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EFECTOS DE LA MOXIBUSTIÓN EN INMUNODEFICIENCIAS

OBJETIVOS:

Demostrar que la utilizacioó n de la moxibustioó n en los puntos BL 23 (Shenshu), GV 4 (Mingmen),


aó rea que abarca del CV 4 (Guanyuan) al CV 6 (Qihai) con el BL 43 (Gaohuangshu), el ST 36
(Zusanli) y el CV 12 (Zhongwang), elevan el Qi, nutren la sangre y la energíóa y estimulan el sistema
inmunitario.

INTRODUCCIÓN:

INMUNIDAD DESDE LA FISIOLOGÍA MÉDICA

Antes de comenzar a hablar sobre el efecto de la moxibustioó n en inmunodeficiencias, veamos el


concepto de inmunidad.
Llamamos inmunidad (del lat.: privilegio de exencioó n o “estar libre”) a la resistencia de un
organismo vivo frente a una enfermedad o proceso infeccioso.
La inmunidad adquirida activa se obtiene cuando se ha dado una exposicioó n a la infeccioó n (o se
ha vacunado) y se han producido anticuerpos especíóficos y ceó lulas con memoria inmunoloó gica, que
generan una resistencia a infecciones posteriores del mismo tipo.
La inmunidad pasiva adquirida es de corta duracioó n y se produce cuando se administran
anticuerpos especíóficos.
El sistema inmunitario protege al organismo de una amplia variedad de agentes infecciosos; es
capaz de reconocer a los componentes de un agente patoó geno para iniciar luego una serie de
respuestas destinadas a eliminarlo. Las caracteríósticas fundamentales de estas respuestas son la
especificidad y la memoria, que dan lugar a dos tipos de sistema de defensa: la inmunidad
humoral, respuesta inmunitaria mediada por anticuerpos, y la inmunidad celular, respuesta
mediada por ceó lulas.
El sistema de defensa humoral, mediado por los linfocitos B, produce anticuerpos circulantes en
la fraccioó n globulina-gamma de las proteíónas plasmaó ticas. Los anticuerpos son proteíónas
producidas por los linfocitos de tipo B en presencia de antígenos (moleó culas que el cuerpo
detecta como posibles peligros); circulan por la sangre y atacan y neutralizan a los antíógenos. La
inmunidad humoral es la principal defensa contra las infecciones bacterianas que son el resultado
de los antíógenos circulantes transportados en las inmunoglobulinas IgA, IgG e IgM.
El sistema de defensa celular es mediado por los linfocitos T, elementos claves del sistema
inmunitario.
Los linfocitos son ceó lulas efectoras de las respuestas inmunoloó gicas a los antíógenos, es decir a
sustancias no reconocidas como propias y que, por lo tanto, provocan reacciones destinadas a
neutralizar o destruir lo “no propio”.
Las respuestas inmunoloó gicas desempenñ an un papel fundamental en la proteccioó n del organismo
contra la invasioó n de los microorganismos. Ellas proporcionan tambieó n un mecanismo de
vigilancia contra el desarrollo de tumores malignos por las ceó lulas que los atacan.

Para llevar a cabo sus funciones, el sistema inmunitario debe poder distinguir entre los
componentes de su propio cuerpo y los que pueden ser perjudiciales. Este objetivo se consigue por
la interaccioó n de antíógenos y anticuerpos y de antíógenos y receptores de superficie de las ceó lulas T
denominadas “células de ayuda”. Las ceó lulas T estimulan un segundo tipo de ceó lulas
denominadas “citotóxicas” o “células asesinas”, que atacan a la ceó lula portadora del antíógeno. De
esta forma pueden destruir tejidos invadidos por virus paraó sitos o que estaó n sufriendo cambios
cancerosos. Tambieó n actuó an sobre ceó lulas de tejidos que han sido trasplantados, causando el
rechazo del trasplante, y tambieó n en las reacciones aleó rgicas retardadas.
Las ceó lulas del cuerpo poseen marcadores de superficie que el sistema inmunitario reconoce como
propios. Es por ello que no los ataca. Todo antíógeno no reconocido como propio es considerado por
el sistema inmunitario como extranñ o, y por lo tanto susceptible de ser atacado.
En las enfermedades autoinmunes, el sistema produce anticuerpos (denominados
autoanticuerpos) que se dirigen contra las ceó lulas del propio organismo, ocasionando a menudo
graves consecuencias.
En los mamíóferos, este sistema tiene la notable capacidad de producir anticuerpos contra muchos
millones de agentes extranñ os distintos que pueden invadir al cuerpo. Los anticuerpos matan a los
invasores de diferentes maneras. Ademaó s, el sistema inmunitario “recuerda”, y una segunda
exposicioó n a una sustancia extranñ a origina una respuesta maó s raó pida y mayor, ya que las ceó lulas B
y T de “memoria”, han sido expuestas a un antíógeno y se convierten raó pidamente en ceó lulas
efectoras por un encuentro ulterior con un mismo antíógeno. A diferencia de otros linfocitos, estas
persisten en el cuerpo durante meses e incluso anñ os.
El nuó mero de antíógenos distintos reconocidos por linfocitos en el cuerpo es extremadamente
grande. La capacidad de reconocimiento es innata y se desarrolla sin exposicioó n al antíógeno.

Durante el desarrollo fetal, los precursores de los linfocitos proceden de la meó dula oó sea. Los que
pueblan al timo se transforman en los linfocitos que se encargan de la inmunidad celular
(linfocitos T).
Despueó s del nacimiento se forman algunos linfocitos en la meó dula oó sea, pero en su mayoríóa
proceden de los ganglios linfaó ticos, timo y bazo, a partir de ceó lulas precursoras que procedieron,
originalmente, de la meó dula oó sea.

Normalmente, el sistema inmunoloó gico distingue perfectamente lo propio de lo extranñ o. La


evidencia actual indica que ciertas ceó lulas B y T en desarrollo forman anticuerpos y receptores
contra los antíógenos propios.
En ocasiones, fallan los procesos que eliminan los anticuerpos contra los antíógenos propios y esto
produce una gran variedad de diferentes enfermedades autoinmunitarias.
Se han descrito mas de 50 síóndromes de inmunodeficiencia debidos a anormalidades en la funcioó n
de las ceó lulas inmunoloó gicas, que van desde un aumento moderado en la incidencia de infecciones
hasta trastornos severos, usualmente fatales.
Cuando el sistema no puede distinguir lo propio de lo extranñ o, podemos decir que se apartoó de su
naturaleza.

Hemos hablado en forma concisa de inmunidad, que representa en nuestro organismo el sistema
de proteccioó n.
Dijimos que son los linfocitos los que tienen un papel preponderante dentro de este sistema y
mencionamos que en la etapa prenatal se originan en la meó dula oó sea y que luego del nacimiento la
formacioó n de linfocitos procede del timo, los ganglios linfaó ticos y el bazo.

Los invito a hacer una lectura desde la Medicina Tradicional China.

LA MEDICINA TRADICIONAL CHINA Y LA INMUNIDAD

Para la MTC, la salud es movimiento permanente y equilibrio del yin y del yang. Estar “en” y “con”
la Naturaleza de todas las cosas. Es adaptacioó n del organismo a los cambios y transformacioó n del
proceso de enfermedad en salud.
En MTC hablamos de sistemas de proteccioó n que el organismo dispone para la lucha contra
agentes patoó genos exoó genos, por ejemplo síóndromes invasioó n por fríóo, calor, viento, etc.
Cuando hablamos de weiqi, nos referirnos al sistema de Energíóa de Proteccioó n Externa que
recorre y se distribuye en la piel, las cuatro extremidades y dentro de los oó rganos y víósceras y que
circula generalmente fuera de los vasos. Se origina en el Estoó mago y el Bazo y tiene la funcioó n de
nutrir y calentar tanto el interior como el exterior, proteger la superficie, combatir la energíóa
patoó gena externa, nutrir la regioó n subcutaó nea (cou li) y abrir y cerrar los orificios sudoríóparos con
el fin de proteger al cuerpo de los factores patoó genos exoó genos. Por tal motivo se llama Qi
Defensivo.
Deficiencias o excesos en meridianos de Estoó mago y Bazo pueden alterar la energíóa vital y el weiqi
con la consecuente caíóda del sistema de proteccioó n externa.

Si bien hacer una comparacioó n entre la Medicina Tradicional China y la Medicina Occidental, a
nivel inmunoloó gico, resulta complejo debido a los aspectos diferentes de observacioó n de uno y otro
abordaje, el paralelismo puede lograrse gracias a la complementariedad de los enfoques.

En la etapa embrionaria, la energíóa que predomina es la energíóa esencial, jing qi, la que al
plasmarse en la energíóa jing esencial del hombre y en la energíóa jing esencial de la mujer se
encargaraó primero de la formacioó n de un nuevo ser. A esta parte se la conoce como energíóa
esencial o ancestral (xian tian zhi qi).
Despueó s de la unioó n, esta energíóa se encargaraó de todos los procesos de crecimiento y desarrollo,
tanto a nivel intrauterino como extrauterino. Seraó el principal elemento para la capacidad de
mantener la preservacioó n de la especie a traveó s de dar maduracioó n y buen funcionamiento a los
oó rganos sexuales. El envejecimiento estaó en estrecha relacioó n con la disminucioó n de la energíóa
esencial, jing qi.
Por otra parte, la energíóa jing esencial tambieó n incluye a la parte maó s sustancial, maó s pura de los
alimentos en la etapa extrauterina; a esto se le conoce como energíóa esencial adquirida (hou tian
zhi qi).
Esta energíóa intrauterina se “atesora”, a partir del nacimiento, en los Rinñ ones. Asíó como la energíóa
vital postnatal se “atesora” en el Estoó mago.
Todo lo cual significa que a partir del nacimiento, la energíóa esencial-ancestral capaz de mantener
la especie y que rige los procesos de crecimiento, desarrollo y envejecimiento, se albergaraó en los
rinñ ones para ser utilizada, especialmente, en los momentos de transformacioó n de los procesos
naturales de un individuo.
Desde la fisiologíóa energeó tica, los Rinñ ones estaó n íóntimamente ligados a los huesos, al cerebro
(como “Mar de la Meó dula”, que es nutrida por la esencia del rinñ oó n) y al crecimiento. La esencia de
los Rinñ ones son “la raíóz” primaria de nuestra energíóa.
Decíóamos que:
Durante el desarrollo fetal, los precursores de los linfocitos proceden de la meó dula oó sea. Con el
mismo criterio, para la MTC, es el Rinñ oó n, elemento “Agua”, el que nutre los huesos y produce la
meó dula en la etapa prenatal.

Por lo antedicho, podemos decir que en la etapa pre-natal es la energíóa y la esencia del Rinñ oó n la
que predomina en las funciones de crecimiento y desarrollo embrionario, y que en la etapa post-
natal interviene la energíóa del elemento “Tierra” que es Estoó mago y Bazo, correspondiente a la
energíóa vital o zheng qi, fruto de la estructura baó sica que mantiene la actividad vital del ser
humano a traveó s del aire, los alimentos y la esencia.
De esta forma, luego del nacimiento, el Bazo (junto con el Timo y Ganglios linfaó ticos), son los
productores de linfocitos.

MEDICINA OCCIDENTAL MEDICINA TRADICIONAL CHINA


ETAPA PRENATAL Linfocitos: proceden de la meó dula oó sea. Rinñ oó n: elemento “Agua”.
Rige los huesos y el cerebro (como “Mar de la
Meó dula”, nutrida por la esencia de rinñ oó n).
Rige el crecimiento, el desarrollo,
el envejecimiento y el buen funcionamiento
de los oó ganos sexuales.

ETAPA POST NATAL Linfocitos: proceden de ganglios linfaó ticos,Estoó mago y Bazo: elemento “Tierra”.
timo y bazo. Rigen el transporte y la transformacioó n de la
esencia y energíóa vital.

El elemento “Tierra”, Estoó mago y Bazo, son fundamentales en MTC para el desarrollo y buen
funcionamiento de la energíóa vital y del weiqi.
El stress y las enfermedades prolongadas causan vacíóo en el Bazo y agotamiento de la energíóa vital,
con la consecuente peó rdida de salud y deficiencia en la resistencia del organismo a combatir
enfermedades.
De esta misma forma, la memoria celular disminuye su capacidad de respuesta y el sistema
inmunoloó gico es alterado y atacado.

Al debilitarse el sistema defensivo, la energíóa vital (atesorada en el elemento tierra) se consume, y


si esta energíóa no es repuesta, el organismo con su capacidad de autorregulacioó n tomaraó lo que
necesite de “las reservas”, o sea de “la raíóz” (Rinñ oó n), que quedaraó tambieó n vulnerable acelerando
los procesos de envejecimiento por la consumicioó n de energíóa ancestral. Asíó apareceraó debilidad,
dolores lumbares, falta de nutricioó n a nivel cerebral, problemas en huesos y en la inmunidad.
Otra de las funciones fisioloó gicas energeó ticas referida a las emociones que guarda el Rinñ oó n es el
concepto de “zhi”: la Voluntad y el Valor. Si se consume la energíóa ancestral, ambas tambieó n
quedan disminuidas.
La voluntad y el valor remiten al instinto de conservacioó n del individuo y de la especie; es una
manifestacioó n de “zhi”, voluntad. Cuando esta capacidad del rinñ oó n para almacenar el zhi se pierde,
se deja de tener deseo por la vida y el enfermo se abandona a síó mismo, para aparecer la emocioó n
del rinñ oó n: el temor, el miedo o el paó nico (era motivo incluido de consulta).
Ya que se considera al rinñ oó n como sitio donde se almacena la energíóa ancestral, de “raíóz”,
proporcionada por los padres, y que la funcioó n de la energíóa ancestral consiste en alimentar el huo
zhen (el verdadero fuego, la flama que sostiene la vida), debemos mantener y atesorar ese fuego,
ya que es un pilar fundamental del sistema de proteccioó n y de alimento de la esencia. Al
extraviarlo, el paciente pierde la voluntad por mantener la vida.
Al alimentarlo, contribuimos a vivir en salud una larga vida.

MATERIAL Y MÉTODO:

Material:
Trabajo realizado sobre 50 pacientes con patologíóas inmunodeficientes. En todos los casos, los
pacientes se encontraban dentro de un marco de tratamiento alopaó tico convencional
(quimioterapia, antibioó ticos, retro virales, por ejemplo).

Corpus:
1) 25 pacientes con HIV cursando tratamiento alopaó tico claó sico (3TC, D4T, Nelfinavir; AZT, Kaletra
y Efavirens).
2) 5 pacientes con Enfermedad de Hashimoto (Enfermedad tiroidea autoinmune).
3) 10 pacientes con enfermedades oncoloó gicas (Mamas, Colon, Proó stata).
4) 10 pacientes con enfermedades infecciosas a repeticioó n.

El motivo de consulta de los 50 pacientes respondioó a un mismo cuadro general: gran agotamiento
psico-fíósico y falta de respuesta orgaó nica deseada al tratamiento alopaó tico, que conducíóa, en
general al aumento de las dosis de medicacioó n con los consecuentes efectos secundarios que
generaban un mayor estado de debilidad, astenia, voó mitos y depresioó n en algunos casos.

El pulso se mostraba deó bil, hilo profundo, lento o raó pido de acuerdo al estadíóo de su enfermedad y
al nivel de deficiencia de yin-yang, sangre (Xue), consumicioó n de líóquidos corporales y el tiempo
transcurrido de enfermedad.

En glosodiagnosis observamos una lengua delgada y paó lida (debido a la insuficiencia de sangre) o
delgada y roja en los casos de insuficiencia de yin avanzado.

Método:
Se utilizoó el meó todo de moxibustioó n indirecta, con cigarros de moxa del tipo Tai Yi, sobre los
siguientes puntos:
V23, Shenshu, Punto de Asentamiento de Rinñ oó n: fortalece cuadros de deficiencia de Rinñ oó n,
croó nicos. Refuerza “la Raíóz”.
TM 4, Mingmen, “Puerta de la Vida”: nutre las fuerzas del Yin y del Yang, que a manera de crisol
alquíómico, fortalecen la esencia del Rinñ oó n.
V 43, Gaohuangshu: “nutrimos y enriquecemos” la Sangre (XUE), indicado en anemias.
E 36, Zusanli, punto inmunoestimulante por excelencia, considerado en MTC como punto
“antibioó tico” dentro del sistema: eleva el yangqi y produce energíóa nutricia. Actuaríóa sobre los
linfocitos B.
RM12, Zhongwang, punto de influencia que domina los oó rganos Fu: estimula el Jiao Medio, lugar
donde se produce la transformacioó n y transporte de sustancias y nutrientes. Estimulante de la
energíóa vital.

El aó rea que abarca del CV 4 (Guanyuan) al CV6, (Qihai) fue ademaó s estimulada durante 10 minutos,
antes del mediodíóa, en forma diaria por los pacientes.
En grados avanzados de debilidad, se realizaron dos aplicaciones diarias y se duplicoó el tiempo de
estimulacioó n (20 minutos). Estimulando dicha aó rea se refuerza y tonifica el “Mar de la Energíóa” y
la “Puerta del Destino”, elevando (o ascendiendo) el Qi y nutriendo la energíóa vital y esencial.

RESULTADOS:

1 2 3 4
25 pacientes 5 pacientes con 10 pacientes 10 pacientes
con HIV Enfermedad de oncológicos infecciosas
Hashimoto recurrentes
Efectos de la 40 a 60% de Mejoríóa superior 40 a 70% de mejoríóDisminucioó
a n en la
moxibustión mejoríóa en el primer al 70% en el en el 70% de los periodicidad de
mes de tratamientoprimer mes pacientes. episodios en el 100%
(mejoríóa transitoriade tratamiento. Mejoramiento de lade los pacientes.
en consumidores calidad de vida del Remisioó n del 80% en
activos). 30% restante. 3 anñ os de tratamiento.

1) 25 pacientes con HIV


De los 25 pacientes con HIV, 10 eran adictos en recuperacioó n, 10 eran portadores (no adictos) y 5
eran consumidores activos durante el tratamiento.
El total de pacientes notoó mejoríóa de un 40 a un 60% en el primer mes de tratamiento, que
aumentoó al cabo de los siguientes 2 anñ os. La mejoríóa fue solo transitoria en los pacientes que se
mantuvieron como consumidores activos durante el tratamiento, no obtenieó ndose por ello
resultados duraderos.

2) 5 pacientes con Enfermedad de Hashimoto


El total de los pacientes mostroó una mejoríóa con respecto a los motivos de consulta (agotamiento,
astenia, dolores generalizados) superior al 70% en el primer mes de tratamiento.
3) 10 pacientes con enfermedades oncoloó gicas
7 sintieron disminucioó n de síóntomas (naó useas, voó mitos, anorexia, astenia y agotamiento) de entre
un 50 y 70 % de acuerdo al estadíóo y progreso de la enfermedad.
Los 3 pacientes restantes mejoraron su calidad de vida hasta el momento de su fallecimiento.

4) 10 pacientes con infecciosas a repeticioó n


El 100% disminuyoó la periodicidad de los episodios y pudo verse desde el 2001 a la fecha una
remisioó n del 80%.

En todos los casos se les sugirioó a los pacientes un cambio en haó bitos higieó nico-dieteó ticos,
ejercicios de respiracioó n, Qi Gong y meditacioó n.

CONCLUSIONES:

La aplicacioó n de moxibustioó n indirecta en los 5 puntos especificados maó s un aó rea estimula la


sangre y la energíóa fortaleciendo el organismo y produciendo como consecuencia la elevacioó n de la
serie roja y la nutricioó n de la serie blanca.
Este tratamiento nutre la “naturaleza sana” de cada organismo, optimiza los recursos que cada
organismo posee y refuerza las capacidades vitales del paciente al tiempo que activa los
mecanismos de la salud.

En teó rminos generales, la moxibustioó n en estos casos logra elevar el yangqi con celeridad y,
consecuentemente, propiciar un estado de bienestar al paciente ya en la primera aplicacioó n. Si
bien en un principio no se registran modificaciones a nivel bioquíómico, el tratamiento contribuye
al mejoramiento de la calidad de vida de todos los pacientes sin presentar efectos colaterales ni
traumaó ticos. Ademaó s, ofrece la posibilidad de que cada individuo continuó e parte del tratamiento
fuera del consultorio debido a la practicidad de su implementacioó n. Esto, sumado a que se trata de
una teó cnica blanda y suave, hace que la moxibustioó n sea un tratamiento adecuado tanto para ninñ os
como para adultos.

BIBLIOGRAFÍA:

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-Canon de las 81 Dificultades del Emperador Amarillo, Dr. Roberto Gonzaó lez G. Ed. Grijalbo,
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-"El abordaje del estreó s en Medicina Tradicional China", Dra. Cecilia Yankelevich; Congreso Internacional de
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Yankelevich; The 5th Conference on Acupuncture W.F.A.S. 2000 Global Enhancement of Acupuncture
Research, Seoul, Korea.

http://www.acupunturachina.com

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