83 83

La salud como derecho

humano y bien público

TEXTO Joseph M. Jansà
Médico epidemiológico de la
Agencia de Salud Pública de
Barcelona
Secretario técnico del diálogo
“Salud y desarrollo, los retos del
siglo XXI”
La salud y la calidad de vida de gran parte de los 2.500 millones de personas
que viven en países de renta baja sigue situándose por debajo de los límites
aceptables para cualquier ser humano. En el marco del Fórum se plantea un
diálogo sobre los elementos críticos relacionados con el estado de la salud en el
mundo, tomando la situación de África como eje central de las intervenciones.

demás de un derecho humano, la salud es un condicio- enfermedades transmisibles explican la diferencia de mortalidad

A nante y un indicador del creciente social y económico y

del nivel de desarrollo individual y de un país, un reto para
la planificación, la gestión y la investigación, un bien de consumo.
entre el 20% de la población más rica del planeta y el 20% de la más
pobre, es decir, las enfermedades relacionadas con la pobreza.
En el mismo sentido, se evidencia el enorme desequilibrio entre la
Pero, esencialmente, según la definición de la OMS de 1946, “es un importancia de las enfermedades y el esfuerzo que se realiza a este
estado de completo bienestar físico, psíquico y social y no sólo la respecto en el ámbito de la investigación, como lo demuestra la
ausencia de enfermedad”. Por otro lado, el Congreso de Médicos y existencia del conocido gap 10/90, que ilustra que sólo un 10% de
Biólogos en Lengua Catalana de 1978 afirmaba que “la salud es los recursos mundiales en investigación se dedican a las enferme-
aquella manera de vivir que es jubilosa, autónoma y solidaria”. dades que generan el 90% de la carga mundial de enfermedad.
Desgraciadamente, sin embargo, mientras que en el reducido También hay que considerar el impacto creciente de epidemias de
número de países beneficiarios del Estado del bienestar la salud es
considerada como un bien y un derecho al alcance de toda la pobla-
ción, en la mayor parte del planeta la enfermedad o la falta de salud
implica a menudo la pérdida del puesto de trabajo, el hecho de
tener que hipotecar los escasos recursos disponibles para pagar a
los médicos y los tratamientos y quedar condenado a la margina-
ción por un problema de salud que limita o inhabilita las capacida-
des laborales y sociales.
A pesar de que los datos internacionales muestran una mejora del
estado de salud en el mundo, la esperanza de vida al nacer se incre-
mentó en veinticinco años durante el siglo pasado y se consiguió el
control e incluso la erradicación de algunas de las principales
enfermedades infecciosas como la viruela, la salud y la calidad de
vida de gran parte de los 2.500 millones de personas que viven en
países de renta baja sigue situándose por debajo de los límites acep-
tables para cualquier ser humano. Esto refleja el profundo nivel de
desigualdad que existe entre personas, países y zonas del planeta,
que incrementa las diferencias entre quienes pueden disfrutar de
buena salud y disponen de los medios para mantenerla y aquellos
que no tienen acceso a los recursos básicos para superar enferme- Hospital rural en la provincia del Chaco,
Carlos Bosch

dades que cuentan con tratamientos eficaces y, a menudo, de un una de las zonas más deprimidas
de Argentina, en el límite con Paraguay
coste no muy elevado. Un ejemplo de ello es el hecho de que las y Bolivia.

FÓRUM BARCELONA 2004

84
alcance mundial cada vez más difundidas desde los medios de
comunicación, y con un gran impacto en los mercados internacio-
nales y entre la opinión pública mundial. Encontramos ejemplos
recientes de estas situaciones en la neuropatía espongiforme bovi-
na –brotes provocados por el virus del oeste del Nilo–, los cuadros
de dengue hemorrágico grave, el riesgo de infecciones por el virus
ébola, la fiebre de Lassa, la fiebre hemorrágica de Crimea-Congo o
el síndrome respiratorio agudo severo. Aun así, hay que reflexionar
sobre la razón por la cual se disparan estas alarmas, que en lo refe-
rente a la carga de enfermedad y de mortalidad son mucho meno-
res que las provocadas por enfermedades consideradas endémicas
en la mayoría de los países del hemisferio sur.
Partiendo de esta realidad conocida por científicos, investigadores
de las ciencias sociales, políticos, economistas y buena parte de la
opinión pública, en el marco del Fórum 2004 se plantea un diálogo
abierto sobre los elementos críticos relacionados con el estado de la
salud en el mundo en el que se adelantan medidas y propuestas
para invertir esta tendencia.
El eje central del diálogo girará en torno a la situación en el conti-
nente africano. Se abordará desde diferentes perspectivas y se con-
cederá especial importancia a las mejores estrategias de tipo prác-
tico que se centren en la promoción de la salud y la reducción de la
pobreza, sobre todo en aquellas que podrían tener un impacto
positivo en el desarrollo económico de dichos países.
En las exposiciones y los debates, se abordarán los principales deter-
minantes sociales, políticos, culturales y estructurales que influyen
LOS MONOGRÁFICOS DE B.MM NÚMERO 4
El consumo de sustancias adictivas es uno de
los aspectos que condiciona el estado de
salud de una comunidad. A la izquierda,
fumador de marihuana.
En la página siguiente, atención a personas
mayores y laboratorio del Instituto Municipal
de Investigaciones de Barcelona.
Albert Fortuny
en la salud en los países de renta baja, así como su relevancia estraté-
gica en el desarrollo nacional, social y económico. Los contenidos y
enfoques con que se define el diálogo sobre la salud se centran en la
identificación de acciones renovadas e intensificadas que permitan
alcanzar los objetivos planteados desde la comunidad internacional,
buscando al mismo tiempo un compromiso de financiadores, políti-
cos y técnicos para aplicar las soluciones identificadas e invertir la
tendencia creciente de pobreza, desigualdades y enfermedad.
ÁMBITOS TEMÁTICOS
1. El estado de salud en el mundo y sus determinantes: Es bien
sabido que el estado de la salud de las personas viene determinado
por factores que se sitúan mucho más allá de los propios recursos y
sistemas sanitarios de un país. De esta manera, en 1976 el entonces
ministro de Sanidad de Canadá, Marc Lalonde, planteaba que el
nivel de salud de una comunidad estaba influido por cuatro gran-
des grupos de determinantes:
1. La biología humana; es decir, la constitución, la carga genética,
el desarrollo y el envejecimiento.
2. El medio ambiente, incluidos desde los elementos vinculados al
impacto sobre la naturaleza, como la contaminación física, quími-
ca y biológica, hasta los aspectos psicosociales y socioculturales.
3. Los estilos de vida y las conductas de salud: el consumo de sus-
tancias adictivas institucionalizadas (tabaco, alcohol) o ilegales
(marihuana, cocaína, heroína, pastillas...), el sedentarismo y la falta
de ejercicio físico, el tipo de dieta y la alimentación, el estrés, la vio-

“Hay que destacar la importancia de la educación para la salud y la
capacidad de poner en marcha y mantener las líneas de actuación
necesarias en materia de promoción, protección y prevención de la salud”.
lencia, la conducción y los accidentes de tráfico, y la mala utiliza-
ción de los servicios sociosanitarios.
4. El sistema de asistencia sanitaria: la mala utilización de los
recursos, los efectos adversos producidos por la asistencia sanitaria,
las listas de espera demasiado largas, la burocratización de la asis-
tencia.
Estos principios han sido ratificados, con algunos matices y especi-
ficidades, por diversos autores (Dever, Tarlov) y son considerados
como marco de referencia conceptual de los determinantes de
salud.
Pese a ello, el análisis de la situación desde una perspectiva de salud
internacional requiere hacer hincapié en el análisis de la transición
demográfica y las igualdades y diferencias entre países de renta baja
y elevada. Por este motivo, en el diálogo que se propone, el conte-
nido de las exposiciones y el debate girarán en torno a las princi-
pales características sociales y económicas, los cambios de valores
que provocan la reestructuración de las sociedades, los beneficios y
perjuicios de los sistemas de salud públicos y privados y las conse-
cuencias de la globalización (inmigración, enfermedades nuevas y
emergentes, aislamiento progresivo de algunos países, colapso de
sistemas económicos...).
2. Intervenciones en salud: El análisis de los condicionantes impli-
cados en las intervenciones en salud resulta esencial para avanzar
en directrices que permitan reducir el diferencial entre las actuales
prioridades en salud a escala mundial y los progresos en biomedi-
cina e investigación biomédica y la gestión de valores vinculados a
diferencias socioculturales.
Es fundamental replantearse las estrategias del mundo occidental a
la hora de afrontar los diversos retos en materia de salud analizan-
do la importancia de la medicina tradicional, la implicación de las
Albert Fortuny
85
comunidades en el análisis de su estado de salud, los retos bioéticos
de los nuevos tratamientos y el desarrollo de medicinas y produc-
tos sanitarios en países de renta baja.
Plantearse el porqué de determinadas intervenciones de cribaje o
de modificación de hábitos y estilos de vida con un amplio alcance
en muchos territorios, junto a políticas sociales y económicas con-
trapuestas a la consecución de una calidad de vida digna para gran
parte de la población (ocupación, vivienda, riesgos ambientales),
resulta un ejercicio necesario de coherencia para la mejora del esta-
do de salud de los individuos.
3. Acceso a las intervenciones en salud: Entre los aspectos vincula-
dos a los sistemas de salud de los países destacan los relacionados
con su accesibilidad por parte de la población en todos los aspec-
tos: geográfico, informativo, administrativo y económico.
En el transcurso del tiempo y en diferentes contextos, sistemas de
salud nacionales han puesto en práctica múltiples experiencias, de
manera que hoy disponemos de ejemplos sobre modalidades que
cubren las necesidades en salud en los países de renta baja (gestión
de recursos sanitarios para los municipios y las comunidades,
incentivación de programas de prevención y control diseñados e
implantados con la participación de la población, formación de
agentes de salud, producción local de fármacos, etc.).
Una vez más, hay que destacar la importancia de la educación para
la salud y la capacidad de poner en marcha y mantener las líneas de
actuación necesarias en materia de promoción, prevención y pro-
tección de la salud. De entre todas ellas, adquiere una relevancia
especial el reto de proporcionar acceso a vacunas, a fármacos esen-
ciales y a tratamientos contra la malaria, el sida y la tuberculosis,
como enfermedades paradigmáticas de la desigualdad y la pobreza.
Las intervenciones vinculadas con la salud materna e infantil repre-
Albert Fortuny
FÓRUM BARCELONA 2004
86
Hospital infantil en una zona deprimida de
Argentina.
En la página siguiente, descuartizando una
vaca en Brasil.

Carlos Bosch

“Adquiere una relevancia especial el reto de proporcionar acceso a vacunas,

a fármacos esenciales y a tratamientos contra la malaria, el sida y la
tuberculosis, como enfermedades paradigmáticas de la desigualdad y la
pobreza”.

LOS MONOGRÁFICOS DE B.MM NÚMERO 4


sentan, también, un mirador y un indicador de la medida y la
garantía del estado de salud de la población.
4. Asociaciones de salud para la corrección de desequilibrios: La
precariedad económica de los países de renta baja, las consecuen-
cias derivadas de los sistemas coloniales, el neocolonialismo y las
políticas nacionales e internacionales han aportado una larga tra-
dición a los sistemas de ayuda externa y de cooperación por parte
de organismos bilaterales y multilaterales, agencias internacionales
y organizaciones no gubernamentales.
En este sentido, se identifican intervenciones fundamentadas en los
intereses de los países y los organismos donantes, actuaciones espo-
rádicas no consensuadas con las políticas de salud nacionales y
situaciones históricas de intervenciones de todo tipo. Partiendo de
esta realidad, se imponen la racionalización y los criterios de la
ayuda externa a los países de renta baja como elementos centrales
en el debate sobre los retos sanitarios que hay que afrontar duran-
te el presente siglo, desde todos los ámbitos, en el que hay que dar
un protagonismo especial a los beneficiarios de este apoyo. Como
experiencias concretas, hay que subrayar el análisis de la utilidad de
redes comunitarias (sida, malaria y tuberculosis), las experiencias
de asociaciones públicas y privadas, las asociaciones con agencias
multilaterales e internacionales, el diálogo Norte-Sur en salud y el
papel de las ONG que trabajan en el ámbito de la salud.
5. Estado, sociedad, derechos humanos y derechos en salud: La
consideración de la salud como derecho humano y como bien
87
Albert Fortuny
público global y la elaboración de un código de salud a escala inter-
nacional basado en principios bioéticos son fundamentos que han
de ser dinamizados por los estados y por la sociedad en su conjun-
to, y deben promover el individuo como principal protagonista en
la mejora de su salud individual y colectiva.
A fin de evitar las grandes declaraciones de intenciones, resulta
esencial estructurar y definir las responsabilidades básicas de los
Estados y de la comunidad internacional en materia de salud cons-
truyendo nuevos paradigmas que redirijan las tendencias actuales.
Y DESPUÉS DEL DIÁLOGO
La continuidad de las directrices y propuestas planteadas desde el
diálogo de salud se plantea a partir de la elaboración de proyectos
tanto en el ámbito de la investigación biomédica como en el de la
planificación de intervenciones efectivas, el acceso a estas interven-
ciones y el análisis de las políticas de salud que hacen viable su exis-
tencia y accesibilidad.
Una vez establecido el diagnóstico crítico e identificadas muchas de
las intervenciones efectivas en materia de salud, aún falta hacer
efectivos buena parte de los compromisos de científicos, planifica-
dores, financiadores y políticos, y de este modo contrarrestar los
efectos perversos de un mundo global que hasta hoy se ha demos-
trado, también en el ámbito de la salud, que actúa esencialmente en
beneficio de una minoría y en detrimento de la mayor parte de la
población mundial.
FÓRUM BARCELONA 2004