Son aquellos de tal manera imprescindibles que, si no aparecen en el acto, éste no puede llegar si
quiera a conformarse. También son llamados elementos de existencia.
1. Voluntad (Consentimiento).
2. Objeto.
3. Solemnidad.
1. Voluntad (Consentimiento).
Es la que los contratantes emitan una declaración de voluntad para celebrar el acto, esto es que
pongan de acuerdo, que haya un concierto de voluntades, a esto en derecho se le llama
consentimiento. Sin este requisito no existe contrato alguno.
Es un elemento esencial de definición del acto jurídico. Nadie podría pretender la existencia de
una tutela, de una adopción, de un arrendamiento o de una promesa de recompensa, sin la
voluntad exteriorizada de las partes o del actor de dichos actos.
La oferta o propuesta.
La aceptación.
De manera expresa: Consiste en manifestarse con la palabra, por la escritura o por los signos
inequívocos.
De manera tacita: Se exterioriza por una conducta que autorice a inferir de ella la voluntad
negociable, la intención de contratar. El consentimiento tácito es el que proviene no de una
declaración por medio del lenguaje sino de una actitud o conducta que revela la intención de
contratar.
2.- Si la oferta se hace a una persona presente, sin fijación de plazo para aceptar, el autor de la
oferta queda desligado si la aceptación no se hace inmediatamente.
3.- Cuando la oferta se haga a una persona no presente sin fijación del plazo, quedará ligado por
tres días, además del tiempo necesario para la ida y vuelta del correo, o del que se juzgue bastante
no habiendo correo público según la distancia y la facilidad o dificultad de las comunicaciones.
6.- Si al tiempo de la aceptación hubiere fallecido el proponente, sin que el aceptante fuere
sabedor de su muerte, quedarán los herederos obligados a sostener el contrato.
7.- El proponente quedará libe de su oferta cuando la respuesta que reciba no sea una aceptación
lisa y llana, sino que importe una modificación a la primera. En este caso la respuesta se
considerará como nueva proposición que se regirá por lo dispuesto en los artículos anteriores.
2. Objeto.
2. El objeto indirecto del contrato que es el objeto de las obligaciones engendradas por él, y que
puede consistir en dar, hacer o no hacer.
La acepción más correcta es la segunda, pues la primera es inútil e inexacta, todos los contratos
tendrían el mismo objeto, y la tercera comprende solo una especie de objeto: el de dar. Por tanto,
el objeto de todo contrato es el objeto de la obligación creada por él. De ahí que el contrato
tendrá tantos objetos como obligaciones haya engendrado: cada obligación tiene su propio
objeto, el cual consistirá en el contenido de la conducta del deudor, aquello a lo que se
comprometió o que debe efectuar.
1. Existir en la naturaleza: El contrato sobre las cosas que si bien no existen al momento de la
celebración, están abocadas a existir en el futuro, es posible y existente. Ejemplo: La compraventa
de diez toneladas de una cosecha de maíz del próximo año es un caso en el que tampoco existe el
objeto del contrato, sin embargo habrá de producirse.
3. Solemnidad.
Es una forma de ritual de la celebración, es un elemento necesario para la creación del acto
jurídico, sin este el acto jurídico no llega a existir.