Anda di halaman 1dari 3

También importan para la matriz d/d/s los aportes de Bourdieui, por el acento de

éste en las prácticas sociales, siendo estas el emergente de las relaciones dialécticas de la
estructura y la acción, allí cobran importancia dos conceptos fundamentales el habitus y el
campo. Lo histórico y lo social se implican mutuamente, espacio social, habitusii y campo,
las instituciones y los cuerpos son el resultado de lo que ha venido siendo.
Los sujetos en la práctica de sus relaciones sociales ponen en juego habitús y
estrategias, estos habitus se conforman en la confluencia de las prácticas y las
representaciones, la internalización de las estructuras significantes genera habitus, es decir,
los sistemas de disposiciones, esquemas básicos de percepción, comprensión y acción, por
lo cual los habitus son estructurados por las condiciones sociales y la posición de clase; y
estructurantes de ese mundo social ya que son generadores de prácticas y de esquemas de
percepción y apreciación; y hace que el conjunto de las prácticas de una persona o un grupo
sea a las vez sistemático y sistemáticamente distinto de las prácticas constitutivas de otros
modos de vida.
Los habitus permiten observar las estructuras cognitivas de los agentes, las
estructuras sociales incorporadas por estos en los cuerpos y que si bien se presenta como
natural y permanente no deja de ser una construcción social naturalizada que contiene y es
parte de la sujetividad del agente y la comunidad como contexto de las prácticas sociales
que lo constituyen, al respecto Bourdieu refiere al habitus:
[…] como un producto de los condicionamientos que tiende a reproducir la lógica objetiva
de dichos condicionamientos, pero sometiéndola a una transformación; es una especie de
máquina transformadora que hace que reproduzcamos las condiciones sociales de nuestra
propia producción, pero de manera relativamente imprevisible, de manera tal, que no se
puede pasar sencilla y mecánicamente del conocimiento de las condiciones de producción al
conocimiento de los productos (Bourdieu, P. 1990, p. 155).

Las prácticas incorporadas se conforman como formas de representación ya que


están enraizadas no solo en el cuerpo sino también en las formas simbólicas naturalizadas
como legítimas.
En la matriz d/d/s la representación social no es monolítica y estática, sino dinámica
y evolutiva, éstas se darían en medios más restringidos, en pequeñas estructuras o clases
sociales, por lo cual son más numerosas y diversificadas, más limitadas y más
fragmentarias, siendo eficaces en el sentido y significación que los Sujetos dan a sus
acciones, como una de sus características esenciales.
Este planteamiento menos estructurado permite reflexionar sobre las posibilidades
de cambio en la sujetividad de los Sujetos, ya que la diversidad de representaciones en las
diversas y distintas estructuras o sectores sociales, torna más viable la procesualidad de la
agencialidad en los Sujetos individuales y colectivosiii.
El habitus producido en las prácticas es naturalizado como representación en tanto
visión, que posibilita y genera esquemas de prácticas, estos esquemas de prácticas me
introduce en la noción de estrategia para comprender mejor el mantenimiento y
transformación del lugar que ocupan los agentesiv.
Las estrategias están referidas a los campos, se entiende que estos diferencian según
el tipo de capital que está en juego, teniendo cada campo su lógica de funcionamiento
propio y generando entre los agentes involucrados la creencia en la importancia de lo que
está en juego y en las ventajas que implica participar en dicho juego.
Las estrategias (Bourdieu, P., 1988, p. 122)1, anidan en los habitus permitiendo que
las prácticas se ajusten objetivamente a la situación, y pueda cada jugador –agente- obtener
una mejor posición en el campo, transformando o conservando su lugar.
Los campos se expresan como espacios en los que se llevan a cabo dinámicas de
intercambio e interacciones sociales, al respecto Bourdieu refiere:
Este espacio se define por la correspondencia, más o menos estrecha, entre un orden
determinado de coexistencia –o de distribución- de los agentes y un orden determinado de
coexistencia -o de distribución- de las propiedades. Por lo tanto, no hay nadie que no esté
caracterizado por el lugar donde está situado de forma más o menos permanente –no tener
casa ni hogar o domicilio fijo significa carecer de existencia social; ser de la alta sociedad
significa ocupar los niveles más altos del mundo social-, se caracteriza también por la
posición relativa y por lo tanto, por la rareza, generadora de rentas materiales o simbólicas,
de sus localizaciones temporales –por ejemplo, lo lugares de honor y las precedencias en
todos los protocolos- y, sobre todo permanentes –domicilios particular y profesional, sitios
reservados, buenas vistas, exclusivas, prioridades, etcétera-. Y por último, se caracteriza por
la extensión, por el espacio que se ocupa –por derecho- en el espacio gracias a sus
propiedades –casas, tierras, etcétera-, que son más o menos devoradoras de espacio
(Bourdieu, P., 1999b, p.179).

El planteamiento dinámico y diversificado de la representación social dentro de la


matriz d/d/s se diferencia de aquella concepción de representación colectiva más estática de
Durkheim, puesto que cobra mayor consistencia teórica si consideramos que los campos
implican una lógica diferente y diferencial, e involucra una historia específica de la lucha
1
“[…] son conjunto de prácticas fenoménicamente muy diferentes, por medio de las cuales los individuos
tienden de manera consciente o inconsciente a conservar o aumentar sus patrimonio, y correlativamente, a
mantener o mejorar su posición en la estructura de relaciones de clase, constituyen un sistema que, al ser
producido de un mismo principio unificador y generador, funciona y se transforma como tal”.
de apropiación por los beneficios específicos que surgen de la distribución del capital y de
los bienes particulares puestos en juego en ese campo concreto, es decir, para que funcione
un campo tiene que haber algo en juego y gente dispuesta a jugar, con los habitus de
conocimiento y reconocimiento de las leyes inmanentes al juego, de lo que está en disputa,
allí se expresan agentes, que pueden representar y portar proyectos e intereses, de clase o
fracción de clase2.
Es en las prácticas, que se efectivizan en los campos, donde se ve la relación
agente/estructura, fundida en un habitus, principio organizador de las prácticas y
representaciones que pueden estar objetivamente adaptadas a su fin sin suponer la búsqueda
consciente de fines y el dominio expreso de las operaciones necesarias para alcanzarlos,
objetivamente reguladas y regulares sin ser el producto de reglas3.
Bourdieu lo expresa claramente en Las estructuras sociales de la economía cuando
refiere “los agentes -en este caso, las empresas- crean el espacio, esto es, el campo
económico, que sólo existe por los agentes que se encuentran en él y que deforman el
espacio próximo a ellos confiriéndoles una estructura determinada”(Bourdieu, P., 2000, p.
221), en esta cita Bourdieu también plantea, entre otras cosas, qué agentes pueden ser
individuos y/o colectivos sociales, y que son los agentes quienes crean el espacio del
campo, y que este tiene su objetividad por la misma existencia de los agentes, por lo cual
estos agentes tienen una comprensión inmediata del mundo creado por ellos, ya que les es
familiar, y las estructuras cognitivas que ponen en juego son a su vez el producto de la
incorporación de las estructuras del mundo, y en particular de ese mundo, desde y en donde
elabora principios prácticos de elaboración de lo dado a partir de la experiencia de
situaciones encontradas a menudo y susceptible de ser revisadas o rechazadas en caso de
fracaso reiterado.

i También e n Pierre Bour dieu se ha ce n prese ntes los e sfuerzos por constr uir modelos i ntegradores que s upere n los dile mas centrales de la teoría sociológi ca tradicional del obj etivismo y el subjetivismo, como un inte nto de dar cue nta de la compleja realidad s ocial aba ndonando di cotomías y fals os dile mas, de sde un progra ma de inve stigación que una estas dos posici one s en una suerte de integración paradig mática.
Si el objetivismo esta ba represe ntado por la sociología de D urkhei m con su centra miento e n las estructuras objetivas, esta pers pectiva no daba cuenta de cómo l os sujet os partici pan en la construcción de di chas estr ucturas, a s u vez el subjetivismo de la ma no del interacci onis mo simbólico, la fen omen ología y la etnomet odol ogía orientados a los pr oce sos de per cep ción, pensa mie nto, acción y construcción cotidia na del mundo social, de satiende n las estructuras objetivas en las cuales estos proces os se pr oduce n.
ii El habitus es el pr oducto de la internalizaci ón de las estruct uras; compren de esque mas mentales o cognitivos media nte los cuales los agentes pr oduce n sus práctica s y luego las per cibe n y las evalúan. El habitus es producido, estruct urado, por el mundo social y, a su vez, es un estructurador de es e mundo.
iii El concepto de represe ntación colectiva es ree mplaza da por la de social para indicar que s u posición no e s entera mente objetiva –estructural -, ni entera me nte individual o subj etiva, sino como un e merge nte social de ambas.
No obstante esto el concept o de repre sentaci ón s ocial da cue nta de un conocimie nto originado socialmente, utilizado y compart ido por los mie mbr os de un grupo para dirigir sus conductas res pecto de un determi nado objeto social, si endo sus funciones las de estable cer un orde n que le s per mita a los sujetos orientarse en s u mundo material y social; les facilite la comunica ción como miembros de una comunidad proveyéndolos de un código para el inter cambio social y un código para nombrar y clasi ficar de for ma no ambigua varios aspe ctos de su mundo y de su hist oria individual y social.
iv Las estrategias son el senti do del j uego, como conj unto de ca minos posibles, que dep ositados en los esquema s de prácticas configura n las trayectorias orie ntaciones que da a l os suj etos un deter minado posicionami ento e n el ca mpo, la estrategia es product o del se ntido práctico como sentido del jue go, defi nido histórica me nte y adquirido de sde la in fancia por la partici paci ón en a ctividades sociales, es decir, por el proces o de s ocializa ción a través del cual l os individuos se convierten e n pers onas s ociale s, des de una pers pectiva interaccionista. Las e strategias, no se dan e n el vacío s ocial si no en un campo s ocial, el cual se pre senta como una red o configura ción de relaci ones objetivas entre posi ciones, estas posi ciones se definen objetivame nte en su existe ncia y en las determi naci ones que i mponen sus ocupantes, ya sea n agentes o instituciones, p or su situa ción actual y potencial e n la estruct ura de la distribución de las di ferente s espe cies de poder o capital cuya pose sión i mpli ca el acceso a las ga nancias especí ficas que está n en juego de ntro del campo, y por sus rela ciones
objetivas con las de más posi cione s de domi nación, subor dinaci ón, homología, etc. Las posici one s que defi nen el ca mpo son posiciones e ntre relaciones y no e ntre individuos, e xisten s eparadas de las concien cia o la voluntad cole ctiva y ejercen coacción sobre la conducta de los age ntes que ocupa n dichas posi cione s.

2
Representaciones sociales, habitus y estrategias del juego en el campo que se harán visibles en las narrativas
de los sujetos involucrados en el proceso de disputa por la tierra en Santiago del Estero.
3
Si en las prácticas se ve la relación agente/estructura fundida en un habitus, es importante señalar que no
todos los individuos aislados o biológicos pueden ser considerados agentes, ya que ello está en función de su
expresión como sujetos sociales o históricos dentro del espacio social en donde participen.

Anda mungkin juga menyukai