse en los Presupuestos Generales del Estado desde el año 1984
(Ley 44/1983, de Presupuestos Generales del Estado para 1984) (1) .
Posteriormente, la Ley 57/2003, de 16 de noviembre, de Medidas para la modernización del
gobierno local, introdujo un nuevo artículo 133 en la Ley de Bases de Régimen Local en el que
establecía, entre los criterios de la gestión económico financiera de los municipios de gran
población, un criterio vinculado a la técnica del presupuesto por programas: «La asignación de
recursos, con arreglo a los principios de eficacia y eficiencia, se hará en función de la definición y
el cumplimiento de objetivos».
El presupuesto planificado por programas (PPBS, Planning programing budgeting system) es una
técnica presupuestaria que consiste en elaborar los presupuestos mediante un sistema
planificado, en el que en primer lugar se determinan los objetivos que se pretenden conseguir con
las políticas públicas, en base a estos objetivos, y a los recursos disponibles, se selecciona entre
programas alternativos los más adecuados para conseguir los objetivos fijados, mediante un
análisis coste beneficio, asignando a estos programas los recursos financieros necesarios en el
presupuesto y realizando posteriormente un seguimiento del cumplimiento de los objetivos
previstos en cada programa.
Por tanto la técnica del presupuesto por programas presenta tres importantes novedades respecto
al presupuesto de medios incrementalista: la planificación previa de los objetivos que se pretende
conseguir con la acción pública, la selección entre programas alternativos los más adecuados para
la consecución de esos objetivos, asignando a estos programas los recursos públicos necesarios y
el seguimiento y control posterior del grado de cumplimiento de los objetivos de cada programa.
Así, la técnica del presupuesto planificado por programas se ejecuta en las siguientes fases:
a) Planificación: En primer lugar, se procede a realizar una planificación a medio y largo plazo
de los objetivos que se pretende lograr con las políticas públicas.
Esta fase tiene un carácter eminentemente político, pues es a los órganos políticos, como
representantes de los ciudadanos, a los que corresponde la toma de decisiones respecto a los
objetivos finales de la acción pública.
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que no realiza ya el centro gestor correspondiente, o que, por una u otra razón, han quedado
desactualizadas» (4) .
Otro de los problemas que se producen en la aplicación práctica de la técnica del presupuesto por
programas se refiere a la falta de evaluación de los resultados obtenidos mediante los indicadores
de cada programa de manera que, incluso entre las entidades que realizan una correcta
planificación de los objetivos y los programas a desarrollar, siguen siendo minoritarias las
Entidades Locales que realizan un análisis posterior del cumplimiento de los objetivos previstos y
utilizan ese grado de cumplimiento de los objetivos para la selección de proyectos y asignación de
recursos presupuestarios en los ejercicios siguientes, lo que hace que la aplicación del
presupuesto por programas pierda gran parte de su eficacia (5) .
Nuevamente esta situación se produce también en las comunidades autónomas, tal y como refleja
Piña Garrido, M.D. (2004):
«Muchos de los "programas presupuestarios" no lo son ni siquiera desde el punto de vista formal,
pues no respetan la estructura típica de un programa, ni distinguen entre objetivos, actividades e
indicadores, como se indica en las órdenes con las instrucciones para la elaboración de los
presupuestos del ejercicio siguiente dictadas cada año por la Consejería de Hacienda, y, en
ocasiones, hasta se incluyen varios unidos.
Prácticamente ningún programa comienza planteándose una situación de necesidad, un problema
socio-económico que requiera la intervención pública y que justifique su existencia. (…)
Pero el elemento en el que más errores se comenten es, sin duda, en el de los indicadores. No es
de extrañar, puesto que es muy difícil diseñar buenos indicadores que aporten información sobre
las actividades, pero también sobre los resultados de los programas presupuestarios. Y lo es
mucho más encontrar indicadores de impacto, que nos permitan valorar la medida en que el
programa está solucionando o no la situación de necesidad, el problema económico-social que lo
justifica (…)
En otros programas los indicadores no son tan buenos, no proporcionan información relevante, no
aparecen cuantificados —esto es—, no fijan el criterio de éxito con el que comparar la gestión
realmente efectuada en el ejercicio presupuestario por el ente, para poder valorarla, etc. Pero lo
más sorprendente y criticable es que numerosos programas ni siquiera los contienen» (6) .
2. Los diferentes equilibrios presupuestarios
2.1. El principio de prohibición de déficit
Si bien la normativa presupuestaria no regula la elaboración del presupuesto de las Entidades
Locales, en cambio sí recoge los principios generales del régimen presupuestario y dentro de estos
el principio fundamental de la elaboración del presupuesto: el principio de prohibición de déficit.
Este principio se regula en el artículo 165.4 del RDL 2/2004, que establece: «Cada uno de los
presupuestos que se integran en el presupuesto general deberá aprobarse sin déficit inicial».
De acuerdo con este principio, el total de los ingresos de las Entidades Locales debe ser igual (o
superior) al conjunto de los gastos, tal y como se muestra en la Figura 1:
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a) Los ingresos por enajenación de bienes (capítulo 6 del presupuesto de ingresos), deben
destinarse a financiar gastos de inversión (capítulos 6 y 7 del presupuesto de gastos). (Art. 5
del RDL 2/2004).
b) Los ingresos por contribuciones especiales (conceptos 350 y 351), deben destinarse a
financiar la obra o puesta en funcionamiento del servicio por el que se exijan (capítulo 6 del
presupuesto de gastos). (Art. 29 del RDL 2/2004).
c) Los ingresos por subvenciones finalistas deben destinarse a la finalidad para la que se
conceden (las del capítulo 7 del presupuesto de ingresos, al capítulo 6 del presupuesto de
gastos). (Art. 40 RDL 2/2004).
d) Los ingresos por operaciones de crédito (capítulo 9), deben destinarse a financiar gastos de
inversión (capítulos 6 del presupuesto de gastos). (Art. 49 RDL 2/2004).
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Dentro de la segunda categoría, estarían aquellos gastos que, sin ser obligatorios por Ley, si lo
son para la entidad local en virtud de sus obligaciones contractuales. Entre ellos destacan por su
cuantía los gastos del personal funcionario de carrera, dado que los funcionarios en virtud de su
nombramiento tienen derecho al desempeño de su puesto de trabajo y por tanto la entidad local
tiene la obligación de incluir en los Presupuestos anuales sus retribuciones. También se incluirían
en esta categoría los gastos correspondientes a contratos plurianuales, es decir, aquellos
contratos celebrados por la entidad local con una duración plurianual y que por tanto la entidad
local tiene la obligación de cumplir y presupuestar en durante toda la duración del contrato.
Finalmente, se incluirán los gastos de amortización e intereses de las operaciones de crédito
concertadas por la entidad local.
Como se ha dicho anteriormente, la existencia de estos compromisos de gastos plurianual debe
ser necesariamente tenida en cuenta por la entidad local en el momento de elaborar sus
presupuestos anuales, al objeto de recoger en el presupuesto los créditos necesarios para el
cumplimiento de estas obligaciones.
Esto supone que, al iniciar la elaboración del nuevo presupuesto, una parte sustancial del mismo
ya este comprometido y por tanto la entidad no pueda decidir sobre ella, sino que debe limitarse a
consignar en el presupuesto los créditos necesarios para la cobertura de estos gastos,
aumentándolos (o reduciéndolos) en el porcentaje correspondiente al incremento (o reducción)
del gasto esperado y por tanto mediante el uso de la técnica meramente incrementalista.
Dentro de esta categoría de gastos obligatorios estarían:
• Gran parte de los gastos del capítulo 1 «Gastos de personal»; retribuciones de los
funcionarios, del personal laboral fijo, cuotas de la seguridad social, etc.
• Dentro del capítulo 2 «Gastos corrientes en bienes y servicios» todos los gastos
correspondientes a contratos referidos a servicios obligatorios y/o contratos plurianuales.
• Del capítulo 3 «Gastos financieros», los intereses referidos a operaciones de crédito en vigor.
• Del capítulo 6 «Inversiones reales», las obras y proyectos que tengan carácter plurianual.
Como puede observarse, una parte cuantitativamente muy importante del presupuesto está
comprometida desde el inicio del ejercicio y por tanto como se ha dicho no depende de la toma de
decisiones de la entidad local, sin perjuicio de que esa toma de decisiones sí afecte, especialmente
en el caso de los servicios de prestación obligatoria, a la posibilidad de aumentar o disminuir
parcialmente el gasto destinado a estos servicios.
Así, por ejemplo, en el caso de uno de los principales servicios municipales, la recogida de
basuras, si el mismo se presta mediante contrato con una empresa de servicios durante el período
de duración del contrato la capacidad de decisión de la entidad local en el momento de elaborar el
presupuesto es muy escasa, dado que deberá limitarse a consignar en el presupuesto del ejercicio
las cantidades acordadas para cada año en el contrato. Sin embargo, cuando se produzca la
finalización del contrato y haya que licitar un nuevo contrato la entidad local si tendrá la
posibilidad de tomar una decisión sobre incrementar o reducir parcialmente las prestaciones del
contrato y por tanto el importe del servicio, es decir, no tendrá capacidad de decisión para
suprimir totalmente el crédito presupuestario pero si para incrementar o reducir parcialmente el
importe que se incluya en el presupuesto.
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Una vez incluidos en el proyecto de presupuesto los créditos destinados a cumplir estas
obligaciones de la entidad local, que pueden suponer más del 50% del importe total del
presupuesto, existirá una diferencia entre los ingresos que se prevé obtener y los gastos
obligatorios. Sobre esta diferencia es sobre la que la entidad local tiene capacidad de decidir su
uso o destino, y por tanto es para esta toma de decisiones para la que la entidad local debería
utilizar la técnica del presupuesto por programas, u otra técnica presupuestaria que permita
realizar una adecuada planificación económico-financiera.
En consecuencia, el proceso de elaboración del presupuesto de las Entidades Locales en la
práctica tiende a un sistema híbrido entre la técnica incrementalista, respecto a los gastos de
carácter obligatorio sobre los que no tiene capacidad de decisión, y la técnica del presupuesto por
programas respecto a los gastos de carácter voluntario, sobre los que sí puede realizar una toma
de decisiones respecto a que gastos ejecutar.
4. Equilibrio presupuestario y déficit presupuestario
Una de las grandes paradojas del régimen presupuestario local es cómo es posible que partiendo
de un Presupuesto equilibrado por exigencia legal (es decir, con unos ingresos iguales o
superiores a los gastos) y no pudiendo gastar más de lo previsto en el Presupuesto, finalmente
muchas Entidades Locales al final del ejercicio liquiden esos mismos Presupuestos con déficit
presupuestario, es decir, habiendo ejecutado más gastos que ingresos.
Tal y como señala la Ley Orgánica de Estabilidad Presupuestaria y Sostenibilidad Financiera en su
Preámbulo, en el año 2008 se inició una crisis económica de alcance mundial, especialmente
severa en el ámbito europeo, cuyos efectos se vieron agravados en nuestra economía debido a la
elevada tasa de desempleo, la más alta entre los países de la OCDE. El fuerte deterioro de las
finanzas públicas registrado desde ese año, agotó rápidamente los márgenes de maniobra de la
política fiscal, obligando a practicar un fuerte ajuste que permitiese recuperar la senda hacia el
equilibrio presupuestario y cumplir los compromisos de España con la Unión Europea.
Esta crisis económica en España afectó especialmente a las Haciendas Locales, debido a que la
crisis en nuestro país fue en gran medida una crisis del sector inmobiliario, que redujo
drásticamente su actividad (11) . Dada la dependencia que el sistema tributario local tiene
respecto a la actividad inmobiliaria esta crisis se tradujo inmediatamente en una congelación de
los ingresos locales (los ingresos corrientes de las entidades se redujeron de 62.772 millones de
euros en 2008 a 62.138 millones de euros en 2011) lo que, dada la rigidez a la baja del gasto
público local (los gastos corrientes pasaron en ese mismo período de 52.741 millones de euros en
2007 a 55.053 millones de euros en 2011), se tradujo en que muchas Entidades Locales entrasen
en situación de déficit presupuestario y en un empeoramiento del período medio de pago a los
proveedores (12) .
Los datos en términos agregados ponen de manifiesto que los ingresos corrientes seguían siendo
superiores a los gastos corrientes, aunque en esos cuatro años ese margen había disminuido en
3.000 millones de euros. Sin embargo, individualmente se produjeron grandes diferencias entre
Ayuntamientos, de manera que en algunos Ayuntamientos la reducción de los ingresos produjo un
fuerte crecimiento del déficit presupuestario y del período de pago a proveedores (que en muchas
ocasiones tardaban años en cobrar sus servicios), lo que hizo que el Gobierno de la Nación
aprobase tres planes extraordinarios de pago a proveedores de las Entidades Locales, en los años
2009, 2012 y 2013 (RDL 5/2009; RDL 4/2012; RDL 4/2013 y RDL 8/2013). Solo en los planes de
pago a proveedores de los años 2012 y 2013 se beneficiaron 3.964 Entidades Locales, pagándose
por dicho Fondo 2.097.357 facturas de 123.733 proveedores, por importe total de 11.563
millones de euros. Sumando las cantidades abonadas con el Fondo de Ordenación y el Fondo de
Impulso Económico en los años posteriores, en el período 2012-2018 con los fondos de pagos a
proveedores de las Entidades Locales se han abonado 18.778 millones de euros (13) .
Esta situación puso claramente de manifiesto la paradoja señalada anteriormente: cómo es
posible que partiendo de un presupuesto equilibrado, y no siendo posible que los gastos excedan
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de las cantidades consignadas en el presupuesto, al final del ejercicio los gastos hayan sido
superiores a los ingresos y la entidad local liquide con déficit el ejercicio.
Es evidente que en la ecuación Gastos=Ingresos hay una parte que falla; si se parte de un
presupuesto equilibrado no debería ser posible que al final del ejercicio los gastos superasen a los
ingresos.
También es evidente que el fallo no pueden venir por el lado de los gastos, dado que ahí el RDL
2/2004 es taxativo (art. 162): «Los presupuestos generales de las Entidades Locales constituyen
la expresión cifrada, conjunta y sistemática de las obligaciones que como máximo puede
reconocer la entidad, y sus organismos autónomos (…) durante el correspondiente ejercicio».
Conforme a este artículo de la Ley, no es posible que durante el ejercicio la entidad local ejecute
gastos por encima los previstos en el presupuesto (14) , por lo que el déficit no se puede generar
por el lado de los gastos. Es más, en la práctica los gastos ejecutados por las Entidades Locales
nunca alcanzan el total previsto en el presupuesto (la liquidación del ejercicio 2016 pone de
manifiesto que, en términos agregados, las Entidades Locales ejecutaron únicamente el 84,00%
del Presupuesto (15) ).
Admitiendo que el elemento que falla de la ecuación no pueden ser los gastos, necesariamente el
problema debe venir por los ingreso, y más concretamente por las previsiones de ingresos.
Efectivamente, la generación de déficit presupuestario se produce porque las previsiones de
ingresos recogidas en el presupuesto sean superiores a los ingresos efectivamente realizables
durante el ejercicio (coloquialmente, que las previsiones de ingresos estén infladas, voluntaria o
involuntariamente). De otro modo, dada la regulación del presupuesto y del equilibrio
presupuestario, la generación de déficit presupuestario de las Entidades Locales al final del
ejercicio necesariamente tiene que producirse porque los ingresos efectivos del año no hayan
alcanzado los previstos en el presupuesto, es decir, porque las previsiones del presupuesto fuesen
superiores a los ingresos reales de la entidad local.
De este análisis se obtiene una conclusión automática: el momento clave para evitar el déficit
presupuestario es el de la elaboración del presupuesto y, dentro del proceso de elaboración del
presupuesto, la clave es la estimación de los ingresos. Una estimación correcta de los ingresos en
el presupuesto garantiza liquidar el ejercicio en equilibrio, es decir, impide la obtención de
resultados presupuestarios negativos.
Como ejemplo de esta situación, vamos a analizar la evolución de los ingresos corrientes previstos
y efectivamente realizados en el período 2006-2015, y la evolución del resultado por operaciones
corrientes del ejercicio en el mismo periodo (16) .
Así, el porcentaje de realización de los ingresos corrientes en el período 2006-2015 (derechos
reconocidos netos/previsiones definitivas) presenta los siguientes valores:
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Si analizamos la evolución del resultado presupuestario del ejercicio de las Entidades Locales,
para el mismo período, obtenemos la siguiente tabla:
Como se observa en los gráficos anteriores, el resultado por operaciones corrientes del ejercicio y
el porcentaje de realización de las previsiones de ingresos presentan una evolución paralela en el
tiempo, lo que viene a corroborar que, tal y como se ha indicado anteriormente, un elemento
esencial para garantizar la obtención de equilibrios presupuestarios es una estimación correcta de
las previsiones de ingresos en el presupuesto, de manera que las previsiones de ingresos sean
realistas y permitan que los ingresos presupuestados se traduzcan en ingresos efectivamente
realizados durante el ejercicio.
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• Los ingresos que se prevén liquidar en el ejercicio corriente y en los tres ejercicio siguientes,
detallados por tipo de ingreso (ingresos corrientes, ingresos de capital no financieros e ingresos
financieros) y por capítulos, y detallando asimismo las previsiones de los principales ingresos
locales (impuestos y participación en los tributos del Estado), indicando la tasa de variación de
un ejercicio respecto al anterior.
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De cada una de estas previsiones de ingresos la entidad local deberá detallar que variaciones se
producen por la propia evolución tendencial y cuales por decisiones políticas (variaciones de tipo
de gravamen, programas de inspección, etc.).
• Los gastos que se prevén ejecutar en el ejercicio corriente y en los tres ejercicios siguientes,
detallados por tipo de gastos (gastos corrientes, gastos de capital no financieros y gastos
financieros) y por capítulos.
De cada una de estas previsiones de gastos la entidad local deberá detallar que variaciones se
producen por la propia evolución tendencial y cuales por decisiones políticas (variaciones de tipo
de gravamen, programas de inspección, etc.).
• Los diferentes saldos presupuestarios así como la previsión de cumplimiento de las tres reglas
fiscales, tanto en el ejercicio corriente como en cada uno de los tres ejercicios siguientes:
estabilidad presupuestaria (previsión de la capacidad de financiación), sostenibilidad financiera
(previsión del importe de la deuda viva y porcentaje de endeudamiento) y regla de gasto
(previsión de su cumplimiento o incumplimiento).
Estos Planes Presupuestarios a Medio Plazo, o Marcos Presupuestarios, se configuran como una
herramienta esencial para la planificación de la actividad económico-financiera de la entidad local
a medio plazo.
Sin embargo, como puede observarse la información que se debe remitir al Ministerio de Hacienda
no requiere necesariamente que se realice una planificación, sino que es suficiente con realizar
unas estimaciones de gastos e ingresos para tres años mediante la técnica incrementalista
(aplicando unos porcentaje de incremento anual mayores o menores) que no necesita una
planificación previa.
Por tanto, aunque no sea imprescindible para la elaboración del Plan Presupuestario a Medio
Plazo, para que este sea verdaderamente útil debe ser la propia entidad local la que para elaborar
estas previsiones realice previamente un esfuerzo de planificación, es decir, realice previamente
una planificación de cuáles son sus objetivos a medio plazo, de cuántos recursos económicos va a
disponer, cuáles son los programas que se van a desarrollar para conseguir esos objetivos, y que
gastos se van a ejecutar en esos programas. Una vez realizada esta planificación, el Plan
Presupuestario a Medio Plazo reflejara las cifras agregadas que resulten de estas actuaciones
previas de planificación.
De esta manera, la elaboración de los Planes Presupuestarios a Medio plazo suponen una
oportunidad para utilizar el Presupuesto de las Entidades Locales como una herramienta para la
planificación económico financiera a medio plazo y una gestión más eficaz y eficiente de los
recursos públicos, pero para eso es necesario que existe voluntad de la entidad local, dado que si
se limita simplemente a realizar unas previsiones de gastos e ingresos mediante técnica
incrementalista, el Plan Presupuestario a Medio Plazo perdería esta función.
En resumen, la utilización del presupuesto como herramienta de planificación no se puede
conseguir únicamente mediante cambios normativos o exigencias de planes e información a las
Entidades Locales, ya que siempre existirá la posibilidad de elaborar dicha información sin realizar
una verdadera planificación previa.
Por el contrario, el elemento esencial para la efectiva utilización del Presupuesto como
herramienta de planificación de la actividad económica es el cambio de mentalidad de la propia la
entidad local, superando la concepción tradicional del presupuesto como un simple mecanismo de
control de gastos e ingresos y concibiéndolo como un verdadero plan a medio plazo en el que,
partiendo del análisis de los problemas del municipio y los objetivos que se fija el gobierno para
superarlos, se seleccionen los programas y actuaciones más adecuados (entre varios alternativos)
para la consecución de esos objetivos y se realice un seguimiento del grado de cumplimiento de
los objetivos previstos, analizando las desviaciones entre los objetivos previstos y los resultados
obtenidos objetivos y las causas de estas desviaciones.
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(1)
Existen abundantes publicaciones sobre la aplicación del presupuesto por programas en la administración
española. En este artículo citaremos dos de ellas: piña garrido, M.D. (2004) «La presupuestación por
Programas en la Administración Local de la Rioja». Revista electrónica del departamento de derecho de la
Universidad de La Rioja REDUR, n.o 2, p. 123-142 y Génova Galván, A. (2017) «La presupuestación por
programas en Canarias. Una experiencia no empezada». Hacienda Canaria, n.o 46, p. 37-54.
(2)
Piña Garrido, M.D. (2004) Op. Cit; Génova Galván, A. (2017). Op. Cit.
(3)
Génova Galván, A. (2017). Op. Cit.
(4)
Génova Galván, A. (2017). Op. Cit.
(5)
A modo de ejemplo, el «Informe de las Cuentas Generales de las Entidades Locales» del ejercicio 2016,
aprobado por la Cámara de Cuentas de la Comunidad de Madrid pone de manifiesto que de las 16
Entidades Locales de más de 50.000 habitantes que habían rendido la Cuenta General del año 2016, 7 de
ellas no habían incluido la Memoria del grado de cumplimiento de los objetivos programados (pese a la
obligación establecida por el artículo 211 del RDL 2/2004). Considerando que, sin duda, según se reduzca
la población de los municipios será menor el grado de seguimiento del cumplimiento de los objetivos, se
pone de manifiesto la ausencia generalizada de dicho seguimiento del cumplimiento de los objetivos
programados en el ámbito local. (http://www.camaradecuentasmadrid.org/admin/uploads/aprobado-cjo-
260418.pdf)
(6)
Piña Garrido, M.D. (2004) Op. Cit
(7)
En este análisis prescindiremos del Capítulo 8 «Activos financieros» debido a su poca importancia
cuantitativa y a que se trata de capítulos que, habitualmente, tienden a equilibrar sus importes entre
gastos e ingresos, y por tanto no afectan al equilibrio general del presupuesto.
Según los datos del Ministerio de Hacienda y Función Pública, en la liquidación del ejercicio 2016 de las
Entidades Locales las obligaciones reconocidas netas del capítulo 8 suponían el 1,1% del total obligaciones
reconocidas netas de las Entidades Locales y los derechos reconocidos netos del capítulo 8 suponían el
0,7% del total derechos reconocidos netos de las Entidades Locales.
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(8)
Sobre esta diferencia deben realizarse varios ajustes de Contabilidad Nacional, que no son objeto de este
artículo, y sobre los que existen múltiples publicaciones. Por mi parte los analice detalladamente en
Palacios Albarsanz, L.M. (2015) «La Liquidación del Presupuesto». Contabilidad Pública Local. Centro de
Estudios Financieros.
(9)
Fuente: Ministerio de Hacienda y Función Pública.
http://www.hacienda.gob.es/Documentacion/Publico/CDI/Estabilidad%20Presupuestaria/Serie
%20Objetivos%20EP.xls
(10)
El cálculo de la regla de gasto y su ajuste también se analiza en Palacios Albarsanz, L.M. (2015)Op. Cit.
(11)
Un análisis de la evolución del sector inmobiliario a partir de la crisis de 2008, se realiza en Otero Moreno,
Marta Y Blanco Garcia Lomas, Joaquín (2014). «El sector inmobiliario en España»- Instituto de Estudios
Económicos. https://www.ieemadrid.es/wp-content/uploads/El-sector-inmobiliario-en-España.pdf
(12)
Fuente: Ministerio de Hacienda y Función Pública.
https://serviciostelematicosext.minhap.gob.es/SGCAL/CONPREL.
(13)
Fuente: Presupuestos Generales del Estado 2018.
(14)
Vamos a prescindir en este análisis de las «Obligaciones pendientes de aplicar a Presupuesto» que se
recogen en la cuenta 413 del Plan Contable y que dada su propia naturaleza deberían tener carácter
absolutamente excepcional.
(15)
Fuente: Ministerio de Hacienda y Función Pública. Para un análisis de la inejecución del presupuesto,
aunque referido a los Presupuestos Generales del Estado, puede verse Edo Hernadez, V. (2012) «Los
programas presupuestarios del estado en España: metodología y análisis de las desviaciones
presupuestarias (1990-2009)». Auditoría Pública. n. 56, p. 95-110.
o
(16)
Fuente: Ministerio de Hacienda y Función Pública. Se ha utilizado el resultado por operaciones corrientes
en lugar del resultado presupuestario del ejercicio, porque este último se ve afectado en los años 2009,
2012 y 2013 por los diferentes fondos estatales de financiación extraordinaria de las Entidades Locales
(RDL 5/2009, RDL 4/2012, RDL 4/2013 y RDL 8/2013), que distorsionan los resultados presupuestarios
totales de esos años. Sin embargo, los fondos de pago a proveedores no afectan al resultado corriente del
ejercicio.
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Análisis
Normativa aplicada
Normativa comentada
Directiva 2011/85/UE de 8 Nov. (requisitos aplicables a los marcos
presupuestarios de los Estados miembros)
LO 2/2012 de 27 Abr. (estabilidad presupuestaria y sostenibilidad financiera)
CAPÍTULO II. Principios generales
Artículo 3. Principio de estabilidad presupuestaria.
CAPÍTULO III. Estabilidad presupuestaria y sostenibilidad financiera
Artículo 12. Regla de gasto.
CAPÍTULO VI. Gestión presupuestaria
Artículo 29. Plan presupuestario a medio plazo.
L 7/1985 de 2 Abr. (bases del Régimen Local)
TÍTULO II. El Municipio
CAPÍTULO III. Competencias
Artículo 26
TÍTULO X. Régimen de organización de los municipios de gran población
CAPÍTULO III. Gestión económico-financiera
Artículo 133. Criterios de la gestión económico-financiera.
L 44/1983 de 28 Dic. (Presupuestos Generales del Estado para 1984)
RDLeg. 2/2004 de 5 Mar. (TR Ley Reguladora de las Haciendas Locales)
TEXTO REFUNDIDO DE LA LEY REGULADORA DE LAS HACIENDAS LOCALES
TÍTULO I. Recursos de las haciendas locales
CAPÍTULO II. Ingresos de derecho privado
Artículo 5. Limitación de destino.
CAPÍTULO III. Tributos
SECCIÓN 2.ª. IMPOSICIÓN Y ORDENACIÓN DE TRIBUTOS
LOCALES
Artículo 18. Interesados a los efectos de reclamar contra
acuerdos provisionales.
SECCIÓN 4.ª. CONTRIBUCIONES ESPECIALES
SUBSECCIÓN 1.ª. Hecho imponible
Artículo 29. Obras y servicios públicos locales.
CAPÍTULO V. Subvenciones
Artículo 40. Subvenciones.
CAPÍTULO VII. Operaciones de crédito
Artículo 49. Finalidad, instrumentos y garantías reales y
financieras.
TÍTULO VI. Presupuesto y gasto público
CAPÍTULO I. De los presupuestos
SECCIÓN 1.ª. CONTENIDO Y APROBACIÓN
Artículo 162. Definición.
Artículo 165. Contenido de los presupuestos integrantes
del presupuesto general.
4.
Artículo 168. Procedimiento de elaboración y aprobación
inicial.
CAPÍTULO III. De la contabilidad
SECCIÓN 2.ª. ESTADOS DE CUENTAS ANUALES DE LAS
ENTIDADES LOCALES
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23/11/2018
Voces
Presupuestos
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