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- Materiales

- Lija.
- Algodón y alcohol.
- Estaño y resina.
- Componentes de recambio: transistor, condensador, oscilador, diodo y
resistencia (según avería.)

- Materiales del comprobador

- D1: Diodo 1N4148.


- D2: Diodo Led.
- D3: Diodo receptor infrarrojos.
- Bat: Pila de 1.5V.
- T1: Transistor BC548.
- C1: Condensador electrolítico de 4.7 microfaradios.
- R1: Resistencia de 1k2.

- Herramientas

- Destornillador, polímetro y soldador de estaño.

Manos a la obra

En primer lugar debemos comprobar que la avería se encuentra en el mando a


distancia y no en el equipo receptor de la señal que emite.
Para ello podemos utilizar algunas técnicas:
1. El paso esencial para descartar o reducir el abanico de los posibles fallos es
comprobar que el diodo de infrarrojos emite luz.
Para ello podemos utilizar una vídeo cámara, que es capaz de captar estos
rayos, imperceptibles para el ojo humano.

2. Otra técnica consiste en colocar el mando junto a un receptor de radio AM en


una frecuencia donde haya poco ruido y ninguna emisora.
Mientras pulsamos un botón del mando, oiremos un zumbido por el altavoz.
Con este método podemos comprobar que el resonador cerámico está
funcionando, pero no detecta cuándo el diodo de infrarrojos emite señales.
3. También podemos hacer un sencillo circuito con un diodo receptor que, al
detectar el haz infrarrojo de cualquier mando, active un diodo led.

Para hacer el circuito soldaremos la resistencia, condensador y para terminar


los semiconductores.
Podemos utilizar el transistor BC548 o alguno de su familia como el BC547,
BC238, BC237, así como una infinidad de tipos cuyas características son
semejantes.
Procura no confundirte al colocar el emisor, base y colector.
Los diodos led y emisor disponen de una patilla más larga que otra.
Este es el ánodo que va conectado al positivo de la pila.
La patilla del cátodo, además de ser más corta, dispone de dos marcas que lo
identifican.

El diodo que nos queda por colocar se trata de un diodo de señal que también
tiene posición de montaje indicada en uno de sus lados por una línea que
marca el cátodo.

Desmontamos el mando a distancia con la precaución de no forzar y romper la


carcasa.
Unos los encontraremos atornillados en el reverso, otros llevarán los tornillos
debajo de las pilas y algunos irán sujetos con una sujeción de plástico de la
misma carcasa.
La mayor parte de las averías se deben a que los contactos de grafito de la
membrana se han ensuciado y no hacen contacto con la placa de baquelita.
Para comprobarlo, podemos utilizar un polímetro en ohmios.
La resistencia entre dos puntos del mismo botón no debe de ser mayor de unos
300 o 400 ohmios.

Para ganar conductividad en los botones deteriorados, (normalmente los más


utilizados) podemos dar una suave pasada con lija ultrafina.
Después comprobaremos con el ohmiómetro que se ha reducido la resistencia.
Limpiaremos también los contactos del circuito impreso con un algodón
humedecido en alcohol y lo dejaremos secar.

Si el problema no se hubiese solucionado comprobaremos el transistor y el


diodo de infrarrojos.
Si estuviesen dañados los sustituiremos por unos nuevos.

Cuando todos los componentes que hemos visto estuviesen en buen estado
sólo nos quedarían por revisar el integrado y el oscilador.
El primero de ellos, dada su complejidad para sustituirlo o encontrar uno de
repuesto, es preferible comprar un mando nuevo.
Respecto al oscilador o resonador cerámico, que es un componente de bajo
coste y que suele deteriorarse con los golpes que recibe el mando, podremos
sustituirlo por otro de iguales características.
Un indicio de que fuese éste el estropeado sería cuando funcionan las pruebas
que hemos explicado anteriormente y el aparato receptor no interpreta la señal
recibida.
Esto se debe a que, al deteriorarse el resonador que actúa como reloj, cambia
la frecuencia con la que el IC rastrea las teclas para saber cuál se ha pulsado.

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