DE SENTIRNOS FAMILIA
CELEBRANDO EL DON
DE SENTIRNOS FAMILIA
Monición
El tiempo de Navidad nos ofrece todos los años la oportunidad de celebrar a
la Sagrada Familia. Una fiesta hermosa que celebra también a toda familia
humana, «sueño de Dios para su amada creación» (Papa Francisco). Es
navidad. María, José y Jesús, en quien hemos comprendido la fragilidad en la
que se desvela el Misterio de Dios, son la escuela para aprender y vivir el
amor. La familia es escuela para la vida, y hemos de optar por hacer que esa
escuela siga viva. Quienes han bebido en su fuente las primeras aguas de la
fe y los valores del evangelio, saben que el calor del hogar es insustituible. Es
por esto que nos encontramos reunidos para celebrar el don de estar en
familia, una familia inspirada en la experiencia de la Sagrada Familia de
Nazaret, que se extiende más allá de los vínculos de Sangre ya que nos une
los vínculos del Espíritu del Señor. Agradecemos a Dios, este compartir
fraterno que nos permite orar por cada una de nuestros hogares y a su vez
nos acerca más a la familia congregacional.
Lector 2: La Familia de Nazaret, aquella escogida por Dios mismo para que
nazca su Hijo, no se libró de las dificultades, angustias, carencias y dolores
que toda familia experimenta. José y María conocieron muy bien esas
circunstancias y eso debe ser un aliento para comprender con ojos de fe las
dificultades que nos tocan vivir, para confiar en Dios y para pedirles a ellos
que nos ayuden.
Dinámica:
1. Todo padre en dificultades puede rezarle a José sabiendo que él
también fue curtido en ellas.
2. Toda madre puede dirigirse a María confiando en que Ella vivió sus
propias penurias y sabrá entenderla y hacer todo lo posible por
ayudarla.
Monitora: El Padre Luis nos habla de la Sagrada Familia y del nacimiento del
Niño Jesús para hacernos comprender lo trascendental de este
acontecimiento y lo necesario que es resaltar la figura de esta Familia Santa
como modelo de todas las familias: (se pueden realizar de forma libre…)
“Verdaderamente que, si la fe no nos lo enseñase, no pudiéramos
imaginar, amadísimos hijos, que llegara a tanto el amor de Dios por sus
criaturas, que se identificara con ellas hasta vestirse de su misma
naturaleza, y sujetarse a las privaciones y pobreza con que le
contemplamos en su nacimiento y durante toda su vida”. (OCLA 514)
“Si los individuos que componen las familias cumpliesen fielmente,
amados hijos, los respectivos deberes que el Señor les impone, fijando
para ello su mirada en la familia de Nazaret, modelo que les presenta
para su imitación, qué dicha, qué paz, y que felicidad se gozarían en el
mundo, y cómo influirían estas familias aún en el progreso material de la
sociedad…” (OCLA 1096)
… Sólo, amados hijos, volviendo a Jesucristo y practicando su doctrina
santa podrán tener cura los males de nuestra sociedad. Fijad todos bien
la vista en el modelo que el Padre Eterno nos presenta a todos en la
Sagrada Familia de Nazaret para su imitación. Los jóvenes aprended del
Niño Jesús la sumisión y obediencia con que se sujetó a: María y a José:
Las madres imitad de la Santísima Virgen su recogimiento, laboriosidad
y omnímoda dependencia del Patriarca S. José. Y vosotros, padres de
familia, seguid las huellas del santo Patriarca en su desvelo y solicitud
paternal para cumplir la altísima misión que el Señor le confiara como
jefe de la Sagrada Familia. (OCLA 1102)
Monitora: La Sagrada Familia nos habla de todo aquello que cada familia
anhela auténtica y profundamente, puesto que desde la intensa comunión
hay una total entrega amorosa por parte de cada miembro de la familia santa
elevando cada acto generoso hacia Dios, como el aroma del incienso, para
darle gloria.