LA LEY DE LA RESPONSABILIDAD .

Si no cumples la ley de la responsabilidad, no puedes ir a ninguna parte.

La responsabilidad se define como la capacidad u obligación de responder por los
actos propios y en algunos casos de los ajenos.

El mejor ejemplo de responsabilidad lo hizo nuestro Señor Jesucristo en la cruz,

haciéndose Él, el responsable de nuestros pecados dijo: Yo fui; y el castigo fue sobre Él.
“Ciertamente llevó Él nuestras enfermedades, y sufrió nuestros dolores, y nosotros le
tuvimos por azotado, por herido por Dios y abatido.- Más Él, herido fue por nuestras
rebeliones, molido por nuestros pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre Él, y por su
llaga fuimos nosotros curados”. Isaías 53:4-5

Hoy en día, la gente está más ocupada de sus derechos que de sus obligaciones y
tristemente muchos de los hijos de Dios también.

Queremos que el Señor cumpla sus promesas en nosotros, pero sin cumplir nosotros
nuestra parte.- Se nos olvida que Jesús lo hizo todo ya, solo debo ser responsable en
obedecer Su Palabra para que Dios sea responsable conmigo en cumplir sus promesas.
Miremos a Zaqueo que procuraba ver a Jesús, y utilizó los medios a su alcance para
propiciar su encuentro con Jesús.- Cuando estuvo con Él, Zaqueo decidió ser responsable;
Jesús no se lo pidió.- Dio la mitad de sus bienes a los pobres y devolvió cuadruplicado
todo lo que había robado.

Entonces Zaqueo puesto en pie, dijo al Señor: He aquí, Señor, la mitad de mis bienes doy a
los pobres; y si en algo he defraudado a alguno, se lo devuelvo cuadriplicado” Lucas
19:8

En ese preciso momento Dios empezó a ser responsable por Zaqueo.

Así nos pasa a nosotros: buscamos a Jesús, le encontramos, viene a morar a nuestra casa,
cena con nosotros, pero nos hacemos los desentendidos y no nos responsabilizamos
delante de Jesús.- Él no te lo va a exigir, Él quiere que tú lo hagas.- Y después nos
enojamos porque no nos puede bendecir, no nos puede guardar, etc.

Los Hijos de Dios nunca adoptan la mentalidad de victimas.

Los Hijos de Dios reconocen que: Lo que son, lo que tienen y en donde están es
solo por su responsabilidad y de nadie más.
En la vida del cristiano no hay casualidades, yo cosecho lo que sembré.- Así que si algo
malo me pasa no soy victima, soy un irresponsable.- Cuando estemos así no preguntemos
¿porqué? ¿Para qué? Si no reflexionemos y agarremos al toro por los cuernos.- La solución
es hacerme responsable y reconocer delante del Señor que todo lo que viene a mi vida es
por mi culpa por mi grandísima culpa.
Entonces: ¿Cómo puedo ser un Hijo de Dios responsable?
1) Sea responsable por lo que usted es.
El día que usted asuma la total responsabilidad de su ser, el día que deje de
presentar excusas, ese es el día que comenzará a llegar a la cima.- Vivimos en una
sociedad de victimas; la regla general apunta a que otros tienen la culpa de
 nuestros problemas y fracasos.- Porque es imposible que yo me equivoque pero
otros si se equivocan por lo tanto le echo la culpa a otro.
Saúl era así; le echó la culpa de perder el Reino a David, que nada tenía que ver en
el asunto.- Saúl perdió el Reino por su grandísima culpa; David solamente lo
escogió Dios para sustituir a Saúl, por culpa de Saúl mismo.- En vez de Saúl hacerse
responsable por sus actos y buscar misericordia en Dios (Le aseguro que hubiera
encontrado esa misericordia) prefirió hacerse la victima y echarle la culpa a David.

2) Sea responsable por lo que pueda hacer.

Todo ser humano está capacitado para hacer grandes cosas, para hacer algo en la
vida.- Hagamos lo que tengamos que hacer.

“Tú sé sobrio en todo, soporta las aflicciones, haz obra de evangelista, cumple tu
ministerio”. 2° Timoteo 4:5

“Yo y mi casa serviremos a Jehová”. Josué 24:15

Cumple la Palabra de Dios, enmarca tu vida dentro de esta Palabra.

3) Sea responsable por lo que ha recibido.

Todo derecho implica una responsabilidad; toda oportunidad una obligación; toda
posición un deber.

“Porque todo aquel a quien se ha dado mucho, mucho se le demandará, y al que

mucho se le haya confiado, más se le pedirá”. San Lucas 12:48

Todo lo que Jesús te ha dado ponlo al servicio del prójimo.- Ya sea dinero, amor,
evangelio, paz.- Pedro dijo: “Lo que tengo te doy”.
A Moisés se le preguntó: ¿Qué tienes en tu mano?
Con esa vara que él tenía liberó a Israel de los egipcios.
Con lo que tú tengas sirve a tu Dios.

4) Sea responsable ante los que dirige.

“Porque ellos velan por nuestras almas, como quienes han de dar cuenta por
nosotros”. Hebreos 13:17

Así que busca a Jesús y hazte responsable.- Isaías estaba frente a Dios, y Dios se
preguntaba: ¿A quién enviaré? ¿Y quién irá por nosotros? ¿Quién les avisará?
Isaías no se hizo el desentendido viendo para otro lado y silbando.- Sino fue responsable
ante su Dios y le dijo: “heme a aquí envíame a mí”

Mira tu vida y ve si tienes algo en que ser responsable y que hasta ahora no lo has sido.
Cíñete los lomos y dile a tu Señor HEME AQUÍ.