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MITOS SOBRE LA ALIMENTACIÓN

1. Las nueces y el apio son afrodisíacos


No está científicamente comprobado, aunque
muchas culturas creían que el deseo sexual
aumentaba debido a consumir frutos, plantas o
raíces determinadas. Lo que si se sabe hoy en
día es que la vitamina E está presente en los
frutos secos y se relaciona a la fecundidad.
2. El zumo de pomelo en ayunas adelgaza
Es una verdad a medias, porque en realidad
ayuda a eliminar las grasas más rápido. Y no
sólo el pomelo tiene esta capacidad, sino
también los cítricos con fibras tales como la
naranja, el limón, la frutilla o el kiwi.
3. Los fritos causan acné
Muchos dermatólogos asocian la ingesta de
frituras, chocolate y embutidos a la aparición de
granitos en el rostro, debido a su alto contenido
en grasas. Pero es según el paciente, ya que por
ejemplo otros pueden decir que el acné se hace
más presente si se come mayonesa, leche o
naranja.
4. El jamón crudo es mejor que el cocido
El primero está tratado únicamente con sal y el
segundo tiene más aditivos como harina para
hervirlo, por lo tanto podría decirse que es
cierto.
5. El aceite es más sano que la mantequilla
Efectivamente si, ya que el aceite es de origen
vegetal por ende produce menos colesterol
(igualmente existen aceites mejores que otros).
La grasa de la mantequilla es de origen animal
y tiene colesterol.
6. No se puede comer olivas si se quiere
adelgazar
Es falso. A diferencia de lo que se cree, las
olivas o aceitunas se toman como
“equivalentes” al aceite. Es ideal para los que
limitan el consumo de sal (consumiendo
versiones sin salmuera, es decir, naturales).
7. El helado es digestivo
Aquellos que son cítricos, como el de limón,
siempre se consideraron como “ayudantes” de
la función vesicular. Por ello, es que consumirlo
después de la comida es muy bueno para la
digestión. Solo en ese caso la creencia es
verdadera, ya que otros sabores que no sean
hechos al agua no aportan beneficios al aparato
digestivo, sino que lo pueden perturbar.
8. Los productos “light” no engordan
No siempre, ya que la palabra “light” o “diet”
no quiere decir que estén reducidos en su
totalidad todos sus componentes, como pueden
ser azúcares, grasas o sales. Por más de que
tengan la etiqueta verde, si se comen en exceso,
también ayudarán a engordar.
9. Comer zanahorias mejora la vista
Es verdad, ya que contienen vitamina A, al
igual que los vegetales de hoja verde. La
carencia de este nutriente se traduce en menor
visión en penumbras.
10. No se puede cenar lechón
En realidad, no es aconsejable consumir carnes,
fritos ni embutidos a la noche, porque son de
digestión lenta (entre 3 y 4 horas), por lo cuál es
más difícil dormir y estar despejados por la
mañana.
11. Después de un atracón, lo mejor es un
día de ayuno
Nunca es bueno esto, porque el cuerpo se
desequilibra demasiado. Lo aconsejable es
hacer siempre las cuatro comidas principales,
siendo el desayuno el más copioso e ir
disminuyendo las raciones a lo largo de la
jornada.
12. La remolacha engorda, tiene mucho
azúcar
El mito está basado en una especie de
remolacha que no es comestible. La común sólo
presenta 10 gramos de azúcar por cada 100
gramos, lo mismo que el zapallo, la zanahoria y
la calabaza.
13. Una manzana al día te mantiene
saludable
Indudablemente. Disminuye los niveles de
colesterol de la sangre, aporta vitaminas C y E y
potasio y aumenta las defensas del organismo,
además de blanquear los dientes.
14. Para un mejor bronceado, come
zanahorias
Esto es verdad a medias, porque cuenta con una
buena dosis de betacarotenos, un pigmento que
le aporta el color característico.
15. No se puede cocinar con vino
La cocción con este ingrediente tiene algunas
ventajas como evitar la utilización excesiva de
sal o resaltar el sabor “original” de las comidas.
A su vez, la graduación alcohólica desaparece
en la cocción y tierniza los alimentos.
16. La espinaca da fuerzas
No serás un Popeye, pero si tendrás más
capacidad de levantar peso. Esto se debe a que
aporta vitamina B6, C, K, hierro, potasio, ácido
fólico y betacaroteno.
17. Dos litros de agua por día
Si, no hay discusión al respecto. Cuánto más
líquido tenga el organismo mejor será el
funcionamiento de los órganos, sobre todo los
riñones, además de incrementar la capacidad de
defensa y desintoxicación.
18. La lenteja es más nutritiva que la
carne
Sólo si se la combina con trigo, arroz o cebada.
En realidad, todas las legumbres son una
excelente fuente de energía y proteínas. No
dudes en consumir porotos y garbanzos
semanalmente.
19. Un zumo de naranjas evita que te
resfríes
En realidad, aumenta las defensas porque la
vitamina C que contiene ofrece sus propiedades
antiinfecciosas, por lo que hay menos
posibilidades de que te enfermes.
20. Es bueno beber yogur si se toman
antibióticos
No sólo este alimento evita la destrucción de la
flora intestinal (efecto secundario de los
medicamentos), sino también las leches
fermentadas y las probióticas.
FALSOS MITOS EN ALIMENTACIÓN
La alimentación es un tema que ha suscitado un
gran interés a lo largo de la historia. Este
interés, unido a una cierta ignorancia, han
favorecido el desarrollo de numerosos errores y
mitos sobre la alimentación, que han provocado
injustificadamente un cambio en el
comportamiento y en los hábitos alimentarios
de muchas personas.
Así, han sido numerosos los alimentos a los que
se les han atribuido características y
propiedades falsas debido al mito. "Las frutas al
final de la comida engordan”, “tomando una
nuez por la mañana disminuyo los niveles de mi
colesterol”, “me engordan los nervios…” son
algunas de las creencias que se mantienen a
consecuencia de numerosas fuentes que carecen
del más mínimo aval científico.
Ya que la alimentación constituye un hecho
tanto biológico como cultural, las creencias y
opiniones se han extendido en nuestra sociedad,
bien transmitiéndose por el boca a boca a través
de generaciones, o bien por el tipo de
publicidad a la que estamos sometidos.
Sin embargo en la actualidad, y gracias a la
base científica de la que disponemos, es posible
desmontar esas creencias, a veces muy
arraigadas, recurriendo a las opiniones y
consejos de verdaderos profesionales de la
nutrición y la salud.
 Hay alimentos buenos y malos
FALSO: No hay ningún alimento perfecto y
completo, ni tampoco hay un alimento
perjudicial. El conjunto y la variedad son los
que determinan que exista una dieta sana y
equilibrada. Lo correcto es establecer las
proporciones concretas en el consumo de
alimentos que permiten conseguir un peso
adecuado, pero garantizando el mantenimiento
de una buena situación nutricional.
 El agua engorda durante las comidas
FALSO: El agua es un nutriente acalórico, es
decir que no aporta calorías. Por tanto no
engorda ni adelgaza si se toma antes, durante o
después de las comidas. Además, el agua es una
fuente importante de minerales y electrolitos y
un elemento vital para mantenernos
correctamente hidratados.
 Hay alimentos que adelgazan
FALSO: Todo alimento aporta calorías, el
principal condicionante es la ingesta de las
mismas. Por tanto lo determinante es la dieta
total, no hay un alimento concreto, ningún
alimento hacer perder un gramo. Hay que
encontrar el equilibrio entre la ingesta y el gasto
energético.
 La fruta después de la comida engorda
FALSO: La fruta tiene las mismas calorías, no
engorda porque se tome en un determinado
orden, sino porque la cantidad de calorías
ingeridas supere las necesidades del individuo.
Lo que sí es cierto es que la fruta tiene un alto
contenido en fibra, lo que provoca una
sensación de saciedad. En determinadas dietas
de adelgazamiento lo aconsejan porque se tiene
menos apetito en los platos siguientes. Una
dieta equilibrada debe incluir el consumo de al
menos tres piezas al día de fruta, ya que son una
fuente importante de vitaminas y minerales.
 El pan engorda… y la miga más
FALSO: El pan no es un alimento de elevado
valor calórico y además es pobre en grasa. Es
rico en hidratos de carbono, nutriente que
constituye la base de la dieta mediterránea. Otra
falsa leyenda que acompaña al consumo de pan,
es aquella que afirma que la miga engorda
mucho. Es incorrecto, ambas son el mismo
producto, lo que ocurre es que la corteza por
acción del horneado se deshidrata mientras que
la parte interior (la miga) conserva mayor
cantidad de agua, de ahí su aspecto esponjoso.
 Los alimentos light adelgazan
FALSO: Los alimentos light son aquellos a los
que se les ha reducido o eliminado alguno de
sus componentes calóricos, pero eso no
significa que sirvan para adelgazar. En todo
caso, que engordan menos, por así decirlo, que
el mismo alimento no light.
 Los productos integrales tienen menos
calorías
FALSO: Suelen contener cantidades muy
similares al producto no integral, lo que
realmente les diferencia es que los productos
integrales poseen una cantidad mayor en fibra.
Un ejemplo, tanto el pan blanco como el
integral aportan las mismas calorías. La ventaja
radica en que la fibra mejora el tránsito
intestinal y tiene un poder saciante sobre el
apetito.
 Es necesario tomar suplementos
vitamínicos
FALSO: Normalmente es suficiente la
cantidad de vitaminas y minerales que se
aportan a través de una dieta variada y
equilibrada. No hay evidencias científicas de
que el aporte de vitaminas en personas sanas
mejoren el cansancio, el apetito, etcétera. Si no
existe una deficiencia clara, un suplemento de
vitaminas sin necesidad no tiene efectos
positivos. Se recomienda el consumo de
suplementos sólo bajo prescripción médica.
 Los alimentos frescos son más nutritivos
que los congelados
FALSO: El frío de la nevera o el congelador
mantiene las cualidades de los alimentos sin
alteración, por lo que un pescado o una carne
congelada no te va a aportar menos nutrientes
que si los comieras frescos.
 Saltarse una comida adelgaza
FALSO: Es un mal hábito. Los especialistas
recomiendan realizar cinco comidas al día, de
esta manera controlamos nuestro sistema
hambre-saciedad, ya que al repartir la ingesta en
varias tomas al día no llegamos a la siguiente
comida con un hambre excesivo que nos haría
comer de más.
 El café eleva la tensión arterial
FALSO: Este tipo de bebida contiene cafeína,
y por tanto es estimulante, pero relativamente
pequeño el efecto sobre la elevación de la
tensión arterial frente a otro tipo de nutrientes,
como la sal, que utilizada en exceso en la dieta
puede ser un factor determinante en las cifras de
tensión arterial.
 Colesterol, alimentos buenos y malos
FALSO: Los alimentos no son ni buenos ni
malos en función de la cantidad de colesterol
que contengan, hay más aspectos que
considerar. El colesterol es necesario, lo
importante es evitar el exceso. De ahí que haya
nutrientes como el huevo, donde se demostró
que además de contener colesterol, posee
proteínas como la lecitina, vitaminas y
minerales. Este es un ejemplo claro de
considerar al huevo como un alimento malo
cuando se ha demostrado que tiene un valor
nutricional importante. Es importante
preocuparse por la ingesta en exceso de
colesterol, pero no podemos condicionar la
salud y la mortalidad con este componente,
siendo más positivo aumentar la actividad
física, limitar el consumo del tabaco y alcohol,
etcétera.
 Mezclar hidratos de carbono y proteínas
engorda
FALSO: Es el fundamento de muchas dietas
llamadas disociadas, pero no tiene ninguna base
científica. Es muy difícil separar los alimentos
en función de los nutrientes que aportan, ya que
cada alimento es una mezcla de nutrientes.
 Los alimentos que llevan grasas vegetales
son más sanos
FALSO: Puede dar lugar a confusión, ya que
se puede entender que contiene aceites de oliva
o girasol, y de donde provienen es del aceite de
coco y de palma, que suelen aumentar más el
colesterol en sangre.
 Mi metabolismo es muy bajo y por eso
engordo
FALSO: Las calorías que necesita una persona
sana van en función de la edad, peso y talla, lo
que se denomina metabolismo basal; por eso
cuanto mayor sea su peso mayor será su
metabolismo. Es la masa muscular la que se
encarga de quemar calorías, por ello se
recomienda realizar ejercicio físico.
 Mi exceso de peso es por la retención de
líquidos
FALSO: Científicamente, tanto el sobrepeso
como la obesidad se caracterizan por un exceso
de grasa corporal, y no de líquidos. Por eso se
aconseja no usar indiscriminadamente
diuréticos sin el control de un especialista, ya
que puede ser perjudicial para la salud.
 Los nervios me engordan
FALSO: El aumento de peso lo origina una
ingesta excesiva de alimentos de alto contenido
energético que se ve favorecida en
determinados estados de nerviosismo o de
ansiedad en determinadas personas.
 Comer chocolate favorece el acné
FALSO: Numerosos estudios han tirado por
tierra este mito tan extendido. El acné que
aparece en la cara es resultado de la grasa que
se segrega la piel por alteraciones hormonales,
no tiene nada que ver con la comida. Algunas
mujeres sienten la necesidad de tomar este
alimento en el periodo premenstrual, donde se
producen desarreglos hormonales y granitos,
que se suelen asociar al chocolate ingerido y no
a los cambios por el ciclo.
 El azúcar moreno es más saludable que
el blanco
FALSO: Se puede decir que la composición de
ambos es casi idéntica, con una mínima
variación del azúcar moreno que está recubierto
con melaza. Además, ambos tienen un valor
nutricional muy parecido, por cada 100 gramos
de azúcar moreno son 377 kcal, mientras que el
blanco son 387 kcal, algo ridículo en las
pequeñas cantidades que se toman. Aun así no
hay que olvidar que uno u otro deben
controlarse para poder llevar una dieta
saludable.
 La comida calentada en el microondas
pierde sus nutrientes
FALSO: Calentar la comida mediante un
electrodoméstico microondas no le aporta
radiactividad como mucha gente cree, y
tampoco les hace perder todos los nutrientes.
Como expone la Universidad de Harvard, es
cierto que al calentar los alimentos, ya sea por
este método o por otro, algunos nutrientes de
los alimentos se descomponen, como la
vitamina C. Sin embargo, el microondas al
calentarlo de manera más rápida hace que se
pierdan menos nutrientes que en otros métodos
como el agua de cocción.

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