Introducción En este contenido abordaremos la importancia de un estado laico. Un gobierno sin inclinaciones religiosas, donde la sociedad se sienta cómoda en sociedades plurales y diversas y se desarrollen en un marco de libertades y pacífica convivencia. En México un estado laico se ha transformado en organización, decisiones y libertades que antes no existían. Pero a pesar de este hecho, en la actualidad más de alguno cuestiona o no está de acuerdo en su importancia como modelo político y, como consecuencia, en ocasiones se pone en discusión su validez social. De allí partimos antes de emitir juicios de valor significativo, resulte imprescindible saber qué significa, cuál es su contenido y sobre todo, para qué sirve. La laicidad se considera como un régimen social de convivencia, cuyas instituciones políticas están legitimadas principalmente por la soberanía popular y no por elementos religiosos como lo menciona el texto de Roberto Blancarte. El porqué de un Estado laico, la definición de laicidad se centra en la idea de la transición entre una legitimidad otorgada por lo sagrado a una forma de autoridad proveniente del pueblo, esta nos permite entender que la laicidad, como la democracia, es un proceso más que una forma fija o acabada en forma definitiva. De ahí partimos que la laicidad es un proceso de transición de apego a raíces o costumbres familiares en sociedad a formas democráticas. Aun así nos menciona en el texto que existen países que no son tan laicos ya que puede más su legitimidad que su soberanía, hablamos de Dinamarca, Noruega etc. Estos países tienen iglesias luteranas y cuyos ministros de culto son considerados funcionarios del Estado, son sin embargo laicos en la medida que sus formas de legitimación política son esencialmente democráticas y adoptan políticas públicas ajenas a la moral de la propia Iglesia oficial. De esta manera se ha confundido la concepción de la laicidad como de la separación estado-iglesia. Puedo mencionar que Al finalizar la revolución de Independencia en el siglo XIX, la Iglesia católica era dueña de más de 80% de la riqueza nacional y a lo largo de todo ese siglo se vivieron intensas disputas para lograr la redistribución de la tierra y el capital acumulado por esa institución y lograr la consolidación de un Estado nacional. De ahí la importancia de que, quienes ejercen cargos públicos, tengan la madurez personal y política, así como una profunda convicción democrática, para comprender que independientemente de sus creencias personales, el Estado no puede comprometer recursos para promover a las autoridades del credo que profesan. Por otra parte uno de los principales acontecimientos que se dieron en el proceso de la laicidad fueron los derechos sexuales y reproductivos La soberanía popular es la única que puede definir, a partir de un cierto momento, lo que es válido de lo que no lo es. Los derechos sexuales y reproductivos, más allá de su existencia innata, pueden ser reconocidos, defendidos y garantizados, en la medida que la voluntad popular así lo decide. Es en este punto donde encontramos la cuestión de la moral pública y su definición, siempre dinámica, en la medida que las costumbres de los pueblos se modifican y varían con el tiempo. Muchas cuestiones que antes eran prohibidas como un beso en la calle, el desnudo público, la convivencia entre homosexuales ahora se permiten, porque precisamente la moral pública ha cambiado. De esta manera la iglesia a pesar de estar indispuesta y en desacuerdo se mantiene al margen ante los marcos gubernamentales Conclusión El resumen podemos decir que el estado laico implica además la autonomía del Estado, la independencia entre la ley civil y las normas religiosas o filosóficas particulares, por lo que el laicismo es parte de la soberanía del país. Sin lugar a duda un estado laico es más funcional democráticamente, ya que se respetan las creencias de cada religión sin involucrar el régimen del estado
Bibliografía Roberto Blancarte. El porqué de un Estado laico Video de la importancia de un estado laico Laicidad y cultura laica UNAM