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DANTIAN

El Campo del Elixir


Jordi Vilà

L a idea de dantian, el generador energético del cuerpo, fundamental en la práctica del Taijiquan

y el Qigong, tiene su origen en la muy antigua relación entre el taoísmo y la medicina china, y se ha ido
desarrollando a lo largo de los siglos hasta convertirse en uno de los grandes pilares de la teoría
bioenergética china. Proponemos a los lectores una excursión a los territorios ocultos de la energía,
en busca de los orígenes y el significado del dantian.

ORIGEN DEL CONCEPTO DANTIAN

La palabra dantian significa, literalmente, Campo (tian) de Cinabrio (dan). El carácter tian simboliza un campo
dividido en cuatro parcelas y representa un área de cultivo extensa que debe ser trabajada. Dan designa al
cinabrio o sulfito natural de mercurio (HgS), de donde se extrae éste último. Es un mineral rojo, muy
abundante en el Sur de China, que se usaba en antiguas ceremonias mortuorias. En tumbas fechadas hacia
el siglo VI a.C. se han descubierto importantes cantidades de este mineral1-. Para la medicina china2- siempre
fue un elemento esencial y los antiguos alquimistas chinos lo equiparaban a la Piedra Filosofal: una especie
de píldoras de la inmortalidad que podían otorgar salud y longevidad. De aquí, precisamente, viene la
traducción alternativa de dan como "elixir".

En la antigua escritura oracular china grabada en huesos de animales o caparazones de tortuga, el


carácter dan representaba la entrada a una mina o un pozo, marcada por un cuadrado hecho con cuatro vigas
de madera, en cuyo interior se encontraba el preciado mineral, simbolizado por el punto central. Este carácter
polisémico significa literalmente porción o píldora, aunque también designa al color rojo y finalmente ha
llegado a denominar a la propia alquimia china. Al calentarse, el cinabrio llega a ser altamente tóxico e incluso
mortal, si bien puede llegar a ser asimilado en dosis pequeñas, permitiendo a quien lo ingiere desarrollar cierta
tolerancia si se aumentan las dosis de modo gradual. Sin embargo, existe una larga lista de alquimistas,
médicos e incluso varios emperadores que murieron al ingerir este peligroso mineral 3-.

La primera mención del dantian aparece en un texto taoísta de los siglos I-III d.C., el Clásico del Patio
Amarillo4-, uno de los textos fundamentales del Taoísmo, también relacionado con la creación del arte del
Taiji.
Uno de los versos de este libro reza: "la respiración pasa por el
interior de la cabaña y penetra en el dantian5-". En otra parte se lee: "La esencia Jing y la energía Qi se hacen
fuertes en el interior del dantian6-". En esta obra no se localiza físicamente el dantian, aunque por el contexto
se supone que está situado en la zona abdominal.

A partir de los siglos III y IV d.C. es cuando se comienza a hablar de tres dantian diferenciados. En la
monumental y exquisita obra alquímica Baopu zi7 -, del médico, mago, artista marcial, intelectual y taoísta Ge
Hong (c. 283-343), se habla por vez primera de tres dantian concretos: el Campo Inferior del Elixir, en el
abdomen; el Campo Medio del Elixir, debajo del corazón y el Campo Superior del Elixir, entre las cejas 8-.

En otro texto taoísta, el Laozi Zhongjing9 - se explica que el dantian se sitúa a tres pulgadas por debajo del
ombligo, y que "es la raíz del ser humano, el lugar en donde se recogen la esencia y el espíritu, el origen de
las cinco energías y la residencia del embrión. Los hombres atesoran en él su esencia (semen); las mujeres
atesoran su menstruación. Preside el nacimiento y es la puerta de la armonización del yin y el yang".

LOS TRES CENTROS ENERGÉTICOS PRINCIPALES

Los antiguos practicantes de Qigong y taoísmo, los maestros de artes marciales y los adeptos a la meditación
experimentaban una peculiar sensación de calor en la parte inferior del abdomen mientras intentaban alcanzar
un estado de relajación y tranquilidad enfocando su intención en esta parte del cuerpo. Para aportar una
explicación lógica y "científica" a este fenómeno, pensaron que la sensación que sentían era similar al calor
producido por la preparación del elixir de la inmortalidad (dan), que habían estado buscando en los hornos
alquímicos, y decidieron bautizar como dantian (campo que produce el elixir) al bajo abdomen.
Así, establecieron tres centros energéticos principales, uno para cada uno de los Tres Tesoros:

1. Dantian inferior (xia dantian): calienta y vaporiza el Jing, la esencia, término que se refiere a
los componentes materiales del cuerpo.
2. Dantian medio (zhong dantian): fortalece y purifica el Qi, la energía, es decir, el flujo de
información homeostática responsable de la salud.
3. Dantian superior (shang dantian): concentra y calma el Shen, la parte espiritual del ser,
generada y controlada por la psique.
Puesto que cada persona puede percibir sensaciones en zonas
anatómicas diferentes, existen opiniones diversas sobre la localización de los dantian, que dependen en gran
medida de la percepción individual y el tipo de sensibilización practicado 10-. Los practicantes deberían
olvidarse de puntos concretos, y no empeñarse en situar al dantian a dos o cuatro dedos o a tres pulgadas por
debajo del ombligo. La zona del dantian es por definición un área amplia, y no se debería fijar de un modo
radical.

De los tres dantian, el más importante en el Taijiquan y en la mayor parte de métodos del Qigong chino es el
situado en la zona infraumbilical, que incluye órganos vitales y es el punto de partida de diferentes meridianos
por los que fluyen la energía y la sangre, como los grandes canales Renmai, Dumai, Chongmai y Daimai.
Dada su importancia, cuando los profesores de Taijiquan y Qigong hablan del dantian suelen referirse a este
centro abdominal concreto. Cuando se recomienda a los alumnos "hundir la energía en el dantian" (qi chen
dantian), no se les está pidiendo que fuercen la respiración hacia el abdomen (puesto que sólo los pulmones
pueden aceptar aire), ni que muevan la pared abdominal mediante contracciones musculares, sino que
presten atención al movimiento regular, amplio y relajado de la zona abdominal para permitir que el diafragma
aumente su capacidad de movimiento y los pulmones puedan ventilar con más eficacia, con lo que además se
realiza un beneficioso masaje a los órganos internos y se despierta una sensación de plenitud y tibieza que
permite realmente imaginar que una corriente de energía sanadora penetra en el dantian.

EN LA PRÁCTICA

Proponemos tres sencillos ejercicios que pueden aumentar la percepción del dantian abdominal:

1. Bajar el corazón al dantian.

Nos colocamos de pie, con el cuerpo natural y relajado y los pies separados a la distancia de los hombros. La
columna vertebral se yergue sin tensión y los brazos cuelgan sueltos. Respiramos con naturalidad.

Durante la inspiración, llevamos el aire y la energía hasta los pulmones y el dantian umbilical, mientras
levantamos los brazos lateralmente hasta la altura de la cabeza. En la espiración, las dos manos se sitúan
delante el pecho con las palmas hacia el suelo y van presionando lenta y gentilmente hasta delante del
ombligo. Mientras, dejamos que el aire salga suavemente por la nariz o la boca. Con la intención imaginamos
cómo la energía del corazón y de los pulmones desciende por el interior del cuerpo hasta el dantian
abdominal, como si el propio corazón descendiese hasta el bajo abdomen. Repetimos un mínimo de nueve
veces.

Atención: al inspirar no debemos imaginar que el corazón vuelve a ascender.

2. Unir los tres sentidos en el punto original.

En la misma postura que en el ejercicio anterior, se sitúa las manos ante el ombligo, como sosteniendo una
esfera muy liviana. Con una mirada interna, fijamos la atención visual en el interior de la esfera, usamos los
oídos para escuchar la esfera y la intención para sentir la esfera. Con la práctica, notaremos una agradable
sensación de calidez y hormigueo en las manos. Debemos practicar muchos días hasta que esta sensación
aparezca automáticamente. Sólo entonces podremos trasladar la esfera al interior de nuestro dantian
abdominal, y practicar el mismo ejercicio de "mirar la esfera, escuchar la esfera, pensar en la esfera".

Este mismo ejercicio puede practicarse sentado en una silla, en el suelo con las piernas cruzadas, o bien
tumbado. En pocas semanas puede aparecer una sensación distintiva de tibieza líquida dentro del dantian, y
también fenómenos como presión, espasmos, pinchazos, sensación de peso y solidez, etc. Dichas
sensaciones son beneficiosas y no deben preocuparnos. Nuestro profesor nos ayudará a gestionarlas y a
profundizar en la práctica.

3. Hacer rodar una esfera.

En la misma postura que en los anteriores ejercicios, sostenemos una esfera de unos 25-30 cm. de diámetro,
esta vez delante del pecho. Tras dedicar unos minutos a "mirar la esfera, escuchar la esfera, pensar en la
esfera", empezamos a hacerla girar verticalmente, de modo que las palmas de las manos van girando (una
hacia arriba y la otra hacia abajo, una hacia delante y la otra hacia atrás) con lentitud y relajación, sin llevar
ningún ritmo respiratorio concreto, girándolas 18 veces hacia el exterior y 18 hacia el interior.

Practicamos este ejercicio varias semanas hasta que aparezca una agradable sensación de calidez y
hormigueo en las manos. Sólo entonces podremos pasar a la segunda fase del ejercicio, que consiste en
imaginar que al girar la esfera que sostenemos en las manos, nuestro dantian abdominal también gira en la
misma dirección y a la misma velocidad. Con el tiempo podremos sentir cómo dentro de nuestro abdomen,
una pelota parece rodar al ritmo de nuestra energía.

PERO... ¿EXISTE REALMENTE EL DANTIAN?

Diferentes experimentos clínicos han demostrado que la estimulación del dantian produce efectos directos
sobre los sistemas nervioso y endocrino, y que puede regular la función de algunos órganos. En el plano
psíquico, la concentración en el dantian se utiliza como catalizador para inducir estados de tranquilidad
mental. Al centrar la atención en una zona concreta, se pueden crear focos controlados de excitación en la
corteza cerebral mientras que se pueden inhibir las funciones en otras zonas de la misma, creando un efecto
de protección muy útil en el campo terapéutico.
Resulta curioso que la situación tradicional de los Campos del
Elixir coincida con lugares anatómicos precisos donde algunas arterias principales se bifurcan en forma de Y.
Esto se conoce como "anastomosis". Así, el dantian superior, situado en el cráneo, coincide con el punto en el
que el tronco basilar se separa en las dos arterias cerebrales posteriores. El dantian medio (en la zona
umbilical según nuestro estilo) se sitúa exactamente sobre la anastomosis de la arteria aorta, en el punto en el
que ésta se divide en dos para transformarse en las arterias iliacas primitivas y dirigirse hacia las piernas. En
la mayor parte de escuelas, se refieren a este dantian como el inferior, y denominan dantian medio al centro
energético situado bajo el corazón, que tiene una estrecha relación con la bifurcación del tramo del tronco
celíaco de la arteria aorta abdominal hacia las arterias esplénica (izquierda) y hepática (derecha). El dantian
inferior se localiza cerca de la próstata en los hombres y en la proximidad del cuello uterino en las mujeres,
donde se encuentra la división en forma de Y de la arteria umbilical.

Cuando la sangre golpea las paredes de estas Y durante su circulación y se divide en dos corrientes distintas,
posiblemente provoque ciertas turbulencias que alteren el flujo de nutrientes y partículas esenciales para el
mantenimiento de la salud. A la inversa, también es probable que distintos problemas de salud provoquen
tensiones en estas zonas, generando turbulencias y "remolinos". Los ejercicios de relajación y meditación
sobre los dantian pueden provocar un efecto regulador de dichas turbulencias, favoreciendo una circulación
sanguínea ordenada y equilibrada, enviando un flujo de información correcto a distintas zonas corporales,
reduciendo el caos y restableciendo el orden en forma de salud y bienestar.

En la Universidad de Shaanxi, el profesor Li Youfu comprobó, a finales de los años 80, el hecho sorprendente
de que durante la práctica del Qigong, el movimiento mecánico de la franja muscular que rodea al dantian
abdominal trabaja en sincronía con las ondas alfa registradas en el electroencefalograma y con el ritmo del
latido cardiaco11-. Esto indica que la concentración sobre el Campo del Elixir beneficia de forma evidente la
cadencia de las ondas cerebrales.

Es posible que la realidad tangible de los centros de energía dantian tenga cierta relevancia, pero no nos hará
mejores practicantes a menos que consigamos labrar dichos campos mediante el trabajo interior,
convirtiéndolos en auténticos "campos cultivados" (dan miao), que nos aportarán equilibrio, armonía y
salud.

Jordi Vilà i Oliveras es licenciado en medicina china y profesor de Xingyiquan y Taijiquan estilos Chen y
Wudang. Dirige cursos de formación en Qigong (bioenergética) y es el traductor del Yijing, el Libro de los
Cambios (Ed. Atalanta 2006).
neidanjordi@yahoo.es

NOTAS:
1) Ciertos cadáveres "incorruptos" de nobles taoístas han revelado altas concentraciones de mercurio en su cuerpo, lo que
permite suponer que lo ingerían periódicamente dentro de un contexto alquímico preciso. Posiblemente la toxicidad del
mercurio matase cualquier tipo de microbio o microorganismo, conservando el cuerpo prácticamente intacto (Cf. Needham,
Joseph. 1974. Science and Civilization in China, Vol 5:2. págs. 303-4).
2) "Puede sanar cualquier enfermedad de los órganos internos, nutre la esencia espiritual, (...) beneficia la energía y hace
resplandecer los ojos." Shennong Bencao Jing. Clásico Farmacológico de Shennong, parte I, art. 2. (siglo I a.C.).
3) Algunos taoístas ingerían voluntariamente dosis altas de este venenoso compuesto, suicidándose con la esperanza de
"liberarse del cadáver": morir físicamente y renacer renovado.
4) Este texto está incluido en la monumental colección del Canon Taoísta y se encuentra dividido en dos partes: Taishang
huangting neijing yujing y Taishang huangting waijing jing ambos incluidos en el fascículo 167 del Canon. Véase el artículo
de Jan Silberstorff ¿Una mujer inspiradora del Taijiquan?, en TAI-CHI CHUAN nº 9 (otoño, 2006), págs. 50-54.
5) Huangting waijing, 1:5. La cabaña es la nariz.
6) Huangting waijing, 1:11.
7) Baopu zi, El Maestro que abraza la simplicidad.
8) Baopu zi, cap. 18, La Perfección en la Tierra.
9) El Clásico Central de Lao Tsé. Incluido en la enciclopedia taoísta del siglo XII Yunji Qiqian (Las Siete Tablas dentro de un
saco nuboso), cap. 18 y 19.
10) Según la tradición más famosa, el dantian superior se sitúa en el interior del cráneo, el medio "debajo del corazón" y el
inferior en la zona cercana al ombligo. En el Taoísmo de Huashan, proveniente de Chen Xiyi -que es el que nosotros
seguimos- su ubicación es ligeramente diferente: el dantian superior se sitúa dentro del cráneo, el medio está entre el
ombligo y la columna vertebral, y el inferior se sitúa en la parte profunda del pubis.
11) Li Youfu Dantian jingluobo yu nao dianbo de xietong guanxi, Zhonghua Qigong n.2 (1988).

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