Cada tercer jueves del mes de noviembre la Organización Mundial de la Salud (OMS) conmemora
el Día Mundial del Aire puro que se inauguró en 1977. La conmemoración se realiza debido a que
es una manera de expresión ante el deterioro del medio ambiente por contaminación de gases
industriales, vehículos, incendios y todas las maneras en las que contaminamos a diario.
Primarios
Son aquellos que permanecen en la atmósfera tal y como fueron emitidos por la fuente. Para fines
de evaluación de la calidad del aire se consideran: óxidos de azufre, monóxido de carbono, óxido
de nitrógeno, hidrocarburos y partículas.
Secundarios
Estos han estado sujetos a cambios químicos, o bien, son el producto de la reacción de dos o más
contaminantes primarios en la atmósfera. Entre ellos destacan oxidantes fotoquímicos y algunos
radicales de corta existencia como el ozono (O3).
Aguantando la respiración hasta 2030
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), sólo una de cada 10 personas en el mundo, es
decir 700,000 de las aproximadamente 7 mil millones de personas que habitan el planeta respira
aire seguro. La polución comporta un problema doble: un riesgo para nuestra salud, pero también
un riesgo para el planeta.
La polución, con estudios de esta misma institución, se cobra cerca de 6,5 millones de vidas al año,
es la causante del aumento de la temperatura en la tierra, acelera el deshielo y reduce la
productividad agrícola, entre otros. El objetivo, reducir esas muertes considerablemente para 2030
y vigilar especialmente el impacto ambiental negativo en las ciudades.
Una labor a la que la misma OMS junto a Coalición Clima y Aire Limpio (CCAC) se han propuesto
abordar estas soluciones a través de la campaña Respira la Vida (Breath the Life) con especial foco
a las municipalidades y el empoderamiento de las personas.
"Tenemos que apuntar al asesino silencioso que acecha a muchas de nuestras poblaciones urbanas
como una forma de abordar el cambio climático y como una amenaza grave para la salud pública",
explica Flavia Bustreo, subdirectora General - Salud de la Familia, de la Mujer y del Niño.
Los contaminantes climáticos de vida corta (SLCP, por sus siglas en inglés) se encuentran entre los
contaminantes más asociados a los efectos para la salud y el calentamiento del planeta a corto
plazo. Permanecen en la atmósfera solo durante algunos días o hasta décadas, por lo que
reducirlos puede mejorar la salud y el clima casi de inmediato para quienes viven en lugares en los
que los niveles se reducen.
La contaminación atmosférica es la causante del 36% de las muertes por cáncer de pulmón, del
35% de las muertes por EPOC (enfermedad pulmonar), del 34% de las muertes por ictus y el 27 de
las muertes por enfermedades cardiacas.
Para ello Respira la VGvida creó la web de la campaña www.breathelife2030.org con el objetivo de
proponer soluciones a escala con el trabajo en ciudades y desde las pequeñas acciones de los
ciudadanos en su cotidianeidad.