Pocas estrategias estimulan más el sentido de la Para los pacientes leves reservaba una palabra de aliento,
responsabilidad del hombre que esta máxima, pues invita una palabra de ánimo: no tenía nada más.
a imaginar, en primer lugar, que el presente ya es pasado Y esa visita, camarada a camarada, la hacía medio a
y, en segundo lugar, que ese pasado es factible de rastras, pues yo me encontraba exhausto y convaleciente
modificarse y enmendarse: aún de un fuerte ataque de tifus.
Así , se enfrenta el hombre con la finitud de la vida y con Terminada la ronda regresaba a sentarme sobre la
su finalidad personal y existencial. tapadera del pozo, mi lugar solitario.