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El Pastor de Hermas

El pastor de Hermas es considerado uno de los padres de la Iglesia el cual vivió


entre los finales del siglo I y mitad del siglo II su principal preocupación parece
haber sido los pecados post-bautismales, estos eran pecados cometidos después
de la conversión y del bautismo de los primeros cristianos, lo cual presenta en sus
escritos los preceptos de que debemos seguir, siendo estas de carácter práctico y
manifestando su preocupación por la penitencia. Hermas enseña que después de
la penitencia que se hace en el bautismo, es posible una segunda penitencia,
mediante la cual se logra el perdón de los pecados post-bautismales, este autor
afirma en su cuarto mandamiento que el que pecare después de la segunda
penitencia "difícilmente se salvara"

"Si después de aquel llamamiento grande y santo, alguno, tentado por el diablo,
pecare, sólo tiene una penitencia, más si a la continua pecare y quisiere hacer
penitencia, sin provecho es para hombre semejante, pues difícilmente vivirá"
(Hermas)

Al parecer este Pensamiento sería parte importante para la iglesia de Roma que
más adelante elaboraría todo un sistema de penitencias. (También encontramos
extractos de Orígenes y Tertuliano que hacen referencia a las penitencias para
obtener el perdón de los pecados).

Desde mi punto de vista creo que el pensamiento de este personaje fue muy
influyente para la época, pero creo que con el correr del tiempo este pensamiento
influiría fuertemente en lo que respecta a los dogmas de la iglesia católica con
respecto a las penitencias y la confesión sacramental (hasta llegar a las
indulgencias mucho tiempo después).

Desarrollo breve de las penitencias:

 Para el siglo III se cometen excesos y uno de los defensores


de la penitencia se convierte al montanismo (Tertuliano).

 Se forma el estatuto de penitente y la forma pública en que


debe desarrollarse la práctica de la penitencia.

 El Obispo fijaba la penitencia, se fijaban obligaciones


penitenciales y eran de tipo general como limosnas, ayunos y formas de
vida exterior.

 El penitente no podía acercarse a la eucaristía hasta que


hubiere terminado su proceso penitencial (excomunión).

 Se hicieron manuales penitenciales los cuales establecían la


penitencia según el pecado, unos más graves que otros y de esto dependía
el nivel de penitencia que se le daba a la persona.

 En el concilio de Trento se fijan las normas de la penitencia que


atreves de los siglos se fue modificando y desarrollando hasta la actualidad.

Lutero se opone fuertemente en sus tesis contra estas prácticas, ya que los
cristianos debían tener un arrepentimiento espiritual interno en lugar de una
confesión sacramental externa en donde se podía comprar el perdón de los
pecados a través de las indulgencias.

de acuerdo con este sistema los cristianos pecaban y se confesaban, eran


perdonados y no recibían el castigo del infierno, pero podían estar sujetos a una
pena temporal, y podían cumplir parte de su castigo haciendo obras de
misericordia, si el castigo no se cumplió en vida, debía ser terminado en el
purgatorio, pero con una indulgencia el castigo temporal podía reducirse y este
abuso en el sistema contribuían muchos beneficios para el clero, por eso Lutero se
oponía al ver que no había un arrepentimiento verdadero.

Con respecto a la posición protestante frente a este tema creo que es la más
correcta (en mi opinión), ya que a través de los años la iglesia romana desarrollo
un sistema que deformo o mejor dicho hizo demasiados cambios a las formas de
arrepentimiento por decirlo de alguna manera.

Según los protestantes la postura correcta apunta más a un cambio de corazón y


de voluntad propia, a través de la fe en cristo y la ayuda el Espíritu Santo, los
apóstoles enseñaban esto:

(Hechos 2:38 - Hechos 17:30,31)

También podemos ver como en el antiguo testamento Dios quería un sacrificio


interno y una conversión autentica para que el hombre procurara su perdón y
alcanzar la gracia (Joel 2:13,14 -salmo 51:16,17)

En lo personal creo que este pensamiento de hermas puede haber sido muy
influyente en su época pero creo que a la luz de las escrituras estaba en un error
ya Juan escribe que cristo fue nuestra propiciación por nuestros pecados (1 Juan
2:1,2)

“Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros


pecados, y limpiarnos de toda maldad” 1 Juan 1:9

Bibliografía

Justo L. González. (2002). Historia del Pensamiento Cristiano. E.E.U.U: Caribe.

Enciclopedia Católica Online

Sacramentos de la penitencia

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