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[2nd Argentine consensus on the treatment of


bipolar disorders 2010]

Article in Vertex (Buenos Aires, Argentina) · January 2010


Source: PubMed

CITATIONS READS

4 1,317

9 authors, including:

Sergio A Strejilevich Gustavo Vazquez


Favaloro University Universidad de Palermo
103 PUBLICATIONS 1,150 CITATIONS 149 PUBLICATIONS 1,525 CITATIONS

SEE PROFILE SEE PROFILE

Rodolfo Zaratiegui Luis Herbst


Argentinean Psychiatric Association Hospital Jose T Borda
19 PUBLICATIONS 227 CITATIONS 16 PUBLICATIONS 106 CITATIONS

SEE PROFILE SEE PROFILE

Some of the authors of this publication are also working on these related projects:

PRECISION MEDICINE STRATEGIES FOR CLASSIFICATION OF PSYCHOSIS View project

Prospective Risk Factors for Bipolar Disorders View project

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V ERTE X REVISTA ARGENTINA DE PSIQUIATRIA

II CONSENSO
ARGENTINO SOBRE
EL TRATAMIENTO DE
LOS TRASTORNOS
BIPOLARES

Strejilevich / Vázquez / García Bonetto /


Zaratiegui / Vilapriño / Herbst / Silva /
Lupo / Cetkovich-Bakmas

551293 – 07/2010

SUPLEMENTO

Volumen XXI
Suplemento Especial
Primer semestre 2010
V ERTE X QQ
REEEEEVVVVVIIIIISSSSSTTTTTAAAAA AAAAARGGGGGEEEEENNNNNTTTTTIIIIINNNNNAAAAADDDDDEEEEE PPPPPSSSSSIIIIIQQQQQUUUUUIIIIIAAAAATTTTTRRRRRIIIIIAAAAA

Director: Comité Científico


Juan Carlos Stagnaro ARGENTINA: F. Alvarez, S. Bermann, M. Cetcovich Bakmas, I. Berenstein, R. H.
Director Asociado para Europa: Etchegoyen, O. Gershanik, A. Goldchluk, M. A. Matterazzi, A. Monchablon
Dominique Wintrebert Espinoza, R. Montenegro, J. Nazar, E. Olivera, J. Pellegrini, D. J. Rapela, L.
Ricón, S. L. Rojtenberg, D. Rabinovich, E. Rodríguez Echandía, L. Salvarezza,
C. Solomonoff, M. Suárez Richards, E. Toro Martínez, I.Vegh, H. Vezzetti, L. M.
Zieher, P. Zöpke AUSTRIA: P. Berner. BÉLGICA: J. Mendlewicz. BRASIL: J. Forbes,
J. Mari. CANADÁ: B. Dubrovsky. CHILE: A. Heerlein, F. Lolas Stepke. EE.UU.:
R. Alarcón, O. Kernberg, R. A. Muñoz, L. F. Ramírez. ESPAÑA: V. Baremblit, H.
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PERÚ: M. Hernández. SUECIA: L. Jacobsson. URUGUAY: A. Lista, E. Probst.

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Silvia Jufe, Eduardo Leiderman, Santiago Levin, Daniel Matusevich, Alexis
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E.mail: wintreb@easynet.fr VERTEX, Revista Argentina de Psiquiatría, Vol. XXI SUPLEMENTO ESPECIAL 1 - PRIMER SEMESTRE 2010

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Marisa G. Henry * Vertex, Revista Argentina de Psiquiatría, es una publicación de Polemos, Sociedad Anónima.
marisaghenry@gmail.com
Impreso en: Prohibida su reproducción total o parcial por cualquier medio, sin previo consentimiento de su
Cosmos Print SRL, Editor Responsable. Los artículos firmados y las opiniones vertidas en entrevistas no representan
Edmundo Fernández 155 Avellaneda necesariamente la opinión de la revista y son de exclusiva responsabilidad de sus autores.
Sumario

20 Consenso argentino sobre el tratamiento de los trastornos bipolares 2010

1. Introducción pág. 4
2. Metodología pág. 5
3. Epidemiología y costos de la enfermedad pág. 7
4. Aspectos generales sobre el diagnóstico del trastorno bipolar pág. 7
5. Necesidades insatisfechas en el control de los trastornos bipolares pág. 13

Guías de tratamiento

1. Consideraciones generales del tratamiento de los trastornos bipolares pág. 17


2. Recomendaciones generales para el uso de las guías pág 18
3. Evaluación, balance y manejo de los efectos adversos
en el tratamiento de los trastornos bipolares pág. 20
4. Tratamiento del episodio maníaco / hipomaníaco pág. 24
5. Tratamiento de los episodios mixtos pág. 28
6. Tratamiento del episodio de depresión bipolar pág. 31
7. Tratamiento de mantenimiento de los trastornos bipolares pág. 38
8. Anexo I pág. 47
9. Anexo II pág. 48
10. Referencias bibliográficas pág. 49
20 Consenso argentino
sobre el tratamiento
de los trastornos bipolares 2010

Sergio Strejilevich
Jefe Programa de Trastornos Bipolares, Instituto de Neurociencias, Universidad Favaloro;
Consultor Departamento de Psiquiatría INECO
Congreso 2477 Dto. D (1428) Ciudad de Buenos Aires, Argentina
E-mail: sstrejilevich@ffavaloro.org

Gustavo Vázquez

Titular Departamento de Neurociencias, Universidad de Palermo, Buenos Aires, Argentina


Presidente Capítulo Argentino de la International Society for Bipolar Disorders

Gerardo García Bonetto

Vice Presidente Asathu, Hospital Neuropsiquiátrico Provincial de Córdoba, Córdoba, Argentina

Rodolfo Zaratiegui

Vicedirector del Instituto Superior de Formación de Posgrado de APSA,


Director del Centro Psinapsys, La Plata, Argentina

Juan José Vilapriño

Profesor Titular de Psiquiatría de la Universidad de Mendoza,


Docente de Psiquiatría de la Universidad Nacional de Cuyo,
Jefe del Servicio de Guardia del Hospital Neuropsiquiátrico “ El Sauce”

Luis Herbst

Servicio de Consultorios Externos, Hospital JT Borda


Jefe Programa de Trastornos del Ánimo, Proyecto SUMA, Buenos Aires

Alfredo Silva

Director del Centro de Prevención y Asistencia de Trastornos Bipolares (Cons. Externos Hospital José T. Borda)

Christian Lupo

Coordinadora de la Carrera de Médicos, Psiquiatra Facultad de Ciencias Médicas, Universidad Nacional de Rosario (U.N.R),
Directora del Centro de Investigación y Asistencia en Psiquiatría (CIAP)

Marcelo Cetkovich-Bakmas

Profesor Titular de Salud Mental, Facultad de Medicina, Universidad Favaloro


Jefe, Dto. de Psiquiatría INECO; Jefe Dto. de Psiquiatría, Instituto de Neurociencias,
Fundación Favaloro Hospital Universitario, Presidente Asathu.

VERTEX 3
Strejilevich, S.; Vázquez, G.; García Bonetto, G.; Zaratiegui, R.; Vilapriño, J. J.; Herbst, L., Silva, A.; Lupo, C..; Cetkovich-Bakmas, M.

1. Introducción de los tratamientos disponibles como el carbonato de


litio. Se han precisado la nomenclatura y el marco
En el año 2005 se publicó a través de esta misma metodológico que debe acompañar la investigación
revista los resultados del Primer Consenso Argentino terapéutica de los TB. Todos estos elementos prome-
del Tratamiento de los Trastornos Bipolares (191). ten generar una modificación conceptual en el modo
A cinco años de su publicación creemos que la eva- de asistir a las personas afectadas por TBs.
luación de esa iniciativa fue muy positiva. Ha sido Bajo estas premisas, la Asociación Argentina de
reiteradamente referenciado en publicaciones y diser- Trastornos del Humor (ASATHU) auspició un segun-
taciones, pero más importante aún, hemos podido do consenso que a lo largo de todo el 2009 revisó y
observar como esas guías consiguieron un lugar en el actualizó las guías terapéuticas publicadas en 2005
trabajo cotidiano de muchos colegas de nuestro país generando esta nueva versión publicada aquí.
y la región. Actualmente existen guías recientemente publicadas
Afortunadamente en estos años se han producido de muy buena factura y realizadas en contextos acadé-
datos y cambios conceptuales en la terapéutica de los micos más fuertes, por lo que iniciar el trabajo de reco-
trastornos bipolares (TB) que hacen que ese primer pilación y valoración de los datos disponibles desde cero
consenso requiera una actualización. Se han publi- sería un ejercicio inadecuadamente pretensioso. Para
cado los resultados de importantes investigaciones este consenso se tomó como modelo guías existentes,
académicas y se han sumado nuevos fármacos y for- desarrollándose una lectura crítica de las mismas e incor-
mas farmacéuticas al arsenal terapéutico destinado a porando la evidencia y experiencia local disponibles. En
estos trastornos. Los ensayos clínicos consecuentes la medida de lo posible se privilegió artículos en espa-
a la aparición de estos nuevos medicamentos han ñol para referenciar los conceptos generales siempre que
generado a su vez datos derivados del contraste de la calidad de la fuente fuese adecuada. Ese proceso de
los mismos con los tratamientos clásicos, lo que ha selección de información generó la posibilidad de lograr
permitido contar con una renovada visión sobre el un material más uniforme y adaptado a las idiosincra-
poder y lugar que hoy en día tienen fármacos como el sias locales y desarrollar un trabajo de discusión entre
litio, el valproato o la lamotrigina en el tratamiento colegas locales que dejaron como resultado una masa de
de estos trastornos. Finalmente, durante estos años se conocimientos y un ejercicio de discusión clínica que
ha avanzado considerablemente en el conocimiento tienen un valor en sí mismo.
de la fisiopatología de los Trastornos Bipolares (TB) y De esta manera si bien estas guías tienen puntos
la comprensión del mecanismo de acción de algunos de contactos con otras ya publicadas, al mismo tiem-

Resumen
La guía de consenso de expertos argentinos en el tratamiento de los trastornos bipolares es el resultado de tres jornadas de
trabajo conjunto de los 9 principales expertos locales bajo la organización de la Asociación Argentina de Trastornos del Humor
(ASATHU). Este trabajo es una actualización de las guías publicadas en esta revista en el año 2006. Para su confección se adoptó
un criterio mixto: se discutieron los datos aportados por la medicina basada en la evidencia publicados hasta el presente y los
mismos fueron balanceados con los conocimientos adquiridos a partir de la experiencia clínica de los expertos locales sobre el
tema. Presenta recomendaciones generales y secuencias terapéuticas sugeridas para la fase de mantenimiento, el episodio ma-
níaco/hipomaníaco o mixto y el episodio depresivo. A su vez estos han sido divididos de acuerdo a la clasificación en tipo I y
II; con o sin ciclado rápido. Se incluye además una serie de recomendaciones para el diagnóstico temprano y diferencial de los
trastornos bipolares.
Palabras clave: Trastornos bipolares - Recomendaciones de tratamiento - Guías basadas en la evidencia - Consenso de exper-
tos - Estabilizantes del ánimo - Antidepresivos - Antipsicóticos.

ARGENTINE CONSENSUS ON THE TREATMENT OF BIPOLAR DISORDERS 2010

Summary
The consensus guidelines of argentine experts in the treatment of bipolar disorders are the result of three days of work of the 9
main local experts under the organization of the Argentine Association of Mood Disorders (ASATHU). This work is an update
of the guidelines published on this journal in 2006. It was adopted a mixed criterion for its preparation: all the recent data of
the evidence medicine based published until now were discussed and were balanced with the knowledge acquired from clinical
experience of the local experts on the bipolar field. It presents general recommendations and suggested therapeutic sequences
for maintenance, manic/hypomanic or mixed episode and depressive episode treatments. Bipolar disorders have been divided
according to the international classifications in type I and II; with or without rapid cycling. This work also includes a series of
recommendations for early and differential diagnosis of bipolar disorders.
Key words: Bipolar disorders - Recommendations of treatment - Evidence base guidelines - Consensus of experts - Mood sta-
bilizers – Antidepressants - Antipsychotic drugs.

VERTEX 4
20 Consenso argentino sobre el tratamiento de los trastornos bipolares 2010

po presentan diferencias destacables. Como ejemplo, ampliamente estos criterios se eligió finalmente un
en estos años se ha hecho más fuerte la idea de que el grupo menor que a su vez fuese representativo de las
correcto tratamiento de los TBs depende de un enfo- principales agrupaciones de psiquiatras de nuestro
que sanitario que involucre a todo el sistema de salud. medio. Algunos profesionales inicialmente seleccio-
Por esta razón y esperando influir con este documen- nados para participar de este consenso se excusaron
to en autoridades sanitarias se ha decidido incorpo- de participar por diversos motivos personales. Final-
rar en estas guías una sección en donde se resumen mente se encargó a los representantes para la región
aquellas necesidades que el presente consenso con- de la International Society for Bipolar Disorders (ISBD)
sideró insatisfechas respecto del control de los TBs y la Red Iberoamericana de Investigación en Trastornos
en nuestro país. De la misma manera, a diferencias Bipolares (IANBD) (SAS y GV) la coordinación edito-
de otras guías, estas cuentan con apuntes prácticos rial de este trabajo.
sobre la epidemiología, clínica y el diagnóstico de los
trastornos bipolares. Se decidió incluir estas secciones 2.2. Metodología de trabajo
teniendo en cuenta que las mismas suelen ser utiliza-
das por profesionales de la salud no especialistas, para Durante los días 1 y 2 de mayo de 2009 se llevó
quienes las mismas pueden resultar orientativas. a cabo una reunión de inmersión de los miembros
Finalmente, una mención especial sobre el espíri- del presente consenso de expertos. Durante la mis-
tu general que imperó en este consenso. Los expertos ma se debatió y definió una discusión previamente
convocados a este consenso tienen como caracterís- iniciada por correo electrónico en la cual se fijó la
tica común tener una fuerte impronta clínica en su metodología y recopiló la evidencia a discutir. De esta
actividad, estando actualmente todos al frente de tra- reunión surgieron una serie de consideraciones gene-
tamientos individuales y coordinando instituciones rales y los diagramas de flujo que constituyen la base
asistenciales. Eso se notó durante toda la discusión, de este trabajo. Sobre ese material, los coordinadores
donde cada dato fue sopesado con la experiencia clí- editoriales desarrollaron un primer documento que
nica individual de cada uno de los convocados. En fue enviado a cada uno de los participantes para su
este consenso se evidenció una especial preocupación revisión. Finalmente, el presente trabajo surge de esa
por los efectos adversos del tratamiento y su impacto última corrección.
en el manejo de largo plazo de la enfermedad. En los
últimos años se está experimentando una mayor pre- 2.3. Formato general del documento
ocupación sobre los efectos colaterales del tratamien-
to a largo plazo de estos desórdenes. Medidas y cuida- Dada la buena evaluación que tuvo el documento
dos que antes parecían accesorios o destinados a casos surgido del primer consenso se decidió mantener su
especiales se han ido incorporando a la rutina básica formato corrigiendo algunas secciones y agregando
de tratamiento. Como fuerte señal de esta tenden- otras. Al inicio de cada sección se señala toda modifi-
cia, la Sociedad Internacional de Trastornos Bipolares cación que se haya o no incluido así como las razones
(ISBD) recientemente publicó una guía de monitoreo para haber efectuado las mismas.
del tratamiento de los trastornos bipolares (142). En
este consenso se ha agregado una sección destinada 2.4. ¿Qué es una guía de consenso sobre tratamiento?
a ponderar la seguridad de los diferentes tratamien-
tos asi como un sistema de valorización de los efectos Actualmente hay a disposición diferentes algorit-
adversos que se integra con los niveles de evidencia. mos y guías sobre el tratamiento de los TB. Aunque
hay similitudes entre estos materiales también se pre-
sentan diferencias que deben ser tenidas en cuenta
2. Metodología para su correcta utilización. Los algoritmos son una
serie cerrada de indicaciones destinadas a tratar en
2.1. Criterios de selección del grupo de expertos forma sistemática una enfermedad. Las Guías de Tra-
tamiento en cambio intentan orientar de manera más
Para el presente consenso, la ASATHU ofició de general en el abordaje terapéutico de una patología sin
entidad convocante. Sobre la base de 4 miembros de pretender generar pasos rígidos u obligatorios. Suelen
dicha asociación se convocaron otros 8 profesiona- ser el resultado de un consenso de expertos en donde
les que fueron elegidos con los siguientes criterios: se evalúa la evidencia disponible y se la sopesa con
debían poder acreditar una importante experiencia la experiencia y los costes generales del tratamiento.
clínica en el manejo de trastornos bipolares; debían Las Guías de Tratamiento suelen estar diseñadas de
ser profesionales que presentaran antecedentes aca- manera de poder ser utilizadas “en el mundo real” de
démicos vinculados al tema en discusión y debían la atención clínica y por eso muchas veces requieren
tener antecedentes de investigación en esta área. De adaptaciones locales que tengan en cuenta el marco
un número mayor de profesionales que cumplían de su posible utilización.

VERTEX 5
Strejilevich, S.; Vázquez, G.; García Bonetto, G.; Zaratiegui, R.; Vilapriño, J. J.; Herbst, L., Silva, A.; Lupo, C..; Cetkovich-Bakmas, M.

El presente trabajo deber ser entendido como


una guía y no como un algoritmo. Por lo tanto las
Tabla 1. Niveles de evidencia.
recomendaciones que surgen del mismo deben ser
• nivel 1: Meta-análisis o estudios doble ciego
utilizadas como líneas orientativas sin perder de
randomizados y controlados (DCR) que incluyen
vista la situación de cada paciente y entendiendo
rama placebo y que hayan sido replicados.
la factibilidad de cada tratamiento en cada caso
particular. • nivel 2: Al menos un estudio DCR con placebo o
comparación activa.
• nivel 3: Al menos un estudio prospectivo, no
2.5. Niveles de evidencia utilizados para la confección
controlado con un mínimo de 10 sujetos.
de estas guías
• nivel 4: Reporte de casos u opinión de expertos.
A diferencia del consenso anterior en el cual se
utilizaron los criterios de categorización de eviden-
cia utilizados por las guías de la Federación Mundial
de Sociedades de Psiquiatría Biológica (82), en este
se tomaron como medida los niveles de evidencia
Tabla 2. Niveles de recomendación.
utilizados por el consenso canadiense (CANMAT)
(202). Dichos criterios fueron elegidos por el pre-
sente consenso por varios motivos. En primer lugar, • 10 nivel: Criterios de evidencia en Nivel 1 ó 2, más
al momento de la reunión de este grupo de trabajo
experiencia clínica de eficacia y seguridad.
recientemente se había publicado una revisión de
• 20 nivel: Nivel 3 de evidencia o mayor, más
las mismas (203). Dicha revisión fue efectuada por
experiencia clínica de eficacia y seguridad.
un grupo internacional muy balanceado de exper-
tos y en consonancia con los esfuerzos de la ISBD • 30 nivel: Nivel 4 de evidencia o mayor, más
por generar mayor homogeneidad en la nomen- experiencia clínica de eficacia y seguridad.
clatura y criterios de evaluación de los datos de
investigación terapéutica. Por otra parte, las guías • No recomendación: Nivel 1 y 2 de ausencia de
CANMAT separan los “Niveles de Evidencia” de eficacia.
los “Criterios de Recomendación”. En los niveles
de evidencia se aplica un criterio generado por la
calidad de la evidencia científica existente y en los
Criterios de Recomendación se sopesan los mismos
con la experiencia clínica, efectividad y seguridad 2.6. Criterios nosográficos elegidos para el diseño de
de cada tratamiento. Básicamente, para la confec- los diagramas de flujo
ción de los niveles de recomendación se utilizaron
dos criterios para considerar los niveles de eviden- Desde el punto de vista de las clasificaciones inter-
cia: a) la efectividad de cada droga en las distintas nacionales no ha habido cambios respecto de la posi-
etapas del tratamiento; b) sus efectos adversos a ción nosográfica de los Trastornos Bipolares en estos
corto y largo plazo. 5 años. Sin embargo a nivel de los grupos de expertos
sobre trastornos afectivos la perspectiva de un espec-
Es importante tener en cuenta que en el trata- tro ampliado de los trastornos bipolares ha ganado
miento de los TB la respuesta a una droga no impli- aún mayor sustento y consideración. En 2008 la ISBD
ca que ese paciente no podría haber respondido del publicó una guía diagnóstica en donde se marcaron
mismo modo a otra con menor cantidad de efectos los puntos de consenso diagnóstico y estableció una
adversos a largo plazo. Sin embargo, una vez obte- serie de propuestas de cara a la versión 5 del DSM
nido una respuesta positiva a una droga, el cambio en donde la noción de espectro ampliado recibió un
a otra del mismo nivel de efectividad presupone claro consenso (63). De esta manera, es posible que la
un riesgo potencial ya que los resultados podrían nueva versión del DSM finalmente adopte un crite-
no ser los mismos. De esta manera el inicio de una rio dimensional para el diagnóstico de los trastornos
secuencia terapéutica debe realizarse con aquella bipolares (104).
droga que presenta mayor efectividad y el menor Del mismo modo que en 2005 y de acuerdo a estas
nivel de potenciales efectos adversos a largo plazo últimas recomendaciones de la ISBD, esta reunión de
(44). consenso considera adecuado utilizar el concepto de
espectro bipolar para poder abarcar las diferentes pre-
En las tabla 1 y 2 se resumen estos criterios utiliza- sentaciones clínicas de estos trastornos.
dos para la confección de las presentes guías. El concepto de espectro bipolar implica englobar

VERTEX 6
20 Consenso argentino sobre el tratamiento de los trastornos bipolares 2010

bajo una misma denominación general cuadros que terceros y la elevada tasa de suicidios consumados
pueden ser muy diferentes desde el punto de vista (47). Esto determina que solo el 15% de los costos son
clínico y evolutivo pero presentar una etiopatogenia afrontados por el sistema de salud y el 85% restante
común y similares lineamientos terapéuticos. A pesar deben ser pagados por el afectado, sus allegados y la
que autores como Akiskal han propuesto una serie de sociedad en general.
subtipos para identificar posibles diferentes formas de El tratamiento adecuado de los TB permite una dis-
TB (3) que normalmente son incluidas dentro de la minución significativa del número de episodios y una
denominación “No Especificada” (NOS) (63), para la recuperación del funcionamiento socio laboral. Se ha
confección de estas guías se continuó con el criterio calculado que tras dos años de tratamiento efectivo
previamente establecido de restringir las recomenda- la reducción de los costos indirectos es tan impor-
ciones terapéuticas a las formas I y II. Lamentable- tante que absorbe íntegramente los costos directos y
mente no hay nuevos datos que permitan establecer permite ahorros significativos (84). Sin embargo, una
pautas terapéuticas racionales específicas para otras importante proporción de los afectados presentan per-
formas de TB que no sean la I y II. El único modifica- sistentes fallas funcionales aún luego de controlados
dor de curso tomado en cuenta para estas guías es del los episodios. Trabajos realizados en nuestro medio
de “Ciclado Rápido” para el cual se continua con la han hallado que cerca del 40% de las personas en tra-
definición establecida por el DSM IV de 4 o más epi- tamiento por estos desórdenes no consiguen sostener
sodios afectivos en el lapso de un año. un empleo pleno (166), dato equivalente al hallado
en otros contextos socioeconómicos tanto de países
desarrollados como en vía de desarrollo (162).
Las personas afectadas por TBs utilizan 2.5 veces
3. Epidemiología y costos de la enfermedad más el sistema de salud que la población general al
presentar un riesgo incrementado de sufrir patología
Los Trastornos Bipolares (TBPs) son enfermedades cardiovascular (49) y neoplásica (17) entre otras (105).
de alta incidencia y causantes de enormes costos y El tratamiento adecuado podría reducir disminuir la
sufrimientos. La proyección del importante incre- mortalidad general de los afectados (8).
mento que tendrá el número de personas afectadas en
nuestra región determinó que la Organización Pana-
mericana de la Salud los considerase epidemia desde
el año 2000 (ver Resolución CDROR19, 26/9/1997). Su 4. Aspectos generales sobre el diagnóstico del
fuerte impacto sobre la función ocupacional y social Trastorno Bipolar
ha llevado a la Organización Mundial de la Salud a
calificarlas como la 6° enfermedad más discapacitan- Del mismo modo que en 2005, este segundo con-
te (137). Es evidente que durante años se ha subesti- senso de expertos continúa considerando que la prin-
mado la incidencia y el impacto sanitario generado cipal barrera para el tratamiento de los trastornos
por estos trastornos. bipolares son las demoras en establecer un diagnósti-
co correcto y oportuno de este desorden.
3.1. Prevalencia Se ha estimado que el 50% de las personas afec-
tadas por TB no reciben tratamiento alguno para su
La prevalencia vida de las formas I y II de los TBs padecimiento (97). Sumado a esto, reportes de diver-
ha sido tradicionalmente estimada entre el 1 y 2% sas comunidades muestran que, entre aquellas perso-
(96), pero si se extiende esta valoración a las formas nas que recurren al sistema de salud por causa de los
no especificadas incluidas en el espectro bipolar la TBs, 7 de cada 10 deben esperar una media de 8 años
misma trepa a cifras estimadas entre el 4 y 6% (11, desde su primera consulta hasta que se efectúe el diag-
89). Estas estimaciones han sido recientemente res- nóstico de su padecimiento (16, 74, 85, 99, 135, 166).
paldadas por los datos del “National Comorbidity Sur- Durante ese lapso de tiempo reciben diagnósticos y
vey Replication” en donde se encontró una incidencia tratamientos inadecuados que agravarían iatrogénica-
del 1% para el tipo I, 1,1% para el tipo II y 2,4% para mente el curso evolutivo de estos trastornos (92).
las formas no especificadas (NOS) de TBs (131). Las demoras y errores en la detección de los TB
parecen incrementarse en primer nivel de asistencia
3.2. Costos sanitaria. En un trabajo realizado en EE.UU. se encon-
tró que los médicos generalistas habían fallado en
Como se señaló anteriormente, los TBs se encuen- identificar correctamente al 78% los posibles casos de
tran entre las 10 enfermedades que generan más gas- TB que estaban bajo su atención y habían sido detecta-
to en el mundo. Dentro de estos costos, el 85% son dos por un instrumento de tamizaje diagnóstico (57).
indirectos, principalmente a expensas de la pérdida En nuestro país el riesgo de sufrir demoras diagnósti-
de días de trabajo (50%), necesidad de cuidados por cas sería significativamente mayor si la primera con-

VERTEX 7
Strejilevich, S.; Vázquez, G.; García Bonetto, G.; Zaratiegui, R.; Vilapriño, J. J.; Herbst, L., Silva, A.; Lupo, C..; Cetkovich-Bakmas, M.

sulta es realizada con un psicólogo (166). En nuestro actualmente una moda en diagnosticar trastornos
país se han realizado talleres de entrenamiento en la bipolares que determina un sobrediagnóstico de la
detección de trastornos bipolares especialmente foca- patología. Si bien esta es una posibilidad que debe
lizados a psicólogos clínicos y médicos generalistas ser evaluada constantemente para evitarla, hasta el
durante los cuales se relevó una encuesta que mostró momento solo un trabajo de metodología adecuada,
que entre estos dos grupos de profesionales el nivel de aún no replicado, con reportes consecuentes extraí-
instrucción teórico y clínico sería insuficiente como dos de la misma muestra, indicaría que se podría estar
para poder establecer adecuadamente el diagnóstico sobredimensionando el diagnóstico de esta patología
de los TBs (167). (212, 213). Adicionalmente, otro trabajo, del mismo
grupo, mostró que la consistencia del diagnóstico
4.1. ¿Por qué es fundamental diagnosticar adecuada- de TB es tan mala como la de otras patologías (150).
mente los trastornos bipolares? El resto de la evidencia disponible y proveniente de
diversas comunidades continúa mostrando que alre-
En los trastornos bipolares, como en otras pato- dedor del 70% de las personas afectadas por TBs debe
logías, realizar un diagnóstico correcto y oportuno e esperar un promedio de 8 años para obtener un diag-
informar adecuadamente del mismo a la persona afec- nóstico adecuado y que en ese lapso reciben diag-
tada son factores fundamentales para lograr un trata- nósticos y tratamientos incorrectos que agravarían
miento y una evolución exitosa de la enfermedad (20, el curso de la enfermedad (16, 85, 99, 135, 166). Sin
92, 148). Es importante resaltar esto ya que en nues- embargo, decidimos discutir de todos modos esta pre-
tro país, en comparación con otros, existe una mayor gunta o aseveración ya que aunque no presenta por
oferta de tratamientos psicológicos que pueden sub- el momento evidencia suficiente como para generar
estimar o directamente considerar de manera negati- un alerta, la fuerte extensión de la idea de un posible
va el realizar un diagnóstico psiquiátrico oportuno e sobre diagnóstico de los TBs en nuestro medio gene-
informar adecuadamente del mismo (136). ra actitudes clínicas que obstaculizan el diagnóstico
Realizar oportuna y correctamente el diagnósti- correcto de estas patologías.
co de trastorno Bipolar abre una secuencia específi-
ca de tratamientos así como de recursos clínicos para 4.3. ¿Cómo se realiza el diagnóstico de los Trastornos
el seguimiento. En términos farmacológicos implica Bipolares?
tanto la indicación como la exclusión de determina-
dos grupos de drogas (68). Informar al usuario de su El diagnóstico de los trastornos bipolares se realiza
diagnóstico es el primer paso de la secuencia adecua- a través de una adecuada valoración de datos clínicos
da de tratamientos psicológicos así como de un paso y evolutivos. Estos datos deben ser relevados duran-
imprescindible para poder organizar todo el andamia- te el examen psiquiátrico en donde se deben buscar
je terapéutico (37). Como en otras enfermedades, el activa y tenazmente los elementos clínicos que con-
retraso en establecer un diagnóstico correcto o equi- figuran el diagnóstico de trastorno bipolar. En el exa-
vocar el mismo, puede disminuir la eficacia del trata- men clínico siempre debe incluirse un familiar u alle-
miento o directamente generar consecuencias iatrogé- gado en condiciones de brindar información sobre la
nicas. Tiempos de demoras diagnósticas mayores a un persona examinada. Un examen clínico que no haya
año son predictores independientes de mayor impac- contado con información de terceros no debe consi-
to socio-laboral y un mayor número de internaciones derarse válido para establecer o no el diagnóstico de
e intentos de suicidio (74, 85, 166) y menor calidad estos trastornos.
de vida (99). Este agravamiento del curso evolutivo
de la enfermedad estaría producido por la indicación
inadecuada de drogas, especialmente antidepresivos
Aunque hay constantes esfuerzos por encontrar
(14). El retraso del inicio de la terapéutica psicológica
métodos auxiliares de diagnóstico, en la actualidad
adecuada ha sido asimismo asociado a peor pronós-
no existen marcadores biológicos de ningún tipo
tico de la enfermedad (148). Finalmente, en los últi-
que hayan demostrado ser útiles para arribar a un
mos años se ha ido sumando evidencia que muestra diagnóstico certero o facilitar la selección del tratamiento
que el progreso de la enfermedad sin el tratamiento adecuado.
adecuado acarrea un decremento de aquellos factores
que podrían brindar protección al sistema nervioso
central lo que explicaría este agravamiento del pro-
nóstico general de la enfermedad (91).
Dada esta dependencia absoluta de la capaci-
4.2. ¿Se están sobre-diagnosticando los Trastornos dad clínica para establecer el diagnóstico adecuado,
Bipolares? el mismo es muy dependiente del nivel de entrena-
miento del profesional de la salud. Los datos dispo-
Algunos colegas y pacientes opinan que existe nibles muestran que las fallas diagnósticas aumentan
VERTEX 8
20 Consenso argentino sobre el tratamiento de los trastornos bipolares 2010

significativamente cuando el mismo es realizado por estrés que se está afrontando respondiendo entonces
médicos generalistas y disminuyen significativamente con estados patológicos del ánimo y humor denomi-
cuando son realizados por profesionales que trabajan nados episodios a) Depresivo; b) Maníaco; c) Hipoma-
en unidades especializadas (57, 167). Por esta razón, níaco y d) Mixto.
a nivel del primer estamento de salud, es aconsejable
establecer la “sospecha” del posible diagnóstico de TB Hay dos formas de Trastorno Bipolar actualmente
y realizar en la medida de lo posible una confirmación reconocidas, el tipo I y el tipo II.
del mismo por parte de especialistas antes de iniciar el En las formas I se alternan episodios de manía o
tratamiento específico. mixtos con episodios depresivos (ver gráfico 1).
A continuación repasaremos sintéticamente En cambio en las formas tipo II son hipomanías
algunas claves para el diagnóstico del trastorno las que se intercalan con episodios de depresión
bipolar así como sus diagnósticos diferenciales bipolar.
principales.
Más allá de estas dos formas de trastorno bipolar,
4.4. Elementos clínicos básicos para el diagnóstico de actualmente otras presentaciones clínicas son inclui-
Trastorno Bipolar das dentro del espectro diagnóstico de estos trastor-
nos. Por ejemplo depresiones recurrentes en las que
En los Trastornos Bipolares fallan los mecanismos solo se registra un fondo temperamental de hiperti-
que regulan las normales fluctuaciones del ánimo y el mia, ciclotimia, o depresiones que al ser tratadas con
humor impidiendo que las mismas acompañen ade- antidepresivos se obtiene una respuesta en la que se
cuadamente a los desafíos de la vida. De esta mane- registran síntomas maníacos o hipomaníacos. Estas
ra, las personas afectadas no pueden responder con formas de trastorno bipolar debe ser consignadas
fluctuaciones del ánimo y humor acordes al nivel de como “no especificada” (NOS).

Gráfico 1. Esquema de evolución de TBP tipo I.

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Gráfico 2. Esquema de evolución de TBP tipo II.

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VERTEX 9
Strejilevich, S.; Vázquez, G.; García Bonetto, G.; Zaratiegui, R.; Vilapriño, J. J.; Herbst, L., Silva, A.; Lupo, C..; Cetkovich-Bakmas, M.

a) La Depresión Bipolar no tiene diferencias semio- con síntomas depresivos por cada día pasado en hipo-
lógicas significativas respecto de la Depresión Mayor manía (88). Sin embargo, en los dos sistemas diagnós-
Unipolar (ver punto 4.5 para diagnóstico diferencial). ticos más utilizados de la actualidad (ICD y DSM), la
Aunque algunos elementos semiológicos, evolutivos o clave diagnóstica reside en poder localizar al menos
la respuesta terapéutica pueden configurar elementos un episodio maníaco o hipomaníaco o mixto a lo lar-
orientativos a la hora del diagnóstico diferencial, nin- go de la evolución del cuadro. El diagnóstico de al
gún síntoma resulta patognomónico de la depresión menos de uno de estos episodios determina el diag-
bipolar (ver cuadro 7). En la tabla 3 puede verse una nóstico de trastorno bipolar independientemente que
lista de síntomas básicos de la depresión bipolar pero haya habido o no episodios depresivos previos.
debe tenerse en cuenta que la combinación, intensi-
dad, duración y gravedad general de los mismos pue- b) Los Episodios Maníacos son, por definición, cua-
de variar enormemente de un sujeto a otro. Mientras dros graves que implican una severa distorsión de la
una persona puede experimentar episodios cortos, de conducta. Dos terceras partes de las personas afecta-
baja intensidad, en los que solo registre cambios en das experimentarán síntomas psicóticos sin que esto
sus ritmos diarios y una merma en su energía, otro modifique el diagnóstico. Si bien los episodios manía-
puede experimentar un episodio de semanas o meses cos pueden presentar dificultades diagnósticas, son
de duración en el que se registren síntomas psicóticos fácilmente localizables en la historia evolutiva del
y distorsiones mayores de la conducta. Ambos cuadros sujeto dada su intensidad y sus importantes conse-
pueden ser diagnosticados como Depresión Bipolar. cuencias funcionales. Suelen durar semanas o meses
y muy frecuentemente requieren de hospitalizaciones
o medidas mayores de contención. Puede verse una
lista acotada de síntomas maníacos en la tabla 4.
Tabla 3. Síntomas frecuentes de la Depresión
Bipolar (no es necesario que se den todos).

• Apatía Tabla 4. Síntomas frecuentes en las Crisis Maníacas


• Desesperanza (no es necesario que se den todos).
• Disminución de la energía
• Humor elevado
• Sensación de tristeza o de vacío
• Irritabilidad
• Dificultad en la experimentación del placer
• Hiperactividad
(Anhedonia)
• Disminución de la necesidad de dormir
• Irritabilidad
• Aumento de la sociabilidad
• Sentimiento de desamparo y de falta de
sentimientos • Locuacidad
• Insomnio, Hipersomnia o fragmentación del sueño • Hipersexualidad
• Disminución de la autoestima • Pensamientos rápidos
• Enlentecimiento psicomotriz • Euforia
• Falta de concentración y de memoria • Involucramiento en riesgos innecesarios
• Disminución del deseo sexual o sexualidad • Planes irrealizables
compulsiva • Ideas de grandeza
• Ideas Hipocondríacas • Delirios
• Ansiedad • Alucinaciones
• Deseo de morir
• Ideas o actos suicidas
• Pérdida o exceso de apetito c) Los Episodios Hipomaníacos presentan sínto-
• Ideas de culpa y ruina mas similares a los episodios maníacos pero con una
intensidad menor y fundamentalmente con repercu-
• Ideas delirantes de todo tipo
siones conductuales y funcionales menores (ver tabla
• Alucinaciones 5). Mientras en un episodio maníaco la conducta se
va afectada de tal manera que la persona experimen-
ta una evidente distorsión en su capacidad laboral
En todas las formas clínicas de TB suele haber un y social, en las crisis hipomaníacas este impacto es
predominio de los síntomas depresivos en la evolu- menor e incluso pueden verse incrementadas por
ción. En las formas dos, suele experimentarse 39 días
VERTEX 10
20 Consenso argentino sobre el tratamiento de los trastornos bipolares 2010

momentos dichas capacidades. La duración de los epi- serie opuesta en el contexto de un episodio maníaco
sodios hipomaníacos puede ser muy breve. El DSM IV o depresivo es suficiente para considerar el episodio
solicita al menos 4 días, pero investigaciones recien- como mixto. Por esta razón se recomienda explorar
tes coinciden que dos días continuos de hipomanía activamente los síntomas de la fase opuesta aún fren-
son suficientes para el diagnóstico de TB (194). te a episodios que parezcan claramente de una de las
Es justamente esta relativa benignidad de los epi- mismas.
sodios hipomaníacos la que ocasiona que los mismos Esta forma de considerar a los episodios mixtos ha
sean difíciles de localizar en la historia evolutiva de demostrado determinar consecuencias terapéuticas al
una personas afectada por TB e incluso de diagnosti- menos para aquellos episodios de depresión bipolar
car cuando se está experimentando los mismos. Las en los que se registran síntomas maníacos (76). Más
personas afectadas no suelen registrar los episodios allá de esto, es importante considerar la posibilidad
pasados como situaciones negativas y por el contrario de un episodio mixto en aquellos pacientes que refie-
pueden ser frecuentemente recordados como momen- ren sentirse deprimidos o llamativamente irritables y
tos particularmente buenos o de normalidad. Muchas en los que se observa un fondo conductual que no es
veces los episodios hipomaníacos son mejor detecta- acorde a su propia descripción (ver tabla 6).
dos o descriptos por los allegados o convivientes que
por la propia persona que los experimenta. No se debe
esperar que la persona afectada refiera los mismos
Tabla 6. Síntomas frecuentes de los Episodios
espontáneamente, menos aún si la misma está experi-
Mixtos (no es necesario que se den todos).
mentando síntomas depresivos. Por lo que sugerimos
siempre incluir a un allegado cercano del paciente en • Mal humor/ Disforia
la evaluación. El interrogatorio debe ser activo y cen-
• Irritabilidad
trarse en buscar cambios respecto del nivel de humor,
confianza, energía, patrón de sueño, apetito y deseo • Aceleración del Pensamiento/ Distractibilidad
sexual habituales en vez de buscar distorsiones cuan- • Inquietud psicomotriz/ Agitación
titativamente predeterminadas. • Hostilidad
• Pesimismo
• Labilidad afectiva/ cambios rápidos del humor
Tabla 5. Síntomas frecuentes en las Crisis • Insomnio disfórico
Hipomaníacas (no es necesario que se den todos).
• Descontrol conductual/ fallas en control de impulsos
• Aumento de la autoestima • Alucinaciones
• Exageración de las propias capacidades • Ideas delirantes
• Embarcarse en demasiadas cosas al mismo tiempo
• Aumento de la sociabilidad
• Aumento de la locuacidad
• Gastar más de lo habitual
4.4) Diagnóstico diferencial de los TB con Depresión
• Dormir menos de lo habitual
Unipolar (DUP)
• Optimismo exagerado
• Falta de autocrítica El diagnóstico diferencial entre DUP y TB es un
• Hablar en voz alta sin tolerar interrupciones ejercicio clínico que resulta actualmente en un dilema
muchas veces mal resuelto básicamente porque que
• Aumento en el interés en el sexo
para los sistemas diagnósticos actualmente vigentes
• Cambios bruscos de humor el elemento diagnóstico diferencial es la presencia de
• Aumento de la emotividad episodios maníacos o hipomaníacos intercalados entre
los episodios depresivos. Esto genera varias dificulta-
des. En primer lugar las crisis maníacas e hipomaníacos
deben localizarse entre una franca preponderancia de
d) Los Episodios Mixtos están conformados por sín- síntomas y episodios depresivos. Como se señaló ante-
tomas de la serie maníaca y depresiva que se mani- riormente esto resulta extremo en el caso de los TB II
fiestan simultáneamente. Si bien el DSM IV requiere donde la proporción entre días pasados en hipomanía
para el diagnóstico de estos episodios que se cumplan y depresión es 1:39. Por otra parte, las personas afec-
simultáneamente los criterios diagnósticos para epi- tadas suelen desestimar los síntomas hipomaníacos y
sodio maníaco y depresivo, hay un consenso actual generalmente consultan durante episodios depresivos.
de que la presencia de al menos dos síntomas de la Esto genera una dificultad adicional ya que durante

VERTEX 11
Strejilevich, S.; Vázquez, G.; García Bonetto, G.; Zaratiegui, R.; Vilapriño, J. J.; Herbst, L., Silva, A.; Lupo, C..; Cetkovich-Bakmas, M.

los episodios depresivos se recuerda preferentemente hasta que se experimente el primero maníaco o hipo-
aquellos recuerdos de tonalidad afectiva negativa y se maníaco (10). Este dilema no tiene hasta el momento
desestiman los de tonalidad positiva, como pueden una respuesta que este contemplada actualmente en
ser aquellos ligados a episodios hipomaníacos. Por los sistemas de diagnóstico más usados. Si bien este es
otra parte, hay que recordar que el posible carácter un problema lo suficientemente complejo como para
sutil de las crisis hipomaníacas y el hecho de aparejar escapar el alcance de este apéndice incluimos aquí la
síntomas que pueden resultar agradables o positivos propuesta de Ghaemi y cols. (70) quienes con un esti-
-al menos inicialmente- para las personas afectadas, lo similar al usado por el DSM señalan algunos de los
hace que muchas veces no sean reconocidos como elementos clínico-evolutivos que deben ser tenidos
anormales por las personas que los padecen e incluso en cuenta para sospechar el diagnóstico de Trastor-
aquellas de su entorno. Estas dos primeras razones se no Bipolar entre aquellas personas que han sufrido
intentan saldar ejecutando un interrogatorio activo y depresiones pero que aún no han presentado episo-
que debe involucrar a personas de referencia buscan- dios con síntomas maníacos (Cuadro 7).
do elementos de la serie maníaca ante cada consulta
por depresión. Las preguntas deben intentar localizar
períodos de cambios anímicos llamativos más que ele-
Tabla 7. Criterios para el diagnóstico de Espectro
mentos que sean recordados como desagradables por
Bipolar (Depresión Bipolar).
el paciente o su familia. No hay que subestimar aque-
llos períodos que encuentran una explicación causal
A. Por lo menos un episodio depresivo mayor
ambiental ó en todo caso intentar contrastarlo con
situaciones similares en la vida de cada persona (27). B. Sin episodios hipo/maníacos espontáneos
A continuación se pueden ver parte de los criterios de
Hipomanía usados en el estudio de cohorte de Zurich C. Cualquiera de los siguientes más dos ítems del
(9). Como se puede apreciar la primera sección de pre- criterio D o los dos juntos más 1 ítem del criterio D:
guntas que podría resultar sobre-inclusiva es tamizada
1. Historia familiar de 1er grado de TBP
por la segunda que apunta directamente al impacto
funcional de los mismos. 2. Inducción de hipo/manía por Antidepresivos.

D. Si no hay ningún ítem del criterio C, seis de los


nueve ítems siguientes:
¿Usted, en los últimos 12 meses...?
1. Personalidad hipertímica
• Se ha sentido con más energía
2. Episodios depresivos recurrentes (>3)
• Se ha encontrado más activo
• Ha necesitado dormir menos 3. Episodios depresivos breves (< 3 meses)
• Se ha sentido más charlatán
• Con más ganas de viajar 4. Síntomas depresivos atípicos (x DSM)
• Más ocupado, activo, etc. 5. Episodios depresivos psicóticos
Si esto ha sido evidente: 6. Inicio depresivo temprano (< 25 años)

• ¿Le ha causado problemas consigo mismo, su 7. Depresión posparto


trabajo o con los demás?
8. Agotamiento de respuesta ATD
• ¿Han notado otras personas estas situaciones en
Usted diciéndole o preguntándole si algo le estaba 9. Falta de respuesta a 3 o más pruebas con ATD
pasando?
• ¿Diría Usted que es una persona con altibajos Modificado de: Ghaemi, 2002.
frecuentes?

Modificado de Angst, 1993.


4.5. Diagnóstico diferencial de los TB con Trastornos
Esquizofrénicos (TEs)
El segundo problema radica en diagnosticar TB
en personas que han presentado episodios depresi- Cuando se diagnostica a una persona afectada por
vos pero hasta el momento –efectivamente- no han TBP con el diagnóstico de esquizofrenia se está come-
presentado episodios maníacos o hipomaníacos. Más tiendo un error clínico de consecuencias catastróficas
del 40% de los casos inician con síntomas depresivos para ese paciente. Los esquemas terapéuticos que se
y pasan muchos años y muchos episodios depresivos aplican en la esquizofrenia pueden generar una falsa

VERTEX 12
20 Consenso argentino sobre el tratamiento de los trastornos bipolares 2010

estabilización del cuadro al controlar la manías pero gradualmente los antipsicóticos -teniendo en cuenta
con el riezgo de generar un cuadro deficitario indu- que los efectos de los mismos se pueden sostener por
cido por antipsicóticos (113) o cuadros depresivos y meses aún luego de retirados- antes de certificar el
abandonos de tratamiento (210). diagnóstico de esquizofrenia.
Este tipo de errores diagnósticos y sus trágicas con-
secuencias se vienen reportando desde la década del '70 4.6. Otros diagnósticos diferenciales importantes
lo que generó la lógica alarma entre los clínicos de Euro-
pa y Estados Unidos. Esta alerta ha generado cam- Aunque escapa a los alcances de este documento
bios que se pudieron apreciar en la comparación de discutirlos, vale la pena señalar otros diagnósticos
la última encuesta hecha entre los miembros de la diferenciales de los TB que resultan críticos de reali-
DMDA del 2000 (85) con la realizada en 1993 (116) zar. En pacientes jóvenes, los trastornos bipolares sue-
en donde se observó un menor número de reportes de len ser confundidos con trastornos alimentarios, tras-
diagnósticos errados de esquizofrenia. Sin embargo al tornos de ansiedad y trastornos de la personalidad.
menos en nuestro país y en Chile el confundir Tras- Del mismo modo, en niños y adolescentes se plantean
torno Bipolares con Trastornos Esquizofrénicos parece dificultades diagnósticas con los déficits de atención.
seguir siendo un problema frecuente (162). Ante la posibilidad de realizar diagnósticos de los cua-
El elemento que ha sido más fuertemente asocia- dros antedichos es necesario plantearse la posibilidad
do a este trágico error diagnóstico es el confundir de estar frente a un trastorno bipolar (35).
las formas psicóticas de los trastornos bipolares con
esquizofrenias (77). Los síntomas psicóticos han sido 4.7. Instrumentos de tamizaje diagnóstico autoaplica-
reportados como presentes en 70-80% de las personas dos
afectadas por TBPs (95). En los Trastornos Bipolares se
presentan síntomas psicóticos congruentes o incon- Recientemente fueron adaptados, validados y com-
gruentes con el estado de ánimo, síntomas alucinato- parados en nuestro país dos instrumentos autoaplica-
rios de todo tipo (incluso aquellos que involucran el dos diseñados para detector posibles casos de TB: el
cuerpo) así como y delirios bizarros y desorganizados “MDQ” (Mood Disorder Questionnaire) y la “BSDS”
sin que la calidad de los mismos permita el diagnósti- (Bipolar Spectrum Disease Scale) (211; 190). Estos dos
co diferencial entre TBPs y TEs (144). El segundo pro- instrumentos son completados por el propio paciente,
blema consiste en no estar alerta respecto de la capa- requieren solo una breve explicación y pocos minutos
cidad que tienen los antipsicóticos (atípicos o no) de para su llenado. Mientras el MDQ resulta más sensi-
generar síntomas clínico – cognitivos indistinguibles ble para la detección de formas tipo I, el BSDS resul-
del déficit esquizofrénico (12) (cuadro 8). ta más sensible para la detección de formas tipo II y
NOS. En la validación Argentina del MDQ y el BSDS
el nivel de especificidad fue 0.97 y 0.81 respectiva-
mente, similar al encontrado en otros países, pero su
Cuadro 8.
resultado negativo no implica ausencia de trastorno
bipolar. El punto de corte hallado como óptimo para
Síndrome Deficitario
Síndrome Deficitario el MDQ en nuestro medio resultó más bajo que en
Inducido por
Esquizofrénico otros países siendo de 5 puntos. El punto de corte
Antipsicóticos
considerado óptimo para la BSDS en nuestro medio
• Afecto restringido • Retracción emocional es igual al encontrado en otros países: 13 puntos. Una
combinación de ambas escalas resulta muy útil para el
• Pobreza del discurso • Creatividad disminuida
tamizaje de potenciales casos en contextos clínicos en
• Dificultad en la donde no sea fácil contar con personal correctamente
• Falta de Interés
concentración entrenado o como sistema de validación y orienta-
• Disminución del • Trastornos del ción en el caso de especialistas, aunque esto requiere
propósito de vivir pensamiento pruebas de campo.

• Disminución de la • Limitada interacción


actividad social social
5. Necesidades insatisfechas en el control de los
Modificado de Lewander, 2004
Trastornos Bipolares

Una buena anamnesis centrada en aspectos funcio- Los trastornos bipolares son verdaderos proble-
nales prodrómicos y elementos del desarrollo infantil mas de salud pública que requieren de todo el siste-
suele ser orientadora. En casos difíciles es preferible ma de salud para su adecuado control (162). Aunque
interconsultar en servicios especializados o disminuir esta guía de consenso está básicamente dirigida a los

VERTEX 13
Strejilevich, S.; Vázquez, G.; García Bonetto, G.; Zaratiegui, R.; Vilapriño, J. J.; Herbst, L., Silva, A.; Lupo, C..; Cetkovich-Bakmas, M.

profesionales que atienden personas afectadas por así como poder desarrollar planes pragmáticos de con-
trastornos bipolares en un ámbito clínico clásico, dos tingencia. En el caso específico de los TB es urgente
razones decidieron la inclusión de esta sección en el contar con datos que indaguen los costos que generan
presente consenso. En primer lugar se consideró que estos trastornos en nuestro medio y como son abor-
la única manera de reflejar el “estado del arte” del dados. Si bien los pocos datos existentes señalan que
tratamiento de los trastornos bipolares es incluyen- el impacto sanitario de estos trastornos sería igual o
do una sección que fije las acciones de prevención mayor al encontrado en otras comunidades (162),
secundaria que hoy se entienden deberían formar estos datos son claramente insuficientes.
parte de un abordaje terapéutico integral de los mis-
mos. Una serie creciente de datos está apoyando la 2O NECESIDAD INSATISFECHA: PROVEER A LOS AFECTADOS UN
noción de que los Trastornos Bipolares, como muchas DIAGNÓSTICO OPORTUNO Y CORRECTO DE SU ENFERMEDAD.
otras enfermedades médicas, evolucionan por etapas
de progresiva morbilidad (19). Mientras en las etapas Si bien en nuestro país faltan datos actualiza-
tempranas las posibilidades de obtener una recupe- dos, los expertos reunidos en este consenso con-
ración plena serían considerables de mediar el diag- tinúan observando que las personas afectadas por
nóstico y tratamiento adecuado, en las etapas tardías trastornos bipolares siguen sufriendo importantes
los tratamientos resultarían menos eficaces y meno- demoras para obtener un diagnóstico adecuado de
res las posibilidades de evitar el detrimento funcio- su enfermedad una vez que inician las consultas
nal que pueden generar estos trastornos. En el mismo por esta causa. Aunque varias inconsistencias del
sentido un creciente cuerpo de datos señalan que los sistema diagnóstico actualmente utilizado deter-
fármacos estabilizadores del ánimo podrían ejercer su minan que estas demoras sean verificadas en casi
efecto aumentando factores neuroprotectores endo- todas las comunidades, es también cierto que la
celulares que amortiguarían los efectos neurotóxicos mayor oferta educativa sobre los TB puede mejorar
que tienen los episodios afectivos (90). Por otra parte, el desempeño diagnóstico. Si bien nuestro país no
nuevos datos señalan que la exposición inadecuada ha sido ajeno al incremento de oferta educativa en
a fármacos antidepresivos podría estar asociada a un torno a los trastornos bipolares, la misma ha sido
empeoramiento del curso evolutivo de la enfermedad concentrada básicamente sobre los psiquiatras, en
(71, 165, 185). Finalmente, datos preliminares seña- evidente menor medida sobre los psicólogos y prác-
lan que el retraso en la indicación de los tratamien- ticamente dejado por fuera a todo el resto de los
tos psicoterapéuticos adecuados también podrían profesionales que conforman el sistema de salud.
están asociados con su eficacia (148). De esta manera, Como ejemplo en una serie de encuestas realizadas
solo un abordaje sanitario de los trastornos bipolares durante talleres de entrenamiento en detección de
garantiza que los mismos sean detectados y tratados trastornos bipolares orientados a psicólogos clíni-
en forma oportuna y correcta dado que estas son las cos menos del 20% de los concurrentes consideró
primeras acciones de prevención secundaria a estable- que su nivel de entrenamiento era suficiente como
cerse en estas severas enfermedades. para asistir a personas afectadas por TB (167).
En segundo lugar, aunque esta guía de consen-
so está básicamente dirigida a los profesionales que
Para mejorar la detección correcta y oportuna
atienden personas afectadas por trastornos bipolares
de estos trastornos el presente consenso
en un ámbito clínico clásico, es posible que docu- recomendó las siguientes medidas:
mentos como este, que fijan la posición de un grupo
de expertos sobre el tratamiento de una patología de 1. Incrementar y actualizar la formación teórica y
importancia sanitaria, sean tomados en cuenta por clínica sobre los trastornos bipolares en la formación
aquellas personas con la posibilidad de tomar decisio- de pregrado de todos los profesionales de la salud,
nes a la hora de fijar políticas de salud pública. Bajo especialmente en la de los psicólogos clínicos.
estas premisas le presente consenso decidió incluir
en estas guías tres recomendaciones básicas para el 2. Desarrollar e implementar talleres de
manejo sanitario de los Trastornos Bipolares. entrenamiento en detección de trastornos bipolares
orientados a psicólogos clínicos y otros profesionales
1O NECESIDAD INSATISFECHA: REALIZAR ESTUDIOS EPIDE- del primer estamento de salud en actividad.
MIOLÓGICOS ACTUALIZADOS SOBRE LA INCIDENCIA, COSTOS Y
CONDICIONES DE TRATAMIENTO DE LOS TBS. 3. Promover el uso de las herramientas de tamizaje
diagnóstico recientemente validadas en nuestro país.
Desde hace más de 20 años que no se realizan estu-
dios epidemiológicos adecuados sobre enfermedades 4. Continuar con las acciones de educación continua
psiquiátricas en nuestro país. Esto impide tanto tener sobre los trastornos bipolares.
una correcta dimensión de los problemas a enfrentar

VERTEX 14
20 Consenso argentino sobre el tratamiento de los trastornos bipolares 2010

3O NECESIDAD INSATISFECHA : OPTIMIZAR LA ASISTEN -


CIA DE LAS PERSONAS AFECTADAS POR TB EN EL SISTEMA DE
SALUD

Este consenso consideró que se registran impor-


tantes deficiencias en la oferta de tratamiento ade-
cuado a las personas afectadas por TBs, tanto a nivel
público como privado.

Para optimizar la oferta terapéutica destinada a


personas afectadas por TBs se recomiendan las
siguientes medidas:

1. Crear Unidades Especializadas en Trastornos


Bipolares en el sistema público y privado de salud.

2. Se debe priorizar el desarrollo de dichas unidades


en aquellas instituciones que también cuenten con
unidades de control ginecológico y obstétrico.

3. Aumentar la oferta de abordajes psicoeducativos


grupales. Estos tratamientos presentan una enorme
efectividad y su costo es relativamente bajo.

4. Actualizar el vademécum de libre disponibilidad


en instituciones públicas y privadas con aquellas
drogas que hoy cuentan con evidencia clase A para el
tratamiento de estos trastornos.

5. Promover el tratamiento interdisciplinario de


las personas afectadas por TB poniendo especial
atención a las acciones destinadas a un adecuado
control metabólico y cardiovascular.

6. Poner especial énfasis en el entrenamiento


profesional y la creación de unidades especializadas
para el tratamiento de los TBs en niños, mujeres en
edad reproductiva y adultos mayores.

Este consenso opina que estas básicas medidas sig-


nificarían un avance considerable en el control y en
la reducción del impacto generado por los trastornos
bipolares ■

VERTEX 15
VERTEX 16
Guías de Tratamiento

1. Consideraciones generales del tratamiento de


los Trastornos Bipolares

Los trastornos bipolares son cuadros, crónicos, un tratamiento. Por ello el monitoreo del tratamiento de
cíclicos y con una gran variabilidad interindividual un trastorno bipolar debería incluir la confección de un
en su evolución. El objetivo básico del tratamiento de gráfico de seguimiento (“mood chart”). No utilizar este
estas enfermedades es corregir las fallas en la regula- sistema gráfico de seguimiento impedirá apreciar con
ción del ánimo y del humor y obtener la recuperación claridad la evolución del tratamiento (ver anexo I).
funcional de la persona afectada. Algunos elemen- 4. En los trastornos bipolares la comorbilidad psi-
tos conceptuales deben tenerse siempre presentes al quiátrica es más la regla que la excepción (78). Se ha
momento de diseñar el tratamiento de estos trastor- calculado que el 65% de las personas afectadas presen-
nos . ta otro diagnóstico psiquiátrico comórbido y dentro
1. Los TB son enfermedades del sistema nervioso de estos el 25% presentará al menos tres comorbilida-
central, de origen genético en las que están alterados des psiquiátricas (124). Sin embargo, debe recordar-
los mecanismos que regulan las normales fluctuacio- se que los TB tienen preeminencia jerárquica para el
nes del ánimo y el humor (81). De esta manera, el tratamiento, por lo que deberían ser tratados en pri-
objetivo primario del tratamiento es corregir la ines- mer lugar. Muchas veces el control del TB implica una
tabilidad patológica del ánimo-humor estabilizando notable reducción en la gravedad de las posibles pato-
al paciente y por ende toda acción terapéutica debe logías comórbidas. La única excepción es el abuso de
incluir este principio como base para su diseño. drogas que debe ser tratado concomitantemente
2. El manejo de los episodios agudos debe realizarse 5. El objetivo final del tratamiento de los TB es la
eligiendo prioritariamente aquellos tratamientos que recuperación funcional, lo que implica recuperar el
aparte de ser eficaces en su control hayan demostrado nivel de funcionamiento previo al inicio de los sínto-
ser eficaces en disminuir el número de recurrencias en mas. Todas las maniobras terapéuticas deben contem-
el tratamiento de largo plazo. plar este parámetro como objetivo.
3. Dado que el síntoma primario de los TB es la ines- 6. Los Trastornos Bipolares son enfermedades
tabilidad del ánimo, es necesario monitorear largos sistémicas. Las personas afectadas por TB presentan
períodos de tiempo para poder evaluar el resultado de mayor riesgo de sufrir enfermedades médicas de todo

VERTEX 17
Strejilevich, S.; Vázquez, G.; García Bonetto, G.; Zaratiegui, R.; Vilapriño, J. J.; Herbst, L., Silva, A.; Lupo, C..; Cetkovich-Bakmas, M.

tipo por lo que debe incluirse en el diseño del trata- 2.2. Fases evolutivas del trastorno bipolar
miento un adecuado seguimiento médico general.
7. El tratamiento correcto de los TB debe necesa- Los TB son enfermedades longitudinales suma-
riamente incluir un manejo psicoterapéutico basa- mente heterogéneas en su evolución. Antes del ini-
do en las terapias con evidencia positiva para esta cio de una secuencia específica de tratamiento es
enfermedad. necesario establecer el tipo de episodio pero tam-
bién el momento evolutivo en el que se encuen-
tra el mismo. Recientemente se generó un acuer-
2. Recomendaciones generales para el uso de do sobre la nomenclatura adecuada para establecer
las Guías definiciones evolutivas y operacionales en los tras-
tornos bipolares -para una revisión ver Tohen, 2009
2.1. Evaluación clínica necesaria antes del inicio de (178). Estas guías de tratamiento concentran sus
una secuencia terapéutica recomendaciones en dos fases de la enfermedad:
los episodios agudos y el tratamiento de manteni-
Para un uso correcto de estas guías terapéuticas miento. Sin embargo, como se puede observar en el
es indispensable realizar una correcta evaluación psi- gráfico 3, luego de obtenida la remisión del episo-
quiátrica previa al inicio de las secuencias propuestas. dio agudo, se ha establecido un período de 8 sema-
La misma debe incluir necesariamente los siguientes nas, denominado de “Continuación”, en el que los
pasos: posibles eventos a observar deben ser considerados
1 o. Establecer o corroborar el diagnóstico de TBP como parte del episodio agudo previo. Durante el
y determinar el subtipo del mismo (I, II ó NOS) período de continuación la consigna general es no
2 o. Establecer el tipo de episodio (maníaco, hipo- modificar el tratamiento que ha resultado efectivo
maníaco, depresivo o mixto). en el tratamiento agudo a menos que efectos adver-
3 o. Establecer la fase de la enfermedad en la que sos, virajes anímicos ó circunstancias especiales
se va a iniciar tratamiento (ver gráfico 3). obliguen a modificar esta recomendación general.
4 o. Establecer la gravedad del cuadro clínico, la
presencia o no de síntomas psicóticos, el riesgo de
suicidio y el nivel de ansiedad concomitante.
5o. Comprender el estado actual en un marco evolu- 2.3. Inicio de una secuencia recomendada de trata-
tivo estableciendo los antecedentes de viraje, frecuen- miento según el paciente se encuentre o no en tratamiento
cia, tipo de ciclado y evolución general del cuadro. psicofarmacológico previo
6 o. Realizar un exhaustivo análisis de los tra-
tamientos previos en el que se incluya tanto la Los diagramas de flujo del presente trabajo
respuesta a los mismos como los posibles eventos fueron diseñados teniendo en cuenta la hipotéti-
adversos consecuentes. Estos antecedentes son de ca situación de que el paciente se encuentre sin
crucial importancia ya que la exposición a algunos tratamiento en ese momento. Esta convención ha
medicamentos podrían modificar la clínica y evo- sido tomada teniendo en consideración que en
lución de los TBs más allá del momento de su indi- muchas ocasiones los pacientes ya se encuentran
cación e independientemente que los mismos estén en tratamiento (adecuado o no). En el caso en que
activos o no al momento de la crisis presente (por el paciente presente tratamientos psicofarmacoló-
ejemplo, aumento de la frecuencia de ciclado por gicos al momento de iniciar la secuencia terapéu-
uso de antidepresivos ó aparición de eventos der- tica, el primer paso es establecer si el tratamiento
matológicos por anticonvulsivantes en el pasado). existente es concordante con el diagnóstico clínico
7 o. Establecer posibles comorbilidades, especial- actual y si es administrado en la dosis correcta. Si
mente determinar si hay abuso de sustancias con- así no fuera, los primeros pasos consisten en cam-
comitante. biar y/u optimizar el tratamiento existente. Para
8 o. Establecer el nivel de cumplimiento y el gra- esto se debe asegurar dosis óptimas de cada fármaco
do de conciencia de enfermedad. y chequear el cumplimiento (lo que puede incluir
9 o. Realizar un adecuado chequeo médico y bio- dosajes plasmáticos). Se debe recordar que cerca
químico de acuerdo a las recomendaciones indica- del 30% de los pacientes no cumplen plenamente
das en sección 3 (esquema 1). las indicaciones (39).

Vea el esquema 1 antes de iniciar el uso de una


La totalidad de estas variables son relevantes para guía específica.
determinar el tratamiento adecuado para cada una de
las fases de la enfermedad.

VERTEX 18
20 Consenso argentino sobre el tratamiento de los trastornos bipolares 2010

Gráfico 3. Fases del tratamiento.

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Modificado de Tohen, 2009.

Esquema 1. Pasos necesarios antes del inicio de secuencia terapéutica sugerida.

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VERTEX 19
Strejilevich, S.; Vázquez, G.; García Bonetto, G.; Zaratiegui, R.; Vilapriño, J. J.; Herbst, L., Silva, A.; Lupo, C..; Cetkovich-Bakmas, M.

tipo. En este segundo consenso se resolvió incor-


porar esta sección en la que se repasa de mane-
Recomendaciones generales para el manejo
ra sucinta y comprensiva los potenciales efectos
adecuado de los esquemas de pasos
adversos de los fármacos más frecuentemente utili-
terapéuticos recomendados
zados en el tratamiento de los trastornos bipolares,
• Es necesario evaluar el tipo de episodio, su gravedad de modo de poderlos integrarlos en balance con los
y los antecedentes evolutivos para determinar el datos de efectividad. Sumado a esto se incluye una
puntos de entrada al diagrama de tratamiento sección en la que se adaptan las guías de monitoreo
de seguridad en el tratamiento de los TB de la Inter-
• Recordar que los pasos no son necesariamente national Society for Bipolar Disorders (142).
secuenciales. Dado que una revisión exhaustiva de los efectos
adversos de cada tratamiento excedía los propósitos
• Evaluar interacciones al combinar moléculas de este documento se decidió brindar un resumen
(recordar que la polifarmacia es regla en el paciente de comprehensivo de los mismos clasificándolos de
bipolar). acuerdo a si se presentan en el tratamiento de corto
o largo plazo, si son generales, extrapiramidales o
• Ante el fracaso de un paso no olvidar chequear metabólicos y clasificando su incidencia/intensi-
nivel de cumplimiento antes de iniciar otro esquema dad en tres niveles de gravedad:
terapéutico. 1) baja;
2) moderada;
3) alta lo que permite integrarlos posteriormen-
te en el cuadro de integración que se presenta al
final de estas guías.

2.4. Símbolos utilizados para la confección de estas Cuadro 9. Niveles de Gravedad de Efectos Adversos en
guías Tratamiento Agudo.

Al inicio de cada una de las situaciones clíni-


• Nivel 0: No presenta efectos adversos de ese tipo.
cas abordadas por las guías se encontrara un cua-
dro en donde se resumen los niveles de evidencia y
de recomendación de las diferentes intervenciones
terapéuticas así como un comentario acerca de las • Nivel 1: Efectos adversos poco frecuentes y/ó de
mismas. Como se podrá observar, en la confección bajo impacto clínico que no impiden la continuación
de los diferentes pasos secuenciales estas dos for- del tratamiento. Frecuentemente son autolimitados
mas de categorizar la evidencia se combinaron de y normalmente no requieren intervenciones para su
acuerdo a la opinión de los expertos. control. Ejemplo: somnolencia inicial por quetiapina/diarrea
El signo “/” significa que cada una de las reco- por litio.
mendaciones esta en el mismo nivel general de
recomendación, equivale a un “ó”. El signo “+” se
utiliza para señalar una combinación de drogas. Por
ejemplo si se lee en el texto “Lamotrigina + Litio” • Nivel 2: Efectos adversos que por su frecuencia
esto hace referencia a que se está proponiendo una o moderado impacto clínico eventualmente
combinación de ambas drogas para esa indicación. pueden llevar a la discontinuación del tratamiento
Si se lee “Litio + Quetiapina / Lamotrigina” se hace o comprometer la evolución del paciente.
referencia a que se sugiere combinar el Litio con Frecuentemente requieren intervenir para su control.
cualquiera de esos dos fármacos. Ejemplo: extrapiramidalismo moderado por antipsicóticos/
náuseas por valproato.

3. Evaluación, balance y manejo de los efectos


• Nivel 3: Efectos adversos que por su potencial
adversos en el tratamiento de los Trastornos
peligrosidad llevan a suspender el tratamiento y
Bipolares
pueden comprometer la vida. Siempre requieren
intervenir para su control. Ejemplo: Steven-Johnson por
El tratamiento de los TB implica la exposición
lamotrigina/ agranulocitosis por clozapina.
por tiempos prolongados a drogas que potencial-
mente pueden producir efectos adversos de distinto

VERTEX 20
20 Consenso argentino sobre el tratamiento de los trastornos bipolares 2010

Cuadro 10. Niveles de Gravedad de Efectos Adversos


en Tratamiento de largo plazo. 3.1. Consideraciones acerca de los efectos adversos
extrapiramidales
Nivel 0: No presenta efectos adversos de ese tipo.
Aunque en los diferentes ensayos de fármacos
Nivel 1: Efectos adversos poco frecuentes y/ó de antipsicóticos en el tratamiento de los TB la inciden-
bajo impacto clínico que no impiden la continuación cia reportada de efectos adversos extrapiramidales
del tratamiento ni la recuperación funcional. no superó el 15% (61), en el único estudio específi-
Frecuentemente son autolimitados y normalmente camente dedicado a observar estos efectos adversos
no requieren intervenciones para su control. la incidencia superó el 50% (66). Datos recientes
Ejemplo: temblor distal leve por litio/ataxia leve por confirman observaciones tempranas respecto de
carbamazepina. que las personas afectadas por TB presentan mayor
susceptibilidad que aquellas afectadas por esquizo-
frenia para sufrir efectos adversos extrapiramidales.
Nivel 2: Efectos adversos que por su frecuencia
Nasrralah y cols (138) encontraron que mientras
o moderado impacto clínico eventualmente
sólo el 5% de las personas afectadas por esquizo-
pueden llevar a la discontinuación del tratamiento,
frenia sufría distonías inducidas por neurolépticos,
comprometer la evolución del paciente y obstaculizar
en el caso del tratamiento de la manía la incidencia
la recuperación funcional. Frecuentemente requieren
intervenir para su control. Ejemplo: extrapiramidalismo de dicho efecto adverso había sido del 26%. En una
moderado por antipsicóticos/hipotiroidismo por litio reciente revisión sistemática realizada en base a los
datos reportados por los estudios esponsorizados
en los que se ensayó diferentes antipsicóticos en el
Nivel 3: Efectos adversos que por su potencial tratamiento de los trastornos bipolares se encon-
peligrosidad llevan a suspender el tratamiento y tró que mientras eran necesarios tratar 7 personas
pueden comprometer la salud general del paciente y afectadas por esquizofrenia para obtener un repor-
representan una carga funcional. Siempre requieren te de acatisia, en el caso de los TB fueron necesa-
intervenir para su control. Ejemplo: síndrome rias sólo 4 (59). La aparición de síntomas extrapi-
metabólico por antipsicóticos/poliquistosis ovárica por ramidales (SEP) no se limitan a los antipsicóticos
valproato. sino que también pueden observarse con el uso de
ISRSS (108) en los cuales se observa especialmen-
te acatisia (98), Valproato (especialmente cuando
hay hiperamonemia) (52) y litio aunque con este
último fármaco hay reportes iniciales de que podría
Cuadro 11. Niveles de gravedad de efectos adversos generar protección respecto de la aparición de dis-
en drogas más usadas en el tratamiento de los quinesias tardías (189). Debe tenerse especialmente
trastornos bipolares. atención a la aparición de acatisia en el contexto
del tratamiento de la manía, hipomanía y episodios
EA en
EA en tratamiento a largo mixtos por la superposición sintomatológica exis-
tratamiento a
plazo
corto plazo tente entre estos síndromes y porque la presencia
Generales SEP Generales SEP Metabólicos
de acatisia es un factor de riesgo para conductas
suicidas (29).
Carbamazepina 3 0 2 0 1
Lamotrigina 3 0 1 0 0 Aunque el impacto de los SEP en pacientes
Litio 1 1 2 1 1 bipolares no ha sido adecuadamente estableci-
do, en pacientes esquizofrénicos hay actualmente
Valproato 2 1 2 1 2
una sólida evidencia que muestra que los mismos
Aripiprazol 1 3 1 3 2 afectan el funcionamiento general de los afectados
Clozapina 3 0 2 0 3 (171) y las decisiones fármacoterapéuticas (168).
Haloperidol 1 3 1 3 1 Por otro lado, estudios en voluntarios sanos y per-
sonas afectadas por esquizofrenia han mostrado
Olanzapina 2 2 2 2 3
que el uso de antipsicóticos puede estar asociado a
Quetiapina 2 1 2 1 3 la aparición de un síndrome apático-amotivacional
Risperidona 1 3 1 3 2 de características similares a los síntomas negativos
Ziprazidona 2 3 1 2 2 de la esquizofrenia (113). Trabajos recientes han
encontrado una correlación entre la presencia de
ISRS 2 1 2 1 2
síntomas motores y el funcionamiento general y
Bupropion 1 0 1 0 0 cognitivo en pacientes bipolares jóvenes y añosos

VERTEX 21
Strejilevich, S.; Vázquez, G.; García Bonetto, G.; Zaratiegui, R.; Vilapriño, J. J.; Herbst, L., Silva, A.; Lupo, C..; Cetkovich-Bakmas, M.

(80; 122). una evolución claramente deficitaria con respecto a


4.2. Algunas consideraciones acerca de los efectos los no obesos mostrando 1) mayor número de episo-
adversos metabólicos dios, 2) los episodios eran más severos y difíciles de
tratar y 3) tenían más chances de recurrencias, par-
El cuerpo de evidencia que vincula la enfermedad ticularmente depresivas (51). Al intentar evaluar el
vascular y los trastornos del humor ha alcanzado ya efecto de los antipsicóticos atípicos y estabilizantes
un volumen considerable. Por un lado sabemos que del ánimo Yumru y colaboradores (2007) encontra-
por diversos mecanismos, la depresión es un factor ron, en 125 pacientes bipolares, que el 32% cumplía
de riesgo independiente para el desarrollo de enfer- criterios para síndrome metabólico, datos semejantes
medad vascular. En el estudio de Carney y col. (34) a los de Fagiolini (49, 50), pero el mismo claramente
la depresión en pacientes con enfermedad coronaria estaba asociado con el uso de antipsicóticos atípicos y
que iban a ser sometidos a una coronariografía, resul- no con el de estabilizantes del ánimo. Tal vez debido
tó ser un factor predictor de nuevos eventos coro- al inadecuado tamaño de la muestra, no encontraron
narios o muerte. El estudio INTERHEART demostró diferencias entre los diferentes antipsicóticos (quetia-
que el estrés psicosocial es uno de los nueve factores pina, olanzapina, risperidona). Los datos que surgen
de riesgo coronario “modificables” (208). Lésperance del estudio CATIE señalan que olanzapina y clozapi-
y cols. (111) encontraron que la depresión post IAM na son los que tienen el riesgo más alto de producir
tiene un efecto “dosis dependiente”, aumentando aumento de peso, risperidona y quetiapina tienen un
la morbimortalidad con la severidad de la misma. riesgo moderado y aripiprazol y ziprasidona un riesgo
Recientemente el mismo grupo halló que la ansiedad bajo (141). En cuanto a los estabilizantes del humor,
y la depresión predicen eventos coronarios mayores el mayor efecto se vería con valproato, menor con
en un estudio de dos años de seguimiento (56). Los litio y carbamazepina, siendo la lamotrigina el fárma-
mecanismos de tal asociación se muestran complejos co de perfil más seguro (140, 152).
e incluyen factores conductuales, hiperactivación del
eje hipotálamo-hipófiso-adrenal y activación auto- La situación planteada hace que el paradigma asis-
nómica, a lo que se suma la participación cierta de tencial del psiquiatra del siglo XXI deba sufrir una
las citokinas proinflamatorias (200), aunque algunos modificación mayor, en el sentido de recuperar un rol
estudios consideran que la falta de actividad física es, médico activo. De esta manera se deberá incluir cada
per se, el factor principal que asocia la depresión con vez más en la práctica clínica protocolos de diagnós-
la enfermedad coronaria (115). Otro problema rela- tico, tratamiento y, eventualmente derivación en rela-
cionado son los efectos que la enfermedad vascular ción a la salud general de nuestros pacientes (23).
produce en el cerebro (176) y los cuadros anímicos
relacionados como la depresión vascular (4, 5). En éste sentido las recomendaciones de éste con-
senso son (23):
Diversos estudios demuestran que las personas con
padecimientos psíquicos, particularmente psicosis y 1. Tener presente que el psiquiatra muchas veces
trastornos afectivos, tienen riesgo aumentado para el funciona como médico de cabecera y debe guiar los
desarrollo del síndrome metabólico. Entre los facto- cuidados médicos generales del paciente, para ello
res concurrentes se encuentran la posibilidad de una deberá coordinar con el equipo de salud (Nutricionis-
predisposición genética, el efecto de los fármacos, la ta, Cardiólogo, Clínico) buscando garantizar el acceso
vida sedentaria, dieta deficiente, el tabaquismo y un del paciente a cuidados médicos generales.
menor acceso a los cuidados médicos generales, fenó-
meno éste último que es reportado en la mayoría de 2. Tener presente que los pacientes con trastorno
los países (54; 141) Un estudio llevado a cabo en 171 bipolar tienen riesgos clínicos aumentados.
pacientes reclutados en el Centro de Trastornos Bipo-
lares de Pensilvania detectó que un 30% cumplían cri- 3. Efectuar historial clínico completo que incorpo-
terios para síndrome metabólico (tres de los criterios re los aspectos de la salud física.
enumerados en tabla1): 49% tenían obesidad abdo-
minal, 41 hipertrigliceridemia, (48% si se contaba a 4. Incorporar protocolos de monitoreo de la salud.
los que tomaban hipocolesteromizantes); un 23 %
presentaba HDL bajos, y 8% glucemia en ayunas ele- 5. Mantener una conducta preventiva en el
vada o tomaban hipoglucemiantes orales. Finalmen- momento de seleccionar la terapéutica.
te, 39% reunían criterios para hipertensión arterial.
Los pacientes con síndrome metabólico y obesidad 6. Buscar el reconocimiento precoz de los indica-
abdominal tenían una historia mayor de intentos de dores del síndrome metabólico.
suicidio (50). El mismo grupo en un estudio previo
demostró que los pacientes bipolares obesos tenían 7. Instruirse en la detección y manejo básico del sín-

VERTEX 22
20 Consenso argentino sobre el tratamiento de los trastornos bipolares 2010

Cuadro 12. Síndrome Metabólico (Según el Programa drome metabólico y los factores de riesgo vascular.
Nacional de Educación del Colesterol, USA). Se debe 8. La formación de los psiquiatras noveles, así
cumplir con al menos 3 criterios. como la formación continua de los psiquiatras debe
incluir programas de concientización sobre cuidados
1. Obesidad Abdominal
de la salud física de los pacientes
• Hombres > 102 cm
• Mujeres > 88 cm
9. Incluir aspectos de promoción de la salud en los
programas psicoeducativos.
2. Triglicéridos >150 mg/dl
10. Las sociedades científicas deberán difundir
3. HDL éstos lineamientos.
• Hombres <40 mg/dl
• Mujeres < 50 mg/dl

4. TA > 130/85 mmHg

5. Glucosa en ayunas > 110 mg/dl

Esquema 2. Parámetros de seguridad sugeridos para el tratamiento de los Trastorno Bipolares.

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Modificado de Ng, 2009.


VERTEX 23
Strejilevich, S.; Vázquez, G.; García Bonetto, G.; Zaratiegui, R.; Vilapriño, J. J.; Herbst, L., Silva, A.; Lupo, C..; Cetkovich-Bakmas, M.

4. Tratamiento del episodio maníaco/ • Colesterol total, HDL, LDL


hipomaníaco • Triglicéridos

• Sedimento urinario
4.1. Generalidades
• Screenning de drogas de abuso de ser necesario
La manía aguda es un cuadro grave y constitu-
ye una emergencia médica. Si un paciente manía- • Test de embarazo (si está indicado)
co no es tratado rápidamente puede llegar a poner
en peligro su trabajo, su situación social, su vida
y/ó la de los demás. Es fundamental poder obte-
ner información de los parientes y familiares, ami-
gos, y compañeros de trabajo para complementar Cuadro 14. Examen clínico básico a realizarse con-
la entrevista y evaluación clínica de un paciente en comitantemente al inicio del tratamiento de un episodio
el que se sospecha un posible síndrome maníaco o maníaco.
hipomaníaco. Debe considerarse siempre la posibi-
lidad de realizar una internación adecuada para el • Control de presión arterial
control de estos episodios.
• Determinación peso corporal
Si bien es una regla general para el inicio de • ECG en mayores de 40 años
tratamiento en todos los estadios de la enferme-
dad, en los estados maníacos el examen clínico y • Examen motor para descartar movimientos
la valoración de los parámetros bioquímicos deben anormales antes de inicio de tratamiento
ser especialmente cuidadosos. Estas crisis afectivas
ponen al organismo en una situación de extremo
estrés que puede desencadenar ó empeorar enfer-
medades médicas previas. Concomitantemente al
inicio del tratamiento deben idealmente realizarse
4.2. Tratamiento farmacológico del Episodio Maníaco
valoraciones bioquímicas que luego permitan valo-
rar posibles efectos adversos del mismo (ver cuadro
Varios cambios se han realizado respecto del tra-
12 y 13). Como ejemplo, los niveles de CPK pueden
tamiento de los episodios maníacos e hipomaníacos.
estar alterados por la agitación resultante del episo-
La aparición de nuevos fármacos y nuevas revisiones
dio maníaco, lo que posteriormente puede generar
sistemáticas han permitido una mejor consideración
confusiones si los mismos son determinados para
del modo de tratar estos episodios más allá de ampliar
descartar eventualmente un síndrome neuroléptico
las opciones disponibles.
maligno.

4.2.1. Monoterapia: Tres meta-análisis confirmaron


la eficacia del litio, valproato de sodio y varios antip-
sicóticos como monoterapia para el tratamiento de la
Cuadro 13. Determinaciones bioquímicas básicas a manía aguda (153, 160, 173). Litio, valproato, olanza-
realizarse concomitantemente al inicio del tratamiento de pina, quetiapina, risperidona, aripiprazol, ziprazidona
un episodio maníaco. y haloperidol muestran significativas ventajas respec-
to del placebo en la reducción de los síntomas manía-
• Hemograma con recuento de plaquetas cos (203). En el metanálisis de Smith y cols (160) las
tasas de respuesta para todos los antipsicóticos como
• Hepatograma
grupo fue 1.7 veces (RR 1.74) respecto del placebo.
• Creatininemia Tomando al litio y al valproato como grupo la tasa
de respuesta fue 2 veces (RR 2.01) mayor respecto del
• Ionograma placebo.

• CPK
a) Litio: al menos 6 estudios randomizados, con-
• TSH, T3, T4L trolados, doble ciego (RCDC) estudiaron la eficacia
del litio en el tratamiento de la manía aguda, encon-
• Glucemia trándose 1.65 mayores chances de respuesta respecto
del placebo en el control de estos episodios (RR 1.62)
(173). Carbonato de litio tiene primer nivel de reco-
VERTEX 24
20 Consenso argentino sobre el tratamiento de los trastornos bipolares 2010

mendación para el tratamiento de mantenimiento y y la depresión bipolar I y II en estas guías. Para un


2o para la depresión bipolar I y 1o para la depresión resumen de sus efectos adversos ver el cuadro 11.
bipolar II. Para un resumen de sus efectos adversos
ver el cuadro 11. f) Aripiprazol: Cinco estudios RCDC han examina-
do la eficacia de esta droga en la manía encontrán-
b) Valproato: 6 estudios RCDC estudiaron la efica- dose que la misma presenta 1.5 mayores chances de
cia del valpropato en el tratamiento de la manía agu- respuesta que el placebo (RR 1.49) (173). Aripiprazol
da encontrándose una ventaja respecto del placebo de presenta 2o nivel de recomendación en estas guías
1.39 veces (RR 1.39). Valproato tiene primer nivel de para el tratamiento de mantenimiento y no presen-
recomendación para el tratamiento de mantenimien- ta evidencia positiva ni recomendación para el trata-
to y 2o nivel de recomendación para el tratamiento miento de la depresión bipolar. Para un resumen de
de la depresión bipolar I y II. Para un resumen de sus sus efectos adversos ver el cuadro 11.
efectos adversos ver el cuadro 11.
g) Risperidona: Tres estudios RCDC fueron con-
c) Carbamazepina: Dos nuevos ensayos RCDC con ducidos para probar la eficacia de este fármaco en el
carbamazepina de liberación controlada han deter- episodio maníaco. Los pacientes tratados con risperi-
minado la reciente aprobación de esta droga para el dona tienen 1.7 mayores chances de responder que
tratamiento de la manía por parte de la FDA (198, el placebo (RR 1.44) (173). En estas guías risperidona
199) en los que se encontró una eficacia dos veces tiene 3o nivel de recomendación para el tratamiento
mayor que el placebo (RR 2.02). Carbamazepina pre- de mantenimiento y no tiene recomendación para el
senta 2o nivel de recomendación para el tratamiento tratamiento de la depresión bipolar. Para un resumen
de mantenimiento. No presenta recomendación para de sus efectos adversos ver el cuadro 11.
el tratamiento de la depresión bipolar aguda. Para un
resumen de sus efectos adversos ver el cuadro 11. h) Ziprazidona: Tres RCDC fueron realizados para
evaluar la performance de esta droga en el tratamiento
d) Olanzapina: ocho estudios RCDC evaluaron la de la manía. Ziprazidona presenta 1.58 mayores chan-
eficacia de la olanzapina en el tratamiento del epi- ces de repuesta que el placebo en el tratamiento de
sodio maníaco encontrando que esta droga presenta este episodio (RR 1,58) (173). Ziprazidona presenta 2o
una eficacia 1.6 mayor que el placebo (RR 1.63) para nivel de recomendación para el tratamiento de man-
la obtención de respuesta en esta indicación. Del mis- tenimiento como adjunto y no presenta recomenda-
mo modo que con las indicaciones anteriores los EA ción para el tratamiento de la depresión bipolar en
son mayores que el placebo pero con mayor inciden- estas guías. Para un resumen de sus efectos adversos
cia de efectos metabólicos que estabilizadores como ver el cuadro 11.
valproato (180). Olanzapina presenta nivel 2 de reco-
mendación para el tratamiento de mantenimiento y i) Haloperidol: Seis estudios RCDC evaluaron la
el tratamiento de la depresión bipolar aguda I y II en eficacia de esta droga en el tratamiento de la manía
estas guías. Para un resumen de sus efectos adversos encontrando que los pacientes tratados con la mis-
ver el cuadro 11. ma presenta 1.63 mayores chances que aquellos tra-
tados con placebo de obtener respuesta (RR 1.63)
e) Quetiapina: Cuatro estudios metodológicamente (173). Haloperidol presenta nivel 3 de recomendación
apropiados estudiaron la eficacia de esta droga en el en el tratamiento de la manía pero no presenta reco-
tratamiento de la manía. Quetiapina presenta simila- mendación para el tratamiento de mantenimiento y
res chances de lograr respuesta que otros tratamientos la depresión bipolar. Para un resumen de sus efectos
de primera línea cuando se toman en cuenta los datos adversos ver el cuadro 11.
obtenidos a 12 semanas (RR 1.52) no encontrándose
diferencia respecto del placebo cuando se examinan k) Asenapina: Dos estudios RCDC y una compara-
los datos obtenidos a 3 semanas de tratamiento (173). ción contra Olanzapina comprobaron la eficacia de la
Esta diferencia en la efectividad encontrada según el asenapina en el tratamiento de la manía aguda (128,
tiempo de tratamiento posiblemente pueda deberse 129, 130), sin embargo esta droga aún no se encuen-
al esquema de titulación lenta utilizado en los estu- tra disponible en nuestro mercado.
dios. Al momento de la preparación de estas guías no
se han publicado datos sobre quetiapina xr para el
tratamiento de la manía aunque datos preliminares 4.2.2. Tratamientos de combinación: dos meta-análi-
presentados como poster muestran que utilizando la sis recientes han confirmado la impresión general de
titulación permitida por esta fórmula la respuesta se que la combinación de estabilizadores del ánimo como
iniciaría en día 4. Quetiapina presenta primer nivel de litio y valproato con antipsicóticos atípicos presentan
recomendación en el tratamiento de mantenimiento mayor efectividad que cada uno de estos tratamientos

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Strejilevich, S.; Vázquez, G.; García Bonetto, G.; Zaratiegui, R.; Vilapriño, J. J.; Herbst, L., Silva, A.; Lupo, C..; Cetkovich-Bakmas, M.

en monoterapia (153, 159). Los antipsicóticos atípicos nivel 1 o de evidencia y recomendación constituyén-
incluidos en estas revisiones fueron olanzapina, rispe- dose en el tratamiento de elección en monoterapia
ridona, quetiapina y aripiprazol y los estabilizadores para el tratamiento del episodio maníaco. La base de
litio y valproato. La diferencia en conjunto para los esta consideración radica en que estos fármacos son
tratamientos combinados fue de 1.53 mayores chan- efectivos en todas las fases de la enfermedad y por
ces respecto del tratamiento en monoterapia. ende son una elección adecuada para el tratamiento
de mantenimiento. Sin embargo, en los últimos años
antipsicóticos atípicos (APA) como la quetiapina y
olanzapina han demostrado tener eficacia en el tra-
tamiento de la depresión bipolar y en el control de
Cuadro 15. Niveles de evidencia para el trata-
las recurrencias anímicas. Sumado a esto y a diferen-
miento del Episodio Maníaco.
cia del Litio y el Valproato, olanzapina y quetiapi-
na presentan un potente efecto sobre el insomnio,
Nivel 1: síntoma especialmente importante de manejar en los
• Monoterapia: Litio / Val / OLZ / QTP / APP / RSP / estados maníacos. Estas son las principales razones
ZPZ / Haloperidol por lo cual también han sido consideradas también
• Combinación: Li/Val + OLZ/QTP/RSP/ Halo con nivel 1 de recomendación para el tratamiento de
los episodios maníacos e hipomaníacos. La elección
entre estas opciones con primer nivel de recomenda-
Nivel 2:
ción debería establecerse teniendo en cuenta la gra-
• Monoterapia: QTPXR / Carba ER / Clorpromazina
/Asenapina / Paliperidona vedad del cuadro, el nivel de agitación e insomnio y
los antecedentes evolutivos. Como ejemplo, en un
paciente con un episodio maníaco leve, en el que se
Nivel 3: puede controlar el insomnio con fármacos auxiliares
• Monoterapia: Clozapina / Tamoxifeno / como las benzodiacepinas, que presenta una polari-
Zuclopentixol dad predominante depresiva y un riesgo metabólico
elevado, una elección adecuada sería el carbonato
de litio. En cambio, en un paciente con un episo-
dio moderado, con agitación psicomotriz e insomnio
pertinaz en el cual se verifica una polaridad predomi-
nante maníaca, olanzapina o quetiapina podrían ser
una elección adecuada. Sin embargo, más allá de esto
Cuadro 16. Niveles de recomendación para el como se ha señalado, en el caso de la manía el trata-
tratamiento del Episodio Maníaco. miento de combinación ha demostrado tener mayor
eficacia que la monoterapia (159) y podrían brindar
mayores alternativas para el seguimiento.
Nivel 1
• MT: Litio / Valproato / Olanzapina / Risperidona / Antipsicóticos clásicos como el haloperidol y la
Quetiapina / Quetiapina XR / clorpromazina si bien presentan nivel 1 de evidencia
• Combo: Litio ó Val + APA de 1o Recomendación presentan nivel 3 de recomendación. Esta disociación
se da por dos razones. En primer lugar no tienen el
mismo nivel de evidencia para otras fases de la enfer-
Nivel 2
• MT: Aripiprazol / Carbamacepina / Ziprazidona / medad y el mantenimiento e incluso evidencia directa
Paliperidona / Haloperidol de poder producir virajes depresivos como en el caso
• Combinación: Litio ó Val + AP de 2o nivel del haloperidol (102, 210). Por otra parte, a diferencia
recomendación de los APA tienen una ventana terapéutica más estre-
• ECT cha ya que generan con frecuencia síntomas extra-
piramidales, efecto colateral al que los pacientes con
Nivel 3 trastornos afectivos serían especialmente sensibles
• Clozapina / Clorpromacina (59) y podrían dejar una impresión subjetiva negativa
en pacientes que deben continuar con tratamientos
farmacológicos prolongados (163) (ver cuadro 11).
En contrapartida, los antipsicóticos atípicos tienen
un mayor rango de eficacia pero producen con mayor
4.2.3. Comentarios generales frecuencia e intensidad efectos adversos metabólicos.
Todas estas variables deben ser evaluadas por el clíni-
En este consenso, estabilizadores del ánimo como co y tomadas en cuenta para la elección de la droga o
el Litio y el Valproato, han sido catalogados en un la combinación con la que inicie el tratamiento.

VERTEX 26
20 Consenso argentino sobre el tratamiento de los trastornos bipolares 2010

Esquema 3. Secuencia de pasos recomendada en el tratamiento de los cuadros Hipomaníacos y Maníacos.

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Strejilevich, S.; Vázquez, G.; García Bonetto, G.; Zaratiegui, R.; Vilapriño, J. J.; Herbst, L., Silva, A.; Lupo, C..; Cetkovich-Bakmas, M.

Finalmente, vale una mención especial respecto 5. Tratamiento de los episodios mixtos
de la clozapina. Aunque en este consenso como en
otros se considera desde la experiencia que esta dro- 5.1. Generalidades, consideraciones diagnósticas
ga posee un elevado nivel de efectividad, la misma
prácticamente carece de evidencia para esta indica- En este 2 o consenso se decidió separar las reco-
ción y por otra parte requiere de un protocolo especí- mendaciones del tratamiento de los de los episodios
fico de farmacovigilancia debido a su potencial capa- maníaco e hipomaníaco de la de los episodios mixtos
cidad de reducir el número de glóbulos blancos, lo (EMx) y dividir las mismas según la predominancia
cuál determina que este fármaco haya sido relegado sintomática depresiva ó maníaca del mismo.
a un tercer nivel de recomendación.
Existe actualmente una fuerte polémica respecto
de la definición diagnóstica de los EMx. En la ver-
sión IV del DSM se requiere para el diagnóstico de
4.2.4. Tratamiento de la Hipomanía los EMx que se cumplan de manera simultánea los
criterios diagnósticos de episodio maníaco y episo-
Los datos para el tratamiento de la hipomanía son dio depresivo. Sin embargo, este criterio restringido
muy escasos limitándose a dos estudios controlados no es compartido actualmente por la mayoría de los
(125, 126) en donde se evaluó pacientes ambulato- expertos quienes consideran que es más operativo
rios con hipomanía moderada-severa y manía leve utilizar un criterio diagnóstico más amplio en donde
tratados en monoterapia con valproato ER y quetia- es suficiente contar con criterios completos para el
pina, encontrándose resultados positivos para la for- diagnóstico de manía o depresión y sumar al mismo
mulación extendida del valproato y marginales para al menos dos síntomas de la polaridad opuesta (78).
la quetiapina. Estas dos posiciones diagnósticas vienen convivien-
Este consenso recomienda privilegiar para el do tanto a nivel clínico como de la investigación.
tratamiento de la hipomanía la monoterapia, sos- Mientras los ensayos terapéuticos aprobatorios han
teniendo esta opción por mayor tiempo que en la optado por el criterio restringido, otras investigacio-
manía antes de iniciar tratamientos combinados. nes clínicas han utilizado el criterio ampliado (75).
La segunda recomendación para el tratamiento de Sin embargo, y como muestra de la falta de acuerdo,
la hipomanía es elegir preferentemente drogas con en las recientes guías diagnósticas de la ISBD el gru-
buena evidencia y nivel de recomendación para el po de trabajo consignado para EMx no pudo generar
tratamiento de la depresión bipolar. Los pasos reco- un documento consensuado y de esta manera dichas
mendados pueden verse en el esquema 3. guías carecieron de este capítulo (72). Por otra par-
te, el grupo de trabajo de la versión V del DSM se
está considerando directamente retirar la categoría
de EMx en la próxima edición (104).
4.2.5. Recomendaciones terapéuticas para el manejo
de la agitación severa en el contexto de Manía Sin embargo, más allá de estas discusiones, los
EMx son una parte esencial de la descripción clínica
del concepto clásico de enfermedad maníaco depre-
siva y una realidad clínica concreta: casi el 30% de
las personas afectadas por TB sufrirán EMx a lo largo
En pacientes susceptibles de tratamiento VO: de su evolución (78) experimentando un incremento
• Risperidona 2 mg cada 2 horas / Máximo 12 mg./ del riesgo de suicidio durante los mismos (161).
día
• Olanzapina 10 mg cada 2 horas / Máximo 40
mg./día

Pacientes que requieren medicación parenteral:


• Lorazepam IM + Li ó Val (vo) El presente consenso recomienda adoptar un
• ó MT con: Haloperidol IM / Zuclopentixol acuphase criterio amplio de diagnóstico de EMx. De esta manera
/ OLZ IM / ZPZ IM se requiere un síndrome maníaco, hipomaníaco
• Halo IM + Lorazepam IM / Halo + o depresivo que coexista con sintomatología
Levomepromazina sindrómica o subsindrómica de la fase opuesta. Se
ha decidido recomendar el uso de estos criterios
debido a que se ha sumado evidencia de que los
NOTA: NO DEBE USARSE OLZ IM EN AQUELLOS
mismos son mejores predictores de evolución y
PACIENTES QUE HAYAN O PUEDAN HABER ESTADO respuesta al tratamiento (75).
EXPUESTO A BZD.

VERTEX 28
20 Consenso argentino sobre el tratamiento de los trastornos bipolares 2010

5.2. Tratamiento farmacológico de los episodios (76). Este trabajo encontró que, del mismo modo
mixtos que en aquellas depresiones bipolares puras, el tra-
tamiento con AD no aportaba mayor efectividad
Lamentablemente y como consecuencia de los des- ni aumentaba la velocidad de recuperación pero si
acuerdos referidos, hay una lamentable falta de datos aumentaba la intensidad de los síntomas maníacos.
respecto del tratamiento de los episodios mixtos (100) En un análisis destinado a observar las diferencias
al mismo tiempo que muchas guías terapéuticas no entre manías puras y disfóricas se encontró que los
incluyen recomendaciones para los mismos (203). pacientes que presentaban manías mixtas tenían
Muchos de los datos disponibles provienen de sub- mayores chances de haber recibido AD al momento
análisis de estudios originalmente orientados al tra- de ingreso al estudio (75). Datos provenientes de un
tamiento de la manía o la depresión. Sin embargo, seguimiento de pacientes en condiciones naturalís-
algunos ensayos recientes han incluido pacientes con ticas de tratamiento muestran que la frecuencia de
EMx y otros han observado el impacto del uso de anti- los tratamientos previos con AD podrían estar aso-
depresivos en esta población. ciados a una mayor incidencia de EMx (165).
La eficacia del Carbonato de Litio en los EMx sería Consideración especial debe tenerse respecto del
menor a la encontrada en otras fases de la enfermedad tratamiento electronvulsivo (TEC). Una revisión
(13) aunque en un estudio RCDC en el que se lo com- reciente encontró que el TEC es efectivo y seguro
paró con valproato para el tratamiento de episodios en esta indicación y que posiblemente su uso es
maníacos y maníacos mixtos no se encontraron dife- subestimado (186).
rencias en la eficacia de estas dos moléculas (28).
El Valproato presentaría mayor eficacia que el litio
en pacientes con manía disfórica (170) y presenta
datos positivos en combinación con olanzapina (87). Cuadro 17. Niveles de evidencia para el tratamiento
Olanzapina presenta datos positivos en monotera- de los Episodios Mixtos.
pia (181) y en combinación con valproato. Un estudio
evaluó la eficacia de la adición de olanzapina para el tra-
tamiento de pacientes cursando un episodio mixto que
• Nivel 1:
no habían respondido a un tratamiento de 2 semanas
Monoterapia:
de valproato en monoterapia. El mismo encontró que Olanzapina / Valproato / Quetiapina / Risperidona /
la adición del antipsicótico incrementaba significativa- Aripiprazol
mente las chances de recuperación pero incrementaba Combo: Val + OLZ
los efectos adversos metabólicos (87). Un análisis pos- ECT
terior de ese estudio demostró que la adición de olan-
zapina podría reducir el riesgo suicida en esos pacientes
(86). En un análisis post hoc de los datos de la eficacia
del combo fluoxetina-olanzapina se encontró que el
mismo resultaba igualmente eficaz que olanzapina en • Nivel 2:
monoterapia en el tratamiento de los episodios depresi- Carbamacepina / Quetipina XR / Litio / Asenapina
vos con síntomas maníacos concomitantes (18).
Quetipina XR recibió aprobación de FDA para el
tratamiento del episodio maníaco o mixto agudo
en monoterapia basándose en un solo estudio de
308 pacientes, que aún no ha sido publicado, en
donde quetiapina fue más efectiva que el placebo Cuadro 18. Niveles de recomendación para el
(45). Para aprobar el tratamiento combinado con tratamiento de los Episodios Mixtos.
litio o valproato de los episodios maníacos o mix-
tos y como mantenimiento de TB I, la FDA se basó Nivel 1:
en datos extrapolados de los estudios de quetiapina • MT: Quetiapina / Quetiapina XR / Valproato /
de liberación inmediata. Olanzapina
El uso de antidepresivos (AD) debería ser evitado • Combo: Li ó Val + OLZ / Litio ó Val + QTP XR / Litio
en el tratamiento de los EMx, aún en aquellos con
ó Val + RSP
franca predominancia depresiva. Un sub-análisis de
Nivel 2
los datos del STEP-BD analizó la efectividad y velo-
• MT: Risperidona / Aripiprazol / Ziprazidona / Litio /
cidad de respuesta de la adición de antidepresivos a
Carbamacepina/ Paliperidona / Clozapina
estabilizadores del ánimo en pacientes que presen-
• Combo: Li + LMT / Lamo + QTP ó OLZ / Litio ó
taban un episodio de depresión bipolar en el que Val + Aripiprazol
se registraban síntomas maníacos concomitantes

VERTEX 29
Strejilevich, S.; Vázquez, G.; García Bonetto, G.; Zaratiegui, R.; Vilapriño, J. J.; Herbst, L., Silva, A.; Lupo, C..; Cetkovich-Bakmas, M.

Esquema 4. Secuencia de pasos recomendada en el tratamiento de los Episodios Mixtos.

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VERTEX 30
20 Consenso argentino sobre el tratamiento de los trastornos bipolares 2010

6. Tratamiento del Episodio de Depresión Bipolar se en cuenta que la respuesta positiva a un fármaco
en el episodio agudo no descarta la posible respues-
A cinco años del primer consenso el tratamiento ta a otro que podría tener un mejor perfil de segu-
de los episodios de depresión bipolar (EDB) sigue sien- ridad en el tratamiento de largo plazo y por ende,
do uno de los puntos más urgentes y controversiales haber sido una mejor opción de para el tratamiento
de este campo. Los TB, en todos sus subtipos, suelen del episodio agudo (44). Muchas de las diferencias
tener un neto predominio de la sintomatología depre- entre los niveles de evidencia y recomendación que
siva en su evolución (88). Por otra parte, los síntomas se podrán observar en esta sección se dan por la
depresivos tanto sindrómicos como subsindromáti- consideración que se tuvo de este principio básico
cos, generan la mayor carga de discapacidad funcio- de la terapéutica de los TB. Por esta razón, se podrá
nal (89, 122). Finalmente, los EDB continúan siendo observar que este consenso ha sugerido en primer
la principal fuente de errores diagnósticos y terapéu- lugar de recomendación y como primeros pasos de
ticos a la vez que el primer motivo de consulta para las secuencia terapéuticas propuestas, fármacos que
muchos de los afectados (ver sección 4). aún teniendo relativa menor evidencia para el tra-
Sin embargo, a pesar de la importancia que tiene tamiento del EDB presentan, en el tratamiento de
un adecuado control de la sintomatología depresiva largo plazo, un mejor perfil de seguridad.
en el tratamiento de los TB, existe aún una relati- En estas guías se conservó el criterio establecido
va falta de recursos terapéuticos para el control del en el primer consenso de dividir las recomendacio-
episodio de depresión aguda y especialmente para el nes para el tratamiento del EDB según el tipo de TB
manejo de los síntomas depresivos inter-episódicos y la presencia o no de ciclado rápido (CR) (191). La
respecto de otras fases de la enfermedad. Sumado a actitud diferencial respecto de los episodios depre-
esto, existen divergencias entre las recomendaciones sivos bipolares que acontecen en el marco de un
de los expertos y las acciones terapéuticas más fre- TBP tipo I respecto de aquellos que acontecen en
cuentemente utilizadas para el tratamiento de estos un TBP tipo II se estableció dado el mayor riesgo de
episodios y síntomas (14). viraje anímico y la mayor severidad de los síntomas
En los últimos años se publicaron los principales maníacos en los casos tipo I y la mayor carga de sín-
reportes de importantes iniciativas académicas desti- tomas depresivos en los TBP tipo II (145). El criterio
nadas a evaluar el uso de antidepresivos en esta indi- de diferenciar la secuencia terapéutica según la pre-
cación y han surgido nuevas moléculas con resultados sencia o no de CR se tomó en cuenta por los riesgos
positivos para el tratamiento de la depresión bipolar. potencialmente diferentes de los AD para causarlo
Por esta razón, muchas de las modificaciones más sus- (106, 107, 154).
tanciales entre el primer consenso (191) y este segun- Si bien se ha aclarado oportunamente que el
do se registran en este capítulo. punto de inicio a la secuencia propuesta de trata-
miento queda supeditado a las circunstancias de
cada paciente, debe considerarse como caso especial
6.1. Consideraciones generales a los pacientes que sufren un EDB con melancolía
y elevado riesgo suicida y/ó aquellos que presenten
El tratamiento de los episodios depresivos bipo- sintomatología catatónica. En estos casos la tera-
lares debe realizarse, como en todas las otras fases pia electroconvulsiva (TEC) podría ser considerada
de la enfermedad, teniendo siempre presente el como primera opción (53).
objetivo de disminuir el número de episodios y la
carga sintomática general a lo largo de la evolución
de la enfermedad. En el caso de la depresión bipo- 6.2. Tratamiento farmacológico de Episodio de Depresión
lar, este principio básico adquiere particular impor- Bipolar
tancia dado que en muchos casos el tratamiento de
los mismos se constituye en la puerta de entrada 6.2.1. Uso de estabilizadores en la depresión bipolar
al tratamiento de largo plazo de estos desórdenes.
Alrededor del 60% de las personas afectadas por a) Litio: La utilización de litio en el tratamiento
TB comienzan su tratamiento farmacológico en el agudo de la depresión bipolar se encuentra actual-
contexto de un episodio depresivo (46) por lo que mente en discusión. La evidencia positiva disponible
la elección del fármaco elegido para controlar el es limitada y basada en estudios tempranos y de meto-
mismo puede, de ser exitoso, el que deba usarse dología inconsistente (15, 119). Un estudio reciente
en el mantenimiento (44). De esta manera, poten- utilizó al litio como comparador activo de la quetia-
ciales efectos adversos que en el tratamiento agu- pina en el tratamiento agudo del EDB (205). En este
do no representan un riesgo mayor pueden, en el estudio, litio fue numéricamente pero no estadística-
tratamiento de mantenimiento, convertirse en un mente superior al placebo mientras quetiapina sí. Sin
importante problema. En este contexto, debe tener- embargo, El 35% de los pacientes recibió litio a niveles

VERTEX 31
Strejilevich, S.; Vázquez, G.; García Bonetto, G.; Zaratiegui, R.; Vilapriño, J. J.; Herbst, L., Silva, A.; Lupo, C..; Cetkovich-Bakmas, M.

subterapéuticos (inferiores a 0.6mEq/L). Estos datos tamaño muestral su poder estadístico es limitado. En
justifican que algunos autores y guías le otorguen un estas guías, valproato presenta primer nivel de reco-
nivel bajo de evidencia y no lo incluyen en los pri- mendación para el tratamiento del episodio maníaco
meros niveles de recomendación (83). Sin embargo, y el tratamiento de mantenimiento del TB tipo I. Para
otros expertos consideran al litio dentro de los pri- una revisión comprehensiva de sus efectos adversos
meros niveles de recomendación para el tratamiento vea el cuadro 11.
del EDB sosteniendo que los datos son suficientes y
que comparado con las otras opciones disponibles,
el litio presenta sólida evidencia para la profilaxis de 6.2.2. Uso de antipsicóticos atípicos en la depresión
episodios y un mejor perfil de seguridad metabólica bipolar
a largo plazo (119, 120). Sumado a esto ha aumenta-
do la evidencia que muestra que el tratamiento con a) Quetiapina: En estos años, 4 estudios RCDC com-
litio podría tener un potencial efecto antisuicida, que probaron la eficacia de la de la quetiapina en monote-
podría ser independiente de otros efectos de este fár- rapia en el tratamiento de la depresión bipolar aguda.
maco (183). En estas guías, el litio presenta primer Los dos primeros estudios BOLDER I (32) y BOLDER
nivel de recomendación para el tratamiento del episo- II (175) compararon la eficacia de quetiapina en dosis
dio maníaco y el tratamiento de mantenimiento. Para de 300 y 600 mg./día contra placebo en el tratamiento
una revisión comprehensiva de sus efectos adversos de la depresión bipolar I y II. Los pacientes tratados
vea el cuadro 11. con quetiapina tuvieron 1.58 mayores chances de res-
ponder que con placebo, resultados que no variaron
b) Lamotrigina: mientras la eficacia de la lamotri- según el subtipo de TB (173). Recientemente se han
gina en la profilaxis de la depresión bipolar cuenta publicado los reportes principales de los dos estudios
con un sólido respaldo evidencial y consenso en la que evaluaron la eficacia de la quetiapina en monote-
experiencia de los expertos, su eficacia y efectividad rapia contra comparadores activos para el tratamiento
en el tratamiento de la depresión bipolar aguda está del EDB en pacientes con TB I y II. El EMBOLDEN I
inmersa en una discusión. Lamotrigina en monote- (205) utilizó al litio como comparador encontrando
rapia falló en demostrar eficacia en 4 de 5 estudios que quetiapina (300 y 600 mg) resultó más eficaz en
CRDC, sin embargo un meta-análisis de los mismos ambas dosis, en todas las medidas de eficacia y desde
encontró que los pacientes tratados con esa droga la semana 1 hasta la 8, en el tratamiento del episodio
tenían más chances de responder (medida secundaria de depresión bipolar agudo que el placebo mientras
de análisis en esos estudios) concluyendo que aunque que litio no. A diferencia de lo hallado en los estudios
el efecto resultaba modesto la evidencia favorecía a BOLDEN, en el EMBOLDEN I los pacientes con ciclado
la lamotrigina, (especialmente en los pacientes más rápido tratados con quetiapina también presentaron
graves) (60). Sin embargo, otro meta-análisis reciente una respuesta significativamente mayor que el place-
no encontró diferencias significativas para la lamo- bo. La tasa de discontinuación por efectos adversos
trigina como monoterapia respecto del placebo en el fue similar en todos los grupos de tratamiento aun-
tratamiento del episodio depresivo bipolar (173). En que un porcentaje mayor de pacientes con quetiapi-
un estudio reciente, lamotrigina demostró ser supe- na experimentaron aumento de peso. En el estudio
rior al placebo como tratamiento adjunto al litio en el EMBOLDEN II (127) quetiapina fue comparada contra
tratamiento de la depresión bipolar aguda (187). Debe paroxetina 20 mg encontrándose que quetiapina (300
recordarse que el uso de lamotrigina en el tratamiento ó 600 mg), fue más efectiva en todas las medidas de
del EDB requiere los mismos esquemas de titulación efectividad mientras que paroxetina solo fue superior
que cuando se utiliza para el mantenimiento debido a en el control de los síntomas de ansiedad. En todos
al riesgo de sufrir síndrome de Stenvens-Johnson que estos estudios quetiapina redujo significativamente
implica el uso de la misma. Lamotrigina no presen- los síntomas nucleares de depresión evaluados según
ta recomendación para el tratamiento del episodio la escala Montgomery Asberg (MADRS). En el EMBOL-
maníaco y tiene primer nivel de recomendación para DEN I quetiapina 600 mg. y en el EMBOLDEN II que-
el tratamiento de mantenimiento en estas guías. Para tiapina en 300 y 600 mg fueron significativamente
una revisión comprehensiva de sus efectos adversos más eficaces que el placebo en disminuir la ideación
vea el cuadro 11. suicida evaluada por la misma escala.

c) Valproato: Recientemente se han publicado dos Quetiapina tiene, en estas guías, primer nivel reco-
pequeños estudios RCDC que evaluaron la eficacia mendación para el tratamiento de la manía y segundo
del valproato en el tratamiento de agudo de la depre- nivel de recomendación para el tratamiento de man-
sión bipolar uno de los cuales ha sido solo informa- tenimiento. Para una revisión comprehensiva de sus
do como poster (48, 65). En estos estudios valproa- efectos adversos vea el cuadro 11.
to resultó superior al placebo pero dado su pequeño

VERTEX 32
20 Consenso argentino sobre el tratamiento de los trastornos bipolares 2010

b) Olanzapina: La eficacia de la Olanzapina en depresivos (58) sin que esto significara mayor emer-
monoterapia el tratamiento del EDB fue evaluada en gencia de síntomas o episodios maníacos. Modafinilo
un estudio en el que al mismo tiempo se evaluó la tiene un alto nivel de interacciones medicamentosas
eficacia de esta droga combinada con fluoxetina con- que deben ser tenidas en cuenta especialmente cuan-
tra placebo (182). Mientras que los resultados de la do es usado a dosis altas (103).
combinación resultaron significativos respecto del
placebo, olanzapina en monoterapia obtuvo resulta-
dos intermedios de poca significación clínica entre la 6.2.4. Uso de antidepresivos en la depresión bipolar
combinación (OFC) y el placebo. Por otra parte cuan-
do fue evaluado el impacto en los diferentes sub-íte- En estos años el debate acerca del papel de los
ms de la escala Montgomery Asberg, olanzapina en antidepresivos (AD) en el tratamiento de los TB no
monoterapia solo resultó efectiva en el control del ha cesado así como tampoco ha disminuido el uso
insomnio, la disminución del apetito y la tensión de los mismos en esta indicación (14, 31, 192). Dos
interna no resultando estadísticamente significativa son los puntos en discusión que sostienen el mismo.
en el control de los síntomas nucleares de la depre- Por un lado la efectividad de los AD en el tratamiento
sión. Olanzapina tiene, en estas guías, primer nivel del EDB. Por el otro su potencial capacidad de generar
de recomendación para el tratamiento de la manía y virajes anímicos y aumento de la velocidad del cicla-
segundo nivel de recomendación para el tratamiento do y por ende el número de episodios a largo plazo.
de mantenimiento. Para una revisión comprehensiva A lo largo de los años se viene acumulando evi-
de sus efectos adversos vea el cuadro 11. dencia divergente sobre estos problemas. Mientras
algunos estudios de corto plazo mostraron que los AD
c) Aripiprazol: Dos estudios RCDC estudiaron la podrían ser efectivos en el tratamiento del EDB (73),
eficacia de esta droga en el tratamiento del EDB sin otros no (62, 139, 151, 206). Por otro lado, mien-
que se encontraran diferencias respecto del placebo tras estudios tempranos observacionales (101, 102)
en ninguna de las medidas de eficacia pero si mayores y randomizados (196, 197, 147) sumados a estudios
tasas de discontinuación por efectos adversos o falta modernos (7, 64) mostraron que el uso de AD podría
de eficacia que el placebo (174). Aripiprazol tiene, en tener un impacto negativo en el curso evolutivo de
estas guías, segundo nivel de recomendación para el los TB, otros estudios no encontraron lo mismo (6,
tratamiento de la manía y tercer nivel de recomenda- 206, 139). En estos años, dos estudios independientes
ción para el tratamiento de mantenimiento. Para una de gran porte destinados a abordar estos problemas
revisión comprehensiva de sus efectos adversos vea el publicaron sus reportes principales. El estudio STEP-
cuadro 11. BD, auspiciado por el Instituto de Salud Mental de
los EE.UU., evaluó con un diseño prospectivo a 26
semanas, randomizado y controlado contra placebo
6.2.3. Tratamientos adjuntos a estabilizadores del la efectividad de la adición de paroxetina o bupro-
ánimo y antidepresivos pion a estabilizadores del ánimo en el tratamiento de
la depresión bipolar aguda (151). Este estudio utili-
En los últimos años algunos ensayos han evaluado zó un novedoso objetivo primario de efectividad al
la efectividad en el tratamiento de la depresión bipo- tomar en cuenta el número de pacientes que logra-
lar de adicionar, al tratamiento con estabilizadores del ban alcanzar 8 semanas consecutivas de eutimia (la
ánimo, drogas no antidepresivas. cual fue definida como no presentar más de 2 sín-
tomas de depresión o manía). El estudio STEP-BD
a) Pramipexol: un estudio RCDC que incluyó 21 no encontró diferencias significativas en las medi-
pacientes encontró que pramipexol adicionado a das de efectividad primaria y secundaria, ni en la
estabilizadores del ánimo resultó más efectivo que la velocidad de respuesta entre aquellos pacientes que
adición de placebo en el tratamiento del EDB II sin recibieron AD como adjunto respecto de aquellos
aumento en la emergencia de hipomanías/manías que recibieron placebo. Si bien no se encontraron
(209) lo que se suma a reportes de series de casos que diferencias significativas en las tasas de viraje aní-
reportan similar efectividad (2). Pramipexol podría mico, en un análisis secundario de este estudio se
inducir juego patológico en el tratamiento del trastor- encontró que aquellos pacientes tratados con AD
no bipolar del mismo modo que en otras patologías habrían presentado más síntomas maníacos al final
(164). del seguimiento (76).

b) Modafinilo: Un estudio RCDC de 85 pacientes El estudio de la Bipolar Network utilizó un diseño


a seis semanas encontró que la adición de modafinilo similar pero incluyendo medidas de seguimiento
resultó más eficaz que la de placebo como tratamiento que permitían asentar síntomas subsindromáticos.
adjunto al tratamiento estabilizadores con o sin anti- A diferencia del STEP-BD, el mismo consistió en una

VERTEX 33
Strejilevich, S.; Vázquez, G.; García Bonetto, G.; Zaratiegui, R.; Vilapriño, J. J.; Herbst, L., Silva, A.; Lupo, C..; Cetkovich-Bakmas, M.

primera etapa de tratamiento agudo a 8 semanas y muestra acotada de pacientes seguidos durante 1,7
un seguimiento posterior a un año para aquellos años, que el uso actual y pasado de AD se asociaba
pacientes que presentasen criterios de respuesta con mayor inestabilidad anímica y mayor número
(112). En este estudio, solo el 32% de los pacientes de virajes y episodios mixtos (165). Por otro lado,
que recibieron sertralina, venlafaxina o bupropion en una extensa revisión metanalítica recientemen-
como adjunto respondieron en el período agudo de te publicada (184) se investigó el riesgo de switch
8 semanas. El 44% no mejoró y el 24% restante pre- producido por antidepresivos en 74 estudios que
sentó un agravamiento del cuadro por aumento del incluyeron a más de 114.000 pacientes. Esta revi-
ciclado o virajes anímicos. De esta manera, solo el sión encontró que la diferencia en el riesgo relativo
38% de la muestra inicial pasó al seguimiento a un del uso de antidepresivos en depresión bipolar era
año, dentro del cual el 23% presentó mejoría soste- sólo del 2% (15% entre los pacientes que tomaban
nida mientras que el resto sufrió virajes anímicos. versus 13% entre los que no tomaban antidepre-
sivos). Los antidepresivos tricíclicos produjeron
Estos dos estudios han sido coincidentes en tasas más altas de switch que los ISRS, los duales
mostrar que los AD no son efectivos en el trata- y el bupropion en conjunto, y estos a su vez más
miento de la depresión bipolar o que el potencial altas que los IMAO.
beneficio estaría limitado a un pequeño porcen-
taje de pacientes. Sin embargo fueron divergentes Como se puede apreciar, la discusión en torno
en cuanto al impacto que los AD podrían tener el el rol de los AD en el tratamiento de la depresión
curso evolutivo de los TB. Mientras en el STEP-BD bipolar está aún lejos de estar saldada. Durante las
no se observaron diferencias en las tasas de vira- sesiones de discusión de este consenso este también
jes anímicos, en el estudio de la bipolar network, fue el punto en donde fue más difícil encontrar un
mejor diseñado para observar estas eventualida- acuerdo. Aunque es evidentemente difícil estable-
des, más del 80% de los pacientes tratados con AD cer una conclusión definitiva, se puede resumir la
sufrieron un agravamiento en su curso evolutivo. evidencia disponible diciendo que el debate acerca
En cierta manera estos estudios dejaron el debate de la eficacia de los AD en el tratamiento del EDB
con los mismos interrogantes activos. Si bien el aún no está resuelto. Del mismo modo, mientras
estudio STEP-BD mostró resultados firmes acerca de la potencial capacidad de los AD en generar vira-
la falta de efectividad de los AD en el tratamien- jes anímicos (“switchs”) en los pacientes bipolares
to de la depresión bipolar aguda, también mostró está en duda (114, 151, 184), la posibilidad de que
que el uso de los mismos no estaría asociado a una los mismos aumenten el número de episodios y la
tasa mayor de virajes, aunque si posiblemente de velocidad de ciclado presenta mayor evidencia (71,
un número mayor de síntomas maníacos. Por el 185, 165).
otro lado, el estudio de la Bipolar-Network mostró Aunque para algunos autores esta evidencia
que un pequeño porcentaje de pacientes resultaría podría ser suficiente como para retirar o limitar
beneficiado a corto y largo plazo por el uso de AD, drásticamente el uso de los AD dentro de las reco-
pero por el otro, encontró que para la mayoría de mendaciones para el tratamiento del EDB (67, 71),
los pacientes el uso de los mismos implicaría efec- para otros los datos son aún insuficientes como
tos negativos en el curso evolutivo de la enferme- para llegar a una conclusión definitiva (55, 195).
dad. Recientemente se han sumado a esta discusión Esta situación se refleja en las presentes guías del
los resultados de una de las ramas de los estudios mismo modo que en otras (83, 120, 203). Se podrá
EMBOLDEN, donde comparó la eficacia de la que- observar en las recomendaciones de esta guía que,
tiapina en el EDB usando como comparadores pla- reflejando la cautela reinante, si bien son reco-
cebo y paroxetina 20 mg (127). En este estudio mendados como segunda o tercera opción y siem-
paroxetina (en dosis que podrían considerarse sub- pre asociados a estabilizadores del ánimo, los AD
óptimas) no presentó diferencias respecto del pla- siguen ocupando un lugar dentro de los pasos reco-
cebo mientras quetiapina si. Otro estudio con evi- mendados de tratamiento.
dencia negativa para AD proviene del denominado
estudio LamLit, en el cual se comprobó la eficacia
de adjuntar lamotrigina al litio en el tratamiento
agudo de la depresión bipolar. En una segunda eta- 6.3. Tratamientos psicoterapéuticos de la depresión
pa de este estudio se agregó paroxetina o placebo bipolar
a la combinación encontrándose que la adición de
este AD no solo no implicó una mayor tasa de efec- En el STEP-BD los pacientes afectados por depre-
tividad sino que determinó un agravamiento rela- sión bipolar I y II que se encontraban recibiendo far-
tivo respecto de aquellos que recibieron placebo macoterapia fueron a su vez randomizados para recibir
(187, 188). Un estudio reciente encontró, en una tratamiento psicológico intensivo o cuidados colabo-

VERTEX 34
20 Consenso argentino sobre el tratamiento de los trastornos bipolares 2010

rativos. Los pacientes que recibieron tratamiento psi-


cológico intensivo (que incluía terapia focalizada en
Cuadro 21. Niveles de evidencia para el tratamiento
del episodio depresivo bipolar II.
la familia, terapia interpersonal de ritmos sociales y
terapia cognitivo comportamental) tuvieron mejores
tasas de recuperación al año de seguimiento, menor Nivel 1
tiempo de recuperación y mejor funcionamiento que • Monoterapia: Quetiapina
aquellos que solo recibieron cuidados colaborativos
(132, 133). Nivel 2
• Monoterapia: Litio / Lamotrigina / Pramipexol /
Quetiapina XR
• Combinación: Fx + OLZ
• Adjunto: pramipexol

Nivel 3
Cuadro 19. Niveles de evidencia para el tratamiento • Monoterapia: Valproato
del episodio depresivo bipolar. • Adjunto: ISRS / Bupropion / IMAO / Modafinilo

Nivel 1
• Monoterapia: Quetiapina /
• Combinación: Fx + OLZ

Cuadro 22. Niveles de recomendación para el


Nivel 2
tratamiento del episodio depresivo bipolar II.
• Monoterapia: Litio / LMT / OLZ / Val / QTP XR
• Combinación: Lamotrigina + Li
Nivel 1
• Monoterapia: Lamotrigina / Quetiapina / Litio

Nivel 3
• Como tratamientos adjuntos a EA: ISRS / Bupropion
/ IMAO / Modafinilo / Pramipexol Nivel 2
• Monoterapia: Quetiapina XR / Valproato /
Olanzapina
• Combinación: Fx + OLZ
• Adjunto: ISRS / Bupropion / pramipexol / modafinilo
/ IMAO

Cuadro 20. Niveles de recomendación para el


tratamiento del episodio depresivo bipolar I.

Nivel 1
• Monoterapia: Quetiapina
• Combinación: Lamotrigina + Li / Fx + OLZ

Nivel 2
• Monoterapia: Litio / LMT / OLZ / Val / QTP XR

Nivel 3
• Como tratamientos adjuntos a EA: ISRS / Bupropion
/ IMAO / Modafinilo / Pramipexol

VERTEX 35
Strejilevich, S.; Vázquez, G.; García Bonetto, G.; Zaratiegui, R.; Vilapriño, J. J.; Herbst, L., Silva, A.; Lupo, C..; Cetkovich-Bakmas, M.

Esquema 6. Secuencia de pasos recomendada en el tratamiento del Episodio Depresivo Bipolar tipo I.

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VERTEX 36
20 Consenso argentino sobre el tratamiento de los trastornos bipolares 2010

Esquema 7. Secuencia de pasos recomendados para el tratamiento del Episodio Depresivo Bipolar tipo II.

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Strejilevich, S.; Vázquez, G.; García Bonetto, G.; Zaratiegui, R.; Vilapriño, J. J.; Herbst, L., Silva, A.; Lupo, C..; Cetkovich-Bakmas, M.

7. Tratamiento de mantenimiento del Trastorno


Recomendaciones básicas para el tratamiento Bipolar
de las Depresiones Bipolares

• El tratamiento farmacológico debe usar como drogas 7.1. ¿Qué pacientes deben iniciar tratamiento de man-
principales a los Estabilizadores del Ánimo. tenimiento?

• Está contraindicado el uso de antidepresivos (AD) El tratamiento de mantenimiento es el elemen-


en monoterapia. to central del manejo terapéutico de los trastornos
bipolares. Es difícil establecer donde empieza el
• Se debe realizar un prolijo seguimiento de la mismo ya que las maniobras destinadas a generar
evolución de los síntomas, especialmente de la estabilidad y disminución en el número de sínto-
aparición de síntomas maníacos aislados en el mas y recurrencias deben realizarse desde el tra-
contexto de episodios depresivos. tamiento de los episodios agudos como ha sido
señalado en cada una de las respectivas secciones
• Se debe realizar un prolijo seguimiento del número de estas guías de tratamiento. Sin embargo, el trata-
de episodios (depresivos y maníacos) antes y miento de mantenimiento debe considerarse como
después de la indicación de antidepresivos. una fase particular en aquellos pacientes con diag-
nóstico firme de trastorno bipolar pero que han teni-
• Los niveles de hormona tiroidea deben controlarse do un solo episodio o pocos episodios separados por
antes del inicio de la secuencia terapéutica. largos períodos de eutimia y en los que debe conside-
rarse el inicio de un tratamiento continuo. Aunque
• El riesgo suicida debe ser evaluado
la evidencia es contundente respecto de la eficacia y
activamente en cada entrevista.
necesidad de implementar tratamientos de manteni-
miento en los TB, la misma resulta insuficiente para
responder algunas situaciones particulares. La deci-
sión de iniciar tratamiento de mantenimiento en
algunos casos debe ser tomada en pacientes jóvenes
–muchas veces mujeres en edad reproductiva- que a
pesar de haber sufrido uno o dos episodios menores
presentan criterios suficientes para el diagnóstico
de trastorno bipolar II ó NOS. En ambos casos, el
Recomendaciones generales para el uso de diagnóstico de TB está presente y por ende la indi-
antidepresivos en los trastornos bipolares cación de tratamiento continuo, sin embargo en
estos casos resulta difícil sopesar beneficios y des-
• Usar gráficos evolutivos para el seguimiento del ventajas de sostener un tratamiento continuo, que
paciente ya que es la única forma de advertir el pueden implicar una carga importante de efectos
aumento de ciclado. adversos en una enfermedad en la cual en términos
individuales aún no se ha podido estimar su poten-
• Es importante no sólo tener presente el riesgo cial gravedad evolutiva e impacto funcional.
de viraje sino también el aumento de ciclado y la
aparición de sintomatología maníaca. Por estas mismas razones, en el primer consenso
se decidió tomar una postura en la cual el inicio
• Aumentar y disminuir gradualmente los AD (aún en del tratamiento de mantenimiento podía, algunos
presencia de síntomas tempranos de hipomanía). casos, quedar en suspenso. Para evaluar dicha deci-
sión se incluyeron el número de episodios, la carga
• Explorar las dosis bajas de AD con tiempo suficiente. genética como predictores y a los síntomas residua-
les y el nivel de recuperación funcional como pará-
• Tener en cuenta el síndrome de discontinuación por metros de monitoreo (191).
AD.
En este consenso se decidió continuar estable-
• Medir factores que pudieran incidir en la respuesta a
ciendo parámetros para ayudar a determinar el
la droga tales como consumo de alcohol, tabaco etc.
inicio del tratamiento de mantenimiento en las
circunstancias mencionada pero se ha limitado
• Prestar especial cuidado a la aparición del insomnio
los mismos favoreciendo el inicio del tratamiento
como síntoma prodrómico de viraje anímico.
de mantenimiento. Se incorporaron el comienzo
temprano y una historia de mal funcionamiento

VERTEX 38
20 Consenso argentino sobre el tratamiento de los trastornos bipolares 2010

Esquema 8. Pasos de decisión sugeridos para evaluar el inicio del tratamiento de mantenimiento.

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Strejilevich, S.; Vázquez, G.; García Bonetto, G.; Zaratiegui, R.; Vilapriño, J. J.; Herbst, L., Silva, A.; Lupo, C..; Cetkovich-Bakmas, M.

previo como criterios para iniciar tratamiento de en cuadro 19. Se remarca la recomendación de utilizar
mantenimiento y se estableció que la presencia esquemas gráficos de seguimiento (registros del ánimo,
de un segundo episodio es suficiente para con- “mood charts”) dado que esta es la única técnica que per-
siderarlo. Este cambio de postura se ha tomado mite un registro adecuado de los parámetros sugeridos
teniendo en cuenta nuevas evidencias congruen- para el seguimiento (ver apéndice 2).
tes que señalan que la evolución de los trastor-
nos bipolares sin tratamiento adecuado podría
determinar una disminución significativa de fac-
Cuadro 23. Parámetros de evaluación de efectividad
tores neuroprotectores endocelulares y un incre-
para el tratamiento de mantenimiento.
mento de factores inflamatorios que explicarían
el deterioro funcional y la resistencia tardía al
tratamiento que se observa en algunos pacientes Fracaso terapéutico
(20, 90, 91). En concordancia con estos hallazgos
y desarrollos teóricos, en los últimos años se ha a. No hay disminución en número, intensidad, y/o
ido consolidando la evidencia que muestra que duración de ciclos.
varias de las drogas usadas en el tratamiento de b. Efectos adversos intolerables.
mantenimiento de los trastornos bipolares como Conducta: cambiar tratamiento de
litio (118), valproato (201) y quetiapina (143) mantenimiento.
producen un incremento de los mismos factores
neuroprotectores que disminuirían a lo largo de Respuesta parcial
la evolución de los TB (91).
En el esquema 8 se resumen las recomendacio- a. Disminución en dos de tres parámetros (número,
nes de este consenso a fin de decidir el inicio del intensidad, duración de ciclos).
tratamiento de mantenimiento. b. Persistencia de síntomas sub-sindromáticos.
c. Efectos adversos que dificultan funcionamiento.
Conducta: optimizar el tratamiento de
mantenimiento.

7.2. ¿Cómo monitorear adecuadamente el resultado Respuesta óptima


de un tratamiento?
a. Disminución en tres parámetros.
El tratamiento de mantenimiento implica el inten- b. Sin síntomas subsindromáticos.
to de controlar la secuencia y gravedad de episodios y c. Sin efectos adversos importantes o condicionantes
síntomas que pueden estar separados por períodos de del funcionamiento
tiempo que pueden variar desde horas hasta años. Por Conducta: mantener tratamiento
esta razón, uno de los elementos más complejos del
tratamiento de mantenimiento de los TB es el modo
en que se valora su efectividad.
El principal objetivo del tratamiento de manteni-
miento es modificar el curso de la enfermedad dismi-
nuyendo la frecuencia, duración e intensidad de los 7.3. Criterios clasificatorios elegidos para las
episodios y síntomas. Bajo esta definición la mejoría recomendaciones de tratamiento mantenimiento
sincrónica de determinado episodio o síntomas solo
adquiere un carácter positivo en el marco de una Este consenso ha decidido utilizar dos determinan-
mejoría de la evolución del cuadro. De no tener en tes de curso para determinar los pasos del tratamiento
cuenta esto se podría, por ejemplo, calificar como de seguimiento. En primer lugar se ha incorporado
positiva la resolución de un episodio depresivo pero el concepto de Polaridad Predominante. La polaridad
que acontezca en el marco de un incremento de la predominante es un predictor evolutivo altamente
velocidad del ciclado o a expensa de un incremen- relevante y posee implicancias terapéuticas para el lar-
to en el monto de síntomas interepisódicos. En ambas go plazo (38, 46). Se define como polaridad predomi-
situaciones, pese a la resolución del episodio depresivo, nante depresiva (PPD) un curso clínico en donde más
la evolución general y el funcionamiento general de la de dos tercios de los episodios afectivos sufridos por
persona afectada seguramente sufrirían una desmejora. el paciente son de tipo depresivo (polaridad predo-
En este consenso se mantienen los tres parámetros minante depresiva) y polaridad predominante manía-
de efectividad del tratamiento de mantenimiento pre- ca (PPM) cuando más de dos tercios de los episodios
viamente establecidos (191) así como las conductas son de tipo maníaco (38, 149). Entre 30 y 50% de los
consecuentes a los mismos. Los mismos están señalados pacientes no llegan a cumplir los criterios como para

VERTEX 40
20 Consenso argentino sobre el tratamiento de los trastornos bipolares 2010

ser definidos en alguno de los dos tipos de polaridad han demostrado efectividad en la prevención de algu-
predominante y deben ser clasificados como polari- na fase de la enfermedad pero no en todas.
dad predominante indefinida. Entre aquellos pacien-
tes con polaridad predominante definida, alrededor a) Litio: Un meta-análisis reciente encontró que
de un 50% a 60% de los casos sufren una PPD y un el tratamiento con litio implica una reducción en
40% restante de PPM (38, 149). Existen diferencias el riesgo de un 32% (14-47%) (RR: 0.66; 0.52-0.85-)
clínicas que justifican la utilización de este predictor de sufrir una recurrencia de cualquier tipo respecto
de curso. Entre los pacientes con PPD es común el al placebo (158). Cuando se examina el riesgo de
inicio de la enfermedad en episodio de depresión y sufrir una recurrencia maníaca la reducción es del
suelen tener un diagnóstico de tipo bipolar II y res- 47% (21-56%) respecto del placebo (RR: 0.63; 0.44-
ponder preferentemente a medicamentos efectivos 0.91) y del 27% (49% menos-4% más) para sufrir
en el control de recurrencias depresivas, mientras que un evento depresivo (RR: 0.84; 0.65-1.10) (158).
los pacientes con PM en general debutan con episo- Sin embargo, cuando se observan los resultados
dios maníacos, habitualmente padecen un trastorno de un meta-análisis en los que se incluyeron estu-
bipolar tipo I y responden preferentemente a drogas dios tempranos y aquellos con menor número de
con control sobre las recurrencias maníacas (38, 149). pacientes la efectividad registrada del litio aumen-
En ambos grupos existe un predominio de un tempe- ta de manera considerable presentando un RR de
ramento ciclotímico (123). 3.21 para todo tipo de episodios (15). Se sospecha
que estas diferencias registradas en la tasa de efecti-
El otro determinante curso que se ha utilizado es vidad de los estudios tempranos versus los actuales
la presencia de ciclado rápido (CR). Esta eventuali- se debe a que en los estudios tempranos se incluían
dad evolutiva ha sido repetidamente asociada a mal pacientes con menor comorbilidad y menos resis-
pronóstico e implica un manejo terapéutico diferen- tentes al tratamiento y porque muchos de los datos
cial (106, 107, 154). Un estudio reciente realizado en actuales provienen de estudios donde el litio fue
comunidad encontró que cerca de un tercio de los usado como comparador activo y en los cuales se
pacientes afectados por TB presentar criterios para ser usaron diseños de muestras enriquecidas (44).
definidos como CR (110). Los pacientes que presen-
tan este criterio tenían menor edad de inicio, mayor Litio y riesgo suicida: Sumado a los efectos anti-
persistencia, severidad e impacto funcional de los rrecurrenciales del litio es importante destacar la
síntomas depresivos, mayor número de desorden de evidencia convergente respecto de que el trata-
ansiedad y mayor uso de los sistemas de salud. miento sostenido con este fármaco disminuiría el
riesgo suicida (183). Un meta-análisis encontró
claros beneficios para el litio respecto de otros tra-
tamientos, tanto para suicidios consumados (OR:
0.26; CI: 0.09-0.77); como para conducta suici-
7.4. Tratamiento farmacológico de mantenimiento da en general (OR: 0.21; CI: 0.08-0.5) (36). Este
efecto del litio sería idiosincrático y podría ser
Un tratamiento farmacológico ideal para los independiente de su efecto como estabilizador del
trastornos bipolares sería aquel que disminuya sig- ánimo (1) y extendido a otros desórdenes del áni-
nificativamente el número de episodios maníacos, mo (109). Sin embargo, pese a la calidad y canti-
hipomaníacos, depresivos y mixtos sin aumentar la dad de datos que justifican el uso de litio como
sintomatología subsindromática ni limitar funcional- una de las primeras opciones para el tratamiento
mente o implicar efectos adversos que comprometan de mantenimiento de los TB, su uso ha declinado
la salud general. Aunque este es un objetivo ideal, notoriamente a partir de la década del 90 siendo su
algunos tratamientos actualmente disponibles cum- espacio ocupado primeramente por los estabiliza-
plen buena parte de estos requerimientos. Litio, lamo- dores del ánimo del tipo anticonvulsivante (22) y
trigina, valproato, olanzapina y más recientemente luego por los antipsicóticos atípicos (14). En nues-
quetiapina han demostrado con evidencia suficiente tro medio, este injustificado relativo bajo uso del
ser efectivos en la prevención de episodios maníacos litio no parece estar determinado por una opinión
y depresivos y podrían no generar sintomatología negativa respecto de su eficacia, sino en una con-
inter-episódica, aunque esto no quiere decir que la sideración inadecuada de sus potenciales efectos
eviten (158, 203). Los efectos de estos tratamientos adversos y las dificultades de su implementación
sobre el desempeño funcional esta pobremente inves- en el tratamiento (“Encuesta sobre opiniones y acti-
tigado y ninguno de ellos es inocuo en términos de tudes de psiquiatras argentinos acerca del uso clínico
seguridad aunque cada uno de ellos tiene un perfil del Litio”; ASAThU, data sin publicar). En nuestro
de seguridad claramente diferente. A estos fármacos país como en otros estos injustificados temores o
se suman otros que como adjuntos o en monoterapia errores en la consideración acerca de la seguridad

VERTEX 41
Strejilevich, S.; Vázquez, G.; García Bonetto, G.; Zaratiegui, R.; Vilapriño, J. J.; Herbst, L., Silva, A.; Lupo, C..; Cetkovich-Bakmas, M.

de este medicamento podrían estar determinados (42% menos – 2% más)]. Un sub-análisis ha demos-
por el hecho de que el litio, habiendo carecido de trado que olanzapina es más efectiva que el placebo
patente comercial, no ha recibido apoyo publicita- en la prevención de episodios en aquellos pacientes
rio por parte de la industria cuando no fue resisti- que ingresaron al seguimiento padeciendo un epi-
do o activamente atacado por resaltar el efecto de sodio mixto (181). En estas guías olanzapina tiene
moléculas con mayor interés comercial (157). primer nivel de recomendación para el tratamiento
En estas guías el litio tiene primer nivel de reco- del episodio maníaco y 2o nivel de recomendación
mendación para el tratamiento de los episodios para el tratamiento del episodio depresivo bipolar.
maníaco, segundo nivel de recomendación para la Para una revisión comprehensiva de sus efectos
depresión bipolar I y primero para la II. Para una adversos ver el cuadro 11.
revisión comprehensiva de sus efectos adversos ver
el cuadro 11. e) Quetiapina: Dos estudios RCDC han sido publi-
cados demostrando la eficacia de la quetiapina en
b) Lamotrigina: Tres estudios RCDC a 18 y 26 combinación con litio o valproato en el tratamien-
meses han comprobado que lamotrigina resulta to de mantenimiento de los TB (169, 193) mientras
efectiva en la prevención de episodios afectivos en que los resultados de las fases de continuación de
el trastorno bipolar con un efecto claramente pre- los estudios EMBOLDEN I y II sólo han sido presen-
ferente sobre la prevención de episodios depresivos tados como pósters (204). Los resultados hallados
(25, 30, 79). Estos estudios fueron realizados con en ambos estudios de combinación fueron equiva-
un diseño de muestras enriquecidas. Los pacientes lentes: menos pacientes tratados con quetiapina
tratados con lamotrigina presentan un riesgo 32% como combinación de litio o valproato presenta-
menor que aquellos recibieron placebo (RR: 0.84; ron eventos anímicos a lo largo de las 36 semanas
0.57-1.20) de presentar recurrencias de cualquier de seguimiento respecto de aquellos en los que se
tipo. Sin embargo presenta una disminución del incluyó placebo (20.3% vs. 52.1%). El efecto fue
riesgo del 35% respecto al placebo en la prevención similar para la prevención de episodios maníacos
de episodios depresivos (RR: 0.77 (0.58-1.02) pero del y depresivos (HR: 0.30 para manía; HR: 0.33 para
26% para la prevención de episodios maníacos (RR: depresión) (169). En los estudios reportados hasta
0.74; 0.49-1.11) (158). En estas guías lamotrigina pre- el momento como póster, los pacientes tratados con
senta 2o nivel de recomendación para el tratamiento quetiapina presentaron menos eventos anímicos
de la depresión bipolar aguda tipo I, primer nivel de que aquellos con placebo (24.5% vs. 40.5%) (208).
recomendación para la depresión bipolar tipo II y no Todos estos estudios fueron realizados con diseño
presenta recomendación para el tratamiento del epi- de muestras enriquecidas. En estas guías, quetiapi-
sodio maníaco. Para una revisión comprehensiva de na presenta primer nivel de recomendación para el
sus efectos adversos ver el cuadro 11. tratamiento de los episodios agudos de depresión
bipolar y manía. Para una revisión comprehensiva
c) Valproato: Actualmente se considera que los de sus efectos adversos ver el cuadro 11.
datos respecto del efecto antirrecurrencial del val-
proato presenta evidencias suficientes para ser f) Aripiprazol: Un estudio RCDC evaluó la efec-
incluido entre los primeros niveles de evidencia tividad del aripiprazol en el tratamiento de man-
y recomendación para el tratamiento de manteni- tenimiento del TB I post-manía con un diseño que
miento (203). Los pacientes tratados con valproato incluyó un seguimiento de solo 6 meses y luego una
presentan 18% menos recaídas que aquellos tratados extensión a un año (93, 94). En ambas fases, aripi-
con placebo (RR: 0.63; (0.44-0.90). En estas guías, prazol resultó efectivo en la prevención de los epi-
valproato presenta primer nivel de recomendación sodios maníacos pero no de los depresivos. En estas
para el tratamiento del episodio maníaco y segun- guías, aripiprazol ha sido catalogado con 2o nivel
do nivel de recomendación para el tratamiento del de recomendación para el tratamiento del episodio
episodio depresivo. Para una revisión comprehensi- maníaco y no recomendado para el tratamiento de
va de sus efectos adversos ver el cuadro 11. la depresión bipolar. Para una revisión comprehen-
siva de sus efectos adversos ver el cuadro 11.
d) Olanzapina: Dos estudios con tiempo adecua-
do de seguimiento comprobaron la efectividad de g) Risperidona inyectable de larga acción: aunque
la olanzapina en el tratamiento de mantenimiento la risperidona oral no tiene evidencia positiva para
de los TB (177, 179). El efecto en la prevención de el tratamiento de mantenimiento de los trastornos
episodios con olanzapina es mayor para los episo- bipolares, dos estudios RCDC han demostrado que
dios maníacos [63% menos recurrencias que con la formulación de depósito podría ser efectiva en
placebo (43%-76%)] que para los depresivos [22% esta indicación. El primero de ellos consistió en un
menos recurrencias depresivas que con placebo estudio contra placebo a 24 meses de seguimiento

VERTEX 42
20 Consenso argentino sobre el tratamiento de los trastornos bipolares 2010

Esquema 9. Secuencia de pasos recomendada para el tratamiento de mantenimiento del Trastorno Bipolar tipo I.

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VERTEX 43
Strejilevich, S.; Vázquez, G.; García Bonetto, G.; Zaratiegui, R.; Vilapriño, J. J.; Herbst, L., Silva, A.; Lupo, C..; Cetkovich-Bakmas, M.

Esquema 10. Secuencia de pasos recomendada para el tratamiento de mantenimiento del Trastorno Bipolar tipo II

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VERTEX 44
20 Consenso argentino sobre el tratamiento de los trastornos bipolares 2010

con un diseño de muestras enriquecidas (146). En


el mismo risperidona inyectable de larga acción
Cuadro 25. Niveles de recomendación para el
tratamiento de mantenimiento.
resultó más eficaz que el placebo en la reducción
de la emergencia de episodios maníacos pero no
se hallaron diferencias significativas respecto de 1o Nivel
los episodios depresivos. En el segundo estudio se • Monoterapia: Litio /Lamotrigina / Valproato /
observó la eficacia de risperidona inyectable de Olanzapina / Quetiapina
larga acción o placebo como tratamiento adjunto
de tratamiento usuales encontrándose que mien-
tras el 23% de los pacientes con la droga activa
recayeron durante los 12 meses de seguimiento 2o Nivel
42% del grupo placebo lo hicieron (117). • Monoterapia: Aripiprazol / Risperidona inyectable de
larga acción / Carbamacepina
h) Ziprasidona: recientemente se ha publicado
un estudio RCDC en el que se evaluó la eficacia
de la ziprasidona como adjunto a litio o valproato
en un seguimiento de 6 meses. En este estudio el 4o Nivel
19.7% de los pacientes que recibieron ziprasidona • Monoterapia: Clozapina
presentaron recaídas contra el 32.4% de los que
recibieron placebo. En estas guías ziprasidona tie-
ne 2 o nivel de recomendación para el tratamiento
de la manía y no presenta recomendación para el
tratamiento de la depresión bipolar.

7.5. Tratamiento psicoterapéutico para el mantenimiento

En estos años se ha incrementado el número de


estudios randomizados, doble ciego, controlados que
Cuadro 24. Niveles de evidencia para el tratamiento
han evaluado la efectividad de distintos tratamientos
de mantenimiento.
psicoterapéuticos y psicosociales en el tratamiento de
mantenimiento de los TB. Esto ha permitido contar
con revisiones sistemáticas y meta-análisis de los mis-
mos (21, 134,172) Bajo esta mirada, la Psicoeducación
Nivel 1 Grupal presenta considerable evidencia para definir
• Monoterapia: Litio / Lamotrigina / Valproato / que la misma es efectiva en la prevención de episo-
Quetiapina / Olanzapina/ Risperidona de depósito.
dios maníacos y depresivos en el tratamiento de largo
plazo de los TB. Un análisis a 5 años de seguimiento
• Combinación: Quetiapina + Litio/Valproato /
de la muestra del grupo de Barcelona (40) ha demos-
Ziprasidona + Litio / Valproato
trado que la efectividad del programa implementado
en ese centro se sostuvo a lo largo de ese período de
tiempo sin que haya sido necesario un reforzamiento
de la intervención inicial (42) y que la misma resulta
Nivel 2 igualmente efectiva en bipolares II (41).
• Monoterapia: Aripiprazol / Carbamacepina La terapia cognitivo conductual presenta eviden-
cia insuficiente para afirmar que resulta efectiva en la
reducción del número de episodios en el tratamiento
de mantenimiento de los TB aunque algunos trabajos
Nivel 4 han mostrado resultados positivos (21, 172). Se supone
• Monoterapia: Clozapina que la falta de significancia en las revisiones sistemáti-
cas esta dada porque el trabajo con más peso estadístico
de los realizados hasta el momento destinado a verificar
la efectividad de la TCC (156) incluyó pacientes cursan-
do episodios agudos, lo que ha demostrado limitar la
eficacia de las intervenciones psicosociales para el man-
tenimiento (155). Las intervenciones familiares no han
demostrado reducir el número de recidivas (21).

VERTEX 45
Strejilevich, S.; Vázquez, G.; García Bonetto, G.; Zaratiegui, R.; Vilapriño, J. J.; Herbst, L., Silva, A.; Lupo, C..; Cetkovich-Bakmas, M.

En resumen, en la actualidad la evidencia es sufi- les entrenados para la coordinación de los grupos.
ciente como para indicar en firme la psicoeducación Finalmente, vale la pena señalar que los datos aquí
grupal como parte del tratamiento de mantenimien- resumidos se refieren a la efectividad de estos trata-
to de los TB por lo que este consenso recomienda la mientos en prevenir recurrencias en el tratamiento de
inclusión en un programa psicoeducativo grupal a largo plazo de los TB. De esta manera los mismos no
todos aquellos pacientes que hayan alcanzado tiem- descartan otros tipos de efectos que puedan resultar
pos suficientes de eutimia y estabilidad. Recientemen- beneficiosos como la reducción del estigma o mejo-
te se ha publicado en nuestro medio el manual del rías en la calidad de vida en donde si bien se han
Programa Psicoeducativo de Barcelona (43). Este es un registrado resultados positivos (172) aún no han sido
programa grupal, utiliza un programa de 21 encuen- debidamente investigados (37) ■
tros semanales y requiere de al menos dos profesiona-

VERTEX 46
20 Consenso argentino sobre el tratamiento de los trastornos bipolares 2010

Anexo I.

Comentarios

estresantes
+4
+3
+2
+1

-1
-2
-3
-4
0

Eventos
Año

VERTEX 47
Niveles de Recomendación Niveles de Gravedad de los Efectos Adversos

Depresión Agudos Largo Plazo


Manía EMx Mantenimiento
I II Generales SEP Generales SEP Metabólicos

Carbamazepina ● - - ● ● ● ● ● ●

Lamotrigina - ● - - - - -
● ● ●
Litio ● ● ● ● ● ● ●
● ● ●
Valproato ● ● ● ● ● ● ●
● ● ●
Aripiprazol ● - - - ● ● ● ●
● ●

VERTEX 48
Olanzapina ● ● ● ● ● ●
● ● ● ●
Quetiapina ● ●
incluido aquellos con evidencia 1 ó 2 en al menos dos fases de la enfermedad).

● ● ● ● ● ● ●
Risperidona - - ● ● ● ● ●
● ● ●
Ziprazidona - - - ● ● ● ●
● ● ●
Anexo II. Perfil y efectividad de fármacos más usados en el tratamiento de los trastornos bipolares (se han

Niveles de Recomendación: ● Nivel 1 ●Nivel 2 - Sin recomendación

Niveles de Efectos Adversos: ● Nivel 3 ●Nivel 2 ● Nivel 1 - Sin efectos adversos de ese tipo
20 Consenso argentino sobre el tratamiento de los trastornos bipolares 2010

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VERTEX 54 

Suple_Astra Lau 54 8/25/10 4:03 PM


20 Consenso argentino sobre el tratamiento de los trastornos bipolares 2010

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VERTEX 55
Este trabajo fue posible gracias al apoyo irrestricto
de AstraZeneca Argentina
VERTEX 56
V ERTE X REVISTA ARGENTINA DE PSIQUIATRIA

II CONSENSO
ARGENTINO SOBRE
TRATAMIENTO DE
LOS TRASTORNOS
BIPOLARARES

Strejilevich / Vázquez / García Bonetto /


Zaratiegui / Vilapriño / Herbst / Silva /
Lupo / Cetkovich-Bakmas

551293 – 07/2010

SUPLEMENTO

Volumen XXI
Suplemento Especial
Primer semestre 2010

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