¿Qué es la Motivación?
Los conductistas asumen que tenemos necesidades fisiológicas básicas que nos
motivan-hambre, sed, sexo, y otras. Estas necesidades son satisfechas por
reforzadores primarios como la comida. Cuando estas necesidades están
satisfechas, ciertos actos y experiencias se asocian a los reforzadores primarios,
probablemente por medio del condicionamiento clásico por cuanto tales actos
asociados se convierten en reforzadores secundarios. Por ejemplo, el efecto queda
asociado con la comida conforme somos alimentados y criados por nuestros padres.
Bandura (1977, 1986) sugiere varias fuentes básicas de motivación, una que
consiste en pensamiento y proyecciones acerca de los posibles resultados de la
conducta: ¿Tendré éxito o fracasare? ¿Les caeré bien o se reina de mi? Nos
imaginamos las consecuencias futuras basados en nuestras experiencias, las
consecuencias de esas experiencias y nuestras observaciones en los demás. Estas
proyecciones son afectadas también por nuestro sentido de autoeficiencia. Este es
un aspecto importante en la teoría de Bandura y se refiere a nuestras creencias
acerca de nuestra aptitud personal en un área determinada. Es claro que nuestra
capacidad para imaginarnos realizando con éxito una tarea particular, estará
determinada por nuestros sentidos de auto eficiencia en esa área.
Los tipos de metas que fijamos, también influirán en la ¨cantidad¨ de motivación que
tengamos para alcanzarlas. Las metas que son específicas, moderadamente
difíciles y con posibilidad de ser alcanzadas en un futuro cercano proporcionan
estándares claros para juzgar el desempeño. La dificultad moderada proporciona
un reto que debe ser razonable. Finalmente, las buenas intenciones para alcanzar
metas distantes con frecuencia son eclipsadas por preocupaciones más inmediatas.
Sin embargo, las metas que pueden ser alcanzadas relativamente pronto, es difícil
que se abandonen o dejen de lado en el quehacer cotidiano; por tanto, es mas
probable que los estudiantes trabajen por metas que son claras, especificas,
razonables, que plantean un reto moderado y asequible en un tiempo relativamente
corto. Un pequeño premio puede ayudar a estimular a los estudiantes a fijarse metas
alcanzables.
Las teorías cognoscitivas, las personas son consideradas como activas y curiosas,
que busca información para resolver problemas personales relevantes, que ignoran
el hambre y soportan la incomodidad para centrarse en sus metas
autoseleccionadas. La gente trabaja duro porque disfruta su trabajo y porque quiere
entender.
Jerarquía de Maslow.
Maslow (1970) sugirió que las necesidades humanas están jerarquizadas. Las
necesidades del nivel más bajo, de sobrevivencia y seguridad, son las más
esenciales. Todos requerimos de comida, aire, agua y protección; todos nosotros
buscamos estar libres de peligro. Estas necesidades determinan nuestra conducta
hasta que son satisfechas. Pero una vez que estamos físicamente cómodos y
seguros, somos estimulados para satisfacer las necesidades de los siguientes
niveles – necesidades sociales de pertenencia, amor y necesidades de estima.
La teoría de Maslow ha sido criticada por la razón obvia de que la gente no siempre
parece comportarse como lo redice la teoría. La mayoría de nosotros tenemos
diferentes tipos de necesidades y podemos estar motivados por muchas de ellas al
mismo tiempo. Algunas personas dan la espalda a la seguridad o la amistad para
lograr conocimiento, entendimiento o mayor estima; sin embargo, la teoría de
Maslow sigue siendo una de las explicaciones más completas, sobre las
necesidades y la motivación, que se ha formulado hasta ahora. También nos
proporciona una manera de considerar en su totalidad a la persona, cuyas
necesidades físicas, emocionales e intelectuales están todas relacionadas.
Actitudes positivas
La teoría de Maslow puede sugerir formas de planear actividades que calmen las
necesidades de los estudiantes y aumenten la motivación. Recuerde que las
necesidades del nivel inferior deben satisfacerse antes que las del nivel superior
sean motivantes. Para lograr que los estudiantes se sientan más protegidos y
seguros con el material difícil, podría organizar sesiones de asesoramiento también
puede crear en la clase un ambiente psicológico más seguro: las respuestas
incorrectas y los errores pueden convertirse en oportunidades de aprendizaje que
permitan explorar el razonamiento que subyace en las respuestas, en lugar de ser
solo una ocasión de crítica.
NECESIDAD DE LOGRO
Motivación de logro
2. Los estudiantes que evitan el fracaso han experimentado cierto éxito y una
buena probada de fracaso, pero aún no se han formado un firme sentimiento
de aptitud y autoestima. en otras palabras, la pregunta acerca de su propia
aptitud esta sin contestación en sus mentes. para protegerse a sí mismo del
fracaso, difieren o exageran todo- una forma de eludir. Esto les permite
justificar una mala calificación diciendo “lo hice bien considerando que
empecé el trabajo anoche”. O bien pueden fijarse metas muy bajas o muy
altas.
3. las estrategias para evitar el fracaso son auto derrotistas, pues en general
lleva precisamente al fracaso que es lo que tratan de evitar. Si el fracaso
continuo y las excusas se les acaban, terminan por aceptar su
incompetencia, que es justamente lo que temían, y su autoestima se ve
deteriorada. Se dan por vencidos y, por tanto, se convierten en estudiantes
que aceptan el fracaso, están ciertos de que los problemas se deben a su
baja capacidad, que hay poca esperanza de cambiar y ya no pueden
protegerse de esta conclusión.
Los maestros deben prevenirse de que los estudiantes que evitan el fracaso se
conviertan en traumados, ayudándolos a encontrar nuevas y más reales metas.
También, algunos estudiantes pueden necesitar apoyo en su aspiración para
alcanzar niveles superiores, encarando los estereotipos sexuales o étnicos, acerca
de lo que “quisieran” o lo que no “debieran “poder hacer bien. Este tipo de apoyo
podría marcar la diferencia.
Estructura de la meta: la manera en que los estudiantes luchan por alcanzar una
meta en relación con los demás beneficios de las estructuras cooperativas.
Aunque el grupo como un todo tenga éxito en alcanzar la meta, no hay garantía de
que todos sus integrantes se hayan beneficiado por igual en la práctica, los efectos
del aprendizaje en grupo varían según lo que realmente suceda dentro de él y de
quienes lo componen.
Incentivos para el aprendizaje. No todas las lecciones que se terminan con éxito
mejoran el sentido de capacidad. Algunas actividades requieren ejercicio y
repetición. Los estudiantes pueden sentirse “suficientemente capaces”, así que no
tienen interés intrínseco de trabajar en la tarea para mejorar su capacidad. En este
caso, el maestro puede decidir si proporciona reforzadores extrínsecos para que
terminen con éxito el trabajo. Hacer ejercicios de matemáticas, hacer 30 sentadillas
diarias, repetir el diálogo de francés por decimoquinta vez o memorizar los símbolos
de los elementos químicos, son tareas que podrían llevarse a cabo más fácilmente
con el incentivo de una recompensa al final.
La evaluación podrá ser muy significativa para un estudiante e indiferente para otro.
En general, es probable que los estudiantes más jóvenes, dependientes,
conformistas o quienes realmente se lleven bien con él, sean afectados en su estima
por los puntos de vista del maestro.
En la figura 9-4, se observan cinco áreas en donde los maestros pueden actuar de
manera diferente con los estudiantes. La primera, agrupamiento, y la última,
actividades variadas, implican estrategias instruccionales.
Aun cuando el empeño del estudiante no sea adecuado a las expectativas del
maestro, él puede racionalizar y atribuirlo a causas externas, fuera del control de los
estudiantes. Por ejemplo, un maestro puede asumir que un estudiante de baja
capacidad que hizo un buen examen, copió y que el estudiante de alta capacidad
que fracasó, pudo haber estado indispuesto ese día. En ambos casos, la conducta
que parece “ajena a la personalidad” es desechada. Pueden necesitarse varias
conductas que supuestamente no son características para cambiar el criterio de un
maestro acerca de las capacidades de un estudiante en particular. Por tanto, las
expectativas permanecen con frecuencia, ante la evidencia contradictoria.