Anda di halaman 1dari 8

BIBL. UNIV., NUEVA ÉPOCA, JULIO-DICIEMBRE 2000, VOL. 3, NO.

2, P 100-107

Índice
Tabla de
Contenido

Contribución a una historia de la administración


de las bibliotecas en México (1920-1929)
Robert Endean Gamboa
Hemeroteca Nacional de México, Instituto de Investigaciones Bibliográficas,
Universidad Nacional Autónoma de México
Circuito Maestro Mario de la Cueva, Centro Cultural Universitario, Ciudad Universitaria, 04510, México, D.F.
email: endean@servidor.unam.mx

Resumen. El período inmediato a la firma de la Constitu- Abstract. The article examines the decade of the 20’s that
ción mexicana fue de gran agitación política y conformación brought changes into the cultural and political environment
de un nuevo grupo en el poder. Resulta de particular interés in contemporary Mexico. The decade was of particular inter-
estudiar la década de los veinte por los cambios en el ámbito est for Mexican librarianship since in that period it experi-
cultural y político que dieron sentido y rumbo al México con- enced a rise as well as a decline that together defined the early
temporáneo. En ese momento, la biblioteconomía mexicana steps of modern library administration in the country. At the
vivió un ascenso ruidoso y una caída administrativa, que jun- time the main interest was on the organization of collections
tas enmarcaron los primeros pasos y el desarrollo de la admi- and in the definition of libraries’ nature. Nicolas León, Juan
nistración bibliotecaria moderna e interesada en la organiza- B. Iguíniz and Juana Manrique de Lara were among the lead-
ción de las colecciones, como primera apoyatura y definición ing personages of that movement. (FRRE)
del ser de las bibliotecas. Nicolás León, Juan B. Iguíniz y
Juana Manrique de Lara fueron algunos de los principales im- Keywords: Library Administration, Library history, Libra-
pulsores de ese movimiento. rianship, Mexico, Nicolás León, Juan Bautista Iguíniz, Juana
Manrique de Lara.
Palabras clave: administración de bibliotecas, historia de las
bibliotecas, cultura bibliotecaria, México, Nicolás León, Juan
Bautista Iguíniz, Juana Manrique de Lara.

A Mercedes Bernal y Aurora Cano de que la administración biblioteca- A pesar de lo anterior, a conti-
ria en México ha tenido tres mo- nuación presentaré un brevísimo de-
INTRODUCCIÓN mentos, caracterizados por diferen- sarrollo de una etapa comprendida
tes enfoques acerca de la forma y la en el que hace algunos años llamé
Durante el curso de administración competencia para el manejo de las “primer período”: cuando la admi-
bibliotecaria que impartimos Federi- unidades de información. nistración tenía como función prin-
co Hernández Esparza y este autor Ahora pienso que la cabal com- cipal y única la organización de los
en el campus Puebla de la Universi- prensión del desarrollo bibliotecario acervos. El objetivo de estas notas
dad Iberoamericana, durante los mexicano debe partir de una recu- es doble, pues busca motivar a mis
fines de semana de diciembre de peración de las obras, materiales y colegas para que emprendan accio-
1993 y enero de 1994, reuní unos espirituales, de nuestros biblioteca- nes tendientes a recuperar los senti-
apuntes para la sesión de apertura rios. Se me presenta la historia de la dos de nuestro pasado, así como
con la intención de presentar un administración bibliotecaria como contribuir con un grano de arena
panorama general de las ideas que un conjunto de fronteras laxas y as- para una mejor comprensión del
han prevalecido en la administración pecto extraño, debido en gran medi- pensamiento bibliotecario mexicano,
bibliotecaria mexicana. En esa oca- da a esa carencia de noticias sobre lo pues creo que un entendimiento
sión, llegue a proponer la hipótesis que nos es propio. más amplio de nuestra naturaleza

100
R OBERT ENDEAN GAMBOA

profesional, vista en sus raíces, debe nales escritas fueron difundidas. 2


contribuir al fortalecimiento de Estos fueron tiempos en que hubo
nuestra disciplina. un mayor recrudecimiento de la
contienda política debido a las pró-
CONTEXTO ximas elecciones para la presidencia
que se llevaron a cabo con el inicio
El intervalo de tiempo que nos ocu- de la nueva década.
pa, la tercera década del siglo veinte, “En 1920 la gran tarea... [del]
ha sido continuamente recordado grupo dominante era la instituciona-
como la época de oro de las biblio- lización de sus [sic] sistema de domi-
tecas mexicanas, pues fue la primera nación política y la reestructuración
ocasión en que se vislumbró la posi- del económico. Para ello era necesa-
bilidad de contar con bibliotecas or- rio mantener subordinados —pero
ganizadas en todo el país y se reali- sin antagonizarlos— a los grupos
zaron, durante sus primeros años, populares. Esto no se logró tan sólo
Nicolás León. Tomado de: Enciclopedia
acciones en esa dirección. de México, CD-ROM, disco 1, 2000.
con la derrota militar de los princi-
Eran entonces momentos de pales caudillos campesinos, fue ne-
gran efervescencia social y política cesario también hacer ciertas conce-
con gobiernos presididos por jefes funciones de 1916 a 1918, sólo im- siones de principios y admitir algún
militares. Hubo intensas luchas que partió un curso de un año, pues des- tipo de participación controlada de
fueron configurando la ideología pués modificó su plan de estudios esas fuerzas dentro del sistema de
posrevolucionaria que perduraría para alargar la duración y permitir la poder”.3 Fue en esta entrada a los
hasta nuestros días, así como pugnas profundización en el tratamiento de veinte cuando muere asesinado el
en las que los diversos actores seña- las materias, aunque este cambio no presidente Carranza y ocupa su lu-
lados por nuestra historia defendie- se pudo aplicar completamente. gar Alvaro Obregón, quien trajo
ron sus ideas, intereses y expectati- De esa primera escuela egresaron consigo a José Vasconcelos.
vas. seis alumnos y una de entre ellos Al inquieto Vasconcelos se le ha
La labor que siguió al movimien- haría posteriormente la carrera bi- caracterizado como un idealista, un
to revolucionario fue la reconstruc- bliotecaria y llegaría a ser un artífice soñador que cuando vivió en la
ción, que consistió en múltiples y en la formación laboral de muchas frontera norte de México conoció
sucesivos intentos por recuperar el generaciones. Se trataba de Juana las bibliotecas norteamericanas y
sistema económico y el control so- Manrique de Lara. quiso lo mismo para su país.4 De
cial a fin de ejecutar acciones trans- Nicolás León enseñó en esa es- cierto sabemos que cuando se le en-
formadoras. Estas búsquedas de cuela, fue profesor de Manrique de cargó el Departamento Universitario
cambio siempre estuvieron permea- Lara, y en esa actividad escribió la y de Bellas Artes llevó a efecto una
das por los jalones de diversos gru- primera obra mexicana conocida importante labor educativa que con-
pos sociales que querían defender que trató aspectos de administración sideró, de manera sobresaliente, la
sus privilegios o acceder a posicio- y organización de bibliotecas, de la creación de bibliotecas populares y
nes de poder antes infranqueables. cual hablaré más adelante. que, posteriormente cuando en 1921
Pocos años antes de la década Con la desaparición de la escuela, fue creada la Secretaría de Educa-
que estudiamos, Venustiano Carran- la biblioteconomía nacional cayó en ción Pública (SEP), continuó esa la-
za había inaugurado la Escuela Na- un estado de letargo, pues no se die-
cional de Bibliotecarios y Archive- ron cursos de capacitación1 y sabe- 2
Brito Brito, E., pp. xxix-xxxi.
ros, de corta vida porque el mismo mos que pocas aportaciones nacio- 3
Meyer, L., p. 113.
Presidente la clausuró dos años des- 4
Esto lo relata el mismo Vasconcelos en el
pués. Esa escuela, que estuvo en 1
Morales Campos, E., pp. 6-8. Ulises criollo.

BIBL. UNIV., NUEVA. ÉPOCA, JULIO- DICIEMBRE 2000, VOL. 3, NO. 2


101
CONTRIBUCIÓN A UNA HISTORIA DE LA ADMINISTRACIÓN DE LAS BIBLIOTECAS EN MÉXICO (1920-1929)

bor en el recién creado Departa- 4) las bibliotecas tecnológicas,


mento de Bibliotecas. que prestaban servicios a los indus-
La década que nos ocupa fue de triales y operarios de los oficios me-
consolidación del poder personal cánicos y las artes industriales;
del presidente en turno: primero 5) las bibliotecas populares,
Obregón y luego Plutarco Elías Ca- que debían tener todo aquello que
lles. El primero gobernó de 1920 a se escribía para las gens du mond (gen-
noviembre de 1924, siendo reelecto te del mundo);
en 1928 y asesinado poco después. 6) las bibliotecas circulantes,
Elías Calles asumió el poder en que tenían por tarea el envío de ca-
diciembre de 1924 y lo mantuvo, jas de libros renovables de tiempo
oficialmente hasta 1928, aunque es en tiempo a las ciudades, pueblos y
sabido que siguió siendo el “Jefe haciendas,
Máximo” hasta 1935. 7) la home-library, que con-
El poder del grupo sonorense sistía en que un particular recibía
(Obregón, Elías Calles y otros) se ex- una caja con una veintena de obras
Juana Manrique de Lara. Tomado de:
presó en acciones que no siempre de las que se responsabilizaba y se
Educación bibliotecológica en México,
fueron populares y que en algunos por Estela Morales Campos. México, obligaba a devolverlas en un plazo
momentos contaron con una firme CUIB, UNAM, 1988. de tres a seis meses;
oposición, como fue el caso del mo- 8) la biblioteca para ciegos, que
vimiento cristero y las protestas por la conoció obras de autores europeos, contenía materiales especiales para
modificación de la Constitución para principalmente ingleses y franceses ese tipo de personas;
permitir la reelección de Obregón. y, en muy poco, de españoles, italia- 9) la biblioteca rural, era gratui-
En los veinte se crearon bancos, nos y belgas; así mismo, consultó al- ta y circulante, de organización y de-
se emprendieron diversas medidas gunos autores norteamericanos. talles especiales, pero muy liberales y
para fortalecer la creación de indus- Esa obra fue publicada en 1918 y sin gran formulismo;
trias en México, se expandió territo- en ella trató diversas cuestiones de la 10) las bibliotecas ómnibus o bi-
rialmente el sistema educativo y el organización y el funcionamiento de bliotecas nacionales, siempre atra-
acceso a determinados productos la biblioteca, como la construcción y sadas, para guardar los tesoros anti-
culturales, se dio la autonomía de la el edificio, el mobiliario, el personal, guos, inventariar los nuevos e ir co-
Universidad Nacional, se creó el los lectores, las salas reservadas, as- leccionando lo pasado de moda o
Partido Nacional Revolucionario pectos del reglamento y otros asun- desactualizado;
(obra de Elías Calles que más tarde tos que menciono a continuación. 11) la free public library, de
pasaría a ser el actual Partido Revo- Diversos tipos de bibliotecas fue- cuatro o cinco mil volúmenes; repar-
lucionario Institucional), y ocurrie- ron considerados por este autor:5 tidas por los barrios de las ciudades,
ron muchos otros hechos que, como 1) las grandes bibliotecas, que por los pueblos y las aldeas; con
ya mencioné, coadyuvaron a la for- tenían 500,000 volúmenes o más; muchos periódicos, revistas y obras,
mación de lo que hoy es México. 2) las bibliotecas escolares, para las últimas producciones del saber
el uso de los estudiantes y los maes- humano en ciencias, industrias, viajes,
EL ÁMBITO BIBLIOTECARIO tros de las escuelas primarias y se- etc.; muchas horas de lectura, servi-
cundarias; cio rápido, fácil e inteligente; y
Nicolás León redactó la primera 3.) las bibliotecas infantiles, de- 12) la hemeroteca (biblioteca de la
obra mexicana que dio noticia de dicadas a la instrucción y recreación prensa), que fue propuesta por Henry
cuestiones que tuvieron que ver con de los niños; Martin, director de la Biblioteca del
la administración y organización de Arsenal, en París, teniendo presente
las bibliotecas. Para hacerlo, León 5
León, N., pp. 84-90. que los volúmenes de los periódicos,

BIBL. UNIV., NUEVA. ÉPOCA, JULIO- DICIEMBRE 2000, VOL. 3, NO. 2


102
R OBERT ENDEAN GAMBOA

por su tamaño y número creciente, Así, llovieron bibliotecas públicas,


acabarían por hacer insuficientes los obreras, escolares, ambulantes, cir-
más vastos locales; se pensó entonces culantes y de otros tipos, además de
que las revistas, por su tamaño, po- publicaciones oficiales de conteni-
dían conservarse con los libros, pero dos prácticos, literarios o históricos,
no era el caso del periódico. en los lugares más remotos del Mé-
Además, León trató del fomento xico de ese entonces. En 1924 se
de la biblioteca, la selección de los contó con 2,426 bibliotecas,10 aun-
libros y la economía interior de la que después de la salida de Vascon-
biblioteca. Sobre el último punto in- celos devino un deceso masivo de
dicó que abarcaba la historia y el in- bibliotecas, apreciable en el hecho
ventario diario de las adquisiciones, de que en 1926 se reportó que sólo
la clasificación de los libros, la cata- había 1,661 bibliotecas dependientes
logación de éstos y su colocación.6 del Departamento de Bibliotecas.11
Sobre el último punto, ahondó más El cambio de la política bibliotecaria
el autor al considerar la numeración y la consecuente desaparición de bi-
de los volúmenes, el arreglo de los José Vasconcelos. Tomado de: Historia bliotecas han sido explicados por di-
libros en los anaqueles y la clasifica- de la Biblioteca Nacional de México, por versos autores, por lo que no trata-
ción o arreglo general en secciones Rafael Carrasco Puente. México, 1948. remos aquí ese asunto. Se puede
especiales.7 Un asunto muy intere- mencionar, sin embargo, que en el
sante, por tratarse de esa época, fue Esta decena tuvo un incremento Congreso Nacional de Biblioteca-
la recomendación que hiciera León sin precedentes en el número de bi- rios de 1927 se presentaron bibliote-
de utilizar open-shelves (estantería bliotecas establecidas, que alcanzó su carios de todo tipo de bibliotecas de
abierta) que permitiría a los lectores cúspide en 1924; sin embargo, pos- diversas partes del país.
el libre acceso a los acervos de la bi- teriormente la situación bibliotecaria Según Brito, en este período se
blioteca para que ellos mismos eli- entró en una cuesta descendente que escribieron 359 obras, libros o ar-
gieran y tomaran las obras que nece- llevó a que en las dos décadas si- tículos, que trataron de asuntos bi-
sitaran.8 También consideró aspec- guientes hubiera menos bibliotecas bliotecarios. Además, se conocieron
tos prácticos de la conservación de que las registradas en aquel año. entregas de cuatro títulos de publi-
los libros, poniendo especial énfasis En medio de la vorágine bibliote- caciones periódicas que tuvieron
en la encuadernación. caria vasconceliana hubo una perso- que ver con el quehacer de las bi-
Dos fueron los servicios mencio- na que sobresalió por el entusiasmo bliotecas: Biblos, publicado por la
nados por León: el consejo y asis- que siempre mostró para emprender Biblioteca Nacional, el Boletín de la
tencia a los lectores y el préstamo todo tipo de actividades tendientes a Asociación de Bibliotecarios Mexicanos,
de los libros.9 Su influencia en la dé- generar un entorno saludable para el el Boletín de la Biblioteca Nacional y El
cada de los veinte, dio un fuerte im- quehacer mismo del bibliotecario: se Libro y el pueblo, publicado por el
pulso a la creación de bibliotecas trató de aquella egresada del único Departamento de Bibliotecas de la
populares (públicas) y a su abasteci- curso impartido por la primera es- SEP.12
miento con la producción bibliográ- cuela de bibliotecarios, Juana Manri- En el período 1924-1926 apare-
fica de la Secretaría de Educación que de Lara. cieron simultáneamente tres títulos
Pública. Ahora echaremos un vistazo al de revistas: Biblos, Boletín de la Asocia-
momento bibliotecario que se vivió
en los veinte. Con Vasconcelos co-
6
Ibid., p. 95. 10
Quintana Pali, G., C. Gil Villegas, G.
7
Ibid., pp. 96-102, 118-119. mo Secretario de Educación Pública Tolosa Sánchez, p. 248.
8
Ibid., pp. 86-87. (1920-1924) se dio una carrera para 11
Ibid., p. 276.
12
9
Ibid., pp. 116-117. instalar bibliotecas en todo México. Brito Brito, E., pp. vi-viii.

BIBL. UNIV., NUEVA. ÉPOCA, JULIO- DICIEMBRE 2000, VOL. 3, NO. 2


103
CONTRIBUCIÓN A UNA HISTORIA DE LA ADMINISTRACIÓN DE LAS BIBLIOTECAS EN MÉXICO (1920-1929)

ción... y El Libro y el pueblo; además, el tecas o para las especializadas, mien-


año de 1925 ocupó el segundo lugar tras que la clasificación decimal De-
en la producción bibliohemerográfi- wey podía utilizarse en las bibliotecas
ca de la década, con 49 trabajos es- pequeñas y populares. La Asocia-
critos, en tanto que 1923 ocupó el ción y el Departamento de Biblio-
primer lugar con 51 obras. En 1928 tecas resolvieron el asunto a favor
sólo circuló hasta el mes de mayo un de la propuesta de Enríquez.19
título de publicación periódica de Los miembros de la Asociación
interés para el bibliotecario, El Libro estuvieron presentes en la creación
y el pueblo, lo cual resulta paradóji- de la Escuela de Bibliotecarios y
co dado que ese año ocupó el tercer participaron activamente como do-
lugar en cuanto a producción de es- centes o alumnos. Durante los años
critos de la década (48 trabajos).13 de 1927 y 1928 se llevaron a cabo en
En el ámbito educativo, se impar- la Ciudad de México el primer y se-
tieron cuatro cursos de capacitación gundo Congresos Nacionales de Bi-
para empleados de bibliotecas14 y el bliotecarios, organizados por el De-
14 de enero de 1925 se inauguró la partamento de Bibliotecas de la SEP.
Juan Bautista Iguíniz. Tomado de: His-
Escuela Nacional de Bibliotecarios, toria de la Biblioteca Nacional de Méxi-
El primero se realizó durante el mes
dependiente del Departamento de co, por Rafael Carrasco Puente. México, de marzo de 1927 y en el se presen-
Bibliotecas de la SEP . Ignoramos 1948. taron 46 trabajos diversos y se apro-
cuándo cesaron las actividades de baron 21 resoluciones.20 Del segun-
esa escuela, aunque Morales Cam- En marzo de 1924 surgió la Aso- do emanaron 29 resoluciones, pero
pos piensa que ocurrió en 1926. 15 ciación de Bibliotecarios Mexicanos, nunca se publicó una memoria.21
Después se dieron varios cursos de que fue disuelta a fines de 1927.18 Mencionamos arriba que hubo
capacitación y no volvió a abrirse Sus actividades no volvieron a rea- varias aportaciones impresas de in-
otra escuela, a pesar de que fue una nudarse sino hasta la siguiente déca- terés para el trabajador de la biblio-
necesidad constantemente percibi- da. Esa Asociación publicó un bole- teca, y entre ellas destacaron algunas
da.16 tín, que ya mencionamos, y que fue que buscaban orientar a los bibliote-
A partir de 1929, el Departamen- de gran importancia en su época. carios en las labores que debían rea-
to de Bibliotecas impartió un curso En esta publicación se dio en 1925 lizar a fin de mantener una bibliote-
de biblioteconomía por correspon- una polémica entre Mario Enríquez ca organizada y bien administrada.
dencia, que tuvo por objeto princi- y Juana Manrique de Lara, debido a De la década anterior llegó la obra
pal enseñar a los maestros rurales la que el primero defendía la utiliza- de Nicolás León, sumándose a ella
forma de conservar y mejorar las bi- ción generalizada de la clasificación en los años veinte dos obras de Juan
bliotecas de las escuelas a su cuida- de Bruselas en tanto que Manrique B. Iguíniz22 y otras dos de Juana Man-
do, proporcionándoles una cultura de Lara consideró que no debía pro-
esencial para esos fines.17 ponerse un sistema único de clasifi-
19
Véase Boletín de la Asociación... tomo 1,
núm. 6, pp. 81-84; Quintana Pali, G., C.Gil
cación para todas las bibliotecas,
Villegas, G. Tolosa Sánchez, pp. 344-345.
13
Ibid., pp. vi-viii, xxix-xxxi. Brito Brito se sino que era menester considerar la 20
Quintana Pali, G., C. Gil Villegas, G. To-
equivocó al consignar que ninguna publica- clasificación propuesta por Enríquez losa Sánchez, pp. 348-350.
ción periódica se había emitido en 1928. como adecuada para grandes biblio- 21
Ibid., pp. 354-355.
14
Morales Campos, E., pp. 7-8. 22
Se trata de sus obras intituladas Elementos
15
Ibid., p. 8. de bibliografía y biblioteconomía (México : Libre-
16
Tuvieron que pasar dos décadas para que 18
Boletín de la Asociación... tomo 1, núm. 1, pp. ría de Pedro Robledo, 1923) y Manual de bi-
se restableciera la escuela; véase Morales 2-4; Fernández de Zamora, R.M., p. 49; blioteconomía (Guadalajara : Tip. de José M.
Campos, E., pp. 8-9, 12-13. Quintana Pali,G., C. Gil Villegas, G. Tolosa Iguiniz); aunque desconozco el año del últi-
17
“Curso de biblioteconomía...”, p. 5. Sánchez, pp. 235, 344-346. mo, ya era recomendado por el Departa-

BIBL. UNIV., NUEVA. ÉPOCA, JULIO- DICIEMBRE 2000, VOL. 3, NO. 2


104
R OBERT ENDEAN GAMBOA

rique de Lara. En vista de que las particulares, se había despertado el bliotecas que por su importancia lo
obras de Iguíniz están perdidas pa- interés por conocer los métodos reclamaran debían encomendar la
saré a comentar las obras de Manri- más sencillos y apropiados para or- organización de sus libros a un bi-
que de Lara y sus aportaciones a la ganizar y administrar esas coleccio- bliotecario técnico competente; más
administración bibliotecaria nacional. nes de libros”.24 tarde, esta persona daría instruccio-
Sobre las intenciones de la autora nes al encargado permanente para la
LA ADMINISTRACIÓN SEGÚN debo comentar dos asuntos: en pri- futura marcha del servicio público.
JUANA MANRIQUE DE LARA mer lugar, ella había sido enviada, En esta su primera obra trató de
cerca de tres años antes, a realizar la selección, adquisición, cataloga-
Durante esta década, Manrique de estudios de biblioteconomía en los ción, clasificación y preparación físi-
Lara pensó23 que la biblioteconomía Estados Unidos, por lo que su prin- ca de los libros; además, incluyó al-
era un arte, aquél de organizar y ad- cipal influencia era norteamericana, gunas menciones sobre el uso de
ministrar las bibliotecas, que eran aunque conoció algunas obras euro- controles para las publicaciones pe-
locales donde se tenían libros en nú- peas y recibió las enseñanzas de Ni- riódicas, para el préstamo y la esta-
mero considerable ordenados para colás León. En segundo lugar, las dística, así como algunas noticias
su lectura; el bibliotecario era un Nociones... se publicaron cuando ya sobre cómo organizar un archivo de
funcionario de orden público o pri- se percibía un cambio en la política recortes.
vado que tenía a su cargo la direc- bibliotecaria nacional y las estadísti- La otra obra escrita por Manrique
ción y el cuidado de una biblioteca. cas arrojaban un descenso en el nú- de Lara se llamó Elementos de organi-
Estas nociones perduraron en nues- mero de bibliotecas controladas por zación y administración de bibliotecas esco-
tra autora durante toda la década el Departamento de Bibliotecas. lares y fue publicada en 1929. En ella
que estudiamos. Lo anterior nos brinda elementos continuó diciendo la autora que la
En 1926, Juana Manrique de Lara para comprender los motivos de fundación de bibliotecas en todo
vio publicadas sus Nociones para la or- Manrique de Lara: preparar al bi- México estaba siendo impulsada,
ganización y administración de una peque- bliotecario para que a través de un por lo que infirió que habría un
ña biblioteca, obra de poca extensión, buen funcionamiento de su bibliote- pronto establecimiento de un núme-
aunque no por esto poco importan- ca pudiera ésta mantenerse viva. Esa ro considerable de bibliotecas en es-
te, escrita cuando la autora conside- labor incansable de formación del cuelas primarias y secundarias, así
ró de primordial importancia la pre- trabajador de la biblioteca fue una como un incremento constante de
paración de bibliotecarios técnicos constante en la vida de esta bibliote- los acervos bibliográficos de las bi-
que atendieran las bibliotecas. caria, que la llevó a concebir la cul- bliotecas escolares existentes. Esta
Comentaba la autora que “debido minación de su pensamiento en la nueva aportación se originó toman-
al incremento que había tenido en mejor de sus obras, el Manual del bi- do como premisas los juicios ante-
los últimos cinco años la fundación bliotecario mexicano publicado en riores y pensando en la necesidad de
de bibliotecas nuevas, oficiales y 1942. instruir al bibliotecario escolar para
En sus Nociones... Manrique de que proporcionara el servicio y su-
mento de Bibliotecas en los cursos por co- Lara aceptó25 como interlocutores a piera dar solución a problemas de
rrespondencia de 1929; véase Curso de biblio-
teconomía..., p. 10. Otras obras del autor, de
personas de mediana cultura, a quie- organización, administración, selec-
entre las que sólo he visto la primera son las nes procuró presentar los métodos ción, etc.26
siguientes: Instrucciones para la redacción y forma- más elementales y prácticos para la Manrique de Lara distinguió las
ción de los catálogos bibliográficos (México : organización y administración de bibliotecas escolares de las públicas
Biblioteca Nacional, 1919) y Catalogación. — una colección hasta de cinco mil vo- infantiles indicando que aquéllas
pp. 65-102. — En: ORTIZ DE M ONTELLA-
lúmenes. Enfatizó que aquellas bi- eran lugares que tenían como princi-
NO, Bernardo. Guía para la clasificación y catalo-
gación de los archivos (México : Departamento pal función el estudio, en tanto que
de Salubridad Pública, 1927). 24
Ibid., p. 5.
23
Manrique de Lara, J. Nociones..., p. 62. 25
Ibid., p. 6. 26
Manrique de Lara, J. Elementos..., pp. 7-8.

BIBL. UNIV., NUEVA. ÉPOCA, JULIO- DICIEMBRE 2000, VOL. 3, NO. 2


105
CONTRIBUCIÓN A UNA HISTORIA DE LA ADMINISTRACIÓN DE LAS BIBLIOTECAS EN MÉXICO (1920-1929)

las bibliotecas públicas debían ser de autor, título, tema, analíticas, de las necesidades de los alumnos por
también recreativas.27 referencia (del tipo “véase”) y de re- medio del conocimiento de los pro-
En base a una distinción que hizo lación (del tipo “véase también”); gramas de estudio de cada curso en
de los tipos de usuarios, éstos po- para lo cual propuso los enseres ne- particular, así como del grado de
dían ser de dos clases, estudiantes o cesarios en la elaboración de ese re- inteligencia de cada uno de los niños
profesores, y con las observaciones gistro, los procedimientos y las polí- que visitaran la biblioteca.42
que realizó sobre las conductas de ticas de catalogación.34 Otros servicios que debían darse
cada categoría, definió dos secciones También se mantendría un libro a los alumnos eran las clases de “bi-
que debía tener la biblioteca: una de- de adquisiciones35 y un catálogo to- blioteca”, impartidas con el objeto
dicada a los maestros y la destinada pográfico. 36 Las adquisiciones po- de familiarizar a aquéllos, y aún a los
a los alumnos; éstas se debían distin- drían hacerse por compra y por do- maestros, con la organización, regla-
guir por los tipos de obras que al- nación37 y los libros que se consiguie- mentos, libros, etc., de la biblioteca,
bergarían, así como por las restric- ran debían ser previamente selec- a fin de que pudieran hacer un uso
ciones de acceso indicadas.28 Cada cionados en base a las características inteligente de ella sacando el mayor
sección tendría dos grupos de li- psicológicas de los alumnos o por provecho posible.43
bros: los que no saldrían del recinto los requerimientos de los maestros.38 Todas estas propuestas de Manri-
bibliotecario (biblioteca fija) y otros La biblioteca también tendría un que de Lara, por muy variadas que
que podrían prestarse a domicilio reglamento para proporcionar los nos puedan parecer, giraban en tor-
(biblioteca circulante).29 Los libros servicios.39 De acuerdo con el mis- no a una idea central: la necesidad
que se tendrían serían los que se le- mo, todos los alumnos debían tener de organizar las colecciones como
yeran completos y los libros de con- derecho al servicio de préstamo a condición necesaria para hacer efi-
sulta o referencia.30 Además de li- domicilio, al igual que los maestros. ciente a una biblioteca; trátese de li-
bros, la biblioteca podía tener un ar- Esos servicios estarían sujetos a un bros, recortes o incluso revistas ad-
chivo de recortes que incluiría folle- horario y se darían a conocer como quiridas por donación, el no tener
tos.31 resultado de una labor de propagan- alguna posibilidad de atender al lec-
La biblioteca contaría con estan- da hecha por el bibliotecario. Se tor que acudía a la biblioteca era
tería cerrada, aunque los maestros proporcionaría, asimismo, servicio prever una posibilidad de desapari-
tendrían posibilidad de entrar a de consulta, que consistiría en orien- ción de esa biblioteca, especialmente
ella.32 En cada sección se ordenarían tar a los alumnos para que ellos mis- en la década que estudiamos.
las obras siguiendo la clasificación mos encontraran la información y
Dewey hasta dos dígitos, aclarando sólo en casos difíciles el biblioteca- CONSIDERACIONES FINALES
que esta propuesta era apropiada rio haría la búsqueda de los datos
para bibliotecas hasta de cinco mil que los alumnos necesitaran.40 A los La historia bibliotecaria mexicana
volúmenes. La autora sugirió tam- maestros se les proporcionaría la tiene muchos elementos originales
bién una rutina para clasificar las información que requirieran.41 que aportar a la cultura universal de
obras e indicó que habría que poner Para que el servicio de consulta la información, pues las maneras
señalizaciones en la biblioteca.33 fuera más eficiente era oportuno que como a nivel local se han planteado,
Se tendría un catálogo dicciona- el bibliotecario estuviera enterado de abordado y resuelto los diversos
rio que estaría formado por tarjetas problemas encontrados constituyen
34
Ibid., pp. 27-45. un caso único, y sólo a nosotros nos
27
Ibid., p. 9. 35
Ibid., pp. 49-53. corresponde valorarlo.
28
Ibid., pp. 9-11, 13-14. 36
Ibid., pp. 53-57. A vista de pájaro hemos recorri-
29
Ibid., p. 15. 37
Ibid., p. 74.
do juntos un aspecto poco conocido
30
Ibid., p. 75. 38
Ibid., pp. 72-74.
31
Ibid., pp. 69-70. 39
Ibid., pp. 57-64.
32
Ibid., p. 64. 40
Ibid., p. 76. 42
Ibid., p. 76.
33
Ibid., pp. 15-25, 27. 41
Ibid., p. 77. 43
Ibid., pp. 78-82.

BIBL. UNIV., NUEVA. ÉPOCA, JULIO- DICIEMBRE 2000, VOL. 3, NO. 2


106
R OBERT ENDEAN GAMBOA

de la historia bibliotecaria mexicana OBRAS CONSULTADAS MEYER, Lorenzo. El primer tramo del
que requiere ser rescatado para camino. En: Historia general de Méxi-
constituirse en un puntal de nuestro Boletín de la Asociación de Bibliotecarios co. México : SEP : El Colegio de
ser profesional. A todos resulta in- Mexicanos, octubre 1924, tomo 1, México, c1976, vol. 4, p. 111-199.
negable el papel de la administra- no. 1, p. 1-16.
ción bibliotecaria para el eficiente MORALES CAMPOS, Estela. Educación Bi-
desempeño de cualquier biblioteca- Boletín de la Asociación de Bibliotecarios bliotecológica en México : 1915-1954.
rio y en este rubro la historia de Mexicanos, mayo 1925, tomo 1, no. México : UNAM, Centro Universita-
nuestro oficio tiene muchas cosas 6, p. 81-96. rio de Investigaciones Bibliotecoló-
que enseñarnos. Como muestra, gicas, 1988. 112 p. Monografías ; 6.
baste considerar las ideas y los pro- BRITO BRITO, Erasto. Bibliohemerografía
blemas que aquí he expuesto y su bibliotecológica mexicana. Tesis Licen- QUINTANA PALI, Guadalupe, GIL VI-
permanencia como parte de nuestro ciatura. México : UNAM, Facultad LLEGAS , Cristina, T OLOSA S ÁN-
quehacer actual. de Filosofía y Letras, 1988. 717 h. CHEZ, Guadalupe. Las bibliotecas pú-
Sólo una recuperación de nuestro blicas en México : 1910-1940. México
pasado podrá rescatar a la bibliote- CONGRESO NACIONAL DE BIBLIOTE- : SEP, Dirección General de Biblio-
cología de la deshumanización a la CARIOS (1º : 1927 : México, D. F.). tecas, 1988. 485 p. Historia de las
que se encamina, y esta aportación Memoria del primer Congreso Nacional bibliotecas en México ; 3.
pretende ser una simple invitación a de Bibliotecarios. México : SEP , De-
sumar esfuerzos. partamento de Bibliotecas, 1927. R ODRÍGUEZ G ALLARDO , Adolfo.
Vasconcelos y las bibliotecas. En:
Curso de biblioteconomía por corres- Las Bibliotecas en la vida de México : de
pondencia. El libro y el pueblo, mar., Carranza a nuestros días : mesa re-
1931, tomo 9, no. 1, p. 5-10. donda. México : UNAM , Centro
Universitario de Investigaciones Bi-
FERNÁNDEZ DE ZAMORA, Rosa María. bliotecológicas, 1986, p. 49-69.
Cronología bibliotecaria mexicana,
1900-1988. Investigación bibliotecológi- T ORRE V ILLAR , Ernesto de la. El
ca, jul./dic. 1987, vol. 1, no. 3, p. Sistema bibliotecario mexicano y sus crea-
48-59. dores. México : UNAM , Centro de
Estudios sobre la Universidad,
LEÓN, Nicolás. Notas de las lecciones orales 1979. 21 p. Pensamiento universi-
del profesor Dr. Nicolás León en la tario ; 23.
Escuela Nacional de Bibliotecarios y
Archiveros. México : Antigua Im-
prenta de Murguía, 1918. 167 p.

MANRIQUE DE LARA, Juana. Nociones


elementales para la organización y admi-
nistración de una pequeña biblioteca.
México : Herrero, 1926. 71 p.

——. Elementos de organización y adminis-


tración de bibliotecas escolares. México : Índice
Herrero, 1929. 107 p. Tabla de
Contenido

BIBL. UNIV., NUEVA. ÉPOCA, JULIO- DICIEMBRE 2000, VOL. 3, NO. 2


107

Anda mungkin juga menyukai