Un día las aves posaron su mirada más allá de las ramas y
de las hojas e imaginaron una vida distinta. Así comenzó
una nueva era.
Le explicaron a sus crías el porqué y el cómo de todo lo
que les rodeaba. Construyeron los nidos más hermosos jamás vistos. Pero, enseguida empezaron a caer en los excesos. Buscaron lo práctico, lo fácil. Desearon lo inalcanzable. Y aumentaron en gran número. Quisieron controlarlo todo: otros territorios, la vida e, incluso, el destino de los demás. Pero no controlaron su comportamiento. Por suerte, en algún lugar, existe todavía quien desea extender sus alas y aprender a volar.
Bandada
María Julia Díaz Garrido. Ilustraciones David Daniel Álvarez Hernández. Kalandraka