El adulto mayor vulnerable es aquel con alto riesgo de perder su autonomía funcional y por
ende su independencia de caracteriza por la presencia de dos o mas síndromes pediátricos así
como alguna de las siguientes por mencionar, alteración cognoscitiva, múltiples patologías,
estratos socioeconómicos bajo, residente de asilo y aquel con pobre apoyo social o
aislamiento. La fragilidad es una condición de vulnerabilidad en la que cualquier factor de
estrés físico o psicológico es capaz de causar deterioro en el estado funcional y desenlaces
adversos.
Los adultos mayores con diabetes pueden tener distintos niveles de deterioro
nutricional que influye y modifica el impacto en otras comorbilidades. Por lo que se debe
tener una evaluación nutricional de manera rutinaria. Las recomendaciones de cambios en el
estilo de vida se individualizaran de acuerdo a la funcionalidad y capacidad física. En vista
de sus beneficios limitados, las dietas restrictivas deben evitarse en los pacientes de 70 años
o más, y en aquellos con desnutrición. Todos los adultos mayores deben participar lo más
activamente posible en un programa de actividades física adaptado, que implique
entrenamiento de resistencia, ejercicios de equilibrio y entretenimiento físico cardiovascular.
Alrededor del 80% de los adultos mayores se atienden con médicos de servicios de
salud pública, mientras que solamente el 31% lo hacen con servicios médicos privados. Así
mismo cerca del 40% de los adultos recurren a remedios recomendados por familiares o
amigos, con el fin de reducir el gasto en la compra de fármacos, así es como recurren a la
medicina alternativa.
Para hacer frente a las diferentes enfermedades que aquejan al adulto mayor se
deberían incrementar las labores de prevención y mejor el acceso a servicios por parte de las
instituciones para detectarlas con anticipación, motivar al adulto mayor para que modifique
su estilo de vida y adopte buenos hábitos alimenticios de continuidad a sus tratamientos y
convencerlo de visitar con más frecuencia al médico.
A nivel nacional el estado con mayor número de casos es Jalisco, con más de 17 mil
personas diabéticas, y se suman a los altos índices de Campeche y Veracruz.
De enero a agosto de este año se diagnosticaron más de nueve mil casos de diabetes
tipo II en Chiapas. Las ciudades con mayor incidencia son Tuxtla Gutiérrez, Tapachula,
Comitán, Villaflores y San Cristóbal de las Casas.