CONTEMPORÁNEO
artística confiere a un objeto el valor de lo artístico. Más allá del valor intrínseco de
algunas obras, esa atribución ha sido, y sigue siendo, en buena medida, un misterio.
régimen cultural vigente. Pero no sólo eso. Porque lo cierto es que, bien mirados,
necesidad alguna de travestismo: con sólo haber sido expulsados de sus espacios de
desfamiliarización, los objetos logran atraen hacia sí esa mirada -la mirada
que son mis facultades -estéticas, hermenéuticas, semióticas- las que están al
semejanza consigo mismo (Menna, 1975). Pero lo cierto es también que al ser
condición ineluctable del espacio artístico, el que produce la cualidad estética del
Un ejemplo paradigmático que nos permite aclarar cómo los signos del arte "ya no
se relacionan con las cosas del mundo exterior sino con la correlación de los signos
entre sí" (López Anaya, 1995, p. 73) es la obra del artista conceptual Joseph
Kosuth. Una de las ideas claves del conceptualismo de Kosuth es que las
proposiciones artísticas no son un ‘hecho’ ni una cosa sino que son la expresión de
formal de las definiciones sobre el arte. Las obras de arte contemporáneo no tienen
el que esa apertura tiene lugar. La reflexión no es extrínseca a la obra, sino que es
particularmente logrado por Kosuth en One and three chairs, de 1965. El título -que
¿Qué es lo que nos permite decir que esta es una obra de arte? ¿En qué reside la
las evidentes connotaciones platónicas de la obra: ¿Cuál de los tres -objeto, imagen,
último enfoque (el semiótico) el que plantea los mayores desafíos. Si el espacio
artístico es el que confiere a los objetos su status estético, el objeto que ostenta los
atributos de lo ‘real’ (en este caso, la silla en sí, presente con toda su ‘realidad’ en
la instalación) tampoco puede proponerse como referente, sino que, tanto la silla en
verdadera silla no está allí sino que es referida por una multiplicidad de
al objeto extra-artístico, la obra no propone salir de los límites que ella misma ha
n’est pas une pipe), ese juego atañe a las relaciones entre las cosas, las palabras y
desprovistas de originalidad, hacen que los criterios más convencionales del arte se
tanto la presencia de la personalidad del autor como la del sujeto retratado en ella,
la figura del creador. El interés se desplaza del sujeto verdadero y propio de la obra
(su creador) al objeto de ésta mediante un proceso que recorta una figura o una
El movimiento del objeto de la fotografía se ordena según una doble dirección: por
sujeto creador que la ha actuado y realizado, es decir, se separa de todo aquello que
está en relación con un autor; pero por otro lado, en la medida en que el objeto se
que parecía estar completamente separado. Por eso, justo en el momento en que el
reaparece una situación que busca afirmar "la aparición única de una lejanía".
Se representa entonces una nueva forma de aura, la cual no está más dirigida al
mantenimiento de las relaciones que ligan el objeto al sujeto-artífice, sino que está
decir, entre las condiciones objetivas de aquello que es visible y las asociaciones
subjetivas que ellas sugieren. Desaparecida así el aura que mantenía la lejanía del
autor y su mundo, aparece en la fotografía una nueva forma de aura que instaura la
lejanía del objeto, o de aquello que se puede definir como "sujeto de la fotografía".
es verdad también que en el momento mismo en que ella opera una reducción de la
ello- pero no la consuma. Ella quedará consumada con el desarrollo de las nuevas
tecnologías audivisuales, que nos situará frente a un "nuevo régimen", a una "nueva
"la imagen ya no será ya una esfera trascendente ni una representación ilusoria sino
una simulación numérica. No será ya un Ser ni una cosa, sino una percepción, y no
máquina" (Rinesi, 1997, p. 10). Se trata aquí del pasaje del modelo perspectivista
fantasma’ que se inicia con el nacimiento del cine y la fotografía, y culmina con la
consiste tanto en el cambio del ya mencionado principio ejecutante (el que sea una
una realidad exterior que sólo con la aparición de las nuevas tecnologías revelaron
su fragilidad. Es la anatomía del hombre la que explica la del mono, sugería Marx.
Del mismo modo, fue necesario que la tecnología de la televisión y de las pantallas
escena primera, que ya no son copia ni representación de nada, sino que son pura
significación, para que cayéramos en la cuenta de que la cosa nunca había sido de
definitiva de las cosas, es un solo una ilusión. De este modo, es legítimo hablar de
arte virtual aún en el caso del arte tradicional.En tal sentido, el abstraccionismo
Pero esto crea una paradoja, porque el propio lenguaje, de acuerdo con la versión
nos abre al mundo de las cosas, y por esos caprichos del círculo hermenéutico, no
del lenguaje y sus posibilidades en su relación con lo real. Ello va a llevar consigo
una reflexión sobre los propios medios o soportes pictóricos. Ahora bien, cuando el
lenguaje vuelve sobre sí, entonces lo que descubre es que toda representación fue
siempre virtual, es decir, también el arte tradicional fue (y es) simulación, aún
simuladores (es decir que cuando Velazquez pintaba la realeza, reconstruía sus
mitad del s. XX los nuevos medios audiovisuales han producido una revolución no
menos radical en el plano de la aisthesis. Desde el Pop hasta el Land Art, desde la
performance hasta el Body Art, desde el Arte Conceptual hasta el Opt Art, todas
video Art, CD ROM Art, Mail Art, Net.Art, Screen Art y Bio Art, todas ellas
Derivado del latín virtualis, virtual quiere decir ‘capacidad potencial’; de acuerdo
con ello, el adjetivo virtual se refiere a fenómenos que existen en potencia, pero no
virtual es una especie de realidad fantasmal que está sin estar, es decir, que es real
instrumento virtual sustituye las cosas por las reglas de las cosas. Ahora bien, lo
computadora es que todas ellas son objetos informacionales hechos de una sucesión
ello, crear una obra virtual no supone re-presentar, sino diseñar la organización de
un espacio tridimensional para colocar en él objetos que pueden no existir más que
espacio virtual puede ser recorrido y explorado desde todos los ángulos y
por este motivo, a una suerte de continuo work in progress, un acontecimiento sin
principio ni final, que una y otra vez empieza y termina en la mirada y en el cuerpo
dimensión que se suma a las otras tres dimensiones espaciales previstas por la
caos que rige la vida cotidiana, pues todo lo que acontece en él está previsto por el
Los instrumentos virtuales en las artes tradicionales son los disfraces, las máscaras,
óptica, por eso se dice que es un arte del espectáculo, un arte que se contempla a sí
con el espacio real, el arte con la vida. Del mismo modo, el surrealismo llevó
http://www.temakel.com/texfilmrossi.htm (11 de 20)01/05/2005 15:14:54
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sí.
medio, incluso de medios sin posibilidad de existencia física. Es por ello el primer
‘metamedio’, en la medida en que puede contener, o más bien es, todos los medios.
citando o reformulando viejas formas establecidas. De ahí que su uso aún esté
firmemente atado a otros más antiguos medios de representación, por lo que las
líneas de continuidad son (aún) mayores que los momentos de ruptura. Un ejemplo
de ello es el fotomontaje, técnica que nace bajo el estigma del collage de principios
fotografía para nuevos usos retóricos. Por todo esto, la imagen digital parece más
bien realizar un programa iniciado en los orígenes de la fotografía, más que romper
especular, capaz de recoger fielmente las formas del mundo, el fotomontaje viene a
imágenes no hace sino potenciar aquello que ha estado siempre presente: que el
nueva cultura digital que sustituya a los viejos medios de producción de imágenes,
tradicionales (Gomez Isla, 2001). Lo mismo opina Levis (2001) para quien
una copia secundaria de un objeto anterior. Al eludir la oposición del ser con el
parecer, la imagen infográfica no tiene por qué seguir imitando una realidad
exterior a ella, sino que será el objeto material el que para existir deberá imitar a
creatividad, tal como lo testimonian muchas de las imágenes creadas con estas
realidad como referente. De ahí que los excesos de información contenidos en una
imagen digital sean atenuados a fin de conseguir ese aire de verosimilitud con la
efecto de realidad que reproduce las precariedades de las tomas documentales y las
limitaciones propias de la fotografía casera. La aspiración a lograr un máximo de
imagen digital nos parece excesivamente irreal. Es posible que nuestra propia
visión inmediata de lo real esté mediada por el modo en que vemos a través de
estos medios.
En el cine se incorporan códigos cinematográficos como la cámara en mano (o
adherencia a la realidad misma. En efecto, nada hay más anti-real en el cine que sus
hasta fantasmal de esas mismas imágenes hiperreales -piénsese por ej. en Strangers
than paradise de Jarmush- . Borges solía decir que para dotar a un personaje de la
máxima irrealidad era preciso describirlo en sus más ínfimos detalles. De la misma
manera el cine realista de nuestro tiempo parece confirmar esa premisa, no sólo
cuanto al contenido de la imagen misma sino desde el punto de vista del lenguaje
posee una irrealidad que les es intrínseca en un sentido técnico, no sólo semántico
(Dorfles, 1998).
reales y virtuales de una imagen. Como apunta del Río (2001), si en el fotomontaje
equívoco porque no se presenta como una sustración de la realidad, sino que es una
permanece fiel a la geometría tradicional, aquella con la que hemos compuesto una
construye el video (hecha sobre la base de puntos) como el ordenador (hecha sobre
realidad con mayor vivacidad que cualquier otro medio. Por ejemplo el llamado
body art adquiere su momento culminante con la aparición del video y las
pone de relieve la eficacia del medio para crear cuerpos más que para re-crearlos.
partir de una realidad en la que la ficcionalidad es intrínseca y que tiene que ver a
La imagen depende del espectador para aparecer. Es decir que la obra audiovisual
Mayor capacidad técnica para crear imágenes falsas con apariencia verdadera. "En
ese contexto -apunta Levis (2001, p. 45)- la simulación digital debe enmarcarse
tradicionales (es bella - no es bella) sino que piden ser interpeladas, es decir,
tridimensional por ordenador no hay punto de vista. El simulacro digital existe allí
como pura ley generalizada sin la especificidad de un ser concreto; sólo viene a la
idealizante del arte, lo que comienza a ponerse en cuestión con la aparición del arte
que la realidad es sus múltiples perspectivas, y que por tanto tampoco es apresable
tal cual es, aún contando con la habilidad técnica del artista. La incidencia del
deserción de la realidad en tanto cosa. Lo mismo puede decirse hoy. Los nuevos
ahí fuera, que la realidad es lo dispuesto por la mirada, que la mirada construye
Bibliografía
W., L´opera d´arte nell´epoca della sua riproducibilità tecnica, Torino, Einaudi,
1966.
del Río, V., "La imagen digital y sus estéticas", Lápiz, Revista Internacional de
Bompiani, 1994.
Kosuth, J., Lyotard, J. F, (Eds.) Art after Philosophy and After, Collected Writings,
Levis, D., Arte y computadoras. Del pigmento al bit., Buenos Aires, Norma, 2001.
Mena, F., La linea analitica dell’arte moderna, Torino, Einaudi, 1973.Rinesi, E.,
Nuevos Paradigmas y Filosofía (t. III), Buenos Aires, Oficina de Publicaciones del
CBC, 1997.