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Voces y manuscritos para una historia de la lectura en la escuela Valeria Sardi Ponencia presentada en el Con; la critica y la lingtistica, Universi noviembre de 2006. Internacional Transformaciones culturales: debates de la teoria, id de Buenos Aires, Facultad de Filosofia y Letras, 20 al 22 de La historia de Ia lectura literaria en la escuela primaria argentina de ie primeras décadas del siglo XX es una deuda pendiente de la investigacién. Se ha estudiado acerca de las politicas educativas del inicio del siglo en adelante. Se ha indagado en cuales eran los textos que conformaban el canon escolar durante esos afios. Pero se ha soslayado qué pricticas concretas, qué experiencias escolares cotidianas se tejian en el dia a dia de la escuela. Qué consignas de lectura se ponfan en juego en el aula, qué modos de leer se tramaban en el vinculo entre maestro y alumnos, qué efectos producian esas practicas de lectura en los nifios y nifias de la época son acertijos que no han sido develados atin. Este trabajo se propone empezar a desandar ese camino, a desovillar esas practicas socioculturales a partir de recurrir a los sujetos que desde sus relatos de experiencias como alumnos o maestros desentierran el pasado -o hablan desde él- y construyen memoria. Se trata, entonces, de empezar a reconstruir esos modos de leer, las tareas y rutinas escolares en tomo a los textos literarios y, de este modo, inicar una sistematizacién de la historia de la lectura en la institucién escolar de aquellos afios. En el periodo considerado, 1900 a 1940, circularon distintas ideas y concepciones en torno a la practica de lectura literaria en la escuela primaria argentina. Una de ellas considera que el lector es un artista y debe formarse como tal. Elina Herrera, maestra de ensefianza primaria sefiala lo siguiente en un articulo titulado “La lectura artistica’ La lectura no es sélo el instrumento material para descifrar signos graficos sino que es también un arte bello que tiene sus reglas fijas; y el lector que oficia este culto es un artista cuando revive a través de su sensibilidad la belleza y Ia emocién que duerme en las paginas olvidadas del libro (...) La lectura es un arte y un culto que s6lo pueden realizar artistas. Para esto seré necesario formar a los nifios en ese arte que, segiin esta maestra, tiene reglas fijas. Se recomienda “la gimnéstica de la voz, pronunciacién y articulacién” y, agrega, “el lector inteligente deberd distribuir correctamente las pausas aunque no estén marcadas en el escrito, para la claridad y belleza de 1a comunicacién.” La lectura se regla y normaliza a partir de un disciplinamiento de la voz y de la propia diversidad lingiiistica. Sélo est permitida en esta practica de lectura artistica la norma lingilistica que establece una correcta pronunciacién y articulacién, casi como si se tratara de un actor que declama en un escenario. Norma lingiiistica arbitraria que no es otra que la variedad del espafiol castizo. Esta autora considera que es la escuela primaria aquella que debe hacerse cargo de esta ensefianza de la lectura artistica y expresiva porque, afirma, va a ser el nico modo de combatir la corrpucién lingtifstica y los vicios del lenguaje familiar y del lunfardo. Para concluir, agrega que “de su feliz interpretacién depende la recreacién de la belleza encerrada en la pieza literaria con la fuerza de la emocién estética, objeto y fin de toda obra de arte.” La lectura de literatura se clasifica aqui como lectura expresiva y artistica. Este modo de leer asegura el estatuto estético de lo literario y permite que se produzca el goce estético. La practica de lectura literaria se piensa aqui desde una mirada esteticista, academicista y elitista. No todos, aclara la autora, pueden acceder a estas ensefianzas; s6lo algunos — que ella llama lectores privilegiados- tienen el don de leer a la perfeccién. Otra concepcién de la lectura de la época es la que estudié Victor Mercante en muchisimos de sus artfculos. En “Psicofisiologia de Ja lectura” plantea una concepcién de la lectura desde una perspecitva psicolégica y fisiolégica del sujeto que lee. Aqui la lectura se normaliza y se la encuadra analizando ciertos caracteres del nifio que deben ser considerados objetos de estudio y andlisis de una didactica de la lectura. Cito: Hay en todo niffo, vicios de diccién que no constituyen e caso clinico pero si el didactico que nos sirve para regular el procedimiento utilizado en las lecciones: 1.-El miedo, la sorpresa, la timidez, la célera, las emociones fuertes. 2.- La imperfeccién anatémica y funcional de los érganos del aparato vocalizador. 3,- La adaptacién fénica, particularidades fonéticas de las lenguas 4 las que, adaptados los ‘rganos, resisten la adopcién de nuevas formas. 4. Los defectos de la receptividad fisica. ~ La evocacién lenta de las imagenes motrices por las visivas (...) 6.- La verbofobia o un temor infundado é la lectura de ciertas palabras. (p. 207) La lectura es aqui una préctica a ser investigada desde la perspectiva positivista. Mercante propone realizar pruebas a principio de affo, en el mes de marzo, y a fines de afio, en el mes de noviembre, para testear cémo se da la lectura en los nifios y nifias investigados. La Jectura se transforma en un experimento donde desaparece la interpretacién y solo queda el disciplinamiento y la regulacién biolégica. Esta concepcién de la lectura esta ligada a la prictica de la lectura mecénica, es decir, la lectura como decodificacién de signos lingtlisticos que se practica sobre todo en los primeros afios de Ia escuela en el momento de la alfabetizacién, En el libro de motivos de la maestra Sara del Sel se suceden en por lo menos diez clases la practica, en la hora de lectura, de la respiracin como prictica de lectura. Las actividades sugeridas son: “respiraciones profundas. Aspiraciones lentas y profundas”, “ejercicios respiratorios, inspirar intensamente y expirar pronunciando las vocales”, “ejercicios de adiestramiento de la voz para la fécil emisién del sonido”, “ejercicios de pronuncacién del sonido de las vocales en ejercicios respiratorios”. La clase de lectura, en principio, pareciera ser un espacio de fonoaudiologia mAs que un espacio de aproximacién a textos y autores. O bien, es una practica que dociliza el cuerpo del alumno a partir de normas claras acerca de qué postura ergonométrica usar para leer en la escuela. El cuerpo del nifio se transforma en un cuerpo-maquina, la relacién entre los elementos del cuerpo y el libro establece una gramética al servicio del poder. Asi, el sujeto ~en este caso el nifio- se presenta ante el resto de sus compafieros de clase siguiendo los valores acreditados oficialmente e intenta socializar y moldear su actuacién segiin las expecativas de la sociedad’. Para Pedro Henriquez Ureiia, en cambio, la lectura literaria en la escuela y la ensefianza de la literatura son consideradas como claves para la formacién del alumno de la escuela primaria. Seguin este autor, lo que debe ensefiarse en Ia escuela es buena orientacién. Esta “es la que nos permite distinguir calidades en las obras literarias, porque desde temprano tuvimos contacto con las obras mejores.” La practica de lectura de literatura es para este autor el espacio donde se forma el gusto literario que es el objetivo de la ensefianza de la literatura en la escuela primaria. Hortensia Rausis, una maestra que ejercié desde 2° a 6° grado, hace referencia a otro modo de leer propio de la época: la lectura libre. Dice esta maestra: Lectura libre, no significa libertad absoluta para la eleccién de trozos, porque no puede admitirse que el nifio tenga capacidad suficiente para elegir algo bello por su forma y fondo.

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