en la Argentina
Colaboradores
Pedro Delheye (coordinador)
Mónica Capano
Marcela Liliana Díaz
Verónica Meo Laos
Administrador
Lic. Bardón, Guillermo
Coordinador General
CPN. Peñalba, Miguel Ángel
Dirección Gráfica
Ávila, Héctor Carlos
La propuesta editorial busca acercar al lector una serie de bienes que han al-
canzado la máxima catalogación a nivel mundial a través de los miembros de
ICOMOS, cuya función es la evaluación permanente de los mismos. Se trata
de un recorrido por nuestro patrimonio de la mano de sus especialistas, pre-
sentado por la Editorial de la Imprenta del Congreso de la Nación a través de
una esmerada propuesta editorial.
Alfredo Conti
L
a convención relativa a la protección del patrimonio mundial cultural y natural, conoci-
da como Convención del Patrimonio Mundial, fue adoptada por la Conferencia General
de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura
(UNESCO), el 16 de noviembre de 1972. En el campo jurídico, estas convenciones for-
man parte del derecho internacional público, un sistema que puede definirse como el conjunto
de normas y principios que las jerarquizan y coordinan de forma coherente, destinados a regular
las relaciones externas entre Estados soberanos y entre los Estados y otros sujetos, a los cuales
también se les confiere calidad de sujetos de derecho internacional. El propósito es armonizar
sus relaciones con vistas a la construcción de un ideal de justicia mutuamente acordado por ellos
en un marco de certeza y de seguridad que permita realizarla. Este tipo de documentos requiere
que los países que deseen adherirse lo hagan de manera formal, a través de instrumentos de
aceptación o ratificación, de acuerdo con la legislación nacional vigente en cada uno de ellos.
Hasta mayo de 2017, la Lista del Patrimonio Mundial cuenta con 1052 bienes inscriptos, lo-
calizados en 165 Estados parte, de los cuales 814 son culturales; 203, naturales y 35, mixtos.
Además de la Lista del Patrimonio Mundial, existe la Lista del Patrimonio Mundial en Peligro,
compuesta por bienes del Patrimonio Mundial amenazados por peligros graves y concretos,
para cuya conservación se necesitan obras o trabajos importantes.
El primer grupo de criterios para la inscripción fue adoptado en 1977, luego de lo cual fue re-
visado en varias ocasiones; desde 2005, se utiliza un grupo de diez criterios, de los cuales seis
corresponden al patrimonio cultural y cuatro, al natural:
—— (III): aportar un testimonio único, o al menos excepcional, sobre una tradición cultural o una
civilización viva o desaparecida.
—— (VI): estar directa o materialmente asociado con acontecimientos o tradiciones vivas, ideas,
creencias u obras artísticas y literarias que tengan una importancia universal excepcional. (El
Comité considera que este criterio debería utilizarse preferentemente de modo conjunto con
los otros criterios).
—— (X): contener los hábitats naturales más representativos y más importantes para la conserva-
ción in situ de la diversidad biológica, comprendidos aquellos en los que sobreviven especies
En cuanto a la integridad, condición requerida tanto para bienes culturales como naturales,
mide el carácter unitario e intacto del patrimonio y de sus atributos. Por ello, para su inscrip-
ción en la Lista, es preciso evaluar, primero, en qué medida el bien propuesto posee todos los
elementos necesarios para expresar su valor universal excepcional. En segundo lugar, si tiene
un tamaño adecuado que permita la representación completa de las características y los proce-
sos que transmiten la importancia del bien y por último, evaluar si no acusa efectos adversos
del desarrollo y/o negligencias.
En lo que concierne a protección y gestión, se debe garantizar que el valor universal excepcio-
nal y las condiciones de integridad y/o autenticidad del bien en el momento de la inscripción
en la Lista se mantengan o mejoren en el futuro. Los Estados parte deben demostrar un nivel
de protección adecuado en los ámbitos nacional, regional y municipal, y garantizar la aplica-
ción plena y eficaz de estas medidas. A la vez, cada bien propuesto debe contar con un plan de
gestión adecuado o con otro sistema de gestión documentado que especifique cómo se conser-
vará el valor universal excepcional del bien, preferentemente por medios participativos.
Los expedientes son enviados a los organismos asesores, que son los encargados de la evalua-
ción técnica: ICOMOS y la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN),
según se trate de un bien cultural o natural. En caso de bienes mixtos, ambos organismos
actúan en forma conjunta. Una vez recibidos los expedientes en los organismos asesores co-
mienza un proceso interno de evaluación que lleva aproximadamente un año y comprende
varias etapas. Por una parte, se realizan consultas a expertos de todo el mundo acerca del valor
de los bienes, a la vez que se envía una misión técnica al sitio, a cargo de un experto que en
ningún caso puede ser del mismo país que realiza la propuesta. El objetivo de esta última es
constatar en el lugar el estado de conservación del bien, sus condiciones de integridad y/o au-
tenticidad, las posibles amenazas que puedan existir, la pertinencia de los límites propuestos
para el sitio y su zona de amortiguamiento, la eficacia de los instrumentos y planes de protec-
ción y, finalmente, la gestión y la participación de los diversos actores involucrados, incluidas
las comunidades locales.
Los expedientes de propuesta y todos los informes producidos son examinados en reuniones
realizadas por ICOMOS y por la IUCN hacia fines de cada año, por lo general, a principios
de diciembre. De estas reuniones, surgen las recomendaciones referidas a la inscripción de
los bienes en la Lista del Patrimonio Mundial, aunque, en algunos casos, se considera que se
requiere información adicional a la disponible. Se envían entonces cartas a los Estados parte
Los organismos asesores hacen recomendaciones, pero no resuelven, ya que la decisión recae en
el Comité de Patrimonio Mundial. Una vez presentados y discutidos los casos, el Comité puede
determinar lo siguiente:
—— Inscripción, en los casos que se ha demostrado que el bien propuesto cumple los requisitos para
demostrar un valor universal excepcional, el Comité adopta la llamada “Declaración de valor
universal excepcional”, texto en el que se sintetizan las características del bien, los motivos por
los que ostenta valor universal excepcional, sus condiciones de integridad y/o autenticidad y sus
medidas vigentes de protección y gestión. Este texto es importante, ya que servirá como guía
para el seguimiento de los bienes inscriptos en la Lista. Asimismo, es posible que el Comité
proponga algunas recomendaciones específicas para ser consideradas por el Estado parte.
—— No inscripción, en los casos en que es evidente que el bien propuesto no cumple con los re-
querimientos para demostrar un valor universal excepcional. Únicamente en casos excepcio-
nales, como, por ejemplo, que se realicen avances en la investigación que den como resultado
nuevos argumentos, puede ser propuesto nuevamente un bien sobre el que se adoptó una
decisión de no inscripción.
Entre estas dos posibilidades extremas, existen otras intermedias: devolución al Estado parte (refe-
rred en inglés y renvoyé en francés) y diferimiento (difer en inglés y différé en francés). Las propues-
tas de inscripción que el Comité decide devolver al Estado parte para que presente información
complementaria pueden ser presentadas nuevamente para su examen en la siguiente sesión del
Comité. Si una propuesta de inscripción devuelta no se presenta al Comité durante los tres años
que siguen a la decisión original, una vez remitida será considerada como una nueva propuesta de
inscripción, con lo que deberá pasar el ciclo de evaluación completo. Las propuestas diferidas tienen
lugar cuando el Comité considera que el Estado parte tiene que hacer una revisión sustancial, por lo
general debido a que no se ha demostrado fehacientemente el valor universal excepcional del bien
propuesto. En estos casos, una vez presentadas nuevamente, las propuestas tienen la obligación de
pasar por el ciclo completo de evaluación, lo que incluye una nueva misión técnica al sitio.
Otra obligación de los Estados parte es presentar informes periódicos, tanto referidos a las disposiciones
generales adoptadas para la implementación de la Convención como al estado de los sitios inscriptos
en la Lista. Estos informes se realizan sobre la base de ciclos organizados por regiones del mundo y de
formularios normalizados que deberán ser completados por las autoridades competentes y por los admi-
nistradores de los sitios. De los informes, surgen planes de trabajo y recomendaciones, tanto en la escala
regional como de manera específica para los sitios.
Es necesario mencionar el impacto que una inscripción en la Lista del Patrimonio Mundial tiene sobre
el turismo, que suele verificarse en un incremento, en algunos casos notable, del número de visitantes.
Este aspecto puede ser positivo en algunos casos, pero a la vez, convertirse en un factor de riesgo ya que
el incremento del número de visitantes, sin que medie la adecuada planificación de la actividad turística,
puede provocar efectos indeseables, como el deterioro por exceso de capacidad de carga, el riesgo contra
la autenticidad o bien las relaciones conflictivas entre las comunidades locales y los visitantes.
Aires. Desde su aceptación, el país ha inscripto once bienes en la Lista del Patrimonio Mundial, sin que
ninguno de ellos se encuentre en la Lista del Patrimonio Mundial en Peligro:
—— Misiones jesuíticas de los guaraníes, bien cultural, 1984, e integrado al inscripto por Brasil un año
antes, constituye de este modo un bien patrimonio mundial transnacional.
—— Qhapaq Ñan – Sistema Vial Andino, bien cultural transnacional, juntamente con Bolivia, Chile, Co-
lombia, Ecuador y Perú, 2014.
La implementación de la Convención, en el país, está a cargo del Comité Argentino de Patrimonio Mun-
dial, un cuerpo colegiado integrado por representantes de organismos nacionales con competencia en pa-
trimonio mundial, natural y cultural: la Comisión Nacional Argentina para la UNESCO (CONAPLU); la
Dirección Nacional de Patrimonio y Museos; el Instituto Nacional de Antropología y Pensamiento Latino-
americano; la Comisión Nacional de Monumentos, de Lugares y de Bienes Históricos; la Administración
de Parques Nacionales; el Ministerio de Turismo y la Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable.
Con el fin de dar cumplimiento a los objetivos de la Convención, el Comité coordina y articula el traba-
jo de los actores vinculados al patrimonio mundial del país y constituye el enlace entre las autoridades
nacionales, provinciales y municipales y la UNESCO, su Centro de Patrimonio Mundial y sus órganos
consultivos (ICOMOS, IUCN, ICCROM).
L
as misiones de los jesuitas en el territorio gua- Se reseñan estas cuatro reducciones ordenadas
raní a principios del siglo XVII tuvieron, en cronológicamente a partir de la más antigua, en
su desarrollo inicial, una movilidad casi per- un lapso que no alcanza el cuarto de siglo, ya que
manente, hasta que las estructuras se estabili- van de 1610 la primera a 1633 la última.
zaron a mediados del siglo XVIII, momento en el que se
dio un período de consolidación que se extendió hasta
1767, instancia en la que se produjo el extrañamiento o Los invariantes del modelo
expulsión de la Orden de la Compañía de Jesús. jesuítico guaraní
Está comprobado que las interrupciones externas a Los pueblos surgidos en las primeras décadas del
una cultura conllevan, de por sí, una situación de frus- siglo XVII se fueron mudando, conservando su ca-
tración, a lo que se suma en los descendientes una rácter unitario o sumando otras parcialidades a lo
pregunta subyacente: ¿qué hubiera sido de ellos si largo del tiempo. Esta dinámica les permitió desa-
esta ruptura no hubiera ocurrido? Más aún, en casos rrollar una experiencia práctica de organización y
como el presente, cuando la experiencia cultural ha distribución espacial mejoradas, con fórmulas o in-
sido tan intensa que la convierte en inconmensurable. variantes en algunos aspectos y ensayando nuevas
soluciones y materialidades en otros. Es así como
Los jesuitas, en ese desafío de realizar la obra mi- a finales de ese siglo, las misiones de la Provincia
sional, vivieron múltiples adhesiones y rechazos de Jesuítica del Paraguay inician un proceso de estabi-
igual magnitud: por parte de las comunidades y par- lidad, consolidación y desarrollo, ya que la amenaza
cialidades indígenas, por parte de los españoles, de de los bandeirantes, esclavistas paulistas, había des-
los portugueses y de los criollos. Situaciones que, su- aparecido tras ser derrotados en Mbororé1 (1641).
madas al ataque de los bandeirantes y otros esclavis-
tas, implicaron ajustes en los asentamientos funda-
dos por los misioneros. Los mismos fueron hechos y 1 La dirección técnica del ejército de guaraníes y jesuitas estuvo a
deshechos, mudados y trasladados, unidas y mezcla- cargo de Domingo Torres, quien había solicitado a la corona espa-
das las parcialidades, y fusionadas a la cultura trashu- ñola que se dejara a los primeros portar Vocas de Fuego (sic) sin ob-
mante guaraní en la búsqueda de la “tierra sin mal”. tener respuesta, por lo que decidió que así fuera. Cada pueblo con-
taba con su milicia, entre todas sumaron alrededor de veinte mil
Los cuatro pueblos declarados Patrimonio de la Hu-
combatientes. El cacique Nicolás Ñeenguirú estuvo al mando de
Imagen de apertura. manidad en el territorio argentino (1983/1984) for- las fuerzas terrestres y el cacique Ignacio Abiarú, de las fuerzas
Santa María la Mayor. Foto: maron parte de los primeros asentamientos, aunque fluviales que llegaron a contar con 200 canoas. Luego de Mbororé
Guillermo Rubén García. trasladados y refundados varias décadas después. el adiestramiento en el uso de las armas fue una práctica habitual.
De este modo, se da por finalizado el período de las comunicación fluvial y terrestre facilitaba los in-
migraciones. tercambios y la defensa común. Los caminos, ade-
más, contaban con capillas o ermitas a la salida de
Concentración, urbanización y socialización fue- los pueblos, cuya función era encomendarse al Su-
ron los tres objetivos “civilizadores” subyacentes premo al salir y agradecer por el buen tránsito a la
en el proyecto de las misiones, de doctrina y evan- vuelta. También era frecuente que dichas ermitas
gelización. Desde esta mirada, se entiende a las re- se encontraran en el cruce de senderos y caminos.
ducciones funcionando como un todo organizado,
donde las partes respondían a ese concepto global, Las reducciones estaban dispuestas, como máxi-
siendo sus mecanismos más eficientes el encierro, mo, a una jornada de caminata entre sí y los esta-
el orden y el control social, lo que explica gran par- blecimientos ganaderos no distaban a más de una
te de su éxito, dado el mundo caótico en que se jornada de cabalgata. Con este esquema los pue-
había convertido la selva para los guaraníes, atosi- blos se asentaron definitivamente y comenzaron
gados entre colonizadores y esclavistas. a tener cada vez un mayor desarrollo demográfico.
Dichos conjuntos urbanos fueron la manifestación Es destacable que el manejo territorial se consoli-
más reveladora de un mundo y un tiempo, el del ba- daba en los conjuntos urbanos, en donde residía
rroco, instrumento del absolutismo monárquico y la la mayoría de la población, mientras que en el es-
Contrarreforma, cuya expresión en el arte es la repre- pacio circundante se ubicaban chacras, estancias,
sentación del poder y de su capacidad de persuasión. puestos y capillas.
Es así como, considerando la organización territo- En cuanto a la disposición del “núcleo del poder”
rial, van a establecerse tanto reducciones periféricas (templo, colegio, cementerio, talleres y huerto), en
(aquellas que estaban en los límites del área de im- los cuatro pueblos declarados Patrimonio Mun-
plantación) como centrales. Estas últimas también dial, dos son de núcleo compacto: Santa María La
pueden diferenciarse entre sí por su implantación Mayor y Nuestra Señora de Loreto; y dos de núcleo
cercana a los dos ríos, el Paraná y el Uruguay. Existie- expandido y lineal: San Ignacio Miní y Santa Ana.
ron también unas pocas reducciones mediterráneas. Las diferencias planteadas se relacionan con la an-
tigüedad de los pueblos, siendo los primeros, los
Uniendo las distintas posiciones territoriales, se concentrados ya que esa disposición facilitaba la
construyeron los caminos que las interconecta- defensa ante los ataques, instancia en que las po-
ban formando una gran red. Una doble red de blaciones solían refugiarse en el templo.
Las misiones
La mayor producción arquitectónica corresponde
al tiempo de consolidación y expansión de las mi-
siones, en el siglo XVIII, particularmente en las
décadas de 1730 a 1750, cuando se dieron grandes
realizaciones, tanto técnicas como sociales, alcan-
zando al concierto general de los treinta pueblos
guaraníes en los más de cien mil habitantes.
la cual inicialmente funcionó en Loreto, para luego Este texto y dibujo nos plantean las cuestiones que
ser trasladada a las reducciones ubicadas sobre las en común tienen los treinta pueblos, idea que se
costas del río Uruguay, moviéndose entre San Javier refuerza en un fragmento, donde dice:
y Santa María La Mayor, hasta el momento de la ex-
pulsión de la Orden. Actualmente se encuentra una Estos 30 todos son de la hechura q’ aquí se ve,
reconstrucción del taller de la imprenta en el Centro con plaza mui capaz de 160 varas en cuadro, y
de Interpretación de Santa María La Mayor3. algunas más: las calles todas a cordel de 16 ò 18
varas en ancho [...] No hay más q’ una Iglesia, y
Cada reducción estaba dotada de un molino y un cura en cada pueblo, por grande q’ sea. Las
un horno de pan, un granero y un depósito, un Iglesias son mui grandes por lo regular de 70 ò
horno de ladrillos y una herrería, un matadero y 80 varas de largo, y 26 ò 28 de ancho; y algunas Imagen 2. Conservación
una carnicería aprovisionados semanalmente por de 90 de largo y 30 de ancho. [...]. Algunas de Santa Ana, escalinata
sus estancias. Cisternas en varios niveles con ca- piedras quadradas: por lo regular son de piedra barroca. Foto: Guillermo
nalizaciones subterráneas proveían agua potable hasta una ò dos varas de alto, y lo demás hasta Rubén García.
y no potable hasta fuentes, lavanderías y baños
públicos –comunes–, cuyas aguas servidas luego 2
por el Gobierno de la provincia de Santa Fe en el devenires que, en cada caso, acontecieron, además
año 1939”. En el plano se aclara su propósito: de las circunstancias de su fundación y del reco-
rrido temporal que han tenido hasta nuestros días.
Hállase este pueblo situado sobre la cumbre de
un cerro montañoso y escabroso y está cercado de A fin de poder caracterizar y establecer las condicio-
fincas, cuyos algodonales han sido puestos y ade- nantes de ellas, se presenta a continuación una bre-
lantados por aplicación y diligencia de d. Andrés ve reseña de sus desarrollos y datos más relevantes.
Estrada, actual administrador. Que es fecho en
dicho pueblo a 29 de febrero de 1792. Sánchez.
Nuestra Señora de Loreto
En el plano puede observarse el equipamiento en
las misiones jesuíticas de guaraníes: la iglesia, a la Esta reducción, una de las primeras en fundarse en
derecha el cementerio, a la izquierda el colegio y lue- 1610 por obra de los padres José Cataldino y Simón
go los talleres. Frente a estos aparecía la plaza, en el Masceta, se conformó con guaraníes guayreños o de
centro compositivo, rodeada en sus tres lados libres la zona del Guayrá, ubicada actualmente en Brasil.
por casas de indios. La jerarquía social establecía la
ubicación de las casas de indios en importancia de- Su primer traslado ocurrió en 1631 en el éxodo
creciente de la plaza a la periferia. En el último anillo guiado por el padre Antonio Ruiz de Montoya
aparecían los sembrados de los principales plantíos. S.J.,6 con posteriores afincamientos transitorios,
Atrás de la iglesia estaba ubicado el huerto.
6 Antonio Ruiz de Montoya, S.J. Misionero, escritor, lingüista.
Al construir una obra en un momento y lugar de- Nacido el 13 junio 1585, en Lima, Perú; murió el 11 de abril de
terminados, se lo hace dependiente de sus condi- 1652, en Lima. Entró a la CJ el 11 noviembre de 1606, en Lima;
cionantes y circunstancias concretas, del carácter ordenado sacerdote en febrero de 1611, en Santiago del Estero,
Argentina. Durante su superiorato (1622-1636) de las misiones
técnico económico, sociocultural o político, lo que
del Guayrá, se fundaron doce reducciones más, que fueron ata-
hará lugar a las particularidades que se han dado cadas por los bandeirantes. Destruidos los poblados, ordenó su
en cada misión, independientemente de las inva- traslado. Con otros siete jesuitas, los condujo en unas setecien-
riantes del esquema general. Es así como las cua- tas canoas por el río Paraná y luego por tierra, en un recorrido
tro misiones jesuíticas, que fueron declaradas Pa- de doscientas leguas, hasta la actual provincia argentina de Mi-
siones. En la congregación provincial de 1637, Ruiz de Monto-
trimonio de la Humanidad por la Organización de
ya (superior de todas las misiones guaraníes desde 1636) fue
las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia nombrado procurador especial de la provincia del Paraguay en
y la Cultura (UNESCO), dan cuenta de los distintos Madrid, para solicitar remedio contra los ataques a las misiones.
hasta que en 1686 se instaló en su lugar definiti- En diferentes cartas Anuas,7 se hace mención a los
vo: la localidad a la que dio su nombre a 3 km de problemas o fallas que presentaba la cubierta en
la ruta nacional 12, a 56 km de Posadas, capital de el encuentro de la cúpula, de cubierta piramidal y
la provincia de Misiones, Argentina (27°30’00’’S con los faldones a dos aguas.
y 55°32’00’’ O). El conjunto poseía una escala
media con referencia al tamaño existente en las Fue este uno de los pueblos con mayor cantidad de
treinta reducciones, y contaba con la iglesia, el población durante bastante tiempo: en 1702, con-
colegio, los talleres, la huerta y las cuadras o tiras taba con 4.060 habitantes; en 1714, con 5.161 y, ya
de viviendas. en 1731, con 7.048, aunque este número mermó
hacia mediados del siglo XVIII.
En este caso, lo singular estuvo dado por la proce-
sión del vía crucis que se desarrollaba sobre un eje En 1695, la imprenta se estableció allí bajo la di-
definido por dos remates: el Monte del Calvario al rección de los padres Serrano y Newman, quienes
extremo Norte y la capilla de Nuestra Señora de guiaron a los guaraníes para su ejecución. Docu-
Loreto al Sur, precedida por una segunda plaza y mentado esto en la edición del libro de Juan Eu-
el Cotiguazú. Esta particularidad ha sido retoma- sebio Nieremberg, Diferencia entre lo temporal y lo
da en la actualidad para actividades religiosas con eterno (1695). Esta imprenta fue trasladada luego
peregrinos de la región, que se realizan en la fecha a los pueblos cercanos al río Uruguay, itinerante
del natalicio del citado padre, en reconocimiento a entre San Javier y Santa María La Mayor, donde fi-
su obra misional. nalmente quedaron unos pocos vestigios.
La iglesia tenía tres naves con cúpula sobre el cru- Al conjunto monumental podemos considerarlo
cero y estructura del campanario exento; se em- en lo general como tipológico, según lo refiere el
plazaba con un pórtico elevado, al que se accedía padre Oliver (Oliver, 1754), pero de núcleo compac-
por una gradería de piedra, situación que también to: al frente en relación con la gran plaza, el templo
se repetía en la capilla de Nuestra Señora de Lore- y el colegio; atrás de ello, el patio de talleres y flan-
to y es posible verificarlo en los vestigios que hoy queando este núcleo, a cada lado, el cementerio y
subsisten. La construcción es mixta ya que estaba la huerta. Si bien el acceso principal, compositivo,
compuesta por un sistema de muros de piedra y mantiene su organización barroca escenificando
de tapia (barro y paja), con estructura indepen-
diente de columnas de madera para sostener los 7 Escritos, fuentes de primera, que permiten conocer la vida
techos, también de madera y recubiertos de tejas. cotidiana de las misiones jesuíticas de los guaranies.
temer. Y para que esto se pueda ejecutar, encargo como remate la fachada del templo. San Ignacio
8
de perfeccionar los hornos de teja (Page, 2005). mantiene una orientación noreste, mejorada con
respecto a la implantación de Loreto; en la práctica
Esta reducción se destacaba por una serie de arte- se mantendrá en otras reducciones esta orientación
sanías e industrias que se desarrollaban en los ta- del frente del templo que, además, se corresponde
lleres, donde los jesuitas enseñaron ciertos oficios: con las habitaciones principales del colegio y resi-
carpintería, fabricación de vajilla, hornos para cocer dencia de los jesuitas.
tierra, fundición de metales, tejeduría de algodón,
confección de sombreros e instrumentos musicales.
Santa María La Mayor
Su historia, luego de la expulsión de la Orden fue de-
vastadora, siendo el poblado incendiado. Posterior- Fundada en 1626 por el padre Diego de Boroa y
mente, ya como pueblo contemporáneo, su refunda- Claudio Ruyer, contó con una población guaraní
ción se desarrolló con un trazado urbano a espaldas originaria de Iguazú y de Paraná. Esta comuni-
de la reducción jesuítica; es así como en la actuali- dad se mudó dos veces, registrándose la primera
dad, a partir de la avenida de acceso, a la izquierda se mudanza en 1633 cuando transmigró a un sitio
encuentra el centro del pueblo nuevo y a la derecha cercano al antiguo pueblo de Santos Mártires del
se ubican los vestigios de la antigua misión. Japón y luego al sitio definitivo actual. La escala
del conjunto es mediana y consta en el inventario
El diseño del conjunto es modélico siguiendo el de 1768 la existencia de un colegio de diecinueve
documento del padre Oliver, con el núcleo monu- cuartos, iglesia, once filas de casas y tres capillas
mental organizado de manera lineal: enfrentados en los alrededores, con una población estimada en
con la gran plaza, el templo, el cementerio y el patio 1.398 habitantes según el censo de 1771.
del colegio, siguiendo con los talleres en un frente
común. El acceso principal, compositivo, mantie- La trascendencia de esta reducción se vio marcada
ne la estética barroca escenificando el ingreso a la por la instalación de la imprenta, y las actividades
gran plaza como parte del mundo de Dios, teniendo del padre Buenaventura Suárez Garay, primer as-
trónomo del Río de la Plata, quien publicó Luna-
rio de un siglo en 1743; así como también por el ya
8 El viceprovincial Luis de la Roca, al frente de la Provincia del
mencionado padre Pedro de Montenegro, proto-
Paraguay de la Compañía de Jesús, en 1714 visitó el colegio de
Corrientes y las veintinueve reducciones existentes entonces;
médico del río Uruguay, cuyo estudio fuera publi-
y comentó cada uno de ellos en un detallado informe. cado en Materia médica misionera en 1710.
En 1784, el virrey marqués de Loreto quiso averi- he dado orden para que, si aún existen algunos de
guar qué había pasado con la imprenta jesuítica; estos caracteres, me los remitan, de lo que avisaré
la respuesta fue la siguiente carta de oficio escrita a Vd. para que lo comunique a S. E. Nuestro Señor
por don Francisco Piera y dirigida a don Juan Án- guarde a Vmd. muchos años. Desta de Candelaria y
gel de Lazcano, conocida como “la carta de Piera”: Enero 16 de 1784. Besa V. ms. de Vmd. su atento y
seguro servidor. (Francisco Piera en: Kuna, Rivero,
Muy señor mío: A la de V. de 28 de noviembre úl- Ferreyra y Monferrer Vigil, 2012).
timo sobre él encargue que hace a V. Su Excelencia
de que solicite en el pueblo de Santa María la Mayor, La imprenta se consideró necesaria cuando la ora-
u otros, si existe o no algunos caracteres, muebles o lidad o transmisión de conocimientos en forma
utensilios de la imprenta que aquí hubo en tiempo verbal estuvo consolidada, lo que permitió a los
de los expatriados, digo: que habiéndome informa- jesuitas proponer la escritura, hecho que les sirvió
do del teniente gobernador don Gonzalo de Doblas, a los fines evangelizadores: gramáticas, vocabula-
me dice que en el tiempo que permaneció en dicho rios y catecismos en guaraní de la mano de Ruiz
pueblo de Santa María tuvo ocasión de examinar de Montoya, entre otros y de Nicolás Yapuguay, ca-
con todo cuidado y prolijidad cuanto allí hay, y que, cique de Santa María La Mayor. La imprenta nació
efectivamente hubo imprenta en aquel pueblo, de en Loreto en 1695 con el mencionado libro de Eu-
la que solo existen los fragmentos de la prensa que sebio Nieremberg, Diferencia entre lo temporal y lo
era de madera, muy mal construida y al presente eterno, y a comienzos del siglo siguiente se la ubica
toda hecha pedazos, y que en el almacén habría en las reducciones cercanas al río Uruguay, por ser
una corta porción de caracteres de estaño, que ocu- quizás la comarca más conflictiva por la disputa
parían como medio celemín9, y que como cosa de entre las coronas española y lusitana.
ningún valor ni provecho los iban gastando en re-
mendar fuentes y platos de estaño. Con esta noticia, El astrónomo Buenaventura Suárez Garay, na-
cido en Cayastá la Vieja, actual provincia de
9 Celemín. (Quizá del árabe. hisp. *tamaní”, de un octavo). Santa Fe y cuyos restos yacen en Santa Ma-
1. m. Medida de capacidad para áridos, que tiene 4 cuartillos y ría La Mayor desde 1748, fue mencionado en
equivale en Castilla a 4,625 l aproximadamente. 2. m. Porción la revista científica londinense Royal Socie-
de grano, semillas u otra cosa semejante que llena exactamente ty que precedió a la segunda edición de 1744
la medida del celemín. 3. m. Medida antigua superficial que en
del citado Lunario de un siglo (1740, 2009) en
Castilla equivalía a 537 m2 aproximadamente, y era el espacio
de terreno que se consideraba necesario para sembrar un cele-
la que había profundizado su obra fundamen-
mín de trigo. Real Academia Española © tal. El estudio comienza en enero del año 1740
y acaba en diciembre de 1841, producto de sus compositivo similar al esquema seguido para San-
mediciones hechas en San Cosme Viejo, entre las tos Mártires del Japón, se ve distorsionado debido a
misiones de Candelaria y Santa Ana, con instru- que el templo que se relacionaba con la gran plaza
mental fabricado en caña y cristal de roca y de se quemó en 1735, sustituyéndose transitoriamente
manufactura guaraní. También se dedicó al arte por el espacio que era la sede de la administración,
en relación con el tiempo y su medición a partir que unía los dos patios secundarios pertenecientes
de la fundición de campanas y relojes de sol en uno al colegio y el otro, a los talleres. Este templo
piedra, por ejemplo, el que se ubica actualmen- provisorio quedó con una nave principal y dos la-
te en la reducción de San Cosme y San Damián, terales al incluir las galerías y terminó siendo el
en Paraguay, y también el que se encuentra en definitivo.
el pueblo de Concepción de la Sierra, de la pro-
vincia de Misiones, antigua reducción de Nuestra Ello fue debido a que, si bien tuvieron los materia-
Señora de la Concepción del Ibitiracuá, próxima les según consta en los inventarios, no así la mano
a Santa María. de obra que, mermada por enfermedades no pudo
recuperarse y solo tuvieron fuerzas para enfrentar
Por último y por proximidad con el pueblo de San- los problemas cotidianos de alimentación y vestido.
tos Mártires del Japón (16 km), Pedro de Monte- A partir del vacío constructivo dejado por el templo
negro, enterrado allí en 1728, deja de manifiesto incendiado, se generó una plaza, que fue el atrio de
la caleidoscópica vegetación americana a partir del la iglesia provisional. Se construyó el último lado
libro Materia médica misionera (1710), en el cual del patio de talleres para alojar las funciones admi-
detalla en ciento cincuenta láminas sus estudios nistrativas y depósitos desalojados para cumplir con
mediante el dibujo, de las especies vegetales pro- las mencionadas funciones del culto.
pias del espacio misional, con datos en español y
en guaraní sobre sus propiedades medicinales e
instrucciones sobre estas especies para su uso (De Santa Ana
Montenegro, 1710, 2007).
Su fundación data de 1633 por los padres Pedro Ro-
El esquema del conjunto mantiene las invariantes mero y Cristóbal de Mendoza, quienes agruparon a
tipológicas según lo señala el padre Oliver, con el miembros de la población de guaraníes del Tape. El
núcleo monumental de contrapunto al acceso a la primer traslado se produjo a los pocos años, entre
gran plaza: templo y colegio y, por detrás de ellos, el 1636 y 1637, emigrando al Paraná; la mudanza defi-
patio de talleres y cementerio. El acceso principal, nitiva al sitio actual se produjo en 1660.
Imagen 5. Detalle
7
Reducción Jesuítica
de Santa Ana. Foto:
Guillermo Rubén García
Imagen 6. Reducción
Jesuítica de Santa
Ana. Foto: Guillermo
Rubén García.
Imagen 7. Galería de
viviendas de indios. Foto:
Guillermo Rubén García
Durante 1983, la Comisión Nacional de Museos y Vale igualmente establecer que el Estado parte (Ar-
de Monumentos y Lugares, por decreto 2.210, de- gentina) se obliga a responder por el criterio de au-
clara Monumento Histórico Nacional a las ruinas tenticidad exigido a todos los sitios que conforman
y vestigios pertenecientes a Candelaria, Santa Ana la Lista de Bienes Patrimonio de la Humanidad,
y Loreto, ubicados en el departamento de Candela- lo cual se encuentra especificado en el punto b) I):
ria; de Corpus, en el departamento de San Ignacio,
y de Mártires, en el departamento de Concepción, Responder al criterio de autenticidad en lo relati-
todas ellas en la provincia de Misiones. vo a su concepción, sus materiales, su ejecución
o su entorno, y, en el caso de un paisaje cultural,
Con la declaratoria nacional, UNESCO incorpora en en lo referente a su carácter o sus componentes
1984 a la Declaración de Patrimonio de la Humani- distintivos (UNESCO, 1999).
dad a otros tres conjuntos: Nuestra Señora de Lore-
to, Santa Ana y Santa María La Mayor, por extensión También como componente fundamental se esta-
de la misma resolución de 1983, correspondiéndoles blece en el punto b) II) “el compromiso del Estado
la designación 275 bis. Finalmente, en 1989, se in- parte de garantizar básicamente dos aspectos ne-
cluyó en la Lista de Patrimonio de la Humanidad a cesarios para la protección de los bienes declara-
dos conjuntos jesuíticos guaraníes muy importantes dos: legislación y gestión”.
ubicados en Paraguay: Trinidad y Jesús.
Legislación que abarque protección en lo nacional,
Con referencia a la propuesta de valor universal excep- provincial y municipal “y/o de una protección con-
cional a los efectos de la Convención y su inclusión en tractual o tradicional bien establecido”. Así como
la Lista del Patrimonio Mundial, el Comité ha conside- en lo concerniente a la “gestión”, con mecanismos
rado que los conjuntos cumplen con el criterio a) IV: de administración y control: “que preserven la in-
tegridad de los lugares culturales, particularmente
Constituir un ejemplo eminentemente represen- de aquellos abiertos a gran cantidad de visitan-
tativo de un tipo de construcción o de conjunto tes”[…] “que aseguren la administración y control,
la conservación del bien y la accesibilidad planifi-
10 http://whc.unesco.org/en/list/275 cada del público” (UNESCO, 1999). En definitiva,
un plan de manejo integral y en ejecución para su En 2002, la WMF patrocinó una expedición téc-
ajuste permanente y la preservación de los bienes nica interdisciplinaria de expertos internacio-
declarados Patrimonio de la Humanidad. nales para visitar y proponer pautas uniformes
de preservación de dichos monumentos, la que
A partir de la protección de estos bienes por el culminó en una propuesta de trabajo; este Pro-
gobierno, la Comisión Nacional de Monumentos grama de Capacitación para la Conservación,
realizó diversas gestiones y acciones a través de Gestión y Desarrollo Sostenible de las Misiones
programas de equipos técnicos y presupuestos Jesuíticas Guaraníes fue aprobado por represen-
para el desarrollo de infraestructura y conserva- tantes de los cuatro países involucrados. Inicia-
ción, como, por ejemplo, el realizado ante el BID, do en 2003, se prolongó hasta 2007, llevando a
que contenía a la ruta jesuítica de ambas provin- cabo la lectura técnica de los bienes y el dictado
cias, incluido en sus planes federales de turismo. de cursos interdisciplinarios en los sitios, dando
El organismo internacional solo lo aprobó para como producto final el Manual básico de conser-
Misiones, no para Corrientes, por lo que el Esta- vación. Destacamos de allí lo expresado por los
do nacional debería acompañar con los recursos especialistas:
necesarios, como así también con las acciones,
exigencias y garantías para la administración y Aunque la conservación de estructuras y de sus
conservación de los cuatro pueblos correntinos. materiales requiere de una importante compo-
nente técnica, la intervención debe ser regida por
Sin embargo, en 1996, la misión jesuítica de San la componente cultural, en tanto propulsora del
Ignacio Miní fue incluida en la lista de los cien mo- concepto de conservación.
numentos más amenazados del Programa World
Monuments Watch, lo que llevó a la obtención de Cabe tener en cuenta que la destrucción del patri-
una subvención para la restauración del pórtico de monio cultural no está ligada exclusivamente al
su iglesia, aunque esencialmente determinó que abandono o a la simple ausencia de intervencio-
la World Monuments Fund (WMF) diera apoyo para nes. En buena medida se relacionan a acciones
talleres y capacitaciones de equipos que estable- erróneas que se derivan de la falta de una valora-
cieran pautas para: “el desarrollo de una visión de ción adecuada y de un enfoque errado de manejo
conjunto para las misiones, que abarcara un enfo- y administración de los recursos. Estos factores
que global de conservación y de gestión y el apro- muchas veces, pueden corregirse con informa-
vechamiento de su potencial educativo y turístico” ción, concientización, formación y entrenamien-
(Barbacci, 2009). to (Magadán y Charola, 2009).
rales se hace imprescindible al margen de las pau- como conocimiento de la existencia material, orga-
tas y acompañamiento determinado por el Estado nización social, cosmovisión y representación del
nacional. mundo. Considerar la perspectiva inmaterial del
patrimonio es vital para la memoria cultural y se
Por la extensión de la región, por las características es concluyente en que la participación e involucra-
productivas que surgieron de la cultura jesuítica y miento de la comunidad es clave tanto para mante-
por la inscripción desde 1984 de las Cataratas del ner los significados de referencia como para la apro-
Iguazú en la Lista de Patrimonio de la Humani- piación de estos.
dad (compartida con Brasil), es importante que las
iniciativas e instituciones locales ligadas a la pro- Los vestigios de las misiones jesuíticas constitu-
blemática del desarrollo social, lejos de las propa- yen la referencia al proceso cultural inédito de sín-
gandas y agendas de corto plazo, se comprometan tesis de las expresiones y concepción del barroco
decididamente para integrar proyectos de rehabi- centroeuropeo en sincretismo con la cultura gua-
litación y de desarrollo sustentable que atiendan a ranítica y no solo en el planteo teatral, escenográfi-
la población, especialmente aquella marginada y co de las estructuras de los poblados, sino también
atada a la supervivencia básica. en la arquitectura, en la escultura, pintura, ritos,
músicas y demás expresiones artísticas. El espíritu
Cabe también reflexionar acerca de lo dinámico barroco de los misioneros y guaraníes sobrevive
de las políticas culturales y patrimoniales a través en el contexto y en cada detalle de los vestigios.
del tiempo. Actualmente, a casi treinta años de la Es barroco latinoamericano; es barroco misionero.
C
omo muchas historias importantes, publicada una gran cantidad de obras científicas
esta comienza con la visión de un e, inclusive, dos pequeños libros de memorias,
hombre: Carlos Gradin, cuyo legado lo además de poder presenciar los primeros avances
convierte en uno de los primeros ges- significativos de conservación del sitio que fue su
tores culturales del patrimonio argentino. Basta desvelo.
consultar las cartas que, ya en 1977, Gradin en-
viaba a intendentes, autoridades provinciales y Su febril tarea por rescatar la Cueva de las Manos,
nacionales que demuestran su preocupación e en el cañadón del río Pinturas se ha visto coro-
inquietud por la conservación y el manejo del si- nada con éxito, luego de más de treinta años de
tio, que sobrepasaban ampliamente los aspectos sembrar palabras y hechos. En 1993, el sitio fue
meramente científicos. Sus recomendaciones, designado Monumento Histórico Nacional y, en
sugerencias y visión han establecido las bases 1999, se lo declaró Patrimonio Histórico, Cultu-
de la conservación del patrimonio arqueológico ral y Natural de la provincia de Santa Cruz y Patri-
argentino, tiempo antes de que se instalara una monio de la Humanidad por la Organización de
política de Estado al respecto. las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia
y la Cultura (UNESCO).
Charlas abiertas a la comunidad, a grupos es-
colares y de estudiantes de arqueología comple- El licenciado Carlos Aschero, un referente de la
mentaban esta tarea de conservación inédita en arqueología argentina, discípulo y continuador de
el país. El rol de Gradin como docente también Gradin en su trabajo del sitio, resume el valor de
ha dejado una huella profunda: todo arqueólogo Cueva de las Manos con los siguientes conceptos:
que tenga una visión amplia del tema y que haya
incursionado en el arte rupestre ha sido, desde Los negativos de manos correspondientes a dis-
entonces, alcanzado por su mensaje. No ha sido tintos individuos, edades y sexos, acompañan a
menor su aporte como investigador del Consejo las escenas desde sus comienzos, pero también
Nacional de Investigaciones Científicas y Técni- ocurren como representaciones aisladas o en
cas (Conicet), ya que ha producido un cúmulo de conjuntos independientes, dentro de los sitios
publicaciones que abarcaron casi todo el territorio con escenas pero también en numerosos abri-
argentino. Sus investigaciones tienen la impor- gos rocosos del área. Es un signo con una exten-
Imagen de apertura. Cueva tancia de haber cambiado la visión de la arqueo- sa trayectoria temporal que en río Pinturas se
de las Manos. Turismo, Casa logía y del arte rupestre sudamericano. Antes de traza entre los 9.400 años A.P. hasta los prime-
de la Provincia de Santa Cruz. su fallecimiento, en 2002, tuvo la fortuna de ver ros siglos de la era.
Estas escenas son las que Gradin denominó, en Una práctica particular que completa estas esce-
conjunto, “grupo estilístico A” de la secuencia re- nas –y que perdura hasta mucho después de los
gional y que, recientemente, Aschero subdividió distintos estilos– es la de ejecutar numerosos “im-
en distintos estilos, con ubicaciones temporales pactos” sobre la superficie del soporte que se uti-
distintas. En las más tempranas de estas escenas lizará antes de realizar las otras representaciones.
las presas son guanacos y huemules. Estos últi- Para ello, se empleaba algún cuero o piel embe-
mos, representados en muy baja proporción, re- bido en pintura con el que se envolvía una bola
producían las proporciones reales de las presas de boleadora o una piedra redondeada que, tras
consumidas, tal como lo muestran los registros de ser arrojada contra la pared, dejaba un impacto
las excavaciones. Las líneas de puntos continúan de contorno circular no muy regular que nunca se
sobre todo, en el resguardo de la calidad de la visita —— Diseñar un área, bajo el estatus de monumento
turística. O sea, se controla la carga y la forma en que que implique un área de amortiguación, y de-
se realiza la apertura al turismo. La Secretaría de Es- sarrollar un plan de manejo.
tado de Cultura de la provincia de Santa Cruz, a tra-
vés de su Dirección de Patrimonio Cultural, impulsa En 2012, y luego de finalizar el relevamiento
la iniciativa de ordenar el área de la cuenca media e de toda el área, se comienza a trabajar en un
inferior del río Pinturas con el propósito de proteger Plan Estratégico de Protección de la Cuenca del
sus valores culturales excepcionales, de explorar la río Pinturas, con amplia participación de todos
viabilidad de creación de un área protegida abarca- los sectores implicados, incluida la comunidad.
tiva y de planificar su manejo. Se comienza a vis- Este plan de manejo más amplio comprende
lumbrar la necesidad de una protección más amplia toda el área de la cuenca y, dentro de ella, al
que contenga a toda el área de influencia de Cueva sitio Patrimonio de la Humanidad Cueva de las
de las Manos, con todos sus valores patrimoniales, Manos.
que incluya distintos aspectos culturales y naturales,
como ser la visión de un sistema de cuevas y aleros, De este modo, se llega a la actualidad con la apro-
teniendo en cuenta que, hasta la fecha, han sido re- bación de la Ley provincial N° 3.394 que declara
gistrados por la provincia más de setenta. Paisaje Cultural a toda el área arqueológica de la
cuenca media e inferior del río Pinturas en una ex-
Es de señalar que, hacia 2010, se suscribe un con- tensión que abarca casi setecientas mil hectáreas.
venio marco con la Cámara de Empresas Mineras Y que incluye distintos grados de protección.
de Santa Cruz, ya que la principal actividad econó-
mica del área es la explotación metalífera. En 2011, El estado actual de la cuestión muestra que ha ha-
se aprueba la propuesta de Plan de Manejo Área bido cambios importantes, ya que, en 2005, fecha
río Pinturas, a efectos de efectivizar los objetivos en que se inicia la gestión provincial, la amenaza
del mencionado convenio dirigido a: sobre el sitio eran la excesiva cantidad de visitas
al área y el mal manejo de la zona desde el pun-
—— Establecer alternativas para la zonificación del to de vista turístico. En la actualidad, si bien estos
uso del área que tengan en cuenta la conserva- últimos factores han sido controlados, surge un
ción de los recursos culturales y naturales. nuevo riesgo, que es el de la explotación minera,
por lo que resulta perentorio y una herramienta
—— Elaborar una estrategia y plan de socialización de clave poder definir con rigurosidad el alcance de
los contenidos patrimoniales del sistema cultural. la protección.
Es de destacar que la tarea de planificación del del patrimonio cultural en la Patagonia; varias de
área de la cuenca del río Pinturas se ha encarado las provincias de la región han legislado al respecto
desde el concepto de paisaje cultural –Cfr. Decla- y han organizado organismos de control y desarro-
ración de la UNESCO–, con la premisa de que llo del patrimonio cultural. Existe una mínima coor-
uno de los valores principales de la Cueva de las dinación y comunicación entre los lugares, lo que
Manos y de otros sitios arqueológicos relaciona- facilita actividades académicas que suelen incluir
dos es el de la permanencia de su entorno natural, a profesionales chilenos de la región patagónica.
lo que incluye la fauna y la flora, plasmados en las Como referencia, se pueden destacar las activida-
pinturas rupestres presentes desde hace doce mil des que se han realizado en Bariloche y Comodoro
años. La visión integral del paisaje cultural es una Rivadavia, las Jornadas ICOMOS Argentina de Pai-
nueva forma de asegurarse la comunicación y el sajes Culturales 2012 en Río Gallegos, y, en 2013,
manejo del patrimonio. Una visión más amplia en Punta Arenas, Chile, así como los congresos de
y contextualizada con su entorno facilita que los Arqueología y de Historia de la Patagonia (Chile),
visitantes puedan ponerse en el lugar de los anti- entre otros. La bibliografía, aún escasa, ha ido au-
guos habitantes que dejaron su impronta arqueo- mentando significativamente.
lógica y que aprovechaban los recursos naturales
en ese mismo paisaje. En resumen, si bien la situación ha mejorado
respecto de la que se presentaba cuando Gradin
Desde el punto de vista de la comunicación y comenzó a bregar por la conservación del patrimo-
de la educación, el trabajo más destacado fue nio patagónico, sin embargo, para poder concretar
desarrollado por la Asociación Identidad, con- su visión técnica, los distintos estamentos políti-
formada por un conjunto de vecinos de Perito cos deberán tomar decisiones que impliquen una
Moreno, localidad próxima al sitio, que ha afron- acción fáctica sobre lo ya determinado por la ley,
tado la realización del Museo y Laboratorio de crear los organismos administrativos pertinentes y
Investigaciones Arqueológicas "Carlos Gradin". dotarlos de los presupuestos necesarios para hacer
Una vez finalizada la obra del museo, el mismo efectivo su funcionamiento.
podrá ser no solo un polo de atracción turística
importante, sino también una herramienta de Seguramente, se avanzará hacia conceptos más vin-
manejo para el sitio. culados con el manejo del paisaje cultural que con el
manejo puntual del sitio arqueológico. La conforma-
Como puede observarse, en los últimos quince ción de grupos interdisciplinarios ha de resultar fun-
años, ha habido un avance importante en la gestión damental para alcanzar los objetivos de conservación.
6 7
L
a Orden de la Compañía de Jesús, forma- remotos, conjuntos religiosos que dominan el pai-
da para pacificar a los desavenidos, para saje. Aunque la empresa debió sortear la carencia
socorrer y servir con obras de caridad, de recursos, sin embargo, logró que sus templos,
tanto a los privados de la libertad como tras haber aplicado todos los conocimientos adqui-
a los enfermos, decidió asentarse en Córdoba a ridos del barroco europeo, fueran capaces de simbo-
partir de 1599. Entendiendo que actuaban en tie- lizar la presencia de la fe que la religión católica pro-
rras de infieles, los hermanos se reunieron para yectaba transmitir en un territorio apenas ocupado.
una vida en comunidad, dedicada a la misión y
la producción. Así, la fundación del convento ur- El territorio brindaba materiales aptos para la
bano en Córdoba se transformó, en 1607, en la construcción, entre los que se pueden mencionar
capital de la Provincia Jesuítica del Paraguay, por la tierra arcillosa, una cal y una arena de excelen-
su posición geográfica estratégica y por las facili- te calidad; sin embargo, la madera escaseaba. La
dades que el territorio poseía para el desarrollo de Orden contaba con profesionales propios que in-
las actividades de la Orden. La provincia incluyó trodujeron variantes en el uso de estos materiales
el actual Tucumán, lo que hoy se conoce como y en los sistemas constructivos. A las condicionan-
Paraguay y una parte del sur del Brasil, en donde tes territoriales responde el conjunto jesuítico de
la Orden consolidó la evangelización de la región Córdoba, empresa sostenida, a partir de 1616, por
y organizó el intercambio de las diversas produc- la producción de puestos y estancias rurales, entre
ciones de sus asentamientos. las que se destacan Caroya, Jesús María, Santa Ca-
talina, Alta Gracia y La Candelaria.
La presencia de los jesuitas en este territorio se
extendió durante 168 años. Los miembros de Aunque parte de las necesidades del funciona-
la Orden, destinados a la región de Córdoba del miento del colegio y de la universidad jesuítica
Tucumán, eran en su mayoría de origen italiano en Córdoba se cubrían con los aportes de los pen-
y alemán, y se consideraban religiosos de la Con- sionados, la subsistencia se dificultó cuando el
trarreforma. Conocían el manejo de la ornamenta- enfrentamiento con los encomenderos de la zona
ción barroca y se destacaban por su capacidad para frenó las donaciones de las principales familias
influir en los sentimientos de los fieles españoles, de la ciudad. Para evitar la pobreza y avanzar con
Imagen de apertura. criollos, aborígenes y esclavos. sus actividades, los jesuitas idearon el sistema de
Detalle de la Estancia estancias agropecuarias, cuya producción les per-
Jesuítica de Alta Gracia. Movidos por una firme decisión de dedicar su vida mitió solventar los gastos, aunque sin alcanzar la
Foto: María Rebeca Medina. “a la mayor gloria de Dios”, edificaron, en lugares abundancia de otrora.
Por su parte, la práctica de los ejercicios espiritua- de Cabrera, se caracteriza porque su riqueza fun-
les les permitió a los jesuitas, discernir “los mejo- damental ha sido espiritual y académica, además
res medios para lograr un fin”.1 Considerando que de contar con una privilegiada ventaja geopolítica.
el fin era promover la educación universitaria en Juan Romero y Diego de Torres fueron los jesuitas
Córdoba, las estancias fueron los mejores medios que iniciaron la misión en Córdoba y los que reci-
para asegurar su mantenimiento. bieron, primero, las donaciones del Cabildo de Cór-
doba y del obispo de Trejo y Sanabria para iniciar las
Desde 1615, cuando iniciaron la explotación agrí- obras. Y, luego, para construir un nuevo templo, el
cola-ganadera de la región, a partir de su primer de Manuel Cabrera y Villarroel, nieto del fundador,
establecimiento, la Estancia de Caroya, y de pues- que ingresa en la Compañía en 1626.
tos y quintas, se aplicó, en la organización de sus
conjuntos edilicios, un sistema de ejes cartesianos En la fundación cordobesa, la Orden modificó las
que partían de la iglesia y el claustro. Una trama invariantes del tipo de convento urbano, sobre
geométrica imaginaria ordenaba el espacio religio- todo su aislamiento intelectual y alejamiento del
so, el de residencia, el de trabajo, hasta el propio mundo. Su actividad se abrió hacia la población
espacio rural. En este marco, la actividad artística por la que veló espiritualmente y a la cual educó
requería una actitud ascética y una ornamentación “en virtud y en letras”, según el lema de su uni-
escasa que podría atribuirse a la época manieris- versidad. El conjunto ocupó dos unidades urbanas
ta; sin embargo, la evolución hacia la búsqueda completas y regulares hacia el sudoeste de la traza
de una evidencia física de lo sublime, destinada a fundacional.
“convencer” –rasgo típicamente barroco–, fue lo
que finalmente predominó y caracterizó a la pro- El espacio de uso sacro de los hermanos encontró
ducción cordobesa. su lugar en la pequeña ermita dedicada a los san-
tos Tiburcio y Valeriano (1589), existente en el pre-
El colegio, la universidad, el noviciado, la residencia dio cedido a los jesuitas. Sin embargo, lo reducido
y la iglesia de la Compañía de Jesús se ubican hacia de su capacidad exigió que construyeran, hacia el
el centro de la traza fundacional de Córdoba, nodo este, la capilla del noviciado llamada Doméstica,
estratégico del territorio colonizado, camino al Alto concluida en 1668.
Perú. Córdoba, fundada, en 1573 por Jerónimo Luis
El conjunto jesuítico cordobés testimonia las
1 San Ignacio de Loyola, Ejercicios espirituales, 8a ed; Madrid,
actividades desarrolladas por la Orden: espa-
Edapor. cios religiosos para la educación, públicos y
Imagen 1. Detalle de la
Cúpula de la Estancia
Jesuítica de Alta Gracia.
Foto: María Rebeca Medina.
Imagen 2. Claustro
de la estancia jesuítica
Santa Catalina. Foto:
María Rebeca Medina.
Figura 1. Epigrafe
Lemaire, sucesor de Cardenosa, tras haber aplica- Si se debe hablar de su morfología, la iglesia de la
do su oficio de astillero a la arquitectura, resolvió, Compañía de Jesús de Córdoba no responde a nin-
al modo de Del’Orme, el diseño de una serie de gún estilo, detalle que carece de importancia frente
pares de armaduras curvas de medio punto, sepa- a la magnitud de la obra. Retomando las invariantes
radas aproximadamente cada 0,80 m. Usó peque- de la arquitectura hispanoamericanas enunciadas
ñas piezas de cedro en su construcción, ajustadas por don Fernando Chueca Goitía, la Compañía es
entre sí con tarugos y clavijas también de madera. sinceridad, dignidad, volumen.2 La sinceridad es-
La superficie entre arcos está revestida con tela, tructural hace estéril la introducción de un lenguaje
pintada al temple con guirnaldas fitomórficas que clásico para ritmar el espacio interior, salvo algunas
recuerdan las guardas de imprenta en azul, verde, pilastras hoy desvirtuadas por las intervenciones del
carmín y negro sobre fondo dorado. Los nervios siglo XIX. Morfología y estructura son un mismo
estructurales quedaron definidos a modo de mol- concepto: los muros revocados en el interior y des-
duras curvas lisas, remarcadas en oro laminado nudos por fuera, soportan un friso de tablas labra-
con filetes laterales en carmín y azul. Lo mismo das y pintadas –las “empresas sacras”–, con óleos
hizo en la calota de la cúpula –treinta y dos cascos de los principales varones de la Orden entre tabla y
separados por pares de medios arcos que conver- tabla que sustituyen triglifos y metopas, motivo que
gen en un círculo central–, y en las pechinas, ha- se repite en el anillo inferior de la cúpula. Arriba, la
biendo contrarrestado el empuje con un anillo de cornisa marca el camino hacia el altar, punto focal
madera en la base de la circunferencia. del espacio sagrado.
La capilla Doméstica se cubre de la misma forma En el exterior, el pesado volumen de la nave y las to-
que el templo mayor –usando madera en la es- rres se acentúa por el muro de piedra y ladrillo a la
tructura y cañas en el cielorraso– y su ornamenta- vista, sin tratamiento artístico. Una cornisa cierra
ción es más rica y exuberante. Se afirma frecuen- el cuerpo de la nave y las capillas laterales, y, sobre
temente que fue utilizada a modo de prueba antes ella, se apoyan las dos torres cúbicas, remarcadas
de avanzar con la obra de la iglesia, aunque sus en horizontal por varias cornisas y rematadas por
construcciones son contemporáneas. Es factible cupulines piramidales. Algunos detalles en piedra
aceptar que dicha capilla fue el primer espacio re- sapo –fechas, flores, angelitos– quiebran, en lo
ligioso usado mientras se construía el principal,
cuyo testero plano se cierra en 1666. Más tarde,
2 Chueca Goitia, Fernando, Invariantes castizos de la arquitectura
en 1673, se concluye la torre de la izquierda y, al española. Invariantes en la arquitectura hispanoamericana. Mani-
año siguiente, se construye la derecha. fiesto de la Alhambra, Seminarios y Ediciones, Madrid, 1971.
Imagen 6. Iglesia de la
Compañía de Jesús.
Foto: G. Viramonte.
a la actividad productiva y que generaron un tipo —— Los patios de labor, también en claustro, pero
único, mestizo, americano: productivo, residen- sin galerías. A veces toman el nombre de obra-
cial, religioso y rural. En esta tipología arquitectó- jes, cuando están separados de los edificios
nica singular, la iglesia fue el hito significativo en principales o se ubican cercanos a aquellos de
el territorio, al cual se le agregaron componentes acuerdo a la actividad que se desarrollaba: car-
americanos –un atrio sobreelevado para extender pintería, herrería, bodegas, telares, etcétera.
la liturgia al espacio abierto, sus materiales y técni-
cas–, y, sobre todo, regionales –que responden a la —— Las rancherías, un claustro más sencillo, pero
necesidad que debía resolver el conjunto: produc- de grandes dimensiones donde vivían los afri-
ción y alojamiento–. canos esclavizados que, entre todo el sistema, al-
canzaron a una cifra cercana a las dos mil almas.
En todas las estancias, se repiten los siguientes
componentes: —— Un sistema de acequias que tomaban agua de al-
gún río o arroyo cercano para conducirla hasta las
—— Una iglesia o capilla: que puede responder a la reservas de agua o servir a los lugares comunes.
forma de una cruz latina (Córdoba, Santa Ca-
talina, Jesús María) o tener solo una nave recta —— Un tajamar, reserva de agua cercana a los edifi-
(La Candelaria, Caroya), o con crucero curvo cios, que permitía regar huertas y hacer traba-
(Alta Gracia). jar molinos y batanes.
—— Un atrio, definido por una pared baja, que pre- —— Sectores de huertas con frutales, hortalizas,
cede a la iglesia. etcétera.
lateral y los componentes productivos del tipo y la en la mesa real española–, así como acequias, moli-
transformaron en la proveedora de frutos del sis- nos, tajamar y los lugares comunes en la planta alta
tema. Es la única que posee una galería sobre su de la residencia, que se repiten en Alta Gracia.
acceso y un sistema de cubiertas que utiliza cabria-
das, ya que las demás lo hacen según un sistema Santa Catalina recuerda las iglesias alemanas de
abovedado. La construcción en su conjunto expre- peregrinación, al emerger sorpresivamente en el
sa la austeridad y sencillez típicas de las casonas paisaje serrano. Es la que mayor desarrollo edilicio
rurales del siglo XVII. alcanza, cuya iglesia repite el modelo jesuítico ro-
mano. La fachada despliega un desarrollo inusual
Sus espacios fueron escenario, además, de las lu- de curvas y contracurvas en la portada que jerar-
chas revolucionarias, ya que albergaron la primera quiza el cuerpo central, flanqueado por dos torres
fábrica de armas blancas. Más recientemente fue de tres cuerpos rematadas con cupulines. A ambos
el refugio donde encontraron albergue los prime- lados de la puerta de ingreso –enmarcada en pie-
ros inmigrantes italianos llegados para poblar la dra sapo–, una serie de columnas, semicolumnas
Colonia San Martín, creada por la Ley N° 1.597 o y pilastras quebradas avanzan sobre el muro apo-
Ley Avellaneda. yadas en un basamento que acompaña este movi-
miento y se expresa con mayor contraste de luz y
Si bien la fachada del templo de Jesús María que- sombras en los capiteles y en el entablamento que
dó inconclusa, se debe resaltar la grandiosidad del cierra el plano del primer cuerpo, para reaparecer
templo en cruz latina y su imponente cúpula, cu- por detrás y abrazar la ventana coral casi a modo
yos trabajos de ornamentación con ángeles de ras- de templete. El eje central de composición enfati-
gos indígenas ubicados en las pechinas merecen za el sentido ascendente en los ángulos quebrados
especial atención. de entablamento, juego que se reitera en el frontis
mixtilíneo quebrado. Círculos, cartelas, cruces, vo-
Las diferentes construcciones guardan una armonio- lutas, líneas curvas, ángeles, cuadrifolios, pinácu-
sa unidad, dada la homogeneidad de sus líneas en- los y veletas son parte del repertorio ornamental
volventes, los muros de piedra y ladrillo que rodean que se repite en la portada del cementerio y en la
el edificio y los gruesos pilares donde apoyan las bó- del patio de trabajo.
vedas de arista que cierran las galerías. Se destacan,
en esta estancia, los espacios de trabajo correspon- Como en la mayoría de estos edificios, dado que
dientes a la producción del vino –donde se elaboró sus diseñadores y maestros constructores eran
el “lagrimilla de oro”, primer vino americano servido parte de la propia Orden, no hay certeza sobre sus
autores, aunque todo indica que intervinieron her- Podría intuirse que, en el diseño de la estancia y/o
manos procedentes de Alemania. de la iglesia, trabajaron los jesuitas Juan Kraus
(Bohemia), Juan Bautista Prímoli y Andrés Bian-
En Alta Gracia, se destaca la iglesia (1723-62), de chi (Italia) y Antonio Forcada (Aragón).
nave única y crucero curvo, con cúpula sin tam-
bor interno, pero expresado en la morfología ex- La combinación de curvas leves y flexibles en ho-
terior y fachada de tres cuerpos con entablamen- rizontal y en vertical son las que definen la iglesia,
to mixtilíneo y sin torres. Similar singularidad se su atrio y los demás componentes de la estancia,
repite en la resolución del muro de fachada don- casi un eco de las cercanas cumbres serranas,
de conviven algunos recursos del lenguaje ma- contra las que recortaba su perfil blanco. El dina-
nierista con la expresividad del barroco tardío. mismo barroco no alcanza el desarrollo que puede
Su planta curva constituye una excepción dentro contemplarse en la iglesia de Santa Teresa de Cór-
de las tipologías jesuíticas en general y en parti- doba, ni el manierismo se acusa en el uso selecto
cular entre los ejemplos religiosos coloniales en de las combinaciones clásicas, aconsejadas por los
Latinoamérica. tratados de arquitectura de la época.
Los tres cuerpos verticales presentan, a primera La Candelaria fue la última estancia edificada por
vista, una partición evidente: un cuerpo central le- los jesuitas y la más extensa –si se exceptúa San
vemente retrocedido, sobreelevado de dos niveles Ignacio de los Ejercicios que no integra la declara-
y contenido por pares de pilastras toscanas parea- toria por su condición de ruina– pues, como todas,
das monumentales que comparten un basamento engendró a su alrededor la expansión de la pro-
complejo y sostienen un frontis mixtilíneo quebra- piedad, cuyos resultados fueron quince puestos,
do, y dos cuerpos laterales de menor altura. Las corrales de piedras y potreros.
pilastras enmarcan el eje de aberturas del cuerpo
central y sostienen los fragmentos extremos de en- En este caso, el tipo se aleja del complejo juego es-
tablamento, sobre los cuales se eleva un triángulo pacial de Il Gesu porque la región no requiere las su-
de bordes curvos –que recuerda la voluta que Vig- tilezas manieristas de aquel edificio. Posee una sola
nola introdujo en la fachada manierista de la casa nave, techada a par y nudillo. El lenguaje representa
matriz de los jesuitas–. Los laterales son muros la máxima austeridad jesuita en Córdoba. La facha-
planos que no responden a ningún espacio funcio- da presenta un solo cuerpo donde en el primer nivel
nal interior, sino que expanden a modo de pantalla se ubica un pórtico de pilastras y frontis y un arco
barroca la fachada. profundo como marco de la puerta de ingreso. A
Imagen 8. Iglesia de la
Compañia de Jesús. Detalle del
crucero. Foto: G. Viramonte.
Imagen 9. Salón de
Actos. Rectorado.
Foto: G. Viramonte.
9 10
11
Imagen 11. Cúpula de la modo de remate, aparece el segundo cuerpo con una y cúbico de la Iglesia de la Compañía domina el
Iglesia Estancia Jesús María. espadaña de tres arcadas que conforma en general alma de la ciudad y el espíritu de los cordobeses.
Foto: María Rebeca Medina. una composición de influencia clasicista con algunos
motivos vegetales policromados. Los últimos padres estancieros fueron apresados
el 12 de julio de 1767 y trasladados a Córdoba,
La residencia tiene un ingreso jerarquizado sobre tras lo cual ingresaron a ese mundo difuso de los
el atrio, en ángulo con la capilla, que repite un pór- jesuitas expulsos. Dejaron tras de sí un singular
tico con pilastras y frontis. conjunto que representa la primera organización
agropecuaria en toda la región, dotada de elemen-
En la madrugada del 12 de julio de 1767 los jesui- tos y recursos técnicos avanzados para su época:
tas fueron expulsados, primero de Córdoba y, en un modelo histórico de manejo de producción
pocos días, de todo el continente, al tiempo que se rural, de fusión entre la cultura europea y la ame-
confiscaban y remataban todas sus propiedades. Al ricana con el aporte de la mano de obra esclaviza-
momento de haber sido expulsada, la Orden conta- da, así como una expresión material única de la
ba con treinta y siete padres y treinta hermanos al experiencia religiosa, social y económica desarro-
servicio de los casi ocho mil vecinos de Córdoba, de llada durante más de 150 años por la Compañía
acuerdo al censo que en 1785 ordenó Sobremonte. de Jesús en Sudamérica.
En 168 años, un reducido grupo de religiosos ha- La tipología funcional y espacial jesuítica adquiere
bía ideado y construido una empresa espiritual y significado por la expresión de los materiales de
material que, en parte, quedó plasmada en el tem- la región –madera, ladrillo y piedra–, que asumen
plo mayor de su fundación: el volumen compacto protagonismo en el lenguaje y en la definición del
volumen, longitudinal y profundo, en cruz. Por so- territorial, complemento económico entre esta-
bre todo, la solución estructural y la ornamentación blecimientos urbanos y rurales, que posibilita-
en madera es lo que hace única en su tipo esta arqui- ba, a la Compañía de Jesús, el cumplimiento de
tectura que, por sus dimensiones singulares, ha sido sus metas educacionales y evangelizadoras.
señalada como una de las más valiosas de la ciudad.
La excepcionalidad del sitio se manifiesta en la
La estancia responde a la transculturación de las in- confluencia de dos tipos: por un lado la tipología
variantes españolas al territorio hispanoamericano. conventual europea, con iglesia principal, resi-
En virtud de ello, es posible destacar la adhesión a dencia y colegio en la ciudad; por otro, estable-
las siguientes invariantes: la nueva realidad del es- cimientos rurales que responden a una nueva
pacio, de su escala, que se entienden como el espa- tipología, donde se unen iglesia, residencia y
cio exterior sin límites y la dignidad en la respuesta factoría en un territorio productivo, vinculado
arquitectónica en un territorio periférico, cuya ma- entre sí. Este tipo de articulación fue única en el
terialidad deja constancia de la labor conjunta de la contexto cultural americano, con especialidades
mano de obra libre y esclavizada en un territorio in- productivas diferentes en cada una de las estan-
terno y estratégico del Virreinato del Río de la Plata. cias, sustentadas a partir de la construcción de
complejos sistemas hidráulicos.
La obra de la Compañía de Jesús en Córdoba, bajo
la figura de serie de conjuntos, ingresó a la Lista del En el conjunto, se destacan: el desarrollo de tec-
Patrimonio Mundial bajo el registro 995|2000 y nologías basadas en los recursos materiales y
está integrada por seis conjuntos: la Manzana Jesuí- humanos locales, y la utilización de los mutuos
tica en la ciudad de Córdoba y las Estancias de Caro- saberes de los actores: la orden y la mano de obra
ya (1616), Jesús María (1618), Santa Catalina (1622), africana e indígena, que produjeron expresiones
Alta Gracia (1643) y La Candelaria (1683). arquitectónicas, tecnológicas y artísticas mesti-
zas, donde se reflejan influencias manieristas y
4
En respuesta a los criterios (II) y (IV), su valor uni- barrocas reelaboradas localmente.
versal excepcional reside en ser:
12 13 14
15 16
L
a Quebrada de Humahuaca se encuentra no los valores de la arquitectura popular. La nueva
ubicada en la provincia de Jujuy, en la re- arquitectura, que podemos denominar moderni-
gión Noroeste de la Argentina. Es un es- dad apropiada para la Quebrada de Humahuaca,
trecho valle con un desarrollo cultural que contribuye a caracterizar aún más la región y le
se extiende por más de diez mil años en razón de otorga un valor de continuidad a un proceso cultu-
su rol como conector entre los países andinos y ral que llega hasta nuestros días.
el litoral atlántico. Los acontecimientos históricos
desarrollados a lo largo del tiempo se integran
armónicamente, dando como resultado variedad La Quebrada de Humahuaca:
de creencias, lenguaje, música, artesanías, asen- medio natural
tamientos precolombinos, pueblos y construc-
ciones hispánicos y poshispánicas que reflejan La estrecha fractura geológica de la quebrada es
un contexto cultural homogéneo con extraordi- una hendidura natural de 1 a 3 km de ancho y
narios valores paisajísticos. Por estas cualidades, 155 km de longitud extendida en dirección N-S,
la Quebrada de Humahuaca fue reconocida por flanqueada por cadenas montañosas de distintas
la Organización de las Naciones Unidas para la eras geológicas y recorrida por el río Grande. Ade-
Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) más, presenta una importante diferencia de nivel
como Patrimonio de la Humanidad en 2003, en la entre Volcán, pueblo ubicado al sur de la quebrada
XXVII Reunión Anual del Comité de Patrimonio que se encuentra a 1.500 m.s.n.m., y Abra Pampa,
Mundial realizada en París. situado al norte, a los 3.000 m de altura, confor-
mando un paisaje de extraordinaria belleza.
A partir de la declaratoria, la zona experimenta
cambios acelerados debido a la dinámica turística La Quebrada de Humahuaca posee un clima se-
y al desarrollo de la región. Como consecuencia de miárido, de escasas lluvias, con una media de
ello, existe un auge de la construcción que tiende a 10 °C en verano, e inviernos fríos y secos, con una
resolver problemas vinculados tanto con la pobla- marcada amplitud térmica entre el día y la noche.
ción permanente, como con los residentes tempo- Toda el área es un cajón colorido y serpenteante en
rarios o veraneantes y con visitantes ocasionales el que el agua brota entre los cerros y desciende
cuyo número se incrementa día a día. Esta arqui- dando origen a pequeñas vegas donde se agrupan
Imagen de apertura. tectura, tanto en lo que respecta a la construcción los caseríos. La Quebrada posee, así, una fisono-
Hornocal. Foto: Gustavo de viviendas, como a los servicios turísticos, pre- mía muy rica y particular por lo cual resulta un
Arévalos senta aciertos y desaciertos por cuanto reconoce o lugar de características excepcionales.
La Quebrada de Humahuaca: 1
contexto histórico-cultural
Este valle andino es el escenario de gran par-
te de los desarrollos culturales de la región y de
los países vecinos de América del Sur1. Hacia el
siglo III a.C. aparecen los primeros asentamientos
humanos permanentes; entre el 400 y 700 d.C. hay
un incremento poblacional significativo y hacia el
1.200 d.C. se generalizan las concentraciones en
poblados, especialmente en las zonas montañosas
por motivos defensivos. Cuando llegan los
españoles, existe en el área una gran diversidad
cultural, zonas habitadas por grupos indígenas
con alto nivel de desarrollo técnico y urbano, como
los omaguacas, uquías, tilcaras, purmamarcas
y tumbayas, cuyas agrupaciones generan los
“pueblos de indios”. Las ciudades capitales de la
región Noroeste conforman centros nucleares de
ocupación del territorio; Jujuy es la penúltima en
fundarse en 1593.
Imagen 1. Calles de
Humahuaca. Foto:
Arq. Néstor José.
Pueblos de la quebrada
El valor de la producción urbano-arquitectónica
radica en la armónica relación que existe entre la
naturaleza y la obra del hombre, característica que
permanece en el tiempo, consecuencia de perío-
dos de aislamiento y estancamiento del área desde
fines del siglo XVIII. Purmamarca y Tilcara cons-
tituyen piezas únicas que se destacan del conjunto
de pueblos mencionados en función de sus carac-
terísticas urbano-arquitectónicas que permiten
identificar la producción popular de la quebrada,
pero también por sus lugares de emplazamiento y
su relación con el sitio.
2 Lengua hablada por los primitivos quechuas extendida por Imagen 2. Purmamarca.
los incas a todo el territorio de su imperio y por los misioneros Foto: XXXX
católicos a otras regiones de América del Sur.
azules y violáceos. Se encuentra a 84 km al norte conservan el diseño original del período incaico.
de San Salvador de Jujuy y a 25 km de Purmamar- Fue puesto en valor y reconstruido a partir de 1940
ca y, a diferencia de todos los demás pueblos, se y constituye un elemento de atracción importan-
ubica en la margen izquierda del río Grande, sobre te, tanto de visitantes circunstanciales, como de
ruta nacional 9. El pueblo debe su nombre a los especialistas.
indígenas omaguacas y tilcaras, expertos tejedores
y alfareros,4 que habitan estas tierras desde hace
más de 900 años. Tilcara conforma un asenta- Notas de una arquitectura apropiada
miento de trazado reticular, con calles inclinadas y
en pendiente hacia el río Grande; las edificaciones En los años recientes, un grupo de arquitectos de
de adobe integran paulatinamente otros sistemas la región Noroeste realizó obras en la quebrada,
constructivos y formales, sumando, a la imagen especialmente en Purmamarca y en Tilcara, que
del modelo hispánico, la del período republicano. revelan una actitud reflexiva respecto del contexto
Su conexión directa con el ferrocarril y el camino físico y cultural. Se trata de una producción que na-
nacional propician una mayor exposición a los ció del sector privado y atiende los requerimientos
cambios que a su vecina Purmamarca. La iglesia, funcionales derivados del desarrollo turístico. En
localizada en la plaza chica del pueblo y dedicada esta arquitectura se reconocen algunos elementos
a San Francisco, data de 1797 y se destaca por su que están presentes en las construcciones popula-
tamaño, el doble campanario y la fachada plana; res. Se trata de una arquitectura que manifiesta un
es Monumento Histórico Nacional desde 1941.5 A sincretismo entre la producción local y las corrien-
escasos kilómetros del centro, se encuentra el Pu- tes contemporáneas demostrado, por ejemplo, en
cará o "fortaleza", edificado por los primitivos ha- la optimización de las técnicas tradicionales de
bitantes; estratégicamente localizado y de organi- construcción mediante la incorporación de las in-
zación más compacta, sus estructuras defensivas novaciones propias de nuestro tiempo. Esta nueva
arquitectura, denominada modernidad apropiada,
4 Fueron dados en encomienda a don Antonio de Argañaraz y tiene algunas notas sobresalientes que sintetiza-
Murguía y sus herederos. Según un historiador jesuita, el pue- mos de la siguiente manera:
blo formado por los indios Tilcara estuvo, si no en el mismo
sitio actual, al menos en las inmediaciones y su fundación se a. En relación con la cultura: la simbiosis cultural
remonta a 1586.
propicia, en estos asentamientos, una síntesis armó-
5 Decreto nacional 95.687 de 1941. La iglesia fue construida y
reconstruida varias veces a lo largo de su historia: a fines del
nica en lo morfológico, funcional y tecnológico me-
XVIII, 1853, 1879, 1894 y 1941, según registros. diante un proceso de integración que abarca desde
lo prehispánico hasta lo contemporáneo. La arqui- En la escala menor, existe una clara ubicación del
tectura vernácula es el soporte de diferentes moder- ser humano en su entorno inmediato donde, a tra-
nidades (como la introducida por el ferrocarril o la vés de formas instauradas, crea, también, un lugar:
del neocolonial) sin perder identidad. En la imagen el de su mundo más íntimo, el de su microcosmos.
resultante, los nuevos procesos constructivos se inte-
gran, ya que la arquitectura popular continúa trans- c. En relación con el diseño: las formas se gene-
mitiendo formas físicas ancestrales y actúa como ran a partir de una volumetría simple, clara y de
respuesta eficiente a un modo de vida, al paisaje, al formas más bien blandas. Las cualidades estéti-
clima y a la tecnología. La producción arquitectónica cas están vinculadas a las texturas de los materia-
representa la mayor parte del ambiente edificado y es les y del paisaje y se transmiten de generación en
de carácter anónimo, al ser producto del grupo, antes generación. Las viviendas, tanto urbanas como
que de un individuo. Por lo tanto, la nueva arquitec- rurales, responden a la “composición a patios”,
tura se inserta respetando el paisaje construido en lo sistema que organiza las habitaciones y la vida
que respecta a materiales y aspectos formales. familiar. El clima más bien benigno y escaso de
lluvias favorece la vida al exterior, y este espacio,
b. En relación con el sitio: existe una actitud de res- además de su rol social, contribuye a solucionar
peto por el medio natural por cuanto las construc- el problema del calor seco mediante la vegeta-
ciones se adecuan a los planos del terreno y gene- ción. Por lo tanto, siguiendo la morfología de la
ran un producto que se caracteriza como síntesis montaña que la enmarca, la arquitectura conjuga
de agrupaciones edilicias con rasgos naturales; se ese sinnúmero de formas particulares en un con-
recuestan o semientierran en la ladera de los cerros junto mayor. Adaptándose a los cambios y, con
o se localizan en la proximidad de las vertientes alta dosis de intencionalidad, el diseñador con-
para obtener, con mínimos recursos, la mejor so- serva las figuras blandas, aunque ya no tan sim-
lución funcional, estructural y estética. Esta arqui- ples, con cualidades estéticas propias de las textu-
tectura es de naturaleza abierta, tiene capacidad de ras de los materiales y del color que las vinculan
agregación, admite cambios que no destruyen vi- al lugar, y busca recrear, por ejemplo, la idea del
sual ni conceptualmente la idea original, situación caserío mediante la composición en más de un
equivalente a la del medio natural que conjuga un cuerpo, propio del sistema tradicional de agre-
sinnúmero de formas particulares integradas en un gación. Para equilibrar la horizontalidad natural,
conjunto mayor. El ambiente de la quebrada pro- utiliza elementos verticales de acuerdo con la for-
porciona múltiples posibilidades y el quebradeño ma de álamos y cardones, con la orientación de la
resuelve cada situación en función de su necesidad. edificación explora respuestas adecuadas al clima
6 7
Imagen 6. Carnavales.
Foto: Gustavo Arévalos.
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Imagen 9. Humahuaca.
Foto: Mauro García
Santa Cruz.
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Imagen 13. Cerro de Siete y propicias para obtener las mejores visuales; en el día y lo difunden durante la noche. El material
Colores Purmamarca. tanto que la búsqueda de privacidad se obtiene cerámico (ladrillos, tejas, tejuelas, baldosas) se
Foto: Gustavo Arévalos. con la construcción de pircas altas. incorpora a través de los colonizadores, pero solo
el ladrillo y la baldosa pertenecen a la arquitectu-
d. En relación con los procedimientos constructi- ra popular. Los diseños revelan el uso tradicional
vos: Los nuevos sistemas de construcción preten- de mampuestos de adobe revocado tipo bolseado
den, con mayor o menor fidelidad a los del pasado, a los que se imprime el color de los cerros, las
conservar los materiales y la tradición constructiva gamas varían de los rojos a los terrosos o ama-
empleados en las “casas de los antiguos”,6 como la rronados, y la piedra destaca algunos sectores o
piedra, el barro y las fibras vegetales, con alta efi- detalles como zócalos o muros divisorios. Las cu-
ciencia térmica porque absorben el calor durante biertas se hacen a dos aguas en las que:
6 Los lugareños denominan "antiguos" a los habitantes del pe- [...] Las maderas de álamo y algarrobo se utilizan
ríodo prehispánico. para estructuras y entrepisos; la queñoa, por ser
una pieza corta, en dinteles. Las cañas y la madera o tejidas en telar, hogar a leña en la zona pública,
de cardón en forma de tablas, proveen la superfi- mantas, tapices regionales y vajilla de barro pintada
cie necesaria para extender la cubierta de torta de a mano, complementan la experiencia del espacio
barro; los antiguos tientos usados para unirlas se arquitectónico.
reemplazan por soga o alambres (Paterlini, 1997).
14
Esta red vial es algo más que un simple rumbo tra- conectando numerosos centros de producción, ad-
zado. Está cubierta por servicios y señales, con pun- ministrativos y ceremoniales que se fueron constru-
tos de avituallamiento y de descanso. Tenía puentes yendo durante más de dos mil años de cultura andi-
para cruzar ríos o quebradas, en algunos casos tú- na. El elemento geográfico que estructuró la red vial
neles para disminuir distancias y, en muchos otros, fue la cordillera de los Andes, recorriéndola de norte
enlosados y empedrados para transitar en superfi- a sur desde Colombia hasta la Argentina, vinculan-
cies parejas. Había caminos amurallados, pero tam- do Ecuador, Perú, Bolivia y Chile. En la República
bién elevados para cruzar pantanos o aguajes. Don- Argentina el Sistema Vial Andino se extendió desde
de los trazos no son fácilmente conservables, como Jujuy hasta Mendoza, atravesando Salta, Tucumán,
en los desiertos, otras marcas servían para señalar Catamarca, La Rioja y San Juan.
el camino y poner sus límites. Son caminos para
peatones, pero también para caravanas de caminan-
tes acompañados de llamas, los animales de carga El camino hacia la inscripción
andinos. Son caminos colectivos. También había
como Patrimonio Mundial
caminantes solitarios, pero más que simples traji-
nantes eran funcionarios de un sistema de correo El Qhapaq Ñan – Sistema Vial Andino se destaca
—llamados chaskis— que estaban al servicio del como una obra única en la historia de la humanidad
régimen político dominante (Lumbreras, 2006). al combinar tres características principales: exten-
sión, localización y funcionalidad. La primera, la de
El Qhapaq Ñan – Sistema Vial Andino es una red extensión, porque constituye una de las redes viales
de caminos que atraviesa el territorio de seis países de mayor desarrollo y amplitud construidas por un
situados en el oeste de América del Sur. La senda “Estado premoderno”.1 La segunda, la de localización,
andina, como también se la conoce, fue consolida- porque se ubica en una de las regiones montañosas
da y extendida a partir de la segunda mitad del siglo más accidentadas del mundo. La tercera y última, la
XV y hasta el siglo siguiente por el Imperio Inca o de funcionalidad, porque fue concebida únicamente
Tawantinsuyu, aquel “territorio con cuatro rumbos o para ser utilizada por caminantes y animales de carga,
regiones” (Lumbreras, 2006). El Tawantinsuyu tenía especialmente por llamas y en menor medida alpacas.
su centro en Cusco y desde allí partían caminos ha-
cia los cuatro puntos cardinales. Estas vías utilizadas
1 Se entiende como “Estado premoderno” al período previo al
Imagen de apertura. por los incas fueron mucho más que un conjunto
de la modernidad caracterizada por la industrialización y urba-
Ente Autárquico de rutas de comunicación. Constituyeron el eje cen- nización de lo “económico” y de la formación del Estado en “lo
Tucumán Turismo. tral del proyecto político y económico del imperio, político” (Romero, 1998).
En 2014 y luego de trece años de trabajo sostenido de más de una década de trabajo compartido, en
por parte de los equipos técnicos de los Estados inter- febrero de 2013, el expediente fue presentado a la
vinientes y también de las comunidades asociadas, el UNESCO para ingresar a la Lista de Patrimonio
Qhapaq Ñan – Sistema Vial Andino fue inscripto en Mundial en la categoría de Itinerario Cultural.
la Lista de Patrimonio Mundial como un Itinerario Este acontecimiento marcó un hito en este orga-
Cultural de naturaleza seriada y transnacional.2 nismo, pues significó el compromiso colectivo de
los representantes de los seis países andinos que
La declaratoria fue impulsada inicialmente por la emprendieron el desafío de identificar, registrar,
República del Perú, que en mayo de 2001 inscri- documentar, conservar y poner en valor aquellos
bió el sitio en la lista tentativa de su país. Al año caminos y sitios arqueológicos que conformaban
siguiente comenzaron a sumarse a la iniciativa el sistema vial. En mayo del mismo año, el expe-
los restantes gobiernos, que acordaron desarro- diente de postulación fue declarado admisible para
llar acciones conjuntas para la postulación ante la su evaluación y en octubre los especialistas de
Organización de las Naciones Unidas para la Edu- ICOMOS visitaron los sitios y tramos de camino
cación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO).3 Luego propuestos para emitir un dictamen y realizar una
serie de recomendaciones a la postulación.4
2 La inscripción se concretó en junio de 2014 durante la reunión 38a
del Comité de Patrimonio Mundial celebrada en Doha, Qatar. Partici-
paron las seis delegaciones de los países involucrados, entre los que se El Tawantinsuyu y los caminos
contaban representantes de los ministerios y organismos vinculados
con las áreas de Cultura, Patrimonio, Turismo, Relaciones Exteriores del imperio incaico
y las Secretarías Técnicas del Qhapaq Ñan, entre otras. Se consultó:
http://www.cultura.gob.ar/noticias/el-qhapaq-nan-sistema-vial-andi- El Cusco, la capital del Imperio Inca, fue una
no-fue-declarado-patrimonio-mundial-por-la-unesco/. ciudad que se consolidó en el siglo XIII como
3 En el año 2002 los representantes de la Argentina, Bolivia, Chile, su centro de poder político, social y económico.
Ecuador y Perú (luego se sumaría Colombia) se reunieron en la ofi- Desde allí partían los caminos hacia los cuatro su-
cina de la UNESCO en Montevideo, junto con representantes del
yos o naciones, al que hacía referencia la palabra
Centro de Patrimonio Mundial y firmaron un acta para promover
acciones conjuntas de investigación, metodología de valoración e
incorporación comunitaria. También acordaron políticas de desa-
rrollo y turismo sostenible de carácter regional. El Centro del Patri- 4 En el caso de la Argentina la evaluación de los sitios fue rea-
monio Mundial se comprometió a preparar la primera reunión de lizada por la arquitecta cubana Ángela Rojas, del Comité Inter-
expertos para iniciar los trámites de presentación de la candidatura. nacional de Itinerarios Culturales de ICOMOS. Véase: http://
(Comité de Gestión del Programa "Plan de Acción para el Desarro- prensa.mendoza.gov.ar/trabajan-para-declarar-a-qhapaq-nan-
llo del Qhapaq Ñan - Camino Principal Andino", 2006:19). como-patrimonio-de-la-humanidad/.
Tawantinsuyu, señalando así una división territo- caminos troncales o “señoriales” como los define el in-
rial basada en relaciones de dualidad, tripartición y vestigador citado, y los caminos transversales, a lo lar-
cuarta-partición, propias de la mentalidad inca (Fe- go de la cordillera de los Andes y sus valles intermon-
liú Franch, 2009:140). El territorio del imperio al- tanos, fueron generando ecorregiones enlazadas por
canzó una vasta superficie de más de tres millones medio de las redes de comunicación o Qhapaq Ñan,
de kilómetros cuadrados organizado por medio de término que en lengua quechua significa “camino
los mencionados suyos. Y por ello podríamos decir real” o “camino del rey”.
que el Qhapaq Ñan se origina en la plaza inca de
Hauk’aypata, en el corazón del Cusco, ya que allí Si bien varios de los caminos ya habían estado en
convergían y divergían dioses, hombres, animales uso por antiguos pobladores de los respectivos lu-
y recursos de todo el mundo andino. gares, la red vial alcanzó su pleno desarrollo bajo la
compleja administración del Imperio Inca, especial-
Los caminos integraron, vincularon y comunica- mente entre los años 1450 y 1536. En este período
ron la capital incaica con todas las poblaciones y se realizaron no solo obras viales sino también edi-
los núcleos complementarios al servicio del co- licias que contribuyeron a la consolidación de la or-
mercio, intercambio, producción y culto a través ganización política y económica del Tawantinsuyu.
de centros administrativos, productivos, militares
y religiosos en las cuatro regiones del Tawuantin- Todos los bienes materiales e inmateriales here-
suyo. El Chinchaysuyo, hacia el noroeste, llegando dados de aquellas rutas “diseñadas para la circula-
hasta el río Ancashmayo en Pasto, Colombia. El ción a pie, no para el caballo ni la rueda, medios de
Antisuyo, hacia el noreste, en los valles subtropica- transporte de los conquistadores” (Guijarro y Car-
les y en parte de la selva baja amazónica. El Con- delús, 2012) conforman un sistema patrimonial
tisuyo o Kuntisuyo, al sudoeste, abarcando parte de inédito en la historia de la humanidad, por haber
la costa peruana hasta el río Maule en Chile. Y el sido –y aún lo mantiene– un testimonio vivo del
Collasuyo o Qollasuyo, al sudeste, sobre gran parte intercambio cultural entre las naciones.
del actual territorio boliviano, y hasta la provincia
de Mendoza, en la Argentina.
El valor universal excepcional del
Para Luis Lumbreras, estos cuatro caminos constitu- Qhapaq Ñan – Sistema Vial Andino
yen “solo es el tronco”, siendo cada uno de los puntos
que la traza toca “un nudo desde donde nacen otros Durante la etapa de la preparación del dossier que
caminos laterales”. Los más de 23.000 km, entre los se presentó ante la UNESCO se inventariaron
más de quince mil kilómetros y cerca de ciento El valor universal excepcional del Qhapaq Ñan
cincuenta sitios asociados que caracterizaban la como obra creativa del genio humano se apre-
vialidad inca en distintas geografías (Rolandi y Ra- cia en su conjunto, como elemento integrador
faelle, 2012:1). Este trabajo conjunto entre los seis de poblaciones, culturas, ambientes, recursos y
países, y en el caso de la Argentina, entre las siete deidades. También por los desafíos que debió en-
provincias por donde pasó la senda andina, con- frentar y por la originalidad de las soluciones pro-
fluyó en la identificación de los segmentos de ca- puestas sin parangón en la historia de la huma- Imagen 1. Camino
minos y sitios asociados. También en la valoración nidad. Por ello se estimó y se sostuvo que el valor a la Ciudacita. Foto:
de poblados y comunidades que hasta el presente de este bien patrimonial no reside en un segmen- Ente Autárquico
mantienen vigente este legado cultural. to o región particular, sino fundamentalmente Tucumán Turismo.
En Perú, por ejemplo, los caminos longitudinales El Sistema Vial Andino en Colombia fue parte de las
y transversales son el resultado perfecto del control estrategias económicas básicas para la configuración
territorial. En su territorio son evidentes los testimo- de los territorios tribales, aquellos que en el siglo XVI
nios más valiosos de la ingeniería caminera inca, a los colonizadores llamaron “provincias”. Actualmen-
partir del diseño de calzadas y puentes, cuya tecno- te varios de los caminos continúan enlazando comu-
logía vial alcanzó aquí su máximo desarrollo. A esto nidades locales, formando parte fundamental de las
se suman las construcciones que integran los mo- redes de solidaridad y de los lugares en los que la gen-
numentales centros administrativos, de servicios y te lleva a cabo peregrinajes y festividades religiosas.
ceremoniales. La senda andina se mantiene viva en
Perú porque algunos pueblos la continúan usando El Qhapaq Ñan en Bolivia se internó por zonas am-
como sistema de comunicación. Quizás el puente bientalmente diversas como son las yungas o valles
colgante Q’eswachacka es uno de los símbolos más húmedos. Se destacan en suelo boliviano la ruta
representativos del tramo peruano, ya que desde Desaguadero-Viacha, que vinculaba esta región
hace más de 600 años es anualmente renovado por con el Cusco, a través del lago Titicaca, y el camino
los pobladores de cuatro comunidades cercanas al del Choro, que refleja la complejidad de las rutas
distrito de Quehue, en Cusco, siendo los maestros prehispánicas en topografías dificultosas.
chakaruwaq los encargados de su tejido.6
En Chile, el Qhapaq Ñan es un sistema vial planificado
En Ecuador, en tanto, el Qhapaq Ñan se caracteriza inserto en un paisaje único de extremas condiciones de
por la condición extraordinaria de sus recorridos, or- aridez y de altura. Ello dio cuenta de la voluntad y ne-
ganizados para atravesar una de las orografías más cesidad de expansión del Tawantinsuyu en esas tierras,
complejas de América, como lo es la sierra ecuato- motivada, principalmente por la obtención de recursos
riana y también, por las asombrosas técnicas cons- minerales, expresada, en la mayor cantidad de redes de
tructivas utilizadas. Aquí sobresalieron los “indios caminos y sitios arqueológicos ligados a la explotación
mercaderes” o mindalaes, que contribuyeron en la pla- minera. La hazaña del inca en ese territorio inhóspito
nificación del espacio para las comunicaciones a corta se logró concretar gracias al intercambio que sostuvo
y larga distancia, especialmente para el intercambio con las poblaciones locales que le transfirieron la suma
de productos entre diferentes pisos altitudinales. de conocimientos ancestrales necesarios para el domi-
nio y la travesía del desierto de Atacama.
6 Se consultó http://qhapaqnan.cultura.pe/noticias/recreaci%C3%B3n-
del-puente-qeswachacka-se-realizar%C3%A1-en-el-smithsonian-folkli- Finalmente, los tramos de caminos y los sitios aso-
fe-festival el 12 de agosto de 2016. ciados que la Argentina aporta al Qhapaq Ñan
constituyen el testimonio de un fenómeno de inte- Criterio (IV): por presentar casos sobresalientes de ti-
gración multicultural. Al mismo tiempo son ejem- pos de construcciones y paisajes culturales que ilus-
plos de diversidades ecológicas sin precedentes, tran un período significativo de la historia humana.
surgiendo la traza de los caminos en respuesta de
desafíos logísticos, entre ellos la extracción y alma- Criterio (VI): por estar el Qhapaq Ñan directamente
cenaje de recursos agrícolas, pastoriles y mineros, de asociado con acontecimientos y tradiciones vivas y
la movilización de obra y aprovisionamiento de vías también con creencias de significación universal.
que surcan vastos desiertos. También a causa de un
manejo militar y cultural excepcional de las fronte- Asimismo y para establecer la contribución que los
ras políticas y de una tradición espiritual única en el segmentos nacionales aportan al valor universal ex-
mundo que rindió culto a las montañas practicando cepcional de los tramos de camino y sitios seleccio-
ritos y sacrificios en adoratorios establecidos en cum- nados como Itinerario Cultural, se tomaron cinco
bres situadas a más de cinco mil metros de altura. aspectos que distinguen la presencia incaica en el
territorio: 1° Conectividad entre pueblos y ambien-
tes diferenciados; 2° Testimonio del Tawantinsuyu,
Los criterios de inscripción del como fenómeno de integración política y cultural,
sin parangón en la historia americana; 3° Obra ex-
Qhapaq Ñan – Sistema Vial Andino
cepcional por su monumentalidad y sofisticación
y el valor universal excepcional tecnológica; 4° Testimonio único de interacción
de los tramos y sitios argentinos humana con el medio y 5° Asociación con prácticas
religiosas de significado universal excepcional.
La inscripción del bien ante la UNESCO se realizó a
partir de la justificación de cuatro de los diez criterios
que el organismo internacional propone para la in- Desde Santa Ana, en Jujuy,
clusión de los sitios en la lista de patrimonio mundial. a Puente del Inca, en Mendoza,
Criterio (II): por la conectividad entre pueblos y am- los sitios significativos del Itinerario
bientes diferenciados y por constituir un importante Cultural en la Argentina
intercambio de valores humanos durante un período.
El Sistema Vial Andino se extendió en la Argentina
Criterio (III): por ofrecer un testimonio único de por las actuales provincias de Jujuy, Salta, Tucumán,
una tradición cultural o civilización. Catamarca, La Rioja, San Juan y Mendoza, abarcando
el norte y centro andino del país. En ese ámbito geo- Para la selección de tramos y sitios asociados la
gráfico los incas construyeron cerca de 3.000 km de Nación acordó con cada una de las provincias una
caminos que atravesaron la alta puna, valles y que- serie de criterios que debían cumplir los bienes
bradas. Varios de estos caminos cruzaron hasta la ac- elegidos como testimonio del Qhapaq Ñan. Se
tual República de Chile a través de rutas transversa- trataba de cuatro criterios que debían poseer: re-
les coincidentes con los pasos cordilleranos. El más presentatividad territorial; representatividad con-
austral de ellos fue el de Uspallata, en la provincia de textual; representatividad tecnológica y factibilidad
Mendoza, que es actualmente el más relevante en la de gestión (Rolandi y Raffaele, 2012).
conexión entre los países trasandinos.
Cuadro N° 1. Datos cuantitativos relacionados con los tramos y sitios del Qhapaq Ñan
2.974,483 665.062,78
Total 488,81 308 10000 231 100
Fuente: Elaboración propia a partir del expediente de postulación del Qhapaq Ñan – Sistema Vial Andino, INAPL.
(INAPL: Instituto Nacional de Antropología y Pensamiento Latinoamericano. Informe final 2014).
Figura 6. Escribir
epigrafe de foto
La Ciudacita en Tucumán,
un sitio arqueológico de altura
La provincia de Tucumán ofrece uno de los conjun-
tos más importantes que tuvo el Imperio Inca en el
actual territorio argentino. Se trata del complejo ar-
queológico de altura La Ciudacita,12 considerado por
los expertos como uno de los sitios incaicos más rele-
vantes del noroeste por presentar la mayor cantidad
de rasgos arquitectónicos imperiales o de primer or-
den (Raffino et al. 1978). Existen varias hipótesis en
relación a la función del conjunto descubierto en el
siglo XIX y situado a 4.200 m sobre el nivel del mar.
12 Varios han sido los nombres con que “La Ciudacita” ha sido lla-
mada desde su descubrimiento. Entre ellos “Pueblo Viejo del Acon- Imagen 3. Foto:
quija”, “La Ciudad Legendaria”, “Ruinas de los Nevados”, “Pucará Ente Autárquico
de Las Pavas”, “Nevados del Aconquija” (Ataliva et al. 2010: 161). Tucumán Turismo.
su morfología el conjunto sobresale por las varias hitos, mojones o tupus, que no se han detectado en
líneas de murallas, las cuales alcanzan una exten- otros sectores de la red vial en la Argentina.
sión aproximada de 3 km lineales, y presenta largas
interrupciones. Las técnicas constructivas emplea- En el tramo riojano del Qhapaq Ñan, la imponente
das en la edificación no son homogéneas; muestran presencia del Famatina, por sus condiciones geo-
diversidad en relación a su factura. Se destacan a lo gráficas y las características en materia geopolítica,
largo del recorrido del Pucará, una serie de abertu- le ha conferido un plano de relevancia en el con-
ras a modo de miradores de forma cuadrangular de texto de la dominación incaica regional sobre las
alrededor de 20 a 30 cm. Desde algunas de ellas se poblaciones locales. Es por ello que son llamativas
puede observar la cumbre del Aconquija donde se en esta región las variadas tipologías de los cami-
encuentra La Ciudacita en su sección oriental. nos, con calzadas múltiples y de anchos inusuales
para esta zona, a lo que se suman los marcadores
espaciales a intervalos regulares. También, la pre-
El Qhapaq Ñan en La Rioja sencia de santuarios próximos entre sí le otorga al
tramo una singularidad especial.
La provincia de La Rioja aporta al Qhapaq Ñan de
la Argentina el tramo Los Corrales - Las Pircas, que
tiene un desarrollo aproximado de 40 kilómetros. El San Juan y los tramos
sistema vial de todo el territorio provincial está muy del Qhapaq Ñan
relacionado con la sierra de Famatina, considerada
hasta el momento como el área de mayor relevancia En la provincia de San Juan13 las dos seccio-
en cuanto a sistemas de sitios incaicos en La Rioja. La nes del sistema y los tres sitios arqueológicos
mayor parte de la senda inca en la ladera oriental de se encuentran en el departamento de Iglesia al
la mencionada sierra presenta restos de caminos con
construcciones formales y traza intacta. Son visibles
tramos de caminos con buena visibilidad arqueológi-
ca y que conservan además elementos originales de 13 Los componentes arqueológico, ambiental, geológico, geo-
construcción. La presencia de caminos dobles o dua- morfológico, social, etnográfico, legal, fotográfico y cartográfico
les, comparables con los caminos incas peruanos, fueron analizados, estudiados y desarrollados por la Secretaría
de Cultura de la Provincia y la Dirección de Patrimonio Cultu-
son para los especialistas algunos de los rasgos más
ral y Natural de la Provincia de San Juan. El trabajo se comple-
destacados del tramo riojano. También lo es la pre- menta con talleres participativos para posibles prestadores de
sencia de componentes de la espacialidad inca como servicio y un programa especial de capacitación.
noroeste de la provincia.14 Estos son: sección del del período temprano. El sitio arqueológico An-
camino Angualasto – Colangüil, con dos sitios gualasto tiene una superficie de 10,08 ha.
arqueológicos: Punta del Barro y Angualasto, y la
sección llano de los Leones, con el sitio arqueoló- La aldea de Angualasto está compuesta por las
gico: Morro Negro. viviendas, canales, caminos y corrales. Posee una
técnica constructiva de los antiguos habitantes de
La sección del camino Angualasto – Colangüil: tie- estos asentamientos, las construcciones en tierra
ne 1,80 m de ancho por 1.293 m de largo y su área “tapias”. Se considera que el “manejo del recurso
núcleo es de 1,42 ha; este tramo de la ruta incaica tierra formó y condicionó casi toda la actividad, a
incluye sitios asociados localizados entre los 2.147 tal punto que el sistema de riego cuenta con una
y 4.264 m.s.n.m. El sitio arqueológico Punta del impermeabilización de las acequias hecha a partir
Barro tiene una superficie declarada como área de arcillas cocidas. También es destacable la pre-
núcleo es de 3,98 ha. La cultura de Punta del Barro sencia de hornos” (Descripción de Argentina, ex-
manifiesta continuidad espacial con Angualasto pediente Qhapaq Ñan).
en los sistemas de cultivo e irrigación presentes en
todo el valle de Iglesia. Su nomenclatura coincide La sección llano de los Leones se encuentra dentro
con la definición de Gambier, M. (1993) al hablar del Parque Nacional San Guillermo; tiene 1,80 m
de la fase cultural de Punta del Barro como parte de ancho por 226,45 m de largo y su área núcleo es
de 1,42 ha. Se vincula directamente con las relacio-
nes económicas, específicamente la extracción de
fibra de vicuña por el Tawantinsuyu. Por este moti-
14 Normativa vigente para el caso de la provincia de San Juan, vo es testimonio de la singular concepción según
Yacimiento Arqueológico Angualasto: Ley N° 7.300 de 2002, la cual los recursos “silvestres” eran propiedad del
actual Digesto Provincial Ley N° 727-F, declarado Monumento Estado. Se realizaba la práctica incaica de esquilar
Histórico, Sitio Histórico y Sitio Arqueológico San Guillermo
la vicuña (chaku). En esta sección se asocia el sitio
(sección llano de los Leones y Sitio Morro Negro):
-El Programa MAB de la UNESCO declarado como Reserva de arqueológico Morro Negro: la superficie declarada
la Biosfera. como área núcleo es de 9,74 ha. Se aprecia la única
-Ley nacional N° 25.077. Que declara como Parque Nacional a elevación (Morro Negro) existente en esa planicie
la Reserva de San Guillermo. y es allí donde se ha formado un sitio merced a
-Ley provincial N° 6.788 de 1997, adhiere a la declaratoria del
la sucesiva y periódica actividad que favoreció la
Parque Nacional.
-Decreto del Poder Ejecutivo Provincial N° 2.164/72, declarado
acumulación de fragmentos cerámicos y líticos de
Reserva Provincial origen incaico.
Imagen 5. La Ciudacita.
Foto: Ente Autárquico
Tucumán Turismo.
Imagen 6. La Puerta del la provincia los tampus o tambos16 de Tambillos, y Finalmente, Mendoza inscribió la sección Puente
Sol. Foto: Ente Autárquico de Ranchillos, localizados junto a los arroyos homó- del Inca que incluye cuatro sitios asociados: el pro-
Tucumán Turismo. nimos. La funcionalidad de los mismos, señala Ro- pio Puente del Inca, una formación geológica que
berto Bárcena (1993), excedía la de meras posadas cruza el río Cuevas; el tambo de Confluencia y dos
puesto que incluían recintos para las manufacturas sitios ceremoniales de altura: el cerro Penitentes
estatales u otras funciones, constituyéndose algu- (4.200 m) y la Pirámide de Aconcagua (5.600 m).
nos en centros administrativos locales y regionales. Esta última, situada en el cerro Aconcagua (6.962
Los tambos están configurados según un patrón m), el más alto del continente americano, presenta
arquitectónico que incluye una kancha, llamado en una estructura pircada, el cuerpo momificado de
también “RPC” (rectángulo perimetral compuesto), un niño con su ajuar funerario, capacocha, inca más
que poseía diversas posibilidades funcionales: pla- austral y oriental conocida en el Collasuyu.
zas intramuros y corrales, entre otros.
Consideraciones finales
16 Los tambos de apoyo fueron construidos en lugares que reu-
nían las condiciones naturales apropiadas para proveer la logís-
tica de los viajeros, como agua potable, pasturas para los camé- El Qhapaq Ñan – Sistema Vial Andino ha sido des-
lidos de carga, terrenos aptos para la agricultura y suelos firmes tacado no solo por el valor del bien patrimonial,
alejados de las zonas pantanosas. sino también por la gestión desarrollada para su
postulación. Por primera vez en los cuarenta años conocimiento más profundo del patrimonio mate-
que llevaba hacia 2014 la Convención de Patrimo- rial e inmaterial, tanto entre regiones y culturas de
nio Mundial, seis países se unieron para postular la zona andina argentina como de los países que
un sitio cultural. La cooperación regional, nacional comparten las rutas del antiguo Tawantinsuyu. 17
e internacional fue exitosa y ha marcado un antes y
un después en este tipo de inscripciones. El desafío de poder mantener vivo este legado se
traduce en la organización de una unidad de ges-
Luego de las investigaciones realizadas sobre el tión en la que cada comunidad deberá ser prota-
Qhapaq Ñan y su legado, se ha constatado que no gónica, las Unidades de Gestión Local, Provincial,
existe otra civilización como la inca que haya lo- Nacional18 e Internacional deberán desarrollar
grado, a través de intervenciones sistemáticas en el planes que deberán acordarse entre todos los ac-
paisaje, integrar territorios tan vastos y una pobla- tores intervinientes para garantizar una de las
ción tan grande y diversa sin contar con cuerpos principales metas que este proyecto se planteó, el
de agua o redes hidrográficas navegables de una de conservar y custodiar un patrimonio social que
extensión significativa y sin los beneficios tecno- debe ser de toda la comunidad.
lógicos de la rueda y de los animales de tracción.
El Tawantinsuyu fue por ello el eje que articuló in-
ternamente a la formación política más extensa y
17 En el Museo Nacional del Indígena Americano, dependien-
multiétnica de la América Precolombina. te del Instituto Smithsonian, se inauguró en junio de 2015 una
muestra llamada “El Gran Camino Inka: Construyendo un Im-
El Qhapaq Ñan – Sistema Vial Andino en la Argen- perio”. La misma podrá visitarse hasta junio de 2018 en la sede
tina como parte de un itinerario cultural transna- de Washington D.C. Participaron de la exposición y simposio in-
augural, los arqueólogos argentinos Christian Vitry (Salta) y Ro-
cional, constituye un patrimonio vivo que brinda
berto Bárcena (Mendoza). Véase: http://www.nmai.si.edu/explo-
la posibilidad de vincular el pasado con el presente re/exhibitions/item/?id=945, consultado el 29 de junio de 2016.
a través de una historia e identidad propia. Los tra- 18 Bajo la coordinación del Ministerio de Cultura de la Nación, se
mos de caminos y sitios arqueológicos que aporta realizó en noviembre de 2016 en la ciudad de San Salvador de Jujuy
el país mantienen en la mayoría de los casos su la Reunión Nacional del Plan Federal de Gestión del Qhapaq Ñan.
vigencia física y funcional, al conectar territorios Durante el encuentro se establecieron líneas de acción conjunta
para la implementación del plan, se acordaron las bases para la ela-
con características comunes y singulares, superan-
boración de un preproyecto de gestión, se definieron criterios para
do los límites administrativos modernos y preser- la gestión de los componentes que conforman el Qhapaq Ñan y se
vando creencias y toponimias. De esta manera, el determinaron las etapas de recuperación, conservación y difusión
Qhapaq Ñan aporta al intercambio cultural y a un de los bienes materiales e inmateriales que integran el sitio cultural.
P
la Argentina comienza un complejo camino en-
edro Domingo Curutchet, oriundo de marcado en una nueva concepción política, eco-
la localidad de Las Flores, cursa el co- nómica y social. En la provincia de Buenos Aires
legio primario y secundario como pu- gobierna el coronel Domingo Mercante, demos-
pilo en el Colegio San José de la capi- trando un liderazgo decidido, comprensivo y sere-
tal de la provincia de Buenos Aires y continúa no. En 1948, La Plata festeja el 66° aniversario de
sus estudios en la Facultad de Medicina de la su fundación con un impresionante desfile cívico-
Universidad Nacional de La Plata, donde se re- militar presidido por el jefe de Estado y su señora
cibe en 1926 con un enfoque humanístico y a esposa, Eva Duarte. En ese contexto, Curutchet
la vez técnico que lo hace sensible a la inves- publica un trabajo de investigación que viene de-
tigación aplicada. La Plata le aporta un clima sarrollando y decide establecerse nuevamente en
cultural intenso y permanece en ella hasta que la capital de la provincia de Buenos Aires. Propo-
participa en: ne levantar su casa en Boulevard 53, cerca del Ins-
tituto Médico Platense. El lote se halla en un lugar
[...] un concurso para profesores en el que privilegiado, en la culminación del eje monumen-
había depositado sus esperanzas de actuar en tal de la ciudad que concluye con el Departamento
investigación, pero ante el fracaso de su inten- de Policía y frente a la plazoleta República del Lí-
to, y convencido de haber sido injustamente bano y la plaza Rivadavia que extienden su parqui-
trabado en su carrera académica, rompió sus zación hacia el Paseo del Bosque.
vínculos con la comunidad profesional platen-
se y, en rechazo de la "enfermedad metropolita- De personalidad inquieta y culta, el doctor, sensi-
na", buscó refugio en algún lugar de la inmen- ble a las nuevas ideas y propuestas, desea para su
sa llanura pampeana (Liernur y Pschepiurca, nueva vivienda un estilo nuevo. Expresa Curutchet:
2012:378-379).
Yo le escribí desde La Plata a un arquitecto de
El lugar elegido por Curutchet es Lobería, en don- Buenos Aires, diciéndole lo que yo quería, y no
de tampoco se integra decididamente al sistema me contestó […] era un arquitecto que publicaba
Imagen de apertura. oficial. Su consultorio y su quirófano son “ambu- mucho en ese tiempo. Me puse a estudiar más
Estar - comedor. lantes”, hasta que logra establecerse en 1930 en de cerca el tema y era un lugar tan bien ubica-
Marcelo Merlo. una casa que hace construir especialmente. do, en el Paseo del Bosque, que para ser bien
Curutchet no fue el primer argentino en poner La estadía de Le Corbusier es financiada por tres
los ojos en el maestro suizo-francés Le Corbusier, instituciones en cuyas sedes se desarrollan las
seudónimo de Charles-Edouard Jeanneret. En conferencias que imparte el maestro: cinco en
1928, Victoria Ocampo le encarga un proyecto de Amigos del Arte; cuatro en la Facultad de Cien-
vivienda a emplazarse en Buenos Aires y al año cias Exactas de la Universidad de Buenos Aires Imagen 1. Detalle del
siguiente promueve el viaje del maestro a través y una en la Asociación de Amigos de la Ciudad. dormitorio principal.
de la Asociación Amigos del Arte, institución que En ese tiempo se relaciona con Enrique Bullrich, Foto: Mario Chierico.
hijo del intendente de Buenos Aires, con el críti- sobre la barranca en las cercanías de Tigre. Con
co de arte Julio Rinaldini, con la escritora María Victoria Ocampo imagina un grupo de casas en
Rosa Oliver, con Walter Hylton Scott, director de San Isidro, un pequeño rascacielos en Palermo
la revista Nuestra arquitectura, con los urbanistas con siete departamentos de doble altura y una
Dagnino Pastore y Carlos María Della Paolera, residencia en la parte superior y las ideas para
con el ingeniero Enrique Butty, con los arqui- un plan urbano para Buenos Aires. En diciem-
tectos Wladimiro Acosta, Alberto Prebisch, An- bre de 1930, Le Corbusier envía los planos de
tonio Vilar, entre otros. Deja inquietudes por la una casa en Belgrano, encargada por Julián Mar-
arquitectura y el urbanismo modernos y varias tínez; la dirección de obra estaría a cargo de An-
Imagen 2. Consultorio propuestas: un museo de crecimiento ilimitado tonio Vilar, aunque la propuesta no llega a ma-
médico. Foto: para Buenos Aires, hoteles para Mar del Plata y terializarse. El mismo destino corre la casa de
Marcelo Merlo. Miramar trabajados con Antonio Vilar, una casa verano que Matías Errázuriz le había encargado
para ser emplazada en Zapallar, sobre el Pacífi- está dedicado al Plan Director para Buenos Aires,
co, en las costas chilenas. donde se presenta una síntesis de la propuesta de-
sarrollada años antes en el atelier de París.
E. Bianchetti, encarado por la Secretaría de Salud En la Argentina, son muchos los médicos que aco-
de la Municipalidad de Buenos Aires, cuyas tres gieron el estilo racionalista, denominado corrien-
partes estaban bien diferenciadas: servicios gene- temente en esa época “moderno”, primero, para
rales, consultorios externos y hospitalización, con sus consultorios privados y luego, para sus propias
excelente ventilación e iluminación en los locales, viviendas. La pureza de líneas, los materiales como
y generosos balcones y terrazas. Rubillo también el símil piedra blanco, el ladrillo de máquina a la
participa del Hospital General de Agudos “Doc- vista, los zócalos de mármol o granito, crean una
tor Cosme Argerich”, que cuenta con numerosos imagen despojada, pulcra e higiénica. Prefieren
servicios especializados; inaugurado en 1945, la los interiores funcionales, sin ornamentos, mol-
construcción está a cargo de la Dirección General duras ni empapelados, con paredes lisas, zócalos
de Arquitectura del Ministerio de Obras Públicas bajos, ventanas con carpintería sencilla de madera
de la Nación. Esta también aborda, en 1938, los o de metal, con persianas venecianas y puertas pla-
trabajos concernientes al Instituto de Perfecciona- ca. Los muebles simples, preferentemente metáli-
miento Médico-Quirúrgico del Hospital Durand. cos y ligeros, brillantes y fáciles de limpiar.
Con proyecto de Rafael Sammartino se levanta el
Hospital de Clínicas y son los arquitectos Antonio Los arquitectos Francisco Liernur y Pablo Psche-
Ubaldo Vilar, Carlos Vilar, Martín Noel, Manuel piurca (2012) señalan la casa proyectada por Vicen-
Escasany y Pedro Fernández Saralegui, quienes se te Colón para una pareja de médicos emplazada en
hacen cargo también del Hospital Churruca. Esas calle 11, entre 55 y 56 de La Plata, como un ejemplo
“máquinas de sanar” no estarán ausentes en La de arquitectura que pudo haber influido directa-
Plata en donde se incorporan a la Casa Cuna o mente en la descripción que Curutchet haría a Le
Instituto de Puericultura, el Hospital General de Corbusier con motivo del encargo; la obra contaba
Agudos “General San Martín” y el Instituto Mé- con un terreno pequeño, fachada moderna, pro-
dico Platense. grama similar, con consultorio en el subsuelo.
Curutchet decide tomar contacto con Le Corbusier que figuraban en la lista eran Antonio Bonet,
a través de su hermana Leonor que viajaba a Euro- Jorge Ferrari Hardoy, Juan Kurchan, y Carlos
pa junto a su madre. A principios de septiembre Gómez Gavazzo, de Uruguay.
de 1948, con una carta de Pedro, Leonor se acerca
al atelier de 35 Rue de Sèvres, en París, con la pro- El martes 1° de febrero de 1949 quedó acordada
puesta de encomienda de una vivienda-consulto- la contratación. Le Corbusier asigna a Roger Au-
rio a emplazarse en la ciudad de La Plata. jame, que venía trabajando en el estudio desde
1942, la responsabilidad de seguir el proyecto de la
Solo unos días más tarde, el martes 7 de septiem- Casa Curutchet. Lo hace junto a Bernhard Hoesli,
bre, Le Corbusier escribía a Curutchet aceptando arquitecto suizo que, por ese entonces, se desem-
el encargo; allí definía los tiempos estimados de peñaba como asistente en el atelier.
entrega, los honorarios y las condiciones de pago.
Agregaba: “Su programa, la casa de un médico, es La elaboración del proyecto lleva seis etapas. Ya
extremadamente atractivo desde el punto de vista desde el principio se identifican cuatro componen-
social. Estoy interesado en la idea de hacer de su tes: dos cuerpos diferenciados, rampa y escalera
casa una pequeña construcción doméstica como para la vivienda. El garaje y los servicios se ubican
una obra maestra de simplicidad, funcionalidad y en planta baja y un árbol entre los cuerpos.
armonía” (Merro Johnston, 2012: 18). El maestro
se comprometía a diseñar una obra “simple y sin Aún no conforme con la información que posee,
lujos” en plena coincidencia con sus principios. Le Corbusier interroga a su cliente para conocer
más detalles respecto de las normas municipales,
Acto seguido Curutchet envía a París los pla- sus inclinaciones personales y, en particular, soli-
nos catastrales y fotos del entorno. El arquitecto cita fotografías y un croquis del emplazamiento de
cuenta con un breve programa donde su clien- las casas vecinas.
te exponía las necesidades. En carta del martes
28 de septiembre de 1948, Le Corbusier indi- Curutchet envía lo solicitado en carta del 24 de fe-
ca el nombre de los arquitectos que considera brero y deja todo en manos del arquitecto:
podrían hacerse cargo de la supervisión de las
obras. Encabezaba el listado Amancio Williams, Respeto su máxima libertad de composición.
con quien venía estableciendo un interesante in- Quiero agregar que el solo anuncio que un maes-
tercambio epistolar y un año antes se habían co- tro de su importancia proyectará mi casa ha pro-
nocido personalmente en París. Otros nombres ducido un enorme interés y expectativa entre la
ascendía al doble. También fracasa la aprobación la situación. Este último realiza modificaciones
de un préstamo hipotecario que había solicitado. menores en el diseño que no terminan de satis-
Tal es su desasosiego que por un momento piensa facer al comitente. La obra pasa finalmente al in-
abandonar el gran proyecto. geniero Alberto Valdés, que concluye los trabajos.
El ajustado jardín tendrá como mano ejecutora al
Williams había convocado para la realización de arquitecto Nereida Bar. En diciembre de 1955 y tras
la obra a la empresa Petersen, Thiele y Cruz, una importantes retrasos, idas y vueltas, la casa que-
de las más prestigiosas del país, lo que aumentaba da lista para ser habitada. La familia Curutchet lo
considerablemente los costos. Y con el retraso de hará solo por un corto tiempo.
las obras, aumentaron aún más.
Dos años más tarde el cliente escribe a su arqui-
Los trabajos de cimentación comienzan a media- tecto: “…La obra es visitada por estudiantes y pro-
dos de 1950, no sin pocas dificultades, por lo que fesionales de todo el mundo. Esta es ‘la casa de
se desiste de los servicios de la empresa y se de- Le Corbusier’ y me honra ser su propietario. Así
cide emprender la obra por contratos separados: lo digo y quiero que se repita. Usted puede hacer
el ingeniero David Tessler a cargo del hormigón cualquier indicación que será cumplida y agradeci-
armado, el ingeniero Fidel Malisse responsable del da. Es y seguirá siendo su casa”. (Merro Johnston,
rubro electricidad, el ingeniero Tilloux en obras sa- 2012: 20).
nitarias, las carpinterías a cargo de Severino Pita.
debían funcionar de manera independiente. Para su carácter protagónico al ofrecer un rico juego
dar respuesta a ello, el proyectista independiza dos de vistas cambiantes y múltiples direcciones que
volúmenes claramente caracterizados. parecen conquistar tiempo y espacio.
La planta baja queda definida por construcciones Los locales del consultorio cierran hacia la calle con
específicas como los locales de servicio al fondo y una carpintería de madera, con vidrios translúci-
el garaje que se aparta de la línea municipal. So- dos en la parte baja y transparentes en la superior,
bre esta se alinea una verja muy liviana de alam- permitiendo una magnífica integración visual al
bre tejido y caños de hierro y hacia uno de los espacio verde de la plaza.
laterales se ubica el acceso formado por un marco
abocinado de hormigón y una puerta placa, com- En el exterior, cuelga un brise-soleil formado por
pactos e independientes. Trasponiéndolo se pre- una cuadrícula ortogonal de láminas de hormigón
senta la rampa y un sendero lateral, secundario y revocado, se extiende hacia el segundo piso estruc-
sinuoso que conduce a los locales de servicio em- turando la baranda de la terraza-jardín y el cierre
plazados en un nivel más bajo. En ese trayecto, superior. La fachada de la casa Curutchet afirma lo
se ubica una blanca escultura abstracta de Enio expresado por su autor: “Es natural que, buscando
Iommi definida por el movimiento de un plano la felicidad, nos esforcemos por alcanzar un senti-
en el espacio. miento de equilibrio. Equilibrio = calma, dominio
de los medios, lectura clara, orden, satisfacción del
La rampa formada por parapetos planos recorre espíritu, medida, proporción, en verdad: creación”.
un primer tramo entre las líneas blancas, esbeltas (Le Corbusier, 2006: 37).
y verticales de los pilotis y el oscuro tronco de un
álamo que se levanta en el espacio abierto entre La construcción entre medianeras se separa es-
los dos volúmenes. Esa promenade architectural tructuralmente de ellas a través de un sistema de
lleva a un descanso que permite acceder al hall columnas cilíndricas o pilotis, que juegan exentos
generosamente vidriado que contiene la escale- y sirven de apoyo a las losas de hormigón armado.
ra que lleva a la vivienda. Rotando en dirección
a la calle, el segundo tramo de la rampa conduce Desde el hall de la vivienda, en una vista panorámi-
al consultorio con su espera y a una habitación ca, se condensan casi todos los componentes del
independiente de uso flexible que abre controla- espacio. Subiendo por la escalera, se llega al primer
Imagen 7. Brise-soleil. damente al patio. La rampa que articula las dos piso que se divide en dos sectores: cocina y servi-
Foto: Mario Retik. funciones principales, pública y privada, expresa cios, y el living-comedor plenamente integrados.
Un volumen central alberga y separa actividades; En la última planta de la vivienda, los volúmenes
contiene servicio y office, y se ahueca para resolver exentos de los baños se sitúan como articuladores
la estufa e incorporar exhibidores. de los diversos espacios, mientras se iluminan y
ventilan cenitalmente. Los gestos curvos de sus
El área social en forma de L permite diferenciar paredes acentúan la fluidez espacial. Uno de los
zonas: para escuchar música, estar y comer en dormitorios se abre hacia el patio central; la car-
relación a la cocina. El equipamiento se integra pintería y un nuevo brise-soleil acota las visuales del
ajustadamente a las paredes o a los bajo ventanas. verde lejano y presente de la plaza. El otro busca
En el estar, una doble altura permite la comunica- luz y ventilación en el pequeño patio trasero mien-
ción visual con la planta superior. Una generosa tras balconea al doble nivel del estar; logra intimi-
carpintería se abre al hueco central, entre los dos dad a través de una persiana móvil formada por
cuerpos, donde se hace presente la parte baja de la tablas verticales de madera. Entre ambos dormito-
copa del álamo. rios un espacio de uso flexible se abre francamente
al estar, al tiempo que busca expansión visual ha-
Un paso-puente permite acceder a la terraza-jardín cia la terraza jardín. Nuevamente, la copa del ála-
que se ubica por sobre el consultorio ocupando mo ocupa un rol destacado. En este sentido:
todo el ancho del terreno. Un sector es cubierto
por un alto baldaquino sostenido por cinco colum- [...] Creemos que el árbol haría visible el contraste
nas exentas que apoyan la losa de cierre; aspira entre lo inestable e impredecible de la naturaleza,
a la altura de la casa vecina, de dos plantas y alta por su contingencia formal ante las estaciones, y
medianera que sigue hasta la línea municipal. Por lo estable de la geometría de la arquitectura, mani-
otra parte, la losa enrasa con la altura de la segun- fiesta en los trazados reguladores y en la estructu-
da planta de la vivienda, para no interrumpir las ra de soporte de la edificación. Cuando integra el
visuales hacia la plaza. consultorio y la vivienda, obligando a una mirada
atenta, filtrada, hacia el cielo, es en ese momento
En el otro extremo la medianera se presenta más cuando el árbol completa la casa y se vuelve insepa-
baja, acorde con el jardín y el piso único de la rable de ella. (Figueroa Pereira, 2010: 54).
casa vecina cuya fachada se caracteriza por pre-
sentar una suave curva. De esta manera, la casa Las instalaciones dan respuesta ajustada a las ne-
Curutchet se muestra como un excelente ejem- cesidades. El sistema de calefacción exhibe sus ser-
plo de arquitectura moderna que dialoga con el pentinas sin tapujos; apoyan en el piso junto a las
entorno heredado. carpinterías. Aportes como los “calienta toallas”
de los lavabos o la ventilación cruzada de los am- las casas vecinas para su protección. En 1990, la
bientes colaboran a una mejor calidad de vida. alquila el Consejo Superior del Colegio de Arqui-
tectos de la Provincia de Buenos Aires que, des-
Las medidas orientadas por el “Modulor” ayudan pués de algunos años de inadecuada ocupación,
al ordenamiento y al rigor compositivo de la obra, la pone en valor, y organiza visitas guiadas, confe-
al tiempo que facilitan un delicado vuelo poético rencias, exposiciones y otras actividades cultura-
en las formas que “juegan magníficamente bajo la les. En 2014 elabora un plan que tiene tres frentes
luz del sol”. Los cinco puntos –planta libre, planta de trabajo que van adquiriendo distintos acentos
baja con pilotis, fachada libre, terraza jardín, ven- según las necesidades: la puesta en valor desde lo
tana extendida– que Le Corbusier definiera en la cultural, lo edilicio y lo académico.
década del veinte son aquí reinterpretados con
agudeza y libertad. Protegida por Ley N° 11.242/94 de la provincia de
Buenos Aires es, a través del Código de Planeamien-
to Urbano de la municipalidad, que se define una
Memoria, reconocimiento y puesta zona especial de preservación que asocia las cons- Imagen 8.Detalle brise-
trucciones colindantes, la plaza y áreas adyacentes.
en valor soleil. Foto: Mario Retik.
10
11
Mónica Capano.
L
as páginas que anteceden muestran un re- En efecto, el patrimonio cultural encuentra su
cuento pormenorizado e informado de las valor en lo que reviste y simboliza, ya que no se
declaratorias de patrimonio de la huma- salvaguarda y preserva por un valor inherente.
nidad que se han producido en la Argen-
tina, desde 1983 hasta 2016, fecha en la que se La conservación o destrucción del patrimonio no
declaró la Casa Curutchet como parte de un sis- beneficia ni perjudica al mismo patrimonio, sino
tema de obras de Le Corbusier. (Charles-Édouard que quienes sufren los efectos de esa conserva-
Jeanneret-Gris, 1887-1965). ción o esa destrucción son los propios agentes
sociales que “viven” el patrimonio –las variables
Para analizar estos procedimientos, a la luz del de habitabilidad y habitualidad del patrimonio
nuevo paradigma de la cuestión patrimonial, que deben ser analizadas junto con la variable
vigente a partir de las últimas décadas del siglo de uso– (Capano, 2016) y le confieren, en forma
pasado, es fundamental contextualizar dichas de- constante, valor/disvalor, significándolo o resig-
claratorias, dada la vertiginosa aceleración de los nificándolo, o, incluso, ignorándolo y condenán-
procesos históricos, y la circulación e inmediatez dolo a la desaparición. De ahí que, de ninguna
de la información a nivel global que define nues- manera pueda pensarse la dimensión de lo sim-
tro tiempo presente. bólico como escindida de la materialidad del bien
patrimonial.
Valga aclarar que, para estas reflexiones, parto del
supuesto de que “la concepción del patrimonio El patrimonio cultural es una construcción social
como poseedor de un valor intrínseco represen- de valores contingentes, conferidos por los gru-
ta una visión esencialista” (Villaseñor Alonso, pos sociales en contextos socioculturales especí-
2011), lo que lleva a problematizar las activacio- ficos (Mason, 2002). Este supuesto básico, que
nes patrimoniales a la luz del nuevo paradigma caracteriza al nuevo paradigma de la cuestión
antes mencionado. patrimonial, ha sido sostenido, entre otros, por
Florescano, 1987; García Canclini, 1999; Delga-
Es que un bien patrimonial no tiene valor en tan- do Rubio, 2008; Rotman, 2014; Martín, 2001,
to patrimonio, sino que, por el contrario, es patri- 2006; Crespo, 2007, 2015, autores/as que, ade-
monio por tener valor, lo que abre la puerta a la más, subrayan la recurrencia con que el conflicto
Imagen de apertura. consideración de la artificiosa división entre pa- y la pugna de intereses entre los diversos grupos
Carnaval en Meridano trimonio material e inmaterial, la que solo puede sociales atraviesan al patrimonio, confiriéndole
V, La Plata. P. Zárate. considerarse con un propósito heurístico. distintas valoraciones.
Imagen 2. Foto: María presente, tanto en el “vulgarmente” llamado pa- de la humanidad, es importante resaltar que la
Alejandra Padín. trimonio material como en el inmaterial.3 Es que, UNESCO introduce una novedad con status de re-
para el especialista, el concepto de patrimonio arti- quisito indispensable –específicamente en el caso
culado a una concepción antropológica de la cultura de las declaratorias del llamado patrimonio inma-
pondera, en todos los casos, relaciones sociales y terial, pero de manera extensiva en la totalidad de
simbólicas. las activaciones–: la de tener en cuenta el rol de la
comunidad huésped del bien patrimonial. Lo que
Por lo expuesto, ante este pormenorizado paneo de obliga a destacar que la referencia que se hace, en
las declaratorias de sitios argentinos inscriptos en dichas activaciones, a un valor universal no lo sea
la Lista del Patrimonio Mundial, es importante re- qua intrínseco, sino por su relevancia para la co-
flexionar, en primer lugar, sobre la noción de “valor munidad internacional, siempre basada en el reco-
intrínseco”, subsidiaria de la del valor excepcional nocimiento de la comunidad de origen.
universal que, en forma recurrente, ha acompaña-
do la consideración de los bienes patrimoniales,4 y, La UNESCO establece como un criterio ineludible
además, poder introducir la perspectiva de lo políti- que un bien, antes de ser presentado para su in-
co, dado que, en la mayoría de los casos, asistimos clusión en la Lista del Patrimonio Mundial, haya
a una construcción política del paisaje y el patrimo- sido objeto de una activación patrimonial local:
nio. (Hernández López y Hérnández López, 2006). “Los valores locales y comunitarios tienen mucho
más sentido para la gente y constituyen un im-
Sin embargo, antes de problematizar estas aristas pulso mucho más grande que los valores univer-
críticas respecto de las declaratorias de patrimonio sales en las acciones de conservación” (Villaseñor
Alonso, 2011). De ahí el acento puesto en planes
3 En el bien patrimonial, ambas dimensiones son inescindibles. de manejo participativo, de modo de involucrar a
4 Perspectiva que debe ser observada a la luz de las variables de distintos actores sociales en los procesos de activa-
la habitabilidad, la habitualidad y el uso cotidiano. ción y, sobre todo, como manera de fortalecer su
sustentabilidad en el tiempo. Pues, “no se puede siglo pasado en consonancia con el surgimiento de
conservar lo que no se quiere y no se puede querer un abordaje antropológico de la cultura, aún per-
lo que no se entiende” (Gándara, 1999). mea el sentido común y la vida de la mayoría de las
instituciones estatales dedicadas a su salvaguarda.
Llegado este punto y hecha la salvedad del párrafo
anterior, se podría afirmar que el discurso del valor Para Costa Ramos y Oliveira (2014), “las prácticas
universal excepcional debe ser problematizado, ya patrimoniales surgen en el mundo occidental a
que nunca los aspectos significativos de un patrimo- partir de las demandas suscitadas, sobre todo, en
nio lo son, en igual medida, para todos los sujetos, ocasión de las grandes reformulaciones urbanas,
independientemente de sus diferencias sociales, po- impulsadas por la modernización causada por el
líticas, religiosas y económicas (Avrami et al., 2000). efecto dominó posterior a la revolución industrial,
En este sentido, los aportes de Eunice Durham iniciada en el siglo XVIII”.6
(1998) destacando la vinculación entre el patrimonio
y la categoría “clase social”, resultan imprescindibles. En la modernidad empieza a plantearse la idea de
Pues nunca la activación patrimonial se produce en un patrimonio público, si bien, desde el siglo XV,
un escenario aséptico, libre de conflictos, de luchas pueden encontrarse en Europa organismos en los
por el sentido y de confrontación de las memorias. que se acumulan bienes exóticos, sobre todo traídos
de los territorios de las colonias, que son expuestos
Además, no siempre ni/o en todo lugar, el patrimo- como “curiosidades” en los gabinetes que se multi-
nio ha estado o está ligado a la noción de posesión, plican, en lo que diversos autores señalan como la
ni a la de preservación. En distintas culturas,5 es da- ancestralidad de las primeras instituciones patrimo-
ble observar objetos sacralizados signados por un niales o museos (Anico, 2005; Choay, 2006; Chu-
destino de destrucción o distribución. No es esta la va, 2011; Capano, 2017). Tales artefactos culturales
visión de patrimonio que se impone en nuestras organizados como colecciones forman un corpus
sociedades modernas, que son subsidiarias de una material de elementos que, como un theatrum, cons-
concepción del patrimonio, impuesta en Occidente tituyen narrativas sobre los territorios recién descu-
desde principios del siglo XIX, lo que lo hace un biertos, aun ajenos a la experiencia cultural europea.
producto de la modernidad. Dicha concepción, De esta forma, para Costa Ramos y Oliveira (2014):
recién problematizada en las últimas décadas del “tales objetos tornan posible la construcción de una
5 Especialmente la de los pueblos considerados “sin historia”. 6 La traducción me pertenece (n. a.).
dada narrativa histórica, estética y conceptual acerca Así, el Estado-nación argentino, surgido como
de esos territorios, pueblos y culturas. Una forma es- consecuencia del proyecto de país pergeñado por
pecífica de representar la alteridad”. Las colecciones la generación del 80, emerge como una entidad
de los siglos XIV y XV, llamadas premodernas, per- política sobre un territorio determinado en el que
tenecían a príncipes, miembros de las cortes, aristó- se impone mediante un ejército que disciplina a
cratas, lo que restringía el acceso a las mismas a un una población, a la que intenta cuajar como ho-
grupo selecto de individuos, “formulando inclusive mogénea mediante un discurso hegemónico que
una ritualística”, la de las colecciones como exten- cuenta, entre sus principales dispositivos, a la es-
sión de la organización sociopolítica en las socieda- cuela y al patrimonio. Este último, en tanto com-
des de corte y/o burguesas. pendio de símbolos que construyen una identidad
y una memoria que se pretenden únicas en tanto
Si se parte, como afirma Prats (2004), del su- son las “oficiales”.
puesto de que el patrimonio es un producto de la
modernidad,7 específicamente de los Estados na- Es que, en sus inicios, era necesario dotar al Esta-
ción (Hobsbawm, 1990), puede ser abordado como do de una espesura histórica (Choay, 2001), que,
una noción operativa en la medida en que se ins- ut supra, lo distinguiera de otros y le permitiera,
tituye como un artefacto8 indispensable para toda de esta forma, marcar sus límites. De ahí que, ya
nación que, qua emergente, necesite ser imaginada en 1910,9 se inicia en la Argentina un proceso de
(Anderson, 1993). En la Europa de fines del siglo nacionalización a través de declaratorias de bienes
XVIII y de todo el siglo XIX, como en la Argentina materiales que buscan canonizar una determina-
de las postrimerías del siglo XIX, se sostuvo que lo da memoria colectiva, la portadora de una “esen-
que definía a una nación, en el momento de su sur- cia histórica”, la que, mediante una operación de
gimiento, no podía ser aplicado a ningún otro país. sinécdoque, se iría convirtiendo de parte, en todo.
identidad tanguera que se afinca en Buenos Aires y al circuito inmobiliario o forma parte de procesos
Montevideo, donde ha sido y sigue siendo objeto de de turistificación, como se denomina a los “parques
culto de grupos sociales particulares y comunidades temáticos urbanos”, montados como espectáculos
locales. Al igual que el filete que luce orgulloso en para atraer al turismo.14
los “colectivos”, los autobuses que, a diario, trans-
portan a los/as porteños/as, y es una marca regis- Es de señalar que la contracara de un patrimonio
trada en las artesanías urbanas y tangueras. visto como una variable de inversión dentro de
los nuevos códigos de planeamiento urbano,15 y
como una externalidad positiva de negocios ren-
Las ciudades, contextos del patrimonio tables en contextos de altísima especulación in-
mobiliaria urbana, es la creciente visibilización
Llegado este punto, se hace ineludible para el aná- de una conciencia patrimonial de pérdida. Esta
lisis de la actual coyuntura de la cuestión patrimo- sensación de pérdida que ya, en 1996, Gonçal-
nial, observar los contextos en que se producen gran ves refiere como “retôrica da perda”, es, ni más ni
parte de las activaciones patrimoniales. Se trata de menos, la vieja ideología que llevó a los historia-
contextos urbanos muy característicos, debido a la dores del siglo XIX a “crear” los patrimonios na-
fortísima renovación de la que están siendo objeto cionales, en lo que resultó un proceso de grandes
las ciudades, fenómeno que se visualiza como una contradicciones, ya que al acuñar sus específicas
resultante del flujo de capitales transnacionales que
dibujan la “ciudad del pensamiento único” (Arantes
et al., 2004). Así las cosas, el mercado se apropia de 14 En la CABA, fue pionero el circuito de Caminito, al que ha
la variable patrimonial, despojándola de sus atribu- seguido San Telmo y su casco histórico, avasallado, actualmen-
te, por las cadenas transnacionales de alimentos que profundi-
tos simbólicos y relacionales, y la reduce a un bien
zan la gentrificación de habitantes que se inicia en la década
transable. De este modo, cualquier bien patrimo- del setenta del siglo pasado, cuando empiezan a instalarse los
nial potencial, aun los de carácter público,13 ingresa anticuarios alrededor del boom que provoca la Feria de San Tel-
mo, en la Plaza Dorrego, de la mano del arquitecto Peña. En la
actualidad, los negocios de antigüedades o pequeñas pizzerías
13 Hasta principios de siglo, el riesgo estaba en aquellos bienes son desplazados por cadenas de comida rápida. También, el an-
patrimoniales de propiedad privada; en la actualidad la posibi- tiguo Palermo Viejo, que de tranquilo barrio de inmigrantes
lidad de demoler o despersonalizar inmuebles patrimoniales pasó a aglutinar pequeños comercios de diseño en los primeros
se ha hecho extensiva a los bienes que son propiedad de los años del siglo XXI, para convertirse, en la actualidad, en un
Estados. Cfr. el caso del Tiro Federal, el Zoológico, la Casa de shopping a cielo abierto de la mano de las grandes marcas.
Carriego, el Jardín Botánico, todos en la CABA. 15 Como muestra, cfr. los adelantos del nuevo CPU de la CABA.
multiplican diversas formas de activación patri- en virtud de las constataciones del trabajo de cam-
monial, y se van componiendo importantes cor- po21 con distintos grupos vecinales que defienden
pus de leyes y normativas, tanto nacionales como su patrimonio, asociar la posición de la comuni-
provinciales y municipales, instrumentos todos dad con una reificación patrimonial, la que, con-
que buscan atenuar la pérdida y contraponer, a la trario sensu, es evidente en el posicionamiento de
instantaneidad que caracteriza la temporalidad de las agencias patrimoniales y de los emprendedores
los contextos posmodernos (Urry, 1996) y a la mo- inmobiliarios.
dernidad líquida de Bauman (2002), una noción
de tiempo congelado, espeso, continuo y estable, En efecto, el patrimonio siempre es resignificado,
lo que, como se señaló, encierra una profunda interpretado, recreado, inventado y procesado a
contradicción, tanto por la dinámica constitutiva través de las ideologías, de los nacionalismos, de
de identidades y memorias como por la acelera- los localismos y, en algunos contextos, de la pro-
ción de los borramientos de los paisajes urbanos pia gestión cultural (Hobsbawm y Ranger, 1983;
pregnantes de simbolismos.18 Lowenthal, 1998; MacCannell, 1976; Rojek, 1993;
Anico, 2005) con las miradas propias de cada mo-
Es que la posibilidad de una antropofagia cultural, mento histórico y de cada grupo social, incluso
ahora por parte de una cultura transnacional, ha con disputas por el sentido hacia el interior de es-
encontrado, como antídoto, una creciente valori- tos colectivos, que suelen defender un patrimonio
zación de las identidades locales, generalmente en uso.
acompañada por un sentimiento nostálgico19 en
relación con el pasado, que es rescatado aunque en Y, para complejizar este análisis y demostrar cómo
función de necesidades y circunstancias del pre- los aparentes opuestos22 se unifican en contra del
sente.20 Como se afirmó antes, debe rechazarse, patrimonio como construcción social, si bien la
diversidad cultural aparece como contraparte de la que ver con el actual, se presenta el desafío de pre-
uniformidad de la globalización, también se impo- servar referentes culturales e identidades, a sabien-
ne como una forma de culturalismo extremo que das de la dinámica que caracteriza a estas últimas,
oculta tensiones, desigualdades, luchas por el po- en marcos cada vez más participativos de gestión.
der, las que, opacadas por una mirada que hace del
exotismo un valor de mercado, contribuyen a su Recurrir nuevamente a Gonçalves (2005) puede
transformación en mercancía. arrojar alguna luz, ya que al ver en la “resonan-
cia” del patrimonio la capacidad que este último
De ahí que la “autenticidad” y la tradición se con- posee para evocar y convertirse en mediador entre
figuren como una característica distintiva de las pasado y presente, muertos y vivos, dioses y seres
nuevas formas de consumo cultural, produciéndo- humanos, lo nacional y lo extranjero, pone de real-
se un fenómeno novedoso, por el que, paradójica- ce ese poder mágico del patrimonio –lo que, ob-
mente, los elementos culturales representados son viamente, remite más a la inmaterialidad que a la
separados de los contextos sociales, culturales, es- materialidad, si es que ambos términos pudieren
paciales y temporales que les dan sentido para ser ser concebidos por separado–.
incorporados en nuevas relaciones: confróntese el
caso del Mercado de San Telmo, los conventillos de Justamente, teniendo en cuenta ese poder de re-
La Boca o Colonia Sola, fuertes constructos patri- sonancia del patrimonio, no basta con que el Esta-
moniales hoy sujetos a procesos de gentrificación do consagre un bien como patrimonio; el mismo
en la Ciudad de Buenos Aires, consecuencia de necesita articular aunque sea una precaria y tenue
las presiones, desde el mismo Gobierno de la Ciu- ligazón entre el pasado y el presente (Silva, 2010),
dad de Buenos Aires, para modificar su uso y, por precaria ya que siempre está a punto de dar una
ende, producir un desplazamiento de las personas vuelta de tuerca, o sea el bien patrimonial es sus-
que son parte constitutiva de la dimensión simbó- ceptible de una continua resignificación que pue-
lica de estos referentes patrimoniales. de, incluso, concluir en el olvido.
En el marco de una constante reinvención del pa- Es que de la misma forma en que en el presente
trimonio, que algunos textos caracterizan como hay innumerables motivaciones para volver sobre
“pasión patrimonial”, “industria del patrimonio” o el pasado, ese pasado es una construcción/repre-
“histeria patrimonial”, asociada a la continuidad de sentación y también algo oculto (Proust, 2000) in-
estrategias de protección obsoletas, propias de un controlable, de ahí la necesidad de que las comuni-
paradigma superado y de un contexto que nada tiene dades se apropien de su patrimonio, lo legitimen
de alguna manera, lo que, obviamente, no es para parte, lo intangible siempre inhiere en una mate- Imagen 7.
siempre. Solo así lo que fue consagrado por el Es- rialidad que es donde se concreta como patrimo- Foto: Favio Scopel.
tado puede adquirir sustentabilidad. nio, lo que nos lleva a hablar de la integralidad del
patrimonio, lo que, a costa de ganar en precisión,
En síntesis, patrimonio cultural, cultura material debería llevar a hablar en términos de patrimonio
y memoria social pueden entenderse como un cultural y dar por terminado con las declaratorias
conjunto unificado de sistemas que configuran de patrimonio material e inmaterial, como univer-
un gran texto y, en tanto tal, un sistema perceptivo sos estancos, y empezar a afirmar que uno y otro
de materialidad e inmaterialidad que determina- campo están recíprocamente consustanciados y
da comunidad reconoce como perteneciente a su que de ninguna manera el patrimonio inmaterial
identidad colectiva. está subordinado al material.
Sin embargo, y, a pesar de su relevancia, las polí- De otra forma, se seguirán venerando “sepulcros”
ticas culturales distinguen y tratan los objetos de de ignotos u olvidados personajes de la historia
la cultura material e inmaterial reconocidos como solo por sus valores arquitectónicos, y pensando
patrimonio cultural de maneras diferentes (Choay, en un patrimonio de piedra y cal (Fonseca) o de
2001; Oliveira, 2008). reliquias que no interpelan a la comunidad que los
alberga: un patrimonio condenado a la desapari-
Para terminar y después de haber recorrido las ción, ya que, al no poder “apropiarse” simbólica-
presentaciones de las Misiones Jesuíticas, la Que- mente del bien, los actores sociales no se religan
brada de Humahuaca, la Casa Curutchet, la Cueva con él, no tienen el menor interés en protegerlo, y
de las Manos, el Qhapaq Ñan y la Manzana y Es- lo condenan a una “merecida” desaparición, solo
tancias Jesuíticas, se hace indudable que “lo tan- impedida por los factores económicos que trans-
gible sólo es interpretado mediante lo intangible” forman los paisajes en escenario y la cultura en
(UNESCO, 1997), sin dejar de señalar que, por su una mera mercancía.
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Bibliografía 145
Presentación
Guillermo Rubén García. Arquitecto (UNLP), Asesor Patrimonio Cultural Honorable Cámara de Diputa-
dos de la Nación. Vicepresidente de ICOMOS Argentina. Vicetesorero de la Federación Centro Interna-
cional para la Conservación del Patrimonio (CICOP). Miembro consejero de la Comisión Directiva de la
Fundación Fondo para el Patrimonio Argentino. Miembro del Comité de Gestión de la Investigación de
Rectorado, UCALP. Profesor titular regular Historia de la Arquitectura (UCALP). Miembro del Consejo
Académico (UCALP). Director Instituto de Investigación INISAT (FAD UCALP). Profesor maestría CI-
COP. Profesor adjunto a cargo de Cátedra Proyectual CBC (UBA). Profesor Carrera de Especialización en
Conservación y Restauración del Patrimonio Urbano, Arquitectónico y Artístico (UNLP). Ha impartido
cursos de rehabilitación y gestión del patrimonio. Director periodístico revista Hábitat, Reciclaje y Restau-
ración. Miembro Comité Editorial de la UCALP.
Pedro Delheye. Arquitecto (UNLP). Ha realizado diversos posgrados en Argentina y España; Máster en
Gestión Cultural (2008, Universidad de Barcelona, España). Se ha desempeñado como director general
de Cultura de La Plata (1998-2004); asesor de la Secretaría de Cultura de la Nación (2004-2005); director
general de la Comisión de Cultura de la Legislatura porteña (2006-2009); responsable del Centro de Do-
cumentación del Teatro Colón (2010-2015). Regente de la Escuela Nacional de Museología (2013-2015).
Actualmente es director académico del Programa de Posgrado en Gestión (UNLP). Docente en la UCA,
UNLP, UBA, UNTref. Ha publicado numerosos artículos en diarios y revistas nacionales y extranjeros.
Entre sus libros recientemente publicados se pueden mencionar: ICOMOS 40 años, editado por ICOMOS
Argentina (2014); Congreso Nacional. Plan Rector de Intervenciones edilicias. (PRIE), editado por la Cámara
de Diputados de la Nación (2013) y Entrevistas 1, editado por ICOMOS Argentina (2012).Desde 2015 presi-
dente de ICOMOS Argentina y desde 2016 se desempeña como jefe de Gabinete de la Dirección Nacional
de Mecenazgo del Ministerio de Cultura de Nación.
académico del posgrado en Patrimonio y Turismo Sostenible (Cátedra UNESCO de Turismo Cul-
tural, UNTREF AAMNBA). Consultor de UNESCO en proyectos sobre patrimonio cultural. Entre
1996 y 2012 fue secretario general, vicepresidente y presidente de ICOMOS Argentina. Miembro del
Comité Ejecutivo de ICOMOS desde 2008; desde 2010 ocupa una Vicepresidencia y preside el Grupo
de Trabajo Patrimonio Mundial.
Graciela C. G. de Kuna. Arquitecta (FADU UBA). Doctora en Educación en Artes Visuales (Universidad
de Sevilla, España). Magíster en Educación por el Arte (UNaM). Docente e investigadora Facultad de
Arquitectura-Universidad Católica de Santa Fe (FA UCSF), de la Facultad de Humanidades y Ciencias
Sociales (FHyCS) y de la Facultad de Arte y Diseño (FAyD) - Universidad Nacional de Misiones (UNaM).
Numerosos aportes en libros y revistas.
Cueva de las Manos, cañadón del río Pinturas, provincia de Santa Cruz
Silvia Mirelman. Arquitecta (FADU UBA). Proyectista. Directora de la página de arquitectura del diario
La Opinión Austral (1992-2008). Delegada región Comahue-Patagonia de ICOMOS Argentina. Delegada
de la CNMLyBH hasta 2016, Presidente del Comité de Sitio “Cueva de las Manos” MHN (2006/2016)
y Directora de Patrimonio Cultural, Santa Cruz (2000/2008). Autora del libro Arquitectura pionera de la
Patagonia Austral (2005).
22 libros y más de 200 publicaciones divulgativas y técnicas de su especialidad. Docente en Escuela Nacional
de Museología, Universidad de San Martin, Universidad de Lanús y en Universidad de Nebrija en España.
Hugo Daniel Peschiutta. Arquitecto (FAUD UNC). Especialista en Restauro de Monumentos y Centros Histó-
ricos (Academia delle Belle Arti, Firenze, Italia). Profesor titular Historia de la Arquitectura IA. Profesor titular
Teoría del Diseño. Maestría en Diseño Arquitectónico y Urbano (FAUD UNC). Miembro del CEHUALA.
(FAUD UNC). Subelegado región Centro de ICOMOS Argentina. Miembro titular Consejo Asesor de Patri-
monio, Municipalidad de Córdoba. Secretario de Investigación y Relaciones Internacionales (FAUD UNC).
Patrimonio Arquitectónico de los siglos XX y XXI del NOA: conocimiento, reflexión crítica y valoración”.
Miembro del CEDODAL. Ha realizado cursos de posgrado en el país y en el extranjero. Ha participado en
numerosas reuniones científicas, dictado cursos y realizado publicaciones sobre arquitectura del siglo XX.
Cristina Monfort. Arquitecta (FAU UNSJ). Magíster en Diseño Arquitectónico y Urbano (FAUD UNC).
Especialista en Diseño Multimedial (FAD UNCuyo). Delegada región Cuyo del ICOMOS Argentina. Pro-
fesora adjunta cátedra THCDyA – Investigadora IDIS FAUD de la Universidad Nacional de San Juan. Ex
secretaria de Investigación (FAUD UNSJ). Investigadora Externa del Centro Proyecto Diseño y Desarrollo
CEPRODIDE (FADU UBA). Subdelegada por San Juan de la Comisión Nacional de Monumentos, de
Lugares y de Bienes Históricos.
Colaboración
Mario Zaguirre. Secretario de Infraestructura y Patrimonio Turístico y Cultural del Gobierno de la Pro-
vincia de San Juan.
Andrea Blanco. Arquitecta y urbanista. Directora de Patrimonio Cultural y Natural de la provincia de San Juan.
Coordinadora por la provincia de San Juan en el Programa Nacional Qhapaq Ñan – Sistema Vial Andino.
Universidad Nacional de Mar del Plata y Universidad Católica de Salta. Representante de la Comisión Nacio-
nal de Monumentos, de Bienes y de Lugares Históricos ante el Comité Argentino de Patrimonio Mundial.
Investigador y autor de libros y artículos relacionados a su especialidad. Miembro de ICOMOS y CICOP.
Su muestra “Planeta Salamone” que aborda la obra del ingeniero arquitecto Francisco Salamone recorre
distintas ciudades de la provincia de Buenos Aires, y cuenta desde 2016 con el auspicio de ICOMOS
Argentina.
En la actualidad se dedica a la investigación en Fotografía Urbana y Arquitectónica siguiendo la “Escuela
de Dusseldorf” dirigiendo el grupo Urbana Photo Workers integrado por fotógrafos profesionales, docen-
tes de distintas áreas, arquitectos y estudiantes avanzados de fotografía.