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REFLEXIÓN PARA UNA POSICIÓN CRÍTICA SOBRE LAS TECNOLOGÍAS DE LA INFORMACIÓN Y LA COMUNICACIÓN.
Por Alan Couce. Año 2015. Facultad de Psicología de la Universidad de Buenos Aires, Argentina.
Judul Asli
REFLEXIÓN PARA UNA POSICIÓN CRÍTICA SOBRE LAS TECNOLOGÍAS DE LA INFORMACIÓN Y LA COMUNICACIÓN.
REFLEXIÓN PARA UNA POSICIÓN CRÍTICA SOBRE LAS TECNOLOGÍAS DE LA INFORMACIÓN Y LA COMUNICACIÓN.
Por Alan Couce. Año 2015. Facultad de Psicología de la Universidad de Buenos Aires, Argentina.
REFLEXIÓN PARA UNA POSICIÓN CRÍTICA SOBRE LAS TECNOLOGÍAS DE LA INFORMACIÓN Y LA COMUNICACIÓN.
Por Alan Couce. Año 2015. Facultad de Psicología de la Universidad de Buenos Aires, Argentina.
REFLEXIÓN PARA UNA POSICIÓN CRÍTICA SOBRE LAS TECNOLOGÍAS DE
LA INFORMACIÓN Y LA COMUNICACIÓN. Resumen Para una reflexión sobre las tecnologías de la información y la comunicación que propone cuestionar las posturas polarizadas clásicas entre tecno-optimistas y tecno-pesimistas, se presenta un recorrido por diversos autores cuyos conceptos se intentan poner en discusión y articular. Surge como resultado una posición crítica que afirma que la tecnología no posee en sí un carácter positivo o negativo como su propio atributo, sino que corresponde cuestionarnos la orientación que toman sus usos y desarrollos, para consensuar y debatir, con ética y responsabilidad, sus efectos e implicancias. Introducción Entre los muchísimos textos que cotidianamente se encuentran publicados en relación a las tecnologías de la información y de la comunicación (TIC) con respecto a sus usos y aplicaciones en distintos campos, se suelen identificar dos clásicas posturas antagónicas. Por un lado, encontramos a los tecno-optimistas que alientan y promueven la inclusión y el avance de las nuevas tecnologías con la esperanza de que por ese camino advengan cambios positivos para las personas. Por el otro lado, se presentan a los tecno-pesimistas a la defensiva y críticos de la invasión de la tecnología a todos los ámbitos de la sociedad, enfatizando en sus usos perjudiciales. Al mismo tiempo, muchas de estas posiciones que van tomando los autores en cada uno de sus desarrollos pueden estar pecando de una tendencia al tecnocentrismo que se trata de una mirada sesgada que bien rescata Carlos Neri (2014) de las advertencias de Papert en relación a las investigaciones en este ámbito. El tecnocentrismo se define como “la tendencia a dar un papel central a un objeto técnico (…)” cuando, en realidad, “el contexto para el desarrollo humano es siempre una cultura, y nunca una tecnología aislada” (Neri, 2014, p. 86). A su vez, variados autores reflexionan sobre las TIC a propósito de los usos que hacen de ellas los sujetos en contextos socio-históricos que los enmarcan, sobredeterminados por el mercado, con efectos en la subjetividad, haciendo foco en sus potencialidades o en sus peligros. Objetivo En consecuencia a la presentación de posiciones antagónicas y polarizadas con respecto a las TIC, a continuación se plantea un recorrido por distintos autores cuyos conceptos se intentarán poner en discusión y articular con la finalidad de reflexionar sobre las nuevas tecnologías, entendiendo a éstas como producciones culturales humanas enmarcadas en un tiempo socio-histórico determinado cuyos usos impactan en las subjetividades. Desarrollo En principio, podemos ubicar a las TIC a partir de los desarrollos de Michael Cole (1990) en Psicología cultural en relación a los artefactos como productos de la historia humana de doble naturaleza, material y conceptual, que conforman la cultura y se inscriben en los sistemas de actividad que también integran a los sujetos que interactúan con los objetos a través de las mediaciones. De esta forma, las nuevas tecnologías se pueden pensar como productos humanos que conforman la cultura como la parte específicamente humana del ambiente donde el mundo social es esencial para el desarrollo humano. De este análisis también se destacan las consecuencias multidireccionales de la actividad mediada, donde las interacciones presentan un carácter dialéctico en el cual los sujetos realizan aportes a la cultura (nuevas tecnologías) las cuales luego impactan en las subjetividades de las personas. Este marco ya pone en evidencia la importancia del tema en cuestión, dado que las TIC se tratan de desarrollos tecnológicos que se acumulan en la cultura de un tiempo socio-histórico determinado en la cual las subjetividades de las personas que la habitan se ven afectadas de alguna manera. A propósito de este punto, la reflexión que se plantea no trata de ubicarse como tecno-pesimista en relación a los avances tecnológicos, ya que eso sería una posición que negaría los beneficios de los avances culturales producto de los nuevos descubrimientos de la tecnología a partir de su desarrollo. Tampoco se plantea una postura tecno- optimista de estos avances con la confianza de que por sí mismos ellos nos lleven hacia mejores condiciones. Más bien, sobre lo que se intenta reflexionar aquí se trata de pensar una responsabilización a propósito de los desarrollos tecnológicos dado que sus implementaciones impactan en las subjetividades, de forma tal que somos responsables de los caminos y orientaciones que vaya tomando nuestra cultura. A este respecto, es saludable un debate reflexivo que nos involucre como sujetos responsables de nuestras producciones y sus consecuencias en comunidad, a un lado y por sobre la velocidad voraz con la que el meracdo empuja el avance de la tecnología. Una propuesta similar es lo que plantea Sherry Turkle en una charla TED de 2012 que retomaremos luego. Ahora bien, en este punto es importante no dejar de lado la participación sustancial del mercado en esta discusión, ya que se trata del macro contexto en el que está inmerso el sujeto sobredeterminado por él. Es decir que la lógica del mercado imperante en el sistema que funciona como contexto de las personas – resultado de procesos socio-históricos y de relaciones de poder- presenta constantes excitaciones que promueven un empuje al consumo de las tecnologías como objetos en constante renovación. Esto genera una presión del mercado para que las nuevas tecnologías conquisten cada vez más tiempo y más áreas de la vida, sin profundas consideraciones sobre sus impactos o consecuencias. A propósito de estas condiciones del contexto que impone el mercado, Benbenaste (1999) nos describe al sujeto por él determinado como el sujeto de la vida cotidiana que se diferencia del sujeto de la actitud científica. El primero se caracteriza por ser propenso al placer inmediatista y por realizar juicios de bajo nivel de abstracción y sin necesaria coherencia entre sí, además de que cree que la realidad que él capta por sus sentidos y pautas sociales es la realidad absoluta. Mientras tanto, el segundo, sujeto de la actitud científica, se caracteriza por la diferenciación entre la instancia gnoseológica y la ontológica, una ética en la actitud científica solidaria de la responsabilidad, disposición a lo conceptual, posibilidad de mediatizar el placer y una formación docente acorde. La propuesta de este autor se trata de que los educandos que inicialmente se presentan como sujetos de la vida cotidiana se conformen en sujetos de la actitud científica por un proceso educativo competente con una didáctica de la ciencia determinada. Resalta en esta propuesta que es el sujeto de la actitud científica aquel capaz de llevar adelante un debate reflexivo sobre los desarrollos tecnológicos y sus consecuencias, considerando sus atributos en relación a la ética y la responsabilidad, lo que da valor al proceso educativo en una sociedad que fomente la formación de estas subjetividades. En relación con esto se desarrolla el trabajo presentado en las jornadas de investigación de la Facultad de Psicología de la UBA (Neri, C. et al, 2011) que indica que si bien hay un alto nivel de uso de recursos tecnológicos por parte de los alumnos de la UBA, éstos tienen una utilización con una lógica instrumental- mercantil con menor uso para procesos de enseñanza-aprendizaje formales. Se trata de aprendizajes no escolarizados que muestran habilidades y competencias atrapadas en la lógica de los bienes de consumo y no de conocimiento, imposibilitadas de transferirse a otros ámbitos como el educativo. En consecuencia, estamos en presencia de un trabajo de base empírica que pone en juego algunas de las cuestiones discutidas tales como que los usos que los jóvenes hacen de las TIC están más bien relacionados con una lógica instrumental-mercantil, más del lado del sujeto de la vida cotidiana empujado al consumo y al avance de la tecnología, que del sujeto de la actitud científica. Al mismo tiempo, los autores presentan y apuntan a la capacidad de aplicar conocimientos a situaciones cambiantes aprovechando la tecnología hacia un saber actuar en el marco de la construcción del conocimiento, lo cual constituiría una utilización deseable de las TIC por parte de los jóvenes. Retomando a Sherry Turkle, a quien se la mencionó anteriormente a propósito de su charla TED del año 2012, esta psicóloga con varios años de investigaciones y desarrollos en estudios sobre las TIC y las personas a través de los cuales presentó distintas posturas, ahora advierte sobre consecuencias perjudiciales de ciertos usos de las nuevas tecnologías que afectarían negativamente a la subjetividad. Por lo tanto, esta es una nueva posición para ella, producto de los cambios a través del tiempo donde el avance de la tecnología -por la presión del mercado u otros factores- la lleva a dejar un llamado de atención sobre la dirección y la consecuencia del uso de las TIC. Aquí se acentúa sobre los peligros de los usos que hacemos de las nuevas tecnologías, apelando a una reflexión y un cambio de dirección para prevenir consecuencias negativas. Esto en relación con el carácter dialéctico del proceso según el cual los sujetos aportan nuevas tecnologías a la cultura, las cuales luego impactan en las subjetividades de las personas. Este recuerda al concepto de alienación de Marx (2004), dejando en evidencia los usos alienantes que a veces se hace de las TIC. Por lo tanto, es considerable y valioso que esta psicóloga nos recuerde poner en cuestión las aplicaciones y usos que hacemos de las mismas para no alienarnos y naturalizar estos productos de la cultura, llamando a reflexionar sobre ellos y sus impactos. Por otro lado, David de Ugarte (2007) en su libro El poder de las redes pone en evidencia el poder transformador de las herramientas de las nuevas redes producto de los desarrollos tecnológicos y condiciones históricas, económicas, políticas y sociales. Hace énfasis tanto en su potencial de transformación del mundo por la eficacia de la comunicación, como de la lucha de poderes que se hace evidente en la pretensión de un retorno a una centralización del poder para un mayor control. En esta obra se pone de relieve el potencial de las nuevas tecnologías que posibilita grandes cambios, así como también el autor propone pensar en un nuevo orden y una nueva fase del capitalismo producto de estos desarrollos de las redes. Conclusiones El recorrido por los distintos textos presentados representa un recorte posible de los numerosos autores que tratan sobre las cuestiones en discusión de las tecnologías de la información y la comunicación. Aun así, se intentó llevar adelante una discusión teórica sin una inicial postura polarizada, sino con una posición crítica resultado de la reflexión a través de los autores puestos a dialogar desde sus conceptos, cuestionando las miradas clásicas de tecno-optimistas y tecno-pesimistas. De esta forma, se ubicó a las TIC como productos humanos que conforman la cultura a propósito de los cuales se debe responsabilizar y reflexionar, para no caer en una alienación de los sujetos por sus usos. Se propone un debate reflexivo sobre sus aplicaciones y efectos, dado que es un producto de la sociedad sobre el cual se debe consensuar, considerando sus impactos en las subjetividades. Cabe destacar que no se desalienta en ningún momento el desarrollo tecnológico fuente del avance cultural, aunque sería favorable que esté en consonancia con una formación educativa que aliente la conformación de sujetos de actitud científica. Así también, se señaló un horizonte deseable del uso de la tecnología por parte de los jóvenes donde se potencie la capacidad de aplicar conocimientos a situaciones cambiantes aprovechando la tecnología hacia un saber actuar en el marco de la construcción del conocimiento. También se discutió sobre las múltiples variables que interactúan en un análisis de las TIC que se enmarcan en un tiempo socio-histórico determinado y con un factor esencial que es el mercado, contexto en el que está inmerso y determinado el sujeto más allá de su voluntad. Por último, se aludió a las dos caras de la tecnología de manera tal de no caer en una posición polarizada, ni optimista ni pesimista sobre la misma. Se presentaron a modo de ejemplo un caso que hacía foco sobre los peligros de los usos de la tecnología como fue la charla TED de Sherry Turkle (2012), así como también una referencia hacia el potencial de transformación del mundo producto de las redes surgidas con las nuevas tecnologías como son las alusiones al texto de David de Ugarte (2007). En conclusión, sería absurdo atribuirle a la tecnología por si misma cualidades de bondad o de maldad, o consecuencias de su existencia que desresponsabilicen a los sujetos, ya que en realidad son productos culturales de la actividad humana de los cuales es saludable plantear un debate reflexivo que ponga en el foco de la discusión a la responsabilidad y las consecuencias de su uso. No se trata de culpar a la tecnología en sí o de determinarle un carácter positivo o negativo como su propio atributo, sino de cuestionarnos la orientación que toman sus usos y desarrollos, para debatir y consensuar, con ética y responsabilidad, sus efectos e implicancias. Bibliografía Benbenaste, N. (1999) Educación: del mercado a la democracia. Buenos Aires: Eudeba Cole, M. (1990). Capítulo V: Poner la cultura en el centro En Cole Psicología Cultural, (2ª. Ed., pp. 113-137) Madrid: Morata. De Ugarte, D. (2007). El poder de las redes. Edición Electrónica Madrid. Ed. De las indias. Recuperado de http://lasindias.com/el-poder-de-las-redes Neri, C. (2014) Sujeto, aprendizajes y tecnologías de la información y la comunicación. Disertación doctoral no publicada, Universidad de Buenos Aires, Buenos Aires, Argentina Neri, C. et al (2011) Bienes de conocimientos, bienes de consumo. En Memorias III Congreso Internacional de Investigación y Práctica Profesional en Psicología, XVIII Jornadas de Investigación, Séptimo Encuentro de Investigadores en Psicología del MERCOSUR, p. 252-255. Buenos Aires, Facultad de Psicología (UBA). Marx, K. (2004) El trabajo alienado En Marx Manuscritos económicos- filosóficos de 1844 (pp. 104-121) Buenos Aires: Colihue. Turkle, S. (2012, febrero) Connected, but alone? Ponencia o documento presentado en TED2012, Edimburgo, Escocia.