Para llevar a cabo eficazmente el trabajo de oficina, hay que seguir unos principios
y sistemática de actuación, y que se pueden resumir en los puntos siguientes:
c) Recoger y estudiar toda la información previa que podamos obtener sobre los
posibles riesgos: a través del análisis estadístico y documental, y de las normas y
reglamentos aplicables.
e) Decidir si la inspección se realizará sin previo aviso o con conocimiento previo de los
responsables de las áreas a inspeccionar.
La ventaja de la inspección sin aviso previo es que nos puede dar una idea bastante
clara, en la mayoría de los casos, de cuál es la situación habitual de la empresa con
respecto a la prevención de los riesgos laborales, o más concretamente, con respecto
a las actuaciones en materia de seguridad. Sin embargo, tiene como desventaja que
podemos encontrarnos con que no esté presente ningún responsable de las áreas a
visitar, lo que puede disculpar la eficacia de la visita, ya que es conveniente la presencia
de estos responsables que conocen perfectamente las peculiaridades y características
de las instalaciones y procesos.
Si la inspección se realiza con aviso previo, se corre el riesgo de que preparen la visita
ocultando o escamoteando los riesgos presentes, realizando un lavado de cara a las
instalaciones con el único objeto de pasar la inspección sin sanciones si es oficial o sin
crear problemas a los responsables directos si se trata de una inspección ordenada por
la dirección de la empresa, servicios de prevención, etc.
Por otro lado, el trabajo de oficina, posterior a la visita, tiene la siguiente fase:
Explotación de resultados. Éste es un trabajo de despacho en el que deben realizarse
los siguientes pasos:
1.- Ordenar y completar los datos recogidos durante la inspección lo más pronto posible,
ya que durante la visita gran cantidad de datos habrán sido recogidos de forma
telegráfica dada la necesidad de reducir el tiempo de paralización de los trabajos, y por
lo tanto, cuanto más tiempo pase tanto mayor será la dificultad para recordar los
detalles. Si transcribimos rápidamente los datos, los apuntes telegráficos nos serán de
gran ayuda y permitirán reconstruir toda la inspección, sirviendo como reglas
memotécnicas.
2.- Diseñar, lo antes posible, las medidas preventivas para los riesgos detectados.
3.- Siempre que sea posible, proporcionar un tratamiento informático y estadístico a los
datos recogidos, para, después, poder extraer conclusiones de interés, no sólo para la
empresa visitada, sino para todas las empresas con problemas similares en el sector, a
las que puede ser de enorme utilidad la información recogida. De este modo, se logra
multiplicar los efectos positivos de una inspección.