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Madurar Para Terminar

Posted on January 01,1970 by Néstor Martínez

Hay un trabajo para Dios que está empezado, pero que falta terminar. Es posible tener actividad eclesiástica toda una
vida y sin embargo, nunca terminar ese trabajo. Quién no ansía una visitación de Dios. Cuando Dios se acerca a la tierra,
requiere de una gente madura que pueda administrar su acercamiento. El problema está en que la mayoría de las veces
que Dios se acerca, la gente reacciona mal.

La doctrina que se aprendió sobre Dios tiene mucho que ver con esa reacción. También lo que vemos. Mucho de lo que
hacemos es por herencia o por imitación, no por revelación; porque lo hace todo el mundo.

Un mover de Dios, cuando sucede, puede producir risa, gozo, llanto, caídas individuales o masivas de personas que
después pueden permanecer hasta horas tiradas en el suelo, visiones proféticas, temblores, dificultades en recuperar el
idioma y otros cimbronazos visibles de similar espectacularidad. Puede producir eso, pero el propósito de Dios al
acercarse, no es ese; es adelantar detalles de ese propósito para terminar la obra.

La palabra dice que somos mayordomos de su Gracia, pero para ministrar esa Gracia, primero tenemos que entender
qué es lo que Dios quiere hacer cuando se acerca.

La meta es el reino; la iglesia es el medio. Ser pastor no puede ser la meta. Ser pastor es ser el utensilio apto en las
manos de Dios para cumplir la meta. No hay eventos naturales vinculados con el fin. Al fin hay que diseñarlo. Porque el
fin es profético. La iglesia tiene que terminar lo que Dios empezó. Esa es la mentalidad que ha madurado.

La iglesia tiene que crear un ambiente para que Cristo regrese; o no regresa. Usted tiene que entender, (Nº 1) que el
tiempo de la siega es aquel donde todo lo que tiene vida, se cosecha. La verdad, la mentira, el discernimiento, la
manifestación de los hijos de Dios. Todo lo que tiene vida termina su ciclo en el tiempo de la cosecha.

No puede haber en tiempos de cosecha (Nº 2) una mentalidad pesimista. Tiene que haber gozo. No carcajadas ridículas
o sonrisas carismáticas dibujadas: GOZO. El gozo es una actitud que no se va a doblegar ante ninguna circunstancia
natural o terrenal. De otro modo, es alegría del alma o mundana. Que produzca risa o sonrisa, es una consecuencia, no
la sustancia.

Tiene que haber (Nº 3) un concepto de traslado permanente. De cambio en cambio, de fuerza en fuerza, de gloria en
gloria. En tiempos de cosecha, la gente vivía en tiendas, en peregrinaje y movimiento permanente. De mentalidad, de
estilos de vida si es necesario. La iglesia suele estancarse ante cada mover de Dios.

El tiempo de la siega también significa, (Nº 4) equipamiento personal. En tiempos de José, todos los graneros estaban
llenos porque todo lo que estaba en el suelo, se recogía. Cuando todo el pueblo tenía hambre, - recuerde -, los graneros
de José rebosaban.

Y finalmente, no puede estar haciéndose en la iglesia nada que sea foráneo a Dios. A lo que Él está haciendo en el
planeta. Todo lo que haga la iglesia debe tener impacto global. La iglesia tiene, por promesa y palabra, una suma de
valores que conforman su propia cultura: la cultura del reino que dice representar. Si la iglesia no tiene su cultura, adopta
y adapta la cultura de la nación donde está como embajadora. Iglesias embarcadas en puro entretenimiento en naciones
donde el entretenimiento es una forma de vida; iglesias sumergidas económicamente en países en donde economía es
cultura cotidiana. El reino tiene su propia cultura, su propia economía. No tiene que recoger nada del ambiente que la
rodea: ¡Tiene que cambiarlo!

(Juan 4: 1)= Cuando, pues, el Señor entendió que los fariseos habían oído decir: Jesús hace y bautiza más discípulos
que Juan, (Aunque Jesús no bautizaba, sino sus discípulos), salió de Judea, y se fue otra vez a Galilea.

Y le era necesario pasar por Samaria. – Todos, creo, conocemos la historia de la mujer samaritana, de allí que no voy a
leerla completa.

(Verso 30)= Entonces salieron de la ciudad y vinieron a él.

Entre tanto, los discípulos le rogaban, diciendo: Rabí, come.

Y él les dijo: yo tengo una comida que comer, que vosotros no sabéis.

Entonces los discípulos decían unos a otros: ¿Qué parece que decían? ¿Le habrán traído una hamburguesa o algo por el
estilo? Jesús dijo: No; mi comida es hacer y terminar la obra de Dios.

El reino de Dios accede en cada tiempo que se vive de una manera diferente. En cada mover de Dios hay un distinto
vocabulario. La forma en que usted habla, expresa la fuente que le ha dado a luz. La gran duda que surge, es: ¿Cómo
trabajar la presencia de Dios, hoy? Muy pocos saben qué hacer cuando Él se manifiesta.

(Deuteronomio 29: 29)= Las cosas secretas pertenecen a Jehová nuestro Dios; más las reveladas son para nosotros y
para nuestros hijos para siempre, para que cumplamos todas las palabras de esta ley.- En suma: tenemos que ser parte
de lo que Dios quiere hacer, no reaccionar en contra de ese propósito, que es lo que más abundantemente se ve.

Lo que usted entiende de Dios, es lo que determina como mira usted la vida. Romanos 12 dice que no podemos ser
conformados a este tiempo, sino que tenemos que ser transformados. Y toda transformación implica cambio. Muchos
hermanos que adhieren a formas muy conservadoras se niegan, - es cierto -, a cambiar. Pero muchísimos de los
llamados más… progresistas, o más… carismáticos, creen que ya lo vieron y que ya lo conocen todo, y entonces también
se niegan a cambiar. Cuidado: Dios acepta transformación, no conformación.

Hay niveles de la voluntad de Dios que, sin un cambio, jamás vamos a entender. A medida que nos acercamos al fin,
pisamos un área que nadie pisó antes. Los comentaristas no le pueden ayudar porque ellos hablan de lo que vieron y
conocieron, no de lo que pasa HOY. Lo mismo ocurre con los libros cristianos. Lo único que sirve allí, es el
discernimiento. No nos gusta demasiado discernir; nos gustan más las cosas dadas. Sería una bendición si el abuelito
pudiera ayudarnos, pero el abuelito no pasó antes por este lugar espiritual. ¡Gloria a Dios por el abuelito y su sabiduría!
Pero está transitando esta etapa de Dios juntamente con sus hijos y sus nietos y no puede hacer nada mejor que ellos.

Usted, al igual que Cristo, está orando para que se haga su voluntad en su país, en su ciudad, así como en el cielo. El
término ASÍ COMO, es la palabra HOS, y significa: SIMULTANEAMENTE. La palabra dice que tenemos que pedir lluvia
en tiempo de lluvia. ¡Pero es incoherente! ¿A quien se le puede ocurrir pedir lluvia en tiempo de lluvia? Sin embargo, ¡Eso
es lo que dice!
Lluvia tardía, es madurez. Pida madurez en tiempo de madurez. Pida naranjas en tiempo de naranjas. Están en cualquier
verdulería, en cualquier supermercado, usted las consigue enseguida y no están a muy alto precio. Pero si pide duraznos
en tiempo de naranjas, tienen que ir a buscarlos al frigorífico, tardan bastante en llegar y le salen demasiado caros,
entiende? Si pedimos ahora lo que Dios quiere dar ahora, avanzamos en el tiempo. Puede pedir otras cosas porque Dios
hace todas las cosas, pero lo que Dios está haciendo ahora es madurar gente. Mucha gente está pidiendo ayuda a Dios
para hacer obras que los hagan sentir bien, pero Dios no anda en el negocio de hacerlo sentir bien a usted; Dios sólo
quiere terminar su plan.

Religión es un proceso sin progreso. Una actividad compleja que no garantiza – y a veces hasta paraliza -, el fin del ciclo
que comenzó Abraham.

Mire una vez más lo que dice Juan: …Le era necesario… Esa palabra, NECESARIO, es la palabra DEO, (Y se pronuncia
DIO), y es la misma que se usa en Lucas 13:16, y significa: “No puedo salir de debajo del peso de la decisión que he
hecho.”

Es decir que: el énfasis es que Dios no lo mandó, sino que Él decidió que tenía que ir por allí.

En Lucas 13, en cambio, DIO está usada en forma negativa. LA mujer encorvada no podía levantarse porque no podía
luchar contra el peso de esa palabra: no podía enderezarse, estaba atada, y esa palabra, ATADA, allí es la palabra DIO.

Pasado en limpio, el mensaje de Jesús, allí, dice: Mi comida, aquello que me nutre; lo que me mantiene vivo; mi
motivación interna; lo que me impulsa; lo que me guía; aquello que nutre mi cuerpo, mi ministerio, mi mensaje, es hacer y
terminar. Si la voluntad de Dios no se transfiere en acción humana, me siento desnutrido. Si el orden de los eventos
terrenales no comunican el presente pensar de Dios, pierdo la motivación ministerial. Esta es la dinámica operativa del
acercamiento de Dios en la tierra, hoy; descubriré como hacer y terminar su obra.

(Juan 4: 35)= ¿No decís vosotros: aún faltan cuatro meses para que llegue la siega? He aquí os digo: alzad vuestros ojos
y mirad los campos, porque ya están blancos para la siega.

Y el que siega recibe salario, y recoge fruto para vida eterna, para que el que siembra goce juntamente con el que siega.

Porque en esto es verdadero el dicho: uno es el que siembra, y otro es el que siega.

Yo os he enviado a segar lo que vosotros no labrasteis; otros labraron, y vosotros habéis entrado en sus labores.

Cuando Él les pregunta, los discípulos le responden con conocimiento agrícola: faltan cuatro meses, maestro. Y no se
equivocaban, eh? Sabían de qué hablaban. Pero ellos miraron los eventos naturales; calcularon el día, la estación, el
tiempo, todo en lo natural, y dijeron: faltan cuatro meses. Pero Cristo dijo: Cámbienlo.

No hay evento natural que produzca el fin porque el fin es profético. Alza los ojos por encima de lo natural y termínalo. Así
funciona. Mientras no entremos en la labor de Abraham estaremos diciendo: faltan cuatro meses… Usted tiene que entrar
en lo que labraron otros, no sacar cuentas de lo que labró usted.

“Estamos cosechando lo que sembramos”. “Mi ministerio comienza a dar frutos”. Dígame: ¿Usted sabía que su ministerio
puede tener todo el éxito del mundo y, pese a ello, no adelantar el plan de Dios?

Hay que entrar en el ciclo que comenzó Adán. Dios llamó a Abraham al mismo ciclo. Después llamó a Moisés, a Josué, a
los profetas, a Juan el Bautista; todos en la misma carrera, no en otra!! Tenemos que entrar en la misma labor de ellos
para terminar.

Los noticieros, los diarios, las revistas, las doctrinas, el planeta y los gobiernos no determinan el fin. Lo pueden confirmar,
pero no lo determina. Si los tiempos de la iglesia están atados y relacionados con las estadísticas y eventos naturales de
la tierra, entonces nosotros también estamos diciendo: ¡Faltan cuatro meses! Porque en la tierra, todo está negativo, pero
el fin de la Biblia es positivo!

La Biblia termina con la tierra llena de su gloria y nada de lo que vemos en los noticieros confirma eso: hay que hacerlo.
Dice que la tierra será cubierta de su gloria como las aguas cubren el mar. El agua siempre busca su nivel, de manera
que tiene que haber tanta gloria en Rosario como en España; tanta gloria en España como en Tierra del Fuego y tanta
gloria en Tierra del Fuego como en África, Asia u Oceanía. La gloria busca su nivel; no se va a amontonar en un solo país
habitado por personas especiales.

(Isaías 48: 3)= Lo que pasó, ya antes lo dije, y de mi boca salió; lo publiqué, lo hice pronto, y fue realidad.

Por cuanto conozco que eres duro, y barra de hierro tu cerviz, y tu frente de bronce, te lo dije ya hace tiempo; antes que
sucediera te lo advertí, para que no dijeras: mi ídolo lo hizo, mis imágenes de escultura y de fundición mandaron estas
cosas.

Lo oíste y lo viste todo; ¿Y no lo anunciaréis vosotros? Ahora, pues, te he hecho oír cosas nuevas y ocultas que tú no
sabías. Ahora han sido creadas.

Esa palabra, AHORA, significa precisamente eso: AHORA. Tiempo presente, el de su lectura. Dios no fue; Dios no será:
¡¡DIOS ES!! Dios está fabricando el fin a través de gente que se mueve en sintonía con su mover, no reaccionando en
contra de él. Pero usted lo tiene que mirar con los ojos de Dios. Si lo mira en lo natural, siempre va a decir: Faltan cuatro
meses… Cuando leemos respecto a la tribulación, decimos: es mañana. Pero no vamos a un país donde se está
matando gente en las calles a predicar escatología. A ellos no les interesa que usted les diga lo que va a pasar mañana;
ellos tienen el problema, la crisis, la tribulación, AHORA.

Mientras algunas iglesias del tranquilo vivir occidental andan en lo que ellos llaman: “Un avivamiento”, en otros sitios,
muere gente por causa del evangelio; HOY. Cuidado; si lo que Dios hace en América no funciona en la India, no es Dios.
Dios es universal, no nacional.

(2 Pedro 3: 11)= Puesto que todas estas cosas han de ser deshechas, ¡Como no debéis vosotros andar en santa y
piadosa manera de vivir, esperando y apresurándoos para la venida del día de Dios.

Fíjese bien en esta palabra: APRESURÁNDOOS. Es la palabra APRESURANDO o ACELERANDO. Pregunto: ¿Cómo
Dios nos va a exigir acelerar, apresurar, apurar algo sobre lo cual no tenemos dominio? ¿Cómo vamos a conseguir que
se apure o vaya más rápido algo que no podemos controlar? Al final lo va a crear la iglesia; no llega por arte mágico.

Es necesario, entonces, que se pronuncie un decreto, en la iglesia, que demande el cumplimiento de los tiempos.
Necesitamos una unción que diga: esto es aquello que dijo Joel y se acabó. ¿Con qué autoridad? Con la misma que usó
Pedro.

“Esto es aquello y se acabó”. Cincuenta por ciento en error y Dios lo puso en el libro. Esto es aquello, clausurando,
cerrando el ciclo, manifestando y encarnando profecías y escrituras que aún quedan por terminarse.

El libro tiene que consumarse y consumirse. Tenemos que tragarnos el rollo. Tenemos que encarnarlo. Al igual que
encarnaste la escritura que dice: Si confesares, serás salvo, tenemos que encarnar el resto. Porque esta escritura se
acabó para usted. Ya no es futura. Está escrita en el futuro: El que confesare… Pero como usted ya confesó, ya usted no
la usa más. Pero con el resto, todavía decimos: mañana…a que se levanta otra generación. Y mañana será mejor. ¿Y el
Señor? Sentado, esperando que los enemigos sean puestos por estrado de sus pies. No podemos esperar un evento
singular. El fin de un proceso de eventos diseñados por la iglesia es terminar. Hacer y terminar. No permitir ser
entretenidos en otra cosa.

(Apocalipsis 9: 13)= He aquí vienen días, dice Jehová, en el que ara alcanzará al segador, y el pisador de las uvas al que
lleve la simiente; y los montes destilarán mosto, y todos los collados se derretirán.

Veamos: ¿En qué campo es posible que el que ara alcance al que siega? En el espiritual. Imposible en otro. Ahora bien:
el que siega, - según dice la palabra -, es Dios. ¿Quién puede estar en condiciones de alcanzar a Dios? Sólo Dios mismo.
No me cierra… le va a cerrar si le digo Espíritu Santo, no es cierto?

Cambio: ese es el mensaje de hoy. Si no entramos en el llamado eterno y soberano, nunca cerraremos el ciclo. Cristo
dijo: “Yo no vine independientemente de aquello que comenzó antes de la tierra”. Él entró en el ciclo.

Estamos hablando de ministrar conforme al tiempo eterno. De antaño, pero moderno; antiguo, pero nuevo; cosas viejas y
cosas nuevas que el escriba sabio debe sacar en su ministración. Si nuestro concepto del ministerio nos incluye sólo a
nosotros, vamos a morir con dolor de alma.

Nuestro mensaje debe ser un fluir presente de decretos antiguos. Ejecutar la fase presente de una obra antigua.
Tenemos que tener cuidado con lo que estamos construyendo.

Debe haber una intención deliberada y conectada a la construcción o edificación. Muchos le dicen edificación; yo le
cambié el sentido y le digo construcción, porque la palabra edificación, en la Biblia, tiene que ver con edificio, no con
bendición. El que profetiza es para edificar, para construir una mentalidad positiva. Eso trae bendición, pero como
consecuencia, no como objetivo o sustantivo.

(Lucas 14: 28)= Porque ¿Quién de vosotros, queriendo edificar una torre, no se sienta primero y calcula los gastos, a ver
si tiene lo que necesita para acabarla?

No sea que después que haya puesto el cimiento, y no pueda acabarla, todos los que lo vean comiencen a hacer burla de
él, diciendo: este hombre comenzó a edificar, y no pudo acabar.

La torre, en esta escritura, representa una estructura fortificada que repele todo avance hostil; puede ser usted, su
ministerio, la música, la iglesia, su empresa, puede ser lo que usted quiera. La torre. ¿Qué es lo que estamos
construyendo?

Dice: “Quien, queriendo edificar”; la palabra QUERIENDO, significa que hay una intención deliberada conectada a la
construcción. Es decir: el que está haciendo la torre, la quiere hacer.

Eso significa que cada palabra que se predica, es deliberada. Cada canción que se canta, es adrede. Estamos
construyendo una mentalidad en la gente y no se puede contradecir con un cántico después de un mensaje, o con un
mensaje después de un cántico. Tenemos que deliberadamente, elegir canciones, mensajes. Y tenemos deliberadamente
que construir algo que no se autodestruya por falta de intención al edificar.

Si estamos colocando los bloques de abajo, no puede venir usted a poner una viga. Primero, tiene que terminar la
columna. Es deliberado. No puede predicar reino hoy y traer luego a alguien que diga: “Cristo viene ya, mañana”, porque
destruye lo que terminó de edificar.

La torre. Dice que alguien calcula a ver si tiene lo que necesita para terminarla. Ese término, A VER SI TIENE; esa
palabra, ahí, es SCHUO, que quiere decir “robusto, saludable, cabal”. Es decir: a ver si tiene lo suficiente en el ministerio,
persona, empresa o mentalidad para terminar lo que comenzó.

La restauración de la iglesia, no se olvide, es la restauración de gente. No su cuerpo, no su espíritu; su mente. Capacitar


a la gente para que pueda tener una mentalidad útil en las manos de Dios, no en la iglesia, en las naciones!! La iglesia
tiene que tener una mentalidad que le permita a Dios usarla en las naciones, no en un culto de domingo.

Los burladores: estrategia satánica de los tiempos finales. Estrategia satánica para abortar la mentalidad apostólica que
es hacer y terminar. Dice ahí: no sea que después que haya puesto el cimiento, que no la pueda terminar, que los
burladores comiencen a hacer burlas.

La palabra BURLA o BURLADORES, es la palabra EMPAIZO, y significa hacer juegos o gestos como un niño; engañar,
hacer gesto o deporte. El propósito del que hace el gesto es que usted termine en duda y aborte lo que está haciendo. Y
yo le voy a comprobar en la Biblia que donde quiera que haya una mentalidad de final, aparece un burlador. Porque el
evento natural va en contra de esta mentalidad, porque lo natural siempre dice: FALTAN CUATRO MESES. Y el burlador
anda en lo natural, no en el espíritu.

(2 Pedro 3: 1)= Amados, esta es la segunda carta que os escribo, y en ambas despierto con exhortación vuestro limpio
entendimiento, para que tengáis memoria de las palabras que antes han sido dichas por los santos profetas, y del
mandamiento del Señor y Salvador dado por vuestros apóstoles, sabiendo primero esto, que en los postreros días
vendrán burladores, andando según sus propias concupiscencias, y diciendo: ¿Dónde está la promesa de su
advenimiento?

(Verso 12)= Esperando y apresurándoos para la venida del día de Dios, en el cual los cielos, encendiéndose, serán
deshechos, y los elementos, siendo quemados, se fundirán.

Pero nosotros esperamos, según sus promesas, cielos nuevos y tierra nueva, en los cuales mora la justicia.

Por lo cual, oh amados, estando en espera de estas cosas, procurad con diligencia ser hallados por él sin mancha e
irreprensibles, en paz.

(Judas 3)= Amados, por la gran solicitud que tenía de escribiros acerca de nuestra común salvación, me ha sido
necesario escribiros exhortándoos que contendáis ardientemente por la fe que ha sido una vez dada a los santos.

Porque algunos hombres han entrado encubiertamente, los que desde antes habían sido destinados para esta
condenación, hombres impíos, que convierten en libertinaje la gracia de nuestro Dios, y niegan a Dios el único soberano,
y a nuestro Señor Jesucristo.

(Verso 12)= Estos, - De los que veníamos hablando -, son manchas en vuestros ágapes, - los ágapes son las iglesias -,
se apacientan a sí mismos, - no tienen revelación, dependen de su sabiduría humana -, nubes sin agua, llevadas de acá
para allá por los vientos; - a un pueblo inmaduro las falsas doctrinas lo llevan de aquí para allá -, árboles otoñales, sin
fruto, dos veces muertos y desarraigados; fieras ondas del mar, que espuman su propia vergüenza; estrellas errantes,
para las cuales está reservada eternamente la oscuridad de las tinieblas. De estos, también profetizó Enoc.
La iglesia de Judas pudo defenderse de los burladores porque entró en los decretos de Enoc. No fueron engañados
porque vivían en aquellos que aun estaban por manifestarse.

Enoc…séptimo desde Adán, diciendo: he aquí, vino el Señor con sus santas decenas de millares, (¿Qué tiempo es ese?
Los tiempos finales) para hacer juicio contra todos, y dejar convictos a todos los impíos de todas sus obras impías que
han hecho impíamente, y de todas las cosas duras que los pecadores impíos han hablado contra él.

Estos son murmuradores, (Aquí, la palabra original, en griego, es otra vez EMPAIZO) adulando a las personas para sacar
provecho.

Cada vez que se manifieste el final va a haber gente que le va a decir: ¡Espera un poquito! ¡No exageremos! ¡No
asustemos inútilmente a la gente! ¡Seamos serios! Y uno empieza a pensar: ¿Será que me estoy volviendo loco o
fanático? Ellos, no se olvide, aparecen para abortar la mentalidad que es necesario tener para creer el final.

Podemos tener actividad eclesiástica por toda una eternidad, como de hecho la hemos tenido por dos mil años, y no
terminar. Mire Pablo, en hechos 20, mire lo que es un corazón apostólico.

(Hechos 20: 17)= Enviando, pues, desde Mileto a Efeso, hizo llamar a los ancianos de la iglesia.

Cuando vinieron a él, les dijo: vosotros sabéis como me he comportado entre vosotros todo el tiempo, desde el primer día
que entré en Asia, sirviendo al Señor con toda humildad, y con muchas lágrimas, y pruebas que me han venido por las
asechanzas de los judíos; y como nada que fuese útil ha rehuido de anunciaros y enseñaros, públicamente por las casas,
testificando a judíos y a gentiles acerca del arrepentimiento para con Dios, y de la fe en nuestro Señor Jesucristo.

Ahora, he aquí, ligado, (DIO. Atado bajo el peso de su propia decisión) yo en espíritu, voy a Jerusalén, sin saber lo que
allá me habrá de acontecer; salvo que el Espíritu Santo por todas las ciudades me da testimonio, diciendo que me
esperan prisiones y tribulaciones.

Pero de ninguna cosa hago caso, - Pablo está diciendo: voy atado, voy ligado, voy bajo la presión de mi propia decisión:
terminar. -, ni estimo preciosa mi vida para mí mismo, con tal que acabe mi carrera con gozo, y el ministerio que recibí del
Señor Jesús, para dar testimonio del evangelio de la gracia de Dios.

Viene con la mentalidad de terminar. Él no tiene más que una cosa en mente: tengo que ir allá para terminar.

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